Jueves, 6 de agosto de 2015

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 25ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Las señales del tiempo ya fueron escritas y ahora estas se revelan para los tiempos que llegarán.

Los libros se abren ante su presencia y los sellos ocultos del Cielo son revelados para que los acontecimientos sucedan sobre la faz del planeta.

Mas la fe será la templanza para alcanzar el paraíso, y su persistencia se encontrará en seguir el camino ciegamente, aquel que les indica el Pastor, el que viene al fin de los tiempos, para manifestar Su gloria en los nuevos espíritus redimidos.

Ayer les entregué una parte de ese secreto. No es de importancia, compañeros, que sus corazones comprendan las Escrituras del Universo.

Es importante, compañeros, que sus espíritus se adhieran a las Leyes que Yo les manifiesto, para poder vivir en el Corazón de Dios.

Porque si ustedes viven los Mandamientos, las Leyes básicas proclamadas a Moisés, podrán vivir las Leyes que vendrán, aquellas que permearán el planeta, dentro de su nuevo tiempo cósmico, cuando el real tiempo del Universo vibre en sus células para encontrar el Reino de Dios, el cuál muchos están perdiendo por la severidad de estos tiempos, que compromete a las almas a seguir otros caminos, que no son de la Voluntad de Mi Señor.

Yo vengo a recordarles los Mandamientos y las Leyes, para que a tiempo puedan corregir sus vidas. Así, Mi Corazón se permeará en ustedes. Seremos uno en este nuevo Proyecto y podré caminar a su lado todos los días de sus vidas para que no se sientan solos entre las tinieblas de esta humanidad.

Pero sepan que Yo Soy esa Gran Estrella, que puede brillar fuertemente en sus corazones. Lo más importante para este nuevo tiempo que llega, después del día 8 de agosto, es que vivan esa comunión perfecta Conmigo y que recuerden unificar esa comunión con sus semejantes, amándolos cada día más, perdonándolos, aceptándolos y viviendo la cruz que ellos llevan, que es más pesada que la de ustedes.

Por eso, compañeros, Yo vengo a recuperar en sus vidas algo que aún no ha enseñado la humanidad que es el espíritu de la fraternidad, el cual muchas veces olvidan por la superficialidad de la vida, los compromisos que adquiere con esta vida material.

Esta fraternidad, de la cual Yo les hablo hoy, se trata de la unificación de sus corazones con el Propósito de Dios. Por eso, Yo vengo a estar en medio de ustedes, en esta jornada especial de oración y de paz, para que de esta casa santa ustedes salgan de aquí más fortalecidos y puedan corregir sus caminos.

Porque en verdad les digo, compañeros, que sus corazones saben lo que no está bien, lo que no hace bien a Mi Corazón Misericordioso cuando toman acciones tan normales y tan comunes para estos tiempos. 

Pero Yo vengo a entregarles, compañeros, esa posibilidad, abriendo la puerta catorce de Mi Corazón para que los últimos puedan entrar en Mi Proyecto Redentor y que esté formado plenamente, no solo por servidores y colaboradores de Mi Misericordia, sino por todo el mundo, que en verdad no aspira a estar Conmigo, porque las cosas que Yo prometo son para el próximo tiempo de la humanidad.

Pero Yo vengo a recuperar de sus vidas, aquellos tesoros que una vez conocieron en sus corazones, lo que ustedes conocen como talentos, que serán de tanta urgencia y necesidad para que Mi Proyecto se pueda cumplir en esta humanidad. Si Yo no cuento con sus talentos, más allá de sus destrezas, ¿cómo se cumplirá la Obra de Dios en esta humanidad no redimida?

Hace 2000 años atrás encarné entre ustedes en Espíritu de Vida, de Misericordia y de Redención, para que a través de la instrucción de Mis parábolas y de los prodigios y milagros de Amor, ustedes pudieran evolucionar hacia el Espíritu de Dios y pudieran ser una civilización contemplada por la Fuente Única como un proyecto verdadero y eficiente, que aún no ha terminado.

El Omega aún llegará. Ustedes están cumpliendo esa promesa. Están cruzando una transición, que recién está en los primeros pasos de esta humanidad. Se enfrentarán a cosas desconocidas, verán cosas desconocidas, sentirán cosas desconocidas. Pero si están unidos a Mi Fuego Redentor y se dejan quemar por Mi Fuego Divino para que sus partículas se transfiguren, Yo podré mostrarles el verdadero camino y no perderán esta última barca que pasa para llamar a los últimos, aquellos que formarán la legión de los 144 000.

Hoy ante ustedes manifiesto, a través de Mi Corazón, la Estrella de la Luz, para que sea el símbolo de su guía y nunca pierdan la aspiración de encontrar Mis mundos sutiles, donde permanece el Reino de Dios junto a sus ángeles y arcángeles y a las humanidades que se santificaron en el nombre del Señor.

Ustedes deben llevar hacia sus orígenes, hacia ese paraíso infinito e interior, una excelente experiencia de vida, que tenga los mejores frutos, a través de su experiencia de fe y de unidad.

Yo necesito que estén unificados no solo en la oración, sino también en la vida diaria; que ustedes se unifiquen con sus familias para que ellas salgan del camino de la perdición que ofrecen estas modernidades del fin de los tiempos, olvidándose así de Mi Evangelio, que es la primera Ley de su vida y que ustedes deben aprender antes de su muerte; sino, ¿en dónde quedará ese tesoro que Yo sembré en ustedes hace tanto tiempo?

Yo prometí a Mis discípulos, a los profetas y patriarcas antes de Mí, a través de Mi Espíritu Divino, el Espíritu de Dios, que Yo retornaría en este tiempo, después de Mi Muerte y Resurrección, para traerles una palabra renovadora, un conocimiento celestial verdadero y cada vez más profundo para sus vidas.

Yo sé, queridos compañeros, que en este momento les digo muchas cosas y que sus mentes aún no pueden comprender absolutamente nada. Es en sus corazones donde está Mi Savia de Vida, es en sus corazones donde puede morar Dios, el Todopoderoso, que Yo traigo en este tiempo para que lo puedan reconocer a través de Mi Corazón Glorificado.

Escuché sus intenciones, recibí sus plegarias y hoy abro Mis Brazos; extiendo Mis Manos hacia ustedes bendiciéndolos con Mi Manto dorado de Luz, que representa la protección de Mi Gloria sobre ustedes, lo que los hará invisibles delante de los engaños de Mi adversario.

No dejen de orar, así como Mi Madre se los ha pedido. Los tiempos cambiarán rápido, como así está sucediendo hoy. Es algo que deben percibir pronto y no tomar las señales de la naturaleza como algo normal. El mundo enfrenta su primera transición, pero no sabe cómo será.

Aquel alma que ore de corazón, que devotamente se una a Mi Espíritu Misericordioso, sabrá donde estar y qué hacer en el momento justo, porque Yo la guiaré para que ingrese en Mi Corazón a través del portal que hoy les abro, el portal de Mi Divinidad y de Mi Espíritu, principio inmaculado de Dios para las criaturas de la Tierra.

Y hoy estarán frente a las enseñanzas que Yo les entregué una vez, que son los Sacramentos; renovación de sus espíritus y en consecuencia, de sus almas, de su vida material.

En todo este misterio del Sacramento de Mi Amor, se encuentra el principio de la renovación de su fe y de su esperanza, para que puedan cruzar el fin de los tiempos  valientes y siempre reconocer al Padre Celestial en todas las cosas, en todos los aprendizajes de sus vidas y en todos los tiempos.

Yo no vengo a pedirles que hagan cosas difíciles. Yo les vengo a enseñar para que hagan cosas simples, porque allí está Dios con Su Espíritu de humildad, permeando todas las cosas, en todos los momentos de la vida.

Si confían, estarán haciendo lo correcto. Si siguen Mis Pasos, no perderán la senda porque siempre verán Mis Pies caminando delante de ustedes hacia el Propósito.

Bendeciremos los elementos sagrados como así Yo se los enseñé a los Apóstoles en Jerusalén. Recuerden este momento, el momento en que Yo fui bautizado y pedí que los Míos bautizaran en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Así, Yo Me hice Vida en ustedes a través de la Comunión. Yo lavé su pasado lavando sus pies con Mi Agua de Vida. Y a través de Mis Apóstoles, Yo los ungí para liberarlos del espíritu de la impureza.

¿En qué piensan mientras Yo estoy presente?

Deben estar unidos a Mí para vivir este momento como algo verdadero, para que, a través de este encuentro, sus corazones estén plenos en Mí. Así, todo se cumplirá como en el Cielo y en la Tierra.

Ante los ángeles del Cielo bendeciremos. Usufructúen de este momento, para que reciban su parte interior.

Padre Nuestro en arameo, en español y en portugués.

Madre María Shimani de Monserrat:
"Madre Clara, por favor, ¿puede presentarse en la Casa de Oración".

Canción: "Consagración de Santa Clara".

Canción: "Hijo Supremo de Dios...".

Los Sacramentos son oportunidad de renovación para las almas y un principio de redención para todos los seres, para los que lo viven en la sinceridad y en el amor del corazón, en donde Yo siempre estoy presente en todos.

¡Les agradezco!

Vayan en paz, por haber orado Conmigo, por ayudar al planeta en la aspiración de la nueva humanidad.

Yo los bendigo hasta un nuevo encuentro, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Que suenen las campanas para Mi Ascensión.

"Alabado sea Dios, glorioso Su Reino, Aleluya"

Fray Elías del Sagrado Corazón:
"Hermanos: en señal de recepción"

"Alabado sea Dios, glorioso Su Reino, Aleluya"

Fray Elías del Sagrado Corazón:
"Llevamos las manos a nuestro corazón y agradecemos".

Miércoles, 5 de agosto de 2015

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 25.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Yo estoy presente en todos los corazones y sagrarios de la Tierra.

Ante Mi Presencia Gloriosa Yo les traigo nuevamente el espíritu de Mi Paz, para que sus corazones cicatricen de todas las heridas causadas por la maldad de Mi adversario. Pero Mi triunfo está próximo en ustedes.

Dichosos de aquellos que proclaman Mi Nombre y glorifican a Mi Padre que está en los Cielos. Así las leyes se cumplirán en sus vidas, y sus corazones se pacificarán por haber encontrado al Hijo de Dios en honra y en gloria en estos tiempos, caminando a través de estos naranjos, derramando Su Gracia y Su Misericordia para un mundo que está muy vacío.

Mas sus corazones, compañeros, pueden ser dignos delante de Mí. Y a pesar de los errores, de las imperfecciones y de los juicios, Yo puedo derramarles Mi Divina Misericordia. Pero esa Fuente cesará, el tiempo se aproxima, el gran tiempo del Juicio Universal. Los ángeles se preparan en los Tronos de Dios para poder tocar las últimas trompetas. ¿Quién escuchará la séptima trompeta del Gran Ángel del Señor?

Pero si ustedes moran en Mi Corazón y permiten que Yo los transforme como un barro nuevo para que Yo deposite Mi vino nuevo, estarán protegidos por Mi Espíritu, colmados por Mi Bondad y estarán en el Señor porque estarán en Mi Corazón en los momentos más difíciles de la Tierra.

Hoy les revelé esta Faz gloriosa, compañeros, para que recuerden que Vuestro Rey, el humilde Rey ante Dios Todopoderoso, presenta para el mundo Sus Faces, tan simples pero verdaderas, alcanzadas a través de Su Pasión y de Su Muerte; y de Su Victoria en la Cruz, y de Su Resurrección y de Su Aparición ante la humanidad para estos tiempos tan críticos.

No podré llevar Mi Mensaje a todo el mundo. No todos podrán escuchar Mis Palabras en este mismo momento. Pero el Espíritu Omnipresente del Hijo de Dios, que está en los Cielos, habla a todos los mundos internos de las criaturas porque está llegando la hora de la consciencia; para que despierten a sus realidades, para que puedan ver sus errores y deudas sin sentir culpa, ni ninguna perturbación.

Yo vengo a mostrarles un nuevo camino, aquel camino que Yo mostré para los Doce. Pero hoy muestro este camino verdadero y puro, para toda la humanidad.

Así como Me escucha el corazón de Mi Iglesia, extendida por los cuatro puntos de la Tierra, deseo que todos los corazones Me escuchen fuera de Mi Iglesia; principalmente aquellos que han seguido otros caminos olvidándose de la Voluntad de Dios y de la importancia de buscar el Reino de Dios.

Extiendo Mis Manos hoy hacia ustedes. Derramo Mi Gracia, Mi Gracia Universal, la que brotó después de Mi Misericordia, en el momento en que Yo resucité físicamente y demostré para la humanidad en aquel tiempo, que el Hijo de Dios hecho hombre y consciencia, hecho Cristo Vivo en el espíritu de todos los seres, está vivo y nunca murió.

Yo les demostré cómo poder vencer a la muerte, esta muerte que corroe y que vuelve sus cuerpos corruptos.

Pero Yo les enseño, compañeros, que a través de la donación de Mi Espíritu para cada uno de ustedes, encontrarán esa resurrección interior que en estos tiempos tan difíciles todos son invitados a vivir. Para alcanzar la resurrección espiritual, compañeros, primero deben morir a sus deudas, no sentir ninguna falta por conocerse a sí mismos tal cual son.

Yo vengo a revelar lo verdadero que existe en ustedes, que es el don que Dios depositó a través de Mi Corazón en sus vidas. Así Mis Estrellas de Luz se encienden en sus corazones y las súplicas de todos los hijos de Dios en todo el planeta redimido por Cristo, Vuestro Señor, son escuchadas en los Tronos del Cielo.

Los ángeles pueden detener la Justicia de Dios, la Justicia de los Siete Ángeles del Gran Señor que están por hacer sonar sus trompetas. Pero ahora es la última que retumbará en todo el planeta y hará eco en el Universo, en esta Vía Láctea en la cual ustedes viven este Proyecto del Creador.

Pero Yo vengo antes del gran tiempo y cuando se muestren las señales, vengo en este tiempo para demostrarles el último camino, para que sepan retornar a Dios a través de Mi Corazón y no sufran las consecuencias de una acción de la humanidad equivocada, que sigue ultrajando el Corazón del Dios Eterno, del Elohim, del Dios vivo, resplandeciente y único, en la máxima expresión de Su esfera celestial.

Pues hoy les digo, compañeros, que a través de Mi glorificación viva ante sus ojos, esa parte de la Consciencia Única de Dios, manifestada a través de Cristo Redentor, está presente aquí, en Aurora, acogiendo sus espíritus y sus familias para que escuchen Mi Llamado urgente al gran cambio, el gran momento de su intensa purificación. Mas si sus corazones mansos, receptivos y despiertos, confían en Mí, Yo les prometo que no sufrirán.

Mas sus vidas y sus generaciones deben purificarse antes del tiempo final, antes de que vivan nuevamente Conmigo la segunda Cena, después del retorno de Cristo, Vuestro Señor.

¿Cómo podré visitar, compañeros, sus casas, si sus corazones no están purificados en el Señor?

El Mesías, el Redentor, se purificó en el Templo Sacro del Señor. Por eso, compañeros, deben vivir la misma Ley que Yo viví. Yo les traigo una Ley renovadora que no tiene sufrimiento, sino una profunda paz al vivir una verdadera transformación en Dios y una comunión perfecta con sus Leyes Divinas.

Las puertas de este Reino presente en este lugar santo, ya están abiertas a partir de este día. Dichosos de aquellos que contemplan la Luz Espiritual del Creador en estos espacios bendecidos por los Mensajeros Divinos, pues esto pertenece a Dios y a ningún hombre de la Tierra, y nadie puede dar ningún juicio delante del Proyecto de Dios.

¡Ay! de aquellos sacerdotes que no escucharon la Palabra de la Virgen María y que excomulgaron a todos Mis compañeros delante de la injusticia que comete este mundo cruel.

Yo no les vengo a enseñar los caminos de la injusticia. Yo vengo a enseñarles el camino de la paz, el verdadero ecumenismo del corazón, que no tiene fronteras, ni lenguas.

El verdadero idioma de los ciento cuarenta y cuatro mil será el idioma del corazón, la vibración del amor, de la unidad y de la fraternidad. Así estarán en comunión con las Leyes del Creador y no se perderán en las cosas superficiales.

Será muy tarde para aquellos que no hayan creído lo que sucedió aquí, espiritualmente; porque habrá testigos que firmarán en el Libro Sagrado de Dios, esta historia del tiempo final. Abracen Mi Corazón profundamente, y sientan Mi Voluntad que quiere transformarlos en nuevos rebaños consagrados al Sacratísimo Corazón de Jesús.

A Santa Margarita Alacoque le revelé este misterio de Mi Corazón, rodeado de espinas por los acontecimientos que sucederían en el fin de los tiempos. Pero ahora Yo les traigo Mi Gloria, la Gloria de Mi Corazón vivo, que es el último complemento que se dona a sus espíritus para que vivan la salvación y no se justifiquen todo el tiempo, sino que se justifiquen a través de Mi Corazón, lleno de Agua y de Sangre por esta humanidad que debe vivir el Proyecto de Dios.

Yo vengo a demostrar fuera de Mi Iglesia los caminos, los caminos hacia el Señor para todos los que los perdieron por la crueldad humana, la mentira y el engaño de las garras de Mi adversario. Pero Yo Soy su verdadero Sol, que desciende desde el Universo Celestial para alumbrar las penumbras y las tinieblas.

Vengo, queridos compañeros, a abrirles la última puerta catorce, aquella que está indicada en este mundo para el retorno de Cristo, vuestro Señor.

Catorce serán las legiones angélicas que cantarán al Elohim los Sagrados Nombres de Dios para anunciar al mundo que el Hijo de Dios viene entre las nubes, rodeado del Universo, trayendo el mensaje de la nueva humanidad. Y a partir de allí, todo estará consumado y todo comenzará de nuevo, con una nueva humanidad.

Ustedes ¿anhelan eso? ¿Saben lo que significa, compañeros, ser parte de la humanidad de Cristo? Este misterio no lo conocen los teólogos. Lo conocerá verdaderamente aquel que more en Mi Corazón y no quiera nada para sí, pues Yo vengo a guiarlos, vengo a cumplir la promesa, aquella que Yo dicté antes de Mi Ascensión.

¿Creen que eso está sucediendo ahora? Debo traerles primero Mi Divinidad. Mi Cuerpo Glorificado no puede mostrarse a ustedes, por las impurezas que vive este mundo de hoy. Mas Mi Misericordia y Mi Gracia son parte del Soplo del Espíritu; traerá para todos la oportunidad de la redención.

Abran las ventanas de toda esta casa, con armonía y con paz, sin perder el silencio que Yo construyo en ustedes.

Que se pongan de pie los que están en los demás lugares, fuera de esta casa. Y ahora vengan aquí, caminando suavemente, como lo hacen los ángeles. No pierdan la concentración. Es parte del ejercicio divino de la paz. Rodearán esta casa y así Yo los bendeciré en el nombre del Señor.

Prepárense. Vengan caminando en paz, Yo guío sus pasos, Yo abro las puertas para aquellos que las tienen cerradas. Mantengan la paz.

Estoy presente aquí y en aquellos que Me abren el corazón.

Vengo para todos, principalmente para los que no están aquí y que olvidaron Mi Camino Redentor.

Vengo a mostrarles la nueva Ley, la Ley del Corazón, conocida por muy pocos. Es un misterio precioso que viene a revelarse al mundo actual, para que los corazones se conviertan, desaten sus amarras y alcancen la liberación a través de Mi Corazón vivo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Nuestro Señor está llamando a dos hermanas para que vengan en Su Nombre a sostener los elementos sagrados.

 

Este será el momento de la Consagración Universal de Mi Corazón vivo, glorificado y misericordioso, para toda la humanidad.

Pongámonos de pie para la Consagración.

¿Recuerdan la oración que Yo les entregué en Ecuador, cuando visitaban ese lugar sagrado donde Mi Madre apareció, en Cuenca?

¿Recuerdan lo que Yo les dije allí, arriba de esas sierras, donde corría un agua cristalina y el cielo parecía que estaba allí presente, rodeándolos todo el tiempo, en esa experiencia de amor con la Divinidad?
 

 

En el nombre del Cristo de la Luz,
revelo mis aspiraciones a Dios
para que las colme y las reciba en Sus Manos.
En el nombre del Cristo de la Luz,
me oferto a la vida eterna, a la entrega,
A la disolución de las culpas, del miedo y del dolor,
para que sean convertidas en el Amor del Cristo.
En el nombre del Cristo de la Luz,
abro mi corazón, para recibir la Llama del Espíritu Santo,
y para que esta sea irradiada hacia otros corazones.
En el nombre del Cristo de la Luz,
me confieso ante Él
para que perdone mis acciones,
mis pensamientos y mis deudas ante Dios,
Amén.
 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

El Señor nos presenta en este momento, una cesta dorada de luz para que cada uno de nosotros coloque una intención dentro de esa cesta, como si fuera una molécula de luz, una aspiración de pedirle algo a Dios, a través de Su Hijo.

Él nos pide que esa intención sea verdadera, algo que hasta los días de hoy no conseguimos resolver.

 

El Señor nos dice:

Por eso Yo Soy el Pastor que ama a todas sus ovejas, no importa cómo sean, pues Mis Ojos de Luz miran en sus corazones el talento de la paz que Yo deposité en sus esencias hace dos mil años. Dichosos de aquellos que caminan a Mi lado y que reencuentran esta comunión Conmigo.

En el nombre de Adonai, ante los ángeles del Cielo, de los coros celestiales, ante la Madre Universal, Madre de la nueva humanidad, ante el Espíritu Santo, que los colma y los renueva, ante los bienaventurados que alcanzaron la cristificación a través de la donación absoluta de sus vidas, de sus misiones, ante todo el Universo que reúne a todas las Galaxias, congrega a todas las estrellas y soles, ante los Elohim, de los Resplandecientes, de los Padres Creadores llamados Arcángeles, ante los Tronos de Dios en Su séptimo nivel sagrado, ante Su Espíritu Purísimo y Divino, en Consciencia Divina de Paz, abriendo Mis Brazos y derramando Mis Rayos, Yo los bendigo en el santo nombre del Padre, en el nombre sagrado del Hijo, el bendito nombre del Espíritu Santo, para que despierte la semilla de la nueva humanidad.

Consagraremos ahora ante los Tronos, estos sacramentos que serán fuente de perdón, de esperanza, de paz y de alivio para todos los que creen en Mi Camino, en Mi Verdad y en Mi Vida.

Cantemos.

Que se escuche su voz ante Dios.

Canten con más fuerza. 

En este Cenáculo de Redención, Yo les dejo la paz, les doy la paz, para que vivan en paz.

Les agradezco por haber respondido a este sagrado pedido.

 

¡Gracias Señor por cuanto nos das!

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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