Martes, 23 de agosto de 2011

Apariciones extraordinarias
TERCERA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 7:35, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Monjes y residentes se reunieron en este día, a la hora indicada, para orar en el área de las apariciones, esperando la llegada de la Madre Celestial.

En un momento de la oración, las hermanas del Monasterio de la Eterna Fe comienzan a entonar el cántico “Ave María”. En ese momento el sol comienza a despuntar sobre el horizonte y a iluminar todo el campo.

Fray Elías y Madre Shimani se colocan de pie, y en profunda oración contemplan hacia la copa del naranjo.

Un tiempo después Fray Elías nos relata.

 

Fray Elías: Al comienzo, sobre el árbol que está frente a nosotros, se manifestó un gran haz de luz celeste que venía del cielo y que descendía sobre el área donde nos encontramos.

Momentos más tarde, el árbol de las apariciones se vio totalmente rodeado de una energía dorada y luego tres anillos de energía, también dorada, envolvieron al árbol.

Entonces se manifestó una gran esfera de luz que cruzo desde otra dimensión hacia una realidad más cercana a la nuestra. Esta esfera descendió sobre la copa del naranjo y de ella surgió la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, que hoy viene vestida con un manto dorado.

Al principio tenía sus manos juntas y sostenía una orandio, pero luego aparece sosteniendo una cruz cristiana, dorada, con su mano derecha. Ella posaba sus pies sobre una pequeña nube blanca.

La Madre Divina lleva un cordón dorado, doble, hecho con tela, que da dos vueltas a Su cintura y que cuelga con dos lazos a un lado de Su cuerpo, el lazo izquierdo tiene tres nudos. Dijo que a la pintura de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad le faltaba ese detalle.

Detrás de Ella se manifiestan siete anillos de oro, uno dentro del otro, que se dirigen al infinito.

Al principio nos sonreía, luego en otro momentos elevó Su mirada hacia los Cielos y en otro momento abrió sus manos e irradió una luz blanca sobre nuestras cabezas.

Ahora estamos frente a la resplandecencia de la Madre Universal, que de nuevo viene acompañada por dos ángeles que parecen ser guardianes.

En este día, la manifestación lumínica de la Madre es más potente que en los días anteriores.

 

Luego de un silencio en el cual todos se mantienen atentos, Fray Elías comienza a trasmitir las palabras de la Madre Divina.

 

Fray Elías: La Madre Divina dice:

 

¡Están Conmigo, están Conmigo, están Conmigo!

Por la preciosísima sangre que se vertió desde la Cruz del Redentor: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy vengo a pedirles que coloquen una cruz de la Nueva Humanidad sobre la entrada de esta Casa, para que los cuatro elementos de este mundo se rediman y puedan nacer de nuevo en un próximo ciclo.

Lleven con ustedes la Luz de Mi Corazón, para que sientan la Paz y el Amor de esta Madre. Hoy los veo aquí, pero también los he visto en otros momentos.

Siembren la mansedumbre en sus corazones, para que la ola que acarrea el mal no los toque. Si están bajo Mi manto, seguirán Mi guía y sabrán qué hacer a su debido tiempo.

Hoy vengo como la Reina del Sol, como la Estrella del Mañana, como el Portal del Arca de la Alianza para que el Espíritu Divino descienda a la Tierra. Hoy están frente a Mi Divina Trinidad, la que una vez brotó desde el corazón del universo y a la cual no deben olvidar.

Amanezcan en este día con los cánticos del Gloria, para que los Cielos hagan sonar sus trompetas y en la humanidad se redima.

Lleven en ustedes el amor fiel de Mis ángeles, para que encuentren la luz en los caminos y así puedan conducir a Mis hijos que están dispersos por el sufrimiento.

Estoy aquí para anunciarles un nuevo emblema de Paz: “Amar la Oración sobre todas las cosas”; más que a ustedes mismos, más que a sus pensamientos y a sus sentimientos, porque Yo cuento con esos instrumentos para poder verter Mi Paz en esta parte del mundo.

Mis anuncios están terminando, ustedes ya lo saben. Sepan que Mi tarea de Redentora se extiende por el mundo, uniendo las luces de los Grupos de Oración que se sustentan en Mi Fe para que así nada los pueda derrumbar.

El silencio del corazón será la llave para estos tiempos, para quien busque encontrarme en su interior, dentro de cada corazón y de cada esencia.

Sepan que cuento con sus oraciones, por más pequeñas que sean, pues las esencias que están oscuras deben renacer antes del último tiempo.

La Hora de la Paz llega por poco tiempo, antes del ciclo de la Justicia, que es Divina e Insondable.

Entrego a ustedes la Luz de Mi Oración, para que se unan a Mí y encuentren a Cristo en sus corazones. Que no haya confusión en sus pensamientos, pues la tiniebla se está aproximando, y cuando así sea, hijos Míos de todos los grupos de oración, deben buscarme y tener confianza en Mi plenitud de Madre y Guardiana. Los días oscuros se acercan, los profetas lo han escrito, pero puntos de luz, emanaciones de Dios, que son sembradas a través de Mi tarea universal, resplandecen para estos tiempos.

Para que las obras de la luz, que son Divinas y Misericordiosas, puedan prevalecer, necesito de fieles seguidores que a pesar de las caídas se levanten y me sigan.

Hoy vengo a pedirles el símbolo de la cruz en esta Casa, como en la Casa que está en las sierras del Brasil donde me he aparecido.

Una tercera Casa de Oración deberá ser construida para que las tres representen Mi Trinidad sobre esta parte del mundo. En las sierras de Córdoba será Mi próximo descenso, para que esa casa se afirme en Mi Luz y abra el portal de la redención a los que están con el espíritu caído dentro de esa nación. Argentina ha sido Mi predilecta tarea, la que estoy auxiliando en el rescate de almas preciosas.

Lleven con ustedes el símbolo de Mi Cruz, la cruz que ha cargado el Redentor, para que recuerden que el sacrificio por el Todo es la llave que supera la oscuridad y la vence.

A partir de los espíritus orantes se construyen nuevos templos, como este que aquí está naciendo, Mi predilecto hogar de oración al igual que Fátima, Lourdes y Medjugorje. En cada lugar en donde me aparezco les anuncio algo distinto, a ustedes como hijos y como humanidad en redención. Pero la tarea de esta casa será redimir el corazón, redimir el dolor y elevar hacia Mi Corazón el sufrimiento del pasado.

Quiero construir la Nueva Iglesia que deberá descender desde los Cielos, la cual desde los comienzos no fue comprendida, en las enseñanzas que Cristo transmitió en la simplicidad y la humildad.

Yo Soy María, la Reina de la Luz para estos tiempos. Conozco y se del caminar de este mundo desde los inicios.

Los primeros patriarcas sembraron un legado para los pueblos y las tribus, pero la humanidad se ha dormido y ha caído; el Padre me encomendó rescatarla desde los suburbios en que ella vive desde hace siglos.

Que Mi Luz nazca en sus corazones, para que la llama que se enciende brille y permanezca unida a Mí a pesar de todo. Oren para establecer la Paz en esta parte del mundo; las almas claman por ella y la necesitan.

Lleven a todos Mi Luz Maternal y recuerden cuando fueron niños y encontraban reposo sobre sus madres. Así Soy Yo, la Guardiana del Amor, la Madre de la Paz, el Sol que brilla en el corazón del universo y que trae luz para estos tiempos.

Gracias por responder a Mi llamado.