Sábado, 15 de noviembre de 2014

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE SANTA FE, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Las caricias de Mis manos tocan sus corazones, para que puedan renacer en el Espíritu de Mi Hijo Jesús.

Después de que escuchen este, Mi Mensaje, tendrán la oportunidad infinita y única de renovar sus vidas y de comenzar nuevamente en el Señor.

Agradezco haber escuchado sus voces orantes y a todos aquellos que se congregaron en Mi Amor mariano y que, a través de este esfuerzo y sacrificio, hicieron triunfar Mi Inmaculado Corazón.

Dios los bendiga para siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hermanos, hoy María llegó aquí como la Reina de la Paz, trayendo la presencia de los Ángeles Custodios que la siguen. La ciudad fue verdaderamente muy ayudada por Ella y, luego de Su Aparición, nos dijo lo siguiente:

"Todos los corazones que estuvieron abiertos a Mi llamado recibieron una Gracia especial. Recen por los corazones que no se abrieron a Mi llamado".

Mientras Ella nos contemplaba con ojos de compasión y de amor, abría Sus brazos y extendía Sus manos hacia nosotros; nos mostraba Su Corazón Inmaculado pulsante y vivo, derramando una Luz más fuerte y mayor que este río que está aquí, atrás.

La Gracia de Nuestra Señora era infinita. Ella deseaba profundamente derramar esa Gracia sobre todos ustedes y sobre la ciudad.

Mientras Ella rezaba por nosotros y por el mundo, nos dejó el Mensaje mensual.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús lee el Mensaje mensual de la Virgen María.
 

Van a tener la posibilidad de repasar este Mensaje en la página web; y, como Nuestra Señora ha pedido, los invitamos a repasar todas sus Instrucciones que nos ha dado durante estos últimos siete años, porque para los momentos difíciles que se aproximarán, ustedes encontrarán allí muchas llaves, encontrarán sabiduría y paz, a través de las Palabras de nuestra Madre.

Agradecemos a todos la oportunidad de haber estado aquí, agradecemos también a todos los hermanos coligados a través de la TV; y vamos a agradecer a Nuestra Señora por haber llegado aquí, y rezaremos para que Ella pueda seguir peregrinando por el mundo.

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!