Jueves, 8 de septiembre de 2022

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Al mundo le ha llegado el momento de vivir su verdadero Gobierno Espiritual. Esa es la razón por la cual las estructuras más resistentes, los sistemas más corruptos, las monarquías más antiguas caerán de la noche a la mañana. Porque Cristo prepara Su Retorno y esto es por un solo fin: que surja la Nueva Humanidad libre de la mentira, libre de la impunidad, libre de todo lo que esclaviza a la humanidad entera hasta los tiempos de hoy.

Por eso, las cadenas se romperán, sentirán cómo los grilletes se romperán lentamente, aquellas corrientes que disocian al mundo serán expurgadas por la Presencia de Mi Hijo y todo, absolutamente todo, quedará en evidencia.

Pero les digo, como su Madre, que no deben tener miedo cuando llegue ese momento, que es ahora. Vean este momento como el momento de su liberación de una cadena ininterrumpida de errores que nadie ha conseguido liberar o disolver.

Por eso, aspiren y alégrense, porque el fin de su cautiverio está cerca. Mi Hijo lo prometió y lo cumplirá.

Por eso, deberán seguir elevándose a través de la oración del corazón; porque todos necesitan tener dentro de sí la Llama del Sagrado Propósito; y muchos más que ustedes necesitan reencontrar su propósito original y no las tendencias o los objetivos que vende el mundo, día tras día, creando dioses e idolatrías que confunden espiritualmente a las almas sobre cuál es el verdadero camino.

Cuando crean que ustedes tienen a Dios dentro de sí y que deben mirar hacia adentro de su mundo interior para descubrir la riqueza del universo que Dios colocó en cada uno de ustedes; les puedo decir, Mis queridos hijos, que sabrán liberarse de sus propias amarras y penas, que ya no seguirán demorando tanto tiempo para dar los pasos en la elevación de la consciencia, en la búsqueda incesante del Sagrado Propósito que los trajo aquí, a este mundo y en este universo local.

Pasar por la Tierra no es por acaso, pasar por este planeta no es una casualidad, porque eso no existe. El vientre de la Tierra se ha ofrecido para redimirlos, para que en ustedes se gestaran los principios que una vez perdieron en el universo, para que la raza finalmente pueda ser Confederada y, esto, aunque parezca imposible en este momento no lo es; porque Mi Hijo lleva adelante Sus más silenciosas estrategias. Él teje, a través del Manto de la Madre del Mundo, la gran red de los grupos de almas que se unen y se sintonizan con Nuestro Propósito Universal.

Por eso, ha llegado la hora de la redención y de la reconciliación. Ha llegado el tiempo de que los velos de sus consciencias puedan caer para siempre, y no solo ustedes, sino también sus hermanos del mundo sepan la Verdad.

Porque la Verdad, que alguna vez pudieron conocer, fue ultrajada por el mundo, por aquellos sistemas que hoy rigen a la Tierra, que les hacen creer a las consciencias que la vida es solo material. Su misión y su propósito está en lo inmaterial, en aquello que no pueden tocar con sus propias manos o ver con sus propios ojos.

La Llama del Divino Propósito está latente en el Universo Sideral; y a través de Mi Manto Sagrado, el Manto de la Madre del Mundo, vengo a traerles el Universo, vengo a revelarles sus orígenes para que recuerden, a través de sus esencias, la Divina Voluntad que los trajo aquí.

Por eso, hijos Míos, no sigan creyendo que solo son seres materiales y mortales, son sus espíritus que continuarán la trayectoria cósmica en el universo.

El espíritu de cada uno es esa sagrada águila que debe retornar a la trayectoria del fuego para unirse y fundirse en la Esencia del Padre, y no solo formar parte de los 144 000, sino que sus vidas sean el resultado de una experiencia de redención y de un amor único, que los propios Señores de la Ley puedan presenciar como una victoria del Amor de Cristo en el mundo.

Así, Yo vengo aquí a elevar sus consciencias hacia lo que es verdadero e inmaterial, para que puedan salir de esta superficie caótica y confusa que solo les ofrece sufrimiento y dolor. Pero, deben ser disciplinados, Mis hijos, nadie los llevará a elevar la consciencia, porque solo lo deberán alcanzar por ustedes mismos. 

Aquí están Nuestros Brazos y Nuestras Manos en ofrenda, para que a través de Nuestra ayuda se puedan elevar y elevar; porque si el mundo no se eleva a través de las consciencias que están despiertas y de las consciencias que algún día despertarán, ¿cómo el mundo terminará de vivir el sufrimiento?, ¿cómo las puertas inciertas, que rigen a la humanidad, se cerrarán y los vínculos que muchos tienen con el mal desaparecerán completamente?

Solo les pido que nunca dejen de hacer el esfuerzo correcto, porque el tiempo de la Justicia Divina está llegando y ya se está cumpliendo. No pueden estar sumergidos en lo que es superficial y mundano.

Así como hicieron muchos Hijos de María, reconsagren sus consciencias al Propósito Original que los trajo aquí, a la Tierra; y les aseguro que, en ese acto sincero de consagración y de simplicidad, retornarán al origen que perdieron. Porque más allá de ese origen, existe su familia sideral, aquella que aguarda, hace tanto tiempo, los resultados de su experiencia de amor y de redención en este mundo.

¿Quién será capaz de verter en los Estanques del Universo su experiencia de amor y de redención?

¿Quién se animará a recrear esta Creación que está herida, a través de todo lo que sucede en este planeta y en su humanidad?

El Libro de Dios está abierto, esperando poder escribir la historia de su definición y entrega.

¿Ustedes, hijos Míos, serán esa luz, esa redención, ese amor maduro con el cual Dios podrá escribir la nueva historia del universo? 

Porque sé que, en este mundo, muchos creen que la Muerte de Mi Hijo fue un fracaso. Pero Él Me envía, como Su Corredentora y como la Madre de la Humanidad, para hacerles comprender a Mis hijos, a través del amor y de la verdad, que recuerden la riqueza del universo interior en cada ser; porque el mundo, las almas, en este tiempo ya no miran dentro de sí mismas, por todo lo que las atrae del mundo exterior. Allí está la causa de sus dificultades, pruebas, sufrimientos y traumas en todos los planos de consciencia.

La decisión está en sus manos, la Jerarquía no empujará a nadie para que haga lo que tiene que hacer, porque no sería la Jerarquía. En sus manos está el poder del verbo creador, a través del Santísimo Rosario, para que no solo sus vidas sean siempre renovadas en los Atributos del Padre, sino que aprendan a vivir una escuela de oración incansable e inmutable, una oración que no es mecánica ni tampoco superficial, sino una oración que trae la solución que el mundo necesita en estos tiempos.

Porque en verdad les digo, Mis queridos hijos, si hoy todos Me están escuchando atentamente, en este momento, es porque su responsabilidad es orar por los que no oran, su responsabilidad es orar por amor, así como Yo oro por amor y por cada uno de ustedes.

Es así, que no solo estarán en las primeras filas del Retorno de Cristo, sino que, a través del universo de la oración, que pueden descubrir dentro de ustedes, atraerán hacia este mundo las Sagradas Geometrías de los Arcángeles, para que el propósito de este planeta se restablezca y se reconstruya como fue en el principio.

La caída de Adán y Eva fue restaurada por el sacrificio y la entrega de Mi Hijo, y el precio de Su Sangre derramada ha servido para sostener, hasta ese momento, el espíritu de la paz universal en este mundo.

Pero ahora la ambición, el poder y la impunidad de algunos corazones, no solo han abierto puertas inciertas que nunca debieron abrirse en este mundo; sino que el mal insaciable, en esos corazones perdidos, atrajo los conflictos y las guerras al mundo, y la matanza desmedida de animales, por la que, aun escuchando el grito de esos seres en los mataderos, nadie hace nada.

¿Quién será capaz de reconstruir el Proyecto de la Creación en esta humanidad?

Por esa razón, Mi Hijo los invita a cargar con la cruz, de forma madura y consciente. Los invita a ser hermanos en la unidad y en la hermandad, libres de los juicios de valor, de las condenas de unos a otros, de las divisiones o aun de los protagonismos y competencias. 

Hoy, quiero decirles a pedido de Cristo, Mi Hijo, que si quieren estar en Nuestros Corazones ya no pueden vivir esas energías.

La purificación no terminó. Pero se pueden purificar en armonía y en paz a través de la oración consciente, de tener coraje todos los días para colocar al otro primero y ser precursores de la fraternidad que hoy no vive el mundo.

De esta forma, la Jerarquía Espiritual, después del último 8 de agosto, les presenta estas necesidades del Plan Universal que podrían parecer insignificantes, pero que son altamente importantes; porque permitirán que las Leyes puedan revertir las situaciones que hoy parecen irreversibles y endémicas.

El mundo cambiará cuando ustedes cambien, cuando se animen a dar los pasos en la consagración interior y en el servicio, cuando dejen de creer que con tan pocos se podrá cargar esta pesada cruz del mundo.

Repartan y compartan el canal de la transmutación, y anímense a aliviar el Corazón agonizante de la Jerarquía para que las puertas de la Gracia no se cierren; porque Mi deseo ardiente y continuo es poder volver al mundo, una y otra vez, para estar cerca de Mis hijos, porque sé que si no estoy presente Mis hijos se perderán. Es algo que Mi Hijo Me hizo prometer a los pies de la Cruz.

Sean como aquellos apóstoles de la época de Mi Hijo. 

Sean como aquellas mujeres que seguían a Jesús, de un lado a otro, y que estaban imbuidas de Su Amor Redentor y Consolador, un Amor que las saciaba por dentro y por fuera, que las renovaba y las comprometía en fidelidad. 

Sean como aquellos pescadores que fueron llamados a lanzar redes para salvar a las almas. 

Sean como el pueblo de Israel que se sorprendía al escuchar la Palabra de Mi Hijo, la llegada de la Buena Nueva.

El Plan espera por todos aquellos que una vez se postularon en el universo y que se comprometieron a trascenderse a sí mismos todos los días. Es así que permitirán, hijos Míos, que el verdadero Gobierno Espiritual llegue al mundo y que muchos puedan ser liberados de la esclavitud espiritual; porque cuando Mi Hijo llegue, vendrá como el Redentor del Universo, extendiendo Sus Brazos y Sus Manos, para unir a las almas a través de la poderosa Cruz del Redentor del mundo.

Por eso hoy, ser un Hijo de María no es pasajero; ser un Hijo de María significa trabajar todos los días en su consagración interior a través de las llaves de la disciplina, de la oración y del servicio, que los podrán colocar en un lugar protegido, aunque en el fin de estos tiempos, ustedes, Mis hijos, puedan ver las barbaridades de este mundo a su izquierda y a su derecha.

Verán acontecer en esta humanidad situaciones inaceptables e increíbles; pero que sus corazones no se sorprendan, que sus corazones siempre estén permeados por la oración, porque a pesar de donde se encuentren o aun hacia donde vayan, si están en oración Conmigo en el fin de los tiempos, en el día del gran Juicio Final, Yo les aseguro que serán guiados y conducidos hacia el lugar más protegido y así, sus familias y seres queridos también serán guiados.

Por eso, aún queda un poco de tiempo para la preparación, pero no queda mucho tiempo como antes, porque los acontecimientos se precipitan minuto a minuto. Mientras su Madre está aquí, hablando con ustedes, piensen por un momento qué está sucediendo en el resto del mundo, cuánta sangre inocente está siendo sacrificada por la guerra, cuántos niños mueren de hambre, cuántas almas padecen en soledad en los hospitales del mundo sin recibir una mínima gota de amor, o aun cuánto sufren sus propios familiares. 

Por eso, persistan porque a cada día que pasa Mi Hijo está más cerca. Y así como Él los perdonó en lo alto de la Cruz, porque muchos no sabían lo que estaban haciendo, Él vendrá como el Redentor y Señor del Universo a liberarlos de las últimas cadenas de la opresión y de la perdición.  

Cuando vivan un momento difícil, invoquen el Poder de la Sangre de Jesús.

Ahora, no solo consagraré a los nuevos Hijos de María, que se pueden aproximar aquí, a los pies de este escenario; sino que ofreceré, a través de Mi mediación, la reconsagración de todos los que quieran hacerlo, y así renovarán sus votos con el Padre. 

Esta reconsagración y esta primera consagración de nuevos Hijos de María las realizaremos a través de la Poderosa Sangre de Jesús, para que los Códigos del Arca de la Santa Alianza y los méritos alcanzados por la entrega y la muerte de Jesús reconstruyan el Propósito de las esencias del mundo, de todos aquellos que aspiran a estar más cerca de Dios, de sentirse amados, comprendidos y aceptados.

En esta consagración, cantemos a la Poderosa Sangre de Jesús y dejemos que la Sangre de Jesús, a través de las Manos de la Madre Celeste, bañe, purifique y consagre a las almas y así, eleve un poco más a las consciencias hacia el Propósito Divino.

Abrámonos a la revelación de este misterio de la Sangre de Jesús. 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a pedir aquí, que Madre y Hermana Lucía vengan, y también los hermanos del Consejo para acompañar este momento. 

Vamos a permitir que Nuestra Señora nos entregue, en este momento, los Códigos de la Sangre de Jesús; y así, Argentina sea bañada por los Códigos de la Sangre de Jesús, para que todas las almas que los necesiten los reciban. Recibamos esta Gracia con gratitud. 

 

Canción: “El Poder de la Sangre”.

 

Que el Poder de la Sangre de Jesús los proteja y los conduzca hacia Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por responder a Mi llamado. 

Feliz de estar aquí, con Mis hijos. 

¡Hasta pronto! 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a sentarnos y, para terminar, volver a cantar esta canción de la Sangre de Jesús para cerrar este encuentro. 

 

Canción: “El Poder de la Sangre”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hoy, la Madre Divina vino hacia nosotros como Madre Cósmica, como aquella Madre que envuelve con Su Manto al planeta. 

Es así como Ella apareció hoy y, a medida que Ella nos fue hablando, nos fue elevando a cada uno de nosotros, y aquello que nos ata a esta vida material, a esta inercia, a esta ilusión se fue disolviendo, porque era Su Palabra la que nos elevaba para estar delante del Padre, del Propósito Divino. 

Ella nos colocó esencialmente a cada uno de nosotros ante ese Propósito, para que pudiéramos contemplarlo, para que pudiéramos recordarlo y para que ese Propósito, que estaba impregnado del más alto grado de Amor de todas las Jerarquías de este Universo y también de todos los Arcángeles que crearon lo que existe en el Universo Espiritual, Mental y Material, pudiera entrar en nosotros como Códigos de Luz. Y esto fue culminando a través de la consagración que vivimos y para muchos, del momento de reconsagrarnos como Hijos de María. Ese momento fue culminando a través del descenso de los Códigos de la Poderosa Sangre de Jesús.

En un momento, la Madre del Mundo tenía sangre en las palmas de Sus Manos. Le pregunté: “Madre, ¿por qué tienes sangre en Tus Manos?”. Entonces, Ella miró hacia un lado y la imagen, la escena, cambió y apareció María tocando los Pies de Jesús en la Cruz. Y cuando Ella hizo ese ejercicio, profundamente espiritual, mientras cantábamos esta canción, los ángeles tenían Cálices en sus manos, con los que esparcían la Sangre de Jesús como los sacerdotes esparcen el agua bendita. Y, en ese momento, todo error o falta que cometimos en esta o en otra vida fue perdonado.

Sabemos que no comprendemos lo que esto significa, porque como dijo María, tenemos que intentar abrirnos para comprender el misterio de la Sangre de Jesús, porque Ella dijo que lo que vivió Su Hijo no solo fue un acontecimiento, un evento en la humanidad, fue un hecho que irradia al planeta a nivel cósmico hasta los días de hoy.

Cuando nuestro ser, por ejemplo, a través de la oración, piensa e invoca el Poder de la Sangre de Jesús, nuestra consciencia y la consciencia del planeta se liberan de las fuerzas del mal. Por eso, Ella nos dijo que en los momentos difíciles recordemos la Sangre de Jesús. 

Nosotros recibimos, en el año 2013, un ejercicio espiritual que creo que todos conocen, que es la Trilogía Espiritual de Oración, Devoción y Contemplación. Es el momento de que nosotros retomemos ese ejercicio y vivamos la experiencia, porque uno vive una experiencia muy contundente con esa oración.

Lo que hoy hizo la Jerarquía también ayudó muchísimo, muchísimo a la Argentina. 

Lo último que nos dijo la Madre Divina fue que nosotros debemos aprender, a partir de hoy, a no quedarnos en lo superficial, porque nos vamos a perder fácilmente. Si nos quedamos en lo superficial, dijo Ella, nosotros vamos a ingresar por aquellas puertas inciertas que están abiertas y que nos hacen perder, día a día.

Argentina necesita elevarse a través de las almas orantes, dijo María, porque la solución no está aquí, la solución que necesita Argentina está en lo Alto. Nosotros como Sus hijos, dijo la Madre Divina, tenemos que ir a buscar la solución allá arriba, porque allá está la verdadera solución. 

No pensaba que iba a decir esto, pero lo estoy diciendo porque la Jerarquía lo pidió. Y es importante, como siempre dicen los instructores, que podamos repasar todo lo que dijo la Jerarquía, porque si no, nos vamos a olvidar. Y hoy de aquí no podemos salir iguales. 

Fue eso, gracias.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das! 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Muchas gracias a todos y que estén en la Paz de Dios.