MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL MONASTERIO DE LA CONFRATERNIDAD DEL SEÑOR, GUATAVITA, CUNDINAMARCA, COLOMBIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mientras que en Colombia las riquezas naturales sigan siendo retiradas de las profundidades de la Madre Naturaleza para beneficio de los que se dicen países del primer mundo, la naturaleza se mostrará, porque es algo muy semejante a que el ser humano pierda alguna parte de su cuerpo. Así, la naturaleza también lo pierde, solo que ella no grita de dolor, aunque lo sufra ampliamente. Pero ella se mostrará.

Si Colombia no prohíbe la explotación de sus recursos y los protege de la ambición del hombre, la nación conocerá el poder indomable que guarda la naturaleza.

No le den perlas a los cerdos. Las naciones que se dicen poderosas hacen empobrecer desde siglos a toda Sudamérica y a Centroamérica, y más aún, ellas endeudan a las naciones humildes que, en sí, guardan las mejores e incalculables riquezas naturales del mundo que deben ser parte de la Nueva Humanidad.

Grande y desconocida es la deuda de los países explotadores. Que sus habitantes se aferren fuerte a la oración para que el impacto y el efecto de todo lo que hacen fuera de la Ley, sea suave.  

Nadie puede superar a la Creación, porque la Creación y la naturaleza existen para educar e instruir al ser humano que está deseducado.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice, 

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL MONASTERIO DE LA CONFRATERNIDAD DEL SEÑOR, GUATAVITA, CUNDINAMARCA, COLOMBIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

No solo quieren que la Amazonia desaparezca sino que también, con las llamadas crisis sociales, quieren desequilibrar a las naciones de Sudamérica y de Centroamérica, a través de planes ideológicos que ya se están aplicando y en los que, al día de hoy, no existe ninguna fidelidad ni transparencia de parte de los dirigentes para con los pueblos.

Por esa razón los Sagrados Corazones, con la asistencia extraordinaria del Castísimo Corazón de San José, desde los Planos Celestiales se prepararán para ingresar nuevamente a la nación de Colombia, a la que también quieren desequilibrar bajo una condición de hostilidad creada y pensada.

En verdad, la Jerarquía máxima del Universo se movilizará después del importante encuentro en Manaos, Amazonas, para dar asistencia espiritual a tres naciones andinas: Colombia, Ecuador y Perú; ya que en estos últimos tiempos han sido escenario de manifestaciones y de rebeliones sociales, las que solo caminan en dirección a tragedias.

Venezuela fue la puerta para que Sudamérica, como cuna futura de la Nueva Humanidad, fuera desequilibrada.

Por ese motivo la Jerarquía Divina apela a que todos los seres de buena voluntad, que creen en el Padre Celestial y en la concreción del Plan Divino, se movilicen en toda Sudamérica y más allá de ella para materializar la próxima Peregrinación por la Paz en Colombia; ya que después del último 8 de agosto la obra como un todo, asumió atender y socorrer situaciones planetarias y ya no más situaciones regionales o locales.

Para que esta ola de desequilibrio en Sudamérica generada por los países explotadores del primer mundo no termine en una situación continental, Yo vengo para pedirles colaboración y también vendré a pedirle a Colombia que se consagre al Rey de la Paz para que una Gracia extraordinaria aplaque la futura angustia y desolación de los pueblos andinos.

Desde ahora agradezco la adhesión y la consciencia de todos. 

Para eso, también la Santísima y Purísima Madre, Reina de Chiquinquirá y Señora del Apocalipsis, vendrá para pedirles la reconsagración de Colombia, Ecuador y Perú al Inmaculado Corazón de María.

Si Su pedido no fuera atendido verán peores y sangrientos escenarios que serán exhibidos en el mundo entero. 

Hay tiempo de detenerlo.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor Cristo Jesús

MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN POR LA PAZ EN LAS NACIONES RECIBIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Cada uno de los orantes del mundo conoce y sabe sobre la realidad planetaria y sobre la importancia de sostener, en el mundo, una columna de luz de oración que haga despertar, cada día más, el Amor de Dios en los corazones y que disuelva los conflictos en las naciones y en los pueblos.

Por eso, hijos Míos, en la Vigilia de Oración de hoy, los invito a renovar sus esfuerzos y especialmente el compromiso de seguir orando por las naciones para que más milagros espirituales continúen sucediendo en la humanidad y en la vida de las personas.

Deseo, como Madre, que todos los días ustedes puedan penetrar en el misterio que guarda el poder de la oración y en los cambios físicos que el verbo orante genera en la vida planetaria como también en los Reinos de la Naturaleza.

Al día de hoy, el compromiso vivido mediante la Oración por las Naciones ha permitido, milagrosamente, que nuevos puntos de luz sean establecidos en Sudamérica, Norteamérica, África y Europa; y en breve en Centroamérica y Oceanía.

Es así, hijos Míos, que cuando un compromiso orante es vivido y asumido verdaderamente por una consciencia, no solo ella se beneficia espiritualmente al cabo de un tiempo, sino también el planeta que, como un estado vivo de consciencia, recibe una oportunidad, especialmente las naciones que fueron testigos de la depredación del hombre, del conflicto y del caos.

Por ejemplo, con la Oración por la Paz en Medio Oriente, su Madre Celeste alcanzó la aspiración, a través de los misioneros de la Fraternidad, de poder ingresar en el Líbano y así llevar el alivio interno y humano a las almas, porque el próximo Plan de su Santísima Madre es establecer una tarea humanitaria y religiosa en esa región para que África, Medio Oriente y Europa sean contemplados aún más por la Misericordia de Dios.

Todo eso es posible, así como otros acontecimientos, porque el poder de la oración trabaja y actúa diariamente en las almas que participan y acompañan la importante tarea de orar por las naciones.

Cuando una o más almas asumen ese compromiso con la Madre Celeste, lo asumen con el Padre Celestial, y el Universo puede sentir la respuesta amorosa de quien ora y se esfuerza por hacerlo todos los días.

Por eso, los llamo al tiempo de la renovación del compromiso para que aún más, en el mundo, la poderosa e invencible Misericordia de Mi Hijo salve a la humanidad.

¡Les agradezco, ahora y siempre, por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy envío Mi Mensaje de paz a todos Mis hermanos de Sudamérica y especialmente dirijo Mis Palabras a Mis hermanos de Venezuela y de toda la región adyacente, espacios en donde las almas buscan sobrevivir a esta batalla final que recién comenzó.

Pero no teman, el triunfo del amor está próximo.

Quien viva en el amor no perecerá.

Quien viva en el amor siempre encontrará el camino de salida.

Quien actúa a través del amor no fracasará.

Porque el Amor que Yo les enseñé es invencible, es capaz de derrotar cualquier situación y vencer cualquier obstáculo.

Por eso, no favorezcan las oposiciones; que las naciones no se levanten las unas contras las otras, porque la humanidad ya sufrió lo suficiente para aprender que se salió del camino muchas veces y que siempre le costó retornar al Corazón de Dios.

Mientras estoy aquí estoy con todo el pueblo de Venezuela, acompañando a cada ser, a cada consciencia, a cada alma; viviendo junto a cada hermano Mío su sufrimiento y su dolor, su agonía o su desespero. Pero aún no llegó el momento de que Yo retorne a la Tierra.

Que por medio de Mi Amor puedan encontrar la paz, la paz que falta en el mundo y en el corazón de muchos seres.

No es tiempo de batallar, sí es tiempo de obrar con amor, aunque exista el mal y oprima. Porque la liberación del cautiverio está cerca, y las cadenas de la maldad se romperán para dar paso al ingreso de la luz, de la victoria, del triunfo del Reino de Dios, que debe expresarse dentro de cada uno de ustedes, en cada paso, así como en cada acción.

Hoy estoy con Mi Escudo para defenderlos de las fuerzas del caos.

Hoy estoy con Mi Espada para disipar las tinieblas, trayendo el Poder de Dios a la Tierra y la manifestación de Su Voluntad en este tiempo final.

Que se estabilicen los espacios, que se equilibren las energías, que la armonía se pueda expresar para que las criaturas encuentren en su interior el equilibrio que les hará percibir la necesidad de estos tiempos y el llamado que proclama el Universo a viva voz.

Que sus corazones se refugien en Mi Corazón, que sus lamentos y sus dolores se disuelvan en Mi Misericordia, porque Yo estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos para acompañarlos a llevar esta cruz que los librará en el calvario que es el escenario de esta humanidad.

No habrá triunfadores ni ganadores, conquistadores o poderosos.

Busquen en el silencio de sí esa llave que abre todas las puertas y que trasciende todos los tiempos.

Lleven a las almas hacia Mi Corazón, porque es en el único lugar en donde todos estarán seguros en estos tiempos.

La última batalla llegará y todo se definirá. Todos deberán estar a la altura de esos acontecimientos; ese será el momento más agudo de la humanidad, momento en el cual las almas definirán sus caminos y conocerán su próximo destino, dependiendo de lo que hayan elegido.

Pero la Tierra Prometida surgirá, por más pequeña que ella sea, y la promesa del Reino de Dios se cumplirá en los que hayan creído en el advenimiento de lo nuevo y en todo lo que descenderá del Universo como un tesoro espiritual para enriquecer a las almas en el conocimiento y en la Verdad.

Yo estoy aquí como el Gobernante de su pueblo, como el Dirigente de sus almas, como el Pastor de todos los rebaños.

Les entrego el don de la fuerza interior que necesitan para poder seguir adelante, atravesando los acontecimientos de estos tiempos, por más difíciles que parezcan.

Recuerden que Cielo y Tierra pasarán, pero Mi Palabra quedará en los corazones que sepan reconocerla, porque así vivirán Mi Mensaje.

No desistan, sí persistan. La fe les redoblará la fortaleza espiritual que necesitan para caminar hacia un nuevo tiempo.

Todo llegará a su fin, porque el fin también tiene su tiempo y su hora.

Refuercen su compromiso con el Padre Celestial y permitan que Él pueda obrar en los acontecimientos, aunque Su Presencia sea silenciosa.

No teman enfrentar el fin de los tiempos, aún hay mucho que atravesar y que vivir.

Aunque esté recogido estoy con ustedes y regresaré para darles Mi último impulso, aquel impulso que finalmente los colocará en el cumplimiento de su tarea y de su misión en este planeta; misión que los hará representarme en la Tierra como Mis apóstoles y como Mis compañeros, aquellos que estarán Conmigo bajo cualquier circunstancia y de manera incondicional.

Yo Me sirvo de sus sufrimientos para aliviar el sufrimiento de la humanidad. Todo lo que toco lo transformo en bien y lo transfiguro en luz para todas las almas, llevando hacia ellas el Amor de Mi Corazón.

Desde Aurora daré Mi gran impulso de amor para el planeta en el mes de marzo, momento en el cual Mi tarea con ustedes estará finalizando. Pero ese será un momento muy importante porque podrán poner en práctica todo lo que Yo les dije una vez y podrán hacerlo mejor de lo que Yo lo hice en los tiempos pasados; solo deben ser obedientes a Mí y confiar.

En marzo se abrirá la última Fuente de Mi Divina Misericordia para que sus espíritus se terminen de formar en este Comando que Yo dirijo desde el Universo.

Recen todos los días con más fervor y que la oración brote del corazón, así como brota su amor por Mí.

Los bendigo y les doy Mi Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE ORLANDO, FLORIDA, ESTADOS UNIDOS, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy Mi primer agradecimiento, queridos hijos, es para Mis hijos de la Red-Luz planetaria que, en estos dos meses, unidos a Mi Corazón Inmaculado, han sustentado esta corriente de amor y de purificación planetaria; porque Me han acompañado, paso a paso, por cada nación que Yo he visitado.

Mi segundo agradecimiento, queridos hijos, que Yo les traigo desde el Cielo, es para todas las almas orantes que, desde diferentes partes del mundo, con amor, esfuerzo y dedicación, ayudaron para que esta misión se cumpliera.

He venido aquí, a Orlando, para poder rescatar a las almas sumergidas en la ilusión de la vida material, para lavar con el agua bendita de Mi Hijo los ojos de todos los que duermen, para que puedan ver la Luz del Reino de Dios y construir en sus vidas un verdadero templo de consagración al Padre, un templo en donde pueda estar presente Mi amado Hijo para poder irradiar Sus Códigos de Luz y de Redención al mundo.

Hoy Me aparezco ante ustedes, queridos hijos, para confirmar Mi Presencia en la humanidad por un tiempo indeterminado; para unirme a cada corazón, a cada hijo Mío que acompaña esta sagrada misión, que va más allá de la consciencia mental humana y de la vida superficial.

Vengo así a traerles, queridos hijos, vengo así a mostrarles a cada uno de ustedes la Balanza de Luz de la Justicia de Dios que amorosamente hoy está equilibrada, sobre todo para los Estados Unidos, en correspondencia con las naciones más necesitadas.

He traído esta Balanza de Luz desde el Reino del Padre, porque ella ha estado a los pies del Creador siendo trabajada en estos dos últimos meses, primero por las naciones de Centroamérica, después por México y por último aquí, en los Estados Unidos. Esta es la balanza que porta y que lleva la Madre de Dios, la balanza que intercede por cada uno de los hijos, que porta en su interior y en toda su energía la Consciencia de la Madre Divina.

Es esa energía de intercesión, esa energía de Gracia, que viene al mundo para poder auxiliarlo. Y es con la ayuda y por la ayuda de los Arcángeles, que esta Gracia es posible para el mundo.

Es por eso que hoy Me muestro ante ustedes, queridos hijos, arrodillada ante la humanidad, mostrando el poder de Mi Corazón Inmaculado para pedirle a Dios una oportunidad para cada uno de los hijos de la Tierra. 

Deseo en ese sentido, queridos hijos, que Me puedan seguir acompañando en esta Obra planetaria, con la ardiente aspiración de que Me puedan seguir ayudando, queridos hijos, para que Nuestros Sagrados Corazones puedan llegar a muchos más lugares del mundo, en donde también se necesita la Misericordia del Padre y de la Gracia.

Es por eso que hoy Mi Corazón emite este agradecimiento profundo y eterno a todos los que hicieron posible verdaderamente esta peregrinación. Quiero así transmitir, a cada uno de Mis hijos, Mi confianza maternal que es la que ha permitido que todas estas cosas sucedieran en este tiempo.

Deseo, queridos hijos, que las semillas que he sembrado en Centroamérica, México y Estados Unidos puedan brotar verdaderamente en este tiempo final, para que sus almas estén al servicio del Padre Eterno por todas las almas que necesitarán ayuda para vivir la transición de estos tiempos.

Por eso vengo a dejar en ustedes, por medio de las semillas de Luz que he sembrado, nuevos Códigos de Luz. Son estos mismos Códigos que he dejado en las naciones que he visitado. Son los que hoy les traigo a ustedes, queridos hijos, como la mayor Gracia para sus corazones y vidas, para que estén preparados y prontos para poder esperar a Mi Hijo con alegría y regocijo, construyendo en ustedes una fortaleza interior capaz de recibir todos los impulsos espirituales del Cielo.

Quiero así, queridos hijos, que puedan escuchar la voz de Mi Corazón. La voz que viene de Dios, con inmensa alegría y regocijo, porque toda esta etapa anterior sucedió según la Voluntad Suprema y concedió a los corazones más simples una oportunidad de curar sus vidas internas, de poder ser reinsertados en el camino evolutivo y de poder integrar la Hermandad Celestial para que más soles estén disponibles, brillando sobre el planeta, trayendo el Amor y la Gracia de Dios.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Con estas palabras, les enseño, hijos, cómo en verdad es simple transformar el destino de este planeta y también de cada una de sus vidas.

Les enseño, con el ejemplo de estos meses, cómo con el esfuerzo de cada uno y la unidad entre los servidores del Plan, la Voluntad de Dios se puede cumplir y expandir cada día más, en aquellos hijos Suyos que se olvidaron del compromiso que hicieron con Cristo.

A partir de estos meses, nuevas luces brillarán en la Tierra; nuevas consciencias despertaron y seguirán despertando, porque Mi Luz se expandirá más allá de los continentes, uniendo las fronteras y las naciones a Mi Inmaculado Corazón, y al Corazón de Mi Hijo.

Quisiera decirles, hijos Míos, que Mi Obra Divina no termina aquí, sino que comienza aquí para aquellos que no Me conocían, que no respondían a Mi llamado. Yo los llamo a la oración, los llamo a expresar la propia alma, la unidad con Dios, sin temer los juicios de este mundo. Yo los llamo, hijos amados, a transformarse en verdaderas luces que guiarán a aquellos que viven en la oscuridad cuando ya no encuentren salida en este mundo.

Yo los llamo a tornarse un ejemplo para las almas que están perdidas, expandiendo así Mi Manto en aquellos lugares donde no puedo llegar, porque las almas no Me abrieron el corazón.

Deseo que anuncien Mi llamado en los cuatro puntos del mundo; y que todas las lenguas y todas las razas puedan conocer la posibilidad de encontrar el Reino de los Cielos en el propio corazón a través de este puente que Yo construí en Mis hijos para que, dónde estén, Me puedan encontrar.

Quiero que sepan, hijos Míos, que construí en sus corazones la unión perfecta Conmigo. Esa unión debe ser fortalecida todos los días a través de la oración verdadera, a través de una plegaria de las almas que se rinden a Dios, que reconocen la propia pequeñez y la grandeza celestial para que, de esa forma, puedan ser parte de la Unidad Divina.

Vengo a este país a transformar, hijos, en sus consciencias y en la consciencia de esta nación, su forma de vivir, porque están perdidos por metas que no caminan hacia la Voluntad Celestial. Vengo a que encuentren una verdadera razón para su vida; a que descubran, en el Amor que Yo les entrego, la fuerza para trascender los obstáculos, la incomprensión de sus hermanos por ustedes haber elegido un camino evolutivo.

En esta noche, hijos Míos, les pido que coloquen a Mis pies aquello que les causa dolor, angustias y miedo; porque deseo verlos en profunda alegría y gratitud, como lo está Mi Inmaculado Corazón por haber concretado Mi Plan, esta misión divina que Dios Me encomendó.

Coloquen a Mis pies, como rosas de luz, todo sufrimiento. Deseo convertir su dolor en una dulce entrega a Dios; así como lo hizo Mi Hijo cuando estuvo en la Cruz.

De esa forma les digo que, cuando permitimos que vivan alguna prueba o algún tipo de sufrimiento, no los estamos castigando, hijos. El Creador solo les ofrece la oportunidad de entregarle una renuncia verdadera, de seguir el ejemplo de Cristo por aquellos que no quieren sufrir con nada y que solo buscan los placeres de este mundo.

Ofrezcan las propias dificultades en reparación del Corazón de Aquel que vivió el mayor sufrimiento de este mundo, para que hoy ustedes conocieran la alegría celestial.

Hoy, hijos, elevo a los Cielos sus plegarias, el clamor más profundo de sus corazones y les pido que entreguen en Mis manos aquellas peticiones que desean hacerle a Dios; porque Yo las elevaré al Cielo para que, a partir de hoy, sus vidas ya no sean las mismas y puedan caminar renovados por Mí y por la Gracia de Mi Hijo para que, a partir de ustedes, se establezca en este mundo y sobre todo en esta nación, un tiempo mayor de paz.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Amados niños, hijos de Mi Corazón Inmaculado, para terminar quiero decirles, con esta gratitud eterna que traigo por cada oración pronunciada, por cada canto entonado, por cada colaboración realizada, por cada sacrificio ofrecido a Dios, por cada detalle que le han ofrecido a Mi Corazón que, a partir de este día, los prepararé para una gran tarea, la más importante del fin de los tiempos y que se llevará a cabo en mayo en Europa, en donde el Reino de Lys-Fátima, en el aniversario de Mis Apariciones, realizará su expansión de consciencia a nivel universal. Sus corazones están llamados a estar presentes y a prepararse, a partir de estos días, para ese acontecimiento.

Lo anuncio porque sé que es importante para la humanidad. Porque aún muchos no saben lo que es Fátima, lo que fue, lo que es y lo que será a partir de ese acontecimiento, en el que muchas esencias dormidas serán beneficiadas.

Quiero así finalizar este encuentro, convirtiendo el sufrimiento de la humanidad por medio de Mis Gracias a través de la bendición a los Hijos de María que hoy se consagrarán a Mi Corazón Inmaculado como un ofrecimiento perfecto de unión al Padre Celestial y a Su Divina Voluntad.

Para esta consagración de hoy, quiero que canten algo especial para Mí. Algo que ha rescatado la esencia y la pureza de los pueblos originarios norteamericanos. Este canto bendecirá, como Gracia, a los Hijos de María.

Vengan aquí, a Mis pies, para que los pueda bendecir y entregarles Mi Amor maternal.

Canción: “Amazing Grace”, en cherokee.

Manténganse unidos a Mí, porque aún estoy presente trabajando con la consciencia de los Estados Unidos, para que hasta en los últimos momentos de Mi Presencia, pueda recibir la Gracia de Dios.

Hoy estoy ante corazones bien diferentes, corazones amables que agradan a Mi Corazón. Por eso es que Yo los invito, queridos hijos, en esta bendición, a confirmar sus almas a la cura, a la reconciliación y al perdón que Mi Corazón les trae por medio de la intercesión de Mi amado Hijo Jesús.

Ya no quiero que lloren, sino que abran sus corazones a la Misericordia de Dios que traigo del Cielo. Reciban Mi Luz con humildad y simplicidad. Esta Luz de Mi Corazón que viene de la Fuente de Dios para nutrir la consciencia, para iluminar el alma, para glorificar el espíritu.

Con esta Gracia que les traigo, queridos hijos, Yo los bendigo, por la autoridad que Dios Me concedió como Madre de la humanidad y de todas las criaturas, y les entrego el perdón de la consciencia cherokee y de todas las tribus que fueron diezmadas por el hombre blanco. Así como en México, establezco la reconciliación interior entre las razas para que vivan, de una vez y para siempre, en el Amor de Dios.

Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Les agradezco por haberme acompañado en esta sagrada misión. Que su voz y su canto pronuncien la paz para el mundo.

Que así sea.

Canción: “Amazing Grace”, en cherokee.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 42.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE MIAMI, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

He venido del Universo para volver a darles la paz, porque en la paz todo se alcanzará, sobre todo para aquellos que nunca la han tenido. Es esta paz la que los conforta, la que los anima a seguir adelante a pesar de los tiempos que viven y de todo lo que sucede en el mundo.

Hoy vengo como una Consciencia Mayor, mayor a vuestro entendimiento y a toda la comprensión que han adquirido sobre Mí.

Yo Soy más que Jesús, más que el Rey de reyes, más que el Pastor de las almas y de Aquél que gobierna este Universo y otros.

Es con este humilde poder que Me presento ante ustedes, para decirle a la humanidad que no está sola en la transición que hoy está viviendo y que aún no ha aprendido a cruzar.

Todas sus consciencias vivirán una transición. Cada alma tendrá su tiempo para poder vivirla.

Es por eso que Yo muestro Mi Corazón para el mundo; un Corazón humilde y paciente que se ofrece en comunión para todas las almas, especialmente para aquellas que necesitan de paz y que aún no conocen el verdadero Amor que surge de la Fuente de Mis Gracias, de la misma Fuente de la cual se sirve Mi amada Madre para poder derramarla sobre esta raza.

Hoy vengo a traerles un mensaje para sus consciencias, un mensaje para despertar la consciencia de la humanidad, porque es allí donde se vivirán los grandes cambios que después se reflejarán en todas las actitudes y las acciones de los seres humanos.

Es lo que vengo a trabajar aquí, en Miami: primero el plano espiritual de esta parte de la humanidad, para que después esto se pueda reflejar en la materia, porque la vida material será lo último que se transformará durante esta transición planetaria.

Es así que hoy Mi Corazón les muestra Su mansedumbre y serenidad, atributos que les ayudarán a todos a saber cómo cruzar el fin de los tiempos, preparando la consciencia para lo que llegará y se mostrará a toda la humanidad, independientemente de su creencia o religión.

Así es que se revelará el Hijo de Dios al mundo, trayendo el gobierno de Su Gracia y de Su Misericordia para aplicarlo sobre los gobiernos que hoy no funcionan en el mundo.

Intentaré, por encima de todo, mostrar la soberanía de Mi Padre a la humanidad por medio del reconocimiento de las Leyes que harán de esta raza una posible Nueva Humanidad, que no deberá cometer los mismos errores que en el pasado, sino que deberá tener nuevas actitudes que puedan imprimir en la consciencia planetaria nuevos atributos de luz y de hermandad.

Hoy vengo a ustedes, compañeros, con Mi Corazón manso y humilde para que lo puedan adoptar en sus vidas y que sea este manso Corazón el que los anime siempre a buscar la paz, por encima de todo lo que suceda en sus vidas y en el mundo.

Muestro esta gran y última oportunidad para todos de adoptar Mi Corazón Glorificado como el Terafín de cada alma, como el símbolo de la reconciliación y de la redención de los corazones, como el símbolo de unidad entre las consciencias del planeta y el Padre Celestial.

Con esto Yo les demuestro que todavía queda un tiempo de Misericordia para el mundo.

No teman quebrar sus resistencias para que pueda surgir el verdadero y único Espíritu, Aquel que vino desde el Cosmos para aportar algo a este proyecto de la humanidad, y principalmente para servir a este Planeta-Escuela, en donde en verdad, se puede aprender sobre el amor, el perdón y la redención; algo que Yo les enseñé en el pasado cuando estuve entre ustedes como el Maestro Jesús, revelándoles la importancia del Mensaje de Dios por medio del Evangelio, de la Divina Palabra.

Quiero construir en ustedes compañeros, puentes que se unan con el Universo, con todos los Dones que Él guarda, y de los cuales la humanidad debe conocer en este tiempo.

Deseo que sus consciencias se eleven día a día, para que encuentren un sentido para sus vidas, una dirección para sus espíritus, un propósito para sus corazones. Y eso comenzará, compañeros, cuando adopten Mi Corazón manso y humilde, que es el mayor símbolo del Amor para todos los Universos, especialmente para el planeta.

Una vez encarné aquí, entre ustedes, para enseñarles sobre el Amor y la Verdad, sobre la posibilidad de renovación que sus consciencias superiores pueden vivir cuando se unen a Mí, de corazón y de alma.

Vine a Miami para llegar a los abismos más profundos, en donde las almas no son atendidas ni siquiera por las oraciones de los que viven aquí.

Esto no es un juicio, compañeros, es una realidad que les presento delante del gran desequilibrio que vive esta raza. Ustedes deben ser el otro plato de la balanza, para equilibrar el que está lleno de muchas deudas.

Yo los invito a encontrar un equilibrio en todo lo que existe; por eso les hablo con palabras espirituales, para que por intermedio de ellas se puedan elevar a la verdadera vibración que hoy les presento. Porque cada encuentro Conmigo es diferente y único, es una oportunidad de cerrar puertas hacia el pasado, de curar la consciencia profunda y de renovar sus espíritus ante Mi Presencia Divina y Celestial.

Quiero que le ofrezcan a todos este manso y humilde Corazón, este Corazón que ha vivido el sufrimientos por ustedes y que ha padecido la Cruz para derramar de Él Su Divina e Infinita Misericordia.

Quiero de ustedes, compañeros, corazones confiados, serenos y pacíficos. Que delante de los errores y de los movimientos de esta humanidad, siempre pueda prevalecer la verdad y el amor que hará fuertes los corazones para llevar adelante Mi Obra planetaria en la humanidad.

Después de esta larga peregrinación, Orlando cerrará una etapa dentro del Plan Divino de Dios. Y a partir de allí, compañeros, la síntesis esperada se completará para la Consciencia de sus Mensajeros Divinos, que han llevado adelante estos impulsos para todas las naciones de América.

Es este mismo impulso de Luz y de Amor, el que después de Orlando, preparará todas sus consciencias, independientemente que peregrinen o no Conmigo, para poder atender a la otra parte del planeta que necesita de la Divina Misericordia de Mi Corazón.

Hablo de Asia y del lejano Oriente, en donde una vez ustedes llegaron para encontrar en su interior la esencia de Shambala.

Fue ese recinto sagrado en Mongolia, al igual que los monjes que allí habitan en sus monasterios de silencio, el que los preparó para este ciclo, en donde se cumple una síntesis de transmutación y de purificación que los llevará a poder cumplir con Mi Propósito.

En verdad, es Mi más ardiente deseo el llegar a los países de Asia, en donde debe completarse el Plan del Redentor y de Su Divina Madre.

Cuando eso suceda, tiempo que no está muy lejos, el planeta ingresará en su fase final.

Es la razón por la cual, compañeros, nuevamente les ofrezco de forma verdadera y consciente, Mi Corazón humilde y manso; para que por Mí, puedan llevar adelante esas grandes tareas, así como las que han cumplido en estos últimos meses en unión a todos sus hermanos de camino, que han generado las condiciones para que la Divinidad pudiera obrar en Costa Rica, Nicaragua, México y Estados Unidos.

Quisiera escuchar de los países de Asia el pedido de Misericordia, el pedido de la Misericordia de Mi Corazón.

En esta tarde, en donde un poco de gloria desciende sobre Miami para curar a las esencias heridas, deseo que las almas de los países de Asia que buscan la Fuente de Mi Misericordia, declaren a su Maestro del Amor dónde quieren que Me aproxime, a qué nación quieren que Yo visite para llevar adelante una expansión de redención en los países asiáticos, en donde aún falta la Gracia que les concederá la redención y la paz delante de todo lo que allí ha sucedido a través de los tiempos.

En esos lugares, en esa parte del mundo, se guarda una consciencia indígena sagrada, que en su espíritu guarda los valores de la hermandad y del amor, tan semejantes al de los pueblos de Norteamérica, que con nuestro pasaje por Norteamérica, recuperaron un poco de lo que perdieron.

Eso significa, compañeros, el triunfo de Mi Corazón, del Corazón de Mi Madre y de Mi Padre, San José.

Quiero mostrar para el mundo que Mi Mensaje se multiplica en todas las consciencias, independiente de su raza, de su pueblo o de su creencia, o aún de su condición social.

Yo vengo a tratar asuntos que están por encima de esas situaciones. Es por eso que en este día declaro este mensaje:

Desde el primer día en que llegué a Aurora para pisar con Mis Pies ese suelo sagrado, donde aún brilla la Luz de Mi Padre, la Luz curadora para las almas en redención, Aurora está abierta para todos. Ella aún vive allí.

Es ese eterno amanecer que sus almas pueden vivir en los suelos de Aurora, y hay un alma a la cual Yo le he confiado ese lugar, mientras peregrinamos por el mundo.

¿Por qué digo esto?

Porque hoy intento unir a todos a la esencia de la cura y de la redención de Aurora, en donde el Santo Arcángel Rafael tocó con Su mano ese lugar para abrir la Fuente de la Restauración de la consciencia y de la Redención de todos los errores, desde el origen, hasta el planeta.

Yo adoro mucho a la consciencia a la cual he confiado la tarea, porque ha sido fiel a Mí, hasta los límites; los límites extremos y podría decir, muy agudos.

Hablo de un alma que siempre Me ha servido a través de los tiempos y de todo lo que le he pedido a su interior.

Hoy quiero dar gloria a esa alma en nombre de este aniversario que hoy viven Conmigo, desde el momento en que dieron el “sí” a Mi Madre para asumir esta tarea planetaria, que es de todos.

Así los llevo al encuentro de la fraternidad, independientemente de sus temperamentos y aprendizajes; porque en Aurora siempre ha triunfado el amor y es ese amor que hay en los corazones que están sobre Aurora el que ha permitido que Yo llegara aquí, ¿comprenden?

Todo lo que construye la Jerarquía Espiritual tiene un sentido.

Aunque a veces no se comprenda, las almas deben confiar en ese propósito que la Divinidad presenta al mundo como un objetivo para alcanzar grandes esferas de consciencia, en donde todos los corazones puedan estar incluidos en ese Reino de Luz y de Amor, que es Aurora.

Pero volveré a estar allí en algún momento, para que vivan Conmigo una Maratón de oración.

Aurora salió al mundo para liberarlo del error, para llamar a los corazones, a las vidas que se autoconvocaron a ingresar en Aurora como un acto de redención y de perdón.

Es así, que Mi Corazón Glorificado y vivo retornará a Aurora para proclamar el Gobierno Celestial del Padre, sobre una consciencia, sobre la nación de Uruguay, que aún deberá re-erguirse para encontrarle un sentido a su propósito espiritual y a su camino de redención.

Dejo Mi gratitud a los hermanos de Aurora por su perseverancia y constancia, porque a pesar de que estemos lejos, aparentemente lejos para muchos, Mi Corazón Misericordioso nunca se ha separado de ellos.

Aurora vive en el corazón que cree en Ella. Tan simplemente eso. Hace curar la vida de todo ser y lo reintegra al Plan de Mi Padre.

Hoy Mi Corazón manso y humilde les trae a Aurora, porque Yo Soy el Alfa y el Omega. Aurora es el principio de un todo y es el fin de un todo.

Espero que reciban la Luz de Aurora con gratitud y amor, porque sé que muchos la necesitan para continuar adelante.

En honor a ese Centro de Oración que brilla en las tinieblas de la humanidad, quiero que le dediquen un canto que es muy especial para Mí, que siempre Me aproxima a sus consciencias y Me hace unir a todos los hermanos de Sudamérica.

Es así que con ese cántico bendeciré los elementos que se convertirán en Fuente de Gracia para las almas que los recibirán en este día como una oportunidad de renovación.

Preparémonos para la bendición.

Incienso.

Hoy les pido a los hermanos de Aurora que celebran Conmigo este día, que pidan desde su interior por un continente de este planeta, para que el Padre conceda la Gracia que Yo lo pueda visitar, así como los he visitado a ustedes en todos estos años.

¡Salve Aurora!

Y hoy, compañeros, los hago comulgar con el Don de la Cura de Dios, a través de Aurora.

En este símbolo se encuentra la Vida, la Vida que se entregó por ustedes y que padeció por ustedes todos los pecados, para que las almas se pudieran salvar y así, ser renovadas por el gran Espíritu del Redentor.

En aquel tiempo, momentos antes de la Pasión, sentado a la mesa, tomé el pan frente a Mis apóstoles y todos los que Me seguían en esencia y alma. Di gracias a Dios por haber llegado al planeta y por poder estar entre los más necesitados.

Partí el pan, así como se repartieron los Centros de Amor en toda América, para encender a las almas con los Dones de Mi Resurrección.

Fué así que en aquel tiempo les dije: “Tomen y coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por todos para el perdón de los pecados”.

Comulguen de este Cuerpo, compañeros, que les trae la sanación y la luz para sus células.

Del mismo modo tomé el Cáliz, aquel que hoy brilla en espíritu sobre Monte Shasta. Di gracias a Dios y les dije, como hoy les digo: “Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Alianza Nueva, y de la renovación para todos los espíritus de la Tierra”.

Dichosos de los que beben de este Cáliz porque serán curados en espíritu y en alma por todo lo que han hecho en contra de Mi Creador.

Este es el Cáliz que brilla en los Centros de Amor que guardan la esencia de Mi Vida Crística.

Que se alegren todos los corazones del mundo, porque hoy han reencontrado la Luz, la Luz salvadora, la Luz redentora, la Luz curadora de Aurora.

Hoy estoy aquí, en Miami, con todos los que Me llamaron, con Mis queridos compañeros, pero también estoy en Aurora, como lo estuve hace cuatro años para anunciarles Mi tarea planetaria y la preparación espiritual de Mi Retorno al mundo.

Hoy todos ustedes son conscientes que están preparando Mi Retorno a la humanidad.

Este es el testimonio que les traigo, es una confirmación que les proclamo como el momento de dar el paso hacia el Universo de Mi Amor.

Que los Padres Creadores se sirvan de estos elementos para derramar los Dones sobre las almas del mundo.

Que el Santo Arcángel Miguel coloque Su Espada de Amor sobre los espíritus caídos, para que Miami vuelva a re-erguirse como una civilización bendecida por el Amor de Dios.

Que el Santo Arcángel Metatrón expanda la llama de fuego del Espíritu Santo, para que las consciencias sean tocadas en el profundo despertar del Amor.

Que el Santo Arcángel Rafael cure las heridas de los hombres y las mujeres de la Tierra, para que las almas resuciten al sentido de sus caminos.

Que el Santo Arcángel Uriel despierte los mundos internos a las realidades sublimes del Universo Celestial.

De esa forma, y en conmemoración de este encuentro por todos estos años compartidos, Yo bendigo estos elementos que se convierten en Mi Cuerpo y en Mi Sangre.

Por la autoridad concedida por Adonai, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy todos fueron sacramentados por Mi Divinidad.

Sé que no comprenderán lo que eso significa, pero solo les pido que lo recuerden y lo vivan hasta los últimos días de su vida.


Alabado sea Dios.

Glorioso Su Reino.

Aleluya, Aleluya.


Entonemos.

Les agradezco por acompañarme y por intentar vivirme todos los días. Así Yo estoy Presente en los corazones que se determinan a vivirme y en todos los que se esfuerzan para que Yo sea una verdad en cada interior.

Paz para todos. Gracia y Misericordia para las almas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Vengo al encuentro de un planeta que sufre su propia purificación.

Vengo de lo alto del monte Tepeyac para unir lo que está separado en la consciencia humana y dentro del corazón de todos Mis hijos. 

Vengo en esta noche, queridos hijos, a fortalecer su esperanza, a colmarlos con Mi Luz y a entregarles Mi Paz, que es la Paz del Reino de Dios. 

Vengo aquí para calmar al planeta y a esta región de la humanidad que aún no ha despertado conscientemente a Mi llamado. 

De todas formas, como su Madre de Guadalupe, vengo a México para que, a través de Mis hijos que están aquí presentes, toda perturbación se pueda detener, todo caos pueda desaparecer de aquellos que lo están viviendo en este momento. 

Rezo, por encima de todos los acontecimientos del planeta, en donde se encuentra Dios, su Padre Celestial, esperándolos con los brazos abiertos para que reciban Su Corazón y toda la Fuente de Su Amor.

Hoy vengo en esta noche de Vigilia, queridos hijos, a adorar a Mi Hijo y a rezar con ustedes por todo lo que sufre Centroamérica. Dios no desea eso, pero la humanidad aún no lo escucha, se ciega cada día más por las cosas superficiales, por las cosas de la vida material. 

Quisiera que muchos más, como ustedes, vivieran en Mi Corazón maternal, pudieran ser acogidos entre Mis brazos para que Yo pudiera fortalecer su fe y la unión con el Padre Celestial. 

Sé que muchos aún no Me aceptan ni tampoco Me buscan. 

Como Madre Universal y Madre de la Nueva Humanidad vengo a preparar sus esencias, queridos hijos, para los acontecimientos futuros, para todo lo que se aproxima, para que de sus corazones brote la fuente de la neutralidad y el impulso de orar cada vez más por el equilibrio del planeta y de todos los continentes, así como también por todas las razas.

Estamos, queridos hijos, en los tiempos finales. Ese tiempo está a las puertas de sus vidas. Los invito a aceptarlo para que puedan crecer en espíritu y en amor, y no pierdan cada aprendizaje que Dios les envía con el fin de que puedan ser una humanidad fraterna y dejen de ser una humanidad indiferente. 

A través de sus corazones y de sus voces, hoy las puertas del Cielo se abrieron aquí, especialmente para que Su Madre de Guadalupe pudiera llegar hasta aquí, no solamente para bendecirlos, sino para orar con ustedes en los planos internos por todos los que sufren en este momento. 

Ofrezcan a Dios sus sacrificios para que la paz permanezca en la humanidad, principalmente en aquellos lugares que viven los acontecimientos del fin de los tiempos.

Hoy les entrego la estrella de Mi Corazón para que iluminen sus caminos y los caminos de todos sus hermanos del mundo, de todas las razas y de todos los pueblos que deben despertar a una única fraternidad, a una única humanidad que se preparará, junto con los Sagrados Corazones para volver a renacer, en una Tierra Prometida que no está lejos. 

Es así, queridos hijos, que hoy vengo especialmente a agradecerles, porque sus corazones se volvieron como rosas de luz sobre Mis santas y humildes manos. Yo podré llevar estas ofertas de sus espíritus a los Tronos del Padre Celestial para que, Él en Su Gloria y en Su Gracia, abra aún más las puertas de la Misericordia; y las almas que aún no han recibido esa potente energía divina, que todavía no son merecedoras de ella, puedan recibir lo que Dios espera hace tanto tiempo derramar sobre la humanidad enferma. 

Yo vengo a sacarlos a ustedes, como representantes de la nación mexicana, de este cautiverio de sufrimiento que comenzó desde el momento de la colonización. 

Hoy sus corazones han aceptado su reconciliación en Cristo y esa comunión íntima con el Espíritu Santo se establece para que pueda reinar la paz no solo en sus corazones, sino también en el mundo que tanto lo necesita. 

Queridos hijos, hoy les extiendo Mis brazos para que se tomen de Mis manos y sientan Mi fe y Mi fortaleza. Una Madre que los quiere y que los ama, solo desea que el mundo sea feliz, que sea una victoria de Jesucristo, que no sufra, que no padezca, que no se perturbe, que no sufra el final de esta transición planetaria. 

Queridos hijos, también hoy les entrego Mi Rosario de Luz, el Rosario que fue orado por todos ustedes a través de los tiempos, en todas las Apariciones en las que Yo he anunciado Mi Mensaje al mundo para que nunca duerma, sino para que siempre despierte, despierte a la Luz de Dios, despierte al Amor del Padre que es olvidado por la mayoría de los hombres. Es esta falta de Amor en los corazones del mundo lo que lleva al planeta a agitarse, a moverse, a intentar hacerle comprender a la humanidad que algo hay que cambiar pronto, antes de que venga Mi amado Hijo al mundo.

Quiero encontrarlos, a ustedes y a todos sus hermanos del camino, despiertos y vigilantes en ese gran momento. 

El planeta está en su gran parto para que pueda nacer una Nueva Humanidad que ya no será materialista, no será indiferente, no dañará a los Reinos de la Naturaleza, sino que vivirá unida al Espíritu de Dios y a todo lo que Él creó para que ustedes lo glorificaran eternamente. 

Reciban con amor y con una profunda gratitud, Mis Palabras de Luz que siembran códigos en las nuevas almas que son curadas por Cristo.

Sufro con Centroamérica todo lo que ella hoy enfrenta. Por eso, he pasado antes por allí para poder sustentar a las almas en su vida espiritual y superior; para que no perdieran, por las obras de Mi enemigo, las semillas del bien y del amor que Yo sembré en cada una de ellas. 

Invoquen Mi Manto protector sobre toda Centroamérica y México, pues Yo amo a estas almas milenarias que muchas veces se encontraron Conmigo para recibir Mi Amor y Mi Paz, para hacer rebrotar esos atributos en esta humanidad que solo debe redimirse para que sea feliz por toda la eternidad.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hace algunos siglos, aparecí en esta nación a un pequeño hombre, un amado hijo Mío, porque en aquel momento, hijos, la humanidad corría el riesgo de perder su filiación con Dios por falta de amor en el corazón humano.

Vine para evitar la separación de los hombres entre sí y con Dios. Vine para hacerles comprender la unidad que existe entre todas las criaturas, entre todos los pueblos y entre todas las razas; para que esa unidad despertara, en el corazón humano, la reconciliación verdadera con el Creador. 

Aquel hijo Mío, a quien Me aparecí, confió en Mi Mensaje y lo difundió al mundo, haciendo que hoy ustedes Me glorifiquen, glorifiquen a Mi Hijo, y vivan en Su fe y en Su devoción.

Hoy, hijos Míos, aparezco nuevamente en esta nación porque una vez más la humanidad corre el riesgo de perder la filiación con Dios. El hombre todavía aspira a separar a las razas, a los pueblos y a las naciones; el hombre todavía aspira a construir muros, no solo en el mundo, sino también en el corazón y en la consciencia.

Por eso, hoy, Yo vengo hasta aquí, porque confío en la devoción y en la fe de sus espíritus. Vengo a estampar en sus rostros, en sus pechos, en sus consciencias, Mi Presencia Divina para que, sin miedo y sin temor, anuncien Mi Presencia en este mundo y permitan que más almas en el tiempo venidero recuperen su fe, su devoción, glorifiquen a Mi Corazón y a Mi Hijo, para que se reconcilien verdaderamente con Dios y no permitan, hijos Míos, que el corazón humano se separe del Creador. 

Es hora de unir a los corazones, de unir a la consciencia con Dios. Y hoy, encuentro en ustedes, así como lo encontré en Mi hijo Juan Diego, la devoción que necesito para que Mi llamado se expanda por el mundo, más allá de las naciones. 

Que muchos más Me escuchen y se adhieran a Mi llamado, porque es necesario, hijos Míos, que la paz se establezca dentro y fuera de los hombres. 

Vengo a fortalecerlos para que proclamen, en el tiempo que vendrá, el amor al Corazón de Dios, mucho más allá de cualquier acontecimiento, mucho más allá de cualquier adversidad, porque la humanidad se purificará y ya no lo podré detener. Sin embargo, sí puedo, hijos, fortalecer sus espíritus para que se mantengan de pie, para que reconstruyan este mundo y a las almas, para que se establezca el Reino de Dios sobre un suelo en el que se sembró la paz, la unidad y el amor entre las consciencias y los Reinos de la Naturaleza. 

Vengo para que comprendan, hijos, que la Justicia de Dios ya está descendiendo al mundo, aunque los portales de Su Divina Misericordia también pueden permanecer abiertos si tan solo claman con el corazón. 

Los necesito despiertos, conscientes de que pueden cambiar los acontecimientos de este mundo si oran Conmigo, si oran con fervor. Por eso, hoy les extiendo Mi rosario hacia sus manos para que pasen Conmigo las cuentas de la redención de este mundo. 

Ya no oren, hijos Míos, de cualquier forma, solo pronunciando algunas palabras con la boca; ya aprendieron a orar, ya conocen el poder de la oración. Por eso, cada día tomen sus rosarios y únanlos al Mío; sientan que Yo oro con ustedes y pronuncien Conmigo el decreto de la liberación de este mundo. 

Oren junto con Mi Hijo y con el Casto Corazón de San José para que la unidad se establezca en el corazón humano, entre ustedes y con Dios. Oren para que la humanidad comprenda el papel de cada Reino de la Naturaleza y no necesite sufrir por la acción de estos Reinos, por no haber comprendido que debe vivir en comunión con la Tierra. 

Esta Sagrada Consciencia espera, hijos Míos, que se puedan unir a ella a través de cada uno de sus Reinos para que, de esta forma, comulguen de la Creación y establezcan el amor y la redención en sus espíritus.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, en el Manto guadalupano está toda la Creación de Dios. 

Cuando no sepan cómo encontrar el camino, veneren y observen Mi santa Faz y a través de Mi Corazón, el Corazón de Guadalupe, ingresarán a Dios y a Su Reino infinito. 

Les pido, queridos hijos, que ya no sufran, que ya no sufran más. 

Estoy aquí, soy su Madre de Guadalupe y siempre estoy con ustedes cuando oran Conmigo, cuando invocan Mi Presencia celestial, cuando solo buscan Mi Corazón Inmaculado que es un refugio para todas las almas en el fin de estos tiempos. 

Así como aman Mi Luz, amarán la Luz de Dios. No amen Mi Luz, queridos hijos, amen a través de Mi Corazón la Luz de Dios, porque la Luz de Dios está presente y desciende sobre sus consciencias. 

Quisiera que hicieran nuevamente este ofrecimiento que hoy Me entregaron con amor. Pero ahora piensen, mientras cantan, que amarán la Luz de Dios a través de Mi Corazón, que es puro e inmaculado; y en ustedes, eso es posible. 

Quiero decirle a Mi pequeño hijo Iván de México, antes de despedirme esta noche de ustedes, que estoy estampada en su pequeño corazón y que crea que eso es posible, porque así siempre estaré presente, nada está separado entre Yo y Mis hijos. Entre Mis hijos y Dios, nada está separado.

Yo les agradezco por escucharme, por contemplarme, por adorar a Dios y por pedir por sus hermanos de Centroamérica. Sigamos en oración, la humanidad lo necesita.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado, y los escucho.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SALAMANCA, ESTADO DE GUANAJUATO, MÉXICO, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

A todos los corales presentes en el Encuentro de Música para la Cura y Elevación de la Humanidad

Mis queridos hijos presentes en el Centro Mariano de Figueira:

Hoy con toda la luz y el amor que brota de sus corazones por el canto quiero pedirles que, bajo el espíritu de la humildad y de la simplicidad, ofrezcan este encuentro por la divina causa de hacer triunfar el Amor de Dios en la humanidad.

Para eso, hijos Míos, su Madre Celeste hoy los acompañará desde México en la sagrada faz de la Virgen de Guadalupe, y con todos Mis ángeles, desde este lado del planeta, esperaré ese momento en donde sus voces comenzarán a cantar y a proclamar la paz para el mundo y la cura de los corazones.

En ese ofrecimiento de hoy, queridos cantores de Mi Corazón, quisiera que dedicaran amorosamente este encuentro por la grave situación que enfrenta su planeta, especialmente por lo que enfrentan Mis hijos de Centroamérica, quienes sufren los efectos climáticos y el intenso movimiento de los elementos de la naturaleza.

Por esta sagrada misión que viene llevando adelante su Madre Celeste les pido, queridos cantores de Dios, que se mantengan unidos a los grandes ángeles de las diferentes regiones del planeta, especialmente a los ángeles de Centroamérica, para que ellos a través de las súplicas de sus voces puedan calmar el furor de la naturaleza.

Es así, queridos hijos, que la humanidad entera y su parte más dormida enfrentan los primeros y agudos pasos de la purificación del planeta.

Por medio de su ofrenda artística a Dios podremos, hijos amados, abrir las puertas a la Gracia, para que ella nuevamente sea derramada a través de Mi Inmaculado Corazón en todos los espacios y en las consciencias del planeta que aún no están preparadas para vivir el último ciclo de transición.

Desde el Santuario de Guadalupe en México, en lo alto del monte Tepeyac, su Madre Celeste esperará  las piezas musicales e instrumentales que hoy serán ofrecidas de corazón por cada uno de ustedes, para que así se establezca un poco más de paz en la consciencia de la humanidad que nunca vivió una transición final.

Desde ahora, agradezco a todos los orantes por estar acompañando a su Madre Divina en esta misión por Centroamérica y México.

Es así que todavía los invito a seguir colaborando en la obra que los Mensajeros Divinos seguirán expandiendo por otros lugares del mundo.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Canta con la voz del Corazón,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SALAMANCA, ESTADO DE GUANAJUATO, MÉXICO, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos Míos:

Después de que su Madre Celeste haya ingresado en Estados Unidos, Mi Amadísimo Hijo finalizará y cerrará la sagrada misión llevada a cabo en Centroamérica, México y Estados Unidos.

Su Madre del Cielo descenderá antes para preparar la llegada de Su Hijo a Estados Unidos, en esta ocasión, a la ciudad de San Francisco en California.

Nuestra divina misión será ayudar a la consciencia espiritual de los norteamericanos por medio de las oraciones que cada uno de los latinoamericanos pronunciará en esos encuentros. En ellos estará Mi fuerza motriz y espiritual para llevar adelante la obra corredentora junto a Mi Amado Hijo Jesús.

En Estados Unidos existen almas valiosas que también cayeron en la trampa de la modernidad y de la indiferencia diseñada por Mi adversario.

Para eso Mis pies pisarán la serpiente que ocasiona las revoluciones sociales, para que ella, debajo de Mi poder de amor desaparezca de la consciencia de muchos.

Necesitaré de las oraciones de todos para que su Madre Celeste pueda hacer pasar hacia los mundos superiores a cuantos están en cautiverio espiritual.

Por eso desde ahora, su Madre Santísima está convocando a Sus hijos consagrados como Hijos de María para que la acompañen amorosa y fervorosamente en los encuentros de paz que se realizarán en San Francisco.

Así, cuando Mi Amado Hijo haya llegado a Estados Unidos por una única vez, el día viernes 16 de diciembre de 2016 a las tres de la tarde, el Centro de Amor de Monte Shasta participará y ayudará en la sagrada tarea que Jesús llevará adelante en toda Norteamérica.

Para eso Yo los invito nuevamente a colaborar con todos los esfuerzos extremos para que, así como fue con Costa Rica, Nicaragua y México, Estados Unidos no pierda la Gracia de redimirse en los últimos días de la Tierra.

Desde ahora agradezco a todos Mis hijos orantes por estar concretando Mi llamado en Estados Unidos.

Mi Amor de Madre con todos ustedes.

Les agradezco por ayudarme.

Los ama en Cristo,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos y amados hijos de México, Centroamérica, Caribe y Estados Unidos:

En el nombre de la Paz, hoy descienden Nuestros Sagrados Corazones, abriendo las puertas de los corazones que antes estaban cerrados a Nuestro puro Amor.

Es así, queridos hijos, que su Madre Celeste, la Guadalupana, se presenta nuevamente en México para recordarles su filiación espiritual con Dios y, especialmente, con toda la Obra redentora de Mi Hijo.

Hoy, deseo que sus corazones resplandezcan ante Mi Luz maternal, que en silencio los guía todos los días hacia el Propósito de Dios.

Es por eso que, finalmente, hijos Míos, estoy entre ustedes para traerle a esta nación la luz de Mi Gracia y de Mi Amor.

Queridos hijos, hoy su Madre Celeste descendió desde el Tepeyac para traer a la humanidad el recuerdo de que debe reencarnar la pureza de corazón, para que las “poderosas” naciones del mundo no provoquen la Ira de Dios.

Queriendo traer la Paz al mundo, Yo los invito, Mis amados hijos, a ser perseverantes en Cristo; así colaborarán para que nada se pierda, ni siquiera las naciones enteras que se comprometen día a día con las fuerzas del mal y del caos.

Pero antes de que se cumpla el tiempo de la gran purificación, venimos a abrir las puertas de sus corazones, con el fin de que muchas más almas puedan penetrar el misterio del Amor de Dios a través de la pureza, del servicio y de la caridad para con el planeta dolorido.

Queridos hijos, su Madre Celeste se aproxima a su realidad humana, para que ustedes en la fe reencuentren la pureza que en otros tiempos vivieron e irradiaron a los Reinos de la Naturaleza y a todo el universo.

Es así, hijos Míos, que a través de la vivencia de su pureza original, el Padre Eterno y todos Sus ángeles tendrán el permiso de que muchas cosas, que ya están perdidas en los abismos de la humanidad y de la consciencia, puedan ser rescatadas.

Vengo nuevamente a México para consagrarlo una vez más a Mi materno e Inmaculado Corazón; pues así, Yo podré, a través de sus corazones, llegar a las situaciones más caóticas que vive este amado planeta.

Hoy, le traigo un impulso a la consciencia para que acepten el Llamado de Dios, que resuena por última vez en toda la humanidad.

Difundan, más allá de ustedes, la Palabra santa de la Jerarquía, para que los más dormidos y distraídos sean tocados por Mi Amor maternal.

Les agradezco por ser difusores del Mensaje del Cielo.

Les agradezco, hijos de México, porque abrieron los brazos para recibirnos en la simplicidad y en el amor.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los ama eternamente,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN LA CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Vengo en esta noche a celebrar la Comunión con ustedes, bajo el Espíritu poderoso de Mi Padre, que los reúne en esta fraternidad para que Mi Plan, que es el Plan de Mi Padre, se cumpla en esta humanidad y en este planeta, tan necesitado de amor y de misericordia.

Como han dicho compañeros, abro los Brazos hacia ustedes, para darles Mi Paz y entregarles Mi Corazón como un símbolo de Redención para sus consciencias y las consciencias de todos sus hermanos.

Con todos los ángeles que hoy están Conmigo, hoy vengo a traerles una buena nueva, por haberse cumplido en esta tercera etapa la llegada de la Madre de Dios a México y Centroamérica.

Quiero decirles compañeros, que la sagrada tarea de los Mensajeros de Dios que hoy vienen a su encuentro, se está cumpliendo así como lo escribió Dios en el Libro de Oro de Su Reino Celestial. 

Cada acontecimiento vivido está siendo escrito por el propio Padre Eterno, para que el destino de este planeta pueda cambiar a tiempo y muchas almas se puedan salvar, al solo despertar a Mi Corazón Glorificado, que es el Corazón vivo de Dios, que puede estar presente en cada uno de ustedes, así como lo han hecho en esta oración que han plroclamado a Mi Corazón Misericordioso.

Es una alegría estar en esta tierra después de dos mil dieciséis años. Pero en verdad les digo, compañeros, que Mi Corazón, en lo profundo de Su silencio, sabía que esta humanidad existía aquí .

Por eso, en aquel tiempo, le pedí a la Madre de Dios una Gracia especial para ustedes: Que dejara estampado en esta nación Su Presencia Celestial, para que todas las naciones del mundo la conocieran y tuvieran total conocimiento de la Ciencia Divina estampada en la tilma.

Por eso, compañeros, con todas las estrellas del Cielo y las Divinas Consciencias que hoy se congregan en este lugar para derramar la Misericordia de Dios por medio de la oferta de Mi Glorificado Corazón, Yo les vuelvo a decir, compañeros, que la paz es posible en este tiempo.

No deben temer por lo que vivirán. El hombre de superficie debe redimirse. Debe alcanzar la transformación de su consciencia, para que los nuevos códigos que llegarán del Universo Celestial a través de cada oración ejercitada, puedan estar presentes en esta última fase de la humanidad.

Mi Corazón hoy palpita por México, por cada una de las criaturas de Dios, que debe alcanzar la Luz que hoy les ofrece Mi Corazón Misericordioso.

Reciban desde Mis Manos los Rayos de la Misericordia de Dios que hoy vengo a depositar sobre esta nación amada y muy protegida y cuidada por Mi Madre Celestial.

Queridos compañeros, Yo los invito en esta noche, en la simplicidad del corazón y del alma, a ser los apóstoles de Mi Amor en este último ciclo planetario, en donde será necesario de almas decididas a vivirme y a sentirme. Porque es a través de sus almas y corazones que Yo podré retransmitir los dones celestiales, para todas las criaturas que más lo necesitan.

También vengo hoy, en este día, a aliviar el sufrimiento que fue generado en esta nación desde el principio de la colonización hasta el presente.

Por eso, he abierto las puertas del Universo, las catorce principales, para que el dolor fuera liberado, en obediencia a Mi Padre Celestial y al servicio de todos los ángeles, por las huestes de San Miguel Arcángel que han venido a retirar el sufrimiento del espíritu de la consciencia de muchos seres.

Es en esta hora, compañeros, en donde Yo los invito a vivificarme por medio de la Comunión que hoy consagraré para ustedes.

Porque Yo Soy el mismo Jesús de Nazareth, que viene a reencontrarlos para que recuerden su compromiso Conmigo, el compromiso de ser Mis embajadores de la Paz en esta hora crucial de la humanidad.

Vengo a depositar en ustedes algo que florecerá en el futuro. Por eso deben ser perseverantes, aún más aquellos que se encuentran en Mi camino, porque al final de la meta se encuentra la eternidad, que es hacia donde Yo los quiero llevar después de que Me hayan servido en esta humanidad y por este planeta, que tanto agoniza por la ignorancia de esta raza.

Es así que Yo vengo a abrir los ojos de sus corazones y a expandir la consciencia de sus almas para que puedan estar en Mí.

Es una victoria que Nuestros Sagrados Corazones, el de María Santísima, el de San José y Mi propio Corazón Vivo, estén descendiendo sobre esta nación.

Yo vengo a traerles los códigos de la Rehabilitación, algo que para muchos es un misterio, pero que forma parte de la Ciencia Divina.

Estos códigos descienden a través de sus espíritus y por último se materializarán en sus propias vidas por medio de la transformación y de la redención.

Yo vengo así, compañeros, a curar la gran herida de la consciencia indígena y a recuperar la pureza que ella alcanzó cuando todo este pueblo mejicano, su pueblo originario, vivía en la felicidad de Dios y de los Reinos de la Naturaleza.

Vengo así a hacer un corte en el tiempo y el espacio. Vengo a reconectarlos con lo verdadero que son, con aquello que alcanzaron a través de las generaciones por medio de la devoción viva que emerge de sus corazones para con Mi Corazón, que hoy recibe esta gratitud de cada una de sus almas.

Esto es lo que Me anima a seguir viniendo al mundo por todas aquellas almas perdidas, que día tras día se sumergen en los infiernos de la humanidad. Es que Yo quiero llegar a través de ustedes a cada uno de ellos.

Ábranme las puertas de sus corazones así como lo hicieron hoy, para que Yo les pueda indicar el camino y el servicio que deben cumplir para con Mi Corazón.

Es así que Yo vengo a sembrar semillas de Luz en esta hora sufrida de la humanidad.

Y mientras estoy con ustedes, compañeros, estoy con las naciones del mundo, principalmente con América, que no debe perder la oportunidad de ser la cuna de la nueva humanidad.

No teman por lo que hacen los hombres de superficie. Recuerden en humildad, que el poder lo tiene Dios y que es Él quien permite todas las cosas, incluso que Mi adversario esté presente en la humanidad, los corazones que Me viven no temblarán.

Yo Soy esa Fuente que todo lo renueva cada vez que comulgan Conmigo en amor y gratitud. Es este amor y gratitud de todas las almas que Me siguen, de las naciones de América y del mundo, lo que Me ha permitido llegar aquí, a México.

Es a través de Mis servidores de la paz, de cada grupo orante, de cada alma servidora, que Me permite llegar aquí, porque eso genera, no solamente para México sino también para el mundo, una expiación inexplicable, que hoy se derrama sobre este lugar.

Ustedes Me llamaron una vez y hoy Yo estoy aquí entre ustedes para darles Mi Paz, Mi Consuelo y Mi Gracia, algo que se vive profundamente en el espíritu de cada ser.

Vengo a darles el descanso, la pacificación de la consciencia y la elevación del espíritu hacia el Gran Portal de Dios, a través de Mi Corazón Vivo.

Quiero que sientan en esta hora la oportunidad de amarme así como Yo los amo, más allá de la imperfección y del error.

Vean a vuestro alrededor en los ojos de sus hermanos el brillo de Mi Espíritu, por las almas que se redimieron por solo decirme "sí". Y es así que aquí Yo estoy para bendecirlos.

Recemos al Padre para que México no pierda la paz y no sea conquistado por las ideas de los hombres tenebrosos.

Es así que primero viene Mi Divina Misericordia para impedir el caos y establecer la paz en todos los corazones que se abren para recibir Mi Luz y Mi Amor. Esto impedirá el desajuste del planeta.

Los invito a vivir los cambios en pacificación. Confíen en lo que les decimos y nunca se desviarán de Mi camino.

Los invito a sentir las cosas en el amor, porque así estarán en la Verdad y sus corazones también serán vivos, vivos en la Fuente de Dios por medio de Su Gloria. Y Su Gloria estará en ustedes y en sus hermanos y Mi Reino cada vez más se aproximará para que Yo pueda retornar pronto y poner fin a muchas cosas.

Quiero que sean felices por estar Conmigo y que ofrezcan cada pequeño sacrificio por la humanidad, para que muchos más que ustedes sean beneficiados por Mi última expiación, que preparará a una parte de la humanidad para Mi segunda venida, cumpliendo así las profecías de Juan.

Sabemos que ese momento se acerca inesperadamente. No se olviden de estar en vigilia. Aléjense de la distracción y no perderán la sabiduría. Los tiempos exigen concentración y vigilancia, para que todos puedan estar resguardados en Mi Espíritu, y a pesar de lo que suceda, sepan qué hacer y dónde estar.

Cuando todo suceda no tengan miedo ni piensen en lo que sucederá. Vivan en Mí y podrán estar en el eterno presente y así actuarán según la Voluntad de Dios, que es simple y amorosa.

Ahora quiero ver en sus rostros una sonrisa por volver a encontrarme y persistir; porque en la persistencia encuentra el triunfo el Plan del Amor en cada una de las almas.

Celebremos esta Comunión en unión a todos los hermanos del planeta, a todos los orantes y espejos que reflejan el Amor de Mi Corazón al mundo.

Sonrían, sonrían a Dios. Él también debe ser consolado por Sus hijos, así Él les derramará la Fuente de Su Providencia y de toda Su Gracia, y muchas almas más serán tocadas por este impulso de Luz.

Ahora adoren Mi Corazón cantándome “Vine a adorarte”.

Y como hace dos mil años, vuelvo a repetir:

 

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán Misericordia.

Bienaventurados los mansos de corazón, porque heredarán la tierra prometida.

Bienaventurados los humildes de corazón, porque siempre encontrarán la paz.

Bienaventurados los simples de espíritu, porque siempre verán a Dios.

Bienaventurados los que Me viven, porque siempre Me encontrarán.

Bienaventurados los que Me adoran en el Santísimo Sacramento,
porque los esperaré en el Reino de Dios para llevarlos Conmigo a la Eternidad.

 

Les agradezco por haberme recibido, por haberme escuchado y por haberme sentido por tan solo un minuto, por haberme alabado, por haberme honrado, porque todo no llegará para Mí sino para el Creador, que es quien los ama desde el principio hasta el fin. Desde lo más pequeño de ustedes hasta lo más grande, Él lo ama todo, porque en Su Amor está la paz y su bendición.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Que la paz esté en ustedes y sean la paz para el mundo.

Sigan cantando.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE MANAGUA, NICARAGUA, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Con toda la dulzura de Mi Corazón, llego a su encuentro para traerles nuevamente la paz, la paz que es perpetua en el Corazón de Dios y de todo Su Reino universal.

Abriendo las puertas hacia ese Reino, hoy los coloco a todos en Mis brazos, así como coloqué al Niño Jesús y a cada uno de los apóstoles cuando ellos dudaron de la verdadera existencia de Cristo en la Tierra.

Queridos hijos, así Yo fortalezco su apostolado, su misión personal y grupal en el fin de los tiempos, ante el Corazón del Padre Celestial. De esta forma, Yo les traigo Mis códigos de Luz, para que sus corazones los puedan recibir, los puedan guardar en su interior, y ellos sean llamas que puedan perpetuarse en el mundo, en este tiempo de transición.

Con la alegría de sus corazones Yo puedo realizar Mis obras en el mundo y traer a Mis hijos el Espíritu Santo de Dios que los motivará a la transformación y a la redención de sus vidas.

Es por eso, queridos hijos, que hoy he venido aquí no solo para bendecirlos, para consagrarlos, sino también para agradecerles a todos ustedes y a todos sus hermanos, por estar cumpliendo esta segunda etapa de la sagrada Misión con los Mensajeros Divinos.

Ustedes no saben, queridos hijos, lo que significa para el Corazón del Padre guardar en Su interior el sentimiento de amor de todas Sus criaturas, sobre todo la perfecta adhesión a este propósito de traer la paz y el amor al mundo, para que estos atributos no se borren de los corazones inocentes y simples. 

Es a través de vuestra respuesta interior, queridos hijos, que Yo puedo concretar Mi Obra en Centroamérica y México y, en el futuro, en otros lugares en donde la necesidad planetaria es muy grave y muchas, muchísimas almas, así como los Reinos de la Naturaleza, necesitan de Mi intercesión celestial para estar preparados y prontos para el fin de los tiempos.

Es así que hoy uno Mi Rosario de Luz con sus rosarios, creando este puente de Luz hacia el Reino Celestial, haciéndoles vivificar los Códigos de Dios en lo profundo de sus almas para que, en este tiempo final, queridos hijos, ustedes puedan realizar su propósito que es el Santo Propósito de Dios en sus vidas, Su magnífica Voluntad de traer al planeta la infinita Fuente de Su Misericordia y hacerlos seres redimidos ante los Ojos de Mi amado Hijo Jesús.

Esto confirma aquí, en Nicaragua, queridos hijos, que esta tarea no es una emoción, sino una profunda devoción Conmigo, estableciendo así la comunión con Mi Corazón Inmaculado.

Así es que Yo les pido, queridos hijos, que sigan adelante; que profundicen en sus vidas el ejercicio de la oración del corazón para que muchas más almas puedan ser beneficiadas por esta Gracia que hoy les traigo para todos, una Gracia reparadora, curadora y redentora, en cada parte de sus seres y de sus moléculas. Es así que Yo enciendo en ustedes las células de Luz, las mismas células que Yo encendí en los apóstoles, preparándolos para predicar y vivir la Palabra de Dios.

Ustedes, Mis amados hijos de Nicaragua y del mundo, son los apóstoles del fin de los tiempos, los apóstoles de Cristo, el Redentor, que deben dar el ejemplo de la paz y del bien a todas las criaturas. Sírvanse del servicio que sus hermanos están realizando por Venezuela. Encuentren a través de ellos, el verdadero testimonio de la caridad.

Por eso quiero decir, queridos hijos, que hoy también estoy con todos ellos en esa sagrada misión. Y a través de sus corazones misioneros, Yo estoy aliviando a los corazones más sufridos, cerrando las heridas más grandes de la consciencia de la humanidad.

Esta obra del servicio por la paz, especialmente por Mi amada Venezuela, está abriendo las puertas para una inexplicable reconciliación. Esto significa, queridos hijos, que el santo Trono de Dios y todo Su poder celestial reabre las puertas a Venezuela, trayendo a través de Sus ángeles, de todos Sus santos y bienaventurados, la oportunidad única de la rehabilitación, liberando a las prisiones del caos y del sufrimiento, simplemente, queridos hijos, por servir, amar y dar caridad a los que más lo necesitan.

Es así que Yo los invito, hijos Míos, a abrazar este misterio de la caridad y del bien. Ustedes no saben, queridos hijos, cómo los Reinos de la Naturaleza también se benefician con estas cosas. Es así que hoy también los invito a ser guardianes y protectores de los Reinos de la Naturaleza, a cuidar de sus mares, florestas, de todo Reino vivo en cada nación, en cada pueblo y en cada ciudad.

Quiero que le den valor a estas cosas que son parte, desde el principio, de la Creación de Dios. Es de esa forma, queridos hijos, que hoy ustedes estando aquí, de corazón, Conmigo y con un profundo amor a Mi Corazón Inmaculado, que Yo puedo derramar Mis Gracias, que serán frutos en el futuro de las almas, en las naciones que más las necesitan. 

Centroamérica, a través de esta peregrinación y de la adhesión de todos Mis hijos en el mundo, especialmente por todas sus oraciones y súplicas, está recibiendo una inexplicable expiación que se produce, que se genera y que se realiza a través de Mi Inmaculado Corazón, trayéndoles a todos, la llama de la fe y de la esperanza.

Quiero, queridos hijos, estar más cerca de ustedes todos los días y que, desde Nicaragua, surjan fortalecidos grupos de oración, así como les pedí a los hermanos de Costa Rica que formaran grupos de oración, inspirados por Mis Mensajes de paz, por las Palabras redentoras de Cristo y de San José.

Quiero que vivan definitivamente en Nuestros Sagrados Corazones, que den el paso por toda la consciencia planetaria, que no se cansen de ser misioneros de la paz y de propagar esa paz hacia el mundo entero. 

Es a través de esta obra y especialmente, a través de las misiones, que la balanza del desequilibrio de la humanidad, milagrosamente se está equilibrando. ¿Ustedes saben lo que eso significa, Mis amados?

Muchas oraciones debieron ser escuchadas por el Propio Dios, para que Él pudiera permitir esta Gracia inexplicable para el mundo y para Centroamérica. 

Es que hoy, queridos hijos, por esta Gracia y este amor que nos reúne en Cristo, invito a que los Hijos de María que se consagrarán, se aproximen para que Yo pueda seguir compartiendo con ustedes Mi Amor y Mi Luz, a través de las palabras del Verbo Divino que hoy proclamo.

Yo le traigo al mundo, queridos hijos, la oportunidad de volver a amar, de perdonar, de reconciliarse con Dios y de formar parte definitivamente de Su Plan de Amor y de Redención.

Y antes de seguir hablando con ustedes, Mis amados hijos de Nicaragua, quisiera que le ofrecieran a Mi Corazón un cántico que une a todo lo que está separado. Que honraran, en devoción y en amor, a la Virgen de Guadalupe.

Los escucho.

Canción: “Madre y Reina de Guadalupe”.

Es así, queridos hijos, que Yo establezco en la Tierra el sagrado Universo de Dios, abriendo las puertas a la reconciliación entre los pueblos y entre las naciones del mundo; confiando absolutamente en que, en cada uno de ustedes, Mi Plan es el Plan de Mi Hijo, el Plan de Dios, vuestro Eterno Padre, que se podrá realizar en los más simples y puros, en los inocentes y libres de corazón.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

De esa forma les enseño a cómo liberar el pasado con la alegría del corazón, cómo liberar el dolor que permea la consciencia, de cada pueblo y de cada nación, con el simple amor de sus corazones.

Hoy, los congregué aquí no solo para trasformar sus vidas, no solo para redimir sus corazones, sino para que ustedes, hijos Míos, representando a toda la humanidad, representando a la consciencia de este planeta, puedan cambiar el destino incierto que esta Tierra viviría al no haber paz ni amor en el mundo.

Pedí que elevaran sus voces, para que elevaran también sus corazones, porque de esta forma abro los abismos, libero a las almas, inclusive a las más pecadoras que, al encontrar la Luz de Mi Inmaculado Corazón, se arrepienten del pasado. Y que, por la potestad de Dios, que Él concedió a Su Santa Sierva, Yo los redimo y los libero de la perdición para que, prestando un servicio Conmigo, equilibren sus deudas y vivan la redención.

De esa forma, hijos, hoy les pido que se confiesen Conmigo y, a través de Mí, que se confiesen con Dios; porque hoy les abro los portales hacia el Reino de los Cielos, les muestro los Altares celestiales para que coloquen allí sus faltas y pecados.

Arrepiéntanse, porque Yo los perdonaré. Arrepiéntanse, porque Yo los renovaré y los liberaré, para que puedan construir, en este país como en este planeta, una tierra redimida que viva la paz y la unión con Dios.

Les pido a todos los que Me escuchan que, con sus corazones rendidos ante el Padre Celestial, le pidan perdón en nombre de la humanidad, con la alegría de este pueblo tan simple.

Hijos Míos, vine a realizar esta redención de América, esta liberación que hace tanto tiempo este pueblo espera y que, por la apertura de sus corazones, hoy Yo comenzaré a concretar. Hoy, verán, en los ojos y en los corazones de Mis hijos, la concreción de sus esfuerzos, los méritos que generaron por cada ayuda que Me dieron para que Yo pudiera llegar aquí.

Hoy, vean Mi Luz, la Gracia y la Redención que hago descender de los Cielos; y agradezcan a Dios, hijos Míos, por ser participantes de Su Plan. 

La redención de este planeta es posible, la redención de sus almas ya está en acción. Multipliquen esta redención en los que no Me escuchan, vayan en auxilio de los que no Me siguen, oren por los que les cerrarán las puertas en sus rostros, oren por los que escupirán en el piso delante de ustedes por no creer en Dios, oren por los que los maldicen, clamen con la cabeza en el piso por sus enemigos, clamen por la redención de este planeta; porque de esta forma, hijos amados, Mi Plan triunfará.

Liberen de sus vidas el rencor, liberen de sus vidas el odio y la ira, vivan y establezcan la paz, reconcíliense en sus familias, reconcíliense con sus amigos, pidan perdón y perdonen a sus hermanos.

Y, de esta forma, hijos amados, anunciarán al mundo que es posible vivir el arquetipo divino expresado hace tanto tiempo por Mi amado Hijo Jesús.

Es hora de que despierten los Cristos del nuevo tiempo. Es hora de que sus almas despierten al compromiso que vinieron a cumplir con Dios. Por eso, están aquí; porque fueron llamados por Mí para que puedan decir sí al Corazón de Dios. 

Por eso, Yo los consagro y los bendigo no solo para transformarlos completamente, sino para que ustedes, hijos Míos, transformen a este mundo, transformen a esta nación, transformen a cada hogar de los que hoy Me escuchan; porque hoy Mi Gracia y Mi Divina Presencia llegan a todos sus hogares. Ábranme la puerta de sus casas, de sus corazones, porque Yo entraré todos los días a orar con ustedes por los Reinos y por las almas para que, un día, Mis amados, este planeta se pueda tornar sagrado, a lo que el Creador siempre aspiró. 

Y que, en el universo como en la Tierra, sus almas den testimonio de que el sacrificio de Cristo no fue en vano; y de que el sacrificio que cada uno de ustedes vivirá tampoco será en vano; porque de ellos, hijos Míos, nacerá la trascendencia de todo dolor, la liberación del cansancio de sus cuerpos, la transformación del sufrimiento en regocijo espiritual, la transformación de la tristeza y del padecimiento en la eterna alegría de ver triunfar el Plan Divino.

Vean hoy, Mis amados, en el Amor de Mis Palabras, en Mi Corazón expuesto ante sus corazones, que la Gracia de Dios es infinita y Su Amor es inconmensurable. Y que, con este mismo Amor, deben colmar sus espíritus para que, cada uno que se aproxima a ustedes, sienta la Presencia Divina y crea que es posible transformar la decadencia de este mundo y tornarlo sagrado frente a los Ojos de Dios. 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, Yo los consagro, los bendigo y los amo, como la Paloma Blanca de la Paz. 

Quiero, antes de irme de aquí, que Me canten como hicieron al principio, para que Yo pueda recoger el amor de sus corazones y derramarlo en donde más lo necesiten.

Es así, queridos hijos, que, por medio de su consagración a Mi Inmaculado Corazón, vuelvo a consagrar a Nicaragua a la Madre de Dios, la Reina de la Paz, a la Paloma Blanca que les trae el Mensaje de reconciliación y de redención.

Coloquen su mano izquierda sobre el corazón para confirmar esta consagración ante Mi Presencia, y alzando sus voces a través del canto, Yo los bendigo, queridos hijos, y les agradezco a todos por haber respondido una vez más a Mi llamado.

Ustedes no saben, queridos hijos, cuánto hoy los océanos se han aliviado y todo lo que está dentro de ellos.

Les agradezco en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Ahora, canten para que Me eleve al Cielo, con la alegría de sus corazones por Centroamérica.

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN JOSÉ, COSTA RICA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Por la Potestad y por la Maternidad que Dios Me concedió, vengo a su encuentro.

Por la Gracia y por la Divinidad que son parte de Mi Santo Espíritu, Yo los bendigo.

Por la Piedad y la Misericordia que habitan en Mi Corazón Inmaculado, Yo los acojo bajo Mi manto y los convido a despertar a Mi Plan de paz y de amor en la Tierra como en el Universo, por toda la Eternidad.

Hijos Amados, como Madre y Señora de la Creación, vine hasta este lugar para que desde aquí pudiera despertar en sus corazones la pureza que emana de los Reinos de la Naturaleza.

Vine para que con el auxilio de los Reinos, que son expresiones de la Consciencia Divina, la humanidad pueda despertar al espíritu de unidad de la paz.

La naturaleza en Costa Rica, hijos, no solo preserva en sí su belleza y su vida, como también preserva los principios divinos de unidad  y de pureza, que sustentan gran parte de Centroamérica.

Vine a este lugar para que comprendan el papel de cada Reino en el planeta; que al observar la naturaleza aquí preservada, los hombres sean tocados y llevados a reencontrar a Dios en su interior.

Vine porque, a pesar de toda la expresión divina que está al alcance de todos, la humanidad está distraída por los placeres y por las fuerzas capitales que obscurecen sus ojos y sus corazones, y no permite que vean la gran misión de los Reinos de la Naturaleza, no les permite cooperar ni aprender con esos Reinos.

Hijos Míos, Mi Corazón se coloca hoy, junto al Corazón de Mi Hijo y de San José Castísimo, bajo el gran Edén que aquí habita, resguardado por Dios. Y con Nuestros Corazones expuestos, despertamos al origen de la unidad entre toda la vida existente en la Tierra. Despertamos los registros más puros que la consciencia humana fue capaz de expresar, sobre todo en los pueblos originarios de América. Y es de esta forma que generamos el correcto equilibrio para curar el pasado.

Hoy bastará que abran sus corazones y se dispongan a recibir la pureza que Yo les traigo.

Hoy bastará que digan sí para expresar en sus vidas algo sublime y no retroceder más en esta escalada evolutiva, que tanto cuesta a la consciencia humana.

Hoy bastará, hijos, que observen a la naturaleza con el corazón y, en humildad, reconozcan que este mudo solo existe por el equilibrio generado por los Reinos.

Agradezcan a la Creación por haberles concedido la Gracia de cohabitar con los Reinos. Reconozcan que si ellos se sacrificaron a lo largo de la historia humana para sustentarlos y mantenerlos de pie, ahora llegó el momento de responder y con amor ofrecer un poco de sus vidas para generar la paz y equilibrar todo lo que los Reinos vivieron por ustedes, cuando en realidad debería ser el hombre que dé ejemplo en la evolución de la Tierra, pues es de sus corazones, hijos, que parte el amor que todo transforma.

Hoy agradezcan a los Reinos de la Naturaleza y dispónganse de corazón a comulgar con toda la vida. Como Madre de la Suprema Naturaleza, y como Rosa de la Paz, les revelo Mi presencia en todo lo que fue creado y les agradezco por cooperar con la vida en la Tierra, generando paz y preparando la consciencia planetaria para una nueva vida, una vida de unidad con Dios.

Yo los amo y nuevamente les agradezco por estar aquí y por abrirse de corazón para hacer triunfar Mi Amor en el mundo.

Yo los bendigo hoy y siempre,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN JOSÉ, COSTA RICA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La Libertadora del Amor

Queridos hijos de Costa Rica y de Centroamérica:

Su Madre Celeste viene hoy al encuentro de ustedes con la misión de proclamar la paz, en ustedes mismos y entre sus pueblos centroamericanos, para que así al fin se establezca un alto al conflicto y se siembre la paz en las naciones de esta región del planeta.

Con una mirada de misericordia, la Libertadora del Amor espera que Sus hijos de Centroamérica, mediante el perdón, disuelvan las heridas generadas por las diferentes guerrillas en los últimos cuarenta años de la historia.

La Señora Libertadora del Amor viene a Centroamérica para detener el castigo y el sufrimiento inolvidable que vivieron Mis hijos.

Solo a través de una justa causa de amor, es que la Señora Libertadora del Amor quiere poner fin a un pasado triste, que quedó grabado en los corazones que tuvieron que atravesar esos acontecimientos.

Ahora, con una mirada de esperanza verán en el horizonte el esperado auxilio del Cielo, que los encuentra abiertos de corazón para llevar adelante junto a su Madre Celeste esta misión de reconciliación y de paz.

Necesito, queridos hijos, que desaparezcan de su memoria todos los hechos que vivieron como pueblos y naciones.

Vengo en nombre de Mi Hijo para curar el dolor a través del amor infinito de Mi Corazón.

Por eso en este día, libres de todo lo que vivieron y unidos a Mí, profesemos nuestra filiación al Padre Celestial. Con Su Misericordia, y con caridad y amor, abran las puertas para que sus enemigos civiles puedan recibir la oportunidad de la libertad espiritual e interior.

Como Señora Libertadora del Amor, deseo que aprendan a vivir un estado de consciencia y de amor que nunca vivieron; por eso con toda la simplicidad del Corazón les enseño, Mis queridos hijos de Centroamérica, a poner fin a los hechos y a renacer en espíritu bajo la Gracia y la Reconciliación con Dios.

Quisiera, Mis queridos hijos, que con Mi visita a Centroamérica y México pudieran dar un paso definitivo y dejar atrás una historia de lucha y de poder que solo enferma al corazón bueno.

Hijos Míos, sé que para ustedes será muy esforzado poder desprenderse del pasado de sus pueblos. ¡No teman!, Yo soy la Libertadora del Amor, soy Aquella misma mujer de Nazaret que entregó a Su Amado Hijo por ustedes, para generar su salvación y su libertad de una milenaria prisión de errores humanos.

Queridos hijos, ese acto de perdón que hoy les pido que vivan, los llevará a encontrar la misericordia, y sus opositores de siempre también serán merecedores de una Gracia inexplicable, porque Mi Hijo Me ha pedido llamar a los peores y a los más imperfectos, porque en ellos reside Su Proyecto redentor para el fin de los tiempos.

Todo esto es posible simplemente a través del amor y de la paz, algo que espero que asuman porque viviendo estos atributos ayudarán mucho a sus naciones, para que sean liberadas del cautiverio en donde los hombres las han colocado.

Recuerden que soy la Señora Libertadora del Amor y que solo deseo lo mejor para sus vidas y para sus pueblos. Solo deseo que vivan la santa paz.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

En el nombre del Amor,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 40ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE SAN JOSÉ, COSTA RICA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En donde aparenta no suceder nada, acontecen muchas cosas en aquel que está unido a Mi Espíritu.

Es así que hoy vengo a unir los pueblos y las creencias bajo una misma espiritualidad, aquella que Yo enseñé en el pasado a Mis apóstoles y a Mis seguidores a través del Evangelio, la regla del Amor. Esta es la espiritualidad para estos tiempos.

Muchos podrán proclamar Mi Nombre, pero en verdad, no estaré en ellos.

Muchos realizarán obras a través de Mi Nombre, pero, en verdad, no estaré en ellos.

Es la esencia de Mi Amor que permite todas las cosas en este tiempo.

Por eso hoy les aproximo la Gracia de que ustedes estén en Mí, y Yo en ustedes. Es en esta simplicidad que siempre Yo los quiero ver, y no en la opulencia, ni en el poder.

Yo destierro con Mis Manos a los que dicen gobernar a través de Mi Nombre.

Yo vine a enseñar en el pasado para que aprendieran a amar, a perdonar y a comprender al semejante.

Yo vine a estar con todos, sin excepción. Me senté  a la mesa con los ricos, Me senté en el suelo con los pobres, conversé con prostitutas, convertí a los ateos y rescaté a aquellos que habían hecho adulterio, porque Yo vengo a ver en ustedes la esencia de sus almas, que es lo que no se puede perder y es lo que muchos están perdiendo en este tiempo.

Vengo a reconectarlos con el compromiso que hicieron Conmigo hace mucho tiempo atrás, del cual hoy no son conscientes, solo a través de Mi Gracia que los despierta hacia esa realidad. Por eso no teman, Yo estoy presente en aquellos que Me viven, en aquellos que Me predican de verdad, sin nada a cambio.

Yo vengo aquí, compañeros, para que ustedes recuperen la filiación con Mi Padre y no pierdan tiempo en las cosas falsas que promete el mundo. Mi verdadero Reino se encuentra en sus corazones y Yo podré estar en sus corazones cuando Me abran la puerta de sus almas; así, Yo podré purificar sus vidas y consciencias, y serán uno con Dios, y uno Conmigo para siempre.

Yo vengo a traer para ustedes la tabla de la salvación que muchos hoy no quieren vivir, porque no aceptan el arrepentimiento.

Muchas cosas sucederán en el mundo, aunque ustedes no lo puedan creer. Por eso los vengo a preparar en este ciclo como Mis nuevos apóstoles, para que puedan vivirme, para que puedan dar testimonio de Mí en cada rincón de este mundo.

Vengo así a renovar los Sacramentos, y a dar los sacramentos a aquellos que nunca los recibieron en sus vidas. El Sacramento es una oportunidad de purificación y de renovación, de santidad y de consagración de todos sus espíritus ante el Padre Celestial.

Están delante de un gran misterio a través de los Sacramentos; pero por más que no los comprendan, Yo les enseño a vivirlos en la simplicidad, porque cuando abran sus corazones podrán acontecer muchas cosas, y milagros inexplicables sucederán en cada una de sus vidas.

Después de tantos encuentros Conmigo, compañeros, están listos para poder soportar el fin de los tiempos, y aunque el cansancio sea grande, la victoria de Mi Corazón será más grande; cuando trabaja en las naciones del mundo, él viene a disipar las tinieblas de los corazones y de los pueblos, viene a abrir una puerta de luz donde no existe, una oportunidad única e inexplicable para todos. Por eso, Yo Soy el Sagrado y Bendito Corazón.

Es la esencia de Mi Corazón vivo la que permite todas estas cosas. Así, Yo les traigo la paz y la posibilidad de renovar la esperanza y de confirmar en cada una de sus vidas la vivencia de Mi Corazón en sus seres, porque será ese gran tesoro de Mi Corazón lo que los librará de todo mal y de toda tentación.

A través de Mis Palabras, que hoy les entrego con Amor, voy liberando las amarras de sus consciencias, desato los nudos de sus espíritus para que las puertas de la redención se puedan abrir sobre ustedes; es a través de esta causa que envío a Mis ángeles del Universo Celestial, para que no solamente sus vidas, sino también sus naciones puedan recibir la expiación de Mi Corazón y no pierdan esta oportunidad de poder volver a encontrarme en este tiempo de tribulación. 

Quiero de Costa Rica almas en oración por esta nación y por las naciones hermanas de Centroamérica, para que el equilibrio del Ecuador se mantenga dentro de este planeta en el lugar que le corresponde, y no en otro. 

Así les vengo a hablar de física y de ciencia verdadera, porque en la verdadera ciencia de Dios siempre está lo espiritual y lo inmaterial.

Si oran con devoción a Mi Corazón Sagrado, Costa Rica, a pesar de que vive de forma superficial, no tendrá las puertas cerradas a Mi Gracia y muchos más serán tocados por el impulso de su oración y de su sagrada invocación a Mi Nombre Glorioso.

Es así que los invito, amigos Míos, amigos Míos del pasado, a tener consciencia dentro de la consciencia para disipar la distracción y abrir los ojos hacia la verdad que vive el mundo, la verdad de su sufrimiento y de su dolor.

Quiero que sean almas conscientes, disponibles para Mi Servicio, para que Yo pueda obrar a través de sus vidas y corazones, y que hoy no solamente venga por ustedes, sino por todas las almas de Costa Rica que tanto necesitan de Mi Divina e Insondable Misericordia.

Les vengo a decir, amigos Míos, si en verdad no viven el amor, que Yo Soy esa Fuente de Amor para sus vidas que los puede aproximar a Dios por diferentes caminos;  es por eso, amigos Míos, que estoy uniendo las creencias y los pueblos bajo una misma espiritualidad; esta es la esencia de Mi Mensaje para este día.

Quiero de Centroamérica que no pierda su hermoso Edén. Mi Padre lo ha creado para que ustedes lo pudieran cuidar a través de sus generaciones y de todos sus pueblos. No dejen que esto se destruya, porque no tendrán dónde poder refugiarse cuando el planeta se mueva, así como está previsto, físicamente.

No les vengo a traer presión ni miedo, sino consciencia y verdad.

Yo Soy la Verdad viva para ustedes. Sus vidas pueden ser verdaderas cuando tan solamente Me busquen y estén en Mí.

He podido cumplir parte de Mi Obra en este lugar, con todas las oraciones de sus hermanos que Me acompañaron bajo el espíritu de la Divina Misericordia.

No saben qué alivio siente Mi Corazón por todos los orantes del mundo que oraron esta Maratón de una forma sincera y no mecánica, sintiendo la necesidad de la redención y de la intervención de Mi Fuente de la Misericordia, porque como les dije, la Justicia de Mi Padre llegará.

Solo quiero que todos se salven, así como Yo los salvé en la Cruz, donando cada parte de Mi Cuerpo y de Mi Espíritu, asumiendo los pecados del mundo hasta Mi última expiración. ¿Saben lo que eso significa, compañeros?

Recuérdenme en la Cruz no como un muerto, sino como el Hijo de Dios vivo, Aquel que hizo victoria a través de las vidas del mundo, cerrando las tinieblas y todos los infiernos.

Pero ahora el mundo se encuentra en una gran ignorancia e indiferencia. Muchísimas, pero muchísimas almas se preguntan por qué sufren en este tiempo y si será un castigo de Dios.

El que los ha creado a Su Imagen y Semejanza nunca podría castigarlos, porque no sería el Dios del Amor.

Él solo puede darles Su Justicia, no la justicia que hay en esta Tierra, sino la Justicia que hay en el Reino Celestial, y dentro de esa Justicia compañeros, está Mi Divina Misericordia.

¿Pueden comprender ahora la expansión de Mi Amor que es infinito, sublime e inmaterial? Es eso lo que no pueden perder.

Por eso los llamo a estar Conmigo en este ciclo, porque no podré estar mucho tiempo más con ustedes. Mi ciclo está finalizando y la humanidad deberá escuchar Mi Palabra. Deben ser difusores de este, Mi Mensaje  y de todo lo que he dicho, a través de estos años, para ustedes.

Deseo que cada una de Mis Palabras estén escritas en un libro, pues la humanidad debe recuperar su origen y leer como lee Dios y no con modernidades que afectan la evolución de los espíritus. ¿Ahora comprenden el hipnotismo global?

Vengo a dar para todos Mi Gracia. Por eso, si leen Mis Palabras en los libros, recuperarán su intimidad con Dios, sentirán la vibración de Mis Palabras escritas en el papel, y no en las pantallas.

Por eso uso estos medios de comunicación, cumpliendo la profecía que le di a un gran espíritu, a un gran servidor de Oriente.

Cumpliendo la profecía de ese sabio servidor, estoy cerrando un ciclo antes de que el mundo y la humanidad vivan su Juicio y la última trompeta de los ángeles de Dios resuene en el mundo.

No vengo para ser apocalíptico, sino verdadero en el Amor, y en la esencia del Espíritu.

Dichosos de los que comprenden más allá de lo que digo, porque las palabras habrán entrado en sus corazones y no en sus mentes, y no habré desperdiciado ni un gramo de energía, así como la desperdicia la humanidad todo el tiempo, creando confusión, error y guerras, por su verborragia.

Vivan en el silencio del Universo, miren a las estrellas durante la noche y pregúntenle al Padre: Adonai, ¿quién soy yo? Y así sentirán la paz, saldrán del caos y podrán estar unidos a Mí en oración y en vigilia.

Es así que los necesito para que Yo pueda terminar de realizar Mis Obras en América y más allá de ella.

Vengo a dejar para ustedes Mis más preciados tesoros espirituales, perlas preciosas de la vida inmaterial, de la vida espiritual y del Reino de Dios; aquellas mismas perlas que entregué en el pasado como Jesús de Nazaret.

Por eso, quiero que recuerden en este día de bendiciones un mensaje que se ha vuelto una canción para Mí, de parte de Mis hijas predilectas, que en el mundo hacen resonar Mi Mensaje a través de su voz y de la unión Conmigo.

Es a través de este canto que los bendeciré en este día, y todos estos elementos serán espíritus de Gracia para las almas y para los corazones más necesitados; porque cuando ustedes viven un Sacramento, recuerden que lo estarán haciendo por toda la humanidad que sufre las causas de sus propios males y de su desconexión con Dios.

Es esa Gracia de Dios la que Me permite estar aquí entre ustedes.

Y ahora, bendeciré mientras cantan el relato de Mi Vida.

Los amo y siempre los amaré.

Aunque algún día Me fallen, Mi Amor por ustedes es más grande que todo eso. Yo Amo al planeta, el Proyecto de Dios es esta humanidad que debe ser la nueva Jerusalén que brilla en este Universo, para siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 40ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE SAN JOSÉ, COSTA RICA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Padre Nuestro...

Vean cuántos ejércitos Me siguen y muchos no lo saben.

Esta es la verdadera presencia de Mi Reino en la Tierra; Reino que está unido a cada corazón orante. Y ese Reino se expande por el mundo en su universo invisible para revelarse a los simples de corazón.

Este es el Reino que Yo prometo para todos, el cual prometí una vez cuando estuve entre ustedes en Mi amada Tierra Santa, revelándoles el poder de Mi Evangelio, la Sagrada Palabra de Dios, que viene a redimirlos de tiempo en tiempo.

Hoy estoy con inmensa alegría en Costa Rica, porque los corazones Me escuchan, no por su cantidad sino por su espíritu, su espíritu simple que se une al Mío y trae así al Reino de Dios para un lugar tan necesitado de la presencia de la Santísima Trinidad.

Busquen a Dios en todo lo que existe, en todo lo que Él ha creado a través de la Naturaleza. Allí Yo también Me encuentro en silencio y en lo alto de los volcanes, contemplando a toda la población planetaria, esperando por su despertar, por su gran y último paso al camino de la Luz y del Perdón.

Vean entonces, compañeros, que Yo estoy en todos los lugares. He venido aquí para darles Mi Fuerza interior y Mi Amor, para resucitar a Centroamérica en su propósito y su misión espiritual con el fin de cumplir el Plan de Paz de Dios.

Únanse cada vez más y cumplirán este propósito que hoy les pido. Háganlo por todos sus hermanos, sus hermanos de todas las naciones de Centroamérica, que tanto necesitan de Mi Divina Misericordia para poder continuar adelante en este tiempo final que se aproxima.

La fuerza de su oración ha llegado más allá de Centroamérica, abrazó gran parte del planeta y muchas esencias condenadas se vieron beneficiadas. Y esto fue posible, compañeros, por su unidad con la Unidad de Dios, del Hijo y del Espíritu Santo, con cada uno de sus hermanos de las naciones que abrazaron fervorosamente el fuego de esta oración, cumpliendo así la tarea en este día.

Gran parte de Mis ejércitos está formado por los ángeles del Cielo, ángeles que los acompañan de tiempo en tiempo, de ciclo en ciclo para hacer madurar su evolución y su gran momento de despertar.

Quiero que tengan presente estas palabras, porque sus ángeles de la Guarda los esperan para mostrarles el camino hacia la Verdad, para fortalecer sus espíritus y para que encuentren la paz que debe ser irradiada a todo el planeta.

Hoy vengo aquí con la Gracia de Dios y de Su Santo Espíritu. Por medio de Mi Divina Misericordia traigo para todos la expiación, la santa absolución de cada una de sus vidas en este momento crucial del planeta, en donde muchas consciencias, muchísimas almas necesitan del perdón y de la liberación.

A través de este ejercicio espiritual, compañeros, y después de cuarenta encuentros consecutivos, ya están en otro punto de su despertar. Y a medida que fueron avanzando esos encuentros, muchas almas más fueron despertando a Mi llamado.

Eso significa que aún hay mucho por hacer, mucho por sacrificarse, sobre todo por entregar a Dios, cada uno en el grado de su consciencia y de su disponibilidad interior.

Es así que Yo vengo a darles Mi Mensaje de Paz para que lo hagan llegar a sus hermanos de camino, a sus familiares, a todo el pueblo, el pueblo de Dios, que debe retornar al camino de la esperanza y al camino del perdón, que muchos aún están buscando y no lo encuentran.

Por eso hoy, también de Brazos abiertos, como el Redentor les muestro Mi Sagrado Corazón, Mi Eterno Espíritu, para que lo abracen fuerte, interiormente, lo adopten en sus vidas como la única Llama, como el verdadero camino, como la esperanza para sus vidas y no otros espíritus.

Esos espíritus también deberán redimirse. Libérenlos, déjenlos de lado y sigan Mi Camino, porque Yo los confortaré y los liberaré de todo mal, sin dejar  atrás a ningún discípulo Mío, especialmente a aquellos que deben retornar a Mi Camino y que por un largo tiempo se olvidaron de Mí.

Vengo a recuperar en Centroamérica a Mis viejos amigos, aquellos que se comprometieron Conmigo a vivirme, a adorarme, a honrarme, a amarme, a buscarme por encima de todas las cosas, y, especialmente, a servirme en este tiempo final en esta Obra de Redención y de transformación de la consciencia.

Es así que Yo les abro las puertas para que vuelvan a ver la Luz, la Luz invisible de Dios que proviene de Su Espíritu, de lo más íntimo de su Corazón Sagrado. Les trae Su Misericordia a través de Su Hijo Amado, para que se puedan liberar y caminar libres en la Redención.

Hoy, lanzo las redes de Luz para que muchas más almas puedan retornar a Mi Corazón.

Hoy, vengo como el Pescador de Hombres, una vez más, buscando a los que están perdidos, a los que no encuentran el camino, a los que hasta ahora no han visto la salida ante tanta oscuridad.

Y Yo los bendigo, compañeros. Los impulso a seguirme en la fe y en el amor, confirmando en sus vidas que si Yo estoy en ustedes, ustedes estarán en Mí y todo siempre estará bien y a nada deberán temer, porque estarán Conmigo y Yo estaré con ustedes en vigilia y oración.

Vengo a retirar del sueño a muchas consciencias. Pero eso lo verán de tiempo en tiempo, porque esas almas deben aprender a conocerme, deben aprender a encontrar el camino a través de la semilla de Luz que hoy vuelvo a sembrar en sus corazones, para que alcancen la paz de vivir en Dios y en Su Divino Reino.

No pierdan de vista estos momentos.

Y vuelvo a decirles, compañeros: sientan la fuerza de Mi liberación sustentada por todo el Universo, por sus Leyes Divinas que vienen a intentar reformar sus vidas en espíritus consagrados a Dios y a Su Santo Propósito.

También les traigo Mi alegría, por la alegría que Me han transmitido en este día; la sana alegría del corazón que cura y redime a las almas y a gran parte del planeta, porque la alegría es la flor del Amor, y el Amor los llevará a la Unidad con Dios, con toda Su Consciencia.

Comprendan este misterio de una forma simple. La alegría los llevará a la paz y la paz podrá estar en todos, especialmente en los que más la necesitan.

Guarden la paz como un gran tesoro para estos tiempos. Que nada los inquiete ni los incomode.

Ofrezcan cada desafío como una oportunidad de humillación y de redención, sin perder nada y ni buscar nada a cambio.

Y ahora les muestro las llagas de Mis Manos, cómo por milímetros ellas se cicatrizan al sentir el amor de todos Mis compañeros, de los que buscan la trascendencia, la perseverancia, la fe inquebrantable, la devoción, la paz, la vivencia de Mi Divina Misericordia.

Vean cómo la luz de sus oraciones cicatriza Mis Llagas trayendo el alivio a Mi Corazón al ver los horrores del mundo y los pecados de la humanidad.

Adoren este momento, contemplen Mi Corazón y vívanlo en este último momento, en donde Mi Gracia todo lo permite y Mi Misericordia todo lo impulsa, para que estén en el Reino de Dios.

Cada vez que vivan una prueba o enfrenten una dificultad o enfermedad, recuerden este momento en donde Mis Llagas son cicatrizadas por la luz de sus oraciones y a través de este ejemplo, de este símbolo de santidad, fortalézcanse y no se permitan caer, porque Mi ofrenda siempre será levantarlos del suelo para que Me vivan, para que Me miren a los Ojos sin vergüenza, sin temor, no importando lo que suceda, contemplando el Amor que Mi mirar expresa por todas las almas.

Y así, con Mis ángeles, santos y bienaventurados que hoy ayudan a Costa Rica y Centroamérica, entramos en comunión, en unión de espíritus, de esencias y de almas, con el único y poderoso Dios que les da la vida eterna.

Vengo a consagrar especialmente todo lo que Me han traído al altar, porque he visto en este día los corazones sinceros, orando por la justa causa que Yo les he transmitido en el mensaje para esta Maratón.

Comprendan Mis Palabras con simplicidad y así las podrán vivir, una a una.

Los objetos sagrados son símbolo de redención para las almas y motivo para encender el espíritu en profunda devoción.

Es así que hoy también los sacramentaré a cada uno de ustedes, a través del oficio sagrado del sacerdocio, por medio de los Sacramentos que Yo instituí en el pasado, como el legado interior para las almas y para todas las consciencias que se quieran unir a Mí en los Dones del Espíritu Santo.

Hoy veo que están viviendo el Don del Temor de Dios. Para Mí eso es increíble, sobre todo en este tiempo en donde la humanidad está muy distraída; eso no Me hace bajar los brazos, porque si cargué la Cruz por ustedes, ustedes Conmigo y Yo con ustedes podremos cargar la cruz de este planeta para alcanzar la Redención.

Ofrézcanse a vivir este sacrificio por el triunfo de los Tres Sagrados Corazones en toda América y el mundo.

 

Adonai, Misericordia, Misericordia, Misericordia
Redención, Redención, Redención para este planeta. Amén. (x 6 veces)

 

Y antes de consagrar todos los elementos, quiero que se tomen de las manos para implorar Conmigo a Dios.

Sintiendo sus corazones sinceros, nos unimos en la paz y trabajamos por la paz para los lugares que más la necesitan, en donde el caos reina y hace temblar más corazones.

 

Adonai, Padre-Madre Creador, única existencia entre todo lo creado,
Espíritu Omnipresente y Omnipotente, vivencia de lo Sagrado y de lo Eterno,
desciende con toda Tu Luz Universal y que Tus ángeles abran las puertas
para que desciendan los Padres de la Creación.

Que los doce arcángeles ayuden en la Redención de las consciencias,
en la Liberación de los pecadores.

No te olvides, Santo Padre, de ninguna esencia creada.

Somos semejantes a Tu Faz. Fuimos creados a Tu Imagen.
Estamos fecundados por Tu Divino Espíritu.

Cierra los infiernos que se han abierto y redime
a aquel que se ha caído y que ha creado todo el mal.

Disipa las dudas de todas las mentes.
Que el poder de Tu Amor penetre en lo íntimo de los espíritus,
para que así se establezca el Poder de Tu Unidad y
de Tu infinito Amor, por los siglos que vendrán. Amén.

 

Lleven las manos al corazón y ahora canten al corazón sincero, porque es este corazón que Me acompañará hasta los últimos días de la Tierra y verá en el horizonte la aproximación de Mi Reino y de Mi Gloria estableciendo los mil años de paz.

Les agradezco por acompañarme en este día en cada rincón de este planeta.

Sigamos orando, proclamando el corazón sincero. Es ese corazón que los unirá a todos, los liberará de la indiferencia.

Que así sea.

En nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN JOSÉ, COSTA RICA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Los siento dignos hijos de Dios cuando oran de corazón a Mi Hijo, así como lo hicieron hoy. Esto representa para el Padre la evidencia de que aún no está todo perdido.

Es por eso que todos los días les enseño a orar a Dios y a conversar con Él para que, cuando lleguen estos momentos de oración y de compartir la tarea espiritual, avancen dando pasos significativos.

Yo estoy a su lado para impulsarlos a vivir el Plan de Dios y para que lo cumplan de corazón y por toda la humanidad.

Cuando todos los días se unen a este Propósito, permitirán que la Divina Gracia llegue a muchas consciencias, Gracia que no merecerían.

Es de esa forma, queridos hijos, que el grave destino de la humanidad se modifica un poco, cada vez que una consciencia da un nuevo paso y asume vivir la oración del corazón.

Y es en esta Maratón de la Divina Misericordia, y especialmente en Centroamérica, que esta sagrada oportunidad es entregada a todos.

Con un espíritu de fe y plenos de gratitud, continúen trabajando en esta meta, para que la santa expiación llegue más allá de Centroamérica y sean tocados más corazones dormidos.

Les agradezco por traer al mundo la sana alegría.

En reverencia y amor,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN JOSÉ, COSTA RICA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Con ambas cruces en Mis manos1, queridos hijos, hoy vengo para testimoniar la Presencia de Mi Hijo en los corazones que aún no lo viven.

Estas cruces representan la liberación de la ilusión humana y materialista, ellas son para cada uno el escudo protector contra toda adversidad y engaño.

Quiero y deseo que este símbolo de la cruz redentora de Cristo sea honrado y venerado en Centroamérica, para que esté más amparada y protegida de las tentaciones de Mi adversario.

Impongo sobre este lugar el símbolo espiritual de las cruces, para que la humanidad de esta parte del planeta no sea llevada a cometer grandes errores así como otras naciones hermanas hoy lo están viviendo.

Necesito que esa cruz luminosa sea el mayor tesoro para cada orante, que sea el imán celestial que atraiga los principios de la redención y de la liberación, para una humanidad corrompida y muy distanciada de la verdad.

Yo quiero Conmigo a cada uno de Mis hijos perdidos, para que en este ciclo la mayoría tenga la oportunidad de arrepentirse y de perdonar.

No saben, hijos Míos, cuánto sufre Mi Corazón al ver preciosas almas lejos de Dios.

Es hora de que hagamos algo por ellas, es por esa razón que Yo vengo a Centroamérica, para que Mis hijos Me puedan reencontrar a través de Mis queridos y devotos corazones simples.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Unida a esta Sagrada Misión,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

 

(1)  “María Santísima en este día vino con una cruz en cada mano”.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN JOSÉ, COSTA RICA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Primero vendrá Mi Amado Hijo para derramar la Misericordia que necesitan las almas más perdidas.

Después vendrá su Madre Celeste para reafirmar en este pueblo el Reino de Dios, y para que los buscadores y no buscadores de Mi Corazón por lo menos reciban la Gracia de la expiación final.

¿Por qué les digo esto?

Porque el tiempo de la definición ya está sucediendo, y Mis hijos más perdidos tendrán la oportunidad de no condenarse.

Es así que el Padre nos envía para auxiliar a Centroamérica y para que al menos una chispa de luz entre tantas tinieblas se pueda reencender y, en nombre de muchos, pueda alcanzar la redención.

Es por eso que la última hora del arrepentimiento se aproxima y a muchos de Mis hijos distraídos los tomará de sorpresa.

Venimos aquí para poder reparar algo a tiempo, la hora indica un rescate mayor y todo estará en juego.

Pero mientras sus corazones estén unidos al Mío nada les pasará, podrán estar delante del gran caos planetario y humano y Mi espada los defenderá.

Sean valientes y persistan, aún no saben cuánto estoy haciendo a través de los esfuerzos extremos de Mis servidores.

Le doy la bienvenida a una nación necesitada del verdadero y puro amor del corazón.

Estoy con ustedes siempre y los ayudo.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los reúne en el Señor,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE DE SAN PABLO, BRASIL, HACIA BOGOTÁ, COLOMBIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Paz, solo paz, así la paz se establecerá entre las naciones.

Por eso, hijos Míos, Yo visito a las naciones para derramarles Mi santa Paz, la Paz que brota de Mi Corazón y de Mi Alma, la que deseo que vivan a través de Mi Divina Consciencia.

Hoy les recuerdo esa divina Paz, porque Mis hijos de Centroamérica y de México la buscarán y también la proclamarán.

Sientan paz y serán instrumentos de paz en el mundo, eso traerá al mundo entero la armonía interior que tanto necesita.

Hoy observo su esfuerzo por estar siempre en Dios y ese esfuerzo es reconocido por Mi Inmaculado Corazón, porque a través del esfuerzo muchas almas, especialmente las que en este momento los rodean, son tocadas por Mi Gracia espiritual y por Mi Amor Maternal.

Queridos hijos, cuando toquen el suelo de cada nación, recuerden confirmar Mi Paz, porque así Yo podré dejar en cada alma Mi Luz Maternal.

Estoy feliz y rezo por esta peregrinación, que ya comenzó a obrar en los planos internos y espirituales; eso ayuda mucho a la consciencia de las naciones, en especial a las naciones que Yo visitaré.

Queridos hijos, nuevamente les dejo Mi Paz para que la vivan.

¡Adelante Mis pequeños!

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los acompaña siempre,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

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