Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Las almas llegan al mundo para servir, para crecer en espíritu, para vivir la transformación, para  multiplicar el Amor de Dios y aprender sobre este Amor.

Las almas llegan al mundo para experimentar el don de la vida, para comprender el por qué de la manifestación de la vida divina entre las dimensiones.

Las consciencias transitan por la vida sobre la Tierra, viviendo aprendizajes, cayendo y levantándose, viviendo Gracias y conflictos, miserias y misericordias.

Las almas pasan por el mundo, muchas veces confundidas, sin conocer el propósito de su existencia, pero en el final de la vida ese propósito les es revelado.

Las almas pueden vivir en la ignorancia, pero no dejan la vida en la ignorancia.

El Creador no permite que los ojos de Sus Hijos  permanezcan cerrados. Cuando su vida llega al fin, todo les es revelado. Es en esa hora que el corazón recibe la oportunidad de arrepentirse de sus pecados, de vivenciar el arrepentimiento verdadero que no comprendió durante toda su vida. Es en ese momento que las almas comprenden lo que es la gratitud, porque entienden por qué estuvieron en el mundo, para qué fueron enviadas a la Tierra.

Sin embargo, hijos, muchos piensan que es demasiado tarde, demasiado tarde para arrepentirse y hacerlo diferente, demasiado tarde para confesar sus pecados y recibir Misericordia, demasiado tarde para entregarse, porque tienen solamente un último suspiro para ofrecerle a Dios.

Pero Yo les digo que nunca será tarde para un arrepentimiento verdadero, nunca será tarde para una gratitud sincera, nunca será tarde para un pedido de Misericordia que surge de las entrañas, de lo  más profundo de la consciencia, de su llamada esencia.

Las almas que se llaman moribundas, que están en los últimos ciclos de su existencia, que dependen de los demás, que perdieron su autonomía y todo cuanto la humanidad cree que es lo más precioso en esta vida, la independencia, la falsa libertad, el falso poder, el amor propio, el orgullo; todo eso se desvanece cuando el cuerpo se encuentra frágil y la consciencia despierta.

Sin embargo, hijos, es entonces cuando las almas aprenden el significado de la entrega y les conceden a otros la oportunidad de aprender a servir, de reflexionar sobre la fragilidad de la vida, de reflexionar sobre el sufrimiento, la soledad, el vacío y la verdadera fe.

Las almas, en el final  de sus vidas, prestan un gran servicio y también viven un gran aprendizaje. Por eso, reverencien este momento y no quieran terminarlo en el tiempo de los hombres; dejen que él suceda en el Tiempo de Dios. Todo tiene una razón y un motivo; todo tiene un propósito, un aprendizaje y una experiencia que los hace crecer.

Reverencien la vida hasta el último instante. Reverencien la Gracia de vivir; porque ya llegará el tiempo, el último suspiro, el último segundo, en el que podrán comprender todas las cosas. Hasta ese momento, solo confíen, ámense unos a otros, sírvanse mutuamente, aprendan de la paciencia, de la persistencia, de la entrega, de la humildad.

Los dones divinos no tienen una edad para crecer dentro del corazón. No existe un límite para la expansión de la consciencia, puede ocurrir en todas las situaciones de la vida. Por eso, no limiten, ustedes mismos, esa experiencia en la Tierra.

Que su camino sea siempre impregnado por la oración, por la paciencia y por el amor.

Que sus almas no se cansen de servir o de vivir, no importa si comprenden o no esta vida.

Ya llegará el tiempo, el último suspiro y el último segundo, en el que podrán comprenderla.

Hasta entonces, caminen incansablemente para multiplicar el Amor de Dios.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma devota y dispuesta a dar siempre más de sí a Dios, mientras oraba, le cuestionaba al Señor, diciéndole: “Señor, elevo mi voz a los Cielos y ruego por las almas que sufren, por los Reinos de la Naturaleza, por el planeta, por Tu Plan. ¿Qué más debo hacer para que esta oración verdaderamente llegue a Ti y genere méritos para la salvación y la redención del mundo?”.

Y el Señor le respondió: “Mientras oras, habla Conmigo, pronuncia cada palabra no solo para escuchar tu propia voz y sentir que estás cumpliendo con tu parte; ora, dejando que tu esencia Me mire a los Ojos, que tu corazón esté dentro del Mío y que tu verbo sea un eco en todo el Infinito, en toda la Creación.

Para orar así, hija amada, alma Mía, necesitas estar entera ante Mí, sin que te importen el tiempo, el cansancio, las sensaciones del cuerpo o aquellos que están a tu alrededor, si ellos se esfuerzan como tú lo haces o si duermen y se distraen con sus palabras. Que no te importe nada más que Mi Presencia y la imperiosa necesidad que el mundo tiene de oraciones sinceras y verdaderas.

Cuando cantes, que a tus oídos no le importe el sonido de tu voz, que a tu mente no le importe quién te está escuchando, sino que a tu corazón le importe afinar tu voz y estar ante Mí, cantándole con perfección a Aquel que es el Dueño de todo sonido, el Creador de cada nota, de cada tono, capaz de transformar tu vibración en Dones que se expanden por la Vida, transformando vidas. Así, alma pequeña, debe ser tu oración”.

Que este diálogo les enseñe, hijos, a profundizar cada día en sus oraciones. Que ellas sean sinceras y que lleguen a Dios.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el caos se expande y las comodidades humanas revelan su ilusión, las almas que se comprometieron con Cristo, desde el principio, miran sus propias vidas, buscan un sentido y no lo encuentran.

Cuando las falsas fortalezas humanas y todos los castillos construidos sobre la arena comienzan a ser derribados, las almas que se comprometieron con Cristo, desde el principio, miran a su alrededor buscando dónde sustentarse y no encuentran cómo hacerlo.

Es así que comienzan a mirar hacia el propio corazón, es así que sus ojos se dirigen hacia lo Alto y, en el propio interior, encuentran el silencio profundo de sus almas cansadas de vivir perdidas y vacías del verdadero propósito.

Y en el Corazón del Infinito, en el centro de la Creación, encuentran la Mirada luminosa de Dios, más radiante que mil soles, pleno de un Amor desconocido que las abraza, las ampara, las despierta y las conduce hacia el propósito de sus vidas. 

El Creador está llamando a las almas por su nombre, por su verdadero y primer nombre, para que despierten, porque no es en el mundo y en sus ilusiones en donde encontrarán el sentido y las respuestas para sus cuestiones más profundas. 

La vida humana, así como ella se manifiesta hoy, hijos, está perdiendo su sentido y solo revelará la fragilidad y la ignorancia del hombre cuando está separado de Dios y, en consecuencia, separado de sí mismo, de su verdad interior. 

No teman perder lo que ya se perdió, no teman soltar lo que ya cayó, no teman dejar morir lo que nunca tuvo vida, porque es cuando sueltan las ilusiones que encuentran la plenitud .

Y se preguntarán como estuvieron tanto tiempo prisioneros en rejas invisibles e irreales que con un soplo se desvanecen.

Las almas que escuchan la Voz de Dios que respondan a Su Llamado. Llegó el tiempo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que tus oraciones más sinceras no sean por ti, sino por el mundo.

Que el clamor que surge de tus entrañas no sea por ti, sino por las almas que padecen, por los que viven en guerras, por los que mueren en sufrimiento e injusticia, por los niños ultrajados, por los Reinos mutilados, por los enfermos solitarios, por los ancianos abandonados, por los que viven sin amor. 

Que tus oraciones más sinceras no sean por ti, sino por el mundo, por la consciencia profunda del planeta en constante sufrimiento, por los que viven abusos y violencias, por los que no conocen la paz, por los perdidos en su propia ignorancia, por los que están ciegos en su propia ilusión, por los que callan sus almas para que hablen más alto los placeres del mundo, por los que se pierden en vicios y no encuentran la salida, por los que viven sin propósito y sin sentido, por los que se quitan la propia vida. 

Que tu oración más sincera no sea por ti, sino por el mundo, para que se cure y se restaure, para que retorne a Dios.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando Dios permite que la humanidad padezca ante los planes de Su enemigo, para que sus bases de arena se quiebren, tú, hijo, deja caer las frágiles y falsas moradas y entrega tu corazón a Dios para que Él construya tu fortaleza sobre la roca.

Cuando Dios permite que las almas débiles sucumban ante sus tentaciones y fragilidades más humanas, dejándose vencer por el enemigo, tú, hijo, repara en tu vida todo lo que te distancia de Dios y cierra las puertas a la obscuridad que existe en lo profundo de tu consciencia humana.

Cuando ves que el mundo es frágil y que el mundo interior de los hombres no encuentra sustento en lo que antes lo mantenía de pie, revisa en tu interior en dónde está tu fortaleza, en qué se sustenta tu pobre alma, y coloca tu corazón en el punto correcto de unión con Cristo.

Que las debilidades de las almas o del mundo no sirvan para que te sientas mejor que los demás, para que levantes tu dedo para señalar los errores ajenos y para colocarte en un lugar al que no llegaste, de santidad, entrega y madurez interior.

Que las fragilidades humanas sean siempre un espejo para ti, en el cual te debes mirar todos los días para transformar lo que ves, para curar lo que está enfermo, para arrojar afuera lo que se pudrió y fortalecer lo que es puro de verdad.

Profundiza más y más en el Corazón de Cristo. Busca el camino seguro para estar en Dios.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que sus corazones estén siempre dispuestos a clamar por Misericordia.

Que sus bocas estén siempre dispuestas a proclamar la Divina Misericordia.

Que sus acciones estén siempre prontas para ser misericordiosas.

Que sus vidas sean reflejos de la acción de la Divina Misericordia.

Que, con amor, sus corazones estén siempre preparados para hacer que la Misericordia se expanda y llegue a más almas de este mundo.

Hoy, esta es Mi oración por ustedes. Que todos amen y conozcan la Divina Misericordia y, de esa forma, sean portadores de ella para el mundo.

Por eso, Yo los bendigo y los guardo en Mi Corazón, para que así crezcan en humildad, se fortalezcan en la oración y sirvan a este planeta a través de la vivencia constante de la Divina Misericordia.

Tienen Mi bendición para esto. 

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando tu corazón te duele y se llena de angustias, ve a los pies de la Cruz, toca con tus manos a los Pies de Tu Señor y permanece allí. 

Pon tus manos sobre las Manos de Cristo y comienza a sentir Sus Llagas. Cierra los ojos, permite que la memoria viva de Su Pasión te sea mostrada y permanece allí. 

Deja que tu silencio te conduzca al Corazón de Tu Señor y que tu oración silenciosa se convierta en una oferta de reparación.

Sentirás en tu pecho un dolor mayor que el tuyo. Ese es el dolor de Cristo, una gota del océano infinito que Él asumió para salvarte. Aprende así, hijo, a convertir tu pesar en oración, tu petición en una oferta y tu silencio en un bálsamo que acoge al Corazón de Tu Señor.

Tu angustia se hará pequeña delante de la angustia de Cristo por el mundo. Tu pesar desaparecerá dentro de Su pesar por las almas. 

Deja que tus lágrimas se conviertan en un puente para rescatar a aquellos que están perdidos. Ofrece tu silencio por los que no saben escuchar a Dios. Si no consigues orar deja que tu oración sea sostenida por las Manos de Cristo y, en un momento, percibirás que tus manos, que fueron a pedir, estarán allí para amparar y tu dolor se transformará en oferta. Buscando cura, repararás el Corazón de Dios. 

Tu llanto se unirá al océano de Su Gracia y, aun pensando que estabas allí para pedir, estarás sirviendo a este mundo. 

En este día de reparación, aprende en tu vida a hacer de todo una oportunidad para reparar el Corazón de Dios y aliviar el sufrimiento de las almas en este mundo. 

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo, 

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE ENTRE EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, Y LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ora por las almas que están dormidas y que, en su trayectoria por la Tierra, olvidaron el verdadero propósito de la vida.

Ora por los espíritus que deben aprender a dejarse amar por Dios para que, así, curen sus más profundas heridas.

Ora por los corazones que se deben renovar delante del Padre para que puedan estar abiertos a Sus Leyes, a Su Tiempo y a Su Verdad, cuando estos comiencen a mostrarse en la Tierra.

Ora por todos los seres que hoy viven en el mundo para que despierten a su misión mientras hay tiempo.

Ora por lo que ya despertaron pero que, ante los asedios y las ilusiones del mundo, necesitan protección y amparo espiritual para no perderse.

Ora, hijo, por todas las almas creadas por el Padre Celestial porque para cada una de ellas hay una Voluntad perfecta. En el interior de todos los seres habita el Propósito Divino que debe manifestarse a su tiempo.

Que todos los seres reciban una oportunidad de amar, de conocer el verdadero Amor y de renovarlo en su interior.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El tiempo de este mundo pasa, y en el Universo, el Tiempo de Dios se aproxima.

Los ciclos se van transformando, las leyes viven un intercambio entre sí para que los impulsos recibidos por la vida sean otros. 

Dentro de los seres, sus espíritus gritan, y aquellos que realizaron fuertes compromisos con Dios, ya no podrán permanecer en su ignorancia y en un común vivir en sus días. 

Los rayos que espiritualmente descienden de los Cielos mueven en las almas la necesidad de despertar, mueven en los que están despiertos la necesidad de madurar, y mueven en los que están maduros la necesidad de profundizar. Nada quedará como está. 

El Tiempo de Dios traerá inquietudes hacia todos los seres porque sus células cambiarán de vibración, sus esencias se aproximarán a su origen, sus espíritus verán en el horizonte la posibilidad de retornar a Dios. Todo los impulsará a la vida evolutiva. 

Escuchen la voz de sus corazones. Sepan responder a sus almas y, delante de un llamado divino, siempre digan sí.

Su Padre y Amigo, 

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA SAGRADA CASA DE MARÍA, MADRE PAULISTA, SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

A Mis pequeños y grandes hijos de África

Calmen sus pequeños corazones en Mi paterno y manso Corazón, para que Yo les devuelva la paz y la esperanza y así no se dejen desanimar por los desafíos de estos tiempos.

Los caminos de Dios son desconocidos y las formas como Él conduce este, Su Plan, siempre fueron incomprensibles para la humanidad.

El Padre Creador honra y ama los corazones pacíficos que no temen entregar la propia vida para establecer la paz, que no temen ir al encuentro del caos para manifestar la Verdad que habita en su interior.

Cada alma en esta Tierra tiene un aprendizaje único para vivir y ese aprendizaje tiene un tiempo y un lugar para cumplirse.

En este día, un hijo de Dios cumplió su ciclo y se adentró en otras escuelas en las que continuará aprendiendo sobre el amor y la paz.

Coloquen sus corazones solo en el Amor con el cual Dios acoge a Sus hijos y tengan la certeza de que un tiempo de mayor paz llegará para aquellos que, en vida, aspiraban a cumplir la Voluntad de Dios más allá de sus dificultades, más allá de sus sufrimientos y del peso que cargaban en su corazón por una historia milenaria de angustia y de dolor.

Hoy Mi Corazón se expresa, porque todos los días veo el esfuerzo de Mis pequeños hijos de África, los que, a pesar de todo, aman y sirven a Dios. Los méritos de este servicio tocan los Cielos y abren las puertas para que un hijo de Dios llegue al Padre.

No se entristezcan ni teman, este es el tiempo de la purificación de la Tierra, así como del corazón humano, y muchas pruebas aún están por venir; pero, si se mantienen fortalecidos en el amor y permeados por su aspiración de paz, siempre tendrán, como hoy, las puertas abiertas al Cielo.

Le dedico este mensaje a las almas que se esfuerzan por trascender la condición humana y transformar la historia de este mundo con su persistencia. Y, aunque sé que muchos no Me comprenderán, hablo por una Voluntad Divina, porque el Señor quiso darles a conocer Su Amor por los niños y los jóvenes de África, por los servidores y adultos que lo buscan.

El Señor quiso pronunciarse en la Voz de su Siervo humilde, porque, como Padre del servicio y de la caridad, vengo a amparar a los que sirven en este mundo, aunque no lo sepan.

Ustedes, Mis pequeños hijos, le sirven al mundo con su oración, le sirven al mundo estableciendo la paz, le sirven al mundo siendo firmes en su propósito de curar el corazón humano a través de su propio corazón, le sirven al mundo con la alegría que aún nace de sus espíritus, a pesar de tanto dolor que ya experimentaron, le sirven al mundo porque su amor y su esperanza tocan diariamente el Corazón de Dios.

Sus oraciones son escuchadas y hoy, no solo una, sino muchas almas llegaron al Cielo por los méritos de aquellos que partieron intentando establecer la paz.

Calmen sus corazones en la Paz del Creador y no desistan de servir, no desistan de sonreír y de orar, no desistan de perdonar y de curar sus corazones, porque los Cielos se abren con su esfuerzo y las Bendiciones del Padre descienden sobre el África y sobre el mundo entero.

Así como Dios, Yo los amo y los bendigo para que encuentren la paz y la esperanza.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hoy, contempla los Ojos de Dios que están puestos sobre el mundo. El Padre observa el desamor y la ignorancia de Sus hijos, pero, atravesando todo eso, Él toca con Su Mirada la más pura esencia de Sus criaturas.

Contempla los Ojos de Dios que están puestos sobre el mundo, esperando que las almas perciban el colapso de las naciones que anuncia el inicio de un ciclo definitivo para la humanidad. El Padre Creador aguarda que los ojos de Sus hijos también se eleven a los Cielos y, en una oración sincera, en su interior comprendan el verdadero sentido de la vida.

No busques afuera de ti el apoyo y el sustento para estos tiempos. Busca tu sustento, hijo, en la Mirada de Dios, mansa y piadosa, que llega a todos los rincones del mundo, impasible ante las atrocidades causadas por los hombres; porque el Padre, que todo lo ve, penetra mucho más allá de sus miserias y se mantiene firme en la verdad de los corazones.

Contempla los Ojos de Dios, fijos en la verdad que hay en el interior de los seres, y ve reflejado en ellos lo que realmente eres. Cuando buscas a Dios, te encuentras a ti mismo, encuentras a tu verdadero ser, encuentras lo que te hace semejante al Padre, encuentras el sentido de tu existencia. Por eso, hijo, en este ciclo de dudas y de confusiones en el que las almas caminan perdidas y sin dirección sobre el mundo, coloca tu mirada en la Mirada de Dios y, así como Él, mantén tu corazón en la Verdad.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Deja que tu alma y tu corazón sientan el dolor del Corazón de Dios por Sus hijos que se pierden en este mundo.

Deja que tus oraciones sean un bálsamo que repare el Corazón del Padre y que las lágrimas que caen de tus ojos, por la perdición y por la ignorancia de las almas, laven y curen las heridas de tu Creador.

Cada alma perdida es una llaga en el Corazón de Dios. Cada hijo Suyo que niega o que rechaza la posibilidad de aprender sobre el amor y superarse en el amor, es una herida que se abre en el Corazón del Padre, porque una parte de ese Santo Corazón es arrancado y colocado, por libre y espontánea voluntad, en los abismos oscuros de este mundo.

Ora, clama y deja que tu clamor sea como un aliento para Dios, porque tu oración se transforma en una luz que ilumina la mirada de los que están en la oscuridad para que puedan comprender sus errores y arrepentirse de ellos.

Ora por las almas que se arrepienten para que ellas reciban una oportunidad de salvación, y ora por los que están ciegos y que permanecen en el engaño, sin querer ver la luz.

Haz de tu oración un manantial de Misericordia y de reparación, porque cuando oras tú te unes al Padre y Él vierte Su Misericordia sobre el mundo.

Cuando la Misericordia toca a las almas perdidas, ellas retornan al Corazón de Dios y aquella parte que le faltaba comienza a repararse.

Por eso, ora hijo, ora, clama, ten sed y ansia de curar el Corazón de Dios, abriendo el camino para que las almas retornen a Él.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ama orar, no solo para pedirle algo a Dios, sino, sobre todo, para reparar Su Corazón.

Ama orar, no solo para elevarte hacia los Universos Superiores, sino para que, estando en las Alturas Celestiales, tú le ofrezcas reparación al Corazón del Padre.

Ama orar, no solo para construir en tu interior la santidad, sino, sobre todo, para consolar al Corazón de Dios.

Ama orar, no solo para sentir en tu corazón la paz, sino para ofrecerle paz al Corazón de Dios.

Ama orar, no solo para experimentar Amor, sino para que tu amor sea una esperanza para el Corazón de Dios.

Ama orar para reparar, consolar y traerle paz al Corazón de tu Padre y Señor.

Ama orar para clamar por las almas que, día a día, ultrajan al Creador con su ignorancia.

Vive para que no seas tú también un motivo que hiera el Corazón de Dios. Recuerda, a cada instante, los Ojos del Padre puestos sobre el mundo y cómo una simple y verdadera acción de amor puede consolar Su Corazón.

Ama, hijo, orar y vivir para ofrecerle a Dios una esperanza, la esperanza de renovarte en el Amor, la esperanza de triunfar con Su Proyecto Redentor, la esperanza de ver a Sus hijos retornar a Su puro y grandioso Corazón.

Que Dios no sea una realidad distante de ti. Descubre un Padre próximo y accesible a tu interior; un Padre que no solo tiene todo para darte, sino que también te espera en una oración sincera para que repares Su Corazón.

Contempla a un Dios silencioso y humilde, que se hace pequeño entre los hombres, dentro de sus corazones y que esconde Su Grandeza y Su Poder en lo oculto de los seres humanos, para darles una oportunidad de crecer y de descubrir el Amor por sí mismos.

Ama conocer a Dios, ama buscarlo y, por encima de todo, ama reparar Su Corazón.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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