Queridos hijos:
Yo soy quien une lo que está separado, dividido entre las consciencias. Yo uno las piezas del gran engranaje para que el Proyecto pueda funcionar. Por eso, quien invoca Mi Nombre recibe los dones de la Gracia que transforman la vida de todos los corazones.
Decídanse a buscarme, así Yo siempre los auxiliaré día y noche. No se desanimen por nada, la confianza de ustedes debe estar en el Señor.
Queridos hijos, Yo les traigo el espíritu de la reconciliación para que lo puedan vivir. Yo les entrego Mi Amor para que lo puedan multiplicar y repartir como esencia de vida. Yo los animo a alcanzar la trascendencia de sí, todos los días, a través del servicio y de la oración.
Unifíquense a través de Mi Sagrado Corazón. Vengo a darles a conocer el universo del Amor de Mi Hijo, en donde no existe separación ni rivalidades, solo existe Dios, Su Padre Celestial.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica con el universo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:Como vuestra Madre Auxiliadora, abro las puertas de Mi Corazón para acoger en estos tiempos a las almas perdidas por las ilusiones del mundo. Junto a Mi Hijo Jesús trabajamos por la redención de la humanidad y de todos los Reinos de la Naturaleza, los que en las últimas décadas fueron objeto de una manipulación desmedida que llevó al deterioro del espíritu de los Reinos.
Por eso Yo vengo como la Madre Auxiliadora, buscando que los corazones se arrepientan pronto y no pierdan tiempo en las cosas materiales. Muchos de Mis hijos en el mundo viven para sí y no viven para Dios y en sus vidas encuentran como resultado la soledad, el abandono y la falta de amor y de fe interior.
Pero Yo vengo del Cielo todos los días para enseñarles por última vez el camino de regreso hacia el Corazón del Padre Celestial. Es por esto que Mi obra final se apoyará en Mis discípulos e hijos consagrados a la Luz de Mi Inmaculado Corazón; será de esa forma que vuestra Madre Celeste hará el último intento de retirar del infierno de la Tierra a los que se sumergen día a día en el mar de la desesperación y del pecado.
Aquellos que vivan la oración estarán a salvo y sus casas se volverán semejantes al arca de Noé; así sus hogares serán templos vivos en medio de la tribulación que las almas viven, lejos de Dios y de Su Amor Eterno.
Yo los recibo a todos en Mi Corazón porque los amo. Mi obra finalizará cuando la mayoría haya encontrado el Reino de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva a la consciencia del despertar espiritual,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos,
Yo soy la Madre de todos los pueblos, de todas las razas, de todas las lenguas, de todos los seres. Toda la Creación de Dios proviene de Mi sagrado vientre materno. En Mí se gestan todas las criaturas; a través de Mí nacen y renacen los seres, los mundos, los universos. En Mi Corazón amparo y guardo mucho más que todas las almas; en Mi Corazón Inmaculado recibo y acojo a todas las criaturas de todos los reinos de este universo bendito y sagrado.
Mis amados, podrán preguntarse por qué tantas veces Me presento a ustedes y en Mis palabras digo quien soy. Digo estas cosas porque Dios Me pidió que la humanidad reconozca, en el final de los tiempos, la Fuente Creadora Femenina, el Materno Corazón de Dios que cuida todo lo que Él creó.
Tantas veces les dije “Yo soy”, porque la humanidad no Me conoce y por no conocerme verdaderamente, no Me busca y no procura Mi auxilio, ante todas las dificultades de la vida.
Mis queridos, Me presento a ustedes como la Madre de Cristo Jesús, porque así es. Mi Hijo es Omnipresente y está en todo. Su Consciencia Sacratísima hoy reina en toda la creación y, así como soy Su Madre, soy la Madre de todo lo que existe.
Les pido que reciban Mis palabras en vuestros corazones, porque solo allí podrán comprender lo que les digo. Aquel que no abra el corazón jamás podrá descubrir los misterios celestiales y aquel que no penetre esos misterios no podrá jamás encontrar la verdadera Fuente Universal que es la Consciencia de Dios Padre.
Mis palabras intentan conducirlos a la verdad, pero la humanidad está muy separada de la realidad superior y pocos se abren para profundizar en algo que no comprenden y que no aceptan, por estar tan distante de lo que viven en este mundo.
Mis amados, Mi presencia los invita a una total transformación de la vida y del corazón. Muchos no Me aceptan porque tienen miedo de perderse en la profundidad de Mis palabras y, hoy les digo, aquel que profundiza en la presencia de los Mensajeros Divinos y busca incansablemente comprender, sentir y vivir Nuestras palabras, no se reconocerá en poco tiempo y puede ser que no se encuentre como hoy es, porque dejará de vivir y de ser una ilusión, para expresar lo que es en esencia y en verdad.
Mis amados, les digo todo esto, porque a lo largo de toda la historia de la humanidad, Dios Me envió a la Tierra para conducir a los hombres, pero ahora, los campanarios celestiales están sonando y anunciando que el tiempo de vivir en la ilusión y en la ignorancia está terminando y Yo, como la Madre de todas las almas y de todos los seres que soy, decidí lanzarme a los abismos del planeta y entregar el Oro de la Verdad para aquellos que siempre se encontraron en la oscuridad de la ignorancia.
Y aunque sepa que muchos podrán cerrarme las puertas de su corazón para siempre, por no creer en lo que les digo o por no querer vivir la transformación para la cual los llamo, jamás desistiré, porque también sé que muchos Me entregarán la vida y harán de esta entrega el motivo de conversión y de despertar de muchas otras almas.
Quiero decirles en este día, Mis queridos, que no mediré esfuerzos para sacarlos del sueño en el que viven, que todo haré para verlos despiertos, conocedores de la Verdad y de la manifestación viva de la Voluntad de Dios.
Que Mis palabras hoy lleguen a lo profundo de vuestros corazones y los impulsen para dar un paso definitivo. Las almas esperan la definición de vuestros corazones para encontrar un ejemplo palpable que seguir.
Yo los amo y los espero atentos, vigilantes e incansables en esta larga trayectoria.
Paz para la humanidad.
Yo los bendigo.
Vuestra madre, María, Rosa de la Paz
Yo Soy la Madre y Señora que auxilia, junto a Su Hijo, a todos los cristianos y no cristianos.
Desciendo del Cielo para traer la Gracia y la Misericordia de Dios, porque es a estos Dones sagrados que las almas se deben aferrar.
Yo Soy la que auxilia en las pruebas y la que socorre en las dificultades. Soy la Madre Consoladora y Corredentora en quien las esencias encuentran el camino de la redención y de la paz.
Estoy presente en el mundo a través de los que Me invocan. Soy el Gran Espejo de la Justicia y de la intercesión para los corazones. Por medio de Mi Gracia las situaciones más difíciles se convierten cuando existe la aspiración sincera de querer cambiar.
Mi potestad y reino abrazan a muchas consciencias, porque en el plano espiritual Mis acciones son obras de Paz y de Amor.
Yo Soy María Auxiliadora, Señora que guía a los cristianos y ayuda en todas las causas imposibles, cuando existe la fe y la confianza en el Señor. Soy la Madre que lleva en brazos al Niño Rey, al Divino y Prodigioso Niño Jesús para que Él establezca la Voluntad de Dios en los corazones simples.
Quien recurre al Divino Niño recibirá la respuesta porque Su Pureza e Inocencia transformarán las causas más difíciles.
Yo Soy Vuestra Madre Auxiliadora, para que recuerden en estos tiempos Mi presencia universal.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, la Gloria de Dios esté en sus corazones, por intercesión de la Gracia Infinita del Padre y del Espíritu Santo.
Hoy, estoy con todos Mis queridos hijos del mundo entero, preparando a los peregrinos marianos y a los que aún deberán nacer a la consagración a Mi Inmaculado Corazón.
Hoy, vengo a su encuentro, queridos hijos, como la Madre María Auxiliadora, porque vengo en auxilio de todos Mis hijos cristianos y no cristianos, todos los que intentan unirse a Dios todos los días de la vida.
Así, queridos hijos, Yo Soy la Madre del mundo entero. Aquella que les trae Luz y Paz para consolar sus corazones y su dolor, y puedan renacer en Mi Hijo que los espera todos los días en la oración.
Queridos hijos, queridos hijos de Campinas, estoy agradecida por su respuesta infinita. Dios Me envió a ustedes, a través de la presencia del Amor Eterno, para que sus llamas internas se puedan reencender.
Queridos hijos, hoy también les digo que las oraciones fueron escuchadas por Dios.
Este es un momento de renovación de todos Mis hijos, renovación en la oración, en las familias, en las ciudades, en donde haya muchos hijos Míos que necesiten de la paz del corazón.
Queridos hijos, no teman purificarse en este tiempo. Abrácense fuertemente a Mi Corazón Materno y recen Conmigo por el mundo; pues, como en Medjugorje, Yo vengo a anunciar la paz tan necesaria para el mundo.
Queridos hijos, muchos hijos Míos viven la guerra interior y están disociados por no encontrar a Dios.
Necesito que sus caminos se amplíen a través de la oración del corazón. Así, el Sacratísimo Corazón de Jesús estará con ustedes, en la alegría y en el dolor, porque Él está presente en todos, queridos hijos. Él Me ofertó a ustedes desde hace mucho tiempo y, a través de los siglos, Mi Presencia está cerca del mundo, preparando la Venida de Mi Hijo para todos aquellos que lo quieran recibir en unidad, en humildad y encontrar en Mi Hijo, la Nueva Tierra Prometida, una Tierra que vivirá a través del corazón, de la paz y de la unidad con Dios.
Mientras gran parte del mundo sigue ofendiendo a Dios, Mi Corazón viene a disolver el mal, a curar los corazones heridos y a recordarles el compromiso que han hecho con la perpetua oración del corazón, con su unión interna con el Mensaje Divino que Yo les dicto en esta era, en este tiempo definitivo, como también Yo lo he hecho, a través de otras Apariciones, en otros siglos, en el mundo.
Pero ahora, queridos hijos, a partir de su consagración de corazón, el Espíritu Divino los asistirá. Por eso, es necesario perseverar en este tiempo, en el que la fe se apaga en los hombres por falta del amor y de oración.
Todas las ofertas son bien recibidas en estos tiempos: oraciones, ayunos, confesiones, Comunión con Mi Hijo, grupos de oración que puedan reencender lo que se está apagando en el mundo.
Queridos hijos, el Fuego Divino debe despertar a tiempo en sus corazones. Así, permitirán que sus familias se preparen para la Venida de Mi Hijo, que se anunciará al mundo de una forma que muchos desconocen.
Por eso, el camino de la oración constante es importante, queridos hijos. Yo Soy su Madre y vengo en auxilio de Mis hijos, para socorrerlos y aliviarlos, para que todos encuentren la paz que necesitan, paz que se está perdiendo en el mundo y que pocos hijos Míos están sustentando, con la oración, el ayuno y la confesión.
Los invito a renovarse a través de los Sacramentos. Consideren la Biblia como una señal vital para sus vidas, regocíjense en los Evangelios que Mi Hijo les entregó, saboreen la Palabra de Vida que los nutrirá y enciendan sus espíritus en Dios.
Queridos hijos, con Mi rosario en Mis Manos, hoy oro especialmente por todos ustedes, derramando Mis Gracias, auxilio, paz, cura universal y Mi Amor Inmaculado en todos los que lo necesitan.
Queridos hijos, nada está perdido, renazcan en Mi esperanza maternal.
Queridos hijos, ustedes son estrellas de Mi Inmaculado Corazón.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
En este día, congrego a sus pequeñas almas para despertar una pureza desconocida en sus corazones, pureza que duerme hace mucho tiempo en lo profundo de su interior.
A través de este despertar, hijos Míos, quiero formar, en esta ciudad, una cuna que reciba a la Nueva Humanidad, que el Niño nuevo nazca en cada uno de sus corazones, a través de la Buena Nueva que Mi Hijo trae día a día.
Hoy, Mis Pies se posan sobre esta ciudad para encender, en sus corazones, una devoción especial a Mi Corazón; porque, cuando oro desde los Cielos, veo una posibilidad de conversión en las almas, de crear a partir de sus seres un foco de salvación para Mis pequeños hijos, los que duermen en las ilusiones del mundo.
Hoy, solo les pido que vivan un poco más de paz, sobre todo en sus casas, en sus familias. Que, a través de la oración hecha con el corazón, puedan disolver los conflictos que existen en las familias, para que Mi Corazón y el Sagrado Corazón de Jesús puedan reinar en sus vidas y puedan ser ejemplos de fraternidad a través de sus corazones.
Queridos hijos, Mi Presencia trae un arquetipo simple para ser irradiado a sus corazones. Solo traigo la paz, la conversión, que es la unión profunda y perfecta con Dios, esa que Yo pude vivir en la Tierra, abriendo el camino para que hoy sus corazones puedan vivirla.
Oren, oren con profundo amor, con eterna devoción a Dios, porque una oración verdadera atrae, hacia esta Tierra, a los ángeles que los aguardan en el Cielo y que descienden con Gracias Benditas para transformar el mundo.
Hijos Míos, no espero que crean en Mis Palabras, espero solo que puedan experimentar la realidad de lo que hoy les digo. Si quieren una confirmación de Mi Presencia en el mundo, cumplan con Mis pedidos, sigan las instrucciones que les he traído a lo largo de los siglos y verán manifestarse en sus vidas la Gracia de Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, la vida es bella en Dios. Alégrense y sonrían, alivien su sufrimiento, revelen la verdadera sonrisa del espíritu.
Amados hijos, pequeños niños, futuros pastores de Cristo, vengan a Mis Brazos. No quiero llevar en Mis Brazos solo al Niño Jesús, quiero llevar también a la humanidad, a los corazones dispuestos a sentirme, a escucharme y a orar Conmigo por la conversión y la redención.
Hoy, queridos hijos, en esta noche, los invito a orar por las almas que aún no han despertado, principalmente por las que no escuchan Mi Mensaje, porque cierran el corazón a la Voz de Dios.
Oremos ahora, queridos hijos, la oración del Ángel de la Paz, aquella que les transmitió a los pastores santos de Fátima:
Oh, Mi Jesús,
perdónanos y líbranos del fuego del infierno,
lleva a las almas todas para el Cielo
y socorre, principalmente,
a las que más necesitan de Tu Misericordia.
Amén.
(siete veces, en portugués)
En cada nuevo amanecer, hijos Míos, busquen a la Estrella de la Mañana en el horizonte de su mundo. Ella siempre será el signo de Mi venida, junto a Jesús.
Les agradezco por responder a Mi llamado, en la alegría del Sagrado Corazón del Niño Jesús.
Hoy, Él los bendice y les recuerda que sean como niños para estar en Mis Brazos, así hallarán la pureza.
Les agradezco, Mis pequeños.
¡Gracias, Campinas, por responder a Mi llamado!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a cantar todos: “Inmaculado Corazón de María”.
Bien, y ahora vamos a compartir algunas cosas que Nuestra Señora nos dijo, antes de que nos transmitiera Sus Palabras.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Durante el Encuentro de Oración, fuimos muy bendecidos por los ángeles de la guarda de cada uno de los presentes, ángeles de la guarda que venían de diferentes Padres Creadores, de diferentes Arcángeles.
Ellos fueron preparando la tarea espiritual e interna para la llegada de Nuestra Madre. Podríamos decir, por lo que transmitieron los ángeles, que la mayoría de los presentes comulgaron de un Cáliz que cada uno de ellos llevaba en sus manos, y el Cáliz llevaba dentro de sí, diferentes líquidos, aguas de color más claras, más oscuras, o a veces de un color vino; era una Comunión que ellos estaban haciendo con nosotros, en reparación del Corazón de Nuestro Padre, decían ellos.
Después de que la mayoría comulgó de ese Cáliz, los ángeles se postraron en el suelo y comenzaron a orar por la humanidad, por este país.
Luego se retiraron, antes de la llegada de nuestra Madre y, para los que no saben, cuando llega Nuestra Señora aparece una Luz muy fuerte en la parte superior del planeta, en la atmósfera, como dijimos en otros momentos, como si fuera una tormenta de Luz que se aproxima poco a poco, a partir del momento en que nuestra hermana Piedad comienza a cantar el Ave María.
Así, se abre el Cielo y Nuestra Señora comienza a descender, como una gran esfera de Luz, a veces como un sol o como una estrella. Y cuando comienza a descender junto a Sus ángeles, Ella observa el lugar en donde va a descender. Ve con mucha claridad y con mucha transparencia nuestros mundos internos, ve la realidad de la ciudad donde nos encontramos y ve también la realidad de lo que sucede en el mundo entero.
Antes de que Ella pose aquí Sus Pies, como fue en este salón, Ella asiste también a diferentes situaciones en el mundo. Ella nos dice muchas veces que está irradiando Su Gracia, Su Gracia Espiritual sobre todos Sus hijos, en los planos internos, los que Ella llama almas.
Cuando Ella llegó hoy, como siempre que Ella llega, no sabíamos cómo iba a aparecer. Siempre nos revela algunos misterios que se guardan en el Cielo y que Ella, por Su tarea, los trae para que los podamos conocer.
Hoy, como nos dijo, llegó como la Madre Auxiliadora, como Ella se nombró, auxiliadora de los cristianos y de los no cristianos; hasta que, en un momento, nos llegó a decir la Madre de las Religiones, porque Ella ve en la humanidad que todos son Sus hijos. Según nuestra Madre, para Ella no hay diferencias, son todos iguales ante los Ojos del Padre.
Cuando llegó como María Auxiliadora, vestía una túnica blanca, un cinturón dorado, como el que aparece aquí en la imagen y un Manto celeste. Posaba Sus Pies sobre una nube y, mientras Ella hablaba, mantenía Sus Manos abiertas hacia abajo. Y, con ambas Manos, sustentaba el rosario, un gran rosario, que Ella utiliza para orar.
Y así, poco a poco, Ella fue introduciendo un pedacito del Cielo en nuestros seres. Y ese Cielo está presente detrás de Ella todo el tiempo, que podemos comprender como un espacio celeste en donde se escuchan siempre muchos cantos de los ángeles, en donde la Paz y el Amor se transmiten como energías.
Mientras Ella está presente, observándonos, también va recogiendo en Su Corazón las intenciones de cada uno y, como Madre Universal, Ella va escuchando a cada uno de nosotros.
Esos cantos que vienen del Cielo, que curan a nuestro corazón, que pacifican a nuestro ser, van siendo transmitidos hacia este plano. Y, en ese momento, cuando Nuestra Señora está presente, vivimos con Ella una comunión con lo Divino; algo que tal vez no se podría explicar con palabras, pero que podríamos decir que es como una sensación de recogimiento, de unidad perfecta entre todos nosotros.
Al final de la Aparición, cuando Ella se refirió a Su Hijo, apareció como María Auxiliadora, llevando en Sus Brazos al Niño Jesús, que resplandecía totalmente de energía y llevaba una corona dorada, transmitía una inmensa alegría y, con un gozo muy profundo, Él quería tomarnos por completo como si se quisiera caer de los Brazos de Su Madre para llegar más cerca nuestro.
Hermana Lucía de Jesús:
Algo que recordé es que, cuando Nuestra Señora vino, Ella llegó con mucha alegría, y nos mostró una ciudad de Campinas que no es esta que conocemos. Tanto los ambientes físicos como las personas eran resplandecientes y Ella nos explicó que estaba preparando esta ciudad desde hace mucho tiempo y que aquí, en esta ciudad, existe una devoción latente por Ella, que venía a despertar.
Ella sonreía mucho mientras hablaba de esta ciudad y decía que Dios tenía planes especiales para ella, como Ella dijo en un momento de la Aparición, que quería transformar esta ciudad en una cuna para la Nueva Humanidad, dependiendo solo de la apertura de nuestros corazones.
Y, mientras Nuestra Señora se elevaba, al final de la Aparición, dijo que retornaría a esta ciudad, pero no dijo cuándo.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ella me dijo lo mismo, que volvería en octubre, y no sabíamos.
Madre María Shimani de Montserrat:
Así que hay que prepararse porque Nuestra Señora quiere hacer algo en este lugar. Solo nos tenemos que abrir y atender a Su llamado, y Ella se ocupará de todo lo demás.
Así que nos volvemos a ver en octubre, preparen los corazones y traigan a alguien que necesite de Nuestra Señora.
Muchas gracias a todos y que Dios los bendiga.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más