Con el Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo expuesto sobre Mi Inmaculado Corazón, hoy su Madre Celeste celebra, con ustedes y con todos los orantes del mundo, la Fiesta del Sagrado Cuerpo de Cristo, en la que el Cielo ofrece una indulgencia a todos los que comulguen de este preciosísimo Cuerpo del Señor.
Es de esa forma, que la Comunión con Cristo debe ser considerada especial y célebre, ya que Mi amado Hijo estará concediendo, desde los Cielos, a quien comulgue con devoción, la Gracia de disolver cualquier falta, deuda o hecho cometido contra Su Sagrado e insondable Corazón.
Esa Gracia ganará más fuerza y amplitud en el interior si las almas adoraran este Sagrado Cuerpo Eucarístico durante unos minutos. Tan solo por colocar la mirada en el valor del Sagrado Cuerpo de Cristo, las almas equilibrarán sus errores y serán libres de todos ellos, los que las han llevado a apartarse del camino del amor.
Este acto, que puede ser ofrecido por cada alma, atraerá un caudal inagotable de Gracia sobre la humanidad y sobre todas las causas que generan la guerra, la muerte y la persecución de los cristianos y no cristianos.
La Gracia será para todos si la mayoría contemplara el Sagrado Cuerpo de Cristo, presente en la Eucaristía.
Les agradezco por adorar a Mi Hijo de corazón, porque eso hace expandir Su Misericordia por el mundo.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Ante el Venerable Corazón de San José, sus corazones se llenen de amor, para que por siempre reine la verdad y se liberen del sufrimiento pasado.
Queridos hijos, San José es el Padre de todas las esencias, y en sus esencias están la vida, el origen y el principio de todo.
Son sus esencias las que pueden cumplir el Propósito de Dios, porque a través de sus esencias se cumplen las metas de la Creación.
Necesito, queridos hijos, que sus esencias sean humildes y resplandecientes a los Ojos de Dios.
En sus esencias está la síntesis de su caminata por el Universo y por este planeta. Sus esencias pueden ser ese portal para que en el fin de los tiempos, las almas se sirvan de ellas.
En ustedes, queridos hijos, está ese potencial de poder amar cada día más. Necesito, hijos Míos, que sus mundos internos sirvan de alivio al gran dolor planetario.
Por medio del servicio, en las misiones humanitarias, se vuelve a escribir una historia de amor, de perdón y de misericordia.
Sean esencialmente el ejemplo que el Universo necesita, para poder llevar adelante esta última fase de la operación rescate en la humanidad.
Los Sagrados Corazones exponen Sus templos internos a todos, con el fin de que se aproximen al Reino de Dios, el que también habita en los mundos sublimes.
Abran los ojos a la verdadera realidad, porque así estarán en comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los ama infinitamente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Santa María, San José y el Niño Jesús.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy, estamos colocando al mundo, queridos hijos, ante la Fuente de Dios, desde donde surgieron Nuestros Sagrados Corazones para promover en el mundo la Paz y la Misericordia de Dios.
Hoy, veo a todos sus corazones y a los corazones de sus hermanos en el mundo como a esos nuevos pastores que, recibiendo el anuncio de la venida del Cristo interior, caminan al lado de los Mensajeros Celestiales para que se pueda cumplir en este planeta la gran promesa de los mil años de paz.
Es así, queridos hijos, que con el gozo del Espíritu Santo, hoy se presentan Nuestros Tres Sagrados Corazones para que, una vez más, las familias del mundo se puedan unir en el amor y en la fe, y así puedan terminar con la separación y la indiferencia que somete a muchas familias del mundo.
En verdad, les pregunto, queridos hijos, qué es lo que hoy celebra la humanidad, ¿el Nacimiento del Rey o la perdición de las almas?
Quiero que sientan en Mi Corazón la Luz Sacratísima de Mi amado Hijo. Hoy, lo traigo en Mis brazos como el pequeño Niño Jesús para que Él haga humildes sus corazones, para que Él haga pacíficas sus vidas y así se realice el Plan de Amor de Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de San José:
Queridos compañeros, siervos de Mi amado y pequeño Hijo, Mi Casto Corazón hoy resplandece mucho más que mil lirios, porque Mi Corazón Sagrado emana los aromas sutiles del Universo Celestial y, como Padre de las almas pobres y carentes, envío a Mis ángeles servidores para que recorran, en esta hora, los lugares más oscuros del mundo en donde las almas necesitan de la Luz de Dios y de la guía de Mi Casto Corazón para no caer en los errores de siempre.
A ustedes, queridos compañeros, siervos de la Sagrada Familia, les pido que celebren esta noche el Nacimiento de Jesús, recordando este importante acontecimiento en la humanidad, en el que un antes y un después fue vivido por esa raza más primitiva.
Quiero que, así como Mis ovejas, pastoreen por nuevos universos, en donde sus consciencias se puedan expandir un poco más, y la sagrada promesa de sus corazones de vivir en el Reino de Dios y de traerlo hacia la Tierra se pueda cumplir en la humanidad.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras del Niño Jesús:
Estoy en los brazos de Mi Santa Madre porque tengo en Mi Corazón a cada alma de esta humanidad que, por más que sean indiferentes a Mi Nacimiento, Yo conforto a todas las consciencias con los Rayos de Mi Misericordia y de Mi Gracia para que las almas renazcan en la vida espiritual y en la paz, que serán tan necesarias en estos tiempos en los que la humanidad se transformará fuertemente.
Como el pequeño Rey del Universo, abro Mis Brazos sobre el mundo y marco a esta consciencia del planeta con la señal luminosa de la cruz de Mi Corazón que, desde el principio de Mi Nacimiento en Nazaret y cuando Yo di Mis primeros pasos, Yo ya viví el sacrificio por cada uno de ustedes en Nazaret, aunque tuviera tan solo algunos meses de vida.
Vean así, Mis compañeros, cuán grande es la Misericordia de Dios por el mundo. Necesito que sus corazones, en esta noche en la que el orgullo y la vanidad florecen en el mundo, hagan pequeños sacrificios para que Mi pequeño Corazón de Niño y de Rey pueda ser aliviado por cada uno de ustedes.
Por eso, hemos venido, en esta noche especial, para anunciarle al mundo la Misericordia de Dios que todavía está disponible para aquellos corazones que la quieran buscar y vivir en estos tiempos.
Hoy, la Sagrada Familia de Nazaret intenta espejar sobre la humanidad el mismo principio de Su Concepción Divina. Es así, que desde lo alto del Monte Shasta, en donde brilla Mi Santo Grial, son irradiados los códigos de la paz para que las almas cumplan la promesa de esperar Mi segunda Venida al mundo.
Ahora, Nuestros Sagrados Corazones, a través de la Hermana Lucía, daremos más Palabras de Luz para el mundo, pero les pedimos que se conecten a este momento, en el que todos los ángeles del Cielo se postran ante la Sagrada Familia que irradia Su espíritu de humildad, de simplicidad, de caridad y de Amor para cada corazón que, no importando cómo esté y cómo sea, quiera recibir Nuestras Sagradas Presencias de Amor y Misericordia.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, con Nuestra Presencia, aquí en esta noche, vinimos a transformar, en esta humanidad, el sentido de la conmemoración de este día. Vinimos a recordarles a los corazones del mundo que Cristo no solo nació hace más de 2016 años; Él espera nacer, hijos Míos, todos los días y todos los años en el corazón de cada uno que se abre a Su nacimiento.
Vinimos a traer al mundo los principios de la Vida Crística que se expresaron en cada uno de Nuestros Sagrados Corazones.
De esa forma, hijos, traemos una última oportunidad a este mundo de expresar la familia universal, de vivir el verdadero Pensamiento Divino para el corazón humano. Eso no es difícil, está al alcance de cada uno de ustedes, porque solo vivimos en simplicidad, en amor y en devoción a Dios Altísimo.
Nuestros Sagrados Corazones, hijos Míos, solo se abrieron desde el principio de su existencia para responder al Llamado Divino; y cada uno de ustedes que escucha Mis Palabras y también los que no Me escuchan se abrieron para vivir este Principio Divino. Por eso, llegaron a este mundo para seguir el ejemplo del Hijo de Dios que se tornó carne en cuerpo, mente y alma para que sintieran la semejanza que hay entre el Creador y Sus criaturas.
Hoy, con Mi pequeño Hijo en los brazos, y contemplando el Santo Grial que contiene los códigos de Su Pasión y también de Su Vida, irradiamos a todo el planeta cada segundo de la existencia de la Sagrada Familia, para que este Espejo de Amor y Unidad con Dios haga despertar a los espejos de sus corazones y crear así, hijos Míos, en esta noche, una gran red de Luz para rescatar a aquellas almas de Mis pequeños hijos que están en el mundo, cegando sus ojos, sofocando sus almas con las ilusiones y distracciones de este mundo.
Les pido, hijos, que abran sus corazones en esta hora para que Mi Inmaculado Corazón, como el Gran Espejo Universal, despierte en sus espíritus el don de espejar la Voluntad Divina, para que en estos tiempos puedan reflejar junto a Mí los principios de una nueva vida.
Como Sagrada Familia, formamos un Gran Espejo de Luz y nos unimos a todos los espejos del Cosmos para atraer hacia la Tierra la gran oportunidad que los ayudará a superar los tiempos que vendrán y, más que eso, a vivir la Voluntad de Dios.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de San José:
Queridos hijos y compañeros de Mi Casto Corazón, más que palabras, en esta noche solo quisiera que sintieran Nuestra Presencia en sus espíritus, en sus corazones; porque de una forma simple, así como somos, quisiéramos despertarlos definitivamente para que aprendan a vivir el amor y la unidad con Dios, sin necesidad de experimentar el sufrimiento.
No es la Voluntad del Señor que Sus criaturas sufran, porque este planeta es el planeta del amor, pero depende de cada una de Sus criaturas las elecciones que harán de los aprendizajes que vivirán en este mundo.
Si aprendieran a renunciar, a rendir sus espíritus en los Altares Celestiales, colocando su cabeza en el piso, humildemente, sin necesidad de que las experiencias de la vida los quiebren por dentro; aprenderían, hijos Míos, cómo es simple, en verdad, llegar a Dios.
Deberían vencer sus resistencias, rindiéndose ante Dios, porque Él es el verdadero vencedor de este mundo y de todos los otros.
Dejen que Él los venza, que haga de sus vidas una gran victoria en todo el universo, en toda Creación.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras del Niño Jesús:
Queridos compañeros de Mi Sagrado Corazón, hoy vengo como niño, como un pequeño Hijo de Dios para que, con este ejemplo, comprendan que Dios se manifiesta en los pequeños de corazón, en aquellos que se abren para vivir la pureza y que como niños permiten que el Creador ingrese en lo más profundo de sus seres y los transforme en dignos hijos de Dios, así como Yo Soy.
Yo vengo, en esta noche, como un ejemplo para todos los corazones del mundo. Permitan que Yo nazca dentro de ustedes, porque para eso estoy aquí. Cuando retorne al mundo, quiero mirar a sus ojos y ver un espejo de Mi Presencia Divina. Quiero encontrarme dentro de ustedes y vivir la perfecta unidad que Mi Padre pensó desde el principio.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy, Mi Divino Hijo, en lo alto de este Altar, preciosamente realizado para Nuestros Sagrados Corazones con el esfuerzo de las manos que trabajan para construir el Plan evolutivo, consagrará el pan y el vino, celebrando esta Comunión con cada uno de sus corazones; en unión a los Tres Sagrados Corazones que, como una preciosa triangulación de Luz, se proyecta sobre sus cardíacos con el fin de expandir el Amor del Creador por el mundo.
Consagremos.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras del Niño Jesús:
Como un Sol que brilla en el universo, compañeros, Mi Corazón desciende a la Tierra en esta noche en la que las tinieblas son disipadas y los infiernos son cerrados por la oración de las almas de este planeta, por la confianza que cada corazón ha emitido en estos últimos nueve años a través de Nuestras Presencias, creyendo en Nuestras Presencias, Nuestra Presencia divina e inmaterial.
Hoy, poso Mis pequeñas Manos, las Manos del Niño Jesús, sobre estos elementos y, en los brazos de Mi Santa Madre y en la Presencia de San José, la Santísima Familia consagra estos elementos para que se puedan transformar en el Cuerpo de su Señor y en la Sangre de su Rey, dolorosamente derramada para la liberación de los pecados del mundo y de las maldades de la humanidad.
Bajo la señal de la cruz y la autoridad que el Padre Me concedió, Yo bendigo estos elementos para que las almas gocen en Mi Espíritu y en la Tierra se establezca la santa paz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ahora, llevamos al Cielo las súplicas de todos sus corazones, de los corazones del mundo que, a través de esta sagrada Vigilia de Oración, encendieron su Cristo interior para seguir adelante en este Plan de Redención, en este Plan de conversión y de rescate de la humanidad.
Nuestros Sagrados Corazones, bajo la bendición del Santo Espíritu, agradecen a todos por haber permitido que los Sagrados Corazones lleguen a los Estados Unidos, y también para que Ellos prosigan en esta divina misión a Oklahoma, Miami y Orlando.
Contamos con su colaboración, su colaboración interna, espiritual y material. Esto es muy importante para el Padre, especialmente para toda esta nación que tanto Nos necesita.
Agradecemos, y una buena Noche de Paz para todos los seres de buena voluntad.
Agradecemos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Queridos hermanos, los que están aquí presentes y los que nos acompañan a través de Misericordia María TV, con estas tan valiosas y simples Palabras de nuestros Mensajeros Divinos que, Noche Buena tras Noche Buena, aspiran a que nosotros encendamos nuestro Cristo interior y ese Cristo interior es el espacio de nuestra consciencia que esta indivisiblemente unido a Cristo Jesús. Es esa parte de nuestra consciencia que siempre aspira a estar en Cristo, y aspira a que Cristo viva dentro de nosotros, que guíe nuestra vida, todos nuestros sentimientos, nuestros pensamientos, para que nuestras vidas puedan ser un instrumento de Su Amor, de Su Sabiduría, de Su Paz; para que, día a día, podamos ir por el mundo, seguros del lugar en el que estamos dentro del Corazón de Dios. Ese es nuestro Cristo interior y eso es lo que Nuestro Señor intenta encender cada día.
Sobre todo, en estas Navidades, en las que muchas veces nos distraemos del verdadero Propósito de Dios. Los Mensajeros Divinos, en cada Navidad, fortalecen nuestra unión con Sus Corazones, intentan ingresar en nuestros hogares para traer esa paz y ese amor que siempre debería guiar nuestras vidas.
Nosotros aspiramos a que un poquito de esa paz y de ese amor haya podido ingresar a sus corazones, que hayan podido encender su Cristo interior y sepan que, viviendo ese Cristo interior encendido, nosotros podemos alcanzar también el Corazón de Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Santa María, San José y el Niño Jesús.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy, estamos colocando al mundo, queridos hijos, ante la Fuente de Dios, desde donde surgieron Nuestros Sagrados Corazones para promover en el mundo la Paz y la Misericordia de Dios.
Hoy, veo a todos sus corazones y a los corazones de sus hermanos en el mundo como a esos nuevos pastores que, recibiendo el anuncio de la venida del Cristo interior, caminan al lado de los Mensajeros Celestiales para que se pueda cumplir en este planeta la gran promesa de los mil años de paz.
Es así, queridos hijos, que con el gozo del Espíritu Santo, hoy se presentan Nuestros Tres Sagrados Corazones para que, una vez más, las familias del mundo se puedan unir en el amor y en la fe, y así puedan terminar con la separación y la indiferencia que somete a muchas familias del mundo.
En verdad, les pregunto, queridos hijos, qué es lo que hoy celebra la humanidad, ¿el Nacimiento del Rey o la perdición de las almas?
Quiero que sientan en Mi Corazón la Luz Sacratísima de Mi amado Hijo. Hoy, lo traigo en Mis brazos como el pequeño Niño Jesús para que Él haga humildes sus corazones, para que Él haga pacíficas sus vidas y así se realice el Plan de Amor de Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de San José:
Queridos compañeros, siervos de Mi amado y pequeño Hijo, Mi Casto Corazón hoy resplandece mucho más que mil lirios, porque Mi Corazón Sagrado emana los aromas sutiles del Universo Celestial y, como Padre de las almas pobres y carentes, envío a Mis ángeles servidores para que recorran, en esta hora, los lugares más oscuros del mundo en donde las almas necesitan de la Luz de Dios y de la guía de Mi Casto Corazón para no caer en los errores de siempre.
A ustedes, queridos compañeros, siervos de la Sagrada Familia, les pido que celebren esta noche el Nacimiento de Jesús, recordando este importante acontecimiento en la humanidad, en el que un antes y un después fue vivido por esa raza más primitiva.
Quiero que, así como Mis ovejas, pastoreen por nuevos universos, en donde sus consciencias se puedan expandir un poco más, y la sagrada promesa de sus corazones de vivir en el Reino de Dios y de traerlo hacia la Tierra se pueda cumplir en la humanidad.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras del Niño Jesús:
Estoy en los brazos de Mi Santa Madre porque tengo en Mi Corazón a cada alma de esta humanidad que, por más que sean indiferentes a Mi Nacimiento, Yo conforto a todas las consciencias con los Rayos de Mi Misericordia y de Mi Gracia para que las almas renazcan en la vida espiritual y en la paz, que serán tan necesarias en estos tiempos en los que la humanidad se transformará fuertemente.
Como el pequeño Rey del Universo, abro Mis Brazos sobre el mundo y marco a esta consciencia del planeta con la señal luminosa de la cruz de Mi Corazón que, desde el principio de Mi Nacimiento en Nazaret y cuando Yo di Mis primeros pasos, Yo ya viví el sacrificio por cada uno de ustedes en Nazaret, aunque tuviera tan solo algunos meses de vida.
Vean así, Mis compañeros, cuán grande es la Misericordia de Dios por el mundo. Necesito que sus corazones, en esta noche en la que el orgullo y la vanidad florecen en el mundo, hagan pequeños sacrificios para que Mi pequeño Corazón de Niño y de Rey pueda ser aliviado por cada uno de ustedes.
Por eso, hemos venido, en esta noche especial, para anunciarle al mundo la Misericordia de Dios que todavía está disponible para aquellos corazones que la quieran buscar y vivir en estos tiempos.
Hoy, la Sagrada Familia de Nazaret intenta espejar sobre la humanidad el mismo principio de Su Concepción Divina. Es así, que desde lo alto del Monte Shasta, en donde brilla Mi Santo Grial, son irradiados los códigos de la paz para que las almas cumplan la promesa de esperar Mi segunda Venida al mundo.
Ahora, Nuestros Sagrados Corazones, a través de la Hermana Lucía, daremos más Palabras de Luz para el mundo, pero les pedimos que se conecten a este momento, en el que todos los ángeles del Cielo se postran ante la Sagrada Familia que irradia Su espíritu de humildad, de simplicidad, de caridad y de Amor para cada corazón que, no importando cómo esté y cómo sea, quiera recibir Nuestras Sagradas Presencias de Amor y Misericordia.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, con Nuestra Presencia, aquí en esta noche, vinimos a transformar, en esta humanidad, el sentido de la conmemoración de este día. Vinimos a recordarles a los corazones del mundo que Cristo no solo nació hace más de 2016 años; Él espera nacer, hijos Míos, todos los días y todos los años en el corazón de cada uno que se abre a Su nacimiento.
Vinimos a traer al mundo los principios de la Vida Crística que se expresaron en cada uno de Nuestros Sagrados Corazones.
De esa forma, hijos, traemos una última oportunidad a este mundo de expresar la familia universal, de vivir el verdadero Pensamiento Divino para el corazón humano. Eso no es difícil, está al alcance de cada uno de ustedes, porque solo vivimos en simplicidad, en amor y en devoción a Dios Altísimo.
Nuestros Sagrados Corazones, hijos Míos, solo se abrieron desde el principio de su existencia para responder al Llamado Divino; y cada uno de ustedes que escucha Mis Palabras y también los que no Me escuchan se abrieron para vivir este Principio Divino. Por eso, llegaron a este mundo para seguir el ejemplo del Hijo de Dios que se tornó carne en cuerpo, mente y alma para que sintieran la semejanza que hay entre el Creador y Sus criaturas.
Hoy, con Mi pequeño Hijo en los brazos, y contemplando el Santo Grial que contiene los códigos de Su Pasión y también de Su Vida, irradiamos a todo el planeta cada segundo de la existencia de la Sagrada Familia, para que este Espejo de Amor y Unidad con Dios haga despertar a los espejos de sus corazones y crear así, hijos Míos, en esta noche, una gran red de Luz para rescatar a aquellas almas de Mis pequeños hijos que están en el mundo, cegando sus ojos, sofocando sus almas con las ilusiones y distracciones de este mundo.
Les pido, hijos, que abran sus corazones en esta hora para que Mi Inmaculado Corazón, como el Gran Espejo Universal, despierte en sus espíritus el don de espejar la Voluntad Divina, para que en estos tiempos puedan reflejar junto a Mí los principios de una nueva vida.
Como Sagrada Familia, formamos un Gran Espejo de Luz y nos unimos a todos los espejos del Cosmos para atraer hacia la Tierra la gran oportunidad que los ayudará a superar los tiempos que vendrán y, más que eso, a vivir la Voluntad de Dios.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de San José:
Queridos hijos y compañeros de Mi Casto Corazón, más que palabras, en esta noche solo quisiera que sintieran Nuestra Presencia en sus espíritus, en sus corazones; porque de una forma simple, así como somos, quisiéramos despertarlos definitivamente para que aprendan a vivir el amor y la unidad con Dios, sin necesidad de experimentar el sufrimiento.
No es la Voluntad del Señor que Sus criaturas sufran, porque este planeta es el planeta del amor, pero depende de cada una de Sus criaturas las elecciones que harán de los aprendizajes que vivirán en este mundo.
Si aprendieran a renunciar, a rendir sus espíritus en los Altares Celestiales, colocando su cabeza en el piso, humildemente, sin necesidad de que las experiencias de la vida los quiebren por dentro; aprenderían, hijos Míos, cómo es simple, en verdad, llegar a Dios.
Deberían vencer sus resistencias, rindiéndose ante Dios, porque Él es el verdadero vencedor de este mundo y de todos los otros.
Dejen que Él los venza, que haga de sus vidas una gran victoria en todo el universo, en toda Creación.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras del Niño Jesús:
Queridos compañeros de Mi Sagrado Corazón, hoy vengo como niño, como un pequeño Hijo de Dios para que, con este ejemplo, comprendan que Dios se manifiesta en los pequeños de corazón, en aquellos que se abren para vivir la pureza y que como niños permiten que el Creador ingrese en lo más profundo de sus seres y los transforme en dignos hijos de Dios, así como Yo Soy.
Yo vengo, en esta noche, como un ejemplo para todos los corazones del mundo. Permitan que Yo nazca dentro de ustedes, porque para eso estoy aquí. Cuando retorne al mundo, quiero mirar a sus ojos y ver un espejo de Mi Presencia Divina. Quiero encontrarme dentro de ustedes y vivir la perfecta unidad que Mi Padre pensó desde el principio.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy, Mi Divino Hijo, en lo alto de este Altar, preciosamente realizado para Nuestros Sagrados Corazones con el esfuerzo de las manos que trabajan para construir el Plan evolutivo, consagrará el pan y el vino, celebrando esta Comunión con cada uno de sus corazones; en unión a los Tres Sagrados Corazones que, como una preciosa triangulación de Luz, se proyecta sobre sus cardíacos con el fin de expandir el Amor del Creador por el mundo.
Consagremos.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras del Niño Jesús:
Como un Sol que brilla en el universo, compañeros, Mi Corazón desciende a la Tierra en esta noche en la que las tinieblas son disipadas y los infiernos son cerrados por la oración de las almas de este planeta, por la confianza que cada corazón ha emitido en estos últimos nueve años a través de Nuestras Presencias, creyendo en Nuestras Presencias, Nuestra Presencia divina e inmaterial.
Hoy, poso Mis pequeñas Manos, las Manos del Niño Jesús, sobre estos elementos y, en los brazos de Mi Santa Madre y en la Presencia de San José, la Santísima Familia consagra estos elementos para que se puedan transformar en el Cuerpo de su Señor y en la Sangre de su Rey, dolorosamente derramada para la liberación de los pecados del mundo y de las maldades de la humanidad.
Bajo la señal de la cruz y la autoridad que el Padre Me concedió, Yo bendigo estos elementos para que las almas gocen en Mi Espíritu y en la Tierra se establezca la santa paz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ahora, llevamos al Cielo las súplicas de todos sus corazones, de los corazones del mundo que, a través de esta sagrada Vigilia de Oración, encendieron su Cristo interior para seguir adelante en este Plan de Redención, en este Plan de conversión y de rescate de la humanidad.
Nuestros Sagrados Corazones, bajo la bendición del Santo Espíritu, agradecen a todos por haber permitido que los Sagrados Corazones lleguen a los Estados Unidos, y también para que Ellos prosigan en esta divina misión a Oklahoma, Miami y Orlando.
Contamos con su colaboración, su colaboración interna, espiritual y material. Esto es muy importante para el Padre, especialmente para toda esta nación que tanto Nos necesita.
Agradecemos, y una buena Noche de Paz para todos los seres de buena voluntad.
Agradecemos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Queridos hermanos, los que están aquí presentes y los que nos acompañan a través de Misericordia María TV, con estas tan valiosas y simples Palabras de nuestros Mensajeros Divinos que, Noche Buena tras Noche Buena, aspiran a que nosotros encendamos nuestro Cristo interior y ese Cristo interior es el espacio de nuestra consciencia que esta indivisiblemente unido a Cristo Jesús. Es esa parte de nuestra consciencia que siempre aspira a estar en Cristo, y aspira a que Cristo viva dentro de nosotros, que guíe nuestra vida, todos nuestros sentimientos, nuestros pensamientos, para que nuestras vidas puedan ser un instrumento de Su Amor, de Su Sabiduría, de Su Paz; para que, día a día, podamos ir por el mundo, seguros del lugar en el que estamos dentro del Corazón de Dios. Ese es nuestro Cristo interior y eso es lo que Nuestro Señor intenta encender cada día.
Sobre todo, en estas Navidades, en las que muchas veces nos distraemos del verdadero Propósito de Dios. Los Mensajeros Divinos, en cada Navidad, fortalecen nuestra unión con Sus Corazones, intentan ingresar en nuestros hogares para traer esa paz y ese amor que siempre debería guiar nuestras vidas.
Nosotros aspiramos a que un poquito de esa paz y de ese amor haya podido ingresar a sus corazones, que hayan podido encender su Cristo interior y sepan que, viviendo ese Cristo interior encendido, nosotros podemos alcanzar también el Corazón de Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Santa María, San José y el Niño Jesús.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy, estamos colocando al mundo, queridos hijos, ante la Fuente de Dios, desde donde surgieron Nuestros Sagrados Corazones para promover en el mundo la Paz y la Misericordia de Dios.
Hoy, veo a todos sus corazones y a los corazones de sus hermanos en el mundo como a esos nuevos pastores que, recibiendo el anuncio de la venida del Cristo interior, caminan al lado de los Mensajeros Celestiales para que se pueda cumplir en este planeta la gran promesa de los mil años de paz.
Es así, queridos hijos, que con el gozo del Espíritu Santo, hoy se presentan Nuestros Tres Sagrados Corazones para que, una vez más, las familias del mundo se puedan unir en el amor y en la fe, y así puedan terminar con la separación y la indiferencia que somete a muchas familias del mundo.
En verdad, les pregunto, queridos hijos, qué es lo que hoy celebra la humanidad, ¿el Nacimiento del Rey o la perdición de las almas?
Quiero que sientan en Mi Corazón la Luz Sacratísima de Mi amado Hijo. Hoy, lo traigo en Mis brazos como el pequeño Niño Jesús para que Él haga humildes sus corazones, para que Él haga pacíficas sus vidas y así se realice el Plan de Amor de Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de San José:
Queridos compañeros, siervos de Mi amado y pequeño Hijo, Mi Casto Corazón hoy resplandece mucho más que mil lirios, porque Mi Corazón Sagrado emana los aromas sutiles del Universo Celestial y, como Padre de las almas pobres y carentes, envío a Mis ángeles servidores para que recorran, en esta hora, los lugares más oscuros del mundo en donde las almas necesitan de la Luz de Dios y de la guía de Mi Casto Corazón para no caer en los errores de siempre.
A ustedes, queridos compañeros, siervos de la Sagrada Familia, les pido que celebren esta noche el Nacimiento de Jesús, recordando este importante acontecimiento en la humanidad, en el que un antes y un después fue vivido por esa raza más primitiva.
Quiero que, así como Mis ovejas, pastoreen por nuevos universos, en donde sus consciencias se puedan expandir un poco más, y la sagrada promesa de sus corazones de vivir en el Reino de Dios y de traerlo hacia la Tierra se pueda cumplir en la humanidad.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras del Niño Jesús:
Estoy en los brazos de Mi Santa Madre porque tengo en Mi Corazón a cada alma de esta humanidad que, por más que sean indiferentes a Mi Nacimiento, Yo conforto a todas las consciencias con los Rayos de Mi Misericordia y de Mi Gracia para que las almas renazcan en la vida espiritual y en la paz, que serán tan necesarias en estos tiempos en los que la humanidad se transformará fuertemente.
Como el pequeño Rey del Universo, abro Mis Brazos sobre el mundo y marco a esta consciencia del planeta con la señal luminosa de la cruz de Mi Corazón que, desde el principio de Mi Nacimiento en Nazaret y cuando Yo di Mis primeros pasos, Yo ya viví el sacrificio por cada uno de ustedes en Nazaret, aunque tuviera tan solo algunos meses de vida.
Vean así, Mis compañeros, cuán grande es la Misericordia de Dios por el mundo. Necesito que sus corazones, en esta noche en la que el orgullo y la vanidad florecen en el mundo, hagan pequeños sacrificios para que Mi pequeño Corazón de Niño y de Rey pueda ser aliviado por cada uno de ustedes.
Por eso, hemos venido, en esta noche especial, para anunciarle al mundo la Misericordia de Dios que todavía está disponible para aquellos corazones que la quieran buscar y vivir en estos tiempos.
Hoy, la Sagrada Familia de Nazaret intenta espejar sobre la humanidad el mismo principio de Su Concepción Divina. Es así, que desde lo alto del Monte Shasta, en donde brilla Mi Santo Grial, son irradiados los códigos de la paz para que las almas cumplan la promesa de esperar Mi segunda Venida al mundo.
Ahora, Nuestros Sagrados Corazones, a través de la Hermana Lucía, daremos más Palabras de Luz para el mundo, pero les pedimos que se conecten a este momento, en el que todos los ángeles del Cielo se postran ante la Sagrada Familia que irradia Su espíritu de humildad, de simplicidad, de caridad y de Amor para cada corazón que, no importando cómo esté y cómo sea, quiera recibir Nuestras Sagradas Presencias de Amor y Misericordia.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, con Nuestra Presencia, aquí en esta noche, vinimos a transformar, en esta humanidad, el sentido de la conmemoración de este día. Vinimos a recordarles a los corazones del mundo que Cristo no solo nació hace más de 2016 años; Él espera nacer, hijos Míos, todos los días y todos los años en el corazón de cada uno que se abre a Su nacimiento.
Vinimos a traer al mundo los principios de la Vida Crística que se expresaron en cada uno de Nuestros Sagrados Corazones.
De esa forma, hijos, traemos una última oportunidad a este mundo de expresar la familia universal, de vivir el verdadero Pensamiento Divino para el corazón humano. Eso no es difícil, está al alcance de cada uno de ustedes, porque solo vivimos en simplicidad, en amor y en devoción a Dios Altísimo.
Nuestros Sagrados Corazones, hijos Míos, solo se abrieron desde el principio de su existencia para responder al Llamado Divino; y cada uno de ustedes que escucha Mis Palabras y también los que no Me escuchan se abrieron para vivir este Principio Divino. Por eso, llegaron a este mundo para seguir el ejemplo del Hijo de Dios que se tornó carne en cuerpo, mente y alma para que sintieran la semejanza que hay entre el Creador y Sus criaturas.
Hoy, con Mi pequeño Hijo en los brazos, y contemplando el Santo Grial que contiene los códigos de Su Pasión y también de Su Vida, irradiamos a todo el planeta cada segundo de la existencia de la Sagrada Familia, para que este Espejo de Amor y Unidad con Dios haga despertar a los espejos de sus corazones y crear así, hijos Míos, en esta noche, una gran red de Luz para rescatar a aquellas almas de Mis pequeños hijos que están en el mundo, cegando sus ojos, sofocando sus almas con las ilusiones y distracciones de este mundo.
Les pido, hijos, que abran sus corazones en esta hora para que Mi Inmaculado Corazón, como el Gran Espejo Universal, despierte en sus espíritus el don de espejar la Voluntad Divina, para que en estos tiempos puedan reflejar junto a Mí los principios de una nueva vida.
Como Sagrada Familia, formamos un Gran Espejo de Luz y nos unimos a todos los espejos del Cosmos para atraer hacia la Tierra la gran oportunidad que los ayudará a superar los tiempos que vendrán y, más que eso, a vivir la Voluntad de Dios.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de San José:
Queridos hijos y compañeros de Mi Casto Corazón, más que palabras, en esta noche solo quisiera que sintieran Nuestra Presencia en sus espíritus, en sus corazones; porque de una forma simple, así como somos, quisiéramos despertarlos definitivamente para que aprendan a vivir el amor y la unidad con Dios, sin necesidad de experimentar el sufrimiento.
No es la Voluntad del Señor que Sus criaturas sufran, porque este planeta es el planeta del amor, pero depende de cada una de Sus criaturas las elecciones que harán de los aprendizajes que vivirán en este mundo.
Si aprendieran a renunciar, a rendir sus espíritus en los Altares Celestiales, colocando su cabeza en el piso, humildemente, sin necesidad de que las experiencias de la vida los quiebren por dentro; aprenderían, hijos Míos, cómo es simple, en verdad, llegar a Dios.
Deberían vencer sus resistencias, rindiéndose ante Dios, porque Él es el verdadero vencedor de este mundo y de todos los otros.
Dejen que Él los venza, que haga de sus vidas una gran victoria en todo el universo, en toda Creación.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras del Niño Jesús:
Queridos compañeros de Mi Sagrado Corazón, hoy vengo como niño, como un pequeño Hijo de Dios para que, con este ejemplo, comprendan que Dios se manifiesta en los pequeños de corazón, en aquellos que se abren para vivir la pureza y que como niños permiten que el Creador ingrese en lo más profundo de sus seres y los transforme en dignos hijos de Dios, así como Yo Soy.
Yo vengo, en esta noche, como un ejemplo para todos los corazones del mundo. Permitan que Yo nazca dentro de ustedes, porque para eso estoy aquí. Cuando retorne al mundo, quiero mirar a sus ojos y ver un espejo de Mi Presencia Divina. Quiero encontrarme dentro de ustedes y vivir la perfecta unidad que Mi Padre pensó desde el principio.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy, Mi Divino Hijo, en lo alto de este Altar, preciosamente realizado para Nuestros Sagrados Corazones con el esfuerzo de las manos que trabajan para construir el Plan evolutivo, consagrará el pan y el vino, celebrando esta Comunión con cada uno de sus corazones; en unión a los Tres Sagrados Corazones que, como una preciosa triangulación de Luz, se proyecta sobre sus cardíacos con el fin de expandir el Amor del Creador por el mundo.
Consagremos.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras del Niño Jesús:
Como un Sol que brilla en el universo, compañeros, Mi Corazón desciende a la Tierra en esta noche en la que las tinieblas son disipadas y los infiernos son cerrados por la oración de las almas de este planeta, por la confianza que cada corazón ha emitido en estos últimos nueve años a través de Nuestras Presencias, creyendo en Nuestras Presencias, Nuestra Presencia divina e inmaterial.
Hoy, poso Mis pequeñas Manos, las Manos del Niño Jesús, sobre estos elementos y, en los brazos de Mi Santa Madre y en la Presencia de San José, la Santísima Familia consagra estos elementos para que se puedan transformar en el Cuerpo de su Señor y en la Sangre de su Rey, dolorosamente derramada para la liberación de los pecados del mundo y de las maldades de la humanidad.
Bajo la señal de la cruz y la autoridad que el Padre Me concedió, Yo bendigo estos elementos para que las almas gocen en Mi Espíritu y en la Tierra se establezca la santa paz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ahora, llevamos al Cielo las súplicas de todos sus corazones, de los corazones del mundo que, a través de esta sagrada Vigilia de Oración, encendieron su Cristo interior para seguir adelante en este Plan de Redención, en este Plan de conversión y de rescate de la humanidad.
Nuestros Sagrados Corazones, bajo la bendición del Santo Espíritu, agradecen a todos por haber permitido que los Sagrados Corazones lleguen a los Estados Unidos, y también para que Ellos prosigan en esta divina misión a Oklahoma, Miami y Orlando.
Contamos con su colaboración, su colaboración interna, espiritual y material. Esto es muy importante para el Padre, especialmente para toda esta nación que tanto Nos necesita.
Agradecemos, y una buena Noche de Paz para todos los seres de buena voluntad.
Agradecemos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Queridos hermanos, los que están aquí presentes y los que nos acompañan a través de Misericordia María TV, con estas tan valiosas y simples Palabras de nuestros Mensajeros Divinos que, Noche Buena tras Noche Buena, aspiran a que nosotros encendamos nuestro Cristo interior y ese Cristo interior es el espacio de nuestra consciencia que esta indivisiblemente unido a Cristo Jesús. Es esa parte de nuestra consciencia que siempre aspira a estar en Cristo, y aspira a que Cristo viva dentro de nosotros, que guíe nuestra vida, todos nuestros sentimientos, nuestros pensamientos, para que nuestras vidas puedan ser un instrumento de Su Amor, de Su Sabiduría, de Su Paz; para que, día a día, podamos ir por el mundo, seguros del lugar en el que estamos dentro del Corazón de Dios. Ese es nuestro Cristo interior y eso es lo que Nuestro Señor intenta encender cada día.
Sobre todo, en estas Navidades, en las que muchas veces nos distraemos del verdadero Propósito de Dios. Los Mensajeros Divinos, en cada Navidad, fortalecen nuestra unión con Sus Corazones, intentan ingresar en nuestros hogares para traer esa paz y ese amor que siempre debería guiar nuestras vidas.
Nosotros aspiramos a que un poquito de esa paz y de ese amor haya podido ingresar a sus corazones, que hayan podido encender su Cristo interior y sepan que, viviendo ese Cristo interior encendido, nosotros podemos alcanzar también el Corazón de Dios.
Queridos hijos:
En la víspera del viaje a los Estados Unidos, su Madre Celeste ya está preparada para ingresar en un campo de la consciencia que necesitará de inmensa ayuda espiritual y de insondable misericordia.
Es así que en este momento todos los corazones están siendo preparados, sobre todo los que allí estarán, para solventar una importante carencia de amor y de unidad.
Es de esa forma que la Divinidad hará una parte de la tarea con una porción de la nación, con el fin de que las consciencias despierten a una realidad mayor.
La indiferencia es lo primero que será tocado en las consciencias estadounidenses, con el fin de que realmente algo cambie.
Así la propia energía divina del amor ayudará a construir una nueva consciencia en los seres humanos que allí se encuentran.
Pero serán necesarias muchísima fe y convicción en el Señor, para que las puertas a oportunidades inesperadas se puedan ir abriendo tiempo después de que Nuestros Sagrados Corazones hayan pasado por los Estados Unidos.
En esta hora en la que todo se define, la Divinidad espera llegar a tiempo a las consciencias que necesitarán de una ayuda inmediata para poder abandonar los aspectos que las atan a la vida material y a la somnolencia de las modernidades.
Durante esta última parte de la peregrinación, todo lo que es sublime estará descendiendo con el fin de despertar una consciencia de fraternidad.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos y amados hijos de México, Centroamérica, Caribe y Estados Unidos:
En el nombre de la Paz, hoy descienden Nuestros Sagrados Corazones, abriendo las puertas de los corazones que antes estaban cerrados a Nuestro puro Amor.
Es así, queridos hijos, que su Madre Celeste, la Guadalupana, se presenta nuevamente en México para recordarles su filiación espiritual con Dios y, especialmente, con toda la Obra redentora de Mi Hijo.
Hoy, deseo que sus corazones resplandezcan ante Mi Luz maternal, que en silencio los guía todos los días hacia el Propósito de Dios.
Es por eso que, finalmente, hijos Míos, estoy entre ustedes para traerle a esta nación la luz de Mi Gracia y de Mi Amor.
Queridos hijos, hoy su Madre Celeste descendió desde el Tepeyac para traer a la humanidad el recuerdo de que debe reencarnar la pureza de corazón, para que las “poderosas” naciones del mundo no provoquen la Ira de Dios.
Queriendo traer la Paz al mundo, Yo los invito, Mis amados hijos, a ser perseverantes en Cristo; así colaborarán para que nada se pierda, ni siquiera las naciones enteras que se comprometen día a día con las fuerzas del mal y del caos.
Pero antes de que se cumpla el tiempo de la gran purificación, venimos a abrir las puertas de sus corazones, con el fin de que muchas más almas puedan penetrar el misterio del Amor de Dios a través de la pureza, del servicio y de la caridad para con el planeta dolorido.
Queridos hijos, su Madre Celeste se aproxima a su realidad humana, para que ustedes en la fe reencuentren la pureza que en otros tiempos vivieron e irradiaron a los Reinos de la Naturaleza y a todo el universo.
Es así, hijos Míos, que a través de la vivencia de su pureza original, el Padre Eterno y todos Sus ángeles tendrán el permiso de que muchas cosas, que ya están perdidas en los abismos de la humanidad y de la consciencia, puedan ser rescatadas.
Vengo nuevamente a México para consagrarlo una vez más a Mi materno e Inmaculado Corazón; pues así, Yo podré, a través de sus corazones, llegar a las situaciones más caóticas que vive este amado planeta.
Hoy, le traigo un impulso a la consciencia para que acepten el Llamado de Dios, que resuena por última vez en toda la humanidad.
Difundan, más allá de ustedes, la Palabra santa de la Jerarquía, para que los más dormidos y distraídos sean tocados por Mi Amor maternal.
Les agradezco por ser difusores del Mensaje del Cielo.
Les agradezco, hijos de México, porque abrieron los brazos para recibirnos en la simplicidad y en el amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama eternamente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Por la Potestad y por la Maternidad que Dios Me concedió, vengo a su encuentro.
Por la Gracia y por la Divinidad que son parte de Mi Santo Espíritu, Yo los bendigo.
Por la Piedad y la Misericordia que habitan en Mi Corazón Inmaculado, Yo los acojo bajo Mi manto y los convido a despertar a Mi Plan de paz y de amor en la Tierra como en el Universo, por toda la Eternidad.
Hijos Amados, como Madre y Señora de la Creación, vine hasta este lugar para que desde aquí pudiera despertar en sus corazones la pureza que emana de los Reinos de la Naturaleza.
Vine para que con el auxilio de los Reinos, que son expresiones de la Consciencia Divina, la humanidad pueda despertar al espíritu de unidad de la paz.
La naturaleza en Costa Rica, hijos, no solo preserva en sí su belleza y su vida, como también preserva los principios divinos de unidad y de pureza, que sustentan gran parte de Centroamérica.
Vine a este lugar para que comprendan el papel de cada Reino en el planeta; que al observar la naturaleza aquí preservada, los hombres sean tocados y llevados a reencontrar a Dios en su interior.
Vine porque, a pesar de toda la expresión divina que está al alcance de todos, la humanidad está distraída por los placeres y por las fuerzas capitales que obscurecen sus ojos y sus corazones, y no permite que vean la gran misión de los Reinos de la Naturaleza, no les permite cooperar ni aprender con esos Reinos.
Hijos Míos, Mi Corazón se coloca hoy, junto al Corazón de Mi Hijo y de San José Castísimo, bajo el gran Edén que aquí habita, resguardado por Dios. Y con Nuestros Corazones expuestos, despertamos al origen de la unidad entre toda la vida existente en la Tierra. Despertamos los registros más puros que la consciencia humana fue capaz de expresar, sobre todo en los pueblos originarios de América. Y es de esta forma que generamos el correcto equilibrio para curar el pasado.
Hoy bastará que abran sus corazones y se dispongan a recibir la pureza que Yo les traigo.
Hoy bastará que digan sí para expresar en sus vidas algo sublime y no retroceder más en esta escalada evolutiva, que tanto cuesta a la consciencia humana.
Hoy bastará, hijos, que observen a la naturaleza con el corazón y, en humildad, reconozcan que este mudo solo existe por el equilibrio generado por los Reinos.
Agradezcan a la Creación por haberles concedido la Gracia de cohabitar con los Reinos. Reconozcan que si ellos se sacrificaron a lo largo de la historia humana para sustentarlos y mantenerlos de pie, ahora llegó el momento de responder y con amor ofrecer un poco de sus vidas para generar la paz y equilibrar todo lo que los Reinos vivieron por ustedes, cuando en realidad debería ser el hombre que dé ejemplo en la evolución de la Tierra, pues es de sus corazones, hijos, que parte el amor que todo transforma.
Hoy agradezcan a los Reinos de la Naturaleza y dispónganse de corazón a comulgar con toda la vida. Como Madre de la Suprema Naturaleza, y como Rosa de la Paz, les revelo Mi presencia en todo lo que fue creado y les agradezco por cooperar con la vida en la Tierra, generando paz y preparando la consciencia planetaria para una nueva vida, una vida de unidad con Dios.
Yo los amo y nuevamente les agradezco por estar aquí y por abrirse de corazón para hacer triunfar Mi Amor en el mundo.
Yo los bendigo hoy y siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy, llegan a ustedes los Sagrados Corazones de María y de San José con el cetro de mimbre en Sus manos, para decirles con esto que la humilde Justicia de Dios descenderá sobre el mundo para purificarlo completamente y así poder atraer la paz.
Queridos hijos, el corazón humano causa mucho mal y mucho daño porque vive en el dolor y se olvidó de sentirse amado; su repudio y blasfemia se generan por haber cerrado su espíritu a Dios, por no saber lo que es la Misericordia.
En esta hora, en la que los enemigos y los perseguidores afianzan sus planes contra Mis Planes en el mundo, vivan en el amor, porque en el amor conocerán la paz, y ellos serán tocados en algún momento por el Amor de Dios, Amor que no vive en ellos desde hace mucho tiempo porque viven un amor mental e imaginario.
Así como Mi Hijo les pidió que oren por los que los persiguen para que, en este momento crucial de la humanidad, todos los que son promotores de la difamación pública y social, dentro y fuera de Mi Santa Iglesia, sean considerados por la Misericordia de Dios.
Ustedes, con ojos de compasión y de consuelo, vean más allá de todo, vean cómo esas almas sufren su cautiverio dentro de una Iglesia sometida por el poder y por las reliquias de otrora.
Queridos hijos, oremos para que el espíritu de Mi Paz los proteja a todos, principalmente a los sacerdotes de Cristo que tienen bajo su cuidado a millones de almas y a su buena fe y credibilidad.
Mi amado Hijo los contempla y en silencio habla con Su Padre, pues Él ya sabía desde el momento de Su agonía en el Huerto Getsemaní que este tiempo perverso llegaría a Sus queridos apóstoles en redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En oración continua,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Los Tres Sagrados Corazones están presentes en este momento.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos:
¡Gracias!, es Mi Mensaje para todos ustedes en este día, porque es a través de Mis amados hijos que Yo puedo cumplir las Obras del Creador en la Tierra.
En esta tarde, especialmente, he venido con San José y Cristo, para demostrarles a todos que Nuestro Amor se derrama sobre el mundo a pesar de todo lo que suceda en este tiempo. Y ese caudal de Amor es más grande cuando ustedes responden a Mi llamado, como lo hicieron en este momento, abriendo sus corazones y consciencias para encontrarme en este lugar una vez más.
Hoy, un ciclo se cierra para todos y una nueva etapa comienza para aquellos apóstoles de Mi Hijo que siguen los pasos de la Sierva fiel de Dios.
Hoy, abro Mis brazos y extiendo Mis manos hacia todos, aspirando a acariciar sus espíritus, tocar sus almas para que sientan la Gloria de Dios.
Vengo con Cristo y con San José para representar a la Santísima Trinidad, aquella Divina Esencia que originó todo lo que existe en este universo.
Hoy, como su Madre Mayor, con todos los Ángeles del Cielo y con los Ángeles de su Guarda, venimos aquí para glorificar a Dios, porque es a Él a Quien deben honrar. Es a Él a Quien le deben todas las cosas, porque Él es Quien permite todas las cosas en el mundo, las acciones de gracia y de caridad, de misericordia y redención para todos los corazones de la Tierra.
Hoy, vengo coronada por las estrellas de Dios, posando Mis pies sobre la nueva Luna y anunciando los nuevos caminos para todos Mis hijos, caminos libres del sufrimiento y del dolor, pero llenos de esperanza y del Amor de Dios.
Vengo a retirar a cada uno de ustedes del sufrimiento, para que ingresen en el nuevo ciclo Conmigo. Yo los invito, junto a Cristo y a San José, a que crucen ese umbral, ese portal a la nueva conciencia de sus espíritus, de sus almas y de sus corazones. Así, queridos hijos, conocerán la Voluntad de Dios, la cual debe realizarse aún en este mundo, a pesar de que sufra la transición.
Hay corazones en esta humanidad que pueden sustentar el Plan de Dios en la humanidad. Por eso, Yo los vengo fortalecer de tiempo en tiempo, a través de Mi Corazón, del Corazón de Mi Hijo y del Casto Corazón de San José.
Aquí, queridos hijos, todos ustedes, están ante tres Rayos diferentes que se unen en un mismo punto, que es el Corazón de Dios, en donde brota la vida, la esperanza y la Misericordia. Esos tres Rayos llegan a ustedes a través de Mi Corazón, del Corazón de Mi Hijo y del Corazón de San José porque Nosotros les ofrecemos el camino de la simplicidad y de la verdad.
Es en esa simplicidad, queridos hijos, que ustedes deben vivir en este nuevo ciclo. Esa simplicidad de sus corazones y almas permitirá que la Tierra se pueda redimir, que el odio se retire de los corazones ingratos y que los espíritus puedan renacer a la redención. Es en esa simplicidad de sus espíritus que las puertas del Cielo se mantendrán abiertas. Esta es la llave segura para este tiempo, unida a la oración del corazón.
Es así que Yo los quiero ver, queridos hijos, a cada uno de ustedes, como verdaderos espejos de Mi Luz, que puedan irradiar al mundo los atributos que tanto necesita esta raza.
La estrella guía de Mi Conciencia Divina, de la Consciencia de Cristo y de la Conciencia de San José no los abandonará en este tiempo tan difícil, en donde el mundo cruza por sus tinieblas.
Yo los invito a generar y a regenerar la alegría, porque el mundo lo necesita, para que el mal pueda ser vencido. En esa alegría no puede faltar el amor de sus corazones, las obras de servicio, del servicio al prójimo para que todas las almas se puedan curar.
Yo los invito, queridos hijos, en este 8 de agosto, a que renueven los votos Conmigo, como hijos de Mi Corazón y de Mi Consciencia.
Están en cada parte de este mundo para encender la Luz en la humanidad, las llamas sagradas de sus corazones que arden en devoción por los Tres Sagrados Corazones. Eso permitirá también, queridos hijos, que muchas, pero muchas consciencias, que no merecen la Gracia de Dios ni tampoco su Misericordia puedan ser aliviadas y apartadas del mal.
Hoy quiero decirles, queridos hijos, que después de nueve años Conmigo, Mi Corazón está triunfando, pero no como los hombres creen. El verdadero triunfo de Mi Consciencia se da con la transformación de sus corazones. Y hoy estoy ante corazones transformados que caminan por escuelas diferentes, pero que siguen el mismo propósito de Mi llamado. Eso es lo importante, hijos amados, que vean la realización del Plan de Dios en sus vidas, que miren hacia atrás no para recordar el pasado, sino para ver lo que se han transformado, todo lo que se han convertido, de tiempo en tiempo.
Yo necesito, queridos hijos, que sus ojos puedan ver Mis planes concretados en este mundo, en cada uno de ustedes, en cada parte de esta humanidad. Vean como Mi Consciencia trabaja a través de ustedes de una forma simple pero verdadera.
Necesito, queridos hijos, que en este nuevo ciclo sus corazones alcancen el espíritu de la humildad.
Hoy, vengo a traerles este Mensaje, porque sé que lo pueden vivir y lograr.
Queridos hijos, estoy muy agradecida por cada paso que han dado con confianza hacia Mi Corazón. Esto tiene un valor incalculable para el Padre Celestial. Ese valor lo comprenderán en poco tiempo.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Porque cuando llegué a sus vidas, hace algunos años, la humanidad buscaba develar grandes ciencias, porque creía que el camino para la evolución se encontraba solo en el conocimiento, en la inteligencia; una inteligencia que se alejaba de Dios, que alimentaba la soberbia y el orgullo de los corazones.
La humanidad, hijos Míos, no estaba aprendiendo verdaderamente el conocimiento, no estaba asimilando la sabiduría que se guardaba en la instrucción. El camino de la instrucción debería conducirlos al amor, pero no supieron aprender y no crecieron en el espíritu; no descubrieron, hijos Míos, que la mayor ciencia es la ciencia de la simplicidad que los lleva al vacío de sí y al encuentro con Dios.
Hoy, ante los Tres Sagrados Corazones, les traemos el ejemplo de Nuestras vidas en la Tierra, cuando Nuestra Consciencia Divina animó un cuerpo tan semejante a los suyos.
En aquella época, la entrega de Jesús lo llevó al aprendizaje del Amor; el silencio de María la llevó al aprendizaje del Amor y la humildad de San José lo divinizó y abrió las puertas del Cielo, porque Él aprendió a amar.
Fue así, hijos, que el Plan de Dios se cumplió en la Sagrada Familia. Todas las ciencias se revelaron en la simplicidad de los Tres Sagrados Corazones, y las puertas del Cielo se abrieron, porque Ellos supieron amar.
En esta noche, muchos esperaban palabras llenas de rebuscamiento, pero con poca simplicidad. Todos esperaban un gran milagro, el develar de un gran misterio; pero pocos, hijos, percibieron que dentro de sí mismos se revela el gran misterio de la Creación.
Sean simples de corazón y permitan que la luz de sus esencias ilumine sus ojos y les muestre que no hay otro misterio para revelarles, sino el misterio del amor que nació en sus corazones. Es ese amor que crece cada día y que los hace olvidarse de sí mismos, para amar cada vez más y comprender al prójimo, lo que simboliza la manifestación de los Planes de Dios en sus vidas.
No esperen grandes misiones, heroicos acontecimientos; no esperen fenómenos porque el mayor milagro, hijos, ya está aconteciendo en sus vidas, y eso es lo que quiero que comprendan en esta noche.
Quiero que, a partir de ustedes, la humanidad aprenda a ser simple, descubra que la sabiduría se revela en el amor y todo el conocimiento se encuentra. En el amor, pueden comprender aquello que nunca comprendieron y, más que eso, pueden vivir aquello que siempre creyeron que sabían.
En esta noche, hijos, ante los Tres Sagrados Corazones, reconozcan este ejemplo y acepten la Gracia de poder imitarlos en este tiempo; porque, después de tantos encuentros Conmigo, el Santo Espíritu de Dios ya colmó sus almas y sus vidas, depositó en sus consciencias muchos dones que florecerán en la hora correcta, cuando la humildad pueda ocupar el espacio de la soberbia y del orgullo y ustedes puedan ser libres para expresar la Voluntad de Dios, donde quieran que estén.
No tengan prisa, tengan precisión para dar los pasos correctos y saber en dónde estar y cómo actuar. Siempre escuchen la voz de sus corazones, que les habla en la oración y que los lleva al camino de la simplicidad y del amor, y nunca al engrandecimiento.
Recuerden, hijos, que fue en el silencio de María que Ella descubrió la grandeza de Su Hijo. Fue en la humildad de San José, en una pequeña carpintería, distante del mundo y de sí mismo, que Él descubrió los verdaderos misterios celestiales. Fue amando al prójimo y olvidándose de Sí, entregando el reinado que el mundo esperaba de Él, para morir en la cruz, despojado de Sus vestiduras, que Nuestro Señor, Mi Amado Hijo, les entregó este camino de redención y de Misericordia y expresó plenamente el arquetipo de Dios para la humanidad, que no se guardaba en el sufrimiento de la cruz, sino en el pleno Amor y la Divina Misericordia que de aquella Cruz emanaban.
Sigan el ejemplo de los Sagrados Corazones y descubran, Mis amados, que poco a poco el Plan de Dios se manifiesta en sus vidas, y este horizonte para la nueva raza ya comienza a surgir delante de sus ojos, en lo profundo de sus consciencias.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Y ahora, queridos hijos, daré la palabra a Cristo, porque es a Él que le debemos todo lo que se nos ha sido dado. Porque Él permite esta Gracia, esta redención, esta sagrada oportunidad de que los corazones conozcan sus espíritus y tomen conciencia de su origen, aceptando definitivamente lo que han venido a cumplir sobre este planeta.
Coloquen sus manos en señal de recepción.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:
Nuestro Reinado es en el Universo y a ese Universo ustedes pertenecen, así como toda la Creación pertenece al Universo de Dios. De ese Universo, Yo provengo, así como provienen sus esencias y viven a través de los tiempos todas las oportunidades de redención.
A ese Universo, quiero que miren siempre, a pesar de lo que suceda. Recuerden que la vida superior siempre los ayudará a dar el gran y último paso, el definitivo paso hacia Dios, en unión perfecta con Su Corazón.
Es por eso, compañeros, que en la devoción ardiente de Mi Madre y en la simplicidad de San José, hemos venido a este Centro de Amor, para bendecir al mundo y prepararlo para lo que sucederá en poco tiempo.
Ahora veo sus corazones fortalecidos, después de haber cruzado el desierto Conmigo. Aún existen almas que necesitan de mucha ayuda para poder soportar las grandes corrientes cósmicas de la transformación. Pero si sus manos están unidas a la Mía y sus cuerpos se aferran a Mi túnica, la Luz de Mi Sagrado Corazón siempre los iluminará y no tendrán por qué temer, porque la purificación es la primera escuela de Mis apóstoles.
Así, queridos y amados compañeros, los invito a la trascendencia interior, una trascendencia que alcanzarán en la perfecta unidad con sus hermanos, abandonando la indiferencia humana, la omisión y el juicio de los errores que otros cometen.
Yo los invito a ser verdaderamente parte de Mi Divina Misericordia, así como Mi Divina Misericordia desciende al mundo para ayudar a esta humanidad perdida.
A través de estos últimos días, compañeros, recorrieron un largo camino interior junto a Mí, que al cabo de los tiempos descubrirán por sí solos. No será para ustedes una gran revelación, pero será la señal que tanto necesitan, la enseñanza que tanto esperaban recibir, para poder dar ese gran paso del cual Yo les hablo.
Hoy, Mi Corazón se glorifica, porque Mis compañeros glorifican el Corazón de Dios. Hoy Mi Corazón se alegra un poco más, porque los hijos de Mi Madre honran y glorifican a la Reina del Cielo.
Así, queridos compañeros, el Plan está muy próximo de sus vidas, dejará de ser tan inmaterial para estar visible en sus consciencias y corazones.
En este nuevo ciclo que comenzamos juntos, a partir de este día 8 de agosto, defínanse, compañeros. Cierren las puertas al mal y ayuden a cerrar las puertas que el mal les abre a todos sus hermanos.
Los invito, compañeros, a ser cooperadores de Mi Obra redentora, a realizar en estos tiempos el gran servicio planetario por esta raza. Los invito, en simplicidad y verdad, a que se constituyan como soles resplandecientes sobre el planeta, estrellas fugaces que se han convertido en luz, en redención y en amor.
Por esta máxima Obra, creadora e infinita, que pertenece al universo y la cual se debe concretar en esta humanidad, en esta misma hora, unimos nuestras manos, entre María y San José, formando esa sagrada triangulación que impulse a las almas a dar el gran paso, bendecidos por el Espíritu de Dios, por la Gracia, por la Misericordia infinita, para que todos Mis discípulos y apóstoles, para los principiantes como para los que están hace tiempo en Mi camino, en la hora justa y cierta, juntos como una sola unidad, puedan cruzar el umbral hacia la Nueva Humanidad.
Recuerden, compañeros, que toda esta Obra del final de tiempo gestará lo nuevo, lo que verán venir desde el horizonte, el nuevo ciclo de la humanidad, libre de los errores, de los pecados, de las maldades y de las indiferencias, llenos del Amor de Dios, de la Gracia, de la Misericordia y de la Compasión.
Al fin, queridos compañeros, aún hay mucho esfuerzo por hacer. Que sus corazones no se cansen de expandirse para que puedan abrazar cada vez más esta Obra, que debe llegar a los cinco continentes. Esta Obra es complementaria de la obra de Mi Santa Iglesia. Esta Obra, queridos compañeros, se expresa en esta humanidad dando oportunidades para todas las consciencias, para que todos puedan conocer el Amor de Dios de alguna forma.
A través de ustedes, Yo deposito una misión importante, una misión que están conociendo de a poco, que deben amar principalmente para que ella se pueda fortalecer en ustedes, y así expresarse y realizarse en esta humanidad.
En este 8 de agosto, el Universo, el Universo Celestial, el Universo Mental y el Universo Material, se detienen por un instante para observar el último ciclo que ahora ha comenzado.
Unan sus manos en oración.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos Míos, Mi Hijo les habla de una última chance. Es esa última chance que muchos recibirán para que puedan cruzar el portal hacia la redención y conversión. Mi Hijo los invita a ser precursores de este tiempo definitivo, que convoca a todas las ovejas perdidas para que puedan entrar en el establo de su Corazón.
Oremos en este momento, porque el último ciclo está descendiendo sobre este universo como una corriente poderosa de Dios que viene a corregir al mundo, que viene a equilibrar a las consciencias, que viene a traer lo nuevo, lo que aún nadie ha conocido, y sobre lo que nadie puede comentar de qué se trata, porque es un ciclo que llega en esta hora, en este preciso momento, para todos sus seres superiores y los seres superiores de toda la humanidad, no importando si están en la luz o en la oscuridad.
El Gobierno del Universo proclama Su Sagrada Palabra, para anunciar al mundo que es momento de que los últimos soles despierten a su verdadera tarea.
Recemos unidos a los Tres Sagrados Corazones, queridos hijos, porque en Nuestros Corazones ustedes siempre podrán estar, para que los podamos guiar hacia el Propósito infinito.
Unifíquense y vivan cada día más la unidad. La unidad los protegerá para que no salgan del camino. Y aquellos que aún no pueden vivir la unidad, que se rindan ante Mi Hijo para que Él los pueda ayudar a ser mansos, pacíficos y buenos con sus semejantes.
Recuerden, queridos hijos, las dádivas que les ha dado el Cielo en estos últimos nueve años.
Recemos.
Oración: Padre Nuestro (en arameo).
Y ahora el nuevo ciclo ya ha ingresado en la consciencia espiritual del planeta. Consciencia poderosa que proviene de Dios, descendiendo sobre el mundo para redimir a los corazones y fortalecer a los apóstoles que sustentarán a este planeta, cuando nosotros ya no estemos presentes, pero sí vivos en sus corazones para siempre.
Agradezcamos a Dios por esta oportunidad. Invoquemos sus Nombres Sagrados. Mientras nos elevamos al Cielo, eleven al Cielo sus intenciones, sus oraciones y súplicas.
¡Feliz 8 de agosto! Han nacido a Mi Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:
Compañeros Míos, Mi Corazón es su fortaleza.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canción: “Los Nombres de Dios”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Cuando la Divinidad hace un anuncio como éste, una gran emoción, un gran movimiento interior se produce en cada uno. Algo que emiten nuestras almas, que nosotros no comprendemos bien, porque además de la emoción, también nos causa un poco de temor, porque es algo desconocido. Es allí en donde el amor y la fe superan ese sentir y nos podemos aferrar al Manto de Nuestra Señora y a la Túnica de Nuestro Señor, sabiendo que ese paso, guiado por Ellos, será lo mejor para todos.
Hoy, en nuestro corazón, nuestra alma habló y dijo sí, seguimos adelante, a pesar de ese sentir que nos invadió; porque sabe que, en ese sentir, la fe y el amor van a fortalecerse y la confianza total en Dios nos convertirá en otros seres.
Esos fueron los pasos que nosotros dimos hace nueve años y aquí estamos, a punto de dar otros pasos, tal vez mucho más grandes, pero que nos van a llevar a otro punto. Y quién sabe, dentro de algún tiempo, en vez de haber 800 personas aquí, habrán algún día 80 000, para alabar a Nuestro Señor y a Nuestra Señora.
Siempre imaginamos cómo será cantar el Kodoish con 100 000 personas y atraer a los ángeles del Cielo. Quién sabe, de repente no es solo un sueño, liberar finalmente a este mundo de la ignorancia, de la perdición y de la falta de unión con Dios.
Nosotros, desde aquí, saludamos a todos en este día memorable, en el que al fin este mundo da su nuevo paso en la evolución. Y cada uno de nosotros que afirme su corazón en Dios, verá la Nueva Raza.
Y ahora, vamos a cantar para terminar, y vamos a repartir nuestras amadas naranjas. Esas amadas naranjas que fueron el principio de todo esto, y vamos a recordar una profecía que una hija de Dios, aquí en Uruguay, hace mucho tiempo transmitió y que dijo que Cristo cuando retornara, iba a caminar entre los naranjos, y nosotros nos estamos preparando.
Así que ahora vamos a cantar "Únete al Corazón de María", mientras repartimos nuestras naranjas y mientras nos despedimos de todo este planeta, de todos los que nos están acompañando a través de Misericordia María TV.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Las naranjas fueron bendecidas por los Tres Sagrados Corazones. Llevan tres bendiciones en una.
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Los Tres Sagrados Corazones están presentes en este momento.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos:
¡Gracias!, es Mi Mensaje para todos ustedes en este día, porque es a través de Mis amados hijos que Yo puedo cumplir las Obras del Creador en la Tierra.
En esta tarde, especialmente, he venido con San José y Cristo, para demostrarles a todos que Nuestro Amor se derrama sobre el mundo a pesar de todo lo que suceda en este tiempo. Y ese caudal de Amor es más grande cuando ustedes responden a Mi llamado, como lo hicieron en este momento, abriendo sus corazones y consciencias para encontrarme en este lugar una vez más.
Hoy, un ciclo se cierra para todos y una nueva etapa comienza para aquellos apóstoles de Mi Hijo que siguen los pasos de la Sierva fiel de Dios.
Hoy, abro Mis brazos y extiendo Mis manos hacia todos, aspirando a acariciar sus espíritus, tocar sus almas para que sientan la Gloria de Dios.
Vengo con Cristo y con San José para representar a la Santísima Trinidad, aquella Divina Esencia que originó todo lo que existe en este universo.
Hoy, como su Madre Mayor, con todos los Ángeles del Cielo y con los Ángeles de su Guarda, venimos aquí para glorificar a Dios, porque es a Él a Quien deben honrar. Es a Él a Quien le deben todas las cosas, porque Él es Quien permite todas las cosas en el mundo, las acciones de gracia y de caridad, de misericordia y redención para todos los corazones de la Tierra.
Hoy, vengo coronada por las estrellas de Dios, posando Mis pies sobre la nueva Luna y anunciando los nuevos caminos para todos Mis hijos, caminos libres del sufrimiento y del dolor, pero llenos de esperanza y del Amor de Dios.
Vengo a retirar a cada uno de ustedes del sufrimiento, para que ingresen en el nuevo ciclo Conmigo. Yo los invito, junto a Cristo y a San José, a que crucen ese umbral, ese portal a la nueva conciencia de sus espíritus, de sus almas y de sus corazones. Así, queridos hijos, conocerán la Voluntad de Dios, la cual debe realizarse aún en este mundo, a pesar de que sufra la transición.
Hay corazones en esta humanidad que pueden sustentar el Plan de Dios en la humanidad. Por eso, Yo los vengo fortalecer de tiempo en tiempo, a través de Mi Corazón, del Corazón de Mi Hijo y del Casto Corazón de San José.
Aquí, queridos hijos, todos ustedes, están ante tres Rayos diferentes que se unen en un mismo punto, que es el Corazón de Dios, en donde brota la vida, la esperanza y la Misericordia. Esos tres Rayos llegan a ustedes a través de Mi Corazón, del Corazón de Mi Hijo y del Corazón de San José porque Nosotros les ofrecemos el camino de la simplicidad y de la verdad.
Es en esa simplicidad, queridos hijos, que ustedes deben vivir en este nuevo ciclo. Esa simplicidad de sus corazones y almas permitirá que la Tierra se pueda redimir, que el odio se retire de los corazones ingratos y que los espíritus puedan renacer a la redención. Es en esa simplicidad de sus espíritus que las puertas del Cielo se mantendrán abiertas. Esta es la llave segura para este tiempo, unida a la oración del corazón.
Es así que Yo los quiero ver, queridos hijos, a cada uno de ustedes, como verdaderos espejos de Mi Luz, que puedan irradiar al mundo los atributos que tanto necesita esta raza.
La estrella guía de Mi Consciencia Divina, de la Consciencia de Cristo y de la Consciencia de San José no los abandonará en este tiempo tan difícil, en donde el mundo cruza por sus tinieblas.
Yo los invito a generar y a regenerar la alegría, porque el mundo lo necesita, para que el mal pueda ser vencido. En esa alegría no puede faltar el amor de sus corazones, las obras de servicio, del servicio al prójimo para que todas las almas se puedan curar.
Yo los invito, queridos hijos, en este 8 de agosto, a que renueven los votos Conmigo, como hijos de Mi Corazón y de Mi Consciencia.
Están en cada parte de este mundo para encender la Luz en la humanidad, las llamas sagradas de sus corazones que arden en devoción por los Tres Sagrados Corazones. Eso permitirá también, queridos hijos, que muchas, pero muchas consciencias, que no merecen la Gracia de Dios ni tampoco su Misericordia puedan ser aliviadas y apartadas del mal.
Hoy quiero decirles, queridos hijos, que después de nueve años Conmigo, Mi Corazón está triunfando, pero no como los hombres creen. El verdadero triunfo de Mi Consciencia se da con la transformación de sus corazones. Y hoy estoy ante corazones transformados que caminan por escuelas diferentes, pero que siguen el mismo propósito de Mi llamado. Eso es lo importante, hijos amados, que vean la realización del Plan de Dios en sus vidas, que miren hacia atrás no para recordar el pasado, sino para ver lo que se han transformado, todo lo que se han convertido, de tiempo en tiempo.
Yo necesito, queridos hijos, que sus ojos puedan ver Mis planes concretados en este mundo, en cada uno de ustedes, en cada parte de esta humanidad. Vean como Mi Consciencia trabaja a través de ustedes de una forma simple pero verdadera.
Necesito, queridos hijos, que en este nuevo ciclo sus corazones alcancen el espíritu de la humildad.
Hoy, vengo a traerles este Mensaje, porque sé que lo pueden vivir y lograr.
Queridos hijos, estoy muy agradecida por cada paso que han dado con confianza hacia Mi Corazón. Esto tiene un valor incalculable para el Padre Celestial. Ese valor lo comprenderán en poco tiempo.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Porque cuando llegué a sus vidas, hace algunos años, la humanidad buscaba develar grandes ciencias, porque creía que el camino para la evolución se encontraba solo en el conocimiento, en la inteligencia; una inteligencia que se alejaba de Dios, que alimentaba la soberbia y el orgullo de los corazones.
La humanidad, hijos Míos, no estaba aprendiendo verdaderamente el conocimiento, no estaba asimilando la sabiduría que se guardaba en la instrucción. El camino de la instrucción debería conducirlos al amor, pero no supieron aprender y no crecieron en el espíritu; no descubrieron, hijos Míos, que la mayor ciencia es la ciencia de la simplicidad que los lleva al vacío de sí y al encuentro con Dios.
Hoy, ante los Tres Sagrados Corazones, les traemos el ejemplo de Nuestras vidas en la Tierra, cuando Nuestra Consciencia Divina animó un cuerpo tan semejante a los suyos.
En aquella época, la entrega de Jesús lo llevó al aprendizaje del Amor; el silencio de María la llevó al aprendizaje del Amor y la humildad de San José lo divinizó y abrió las puertas del Cielo, porque Él aprendió a amar.
Fue así, hijos, que el Plan de Dios se cumplió en la Sagrada Familia. Todas las ciencias se revelaron en la simplicidad de los Tres Sagrados Corazones, y las puertas del Cielo se abrieron, porque Ellos supieron amar.
En esta noche, muchos esperaban palabras llenas de rebuscamiento, pero con poca simplicidad. Todos esperaban un gran milagro, el develar de un gran misterio; pero pocos, hijos, percibieron que dentro de sí mismos se revela el gran misterio de la Creación.
Sean simples de corazón y permitan que la luz de sus esencias ilumine sus ojos y les muestre que no hay otro misterio para revelarles, sino el misterio del amor que nació en sus corazones. Es ese amor que crece cada día y que los hace olvidarse de sí mismos, para amar cada vez más y comprender al prójimo, lo que simboliza la manifestación de los Planes de Dios en sus vidas.
No esperen grandes misiones, heroicos acontecimientos; no esperen fenómenos porque el mayor milagro, hijos, ya está aconteciendo en sus vidas, y eso es lo que quiero que comprendan en esta noche.
Quiero que, a partir de ustedes, la humanidad aprenda a ser simple, descubra que la sabiduría se revela en el amor y todo el conocimiento se encuentra. En el amor, pueden comprender aquello que nunca comprendieron y, más que eso, pueden vivir aquello que siempre creyeron que sabían.
En esta noche, hijos, ante los Tres Sagrados Corazones, reconozcan este ejemplo y acepten la Gracia de poder imitarlos en este tiempo; porque, después de tantos encuentros Conmigo, el Santo Espíritu de Dios ya colmó sus almas y sus vidas, depositó en sus consciencias muchos dones que florecerán en la hora correcta, cuando la humildad pueda ocupar el espacio de la soberbia y del orgullo y ustedes puedan ser libres para expresar la Voluntad de Dios, donde quieran que estén.
No tengan prisa, tengan precisión para dar los pasos correctos y saber en dónde estar y cómo actuar. Siempre escuchen la voz de sus corazones, que les habla en la oración y que los lleva al camino de la simplicidad y del amor, y nunca al engrandecimiento.
Recuerden, hijos, que fue en el silencio de María que Ella descubrió la grandeza de Su Hijo. Fue en la humildad de San José, en una pequeña carpintería, distante del mundo y de sí mismo, que Él descubrió los verdaderos misterios celestiales. Fue amando al prójimo y olvidándose de Sí, entregando el reinado que el mundo esperaba de Él, para morir en la cruz, despojado de Sus vestiduras, que Nuestro Señor, Mi Amado Hijo, les entregó este camino de redención y de Misericordia y expresó plenamente el arquetipo de Dios para la humanidad, que no se guardaba en el sufrimiento de la cruz, sino en el pleno Amor y la Divina Misericordia que de aquella Cruz emanaban.
Sigan el ejemplo de los Sagrados Corazones y descubran, Mis amados, que poco a poco el Plan de Dios se manifiesta en sus vidas, y este horizonte para la nueva raza ya comienza a surgir delante de sus ojos, en lo profundo de sus consciencias.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Y ahora, queridos hijos, daré la palabra a Cristo, porque es a Él que le debemos todo lo que se nos ha sido dado. Porque Él permite esta Gracia, esta redención, esta sagrada oportunidad de que los corazones conozcan sus espíritus y tomen consciencia de su origen, aceptando definitivamente lo que han venido a cumplir sobre este planeta.
Coloquen sus manos en señal de recepción.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:
Nuestro Reinado es en el Universo y a ese Universo ustedes pertenecen, así como toda la Creación pertenece al Universo de Dios. De ese Universo, Yo provengo, así como provienen sus esencias y viven a través de los tiempos todas las oportunidades de redención.
A ese Universo, quiero que miren siempre, a pesar de lo que suceda. Recuerden que la vida superior siempre los ayudará a dar el gran y último paso, el definitivo paso hacia Dios, en unión perfecta con Su Corazón.
Es por eso, compañeros, que en la devoción ardiente de Mi Madre y en la simplicidad de San José, hemos venido a este Centro de Amor, para bendecir al mundo y prepararlo para lo que sucederá en poco tiempo.
Ahora veo sus corazones fortalecidos, después de haber cruzado el desierto Conmigo. Aún existen almas que necesitan de mucha ayuda para poder soportar las grandes corrientes cósmicas de la transformación. Pero si sus manos están unidas a la Mía y sus cuerpos se aferran a Mi túnica, la Luz de Mi Sagrado Corazón siempre los iluminará y no tendrán por qué temer, porque la purificación es la primera escuela de Mis apóstoles.
Así, queridos y amados compañeros, los invito a la trascendencia interior, una trascendencia que alcanzarán en la perfecta unidad con sus hermanos, abandonando la indiferencia humana, la omisión y el juicio de los errores que otros cometen.
Yo los invito a ser verdaderamente parte de Mi Divina Misericordia, así como Mi Divina Misericordia desciende al mundo para ayudar a esta humanidad perdida.
A través de estos últimos días, compañeros, recorrieron un largo camino interior junto a Mí, que al cabo de los tiempos descubrirán por sí solos. No será para ustedes una gran revelación, pero será la señal que tanto necesitan, la enseñanza que tanto esperaban recibir, para poder dar ese gran paso del cual Yo les hablo.
Hoy, Mi Corazón se glorifica, porque Mis compañeros glorifican el Corazón de Dios. Hoy Mi Corazón se alegra un poco más, porque los hijos de Mi Madre honran y glorifican a la Reina del Cielo.
Así, queridos compañeros, el Plan está muy próximo de sus vidas, dejará de ser tan inmaterial para estar visible en sus consciencias y corazones.
En este nuevo ciclo que comenzamos juntos, a partir de este día 8 de agosto, defínanse, compañeros. Cierren las puertas al mal y ayuden a cerrar las puertas que el mal les abre a todos sus hermanos.
Los invito, compañeros, a ser cooperadores de Mi Obra redentora, a realizar en estos tiempos el gran servicio planetario por esta raza. Los invito, en simplicidad y verdad, a que se constituyan como soles resplandecientes sobre el planeta, estrellas fugaces que se han convertido en luz, en redención y en amor.
Por esta máxima Obra, creadora e infinita, que pertenece al universo y la cual se debe concretar en esta humanidad, en esta misma hora, unimos nuestras manos, entre María y San José, formando esa sagrada triangulación que impulse a las almas a dar el gran paso, bendecidos por el Espíritu de Dios, por la Gracia, por la Misericordia infinita, para que todos Mis discípulos y apóstoles, para los principiantes como para los que están hace tiempo en Mi camino, en la hora justa y cierta, juntos como una sola unidad, puedan cruzar el umbral hacia la Nueva Humanidad.
Recuerden, compañeros, que toda esta Obra del final de tiempo gestará lo nuevo, lo que verán venir desde el horizonte, el nuevo ciclo de la humanidad, libre de los errores, de los pecados, de las maldades y de las indiferencias, llenos del Amor de Dios, de la Gracia, de la Misericordia y de la Compasión.
Al fin, queridos compañeros, aún hay mucho esfuerzo por hacer. Que sus corazones no se cansen de expandirse para que puedan abrazar cada vez más esta Obra, que debe llegar a los cinco continentes. Esta Obra es complementaria de la obra de Mi Santa Iglesia. Esta Obra, queridos compañeros, se expresa en esta humanidad dando oportunidades para todas las consciencias, para que todos puedan conocer el Amor de Dios de alguna forma.
A través de ustedes, Yo deposito una misión importante, una misión que están conociendo de a poco, que deben amar principalmente para que ella se pueda fortalecer en ustedes, y así expresarse y realizarse en esta humanidad.
En este 8 de agosto, el Universo, el Universo Celestial, el Universo Mental y el Universo Material, se detienen por un instante para observar el último ciclo que ahora ha comenzado.
Unan sus manos en oración.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos Míos, Mi Hijo les habla de una última chance. Es esa última chance que muchos recibirán para que puedan cruzar el portal hacia la redención y conversión. Mi Hijo los invita a ser precursores de este tiempo definitivo, que convoca a todas las ovejas perdidas para que puedan entrar en el establo de su Corazón.
Oremos en este momento, porque el último ciclo está descendiendo sobre este universo como una corriente poderosa de Dios que viene a corregir al mundo, que viene a equilibrar a las consciencias, que viene a traer lo nuevo, lo que aún nadie ha conocido, y sobre lo que nadie puede comentar de qué se trata, porque es un ciclo que llega en esta hora, en este preciso momento, para todos sus seres superiores y los seres superiores de toda la humanidad, no importando si están en la luz o en la oscuridad.
El Gobierno del Universo proclama Su Sagrada Palabra, para anunciar al mundo que es momento de que los últimos soles despierten a su verdadera tarea.
Recemos unidos a los Tres Sagrados Corazones, queridos hijos, porque en Nuestros Corazones ustedes siempre podrán estar, para que los podamos guiar hacia el Propósito infinito.
Unifíquense y vivan cada día más la unidad. La unidad los protegerá para que no salgan del camino. Y aquellos que aún no pueden vivir la unidad, que se rindan ante Mi Hijo para que Él los pueda ayudar a ser mansos, pacíficos y buenos con sus semejantes.
Recuerden, queridos hijos, las dádivas que les ha dado el Cielo en estos últimos nueve años.
Recemos.
Oración: Padre Nuestro (en arameo).
Y ahora el nuevo ciclo ya ha ingresado en la consciencia espiritual del planeta. Consciencia poderosa que proviene de Dios, descendiendo sobre el mundo para redimir a los corazones y fortalecer a los apóstoles que sustentarán a este planeta, cuando nosotros ya no estemos presentes, pero sí vivos en sus corazones para siempre.
Agradezcamos a Dios por esta oportunidad. Invoquemos sus Nombres Sagrados. Mientras nos elevamos al Cielo, eleven al Cielo sus intenciones, sus oraciones y súplicas.
¡Feliz 8 de agosto! Han nacido a Mi Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:
Compañeros Míos, Mi Corazón es su fortaleza.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canción: “Los Nombres de Dios”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Cuando la Divinidad hace un anuncio como éste, una gran emoción, un gran movimiento interior se produce en cada uno. Algo que emiten nuestras almas, que nosotros no comprendemos bien, porque además de la emoción, también nos causa un poco de temor, porque es algo desconocido. Es allí en donde el amor y la fe superan ese sentir y nos podemos aferrar al Manto de Nuestra Señora y a la Túnica de Nuestro Señor, sabiendo que ese paso, guiado por Ellos, será lo mejor para todos.
Hoy, en nuestro corazón, nuestra alma habló y dijo sí, seguimos adelante, a pesar de ese sentir que nos invadió; porque sabe que, en ese sentir, la fe y el amor van a fortalecerse y la confianza total en Dios nos convertirá en otros seres.
Esos fueron los pasos que nosotros dimos hace nueve años y aquí estamos, a punto de dar otros pasos, tal vez mucho más grandes, pero que nos van a llevar a otro punto. Y quién sabe, dentro de algún tiempo, en vez de haber 800 personas aquí, habrán algún día 80 000, para alabar a Nuestro Señor y a Nuestra Señora.
Siempre imaginamos cómo será cantar el Kodoish con 100 000 personas y atraer a los ángeles del Cielo. Quién sabe, de repente no es solo un sueño, liberar finalmente a este mundo de la ignorancia, de la perdición y de la falta de unión con Dios.
Nosotros, desde aquí, saludamos a todos en este día memorable, en el que al fin este mundo da su nuevo paso en la evolución. Y cada uno de nosotros que afirme su corazón en Dios, verá la Nueva Raza.
Y ahora, vamos a cantar para terminar, y vamos a repartir nuestras amadas naranjas. Esas amadas naranjas que fueron el principio de todo esto, y vamos a recordar una profecía que una hija de Dios, aquí en Uruguay, hace mucho tiempo transmitió y que dijo que Cristo cuando retornara, iba a caminar entre los naranjos, y nosotros nos estamos preparando.
Así que ahora vamos a cantar "Únete al Corazón de María", mientras repartimos nuestras naranjas y mientras nos despedimos de todo este planeta, de todos los que nos están acompañando a través de Misericordia María TV.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Las naranjas fueron bendecidas por los Tres Sagrados Corazones. Llevan tres bendiciones en una.
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Queridos hijos:
Cuando las almas oran, las puertas a la rehabilitación se abren, y todo lo que parece imposible de resolver y está impregnado del error se disuelve al recibir la Luz del Espíritu de Dios. Esa rehabilitación ofrece a la humanidad la posibilidad de vivir su conversión y de reencontrar el camino hacia el Corazón del Padre Celestial.
En este tiempo, hijos Míos, los Sagrados Corazones abren las puertas de los Universos de amor para que las almas puedan ingresar y rehabilitar sus vidas y consciencias. Esta oportunidad que se presenta es la última en este ciclo, por eso les pido hijos, que estén atentos a esa Gracia para que así puedan participar de ella en el tiempo que resta.
Que su rehabilitación en este ciclo ayude a la rehabilitación del planeta y de la humanidad, para que finalmente los errores sean corregidos y todo se encauce por el camino de la luz y de la redención; incluso vívanla por todos los Reinos de la Naturaleza, para que ellos también sean partícipes de esta importante rehabilitación espiritual que ofrece el Cielo a todas las almas de este mundo.
Así, queridos hijos, los errores milenarios serán corregidos y nuevas oportunidades se entregarán a aquellas consciencias que no las merecerían en este tiempo.
Su rehabilitación interior comenzará a través del amor, de la donación y de la entrega absoluta que ustedes puedan dar al Padre Celestial; así la Tierra prometida y esperada se manifestará después del ciclo de la purificación del planeta y de la humanidad.
Esa rehabilitación espiritual fue concedida por el propio Cristo cuando Él murió en la Cruz por cada uno de ustedes.
Acepten esta convocatoria hijos Míos. Rediman sus vidas en Cristo y por Cristo, así el planeta se liberará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Por la rehabilitación de la humanidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Madre de las Américas y la intercesora ante Dios de todos los corazones perdidos y distraídos.
Soy la Gobernanta y Señora de la majestad celestial.
Soy la que permite generar la liberación de todo mal a través de los ángeles del universo.
Mi Corazón pulsa en toda América y se hace sentir en el interior de los que invocan la Presencia de la Madre Universal.
Que. en este día, todas las puertas inciertas se cierren y que las almas aún no definidas den el paso hacia la ascensión interior.
Hoy, que todo lo que impide el despertar de los corazones sea liberado y retirado del universo. Para eso, hijos, que las condiciones internas sean creadas por medio de la oración, de la fe y del amor de todas las consciencias.
Soy la Madre de las Américas y no habrá gobierno ni gobernador mayor que Nuestro Padre Celestial.
Que los temerosos, los injustos y los falsos se exilien lejos de esta humanidad, para que los pueblos sean libres y gesten la nueva humanidad.
Aún hay tiempo para que los corazones se arrepientan y para que los gobiernos de la Tierra cambien de actitud y, de esa manera, la verdad emerja y nadie más sea condenado.
Yo soy la Madre de las Américas y entrego a Mis hijos el afluente de la paz.
Que nadie tema en este tiempo, porque Yo estaré al lado de quien confíe en Mí; pues nada los separará de Dios, ni gobierno ni nación ni estado, todo está bajo la Mirada de Dios.
¡Levántense, americanos, y decreten el triunfo de la Misericordia de Cristo!
Amen para aprender a perdonar. Perdonen para aprender a reconciliarse, y así se curarán de una vez y para siempre.
Yo soy la Madre de las Américas y protejo a todos los rebaños de Mi Hijo. Mi Estrella universal los guía hacia el Propósito. Mi Amor los conduce hacia los portales de la Paz.
No teman por los que imparten el falso poder. Oren por sus enemigos para que, en el día del Juicio Final, no sean sacados de este universo.
Este planeta y este universo son la escuela perfecta del amor y del perdón. Quien no pasa por esta academia de redención, mucho demorará para aprender a servir y amar. Por eso, los Sagrados Corazones vinieron al mundo para confirmar que este universo es de redención y de perdón. Aquí aún se vive la experiencia de la reconciliación y de la paz.
Este mundo sobrevive, en este tiempo, porque debe cumplir el Proyecto Creador, a través de todos los que se autoconvoquen. Toda la humanidad ya cruzó el portal hacia su purificación, las estructuras internas y externas tiemblan; pero quien se redima, ame y se dignifique ante Dios, no perecerá.
Abran aún más las puertas de sus corazones, para que el manantial de la Gracia infinita, en el tiempo que resta, pueda derramarse sobre ustedes y el mundo.
Que los ejércitos marianos de la oración se posicionen en el campo de la batalla final, que tomen sus escudos de fe y sus espadas de amor, y hagan triunfar el Plan de la redención.
Yo estoy con ustedes y lo estaré mientras ustedes Me lo permitan.
Soy la Madre de las Américas, y aquí nacerá el nuevo Edén para el mundo.
Que así sea. Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien los convoca al Plan del despertar,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A Mis hijos consagrados
Queridos hijos:
En este día de renovación y de confirmación de votos para con los planes de paz de Vuestra Madre Celeste, quisiera verlos expresar la alegría y el amor que a todos los ha congregado en este eterno oratorio de Mi Inmaculado Corazón.
Al abrir las puertas de los Universos celestes hoy vean a su Santa Madre descendiendo desde la Casa del Padre Celestial, coronada con todas las flores de Sus hijos predilectos que confirman una y otra vez su adhesión al Plan de los Sagrados Corazones.
Hijos Míos, hoy quiero que todos estén dentro de Mi plenitud y de Mi gozo espiritual reunidos en este Centro Mariano y tomados de las manos para celebrar con su Comandante Celestial el triunfo del Corazón de Su Hijo en el mundo.
Junto a los coros celestiales, serafines, querubines y arcángeles cantemos el Himno de Aleluya decretando a Yahvé como el único y poderoso Padre de la Misericordia.
Una Gracia expiatoria derramará Mi Inmaculado Corazón sobre aquellos que ya se consagraron y se consagrarán a Mí el 13 de marzo, cuando su Comandante Celestial dirigirá Su Gracia maternal sobre las causas imposibles. En ese día en el que la puerta mayor del oratorio sagrado de Mi Corazón estará abierta, quisiera verlos internamente pronunciando y afirmando por un año más su sí al Plan del Padre Universal.
Queridos hijos, como su Alteza Celestial desciendo del Cielo resplandeciente en amor, en maternidad y coronada por Sus hijos del mundo. Hoy desearía que sus almas pronunciaran a viva voz: "Gratitud, Madre por cuánto nos das." Así Yo elevaré al Cielo esta imploración para que el Padre la contemple en el océano infinito de Su Misericordia; de esa manera el Plan de todo el Universo podrá contar con la colaboración y el esfuerzo de todos.
Muchos de ustedes quisieran testimoniar resultados evidentes de toda esta Obra, Yo prometo que los verán en el próximo tiempo.
Hijos amados, ahora Yo los invito a obrar en el nombre del amor y de corazón por todos los que rechazan todos los días el llamado espiritual de Dios. Ustedes se consagraron como Mis hijos porque fueron tocados por Mi Luz, por Mi sagrada Maternidad y por Mi Misericordia.
Quisiera que aprovecharan este último ciclo, la Gracia inexplicable que Yo les derramo amorosamente para que sus corazones se abran cada día más para amar y reconocer en el semejante la Presencia de Cristo, así como Yo la reconozco en cada uno de ustedes.
Hoy sean verdaderamente una sola familia espiritual sin apariencias ni juicios, así como Nosotros, los Portavoces del Cosmos somos una familia con cada criatura de este planeta que está o no en el camino de Cristo.
Queridos hijos, renueven sus votos de consagración y de unión con Vuestra Madre Celeste. En este día Mi Inmaculado Corazón se aproxima aún más a sus vidas para que sientan Mi eterna Paz.
Les agradezco, hijos, por formar parte de los ejércitos orantes de la luz.
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Los tres Sagrados Corazones reunidos por un propósito mayor prometen la paz para los corazones que difundan el emblema de los Sagrados Corazones; esto ayudará a que vivan una buena vida cristiana siguiendo los principios del apostolado de Cristo y de Su Santa Iglesia Celestial y Espiritual, la llamada morada de los puros de corazón.
Hijos Míos, con el fin de difundir las Gracias de los tres Sagrados Corazones he venido en este día para renovar e instituir la devoción y la veneración a los Sacratísimos Corazones de Jesús, de María y de San José, el Obrero de Dios.
Es por este principio espiritual que Vuestra Madre Celeste pide a todos los devotos que apelen a ellos para vivir las acciones de caridad y de servicio por intermedio de San José.
Por este motivo que, en la imagen representativa que aparece en el Portal de Voz y Eco de la Madre Divina donde se revela la veneración a los Sacratísimos Corazones, el Casto Corazón de San José a partir de este año 2016 estará dentro de la estrella dorada junto a los Corazones de Cristo Jesús y de María.
En esta renovación espiritual de devoción y de veneración, las almas hoy podrán conocer las promesas paternales de San José para aquellos corazones orantes que lo veneren en esta trilogía.
Las promesas de San José para aquellos que veneren a los tres Sagrados Corazones serán:
1. La unificación espiritual de las familias para que pronto encuentren el principio de la Sagrada Familia.
2. El descubrimiento permanente del servicio a los más pobres y de la caridad crística en el corazón humano.
3. La vivencia de una vida espiritualizada a través de la confianza y de la fe en Dios.
4. El crecimiento interior de los más jóvenes, siguiendo el modelo paternal de San José como una enseñanza primordial para los padres y madres de esta época.
5. La madurez necesaria en la vida del servicio y en la donación abnegada a los demás.
6. El encuentro con Cristo por medio de la devoción al Casto Corazón de San José.
7. La divina protección de los niños y niñas en los brazos del Amado Padre San José.
8. La experiencia verdadera de fe y de compasión por intermedio de la intercesión de San José.
9. La expresión de la vida casta para las almas que despiertan a la vocación monástica.
10. La realización del Proyecto de Dios en los corazones receptivos al llamado del Cielo.
Si el ejercicio de la veneración de los tres Sagrados Corazones fuera realizado bajo el espíritu de la fe y de la absoluta confianza, esta trilogía podrá expandirse por el mundo, y las almas reencontrarán el sentido de vivir en Dios.
Aquellos que quieran difundir la devoción y veneración a los tres Sagrados Corazones deberán tener como principios: una vida diaria de oración, fidelidad en el servicio a los demás y, especialmente, la confianza interior de que la Obra de los Sagrados Corazones tiene la potestad de triunfar en las almas en estos tiempos definitivos.
Será de esa forma que, en el espíritu de renovación y veneración, hoy les transmitiré la oración mundial por la intercesión de los Sacratísimos Corazones de Jesús, de María y de San José, para que sea rezada cada vez que veneren a los Sagrados Corazones dentro de la estrella de la paz.
Oración mundial por la intercesión de los Sacratísimos Corazones
Amado Padre San José,
realiza a través de mi alma Tu Obra prodigiosa;
concreta a través de mis manos Tus Obras de caridad;
convierte mi corazón en una llama de eterno servicio.
Amada Madre María,
realiza a través de mi espíritu Tu apostolado mariano;
concreta a través de mis manos y de mis palabras, Tu eterno canal de oración;
convierte todo mi ser en un gran soldado de la paz.
Amado Maestro Jesús,
realiza a través de mi consciencia, Tu Obra Redentora;
concreta a través de mi entrega, Tu Obra de Misericordia;
convierte todo mi ser en Tus rayos de Amor y de Paz.
Que en la veneración a los Sacratísimos Corazones
el mundo entero se consagre
y surja la Nueva Humanidad.
Amén
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama, Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Vuestra Madre Poderosa ahora pisa con Sus benditos pies la cabeza de la serpiente para que triunfen la redención y la libertad en los oprimidos. Esa cabeza del mal, es la que genera discordia, falta de amor y una conquista ilusoria del planeta y de la humanidad. Temerosa está la serpiente, porque es pisada por la fuerza inquebrantable de las almas que oran sinceramente para que se establezcan los mil años de paz.
Vuestra Madre Poderosa mientras pisa lo que causa el dolor y la guerra, extiende Sus brazos sobre el mundo, para que él sea rodeado por la Infinita Gracia que brota de Sus santas manos. Así, la profecía de San Juan Apóstol se está cumpliendo. Mientras la Madre de Dios pisa con Sus pies a la feroz serpiente del mal, es hora, hijos Míos, de que oren más de corazón y no tan solo de palabra. Es hora de que definan a tiempo si quieren vivir en esta escuela orante que les ofrece Mi Corazón.
Las almas buenas, las que están siendo congregadas por la Madre Celeste, están consiguiendo dar los pasos hacia el Propósito de la Luz.
Mientras la Mujer Vestida de Sol presiona con Sus pies a la astuta serpiente, la que imparte por el mundo todos sus venenos de caos y de perdición, que Mis hijos aprovechen para tornar santa cada una de sus acciones, así como cada uno de sus actos y pensamientos en los tiempos de hoy.
Aún cuando la serpiente feroz no soporta la victoria interior de las almas que se abren para expresar sus vidas a través de la caridad fraterna y del servicio, una batalla inminente se precipita sobre algunos de los soldados de Cristo; la lucha por el Reino de la Paz ya comenzó, y nadie podrá quedar afuera de este acontecimiento.
Aunque la mala serpiente recibe el peso de la Justicia Divina, aún la batalla final no ha comenzado. Dichosos aquellos corazones atentos y no ingenuos: todo está sucediendo en el plano espiritual, todos los soldados marianos batallan en esta guerra a través del poder del verbo de la oración, el que decreta las Leyes superiores para tiempos imposibles.
En esta hora, el dragón se revuelca dentro de su abismo, y la furia de su veneno intenta repeler las buenas acciones de paz que el mundo silenciosamente está alcanzando a través de algunos seres.
Nunca más habrá tregua, esta es la última. Por eso mientras Vuestra Madre Poderosa sujeta la furia de la serpiente venenosa, que los apóstoles se preparen para correr hacia el interior del desierto de Adonai, en donde todos estarán protegidos.
El falso dragón intentará imitar a los verdaderos espíritus iluminados, pero en una de sus patas se podrá ver el defecto de una gran fantasía espiritual.
Quien ore con firmeza no será tibio durante la batalla, cada alma verá dentro de sí lo que nunca ha conocido.
A pesar de que la serpiente enviada por el dragón esté bajo el peso de la Luz de Vuestra Señora, la batalla continuará, y las pruebas se agudizarán de la noche a la mañana.
Será el momento de la fidelidad de parte de todos, pues en verdad les digo, hijos Míos, ya no habrá lugar ni espacio hacia dónde correr, sino solo hacia el Corazón del Padre Celestial, que está atento a los pasos que Sus criaturas lentamente se están animando a dar.
Todo tendrá un ciclo, pero mientras la serpiente esté bajo los pies de Vuestra Madre Poderosa, apresuren sus pasos espirituales, aún las últimas legiones humanas están siendo formadas en medio de la batalla que definirá el próximo reino.
En las invisibles nubes del universo, Mi Hijo, el Rey, observa todos los acontecimientos. Él está siendo vestido por los ángeles sacros, con lienzos y túnicas resplandecientes, presencia que Él revelará al mundo en el momento más agudo que ya se aproxima.
Que los orantes no sean temerosos, pues todos verán a tiempo la purificación total de la Tierra. Únanse a sus ángeles de la guarda, ya no dejen espacios en la consciencia para energías superfluas.
No dejen de atender el llamado a la permanente oración del corazón, eso ayudará mucho a Vuestra Madre Celeste, que estará por un tiempo más pisando con Sus pies la cabeza de la serpiente, para que así el mayor número de almas presas e ignorantes, sea arrebatado por la presencia del Amor Superior, el que las despertará en esta hora definitiva.
Sus consciencias ayudarán mucho para esta construcción espiritual que Vuestra Madre está realizando por la salvación de muchas almas dormidas.
La serpiente feroz no soporta las semillas que están siendo sembradas a través de las misiones. En la apariencia de que nada grande está sucediendo, la Divinidad Celestial, el Padre-Madre Creador, está tomando partido, y las esencias ya reconstruidas en lo más profundo de las consciencias, están volviendo a sentir esperanza, confianza en el amor, en la paz y en la fe, lo que las hace abandonar la ira, la opresión y el constante castigo.
El triunfo de los Sagrados Corazones será sorpresivo, y nadie podrá oponerse a ello.
Cuanto más amor y consciencia tengan las almas sobre la realización del Plan, el dragón que se revuelca en su abismo será vencido de otra forma por las legiones del Arcángel Gabriel, sin que el dragón escape hacia la superficie del planeta.
Sus planes son derrotados y esto despierta la furia contra los amigos de Cristo. Pero ellos podrán estar protegidos cuando se viva la obediencia. Ya no habrá tiempo para reparar las fallas cometidas dentro de los comandos humanos.
Solo habrá que seguir la dirección espiritual que estará siendo indicada por las Jerarquías Celestiales, ya no habrá dos caminos para poder elegir. Eso los hará mantenerse adheridos o no a la Voluntad Superior.
Que Mis hijos orantes estén preparados para lo que sucederá. Les pido que nadie pierda tiempo en lo insignificante, y que sí ponga atención en los detalles del día a día, allí estará la protección de todo.
Mientras Vuestra Madre Poderosa aísla a las almas del peligroso veneno de la serpiente, avisen y anuncien al mundo que aún las entrañas más profundas de la Misericordia de Cristo estarán abiertas, durante la próxima Sagrada Semana, en la cual las almas y sus núcleos internos terminarán de sellar su compromiso eterno con el Padre Celesital.
La hora está marcando que llegó el momento del despertar. La operación angélica ya comenzó en la víspera del Retorno de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la Consciencia Mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Cuando estábamos orando la última decena del Misterio del Rosario, vimos a Nuestra Señora ayudando y trabajando en una región de Medio Oriente. Momentos más tarde, cuando Ella apareció, nos dijo que estábamos viendo un lugar en Turquía. Señaló con Su mano izquierda a un número infinito de ángeles alados reunidos trabajando y sobrevolando el área.
La Madre Divina nos dijo que había encomendado a un cierto número de ejércitos angélicos que se unieran a un determinado grupo de almas presentes en el planeta, para colaborar con ellas y ayudarlas a que se pudiera establecer uno de los más importantes Propósitos de Dios: la Paz. Ella nos dijo que esas almas, encarnadas en la Tierra para estos tiempos, eran almas servidoras del Plan de Dios que ayudarían en los tiempos de mayor emergencia mundial.
Nuestra Madre del Cielo mostró que los ángeles y las almas servidoras estaban trabajando intensamente en la contraparte física del camino que hoy recorren los refugiados, dentro de Turquía en el exilio hacia Europa. Ella nos dijo que los ángeles y las almas servidoras intentaban contener esa situación de forma armoniosa y pacífica, trabajando para generar alivio espiritual e interno en cada uno de los hermanos exiliados de Medio Oriente.
Queridos hijos:
La convocatoria de colaboración y cooperación para la misión de Medio Oriente, ya fue realizada por la Federación Humanitaria Internacional y todos están espiritualmente en los últimos preparativos para embarcar hacia esa importante tarea. Y así como fue en África Vuestra Madre Celeste, junto a las instrucciones de San José, guiará desde cerca esta arriesgada misión humanitaria.
Mis misioneros de la paz ya se encuentran trabajando junto a algunos ángeles en todo el territorio turco. Esta nación hermana se encuentra en medio de dos realidades que son opuestas, del lado de la guerra árabe y del lado de la puerta de entrada hacia los países de Europa Oriental.
Turquía es la principal ruta para todos los refugiados. Pero no solo Mis misioneros de la paz encontrarán necesidades en esa nación, sino también ellos verán la realidad de los pueblos de Siria en busca de una nueva forma de vida.
El principal efecto de la guerra recae en los niños, en los más pequeños, los que deben trascender las consecuencias del hambre y de la falta de agua. Es por eso que los tres Sagrados Corazones ya se encuentran en la región espiritual del conflicto, preparando el camino para que la ayuda humanitaria y orante llegue al mayor número de personas posible.
Mis misioneros de la paz se encontrarán con otros misioneros y, en el nombre de la paz y del servicio voluntario, unirán fuerzas internas de amor y de trabajo por todos los refugiados.
Las principales carencias que están presentes en los rostros de Mis hijos de Medio Oriente son el miedo, el exilio, el hambre y la falta de amor humano. Es por eso, queridos hijos, que esta próxima misión humanitaria colocará no solo a los misioneros sino a todo el trabajo en la realidad del verdadero Armagedón, al que espiritualmente se intenta detener para que no se expanda por todo el mundo.
La guerra no es solo la causa de la precariedad de la humanidad, el planeta como totalidad está inmerso en varios conflictos, que primero se gestan en las familias y después en toda la humanidad, llegando a grandes naciones.
La Justicia Divina está actuando, pero también el tiempo de la Misericordia está vigente. Es por eso que esta próxima misión humanitaria a Turquía es considerada, por el Plan de Dios, como una misión de Misericordia. Será a través del servicio, y de cualquier necesidad que se deberá cubrir, que la energía de la Divina Misericordia será la fuente principal para la transmutación de las corrientes negativas contrarias, las que se alimentan de las guerras.
Mis catorce misioneros, en nombre de Dios, conscientemente estarán ingresando con el amparo del Arcángel Miguel en un área mundial de gran conflicto mental y espiritual. Será como ingresar en una gran tempestad, que está ocurriendo de forma precipitada y desmedida.
El lema para los misioneros de esta nueva misión será: “La Gracia de Dios es nuestra fortaleza”. La Misericordia secreta que deberá ser difundida a través de cada acto y servicio revertirá la desesperación humana y podrá traer un poco de paz a los corazones.
La misión humanitaria a Medio Oriente abrirá otras puertas, para que el Proyecto de la Jerarquía sea solicitado en otras regiones del planeta, en donde existen necesidades de ayuda también muy complejas.
La unión de cada misionero y de cada orante con los tres Sagrados Corazones, de forma verdadera, fiel y amorosa permitirá que no se corran ciertos peligros.
Que en tiempos de Armagedón, la fe y la confianza en Cristo sean el escudo y la fuerza mayor que genere la entrega absoluta al Plan del Padre para que Su preciosa Voluntad se cumpla.
Mi Hijo los reunió a todos en estos tiempos, por eso cada alma es llamada para formar parte de esta obra de redención, sin apegos ni formas.
Nuestra Luz esté presente en cada misionero. Nuestro Amor los colme para que reine la Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En preparación y vigilia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos,
En esta navidad que llega quisiera que en sus corazones se establezca el espíritu de la reconciliación con Dios, para que en el mundo no se pierda el acto de siempre reconciliarse los unos con los otros y así también atraer el espíritu de la Paz.
Esto ayudará a que en sus memorias se registre algún momento de reconciliación y de perdón, esto hará que nunca olviden la esencia del amor que todo lo puede. Sean pacientes con sus propias dificultades.
Que, en esta Navidad que se aproxima, las almas vivan el Nacimiento de Mi Hijo como algo verdadero y profundo. Así, queridos hijos, sus corazones serán receptáculos preparados para recibir los mismos códigos de luz que en aquel tiempo la Sagrada Familia recibió de todos los ángeles del universo, cuando ellos se congregaron en torno al Sagrado Nacimiento de Jesús.
Desearía, hijos Míos, como Vuestra Madre y Protectora de la vida espiritual, que cada una de sus esencias desde ahora se fuera preparando para poder ingresar espiritualmente en el pesebre de Vuestro Señor. Para eso, que sus actos diarios ya no sean de conflicto o de desacuerdos, que sus gestos y acciones sean impregnados por el Amor de Dios.
Recuerden, queridos hijos, que en este mes de diciembre, mes del Señor Jesús, las familias serán el motivo perfecto de trabajo espiritual y de unidad entre los seres.
Aún la guerra no ha terminado, y juntos debemos lograr que prevalezcan los valores que hacen de la familia de la Tierra ese esperado modelo de consagración y de vida espiritual.
Por todo eso, los Sagrados Corazones, trabajarán en este mes de diciembre por la realización del proyecto de la nueva familia, aquella que en esencia y en consciencia repoblará la Nueva Tierra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En oración y preparación para el día del nacimiento del Rey, los saluda,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Dios desea, a través de Su amado Hijo, instituir la devoción a Mi Inmaculado Corazón como un instrumento divino de salvación y de rescate de las almas que están perdidas.
Para que eso sea posible, Gracias especiales serán espiritualmente generadas por aquellos corazones que difundan la devoción a Mi Inmaculado Corazón; pues la victoria del Reino de Dios ocurrirá cuando las almas, en total arrepentimiento y humildad, pidan Mi intercesión maternal.
Su Madre Celeste promete no olvidar a nadie durante la hora más culminante.
Mi Hijo desea que esa devoción verdadera a Mi Inmaculado Corazón trascienda los tiempos de hoy y que, viviendo y practicando los buenos ejemplos de caridad, las almas generen los méritos necesarios para alcanzar ampliamente la redención.
La devoción a Mi Corazón Inmaculado tiene como fundamento mantener la filiación con el Padre Eterno, entregar a todos principios espirituales y sagrados que renueven las consciencias y despertar, por encima de todo, una vida de santidad y de consagración; bases importantes que permitirán una nueva forma de vida, impregnada por el Santo Espíritu de Dios.
Todos aquellos corazones que, en estos tiempos, adopten una postura de devoción interior a Mi Sacratísimo Corazón de Madre, estarán ayudando a fortalecer esa devoción en la consciencia planetaria y en todos aquellos corazones que deberán reencontrar una unión más profunda con el Reino de los Cielos.
Por eso, Hijos Míos, este es el tiempo en el que los Tres Sagrados Corazones se entregan para que las almas beban de las tres Fuentes de Misericordia que provienen del mismo origen y del mismo Padre del Universo. Esa devoción les traerá renovación y, sobre todo, paz en los tiempos de hoy.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice, con amor y compasión,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando María llegó hasta aquí para entregar el Mensaje para la Aparición, nos sorprendió con un aspecto diferente. Estaba con el cabello suelto, sin velo; tenía la piel morena y una apariencia indígena. Sus ojos eran castaños, vestía una túnica blanca y un manto azul con algunos bordados de flores muy pequeñas y de diferentes colores.
María hablaba como si estuviese en Colombia y veíamos cómo unía los tiempos y, mientras que hablaba delante de mí, hacía que Su energía maternal ingresase en los corazones de todos los que la escucharán en el día de hoy, en su Aparición Mensual.
Hijos Míos, que la Paz de Nuestro Señor Jesús Cristo permanezca siempre en sus pequeños corazones.
Yo Soy Su Madre Celeste, la que llega al mundo para despertar los corazones a la Soberana Verdad de Dios.
Vengo a Colombia, para transformar la devoción pura de Mis hijos más sencillos, en fuente de salvación para las almas de toda la Nación, como también del mundo entero.
Mis amados, hace mucho tiempo desciendo de los Cielos, en Espíritu de Amor, para mostrarle a los seres del mundo la verdad sobre el corazón humano. Con Mi pureza de Madre del Mundo y Sierva de Dios Padre, quiero hacer emerger en los corazones de los hombres la pureza original. Es por eso que hago que se sientan como pequeños niños, porque es de esa forma que podrán comprender las mayores verdades celestiales, cuando la pureza de sus corazones sea una realidad en sus vidas.
Llego a Colombia, Mis amados hijos, para renovar un antiguo compromiso que ella tiene con Mi Inmaculado Corazón, y en consecuencia, con el Corazón de Cristo y con Dios Altísimo. Vengo para renovar su fe y la fe de todos los que vendrán atrás de ustedes y que despertarán a la vida de oración, por medio de su ejemplo orante de amor y de fraternidad.
Mis queridos, pretendo, en este tiempo, que sus almas vuelvan hacia la simplicidad y el amor; que en sus corazones pueda nacer el perdón para redimir el pasado y traer para el futuro la perspectiva de un mundo pacífico y lleno de Dios.
Como Madre del Mundo, Madre de las Américas y Madre de Colombia, vengo para que cada nación y cada ser de esta Tierra, pueda cumplir con el plan que Dios tiene para Sus criaturas. Y eso, hijos Míos, se alcanza de una manera muy sencilla, aunque con persistencia y valentía.
Es por ese motivo que hoy los llamo a que se unan a Mi Corazón y conviertan a Colombia en una nación orante y que, así, el mundo entero sea permeado por sus oraciones y por el manantial de paz que generen a partir de aquí.
Les pido que se unan a Mí en oración todos los días, que escuchen las súplicas que los Sagrados Corazones entregan al mundo diariamente, para que una nueva humanidad, permeada por el Espíritu de Dios, pueda nacer en el planeta.
Hoy guardo, en sus pequeños corazones, la devoción a la Santa Niña María, para que, al igual que Mi Inmaculado Corazón, puedan ser como niños delante de Dios, y en la simplicidad y en la pureza, cumplan los designios del Creador.
Los amo y les dejo Mi Paz.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más