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Queridos hijos:
Que la Paz de Cristo esté en ustedes.
Busquen, en este momento, fortalecer su unión con Mi Hijo, así permitirán que las Leyes Inmateriales lleguen a sus vidas y sus consciencias sean retiradas de la corriente del caos y de los embates.
En este tiempo, hijos Míos, deben vivir la verdad y la sinceridad con Mi Hijo, para que Él haga de sus personas almas de caridad, misericordia y bien.
Continúen rezando el Santo Rosario diariamente, porque en la oración del Rosario encontrarán la escalera de Luz que los elevará y los retirará de cualquier peligro.
Desde el Cielo vengo acompañando el momento que el planeta sigue atravesando. Cuantas más obras de bien y de paz se lleven adelante, mayores serán las Gracias que la humanidad recibirá, aunque no las merezca.
Hijos, usen el discernimiento, usen correctamente la palabra, que nada sea desperdiciado.
Sean personas de amor y de bondad.
Vivan el mensaje de Mi Hijo y así el mundo estará a salvo por la presencia de la santidad de las almas.
Reconozcan a Mi Hijo en el semejante.
Despierten sus virtudes y talentos.
Sean embajadores de la paz y ya no vivan el odio, la venganza ni la discordia.
Sean más misericordiosos, y la Divina Misericordia llegará al mundo.
Yo les doy Mi bendición maternal para que no se desanimen.
Si están en Cristo, en Cristo alcanzarán su redención y conversión. ¡Adelante!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hijos:
Agradezcan todos los días por poder estar al lado de Mi Hijo Jesús, porque muchas almas en el mundo no lo están ni tampoco viven Su Palabra.
Agradezcan que Cristo los haya llamado a servirlo en la diversidad de la entrega y del sacrificio que cada corazón orante puede ofrecer.
Agradezcan por poder escuchar el mensaje de Mi Hijo y porque sus consciencias estén libres de la ilusión y del espejismo de estos tiempos.
Agradezcan por poder contemplar y adorar a Mi Hijo en la Eucaristía.
Agradezcan porque todos los días ustedes pueden comulgar del Sacramento de la Fe.
Agradezcan porque son amados y apreciados por el Corazón del Redentor. Así sus vidas, hijos Míos, serán un ejemplo y un testimonio de santidad y de redención.
Los invito a abrazar su propia cruz y a cargarla, para que sigan las Huellas del Señor.
Queridos hijos, este es el tiempo de ofrecerse, pero de verdad. Es tiempo de donarse al mundo en servicio y en apostolado para que el Amor Divino reine en este momento crítico de la humanidad.
En su gratitud estará la llave que abrirá todas las puertas.
En su esfuerzo estará la libertad de sus almas.
En la donación estará la santidad de sus vidas.
Jesús espera que no le teman al esfuerzo ni a la donación de sí, porque Yo siempre estaré allí, como Madre, para ayudarlos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mis pies señalan el sendero del último tiempo para seguir.
Como Madre, intento conducirlos hacia Cristo, para que su aspiración a mantenerse en el camino de la redención siga siendo permanente.
A los lados de la senda que Yo les señalo encontrarán la actual realidad del mundo, grandes y profundas necesidades que precisan ser atendidas a través de la luz del verbo de la oración.
De esa forma, queridos hijos, estarán atrayendo del Cielo lo que la humanidad necesita y no lo que desea.
Este es el tiempo de atravesar la desolación mundial, el ciclo en el que nada parecería tener sentido ni salida.
Este es el tiempo de que, al igual que Mi Hijo, ustedes ayuden a cargar la pesada cruz de la indiferencia y de la injusticia de la humanidad.
Todo esto solo podrá ser resuelto con la oración del corazón, una oración que, en este momento agudo, les traerá la Paz del Reino de los Cielos.
Por eso, hijos Míos, no pierdan la fuerza de orar. Así su fe no será débil y su confianza en el Padre los llevará a comprender estos tiempos definitivos.
Que la oración los haga portadores de los Dones del Cielo.
Que sus virtudes los ayuden a trascender y a purificar sus vidas, para que sus almas estén a las puertas del Reino de los Cielos, a la espera del gran momento del Retorno de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hijos:
La llave que abrirá la puerta principal de la Iglesia Celestial será un corazón sincero unido a este importante momento espiritual.
Mi Hijo necesita corazones sinceros y no perfectos para que los atributos de la Iglesia Celestial se depositen en los hijos del Padre.
Un corazón sincero, aunque humano, puede ingresar en la consciencia de la Iglesia Celestial y allí recibir, misericordiosamente, el legado de Amor de Mi Hijo.
Por eso, hoy los llamo a que tengan un corazón sincero para que sus almas pasen por la Iglesia Celestial y sean nuevamente bendecidas por los impulsos de Luz y de Redención que traerá Mi Hijo desde el universo.
Con un corazón sincero serán pacificadores de Cristo. En este momento culminante de la humanidad, las almas tendrán la Gracia de recibir las dádivas del Cielo si tan solo tienen un corazón sincero.
Hijos Míos, abiertos de corazón, reciban con gratitud y devoción la llegada de la Iglesia Celestial y, unidos a sus Ángeles de la Guarda, ofrezcan todo lo mejor de sí mismos a fin de enmendar y de reparar las ofensas que aún genera el mundo.
Que sus corazones sean puentes que hagan descender la Misericordia y la Paz al mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando Dios creó al hombre fue para que Lo representara en la Tierra como parte de Su Consciencia Divina. Desde que el hombre modificó ese principio se separó del Propósito de su creación y, a través del esfuerzo, tuvo que trabajar para volver a aproximarse al Propósito.
El hombre solo vio su belleza exterior y se olvidó de la belleza del alma, las influencias y los movimientos de la vida terrestre lo llevaron a volverse más mortal y no más sublime como era antes.
Para que el hombre pudiera tener la chance de retomar el camino de la elevación de la consciencia, llegó Mi Hijo, porque era solo a través del camino crístico y no material que recuperaría el sendero que perdió de vista por diferentes razones.
Por eso, en los tiempos de hoy, aún la mayoría de los seres humanos permanece en los sentidos externos y se aparta de los sentidos internos.
El momento mundial genera grandes contradicciones y las almas se confunden. Solo aquel que se coloque bajo la Presencia de Mi Hijo conseguirá recuperar el Propósito que, como proyecto, perdió.
La determinación, el esfuerzo y los principios de vida ayudarán a ir convirtiendo lentamente aquellos aspectos de la vida que necesitan redención y luz.
La fe será la base para que todo eso suceda.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hijo:
Guarda la Luz de Dios en tu corazón. Allí, ella reposará y trabajará silenciosamente hasta cumplir su propósito interior.
Guarda la Luz de Dios en tu corazón, para que ella alcance la meta dentro de ti. Esa Luz desciende para bendecirte y para renovarte.
La Luz de Dios es neutra pero muy compasiva. Su presencia regenera la vida y despierta el amor en el corazón humano.
Esa Luz, que proviene de Su Fuente, es una potentísima Gracia que llega para renovar la vida del alma orante.
La Luz de Dios llega para redimir tus células a través de la elevación interior de tu ser. Así, abrirás espacio para que esa poderosa Luz actúe y obre conforme con el propósito que ella tiene.
Deja que la Luz de Dios transforme tu ser y aquellos espacios dentro de ti a donde aún ninguna luz llegó.
Confía en el poder de la Luz de Dios y todo se convertirá.
Ella atrae las almas hacia la Fuente Divina.
Ella comulga con el corazón que vive el camino de la oración.
Es la Luz que ilumina el camino de los pies peregrinos.
Es la Luz que revela la verdad interior.
Es la Luz de Dios que despierta a la consciencia y la conduce al discernimiento.
La Luz de Dios interviene en momentos culminantes y en situaciones difíciles.
La Luz de Dios nunca se reduce o desaparece de este espacio-tiempo.
La Luz es omnipresente y su omnipresencia le permite ayudar a muchas almas que necesitan imperiosamente esa humilde Luz del Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Ardua será la batalla final de estos tiempos para que el amor venza a la indiferencia.
En esa batalla, sus almas y corazones estarán en lucha para que, a través del poder de la oración diaria, el mundo reciba la última oportunidad que necesita para poder dar el paso que aún no dio.
En esa batalla todo estará permitido, porque las almas deberán aprender a escoger, y su libre albedrío estará en juego, porque lo que vivirán dependerá de lo que elijan. Esta es la realidad actual.
Mientras la humanidad aún está paralizada por la pandemia, que las almas aprovechen para recapacitar y traer hacia la consciencia el verdadero sentido de estar presentes en esta humanidad.
Que la razón de este momento de inflexión mundial sea reparar y reconstruir espiritualmente lo que la humanidad destruyó con sus ideas y acciones. De esa forma, el Universo los mirará con otros ojos, y más Misericordia Divina descenderá para convertir este momento en una oportunidad de cura y de redención.
Hijos Míos, la escuela de la oración es la base fundamental de este momento, porque a través de ella, ustedes aprenderán a estar más concentrados y alineados con el Propósito Divino, y esto repercutirá en el mundo entero para que más acciones fraternas y equitativas sucedan en el planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hijo:
Nunca temas cruzar definitivamente los umbrales de la consciencia inferior.
El Amor y la fuerza interior de Mi Hijo, en el Sacramento del Altar, te llevará y te ayudará a que, por ti mismo, vayas trascendiendo la condición humana.
Debes saber que no eres solo tú el que se redime y se supera, sino que es la raza humana la que también es ayudada a vivir, en algún grado, la redención.
Por eso, mantén tu fe y tu confianza encendidas en el centro del corazón, porque es allí donde triunfará el Amor de Dios por encima de toda condición o adversidad.
Dios reconocerá siempre tu esfuerzo sincero y tu ímpetu por vivir un poco más el Amor crístico y divino.
Quédate en paz y continúa adelante. Recuerda que Mi Hijo te entregó Sus parábolas y talentos para que, a través de ellos, aprendieras a servirlo y a adorarlo.
Todo tiene su tiempo. No es inteligente forzar los cambios, porque los cambios llegan cuando el alma y la mente del hombre comprenden que todo tiene su ciclo.
Camina en dirección al Propósito de Luz que está ante tu mirada. Síguelo, y el universo creador te enviará su auxilio para que puedas cumplirlo. Así se formarán los nuevos apóstoles de Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
A un mes del próximo 8 de agosto, su Madre Celeste se prepara, a las puertas de la Iglesia Celestial, para reunir y unir a las almas que, desde los planos internos, participarán de las ceremonias de la Iglesia Celestial.
Desde ahora, los invito a vivir una preparación interior por medio del rezo diario del Santo Rosario.
Que el Rosario sea ese puente de luz y de amor que, ustedes mismos, construirán entre el Cielo y la Tierra para que puedan llegar, a través de él, ante la majestuosa Iglesia Celestial.
Con la construcción diaria de ese puente de luz, por medio del Santo Rosario, en el mes de agosto, Mi Corazón Inmaculado los llevará a Dios para que, ante Su omnipotente Presencia de Amor, ustedes recojan interiormente los últimos tesoros que el Padre les entregará a través de Su amadísimo Hijo.
Queridos hijos, los invito a que, por medio del Rosario, estén en peregrinación interna hacia la Casa del Padre Celestial, para que Su Sagrada Iglesia los reúna en comunión sacramental y ustedes ya puedan ofrecerse como instrumentos en las Manos del Padre Eterno por la redención de este planeta y de esta humanidad.
Buen ejercicio orante para todos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Llegarán al mundo situaciones desconocidas y nuevas, misterios que se revelarán a fin de concientizar y de redimir a la consciencia humana. Pero la mayoría no estará muy atenta para percibir ese momento. Los más despiertos reconocerán la llegada de esa experiencia.
Todo eso colocará a la humanidad ante la verdad; nadie podrá ocultarla o hacerla desaparecer, ningún tipo de manipulación lo impedirá, porque llegó el tiempo de que la mente humana sea desbordada de reveladores impulsos que definirán un ciclo entero.
Por eso, deben estar atentos a las señales, a todo lo que el Cielo mostrará y dejará como símbolo de su revelación. Ahora, es momento de que puedan primero, reconocerlo, para después comprenderlo. La consciencia tendrá la Gracia de saberlo y de identificarlo.
Prepárense de corazón y sin expectativas.
Una larga historia que parecía no tener fin, terminará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que, en este día especial de Misericordia y Redención, los Rayos que brotan del Corazón de Cristo se derramen sobre las almas que clamen y pidan Misericordia.
Que, en la víspera del fin de la Obra de los Sagrados Corazones, sus vidas ya puedan reconocer el poder transformador de cada Gracia recibida y que, en esta hora dolorosa de la humanidad, los no creyentes tengan el impulso del despertar y de la conversión.
Mi Corazón que es la puerta segura hacia Dios desea que muchos más corazones puedan cruzarla a tiempo, y así estar en el Reino de los Cielos.
Que, mediante la oración misericordiosa de este día, las almas puedan llevar adelante una síntesis espiritual de todo lo que fue vivido junto a Mi Hijo en estos últimos años.
Queridos hijos, en la víspera del fin de Nuestros mensajes y palabras, permanezcan en el Corazón de Mi Hijo, para que algún día estén preparados para recibirlo, porque Él llegará en Su Gloria celestial.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Que la dolorosa Pasión de Mi Hijo sea para ustedes el legado de la redención y de la luz espiritual que sus almas necesitan para vivir la conversión.
Que este poderoso, pero humilde legado de Mi Hijo sea el sostén de sus consciencias para cuando Nuestros Sagrados Corazones ya no estén presentes en sus vidas.
Hijos, sírvanse del legado espiritual de Mi Hijo y den a conocer al mundo su testimonio de redención.
Enséñenle al mundo a vivir en el amor para que las almas recuerden y sepan que, a través del legado de la dolorosa Pasión de Mi Hijo, los corazones oprimidos alcanzarán la libertad espiritual.
Sírvanse de ese legado, reveréncienlo y ámenlo. Así, el corazón humano seguirá viviendo su redención y alcanzará la comprensión de algunos misterios.
En la dolorosa Pasión de Mi Hijo está la puerta para su trascendencia y muerte interior; un camino hacia el vacío de sí y un reencuentro con el Amor insondable del Redentor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragesimocuarto poema
Madre de la Misericordia,
ayúdame a superar los miedos de mi consciencia
y que por Tu Gracia los pueda disolver
en el Amor y en la Paz.
Madre de la Misericordia,
que después de tantas pruebas y caídas,
mi alma se encuentre fortalecida para seguir adelante
pudiendo ver las Huellas de Cristo.
Madre de la Misericordia,
libérame del pecado, de las faltas constantes,
retírame las cadenas de la perdición y de la ilusión,
para que yo pueda volar libre como un ave
hasta que pueda encontrar
el camino de retorno al Corazón de Dios.
Madre de la Misericordia,
derrama sobre mi vida los méritos y las victorias
que Cristo alcanzó durante Su Pasión.
Que, por la Luz de Su precioso Cuerpo,
yo pueda elevar la consciencia
para poder estar más unido a Dios.
Que, por el Poder de Su Sangre,
mi alma reciba los impulsos que necesita
para terminar de cursar esta escuela de redención.
Madre de la Misericordia,
escucha mis plegarias todos los días.
Llega a mi vida
para que alcance la liberación de la esclavitud espiritual,
porque así podré ser un discípulo de Cristo,
dispuesto a entregar mi vida
como testimonio de Amor
y como obra de la Misericordia.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragesimoprimer poema
Reina del Cielo y de la Tierra,
ilumina nuestros caminos con las estrellas de Tu Corona,
para que en la senda de la vida nos encontremos con Dios.
Haznos simples de corazón y ardientes en la oración,
porque esperamos estar cumpliendo
con una parte del Plan del Creador.
Reina del Cielo y de la Tierra,
concédenos la Gracia de ser liberados
de las cadenas de la opresión
y de la esclavitud que podría estar viviendo nuestra alma.
Reina del Cielo y de la Tierra,
ayúdanos a que, finalmente,
seamos discípulos y servidores de Cristo.
Que nuestra vida y nuestra existencia
estén en las Sagradas Manos de Tu Hijo,
para que Él las pueda moldear como nuevos instrumentos
a Su servicio de Amor y de Paz.
Reina del Cielo y de la Tierra,
aspiramos a no querer ya nada para nosotros,
sino que nuestras vidas sean el ejemplo
de las promesas de Cristo
para la redención de la humanidad.
Reina del Cielo y de la Tierra,
Te pedimos que nos guíes y nos acompañes
hasta que podamos caminar solos
para que, con madurez,
respondamos amorosamente a los pedidos de Dios.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Trigesimoctavo poema
Santísima Madre de la Contemplación,
Guardiana Sagrada de las Reliquias de Cristo,
Mensajera de la Palabra de Amor de Tu Hijo,
en este día, Te pedimos
que nos ayudes a vivir integralmente
todas las enseñanzas de Cristo,
para que, en este tiempo definitivo,
podamos ser un ejemplo de Redención y de Gracia.
Santísima Madre de la Contemplación,
ayúdanos a que cada Palabra de Cristo
resuene como un impulso de Luz dentro de nosotros.
Que, a través del Evangelio, nos autoconvoquemos
para servir a Dios sin condiciones,
teniendo como meta
aliviar el Corazón herido de Cristo
por todo lo que Él observa en el mundo.
Santísima Señora de la Contemplación,
enséñanos a comprometernos con el Camino de Cristo,
porque en adhesión, ayudaremos a preparar Su Retorno
a través de las obras de amor.
Que nunca perdamos la alegría de servir
y de reconocer que somos hijos de Dios.
Cuando consigamos despojarnos de nosotros mismos,
Te pedimos, Madre, que nos lleves de la mano
hacia el camino de la verdad,
en el que seguiremos redimiendo nuestras vidas,
que estarán al servicio del Plan de Amor
de Nuestro Señor.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Trigesimosexto poema
Señora de la Adoración,
que podamos ingresar en oración y en consciencia
al Divino Templo del Señor,
para que seamos purificados de todo
y liberados de cualquier opresión en nuestra consciencia.
Señora de la Adoración,
ayúdanos a que nuestros pecados sean disueltos
por el poder de Tu Amor maternal.
Que seamos lavados y purificados en el Templo,
para que nuestra alma renazca
libre de las prisiones de la vida
y entregada en confianza a la Voluntad de Dios.
Señora de la Adoración,
que nuestra purificación nos enseñe
sobre la redención de nuestras formas y modos de vida.
Que en esta oferta de purificación
que vivimos en este tiempo,
alcancemos el primer sendero de la santidad.
Madre y Señora de la Adoración,
ilumina con Tu Gracia nuestros caminos.
Que después de nuestra purificación,
encontremos la Luz del Rostro de Cristo Glorificado.
Que nuestra alma se exalte
al poder sentir y participar de la Comunión Espiritual
y de la consagración que Jesús nos ofrece.
Que, en esta purificación,
veamos el lado bueno de toda esta experiencia
porque, por medio de este aprendizaje,
esperamos poder crecer en Amor y en Verdad.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Trigesimotercer poema
Estrella de la Mañana,
que traes la Luz del Amor y de la Verdad,
condúcenos por el sendero de la redención.
Que nuestros ojos estén fijos en Cristo,
para que podamos renacer
y curarnos internamente de todo lo que sea necesario.
Señora y Madre del Consuelo,
abrázanos y colócanos bajo Tu Manto protector.
Que Tu maternidad despierte en nosotros
la unidad con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Madre Celestial,
aspiramos a ser las estrellas redimidas
de Tu Corona de Luz.
Ayúdanos a vivir los atributos de Tu Corazón.
Enséñanos a ejercitar, en el día a día,
las Instrucciones de Tu Hijo,
porque así seremos los apóstoles del Señor,
servidores y colaboradores
de Su Obra redentora.
Madre,
danos fuerza y coraje
en los momentos en que más los necesitemos,
para que vivamos la perseverancia y la fe
en cada instante.
Haznos cristianos verdaderos,
discípulos del Amor de Tu Hijo,
porque esperamos servirlo y encontrarlo
en cada paso de la vida,
para que en Cristo podamos cumplir
la Voluntad de Dios.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Vigesimosexto poema
Señora de las Estrellas,
Madre del Universo Mayor,
llévanos a comprender, a través del corazón,
los misterios de nuestra existencia,
para que, en el despertar de nuestra consciencia
podamos colaborar verdaderamente
en la redención de nuestros orígenes.
Que busquemos todo el tiempo la santa humildad,
para que nuestra persona se humille.
Que aspiremos a vivir la resignación,
para que podamos trascender nuestra soberbia.
Emperatriz del Universo Celestial,
haznos pequeños,
para que seamos merecedores
de las revelaciones de Tu amado Hijo.
Que perdamos, para siempre,
el interés por la manipulación y el control humano.
Que nuestra consciencia sea colocada
a los Pies del Padre Celestial,
para que aprendamos, amorosamente,
a pedir perdón por todos los errores cometidos.
Con un corazón vacío y resignado, Señora de la Luz,
aprenderemos a dejar entrar a Cristo dentro de nosotros,
para que Su Espíritu renueve todas las cosas.
Danos a conocer, Reina del Universo,
los dones que Tú viviste todo el tiempo
para estar en contacto con Dios.
Destierra de nuestra mente
toda creencia de poder y soberanía,
porque siempre seremos
como un pequeño grano en el universo.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Decimonoveno poema
Estrella de la Mañana,
Aurora del renacer,
Patrona de todas las naciones,
que, como pueblo,
preparemos la Llegada de Cristo.
Que nuestros pies caminen en dirección
al sagrado Templo del Corazón del Rey
para que, bendecidos por Su Espíritu,
renovemos nuestra fuerza en el servicio y en la caridad
por la humanidad y por los Reinos de la Naturaleza.
Querida Madre Celestial,
ayúdanos a aliviar los dolores de la humanidad.
Que Tu Amor nos enseñe
a estar siempre presentes en todas las necesidades.
Que aprendamos a cuidar y a proteger nuestras naciones
a través de la oración fervorosa,
porque sabemos que allí,
Tú estás presente para auxiliarnos.
María,
auxilio de todos los cristianos,
envuélvenos con Tu Manto de Luz,
para que nos animemos a seguir el camino
de los apóstoles de Cristo.
Que nuestra redención sea el ejemplo
para los que aún no encontraron a Cristo.
Que nuestra fidelidad sea la llama hermanada*
con los que no viven en Dios.
Que, en el vacío de nuestros seres,
Tu amado Hijo encuentre un lugar
en donde pueda gobernar y obrar,
por amor a la humanidad y a todo el planeta.
Que nuestra fe ayude a nuestras naciones
a cumplir el Propósito de Dios.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
* llama hermanada es la energía del amor y de la compasión que desde nuestro corazón podemos irradiar al otro.
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Decimosexto poema
Amada Madre del Mundo,
libéranos de los errores
que hayamos podido cometer.
Danos fuerza y determinación espiritual
para poder redimir y trascender
nuestros aspectos humanos.
No permitas, Virgen Santa,
que estos errores se alimenten
de más errores y faltas.
Corta, con Tu poderosa Espada,
los vínculos con la adversidad.
Protege nuestra alma, Divina Señora,
envuélvenos con Tu invisible Manto de Luz,
para que, unidos a Ti,
representemos a los apóstoles de Cristo en la Tierra.
Madre Universal,
deposita, en nuestras consciencias, Tus trece atributos,
para que podamos aplicarlos en nuestra vida diaria
como un ejemplo de transformación y de conversión.
No permitas, Santa Madre,
que la ilusión y el engaño cieguen nuestros ojos.
Permite y ayúdanos
a que podamos ver siempre la Verdad,
para que nuestros pasos lleguen a Cristo,
y allí, pudiendo entrar en Comunión Espiritual,
Te agradeceremos y Te honraremos
como nuestra eterna y amorosa Madre de la Paz.
Quiebra dentro de nosotros las cadenas del pasado,
para que nuestras almas caminen en libertad
hacia la Casa del Padre Celestial.
Llévanos, Madre Divina,
ante el eterno altar de la consagración de la vida.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más