Peregrinen, en este día, por el largo camino de sus consciencias, un camino interior, en el cual encontrarán algunos obstáculos para ser traspasados, algunas pruebas para ser vividas y algunos recuerdos para ser perdonados y olvidados.
Busquen caminar por el mundo interior, con profunda paz y alegría y, aunque el encuentro con algunas situaciones les cause dolor, procuren sobrellevarlas con la alegría de ese día.
Permítanse, hijos Míos, ser guiados por la Estrella de Belén hasta el lugar más simple y puro de su mundo interior; lugar que, para muchos, es desconocido, pero que existe y que ya está pronto para recibir al Hijo de Dios.
Hoy, el Señor les oferta una posibilidad de liberar y curar antiguos dolores, miedos, culpas, antiguos errores y sufrimientos. Hoy, el Señor les da a conocer, a muchos de Sus hijos, lo que deben transformar en este tiempo. Porque, para vivir una transformación efectiva y contundente, necesitan conocer, de sí mismos, todo lo que está para ser convertido. Sin embargo, confíen en la Gracia, que les es concedida, de ser guiados por la Sierva Fiel de Dios y no se impresionen con lo que puedan ver de ustedes mismos.
Aquellos que se permitan dar un paso en este día, se verán delante de un pasado a ser redimido y de todo aquello que escondieron de sí mismos durante tanto tiempo.
Hijos Míos, hagan de este día un día de Gloria y, de esta purificación, el prenuncio de la llegada gloriosa de Mi Hijo Jesús. Porque estarán construyendo para Él un espacio vacío y puro, en donde Él podrá habitar con libertad y podrá reinar con la totalidad de Su perfecta Consciencia.
La grandeza de este día se manifestará en las consciencias del mundo, de acuerdo con la apertura de cada uno a lo que le está siendo ofertado. La profundidad con la cual Dios obrará en sus consciencias se dará a partir de la apertura de sus corazones. Por eso, estén dispuestos a vivir algo nuevo, desconocido, que revolucione su mundo interior.
Hijos Míos, hagan del peregrinar de este día un momento semejante al vivido por José y María en la noche del Nacimiento de Jesús.
A José y María les fue revelado mucho, mientras se aproximaba el Nacimiento del Mesías. Ellos se ofertaron para conocer y curar el mal que vivía en la humanidad de aquella época. Mientras se aproximaba el Nacimiento de Cristo, a través de la peregrinación de José y María, fueron siendo convertidas y transmutadas las energías de la lujuria, de la avaricia, de la vanidad y de la soberbia que se expresaban, en aquella época, con mucha intensidad en los seres humanos.
Los dolores de parto de María se tornaron más intensos de lo que normalmente se sentían. Experimentaron la desolación y la aflicción de no poder dar a Cristo un lugar seguro para nacer, y esta experiencia de purificación culminó al comprender la Voluntad de Dios y dar vida a Jesús en un establo, experimentando la más pura humildad y alegría y descubriendo así, que todo había de ser curado a través de la humildad, de la pureza y de la fe en la Voluntad de Dios y en Su divina conducción.
Hoy, para los corazones del mundo, no será diferente. Si se lo permiten, el Señor les dará a vivir una grandiosa experiencia que culminará en el descubrimiento del vacío de sí y en la entrega a la divina humildad.
Mis amados, alegren hoy sus pequeños corazones y caminen Conmigo, que seré Su Estrella de Belén y, a través de la oración, los conduciré al Nacimiento de Cristo en sus esencias.
¡Les agradezco por permitirme guiar sus vidas!
Yo los amo siempre.
Su Madre, María de Nazaret, Estrella de Belén
No temas, alma Mía, ser pulida tan fuertemente como una vieja madera en las Manos del Carpintero. Cuanto mayor sea el pulido, mayor será la liberación y, en consecuencia, alma querida, te liberarás del juego de la arrogancia y de la vanidad. Una buena madera bien tratada perdurará a lo largo de los tiempos. Permite que Yo te moldee según el diseño perfecto de Mis Planes.
No temas, alma querida, ser pulida tan profundamente para que se lleguen a desprender de ti las impurezas de la inconsciencia. Entrégate por entero en Mis Manos obreras y verás pronto, alma Mía, cómo era necesario que te desprendieras de ti hace mucho tiempo.
En las nuevas obras, Dios vierte Su Espíritu. En los corazones purificados, Dios derrama Su Gracia Infinita. Querida alma, bebe del Agua que Yo te ofrezco de Mi Costado para que viviendo en el sacrificio, encuentres el camino de la santidad y del bien.
Deja que Yo te muestre la Voluntad de Mi Padre, alma Mía; abandónate en Mi Corazón.
Bajo la Luz de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por humillarte ante Mi Corazón.
Cristo Jesús
Si pierdes la paz de tu corazón, pronto sabrás que te falta el amor. No permitas que los sufrimientos, las pruebas y los desafíos inalcanzables que Yo te envío con tanto amor, te quiten la paciencia infinita. Ahora, en otro grado de madurez de la consciencia, todo lo que Dios entrega a Sus hijos tiene la finalidad de liberar cada vez más a la humanidad del mal y del pecado.
En verdad, los que están Conmigo hasta el fin son siempre muy pocos; es mínima la cantidad de discípulos que se animan a ser quemados por el Fuego Divino de la purificación.
Ahora, en un tiempo de emergencias, el Universo se sirve de las virtudes y de los defectos de los Míos para que, a tiempo, puedan ser revertidas todas las causas que oprimen a la consciencia de la humanidad.
En el camino del sufrimiento, existe la transformación y la purificación parcial de lo que muchos llevan cargado sobre sus espaldas. Pero ¿quién en verdad se arriesgará a vivirlo por amor?
Mientras el reloj del mundo marca el momento de la purificación para todos, Yo apoyaré a Mis discípulos, los que se animarán a cargar con una cruz semejante a la Mía. Sepan que no los dejaré solos, porque sé lo que significa para ustedes vivir la consagración en un tiempo de caos.
Bajo la Luz de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por perseverar a través de Mi Corazón.
Cristo Jesús
Ante los movimientos y las pruebas de la vida, Mi Misericordia está presente para ayudarlos a purificar sus miedos y las ataduras que los aprisionan por las acciones del pasado.
Hoy estoy aquí para recordarles que, a pesar de todo, deberán estar unidos a la grandeza de Mi Corazón y así caminarán seguros dando los pasos hacia el Señor.
Vengo, en estos tiempos, para purificarlos y para consagrarlos a Mi Sagrado Corazón. Entre estos dos procesos, de purificación y de consagración, ustedes podrán ver todo aquello que ya le llegó la hora de ser retirado de sus vidas, para que Yo ingrese en ustedes.
Quédense en paz.
Bajo el Bien del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por buscar el Amor de Mi Corazón.
Cristo Jesús
En los momentos más difíciles, Mi Corazón Misericordioso irradia a las consciencias que sufren. En la Hora de Mi Misericordia, el manantial de vida y de reparación lava profundamente las heridas espirituales de los corazones frágiles y solitarios. Y cuando se sienten solos, Mi Sabiduría ingresa en sus pequeños espíritus y consuela al alma que necesita fuerzas para continuar en Mi Camino.
En los Planes del Padre, Sus Obras se cumplen sin obstáculos según la disponibilidad y la entrega de Sus servidores; o ellas se detienen, cuando el alma necesita reposo interior.
Aquellos que en verdad Me sirven y Me entregan todo son pocos, y en ellos Yo afirmo Mi Voluntad para que Mi Proyecto Salvador se cumpla.
Hoy guarden la faz curadora de Mi Ser; sepan que el Sagrado Corazón de Jesús también ayuda y acompaña a Sus discípulos cuando están enfermos o tristes.
Mi Luz viene al mundo para volver a encender el compromiso; que nada los incomode por más grave que parezca, confíen en el momento de purificación y de redención que sus almas y cuerpos están viviendo.
Sean Uno Conmigo, así Yo los ayudaré a sostenerse a pesar de las agresiones del enemigo; sepan que Mi Luz siempre triunfará en la Tierra y en el Cielo.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Mensaje de alma y de corazón.
Cristo Jesús
La Antigua Ley de la Purificación
Desde el primer día en que Mi Madre, María, Me presentó en el Templo del Señor, el sumo sacerdote reconoció ante sus ojos y ante los ojos de los más sabios, que se encontraba en presencia de la Pureza Virginal de Dios.
En un acto de humildad, San José Castísimo llevó como ofrenda al Templo dos palomas, las que misteriosamente representaron al Espíritu Santo durante la circuncisión de Jesús. A partir de ese día, la Ley de la Purificación se convirtió en la Ley de la Consagración para todos los seres.
Cristo, como Niño Rey, trajo el cambio profundo para la vida de todas las consciencias. Él fue el Mesías que anunció la liberación del pecado del pueblo y, en consecuencia, de la humanidad, por medio del poder del Amor de Dios.
Por eso hoy no temas por estar ante la actual Ley de la Purificación, porque quien aspira a la Vida del Infinito podrá alcanzar la consagración de su corazón a Dios.
Nadie llega al Padre sin antes haber pasado por la purificación de su cuerpo, de su mente y de su espíritu.
El Niño Rey desde su consagración en el Templo de Jerusalén, trajo la oportunidad de revertir los pecados y los aspectos de la vida mediante la compasión.
No se vean tan impuros, vean sus seres en el ciclo de la ardiente purificación de la vida terrenal.
Jesús Misericordioso es ese Manantial que los lavará y al mismo tiempo les mostrará todo lo que deberá ser purificado por el alma valiente que se anime a vivirlo.
Están en un tiempo de profunda redención de los pecados capitales, por eso afirmen su fe en el Señor Dios Todopoderoso para que Cristo reciba el permiso de liberarlos y de auxiliarlos durante la gran purificación.
Ofrezcan sus miserias al Universo.
Hoy, los invito a ingresar en el templo de la purificación para que más almas se consagren pronto al precioso Plan del Creador.
Bajo el Bien del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por purificarse a través de Mi Amor Redentor.
Cristo Jesús
Queridos hijos Míos:
Después de un importante encuentro con todos ustedes, durante los días 12 y 13 de septiembre en Victoria, Espíritu Santo; hoy, en este día de infinita Misericordia, les pido que busquen y vivan en la pureza del corazón en este tiempo, para que el mundo recupere la inocencia que ha perdido ante Dios.
Como Madre de la Santísima Pureza, les digo que retornen al origen verdadero de sus seres, que regresen al sentido del puro amor del corazón.
El Señor necesita de almas imperfectas y pecadoras para realizar Sus obras purísimas de paz y de conversión.
En la sagrada escuela que Mi Corazón Inmaculado vivió sobre la Tierra, la Divina Pureza estaba gestada en Mi Ser antes de recibir la Gracia del Mesías.
Esa pureza de la cual Yo les hablo, y que deberán buscar, es la pureza de sus intenciones, es la pureza que no genera juicios ni conflictos, porque la Divina Pureza es el escudo contra su propio sentido de la vida que los lleva al error.
La Divina Pureza es la esencia, flor de Mi Corazón, es el principio universal que emana Mi Espíritu santísimo a través del amor y de la compasión.
Por eso, les ruego, queridos hijos, que busquen este rayo de pureza que brota fluidamente del Sagrado Corazón de Dios, hacia los Sagrados Corazones de Jesús y de María, porque en su pureza podrán reconocer el poder del perdón y de la Misericordia.
Yo vuelvo al mundo para recordarle la esencia de la Divina Pureza. Toda la humanidad ha perdido la sinceridad pura de corazón, porque el mundo por sí mismo y el enemigo se han encargado de apagar esta pureza interior.
Oren y mediten, durante esta semana que llegará, sobre sus actos puros de corazón. Así entenderán desde su espíritu cuán verdaderos son ante la vida y ante sus hermanos.
Como su Sagrada Madre Purísima quiero que no se juzguen, sino que se observen y aprendan por medio de la serenidad que les irradia Mi amado Hijo. En Cristo está el ejemplo vivo de la pureza del amor y de la humildad para las familias, los sacerdotes, los religiosos, los laicos y los devotos de Mi Corazón.
Verdaderamente, Yo intento, semana a semana que, a través de la oración, algún día mueran para ustedes mismos y despierten al Universo Purísimo de Dios; porque en verdad les digo, Mis pequeños, que si buscan la pureza de intención, el mundo se curará del mar de impurezas en el cual vive.
Para formar parte de la nueva Tierra, será necesario purificarse a través de la oración, de la comunión, de la confesión y del perdón puro que sus pequeñas vidas puedan reflejar cuando se encuentren ante sus impurezas y las impurezas del prójimo.
El Amor puro, de Cristo, del Padre y del Espíritu Santo, será su inacabable fuerza espiritual para alcanzar el Reino de la Santa Pureza del Creador. Por su esfuerzo de vivir, día a día, la Sagrada Pureza, Dios consigue que la humanidad se libere de las grandes impurezas y, como una gracia universal, reciba la Divina Misericordia de Mi Hijo.
Sean puros, inténtenlo todos los días. Llamen, al despertar cada día, a Mi Divina Pureza. Yo ayudaré a quien se anime a ser puro de corazón.
¡Les agradezco por vivir Mi llamado purísimo de paz!
Su Madre, los bendice y los ama.
¡Gracias, queridos hijos!
María, Madre de la Santísima Pureza del Corazón
La Gran Transformación Crística
Aquel que se disponga y decida seguir Mi Camino de Consagración a Dios, recuerde que las pruebas que enfrentará serán como piedras en su camino y servirán de confirmación permanente para que algún día cruce el umbral hacia la Eternidad.
Por eso nunca teman encontrarse con todo lo que fueron alguna vez en el pasado, porque eso forma parte del arte de la constante purificación para alcanzar la Paz Purísima.
El discípulo es como un gran libro que guarda un pasado completamente desconocido para su pequeña consciencia dentro de este universo.
Para acceder a la realidad de su vida y de toda su existencia, el aprendiz deberá, con estricta obediencia, hacer todo aquello que en ciertos casos podrá parecerle absurdo.
Este es el gran paso para la Transformación Crística: reconocer que, en consciencia, el discípulo sabe muy poco de la vida, de la verdadera Voluntad del Señor, y que solo le resta seguir desde el corazón las señales que le son indicadas.
En este tiempo de apostolado, los aprendices deberán cruzar con sus propios pies el gran y extenso lago de las impurezas de esta humanidad, las que no permiten que el sentido existencial de la esencia brille en cada alma.
Por la Ley de la Gracia, la Divina Misericordia, la Fuente Purísima de redención y de compasión, que lava, nutre, limpia y purifica esos grandes lagos de lamentaciones, es el remedio que disolverá estas cargas y renovará las vidas preciosas de todos los seres.
Como discípulos, anímense a experimentar Mi Camino porque nunca les fallaré, incluso en las horas de grandes pruebas de confirmación y de fe.
Bajo el Bien del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por purificar día a día sus vidas a través de Mi Corazón Misericordioso.
Cristo Jesús, el Agua de la Nueva Vida
Levántate de donde hayas caído y tómate de Mis sagradas manos, porque Yo te liberaré del dolor y del error.
Sumerge tu espíritu en la Fuente de la pureza y de la renovación para que las piedras, con las que has tropezado, sean retiradas de tu camino.
Querido hijo de Dios, Yo te llamo a la reconciliación. Une tus lazos internos a Mi Inmaculado Corazón y camina en silencio hacia el Reino del Redentor.
Observa con atención el descenso de Mis Gracias, Yo soy la Estrella Madre, soy la que alumbra los espacios y los universos de todas las consciencias. Yo soy la Reina de la Paz, soy la que por amor al mundo socorre a Sus pequeños hijos.
Querido hijo, querida hija, Dios Padre te ha dado el ánimo para crecer de corazón, te ha dado la esperanza para vivir el renacimiento en Cristo, te ha dado la paz para calmar tus inquietudes, te ha dado la Misericordia para lavar del pasado, en la Fuente, a tu rostro y a tus manos.
Todo soldado que sirve a la Madre Santísima enfrentará, en oración, a las grandes crueldades y guerras humanas que apagan el amor en el corazón de los hombres.
Mis soldados son como las perlas de Mi eterna oración, Mis soldados son los instrumentos en donde Mi Luz se derrama para disolver el mal del mundo.
Aquiétate en Mi materno Corazón y ofrece a Dios tus pequeños sacrificios. Confiesa ante Dios tus errores, pero ya no te culpes, pues el Océano infinito de la Misericordia de Cristo golpea en la margen de tu vida para anunciarte el camino que te llevará a la redención.
Trabajar para Dios es estar en el constante vacío de sí. Trabajar por amor a Dios es vivir en la humildad permanente. Servir a Dios es despojarse, en cuestión de segundos, de lo que pudo haber sucedido.
Pero todo es perfecto para Dios. Él ama a los que se esfuerzan, ama profundamente a los que descansan y ama a los que en este tiempo se sumergen en la oscuridad y en los aspectos modernos del mundo.
Pero la oración del Santo Rosario intercede ante Dios. El Santo Rosario repara por entero a una consciencia herida en el espíritu. El Santo Rosario une y fortalece el amor al Plan de Dios. El Santo Rosario libera, purifica, ordena, armoniza y cultiva la esperanza de vivir la santidad. La santidad, para las almas humanas, es un desafío que pocos se animan vivir, porque la santidad primero despoja los velos de la consciencia y después impulsa a los corazones para que vivan la consagración interior.
Y en todo este camino de constante purificación de las almas, está la regencia y la observación del Cielo; porque Dios Altísimo y Jesucristo acompañan, paso a paso, los avances o los retrasos de los hijos.
El Cielo aguarda por el nacimiento de nuevos y humildes santos, como los que había en el pasado, para que a través de la simplicidad y de la entrega se oferten para transformar el caos del mundo y la gran escala de perdición que viven las preciosas almas.
Por eso, como fue en otros tiempos, los menores en el mundo harán cosas mayores y el Universo Celestial acompañará desde cerca el desafío que vivirán los nuevos apóstoles. Al fin, todos los buenos y fieles servidores se congregarán en el Cielo para compartir la Gloria y la Gracia de Dios por haber sido convertidos en ejemplo de servicio y de entrega a Dios.
La Reina del Cielo siempre socorrerá a Sus hijos, pues Su Madre Divina esperará que muchos más se animen a servir a la humanidad en este tiempo, para que así descienda la Misericordia y el Perdón de Dios, en vez de que descienda la Justicia.
Pero el camino por recorrer será infinito. Mis servidores cruzarán puentes casi quebrados, praderas y desiertos del mundo que han perdido el brillo original de la Creación; y todo será realizado a través del esfuerzo y del amor por cambiar la consciencia de los que aún duermen en el propio sueño del mundo.
Su Madre viene, Aparición tras Aparición, para despertar a todos Sus hijos a la Verdad suprema, a la consciencia de que es urgente rezar para ayudar al mundo entero a salir de la superficialidad en la cual vive.
Si surgieran nuevos discípulos marianos, Mi Corazón Inmaculado triunfará en América y en el mundo entero.
El tiempo, que hoy ustedes viven, es un tiempo de grandes cambios, solo les pido que despierten a lo que muchos de Mis hijos no quieren ver, que es la necesidad de purificarse y de consagrarse a la Voluntad suprema del Padre.
Siempre los guiaré, mientras recen el Santo Rosario por la salvación de la humanidad.
Los bendigo y les agradezco a los grupos de Campinas por permitir que la Misericordia de Dios sea derramada.
María, Reina y Estrella de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, la Gloria de Dios esté en sus corazones, por intercesión de la Gracia Infinita del Padre y del Espíritu Santo.
Hoy, estoy con todos Mis queridos hijos del mundo entero, preparando a los peregrinos marianos y a los que aún deberán nacer a la consagración a Mi Inmaculado Corazón.
Hoy, vengo a su encuentro, queridos hijos, como la Madre María Auxiliadora, porque vengo en auxilio de todos Mis hijos cristianos y no cristianos, todos los que intentan unirse a Dios todos los días de la vida.
Así, queridos hijos, Yo Soy la Madre del mundo entero. Aquella que les trae Luz y Paz para consolar sus corazones y su dolor, y puedan renacer en Mi Hijo que los espera todos los días en la oración.
Queridos hijos, queridos hijos de Campinas, estoy agradecida por su respuesta infinita. Dios Me envió a ustedes, a través de la presencia del Amor Eterno, para que sus llamas internas se puedan reencender.
Queridos hijos, hoy también les digo que las oraciones fueron escuchadas por Dios.
Este es un momento de renovación de todos Mis hijos, renovación en la oración, en las familias, en las ciudades, en donde haya muchos hijos Míos que necesiten de la paz del corazón.
Queridos hijos, no teman purificarse en este tiempo. Abrácense fuertemente a Mi Corazón Materno y recen Conmigo por el mundo; pues, como en Medjugorje, Yo vengo a anunciar la paz tan necesaria para el mundo.
Queridos hijos, muchos hijos Míos viven la guerra interior y están disociados por no encontrar a Dios.
Necesito que sus caminos se amplíen a través de la oración del corazón. Así, el Sacratísimo Corazón de Jesús estará con ustedes, en la alegría y en el dolor, porque Él está presente en todos, queridos hijos. Él Me ofertó a ustedes desde hace mucho tiempo y, a través de los siglos, Mi Presencia está cerca del mundo, preparando la Venida de Mi Hijo para todos aquellos que lo quieran recibir en unidad, en humildad y encontrar en Mi Hijo, la Nueva Tierra Prometida, una Tierra que vivirá a través del corazón, de la paz y de la unidad con Dios.
Mientras gran parte del mundo sigue ofendiendo a Dios, Mi Corazón viene a disolver el mal, a curar los corazones heridos y a recordarles el compromiso que han hecho con la perpetua oración del corazón, con su unión interna con el Mensaje Divino que Yo les dicto en esta era, en este tiempo definitivo, como también Yo lo he hecho, a través de otras Apariciones, en otros siglos, en el mundo.
Pero ahora, queridos hijos, a partir de su consagración de corazón, el Espíritu Divino los asistirá. Por eso, es necesario perseverar en este tiempo, en el que la fe se apaga en los hombres por falta del amor y de oración.
Todas las ofertas son bien recibidas en estos tiempos: oraciones, ayunos, confesiones, Comunión con Mi Hijo, grupos de oración que puedan reencender lo que se está apagando en el mundo.
Queridos hijos, el Fuego Divino debe despertar a tiempo en sus corazones. Así, permitirán que sus familias se preparen para la Venida de Mi Hijo, que se anunciará al mundo de una forma que muchos desconocen.
Por eso, el camino de la oración constante es importante, queridos hijos. Yo Soy su Madre y vengo en auxilio de Mis hijos, para socorrerlos y aliviarlos, para que todos encuentren la paz que necesitan, paz que se está perdiendo en el mundo y que pocos hijos Míos están sustentando, con la oración, el ayuno y la confesión.
Los invito a renovarse a través de los Sacramentos. Consideren la Biblia como una señal vital para sus vidas, regocíjense en los Evangelios que Mi Hijo les entregó, saboreen la Palabra de Vida que los nutrirá y enciendan sus espíritus en Dios.
Queridos hijos, con Mi rosario en Mis Manos, hoy oro especialmente por todos ustedes, derramando Mis Gracias, auxilio, paz, cura universal y Mi Amor Inmaculado en todos los que lo necesitan.
Queridos hijos, nada está perdido, renazcan en Mi esperanza maternal.
Queridos hijos, ustedes son estrellas de Mi Inmaculado Corazón.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
En este día, congrego a sus pequeñas almas para despertar una pureza desconocida en sus corazones, pureza que duerme hace mucho tiempo en lo profundo de su interior.
A través de este despertar, hijos Míos, quiero formar, en esta ciudad, una cuna que reciba a la Nueva Humanidad, que el Niño nuevo nazca en cada uno de sus corazones, a través de la Buena Nueva que Mi Hijo trae día a día.
Hoy, Mis Pies se posan sobre esta ciudad para encender, en sus corazones, una devoción especial a Mi Corazón; porque, cuando oro desde los Cielos, veo una posibilidad de conversión en las almas, de crear a partir de sus seres un foco de salvación para Mis pequeños hijos, los que duermen en las ilusiones del mundo.
Hoy, solo les pido que vivan un poco más de paz, sobre todo en sus casas, en sus familias. Que, a través de la oración hecha con el corazón, puedan disolver los conflictos que existen en las familias, para que Mi Corazón y el Sagrado Corazón de Jesús puedan reinar en sus vidas y puedan ser ejemplos de fraternidad a través de sus corazones.
Queridos hijos, Mi Presencia trae un arquetipo simple para ser irradiado a sus corazones. Solo traigo la paz, la conversión, que es la unión profunda y perfecta con Dios, esa que Yo pude vivir en la Tierra, abriendo el camino para que hoy sus corazones puedan vivirla.
Oren, oren con profundo amor, con eterna devoción a Dios, porque una oración verdadera atrae, hacia esta Tierra, a los ángeles que los aguardan en el Cielo y que descienden con Gracias Benditas para transformar el mundo.
Hijos Míos, no espero que crean en Mis Palabras, espero solo que puedan experimentar la realidad de lo que hoy les digo. Si quieren una confirmación de Mi Presencia en el mundo, cumplan con Mis pedidos, sigan las instrucciones que les he traído a lo largo de los siglos y verán manifestarse en sus vidas la Gracia de Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, la vida es bella en Dios. Alégrense y sonrían, alivien su sufrimiento, revelen la verdadera sonrisa del espíritu.
Amados hijos, pequeños niños, futuros pastores de Cristo, vengan a Mis Brazos. No quiero llevar en Mis Brazos solo al Niño Jesús, quiero llevar también a la humanidad, a los corazones dispuestos a sentirme, a escucharme y a orar Conmigo por la conversión y la redención.
Hoy, queridos hijos, en esta noche, los invito a orar por las almas que aún no han despertado, principalmente por las que no escuchan Mi Mensaje, porque cierran el corazón a la Voz de Dios.
Oremos ahora, queridos hijos, la oración del Ángel de la Paz, aquella que les transmitió a los pastores santos de Fátima:
Oh, Mi Jesús,
perdónanos y líbranos del fuego del infierno,
lleva a las almas todas para el Cielo
y socorre, principalmente,
a las que más necesitan de Tu Misericordia.
Amén.
(siete veces, en portugués)
En cada nuevo amanecer, hijos Míos, busquen a la Estrella de la Mañana en el horizonte de su mundo. Ella siempre será el signo de Mi venida, junto a Jesús.
Les agradezco por responder a Mi llamado, en la alegría del Sagrado Corazón del Niño Jesús.
Hoy, Él los bendice y les recuerda que sean como niños para estar en Mis Brazos, así hallarán la pureza.
Les agradezco, Mis pequeños.
¡Gracias, Campinas, por responder a Mi llamado!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a cantar todos: “Inmaculado Corazón de María”.
Bien, y ahora vamos a compartir algunas cosas que Nuestra Señora nos dijo, antes de que nos transmitiera Sus Palabras.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Durante el Encuentro de Oración, fuimos muy bendecidos por los ángeles de la guarda de cada uno de los presentes, ángeles de la guarda que venían de diferentes Padres Creadores, de diferentes Arcángeles.
Ellos fueron preparando la tarea espiritual e interna para la llegada de Nuestra Madre. Podríamos decir, por lo que transmitieron los ángeles, que la mayoría de los presentes comulgaron de un Cáliz que cada uno de ellos llevaba en sus manos, y el Cáliz llevaba dentro de sí, diferentes líquidos, aguas de color más claras, más oscuras, o a veces de un color vino; era una Comunión que ellos estaban haciendo con nosotros, en reparación del Corazón de Nuestro Padre, decían ellos.
Después de que la mayoría comulgó de ese Cáliz, los ángeles se postraron en el suelo y comenzaron a orar por la humanidad, por este país.
Luego se retiraron, antes de la llegada de nuestra Madre y, para los que no saben, cuando llega Nuestra Señora aparece una Luz muy fuerte en la parte superior del planeta, en la atmósfera, como dijimos en otros momentos, como si fuera una tormenta de Luz que se aproxima poco a poco, a partir del momento en que nuestra hermana Piedad comienza a cantar el Ave María.
Así, se abre el Cielo y Nuestra Señora comienza a descender, como una gran esfera de Luz, a veces como un sol o como una estrella. Y cuando comienza a descender junto a Sus ángeles, Ella observa el lugar en donde va a descender. Ve con mucha claridad y con mucha transparencia nuestros mundos internos, ve la realidad de la ciudad donde nos encontramos y ve también la realidad de lo que sucede en el mundo entero.
Antes de que Ella pose aquí Sus Pies, como fue en este salón, Ella asiste también a diferentes situaciones en el mundo. Ella nos dice muchas veces que está irradiando Su Gracia, Su Gracia Espiritual sobre todos Sus hijos, en los planos internos, los que Ella llama almas.
Cuando Ella llegó hoy, como siempre que Ella llega, no sabíamos cómo iba a aparecer. Siempre nos revela algunos misterios que se guardan en el Cielo y que Ella, por Su tarea, los trae para que los podamos conocer.
Hoy, como nos dijo, llegó como la Madre Auxiliadora, como Ella se nombró, auxiliadora de los cristianos y de los no cristianos; hasta que, en un momento, nos llegó a decir la Madre de las Religiones, porque Ella ve en la humanidad que todos son Sus hijos. Según nuestra Madre, para Ella no hay diferencias, son todos iguales ante los Ojos del Padre.
Cuando llegó como María Auxiliadora, vestía una túnica blanca, un cinturón dorado, como el que aparece aquí en la imagen y un Manto celeste. Posaba Sus Pies sobre una nube y, mientras Ella hablaba, mantenía Sus Manos abiertas hacia abajo. Y, con ambas Manos, sustentaba el rosario, un gran rosario, que Ella utiliza para orar.
Y así, poco a poco, Ella fue introduciendo un pedacito del Cielo en nuestros seres. Y ese Cielo está presente detrás de Ella todo el tiempo, que podemos comprender como un espacio celeste en donde se escuchan siempre muchos cantos de los ángeles, en donde la Paz y el Amor se transmiten como energías.
Mientras Ella está presente, observándonos, también va recogiendo en Su Corazón las intenciones de cada uno y, como Madre Universal, Ella va escuchando a cada uno de nosotros.
Esos cantos que vienen del Cielo, que curan a nuestro corazón, que pacifican a nuestro ser, van siendo transmitidos hacia este plano. Y, en ese momento, cuando Nuestra Señora está presente, vivimos con Ella una comunión con lo Divino; algo que tal vez no se podría explicar con palabras, pero que podríamos decir que es como una sensación de recogimiento, de unidad perfecta entre todos nosotros.
Al final de la Aparición, cuando Ella se refirió a Su Hijo, apareció como María Auxiliadora, llevando en Sus Brazos al Niño Jesús, que resplandecía totalmente de energía y llevaba una corona dorada, transmitía una inmensa alegría y, con un gozo muy profundo, Él quería tomarnos por completo como si se quisiera caer de los Brazos de Su Madre para llegar más cerca nuestro.
Hermana Lucía de Jesús:
Algo que recordé es que, cuando Nuestra Señora vino, Ella llegó con mucha alegría, y nos mostró una ciudad de Campinas que no es esta que conocemos. Tanto los ambientes físicos como las personas eran resplandecientes y Ella nos explicó que estaba preparando esta ciudad desde hace mucho tiempo y que aquí, en esta ciudad, existe una devoción latente por Ella, que venía a despertar.
Ella sonreía mucho mientras hablaba de esta ciudad y decía que Dios tenía planes especiales para ella, como Ella dijo en un momento de la Aparición, que quería transformar esta ciudad en una cuna para la Nueva Humanidad, dependiendo solo de la apertura de nuestros corazones.
Y, mientras Nuestra Señora se elevaba, al final de la Aparición, dijo que retornaría a esta ciudad, pero no dijo cuándo.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ella me dijo lo mismo, que volvería en octubre, y no sabíamos.
Madre María Shimani de Montserrat:
Así que hay que prepararse porque Nuestra Señora quiere hacer algo en este lugar. Solo nos tenemos que abrir y atender a Su llamado, y Ella se ocupará de todo lo demás.
Así que nos volvemos a ver en octubre, preparen los corazones y traigan a alguien que necesite de Nuestra Señora.
Muchas gracias a todos y que Dios los bendiga.
Queridos hijos:
Como Madre de la Iglesia de Mi Hijo, Madre de aquella sagrada doctrina espiritual que Jesús estableció antes de Su Ascensión, hoy vengo a comunicarles que como su Madre del Cielo, estoy reuniendo a todos los soldados del mundo entero, principalmente a aquellos que provienen de diferentes caminos espirituales, con el fin de cumplir con las profecías de Mi hijo San Juan Apóstol, de poder unir en un solo rebaño espiritual la Nueva Humanidad, una humanidad de servicio, una humanidad orante y perdonada que en estos tiempos, bajo la intercesión de Mi Gracia, deberá responder al gran Llamado del Altísimo.
Por eso, por aquellos que aún duermen, ¡oren! Por aquellos que se separaron de Mi bendito Corazón materno, ¡oren! Por aquellos que sufren física y moralmente, ¡oren! Por aquellos que no viven en Dios, ¡oren! Oren por todos y por todas las causas.
Les pido, Mis queridos, que hoy ofrenden a Dios la oración del Santo Rosario para que Mi Corazón Inmaculado pueda implorar ante Él. Se aproxima un gran momento para todos Mis hijos de la humanidad, un momento al que ustedes llaman purificación.
A aquellos hijos que sostengan Conmigo la bandera de la paz y de la Divina Misericordia, Yo les prometo, como su Santísima Madre del Cielo, que podré mudar los acontecimientos, ofreciendo a Dios Padre Mi Corazón por todos ustedes.
Queridos hijos, hoy no vengo a traerles inquietud ni preocupación, hoy vengo a traerles consciencia planetaria de las cosas que aún la humanidad hace y repite sin prestar atención a la gravedad de su destino.
Por eso, fortalezcan sus grupos de oración, fortalezcan sus redes de fraternidad, preparen desde ahora el camino para lo que llegará. Ya no pierdan tiempo en ustedes mismos, sino dediquen su tiempo a estar unidos a los Cielos para que, durante este ciclo, ustedes estén dentro del Reino de Mi eterna Gracia.
Como Yo lo hice en el pasado, lo volveré a hacer en el presente, pisaré con Mis pies el mal del mundo y liberaré con Mis poderes a los corazones que solo me digan sí.
Súbanse a la barca salvadora que les está enviando Mi Hijo y, con atención, lean las señales de los acontecimientos.
Queridos hijos, antes de la venida gloriosa de Mi Hijo Jesús, el mundo deberá estar en otro punto; para eso, a los pocos rebaños con que cuento, Yo les daré las orientaciones sobre por dónde caminar hasta que puedan alcanzar el Cielo y el Paraíso.
Hijos, la humanidad necesita de mucha ayuda. Por eso, en todo el tiempo que dispongan, ofrezcan a Dios sus oraciones y sus sacrificios, ofrezcan al Padre su transformación y sus dolores internos; porque el mundo como un todo se está ahogando y necesita respirar con libertad y en su naturaleza, como lo fue en el principio del Génesis.
Queridos amados, su planeta es parte del gran Proyecto redentor de Dios, el universo está atento a la disposición de todos los servidores que, con amor, acepten sustentarlo y apoyarlo en el fin de los tiempos.
Sépanlo y recuérdenlo siempre, Yo estoy con ustedes y en ustedes. Mi Manto protege a los que se esfuerzan por estar en Dios Todopoderoso.
Estamos en el tiempo de la reparación del espíritu y del alma. Estamos en el tiempo de la liberación y de la cura para todas las consciencias.
Oremos con el corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en Gracia y Amor,
María, Señora de las Gracias
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, con alegría, preparo Mi llegada a Aurora en el próximo mes, y esto ha sido posible, a lo largo de los meses, por la oración, por la oración de todos Mis queridos hijos.
Por eso, hoy, queridos hijos, estoy trayendo al mundo el estandarte de Mi Paz, la victoria de la Luz sobre la Tierra, para que haya más tiempo de paz entre las almas y entre los corazones.
Por eso, queridos hijos, continúen con su purificación, que su purificación sea causa de alegría y de liberación; para que el próximo mes sus corazones ya se sientan libres, para que una nueva semilla de Luz pueda ser sembrada en ustedes.
Queridos hijos, como la Madre del Cielo, hoy les traigo la presencia de todo el universo. Las estrellas están atentas a la humanidad cuando responde verdaderamente y con amor.
Así, poco a poco, queridos hijos, a través de Mi Corazón los conduciré a las nuevas Leyes, porque aspiro, hijos Míos, a que puedan vivir en la Ley, a que sea la Ley manifestada sobre la faz de la Tierra, para que se cumpla la Voluntad de Dios.
Queridos hijos, hoy también les traigo Mi Inmaculado Corazón, algo importantísimo para sus vidas, sus esencias y sus espíritus, porque allí debe residir Dios. Él debe tener Su morada, Su morada predilecta para que pueda cumplir Su Plan con todas Sus criaturas.
Hoy, queridos hijos, les podría decir que, ante los acontecimientos del mundo, principalmente por los frutos que están generando los grupos de oración, los destinos están cambiando para bien de todos; pero aún es necesario hacer mucho más, hijos Míos, el Señor necesita de su sacrificio y humildad para que se cumpla el Plan en este tiempo tan definitivo.
Tanto el ayuno como la oración, el servicio y el amor entre hermanos son frutos que generan la vivencia de la Ley. La posibilidad de que ustedes, hijos Míos, vivan en la Luz de las Leyes es algo desconocido para ustedes, Mis pequeños, pero todo se puede sentir a través de la oración; es algo que se construye, poco a poco, dentro de ustedes como quien construye una nueva casa. Cada pequeño esfuerzo es importante, así lo será también, hijos Míos, cuando el esfuerzo sea hecho por todos con la fe de cumplir el Propósito.
Cuando hoy les anuncio sobre Aurora es porque el próximo mes será importante para sus almas, se cumplen 6 años de Mi Presencia entre ustedes, y muchos años más se cumplirán si continúan por ese camino de confianza a Mi Corazón.
Queridos hijos, sepan que yo estoy con cada uno de ustedes, acompañando el paso a paso de los grupos de oración. Por eso, Aurora fue escogida para que Yo descendiera desde el Cielo y trajera el Mensaje de conversión y redención.
Para el próximo mes, queridos hijos, deberán hacer una síntesis espiritual para que puedan ver con claridad y sabiduría todas las Gracias que Yo les he derramado desde Mi Espíritu. Por eso, es importante meditar en la oración, queridos hijos, con el corazón colocado ante Dios, así podrán comprender todo lo que Yo les digo.
Y hoy, les estoy mostrando más frutos, hijos Míos; los frutos de los grupos de oración de la Red-Luz: la paz y la oración, la cura y el servicio, las nuevas enseñanzas para la humanidad.
Mi Hijo también está en todo esto, queridos hijos. Por eso, Él Me envía cada mes, preparándolos desde el corazón, porque también Mi aspiración, queridos hijos, es que puedan percibir la Llegada del Redentor.
Por eso, la oración será su fortaleza y Mi Corazón Inmaculado será su Templo, en donde el mal no podrá entrar, queridos hijos, porque quien vive en la oración y en el ayuno se esfuerza por orar y ayunar, y el enemigo no lo atacará porque estará amparado por las Leyes Celestiales y su espíritu llegará al Cielo y, una vez más, se cumplirá Mi promesa de que todos Mis queridos hijos vivan en la gloria del Paraíso.
Ustedes deberían aspirar, queridos hijos, a conocer ese Paraíso, ese espacio en donde Dios está presente todo el tiempo; aun así, Él envía a Su Mensajera Fiel para convertir a la Tierra en el Nuevo Paraíso, en el Génesis que Él creó y que se fue perdiendo a lo largo de los tiempos por los pecados de la humanidad.
Pero, queridos hijos, Yo les traigo el bálsamo de Mi Misericordia. Aún la Fuente está abierta para todos, no estén ciegos ante esta Fuente, esta Agua de Vida quiere lavarlos y cerrar sus heridas profundas; pero todo dependerá de ustedes, queridos hijos, de que puedan permitir que la Ley del Señor, la Ley de Su Misericordia, actúe en sus vidas.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, como nada está separado en el Corazón de Dios, el Señor les propone un nuevo despertar a sus consciencias porque, en este mes de agosto, recibirán un impulso del despertar de la Nueva Aurora, para que también la consciencia profunda de sus seres pueda estar despierta.
El Señor aspira a que, a partir de este mes de agosto, un nuevo ciclo se inicie en sus vidas, en la vida en todo el planeta. Una profundización de Mi tarea mariana se dará en toda la Tierra, así como también en Mis grupos de oración.
Por eso, hoy vengo desde los Cielos a prepararlos, a pedirles que sean persistentes, fieles al Propósito Divino, que no teman purificar lo profundo de sus corazones ni tampoco percibir las miserias que viven en su interior, porque una purificación es necesaria para que luego puedan dar un nuevo paso.
Si le dan permiso al Corazón de Dios, Su Mano ingresará en sus corazones para transformarlos, para que puedan ver lo que no está bien dentro de cada uno de ustedes y, si se ofertan a Dios, Él siempre los ayudará.
Hoy, vengo a preparar a Mis grupos marianos para que, a través de la oración, maduren el amor al Corazón de Cristo.
Profundicen la vivencia del Evangelio para que, en el momento en que Nuestro Señor lo indique, sus corazones estén prontos para vivir un apostolado de Misericordia; para caminar, de dos en dos, por el mundo, cargando Mi Mensaje de Paz en sus corazones, despertando nuevas células de amor en el corazón de los hombres, moléculas crísticas que duermen en la humanidad.
Hijos Míos, preparen lo profundo de sus seres para que, en humildad, puedan vivir el nuevo ciclo; para que puedan despertar realmente al servicio, a la cura del corazón y del espíritu, a la oración de amor por las almas.
Hijos Míos, de esta forma les digo que con alegría deben recibir este nuevo ciclo, que con amor deben permitir que el universo ingrese en sus vidas, en sus hogares, que lo desconocido brote en sus corazones y que puedan conocer misterios que hasta hoy no fueron revelados a la humanidad, pero que ya es el tiempo de que sus corazones los conozcan.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, con el Corazón en lo Alto, hoy también les digo que seré la primera Discípula de la Maratón de la Divina Misericordia, para orar por toda la humanidad, por los Reinos, por toda la consciencia del mundo.
Queridos hijos, los invito a los desafíos de vivir en la oración, el encuentro perfecto con Dios.
Les agradezco también, queridos hijos, a los grupos de Nicaragua por estar contemplando constantemente Mi Inmaculado Corazón.
Hoy también, les digo, queridos hijos, que Mi Corazón aspira a visitar pronto por segunda vez esa amada casa, el corazón de toda América.
¡Les agradezco!
Suenan treinta y tres campanadas.
Queridos hijos, mientras Yo Me elevo, contemplen en silencio a todas las almas que Yo elevó al Cielo y que llevo en Mi Corazón. Este es el motivo de las campanadas.
Recuerden, queridos hijos, que cada vez que Me despido de ustedes, muchas almas son llevadas desde la Tierra para que alcancen la Luz y la Paz. Este es uno de los frutos de su oración.
Vayan en Paz, vayan en Jesús, vayan en Dios.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canción: “María, haz de mí”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Queremos relatarles a los hermanos el momento importante de la Aparición de hoy, porque nuestra Madre vino vestida con un Manto azul marino, un Manto que se extendía más allá de donde Ella se encontraba. Era un Manto que envolvía a todo el planeta, que protegía a todos los puntos de la Tierra.
Entonces, mientras nosotros la veíamos aquí, Ella estaba también sobre el mundo, contemplándolo y, durante un momento de la Aparición, Ella también nos mostraba Su Inmaculado Corazón. Esta vez, Su Inmaculado Corazón no tenía espinas, sino Amor y Luz que Ella derramaba, sobre todo, sobre nosotros. Y Ella irradiaba también ese Amor y esa Luz a todo el planeta.
Pero lo más intenso que vivimos hoy, a través de la Aparición, fue cómo nuestra Madre, como una Madre, hablaba con Amor de todos los grupos de oración; aquellos que ya están formados, que persisten en responder a Su llamado y aquellos nuevos grupos que están naciendo a través de la tarea de la Red-Luz.
Entonces hoy, Nuestra Señora nos mostró cómo Ella también estaba en cada uno de los grupos de oración. Ella nos decía que se manifestaba en cada uno de esos grupos, según como Sus hijos la comprendían y la amaban. Pero algo importante que nos dijo es que Ella es la misma para todos. También nos dijo que estaba acompañando a cada uno de esos grupos, en los pequeños detalles, en los movimientos de cada uno de ellos.
En este día, volvió a nombrar a los grupos que están en Brasil, en Venezuela, en Centroamérica, en Estados Unidos, a todos los grupos. Ella nos mostraba cómo esa red de Luz se estaba encendiendo, poco a poco.
Hoy, entendimos, según nos dijo Nuestra Señora, que una parte del destino de esta humanidad que estaba previsto, cambió a través de las oraciones que fueron siendo generadas a lo largo de estos meses y, de esta forma, Ella nos explicó que la síntesis de todo ese trabajo sucederá en el mes de agosto.
Y también nos explicó, nuestra Madre, que no veamos solo un simple encuentro de oración, sino que podamos verlo a partir de este momento como algo espiritual.
Ella quiere que veamos este próximo encuentro en agosto como algo del Espíritu de Dios, que Ella llamó un Fruto de Dios y también nos dijo que fue formado, que fue gestado, poco a poco. Por eso, Ella nos invitó a prepararnos desde nuestro corazón y desde nuestra consciencia.
Y el último fruto que Ella nos reveló y que todos pudieron escuchar, como Ella lo llamó, fue la oportunidad que recibió, como Mediadora, de recorrer algunas partes de las Américas. Pero, a partir de ahora, dijo Nuestra Señora, que para que eso suceda nos invitaba a que no solo fuera por la oración de todos, sino que nos invitaba a que fuera por el esfuerzo de todos y que eso sí lo podríamos ver.
Esa misión que Ella tendrá muy pronto será por la ayuda de todos y que lo podremos ver desde el espíritu es algo que nos repitió durante la Aparición de hoy. Si viéramos Sus misiones, Sus tareas, Sus pedidos desde el espíritu, nos dijo nuestra Madre que podríamos comprender mejor la finalidad de todas las cosas.
Hoy, sentimos en la Aparición, el espíritu de gratitud de nuestra Madre, algo que no se puede explicar, pero que era muy fuerte.
Hermana Lucía de Jesús:
En el final de la Aparición, María irradiaba mucha alegría y, en el momento en que tocábamos la campana, Ella decía que estaba decretando, haciendo un decreto de paz. Y Ella habló así:
“En este momento, en el que decreto la paz, quiero que todos Mis grupos se preparen para auxiliarme a llenar Mi barca de salvación, porque el Propósito de Dios se cumplirá”.
Y con eso, Ella nos explicaba que a través de los grupos de oración, a través de los nuevos apóstoles de Cristo, como los nombró, iba a despertar a Sus hijos para que pudieran subir a esa barca que los llevaba al Reino de Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Recordé una orientación que nuestra Madre nos pidió que también les transmitiéramos sobre la Maratón de la Divina Misericordia.
Como ustedes escucharon, Ella dijo que era la primera participante de esa Maratón y que estaría entre sus hijos, orando. En verdad, Ella afirmó que va a estar entre Sus hijos, orando; y que todos, si se abren, la podrían sentir.
Entonces, Ella nos orientó lo siguiente para todos los grupos de oración, los que participen presencialmente de esa Maratón o los que participen desde sus hogares. Ella nos dijo que era importante que la Maratón de la Divina Misericordia fuera realizada en tres idiomas, en español, portugués e inglés. Y Ella invitó a que, a través de la inscripción, Sus propios peregrinos guíen la Coronilla de la Divina Misericordia durante esos dos días.
Aquella alma que esté cansada y se refugie en Mi Corazón, no perecerá. Pero para no perecer, ella deberá permitir que Mi Luz retire toda tiniebla de su consciencia y que Mi Amor cubra sus profundas carencias.
El camino de transformación que Yo les prometo antes de Mi Retorno es intenso y ardiente al igual que una brasa en un gran fuego; todo necesita purificarse porque así el alma podrá ser partícipe del nuevo espíritu que colmará la Tierra Prometida.
Mis amigos, deberán confiar de manera absoluta en todo aquello que su mente no cree; así, en humildad y en apertura alcanzarán a ver aquellos velos que desde hace tiempo confunden sus preciosos caminos. Para rasgar esta gran trama de confusión ustedes deberán caminar en dirección a Mi Sagrado Corazón.
Después de seis meses de instrucciones diarias, Mi Consciencia viene a buscar los frutos maduros y las nuevas semillas que servirán para ser sembradas en las áridas tierras de la humanidad y de los corazones.
Ahora ya es tiempo de seguir firmemente Mi Camino para que por siempre se destierre el viejo ser y nazca la verdadera faz del amor.
Estoy con ustedes todo el tiempo y calmo sus seres en el silencio.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Hoy estoy con ustedes compartiendo desde Mi Corazón, el ardiente tiempo de la purificación que los llevará a encontrar la luz para la conversión.
Cuando el Cielo los llama a la conversión, también los llama a vivir el constante perdón, tan necesario y urgente para encontrar el camino hacia la Divina Misericordia.
Hermanos Míos, Yo los estoy reuniendo para celebrar la cena de su futura redención, cena que vivirán Conmigo y que despertará la nueva consciencia sobre su existencia.
En el camino del esfuerzo y de la constancia se mide el grado de amor de ustedes por los semejantes; a pesar de los tiempos de grandes pruebas, Mi Corazón Misericordioso los alienta a seguir, sin mirar atrás, sin mirar tanto al pasado que los aprisiona. Por esto vivan Conmigo todo el tiempo, para que sus corazones no se separen de Mi Amor Redentor.
Los encontraré siempre en vigilia y en oración, adorando Mi Corazón Eucarístico.
Bajo el Bien de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Yo estoy presente en sus vidas para enseñarles a perdonar y a amar.
Si en verdad pudieran confiar en Mi Misericordia cada día un poco más, el pasado que los perturba e inquieta se disolvería por la luz que ingresaría en ustedes desde Mi Sagrado Corazón.
Aún tienen la oportunidad de vivir por medio de Mis Rayos Misericordiosos, porque así Mi Plan se podrá cumplir en aquellos que Yo siempre llamo, los más imperfectos y los más olvidados.
Mis Gracias de redención y luz son derramadas a los más simples. Por eso busquen tener siempre un corazón puro y cristalino, amoroso y compasivo como Mi Corazón Insondable.
Quiero que existan Nuevos Cristos que sean verdaderos apóstoles, que demuestren al mundo que es posible vivir en Dios y para Dios como algo hermoso y maravilloso para la vida de cada alma. Por eso Yo necesito que dejen los trajes del pasado para que el corazón y el espíritu se vean libres de toda mancha. El camino para alcanzar esto es la oración misericordiosa y la purificación en estos nuevos tiempos.
Cada uno, como hijo de Dios, recibirá la parte que le cabe purificar sea en el temperamento o en la consciencia; solo preciso del amoroso permiso de ustedes para que Mi Misericordia pueda actuar en todo lo que sus pequeños seres necesiten.
Llegó la hora de que el Maestro de la Luz del Padre reúna de nuevo a Sus amigos para la Cena, con el fin de renovarlos en espíritu y bautizarlos nuevamente con el Agua de Vida de Cristo Jesús.
Sepan que los tiempos ardientes llegaron para todos y que su perseverancia y amor por buscarme todo el tiempo en Mi Misericordia será lo que los unirá a Mi Corazón; así serán aliviados de todo mal.
No reclamen, no castiguen más sus seres, porque en ustedes está Dios y en Dios está Su Amado Hijo que llega para anunciarles la Buena Nueva de la misericordia y de la redención.
Los necesito firmes a pesar de las caídas, irradiando amor y pacificación a pesar de las grandes tribulaciones de la vida, pues en ellas Yo confirmaré en verdad con quien estaré hasta el fin de los tiempos.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Queridos hijos en purificación y en redención:
Lleven reflejada en sus rostros la alegría de la purificación y de la conversión. Y hoy no desesperen, que sus almas no duden, porque Mi Corazón de Piedad contempla las innumerables y graves miserias que corroen al mundo entero.
Yo desciendo desde la gran Casa de Mi Padre para demostrarles el poder de Mi Amor y de Mi Constancia con cada uno de los Míos.
Que sus corazones se alivien y dejen de llorar por aquello que aún no está transformado. Como ya se los he dicho, es el Amor eterno y constante, omnipresente y seguro de Mi Corazón que los librará del peso que cargan desde hace tanto tiempo.
Yo, que Soy su Luz en la oscuridad y su Sol en la noche de las tinieblas, vengo al encuentro de ustedes para resucitar aquello que ya ha muerto en algunas almas y lo que ya se ha secado en otros corazones.
En estos tiempos, Mi Misericordia viene para reparar lo que está roto, viene a reconstruir y a sanar lo que ha quedado herido y nadie lo ha podido curar en el amor.
Pero antes, por intermedio de Mi Luz, deberá morir lo viejo, lo que está más allá de sus consciencias, aquello que los detiene en el tiempo. Por eso vivan, actúen y sean por medio de Mi Infinita y Piadosa Misericordia; así sus pecados serán perdonados, y la nueva alma nacerá otra vez a la vida después del destierro que ha padecido por parte de la mente.
A través de Mi Gracia, la fuerza del espíritu en cada ser dará vida a lo verdadero y a lo único, así el nuevo ser será colmado por el Amor del Hijo de Dios.
Podrán ver cómo la humanidad está en una constante e interminable crisis espiritual.
Así como en el día de ayer Yo les pedí que adoraran Mi Sagrado Corazón, hoy les anuncio un extraordinario ejercicio de piedad y de misericordia, al que denomino Maratón de la Divina Misericordia que se realizará los días 5 y 6 de agosto de este año, preparando el importante encuentro de oración en el Centro Mariano de Aurora.
Esa Maratón tendrá la finalidad de pedir a Dios, a través de Su Hijo Primogénito, la Divina Misericordia para el mundo entero, para que las almas puedan ser tocadas por la Mano de Dios y para que la humanidad alcance la paz y la misericordia en estos tiempos de crisis.
Será una oración mediadora, que cumplirá con el pedido del Maestro Jesús a todos los fieles seguidores del Sagrado Corazón, de orar mil quinientas cuentas de la Coronilla a la Divina Misericordia.
Aquellas consciencias que acepten vivir este misericordioso desafío alcanzarán, como almas, la oportunidad de revertir los aspectos profundos de la vida, y el mundo tendrá un tiempo más de paz. Mi Corazón Misericordioso estará presente entre todos los peregrinos que con fe, amor y devoción lo hagan, los que conocerán durante esos días el Poder Liberador de Mi Corazón.
Buen ejercicio espiritual para todos los que crean en Mi Amor Eterno.
Bajo la Gloria de Dios, sean misericordiosos todos los días.
Gracias por obedecer Mis Palabras con amor y devoción.
Cristo Jesús
Relato del mensaje:
Antes de llegar María, surgieron delante de nosotros imágenes de la Pasión de Cristo, de María acompañando a Jesús y, finalmente, surgió una imagen del momento en el que bajaron a Jesús de la Cruz y lo colocaron en los brazos de María. María se levantó con Jesús en los brazos y vino en dirección a nosotros; así se presentó en la sala donde orábamos. Estuvo un tiempo en silencio, después desapareció y apareció nuevamente como la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, y transmitió Su Mensaje.
Como Madre de la Divina Piedad, hoy les traigo a sus pequeños corazones esta señal, para que puedan vivir el Don de la Piedad en sus corazones.
Hijos Míos, la Piedad volvió al mundo en el momento en el que Mi Hijo Jesús fue bajado de la Cruz y Mis brazos sintieron el peso de Su Cuerpo, que era, todo él, una Sacratísima Llaga. Sentí en Mi pecho no el dolor, sino el Amor que fue derramado en la Sangre de Mi Hijo, el Hijo que Me fue entregado por Dios y que en aquel momento retornaba al Reino de Su Padre.
La Piedad nació como la puerta hacia la Misericordia. La comprensión de Mi Corazón y la Piedad que sentí por todas las almas del mundo permitieron que la Sagrada Misericordia siguiera siendo derramada sobre el mundo.
Con Jesús entre Mis brazos, tan cansados por todo el sufrimiento que cargué junto con Cristo, comprendí al fin y de forma definitiva, el Amor de Dios por Sus criaturas y sentí, en el Cuerpo flagelado y muerto de Jesús, la grandeza de ese Amor.
La Piedad, hijos amados, nace de la Misericordia y permite que ella se expanda por el mundo. Para que esta Tierra viva un tiempo más de Misericordia, es necesario que los corazones sepan vivir la Piedad.
Hoy les digo, con el más puro Amor de Mi Corazón, que la Piedad brota de la comprensión del Plan de infinito Amor que Nuestro Señor Dios tiene para toda esta humanidad.
Hijos queridos, solo ámense unos a otros, comprendan las pruebas de la vida sin ningún juzgamiento, sean piadosos para acompañar la transición dolorosa de cada uno de sus hermanos.
En este tiempo de purificación, solo el amor los sustentará en este camino que los conduce al Reino de Dios, y la búsqueda de ese amor les mostrará las debilidades de sus hermanos para que sean vistas con ojos de Piedad.
Aspiro a que Mis pequeños soldados sean, en las pequeñas cosas de la vida, fieles a este Dios tan bueno que los guía siempre. Esa fidelidad, hijos Míos, está en ser lo que Dios espera que sean: amorosos, misericordiosos, piadosos, comprensivos, acogedores, serviciales.
Un soldado de Mi ejército batalla a través del amor; su arma es la oración y su campo de batalla es la convivencia diaria con sus hermanos, porque el mundo ya no sabe amar.
Mi mirada recorre la Tierra desde los Cielos; y veo que la Piedad muere, día a día, en los corazones de Mis hijos. Por eso, a los que Me escuchan, Yo les pido que, por amor a Mi Corazón, rescaten a la Piedad en el mundo, viviéndola entre ustedes. Hagan renacer el amor, viviéndolo. Permitan que el tiempo de la Misericordia sea eterno, aun durante el tiempo de la Justicia, y eso se alcanza siendo misericordiosos.
Sigan siendo el dulce aliento de Mi Corazón, para que Yo encuentre refugio en los pequeños corazones de Mis hijos que, junto a Mí, son incansables.
No desistan, hijos Míos, de vivir el amor. No busquen ser perfectos para después vivirlo; vívanlo antes en la imperfección, pues Yo desciendo de los Cielos para decirles que eso es posible y que será con los que hoy escuchan Mi Voz, en todas las partes del mundo, que Dios cumplirá Su Plan y manifestará Su eterna Gloria en la Tierra.
Yo los amo con todo Mi Corazón de Madre y les agradezco por persistir, respondiendo a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Cuando una puerta del mal se cierra por la presencia del Sublime y Sabio Amor de Dios entre los hermanos de la humanidad, el Espíritu Santo en Cristo vuelve a ordenar ampliamente a las consciencias llevándolas una vez más al encuentro de la verdadera misión espiritual que Mi Padre les ha confiado.
Por eso, no teman que sus vestiduras se caigan de sus seres o ellas sean retiradas como lo fueron de Mi Glorificado Cuerpo, porque de ustedes se retirará lo viejo para que sean revestidos por el Espíritu Santo.
Cuando Mi Corazón les comunica la hora de los cambios, es para que los corazones se preparen para el camino de la trascendencia y de la purificación.
Quien bebe del cáliz amargo del vacío de sí, después se encontrará Conmigo para beber y cenar del cáliz de la reparación y de la redención.
Pero es urgente que el pasado sea transmutado por Mis Rayos Misericordiosos para que sus seres reciban la absolución y el perdón.
Sé que a veces Mis discípulos se sienten solos ante tanta sequedad del desierto, y por instinto buscan saciar su sed en otras fuentes que podrían estar secas.
Yo les digo que el verdadero amor crístico y casto entre los seres nace cuando se revela la verdad entre ellos, porque allí está presente la Sabiduría de Dios, y el amor que pueda existir entre las almas podrá ser purificado para que se amen en espíritu y en fraternidad.
Por eso Yo les pedí que se amaran los unos a los otros. Les he pedido que se amen tal cual son para que aprendan a amar el alma de cada consciencia, porque esa es la meta interna.
Cuando esté presente el Amor de Mi Corazón entre los seres, se vivirá el Amor Puro de Dios como lo vivieron en la Tierra Mi Madre y José Castísimo. Crean en ese Amor y nútranse de él, así desaparecerá la sensación de vacío. Yo estoy retornando como la renovada Fuente del Amor que está ausente de toda la humanidad.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en la Fuente de Mi crístico Amor.
Cristo Jesús
Día a día veo con amor, en Mi Fuente de Misericordia, las rosas de la oración que sus esencias Me donan en humildad y fe.
Ese es el verdadero milagro de amor para estos tiempos: que Mi Insondable Misericordia se vea reflejada en los corazones de todos los seres que, con ardiente deseo, buscan una oportunidad. Por eso les digo, Mis compañeros, que no teman ver reflejado sus rostros del pasado en Mi Fuente, porque Yo estoy aquí para derramar la Gracia de la liberación y de la consagración sobre sus corazones.
Mi Corazón los conduce en estos tiempos por un camino desconocido para su intelecto.
Mi Camino se dirige hacia la Eternidad de Mi Padre. Por eso cultiven un corazón paciente, lleno de amor, esperanza y misericordia, porque en este tiempo de grandes definiciones las almas del mundo entero se podrán sostener por la pureza de la fe que siembren en la consciencia.
Mis Rayos, que penetran la corteza de la Tierra, llegan desde el Universo para despertar a los que duermen el sueño de la constante ilusión y están atrapados en ese juego. Por eso Me sirvo de pastores simples y de discípulos humildes, dispuestos a ser apóstoles de Mi Mensaje Salvador viviendo la caridad y Mi Ejemplo de vida.
En estos tiempos de falta de paz en el mundo, Mi Consciencia llega directamente desde el Reino de Dios para, una vez más, formar y ordenar la vida de todos los rebaños; Mi Luz remueve las impurezas y las imperfecciones para que, transfigurados por Mi Amor, ellos estén al servicio de la Voluntad Suprema del Plan de Mi Padre.
Por eso les pido que no teman; ustedes ya sabían que el tiempo de la purificación llegaría en el final de un ciclo para así dar comienzo a un ciclo venidero de paz para el mundo.
Por sobre todas las cosas, Yo los sostengo en Mis Brazos, principalmente a aquellos que Me lo permiten y que confían en Mi Llamado Redentor.
Al final, todo será comprendido.
Bajo la Luz Victoriosa del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por reflejar Mis Palabras en la esencia de sus corazones.
Cristo Jesús
Ante las circunstancias y pruebas de la vida, ruego e imploro a Mis seguidores que no pierdan por nada Mi Paz, Mi Luz, Mi Misericordia, porque están cercanos tiempos de cambios y de purificación para las consciencias. Por eso deberán estar Conmigo presente todo el tiempo. Ahora no solo basta orar a Mi Corazón en algún horario de sus vidas, sino que deben permanecer todo el tiempo en Mi Corazón de Luz.
Las corrientes vendrán al encuentro de la humanidad y Mis discípulos más dispuestos y menos temerosos serán los que darán testimonio de Mi Presencia y de Mi próximo Retorno. Así Yo entreno, mediante la oración misericordiosa, a los soldados apóstoles de Cristo Redentor para que entregados a Mi Fuego Divino y donados a Mi Ley de Amor alcancen los rincones más sufridos de la Tierra, en donde se necesita una verdadera palabra y la acción de amor y de paz.
Así erguiré a Mi Iglesia prometida para que, a través de Mi Espíritu, todos Mis seguidores y seguidoras de la paz se unan en la Misión de la Gran Fraternidad.
Queridos, alcen las banderas para que los que naufragan constantemente en el océano de la soledad y de la desesperanza puedan ingresar en Mi Océano de insondable misericordia y piedad.
Retorno para derrumbar con Mi Luz a los ídolos que han creado caminos sinuosos para las almas. Vengo en Gloria y Justicia para liberar las puertas del Infierno, para que los que aún no ven Mi Preciosa Luz se alimenten del Amor de Mi Padre Creador.
Los uno y no quiero que se separen, los amo y les pido que se amen de verdad, porque llegará la hora de confirmar el fruto de los talentos que Yo he dejado a la humanidad.
Crean en el poder de Mi Infinita Misericordia en estos tiempos. Crean en la fuerza de Mi Amor Redentor. Los amo y los bendigo siempre.
Bajo el Amor de Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más