APARICIÓN ANUAL DE SAN JOSÉ EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La consagración de las almas es como un bálsamo para el Corazón de Dios, es como un rayo de sol en medio de una gran tempestad, es como una brisa suave en un lugar cerrado.

La consagración de las almas le genera alivio al Corazón del Padre. Las almas consagradas son como pétalos de rosas sobre las heridas de Dios que, con su amor y su aroma, van reparando cada pequeño espacio y aliviando el dolor del Padre.

Dios cultiva almas consagradas como un Jardinero Celestial y cuida con cuidado, con amor, a cada una de ellas. Las almas que se consagran son para Dios una esperanza de que Su Proyecto Humano y Divino, poco a poco, se va concretando, de adentro hacia afuera, en sus pequeñas almas.

Cuando Dios contempla el mundo y observa cada ultraje vivido en la humanidad, cada transgresión que el corazón humano le causa, tanto al prójimo como a sí mismo; el Creador busca entonces a las almas consagradas para encontrar en ellas el equilibrio, la razón para interceder por el mundo y concederles una nueva oportunidad a Sus hijos. Por eso, hijos, nunca dejen de vivir con verdad y sinceridad la consagración de sus almas.

Hoy, Mi Casto Corazón viene a interceder con ustedes por el mundo, para rogar ante el Padre por las almas que sufren y necesitan de auxílio; por las almas que claman y no son escuchadas; por las que padecen, pero que no son encontradas, para que su sufrimiento sea aliviado.

Hoy, vengo por las almas de las guerras para que encuentren la paz aun en el profundo caos, para que no pierdan la esperanza de reencontrar a Dios, para que no dejen de creer en el corazón humano y para que no piensen, hijos, que los seres humanos son hechos de maldad y de rencor.

Hoy, vengo como su Padre, como Padre de las almas, para que, junto a cada uno de Mis hijos, podamos orar por el planeta. Escuchen el grito de la Tierra, un grito silencioso que, para ser escuchado, los corazones necesitan estar en oración, necesitan ir más allá de sí mismos, de sus necesidades y pruebas, de sus dificultades y desafíos, para clamar por algo superior a sí mismos, que es el Propósito Divino para este mundo.

Esta Cuaresma, hijos, marca para ustedes y para toda la humanidad el inicio de un nuevo ciclo, que no será como los ciclos anteriores; marca el inicio de una gran prueba, en la que sus pies tocarán por primera vez el calvario de estos tiempos.

Por eso, Nuestro Señor viene al encuentro de las almas todos los días, para acompañar paso a paso su trayectoria por esta Cuaresma. Escuchen Sus Palabras y no dejen que ellas pasen, porque entre cada una de ellas habita un impulso celestial, que emergerá de sus corazones en cada paso del calvario.

Así como vivieron 40 días en la Cuaresma, vivirán 40 ciclos de este calvario, 40 pruebas y, para cada una de ellas, el Señor les entregó una llave que los ayudará a trascenderlas sin dejar este camino, sin desistir ante las dificultades, las caídas, las miserias y la condición humana que emergerá con intensidad desde adentro de ustedes para ser transmutada.

Cada vez que se vean ante una dificultad que no puedan superar, tomen los impulsos cuaresmales y en ellos encontrarán una llave para ir más allá.

Cuando esta Cuaresma termine y el desierto llegue a su fin, los ciclos de la Tierra exigirán de ustedes corazones maduros. Por eso, la consagración los ayudará y los protegerá de ustedes mismos, siempre y cuando sean guardianes de los votos que hicieron, de los pilares que se dispusieron a vivir, de los principios que se abrieron a descubrir.

Es por eso, hijos, que los Mensajeros Divinos les conceden consagraciones a todas las almas para que, según su escuela, según su ciclo evolutivo, según el impulso de sus corazones, puedan encontrar aquella consagración que les sea verdadera y, a través de ella, estarán protegidos.

Hoy, vengo como su Padre y Amigo, en medio de este desierto, así como un día también estuve en espíritu con Jesús.

Cuando el Señor pasaba los 40 días en el desierto, el Creador Me permitió que lo visitara en espíritu para que, como Su padre y amigo, le ofreciera un hombro en donde Él pudiera reposar en medio de todas las tentaciones y le ofreciera agua de la Fuente Divina para que Él pudiera beber y renovar Su oferta.

Junto con los ángeles y arcángeles, Me aproximé al Señor con humildad y Su Corazón Humano y Divino se conmovió al encontrarme.

Así como un hijo encuentra a su padre para encontrar alivio en su abrazo, así fui al encuentro de Jesús, para que Yo pudiera aprender de la condición humana y divina, y para que Cristo también pudiera descubrir la potencia de la paternidad, del amor que existe entre las familias. Y fue así, hijos, que en ese día todas las familias fueron reparadas y el amor de los padres por sus hijos y de los hijos por sus padres fue renovado, a través del Corazón de Cristo, en toda la humanidad.

Hoy, vengo a su encuentro con esta misma esperanza de ofrecerles un hombro y un abrazo, de renovar su esfuerzo y su consagración para que reencuentren el propósito de servir y de donarse para que reencuentren el propósito de vivir sus votos, los pilares y los principios que se dispusieron a vivir; y que así, estén preparados y fortalecidos para comenzar a cruzar los portales que los llevan al calvario, los portales de la entrega, de la rendición y de la renuncia, los portales del vacío, de la trascendencia y del amor extremo que transforma todas las cosas.

Hoy, a pedido del Padre, traigo al mundo los principios que fundaron la Orden Gracia Misericordia, que es una Orden que aún no fue comprendida por sus consagrados ni por el mundo.

La Orden Gracia Misericordia, hijos, nació de lo profundo de la Voluntad Divina; una Orden pedida por el Creador que no forma parte de ninguna religión instituida, para que de esa forma pueda interceder por todas las creencias y todas las razas, para que pueda interceder por todas las almas, independientemente de sus diferencias.

La Orden Gracia Misericordia nació como una Aspiración profunda de Dios para reparar la vida consagrada en el planeta, y este propósito solo podrá cumplirse si la consagración de sus almas fuera renovada todos los días.

Caminen hacia ese Propósito, encuentren esa Voluntad Divina, acojan en sus corazones esta misión para que, como monjes y monjas, como sacerdotes, padres y madres, como adoradores y auxiliadoras, todos los corazones reencuentren el Corazón de Dios y, en Él, Su Propósito para esta Orden.

Que esta sea una Orden intercesora, por todas las religiones y por todos los pueblos, por toda la vida sacerdotal del planeta, por lo sagrado que debe habitar en la Tierra.

Que cada adoración de los adoradores sea reparadora.

Que cada altar de las auxiliadoras sea sagrado.

Que cada oración de las almas consagradas sea verdadera.

Que cada pequeño esfuerzo por vivir sus votos, todos los días, sea sincero.

Que, en cada amanecer, exista la aspiración de trascenderse. Que, en cada instante, exista la aspiración de ir más allá. Que no coloquen limitaciones en sus vidas y en sus pasos. Que crean en la trascendencia de la condición humana. Que aspiren a la santidad, porque ser santos es cumplir la Voluntad Divina, es vivenciar el Propósito de Dios, y esta es una oferta que el Padre realiza para todos Sus Hijos: que aspiren a ser Cristos, a vivir en Cristo y como Él, para que así, hijos, se cumpla el Propósito para esta humanidad.

Que los Hijos de María y los Hijos de San José sean los brazos de la Orden Gracia Misericordia en el mundo, sean la luz que llega a todas las almas en las diferentes ciudades y países, en los lugares más olvidados. Que ellos sean un ejército de oración y de acciones reparadoras. Que, como la Sagrada Familia, puedan obrar en silencio, pero verdaderamente, para transformar la condición humana.

Para que vivan todas estas cosas, hoy Yo les traigo esta Gracia, la Gracia de renovar la consagración, la Gracia de reencontrar el Propósito Divino, la Gracia de encontrar el Abrazo Celestial que los renueva y los fortalece, para que encaren de frente el calvario de estos tiempos, con sus cabezas erguidas y sus corazones abiertos, con sus pasos firmes, sin embargo humildes, con sus corazones orantes y sus consciencias despiertas.

Que se levanten aquellos que se consagrarán como Hijos y Amigos de San José. Traigan aquí agua bendita e incienso.

A los sacerdotes y padres de esta Orden les concedo la Gracia de ser padres, como Yo soy, para que acojan a los corazones, para que consagren a las almas. Que en sus espíritus reine la humildad que les permitirá ser siempre instrumentos de la Mano Divina para bendecir y sacramentar, para traer a las almas el Propósito de Dios.

Por eso hoy, les doy la potestad de consagrar y acompañar a los Hijos y Amigos de San José, así como Yo mismo aspiro a consagrar y a acompañar a las almas. Que sus corazones siempre se oferten, antes de cada consagración, para ser instrumentos de Dios, para ser intercesores ante las almas, que recuerden la Gracia que Yo les entregué y que la hagan revivir dentro de ustedes para que la multipliquen ante las almas.

Con esta agua, los lavo de los pecados y de las transgresiones.

Con este incienso, los libero de las amarras y de las maldiciones para que sus almas sean renovadas.

Que no haya oscuridad que les impida consagrarse. Que no haya miseria que les impida recibir Misericordia. Que el camino esté abierto a la Gracia que desciende de Dios, que los consagra y los renueva en Mi Nombre y por Mi intercesión, como Hijos y Amigos de San José, para que lleven el Amor de la Sagrada Familia a todos los corazones, para que sean ejemplos de transformación y de esfuerzo; porque no les pediré que sean perfectos, pero sí les pediré que venzan las inercias de cada día y que se esfuercen para ir más allá. Mi Gracia siempre los renovará.

Hoy, hijos, la vida consagrada fue renovada en todas las religiones, en todas las creencias, en todas las almas que se ofertaron a Dios con sinceridad. Hoy, el Corazón de Dios fue aliviado, y solo les pido que sean guardianes de este tesoro que recibieron, que sean dignos Hijos de Dios, dignos Hijos y Amigos de Mi Casto Corazón.

Yo los bendigo y los consagro, por la potestad que el Creador Me entregó de interceder por las almas y por las causas imposibles; porque nada es imposible a los Ojos de Dios, pero es necesario esforzarse para encontrar el Propósito Divino.

Yo los bendigo y los consagro, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vayan en paz y continúen reparando el Corazón de Dios.

Tienen Mi bendición para esto.


Hermana Lucía de Jesús:
A pedido de San José, vamos a cantar todos juntos “Gratitud, San José”

APARICIÓN ANUAL DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, POR LA CONMEMORACIÓN DE LA MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Contemplen la grandiosidad del Amor de Dios en ustedes y cómo ese Amor es capaz de ir muy lejos; así como Mi Hijo fue muy lejos, más allá de la Cruz.

Contemplen ese Amor en sus esencias, háganlo por las almas que no contemplan a Dios en sí mismas, para que en esta noche el Corazón de Dios pueda ser reparado de todas las ofensas y ultrajes que comete el mundo.

Como Reina del Amor, como Madre que los ama, como la Guardiana de sus almas, les pido que recuerden el poder del Amor de Dios que es invencible e inextinguible, que va más allá de los conflictos y de las guerras, que obra más allá de toda división y disociación.

Este Amor es el que no conoce Mi adversario, y será este Amor Mayor e Infinito de Dios que también algún día lo redimirá; así como Cristo, a través de Su Preciosa Sangre derramada, redimió a cada uno de ustedes, liberándolos del pecado y del error, abriéndoles la puerta de Su Misericordia para que todos pudieran ingresar en Su océano de Compasión y de Amor.

Ante el terrible escenario del final de los tiempos, retornen a la esencia del Amor que está en ustedes y que los creó en el principio, en la Fuente. Así, trasciendan sus propios obstáculos; así, disuelvan sus propias amarguras y tristezas.

En esta noche, reciban con júbilo la Divina Esperanza, la Esperanza que Mi Hijo promete en Su pronto Retorno; la Esperanza, llena del Amor de Dios y de la vida, que renovará la faz de la Tierra, que liberará a las almas del sufrimiento de una vez y para siempre.

Porque en verdad les digo, Mis queridos hijos, que cuando surja la Nueva Humanidad, bajo el preámbulo del Retorno del Señor, no habrá ni un alma en esta superficie a la que se le escuche su llanto, porque el llanto de las almas en la Nueva Tierra será de alegría.

Si ustedes supieran cuánto Yo los amo, les aseguro que llorarían de alegría; porque el Amor de Dios no solo es invencible, no solo es profundo, sino también es un Amor transformador; un Amor que les concede la Gracia y el Perdón, que les otorga en esta noche una amnistía espiritual a ustedes y a sus hermanos que escuchan, a todos los que en este día se hayan dirigido al Santo Sacramento de la Eucaristía. Será una amnistía plenaria que disolverá los errores cometidos hasta el presente y que les permitirá a sus ángeles de la guarda dar testimonio de este extraordinario evento ante Dios.

Así, como les dije ayer, Mis hijos, los Altares de Dios hoy están abiertos; porque las puertas fueron abiertas por los santos ángeles del Señor, para que las ofrendas de reparación y de reconciliación de las almas sean depositadas honestamente ante el Señor; y así juntos, Mis amados hijos, aspiremos e invoquemos un buen año 2024, un año sin guerras, sin conflictos ni divisiones, un año en el que prevalezca el Amor.

Y así, ese Amor es el que renovará al mundo si las almas se unen a la esencia del Amor de Dios y se reconocen como Sus Hijos, los Hijos de la Fuente.

Esto permitirá, queridos hijos, que más almas en el mundo que están perdidas sean contempladas por la Misericordia y no por la Justicia; porque como así Yo les dije, Mis queridos hijos, Yo les deseo el bien a cada uno de ustedes y a sus familias, un bien mayor que les permita comprender la realidad, esta realidad del final de los tiempos.

Pero atención, Mis pequeños, no observen la realidad del mundo con temor o con miedo. A pesar de que es una realidad aterradora y triste, necesito que las almas despiertas, a través de la oración del corazón, se decidan de una vez y para siempre a ser puentes entre el Cielo y la Tierra, a ser mediadoras del verbo orante ante todas las causas imposibles que, con la intervención de la Divina Madre, no serán causas imposibles, sino serán soluciones posibles para todos.

Mi segundo pedido, en esta noche especial, es que invoquen la paz con más fuerza; y que sus actos, palabras y acciones sean de paz, para que la paz pueda ser recibida no solo por las almas que más la necesitan, sino también pueda ser acogida por aquellos lugares que han sufrido la guerra, el conflicto y la destrucción física de los espacios; que la paz pueda renacer en los corazones más sedientos.

Y ustedes, Mis queridos hijos, que han sido tan llenos de Gracia, al igual que su Madre Celeste, sean precursores de la paz y crean en esa paz, adentro ustedes y después afuera de ustedes. Así, la vida no será un sufrimiento, sino que la alegría emergerá de ustedes y de sus hermanos, por estar respondiendo al Llamado de Dios.

Mi tercer y último pedido es que, a través de la Santa Eucaristía que enseguida celebrarán, tengan muy presente a todas las huestes celestiales, que en esta noche ofrecen el Santo Sacramento y que abren todos los Sagrarios de la Tierra, para que la Luz poderosa de Cristo colme y bañe al mundo entero por medio de Su Amor y de Su Misericordia reparadora.

Que esta sea, para ustedes, la verdadera celebración de fin de año que una vez más tengan la dicha de vivir el Sacramento Eucarístico con Mi Hijo.

Deberían meditar y sentir en sus corazones lo que significa para el Reino de los Cielos que en cada día se celebre el misterio del Amor de Cristo, a través de la Comunión, y todos los méritos salvíficos y redentores que las almas reciben a través del Sacramento.

Por eso, hijos Míos, en este final de los tiempos, no vivan la Comunión como algo normal; que sus almas se exalten con júbilo y alegría por poder confirmar a Cristo en ustedes, como símbolo y señal de esperanza para el mundo entero.

Así, sus pequeñas almas y sus pequeñas esencias podrán ser ese gran espejo que se refleja en la Tierra, para que los códigos y los méritos de la Pasión del Señor enmienden todos los errores del mundo y les concedan la redención a las almas que ya se condenaron.

Con especial predilección y amor, Mis hijos, acompañaré esta Sagrada Eucaristía que hoy oficiarán en nombre del Señor. 

Así, su Santísima Madre, la Reina del Cielo y de la Tierra, la Humilde Esclava del Señor, la Intercesora entre los corazones y Dios, podrá elevar junto con los santos ángeles y los ángeles de la guarda todas las ofertas, para que en el mundo se alcance la paz y el fin de la guerra, no solo de la guerra física, sino también de la guerra en las familias.

Porque Mi deseo ardiente, Mis hijos, es que cada uno de los miembros de sus familias y de las familias del mundo pueda reencontrar en su mundo interior el Amor de Dios, que los salva y que no los castiga, que los libera y que no los condena, el Amor que los ama tal cual son y que los impulsa a la transformación de la vida y del corazón.

En esta noche especial, en la que se cierra un ciclo y comienza otro nuevo ciclo, aspiremos a través de la Celebración Eucarística a que todas las almas, especialmente las más perdidas en el mundo entero, alcancen la Gracia de la Misericordia en este próximo 2024.

Les digo y les pido que tengan fe, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará.

Así, los bendigo para el próximo año y les consagro cada uno de sus pasos, los pasos que deberán dar al encuentro de Cristo, Nuestro Señor, siguiendo las huellas de Luz del Gran Maestro.

Que sea un año, un nuevo año, de más Gracias y Misericordias para todos. Mi oración perpetua está presente incansablemente por esta causa.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

María ha sacado el Inmaculado Corazón de Su Pecho, en este momento, colocándolo sobre la palma de Su Mano derecha. Se lo ofrece a cada uno de nosotros como un Corazón Ardiente en amor, en Gracia, en servicio y en piedad por las almas.

Oremos, renovando nuestros votos para este próximo 2024 y tomando para nosotros mismos al Inmaculado y Ardiente Corazón de María, que arde en amor por las almas y las familias del mundo.

Santa Madre, agradecemos Tu Presencia aquí entre nosotros y en el mundo entero.

Acepta nuestra vida tal cual es, imperfecta, llénanos con la fuerza de Tu Amor para que podamos concretar las aspiraciones de Tu Amadísimo Hijo, Jesucristo.


Inmaculado Corazón de María,
fuerza, luz, protección y esperanza,
en Ti nos renovamos, a Ti nos consagramos
para que seamos testigos, ahora y siempre,
del triunfo de Tu Inmaculado Corazón
en toda la humanidad.

Amén.
(3 veces)


La Madre Divina está sonriendo, porque nos dice que Ella nos dio Su Corazón, y ahora nos pide que le demos nuestro corazón, y que no tengamos miedo porque no vamos a perder la vida, porque dijo que si le entregamos nuestro corazón tendremos vida en abundancia.

En el silencio de nuestro corazón entreguémosle el corazón a María, así como Ella nos lo entregó. Y así, nuestro corazón y el Corazón de María se funden en un solo Corazón, y recibimos de la Divina Madre el don del entendimiento, el don de la paciencia, el don de la fe, el don del perdón, el don de la cura, el don de la paz, el don de la unidad y el don de la redención.


Les agradezco por responder a Mi llamado.

Recuerden Mis tres pedidos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Antes de retomar el camino peregrino que nos llevará a Brasil, su Madre Celeste se detiene en los planos internos del Reino de Aurora para reposar, en el silencio y en la paz de todos los Reinos de la Naturaleza.

Así como lo hice el último sábado con Mis hijos de la Comunidad de la Hermandad; hoy, vengo a comunicarles que su Madre Celeste visitará la Comunidad Fraternidad, a través de una Aparición extraordinaria y reservada en la sala de oración del área de Redención 2.

Mañana, quisiera que Me esperen con sus cantos y oraciones y que Me ofrezcan un simple altar, en honor a la Santísima Virgen de Fátima para que, en esta etapa de reposo, su Madre Celestial no solo pueda bendecir el nuevo ciclo comunitario en Aurora, sino también desde Aurora, Yo pueda volver a bendecir a Uruguay y a Sudamérica.

Ese momento que compartirán Conmigo, después será transmitido a través de un audio, el mismo 25 de septiembre, para que Mis demás hijos acompañen, de corazón, las Palabras maternales que Yo dirigiré a Mis hijos de la Comunidad Fraternidad.

Cumpliendo este pedido, Yo le volveré a pedir a Uruguay la consagración a Mi Materno e Inmaculado Corazón, a fin de que este bendito país esté protegido y resguardado de las malas intenciones que hoy, infelizmente, también se promueven en otros países de América.

En Brasil, Mi Hijo retornará con todo el poder del Verbo Divino para advertir y aclarar las ideas y las mentes de las personas, para que Brasil siga sosteniendo internamente el destino de convertirse en el Nuevo Edén de Dios para el mundo entero.

Mis hijos, recemos; y les pido, una vez más, que se comprometan de corazón y de palabra con las diferentes Oraciones por la Paz en las Naciones. De la participación y de la presencia de cada Hijo de María dependerá que algunas tristes situaciones no se plasmen ni se concreten en la materia.

Desde ya, estoy agradecida por los que, hasta los días de hoy, sostienen las Oraciones por la Paz en las Naciones, respondiendo con fidelidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando un nuevo ciclo llega a tu vida, contempla, alma amada, en la coyuntura de las estrellas, el mensaje celestial que tu Creador te envía.

Recibe los impulsos que Él generó en la manifestación de tu esencia y, a través de una comunicación profunda con Dios, comprende Sus Sagradas Geometrías y, a través de ellas, los designios del Padre para los ciclos que llegarán. 

Cuando cumples un año más en esta Tierra, sabe que tu evolución se renueva y tu compromiso con Dios se amplia. La profundidad de la madurez de tu ser humano y espiritual te conduce a responsabilidades cada vez mayores ante Dios y Su Plan.

Renueva, entonces, tu espíritu en este nuevo ciclo, dejando que Su Amor cierre las heridas más profundas y ocultas aún abiertas por las experiencias de la vida.

Entrega a tu Creador tus pesares más internos, tu silencioso sentimiento de impotencia ante aquello que no puedes ofrecer a Dios.

Deja que, por un instante, el dolor que compartes con el Creador, por aquello que Él ve en el mundo, se calme y se restaure, porque para comenzar un nuevo ciclo es necesario restaurar y calmar el corazón.

Retoma los impulsos perdidos en las batallas de esta vida, reconstruye la esperanza herida por la acción de la astucia del enemigo sobre las almas y confía, alma pequeña, en que cada oración pronunciada por los que se perdieron en el camino será el mérito que les abrirá las Puertas de un nuevo Cielo en el último instante de sus vidas.

Respira por un momento y recibe el Soplo de Dios. Su Amor Divino renueva tu consciencia y, en un diálogo profundo y silencioso, todo se hace nuevo. Este es tu aniversario con Dios.

Recibe Mi bendición para el ciclo que vendrá.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE TUSAYAN A PHOENIX, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El inicio de un nuevo ciclo llegó para cada ser de esta Tierra y, sobre todo, hijos, de esta Obra de Amor que el Creador está construyendo con Sus propias Manos, desde el origen de sus vidas.

Este ciclo que se inicia estará permeado no solo por el despertar o por la purificación, sino también por la madurez y por el crecimiento interior de sus seres.

Llegó el momento de consolidar el vínculo de sus corazones con Dios y, después de todo lo que recibieron en nombre de la humanidad, dar un nuevo paso en la entrega de sus vidas, un nuevo paso en dirección al propio interior, un nuevo paso en dirección al Infinito que se guarda en el propio corazón.

Ha llegado el ciclo de conocer el Perdón de Dios, por Su Amor y Su infinita Gracia, para que, de esa forma, sean verdaderos puentes entre los corazones de los hombres y su Creador.

Este es el ciclo de comenzar a construir lo que los caracteriza como raza y como hijos de Dios, que es la unión profunda con Él a través del conocimiento, no solo de Sus misterios, sino, sobre todo, de Su Amor.

Para eso, deben buscarlo constantemente, sentirlo y dejar que Su Presencia, aunque silenciosa, les hable al corazón, y que sea con el silencio, con Su Gracia o con Su Paz.

Este es el ciclo de experimentar a Dios en su interior. Y, así, hijos, finalmente poder comenzar a unir las dimensiones y atraer un nuevo tiempo para este mundo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN TUSAYAN, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Con espíritu de sacrificio y de entrega, lanza tu corazón para develar los misterios, tanto del Universo como de lo profundo de la Tierra.

Abraza con amor lo que te es desconocido y agradece a Dios la Misericordia, concedida en tu vida, de estar tan próximo a Su Gracia y a Su Verdad.

En un mundo de tanta ignorancia, hijo, tu espíritu debe estar en júbilo por ser parte del ciclo de revelaciones que se inicia para toda la humanidad.

Abre tu corazón para lo que nunca aprendiste.

Abre tu consciencia para descubrir lo que estuvo oculto en tu alma.

Deja que los recuerdos emerjan, y que aquello que tú no sabías que habías vivido pueda surgir como una forma de impulsarte a lo nuevo, a lo sagrado, a lo sublime.

Deja tu alma delante de nuevos horizontes, porque nuevas serán las pruebas de este tiempo, y para eso debes estar pronto.

Que la gratitud sea la llave siempre puesta en tus manos para abrir las puertas de los Cielos.

Que la humildad sea tu escudo protector en esta batalla de ignorancias y vanidades, de la cual los hombres intentan salir y muchas veces no lo consiguen.

Que la oración sea tu puerto, y el Corazón de Dios tu aliento.

Respira Su Presencia e irradia Su Paz. Así, percibirás que aun lo que parecía más oculto siempre estuvo aquí, delante de ti, en el Corazón de Dios.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN REDWOOD, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Conoce el ilimitado Amor de Dios a través de la unión con tu Creador y comprenderás la amplitud de Su Creación y la perfección con la que tu Señor colmó de misterios, de detalles, de caminos, las dimensiones que unen Su Consciencia con las consciencias de Sus hijos.

Conoce el ilimitado Amor de Dios por la vida y, al descubrir la grandeza de Su Creación, no te sorprenderás. Infinitas son las formas que las esencias recibieron de Dios para cumplir Su Propósito y recrear la vida.

Pero recréala, hijo, no solo comenzando de cero una nueva Creación. Recrear significa que la espiral evolutiva llegó a un punto más elevado y de allí, más próximo a Dios, comienza un nuevo ciclo. 

Contempla y conoce el ilimitado Amor de Dios y no te asombrarás al descubrir que, más que enviar a Su Hijo a este mundo, el Creador envió a muchos otros de Sus compañeros y también creó otros mundos, otras razas, otras vidas, para que, en la perfecta expresión de cada una de ellas se complementen, se auxilien, crezcan y retornen a Su Corazón con un amor renovado, multiplicado y madurado por las experiencias y superaciones vividas.

Contempla, entonces, y conoce el ilimitado Amor de Dios y sé tú también ilimitado en tu comprensión, en tu apertura, en tu donación y en tu entrega, para que algún día, hijo, más que contemplar y conocer, puedas vivir y ser el ilimitado Amor de Dios.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando tu corazón ingrese en el desierto, ora, silénciate y siente tu mundo interior.

Comprende que ser llamado al vacío y a la soledad es ser llamado más próximo al Corazón de Dios, a la verdad de lo que eres, lejos de las ilusiones y de la confusión humana.

El desierto es un camino de transición. El pueblo de Israel cruzó el desierto para cultivar una nueva vida, una genética pura y simple, pero forjada en el sacrificio y en la fe.

Tu Señor cruzó el desierto antes de vivir Su Pasión y allí encontró la unión definitiva con Dios, que no era solo un diálogo con el Padre, sino también la experiencia del Padre dentro de Sí mismo.

Cada ser, al cruzar el desierto interior, vive una transición para algo nuevo, verdadero y profundo.

Confía que en el vacío del desierto algo nuevo está siendo forjado y construido dentro de ti. Deja que tu espíritu se fortalezca y que tu alma encuentre la verdad que necesita descubrir en este ciclo. 

Aunque no veas, no sientas y no sepas, cruza las diferentes etapas del desierto. Siente el vacío de su entrada, la confusión de permanecer en él, las pruebas que llegan, las desolaciones; pero también siente el despertar de la fe, la consolidación de la verdad y, por fin, la revelación de Dios en tu interior.

Tienes Mi bendición para eso.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Es en este nuevo ciclo, que comenzará en el año 2020, que se verán y se sabrán cosas increíbles.

Todo lo que fue astutamente ocultado en todos los sentidos, formas e ideas, se destapará.

Toda mentira, manipulación o engaño que haya sido construido por invención del hombre, se desenmascarará.

Toda situación de las personas, sea interna o externa, de salud, de purificación o de resistencia se mostrará, porque las ondas solares que en este tiempo estarán ingresando, durante el verano en Sudamérica, son ondas ultravioletas que están  llegando con un altísimo grado de expulsión y de movimiento sobre todo ser viviente de éste y de otros planetas.

El Sistema Solar, a partir del año 2020, ingresará en la última y más aguda etapa espiritual, cósmica, mental y material de su transición.

De los ocho mil millones de personas presentes en este planeta, el noventa por ciento están distraídas e hipnotizadas por la ilusión global.

En ese sentido, el campo de acción de las ondas solares removerá de su sitio y lugar todo lo que esté fuera de la Ley, y este impulso que traerá el Universo y que se asociará al desequilibrio del planeta y del eje de la Tierra, aumentará el efecto inesperado de ese movimiento cósmico.

Por eso, el año 2020 será el último tramo para poder alcanzar la elevación de la consciencia y del plano mental, para que los efectos universales de ese movimiento no afecten a la mayoría de las consciencias dormidas.

Así como el impulso solar será fuerte en los ámbitos involutivos de la humanidad, el mismo impulso traerá a todos los seres de bien la oportunidad de dar grandes y firmes pasos en la evolución y en la madurez de la consciencia, así como la posibilidad de establecer importantes procesos espirituales de redención, de perdón y de reconciliación.

Pero les vuelvo a decir: no habrá ser de la superficie de este planeta que se pueda oponer ni esconder de este movimiento solar. Todo quedará en evidencia.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

APARICIÓN DE SAN JOSÉ EN BUENOS AIRES, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

 

Cada nuevo ciclo que llega es para aproximarlos más a Dios. Cuanto más se aproxima la purificación del planeta y sus corazones son llamados a vivir las instrucciones divinas,  hijos, ustedes se aproximan más a Dios.

Vine al mundo a cumplir una misión: preparar la llegada de Mi Hijo a esta Tierra, pero, como en otros tiempos, no puedo estar hasta el final porque esta es Su misión y la de Su Madre Santísima. Vine a aportar al mundo los principios que aprendí de humildad, de servicio, de entrega incondicional a Dios y, sobre todo, de renuncia, porque esa es mi primera y última misión espiritual. 

Es a través del espíritu de la renuncia que fui enviado al mundo y es también a través de este espíritu que Dios Me llamó para retornar a Su sagrado y eterno Corazón. 

Cuando estuve en la Tierra, junto a Mi amado Hijo y a Mi amada esposa María, todo lo que yo quería, hijos, era permanecer al lado de Ellos, ver concretarse aquella misión, ver crecer a Mi Hijo y expresarse como el Hijo de Dios que Él era. Sin embargo Mi misión fue enseñarle a caminar, a dar Sus primeros pasos, a proteger Su nacimiento y a ver con Mis propios ojos cómo Dios se expresaba incluso a través de un niño.

Llegó un momento en el que el Creador Me llamó por el nombre, por Mi verdadero nombre y, mostrándome las puertas del Universo y del infinito de Su Corazón, Me llamó a retornar, a recorrer un camino amplio y desconocido; un camino que Me llevaría a crecer y a evolucionar como Su Hijo y, más que eso, como parte de Su Corazón, así como lo son todas las criaturas, aunque no lo sepan o no lo vivan.

Hoy, hijos, les vengo a mostrar este mismo portal hacia el Corazón de Dios que Yo vi cuando, en los brazos de María Santísima, Ella Me apuntaba al Corazón del Padre Celestial y Me decía que no tuviera miedo a lo desconocido, al infinito, a lo que era misterioso, porque el Creador era infinito Amor y Gracia. 

Hoy les presento esta puerta hacia el Cielo, porque llegó el momento de que, como almas y corazones, ustedes también adentren en este portal, también reconozcan la vida infinita que, por tanto tiempo, se ocultó de los hombres. Llegó el momento de que ustedes sepan quiénes son y lo que vinieron hacer a este mundo. Y eso acontecerá primero en los niveles del espíritu a través del silencio y de la voluntad de sus espíritus de ser otros, de encontrar la verdad, el Origen del origen.

Delante de este portal que los conduce al Cosmos, vengo a entregar sus esencias a los Pies de Dios, así como entregué a Mi pequeño Hijo para que Él se expresara como el Mesías, como el Hijo de Dios.

Quiero que ustedes amen la vida superior, amen profundizar en el conocimiento divino, descubrir y leer la historia escrita en los espejos de sus corazones y del Cosmos infinito.

Amen, hijos, preparar el retorno de su Señor al mundo, porque Él vendrá y ustedes estarán cara a cara delante de Su Sagrado Corazón.

Las profecías se cumplirán; aquello que estaba escrito saldrá de los Libros Sagrados y se tornará vida. Y aquellas palabras que se ocultaron, que la humanidad en algún momento intentó esconderlas, ellas también se revelarán porque delante del Hijo de Dios nada más estará oculto.

Sientan que Mi silencio les revelará algo más profundo. Sientan que Mi voz se silencia para dar lugar al Verbo Divino de Mi Hijo, para que Él sea conocido y exaltado, para que ustedes descubran Su existencia y puedan recibirlo en este mundo y más allá de él.

También llegará el momento en el que su Madre Divina se silenciará, pero Ella estará siempre aquí, porque Su misión es acompañar a Su Hijo hasta el último instante, hasta el establecimiento de la nueva vida, hasta que el Evangelio del nuevo tiempo, de la nueva humanidad, pueda ser escrito por intermedio de los hechos de Su retorno al mundo.

Y todo lo que Él les dirá, todo lo que ustedes vivirán junto a Él, esa historia será contada en un nuevo tiempo, en un nuevo mundo, que será este, pero con una humanidad renacida por el Amor de Dios y de Su Hijo.

El 19 de marzo de 2020, Yo vendré para bendecir las medallas de Mi Casto Corazón y siete relicarios de madera. Yo los bendeciré para los Centros Marianos que ya fueron erguidos y los que se erguirán.

Para ese tiempo, preparen Mi llegada con amor y con alegría porque, en esos relicarios, así como en las medallas de Mi Casto Corazón, depositaré todo lo que aprendí, las virtudes que viví y lo que Soy como consciencia espiritual, como Esencia que partió de la Esencia Divina y que hacia Ella retorna.

El 19 de marzo de 2021 vendré nuevamente para bendecir el libro de Mi historia llamado "Del Origen al Origen", porque en ese día ustedes ya estarán prontos para conocerla.

Ustedes no se reconocerán, así como Yo tampoco los reconoceré, porque estarán más cerca de lo que son y no de lo que hoy aparentan ser.

A la Argentina le dejo Mi Amor y Mi humildad para que aprendan, hijos, que la voluntad, como poder e impulso de Dios, solo es verdadera cuando proviene del Corazón del Padre. Rindan sus corazones a Dios y utilicen esa voluntad, que nace de sus corazones, para hacer triunfar el Corazón de Cristo, con la cabeza en el suelo y el corazón rendido delante de su Redentor.

Vivirán pruebas que forjarán dentro de ustedes la humildad, mas a través de esas pruebas llegarán a Dios, si supieran hacer de ellas la puerta para la propia santidad.

Cuando estén ante una renuncia, no teman; porque cada renuncia, cuando es vivida con amor, los conduce a Dios.

Mi Corazón y Mi Esencia provienen del Padre Creador, así como todos ustedes, pero esa verdad Yo solo la descubrí cuando renuncié a estar en este mundo para vivir una existencia mayor. 

Fue el poder de la renuncia que Me hizo retornar a Dios y aunque Mi Corazón era silencioso y para muchos desconocido, no era el conocimiento de los hombres el que Me aproximaba a Dios, sino la pureza, la humildad y la renuncia que vivió Mi Casto Corazón.

Hoy derramo sobre este país un amor infinito que es Mi amor por el corazón humano, porque se lo que él es. 

Amen a Dios por sobre todas las cosas y ámense unos a otros como Su Señor los amó: esta es la Ley para la institución de la nueva vida, es la Ley para develar los misterios celestiales.

Ustedes podrán estar ante las puertas del Cielo, podrán ver las luces que se manifestarán en la Tierra y, sin embargo, no cruzar sus portales, porque el amor no reina en sus corazones. Por eso, hijos, para conocer la Verdad y vivirla, para descubrir el Cosmos infinito que se oculta en el brillo de las estrellas y, sobre todo, para retornar al corazón de Dios, ustedes deberán amarse unos a otros y, sobre todo, a su Padre Celestial.

Si fueran humildes de corazón y fieles en las pequeñas cosas, todo les será revelado y aunque ningún mensajero de Dios les hable, en el silencio de sus corazones una voz mayor resonará, porque el propio Creador encontrará en ustedes Su morada y será Su Voz la que hablará más alto que todas las voces que ya resonaron en el mundo. Les digo esto porque fue lo que Yo viví y lo que hoy los invito a vivir a cada uno de ustedes.

Ustedes no necesitan dejar la vida sobre la Tierra para descubrir la vida universal y retornar a Dios. Necesitan vivir, hijos, la verdad sobre sí mismos que se revela a través del amor, este es el esfuerzo que deben hacer todos los días: amar sin condiciones.

Ustedes no llegaran al Reino de los Cielos, pero harán que Él descienda hasta aquí, revelarán este Reino en el propio interior y se reconocerán parte de lo divino.

Lean las palabras que les entregamos, oren con ellas, mediten sobre cada frase, sientan cada impulso y ya no tendrán dudas, la Sabiduría vivirá en ustedes y esta misma palabra los transformará y los hará vivir todo lo que Yo les dije.

Hoy Yo les consagraré los elementos para que ustedes comulguen del Cuerpo, de la Sangre y de la Verdad de Cristo.

Cuando encontré a Mi Hijo predicando en el templo, entre los doctores de la Ley, vi  y viví lo que era ser un Sacerdote. Vi el Cielo descender a la Tierra, vi a la humanidad revelarse como sagrada, vi a la esencia humana como parte de Dios. En ese momento, Mi Hijo Me llamó y Me explicó todo lo que estaba haciendo, Me consagró no solo como Su Padre, sino como un simple y humilde Sacerdote para que, a través de todas las acciones de Mi Vida en la Tierra y más allá de ella, el Reino de Dios pudiera instituirse en el mundo y, así, las dimensiones se unieran, los velos se rasgaran y no hubiera diferencia entre la vida en la Tierra y la vida en el Cielo.

Se pueden arrodillar.

Cuando Jesús elevó el pan y lo bendijo, aceptó ante Dios Su oferta de entregar este Cuerpo no solo en la Cruz, sino durante todos los siglos que vendrían hasta Su retorno al mundo y, en aquel momento, el Creador que lo observaba, bendijo el pan con Su más profundo amor, revelando que en él habitaba no solo el Cuerpo de Cristo, sino el Cuerpo divino de Su propio Dios y Creador, porque Él está en Su Hijo. En aquel pan, consagrado por Cristo, estaba la oferta de Su Señor y Su sacrificio en la Cruz, así como estaba la oferta de Su Padre y de Su sacrificio, al multiplicarse y tornarse carne, hombre y criatura entre Sus criaturas. Este es el Cuerpo de Cristo entregado por ustedes y por todos los seres de la Tierra y de todo el Universo. Este es el elemento que diviniza la Creación y que hace que retornen a Dios.

Cuando Su Señor elevó el Cáliz, ofertó al Padre cada gota de Su Sangre derramada, cada Llaga que se abriría en Su Cuerpo para verter sobre la Tierra los códigos de una nueva vida, el DNA de una nueva raza, aquella pensada por Dios desde el principio. Y el Creador, que lo observaba, bendijo el vino y lo transformó en la Sangre de Cristo, que es no solo la Sangre derramada en el Calvario y en la Cruz, es el Código perfecto del Amor de Dios por Sus hijos; el pensamiento divino que Su Padre emanó al pensar en la perfección del cuerpo, del alma y del espíritu de lo que deberían ser los seres humanos. Esta es la Sangre de Cristo, esta es la Verdad que se revela dentro de ustedes cuando beben de Sus Códigos y permiten ser transformados por Él. Eleven el Cuerpo y la Sangre de Cristo como una oración de agradecimiento, tornando esta memoria viva, con la certeza de que Dios los observa en esta hora y vierte sobre estos elementos Su más puro amor. 

Oremos juntos como Cristo nos enseñó: Padre Nuestro.

Así se establece la consagración y la paz se irradia al mundo, porque Cristo está vivo no solo en los niveles del espíritu, está vivo transformando los elementos, la materia y la vida. Y así como Él convierte el pan y el vino, que convierta sus cuerpos, su sangre, su carne, su corazón y su consciencia.

Crean, hijos, que si los elementos, frutos de la tierra y del trabajo del hombre, reciben el Cuerpo y la Sangre de Cristo y se transforman en una unidad con Él; ustedes, ante la rendición de sus corazones, pueden vivir esta misma alquimia divina y transformarse en una unidad con Cristo.

Así, los bendigo y en silencio los acompaño, así como acompañé siempre a su Madre Divina, a Su Hijo Jesús y a todos Sus discípulos, apóstoles y compañeros a lo largo de todos los tiempos. Yo siempre estaré aquí y, en el silencio de sus corazones, ustedes Me podrán escuchar.

Los espero en el aniversario de Mis Apariciones. Profundicen en su entrega y en su unión con Dios. Para eso, los bendigo y derramo sobre ustedes Mi más pura humildad, Mi más simple amor.

Por la Potestad que Dios me concedió; como su siervo, amigo y compañero; en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco.

Y así como Nuestro Señor nos enseñó y como San José nos pidió para establecer la paz de Cristo en nosotros, en esta nación y en todo el planeta, vamos a darnos el saludo de la paz.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Abre tu corazón y te mostraré que Mi presencia está más allá de lo que tus ojos pueden ver y que Mi silencio revela más misterios que mil palabras pronunciadas todos los días. 

Abre tu corazón y te mostraré que el camino de renuncia es un puente que el alma crea para cruzar los abismos del mundo y llegar a Dios.

Abre tu corazón y te mostraré que los misterios universales se encuentran cuando permites que todo concepto sobre ti mismo se pierda. 

Abre tu corazón y te mostraré un camino silencioso y humilde, revelado y profundo; el mismo camino que le señalé a María Santísima cuando expiré en Sus brazos; el mismo camino que Ella Me mostró a través de su mirada, cuando Me dijo: "ve". 

Abre tu corazón y deja ingresar en tu interior la libertad del vacío, la profundidad de saberse unido a todas las cosas, más allá de los sentidos, de los sentimientos o de los pensamientos. Deja que se te revelen los sentidos de Dios, de Su Esencia, de Su Corazón.

Te quiero mostrar un camino nuevo, un ciclo nuevo, en el cual Mi Corazón estará contigo y te enseñará a encontrar el infinito en tu propio corazón, a través del silencio y de la simple unión con Dios 

Siente, hijo, en tu corazón, el mismo amor que sintió tu Madre Santísima y el pequeño Niño Jesús cuando, en silencio, vieron a Mi Espíritu fundirse con el Espíritu Divino y descubrieron la esencia de la Eternidad, de la Omnipresencia. 

Mi Corazón respira en el Soplo de Dios y vive dentro de Su Gracia; por eso, siempre Me encontrarás, silencioso como el aire, en todos los instantes de la vida. 

Abre tu corazón para un nuevo ciclo, un nuevo tiempo, un tiempo que será vivido por toda la humanidad, un ciclo que será vivido por toda la Creación. 

Llegó el momento de subir al Calvario de este mundo, de descubrir lo que es ser un ser humano. Ya tienes todas las llaves para eso; ahora, camina rumbo a la cruz, rumbo a la revelación del Amor, rumbo a Dios.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando un nuevo ciclo comienza, mira hacia el cielo y agradece a Dios por las oportunidades de recomenzar. Mira hacia adentro, hacia tu mundo interior, y renueva conscientemente tu compromiso con lo Alto, con el Plan del Creador, con Su Voluntad.

Agradece al Padre por estar en Su camino; agradece por oír Su Voz; agradece por ser parte de Su Plan, por ser parte de Su Voluntad y fruto de Su Gracia, de Su Luz.

Contempla el Verbo de Dios que resuena en el Universo. Su silencio dio lugar al sonido profundo de Su Voz y con Su Verbo, el Creador envía impulsos a toda la vida, diseña nuevamente Su Plan, renueva Sus Intenciones y Su Voluntad, renueva Su Presencia en el interior de Sus hijos y envía nuevos designios a todas las criaturas.

Escucha a la Voz de Dios que mueve a los Universos, que recrea a la Creación y entrega a Sus hijos la oportunidad de recomenzar.

Un nuevo ciclo siempre llega pleno de una nueva esperanza y de una Gracia. Acoge con amor estos impulsos. Vive en tu interior una síntesis de lo que caminaste hasta llegar aquí. Contempla las nuevas metas y emprende un nuevo camino, siempre hacia lo Alto, siempre hacia adentro.

Camina hacia Dios en ti y en las dimensiones sublimes. Elevarse es conocerse a sí mismo.

Agradece también, hijo, que, entre tantas renovaciones e impulsos, también se renueva la Presencia de tu Madre Divina en tu vida. Sus Planes de amor se plasman, cada vez más, en la humanidad. Su Verbo de paz da lugar a la Presencia viva de Su Hijo y Su Corazón hace silencio para que Cristo hable alto y se aproxime más a todos los seres.

Contempla los ciclos, observa los hechos, aprende del movimiento de las estrellas y de las palabras de quienes te guían. Todo tiene un motivo, todo es parte de la Voluntad Divina.

Siente cómo tu Santísima Madre renueva Su "sí", aquel mismo "sí" del primer Misterio de la Alegría. Vive este Misterio de la Alegría en tu propia vida y da también tu "sí" a Dios.

Tienes mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE PAYSANDÚ, URUGUAY, HACIA BUENOS AIRES, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los corazones oran por los pueblos y por las culturas, por las naciones y por las religiones del mundo, rescatan con su intención lo que hay de más puro en el interior de los seres y atraen hacia la Tierra el Pensamiento Original de Dios para la expresión de los pueblos.

Cuando oran para que las diferentes religiones sean verdaderos caminos que conduzcan los corazones hacia Dios, están rescatando los principios originales que inspiraron a las religiones para existir, como una forma de ser una guía para los seres humanos y, de esa manera, hijos, ayudan a aquellos que están perdidos en su ignorancia y que hacen de los caminos que deberían llevar a Dios, el camino para su propia perdición.

Orar por los pueblos y por las naciones es muy importante en este tiempo, es colocar el propósito de sus oraciones en algo superior e incluir a toda la humanidad en sus plegarias.

Ustedes están en el momento de profundizar su unión con Dios y de pasar a sentir Su Amor por cada uno de Sus hijos, de sentir la importancia de los pueblos, la importancia de la existencia de cada criatura de la Tierra.

Por eso, hijos, hoy vengo a decirles que no se cansen de orar por la vida, por los seres humanos y por los Reinos menores. No se cansen de orar sinceramente por las naciones, por las religiones y finalmente por este proyecto humano. Porque ha llegado la hora de que los tiempos cambien y la vida se renueve. Ha llegado el momento del ciclo definitivo que incluye a toda la existencia.

Por eso, oren para que haya paz, oren para que haya amor y oren, sobre todo, para que la Verdad los una en un único camino, que es la puerta estrecha hacia el Corazón de Dios.

Tienen Mi bendición para esto.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

A pesar de todas las purificaciones que vives en tu interior y de la purificación que ves acontecer en el mundo, contempla este ciclo con gratitud.

A pesar del caos, de la angustia y del temor que, a veces, hay en estos tiempos, en el interior y fuera de los seres, contempla este ciclo con gratitud.

A pesar de que, a veces, no sepas qué hacer con lo que sientes y piensas, no sepas cómo proceder o escapar de ti mismo, contempla este ciclo con gratitud.

Deja, hijo, que la gratitud te eleve ante las purificaciones de la vida. Deja que la gratitud te eleve ante las situaciones del mundo. Deja que la gratitud te coloque en un grado de amor, ante el sufrimiento, así como lo estuvo tu Señor al expirar en la Cruz.

Deja que la gratitud te permita ver este ciclo como el anuncio de un nuevo tiempo, como el amanecer de un nuevo día.

Deja que la gratitud te muestre que tu ser se purifica para alcanzar la Verdad. Son las capas que se rompen dentro de ti para que alcances tu esencia y puedas ver quién eres verdaderamente.

Deja que la gratitud te conduzca a Dios.

Tantas veces te hable de la gratitud y jamás dejaré de presentarte este Don Divino porque es a través de él que superaras estos tiempos, es a través de él que auxiliaras al mundo, es a través de él que retornarás a Dios.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

APARICIÓN RESERVADA DE SAN JOSÉ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO CON EL CASTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, EN EL DÍA 19 DE JULIO DE 2019

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Que las bendiciones y las gracias del Reino de Dios permeen sus vidas. En el nombre de Cristo, Yo los bendigo para que, como su Padre e Instructor, pueda conducirlos a un nuevo ciclo. Muchos se preguntan qué ciclos son esos, en los que la Jerarquía los coloca repetidamente.

¿Qué son los ciclos espirituales?

En estos tiempos, hijos, los impulsos que descienden de los Cielos son infinitos y, cada vez que estos impulsos llegan a la Tierra representan para sus vidas un nuevo ciclo, una nueva oportunidad para que puedan recomenzar.

Esto significa que mucho más allá de sus faltas y de sus pecados, mucho más allá del pasado y de las experiencias que ya vivieron en la Tierra y más allá de ella, en estos tiempos, en este mundo, el Creador les ofrece nuevas oportunidades para que estén limpios, con el corazón puro y dispuesto a renovarse ante Dios y a participar en esta evolución como Sus dignos hijos.

Este ciclo, en el que ingresan como humanidad, representa una oportunidad única de despertar.

Muchos creen que ya conocen todo lo que les hablamos, que ya saben de la vida superior, de los Centros de Amor, de Luz.

Pero Yo vengo a decirles que lo que la mayoría de los hombres tiene es información, una información en la mente que carece de experiencia, de vivencia, de sabiduría.

Si los seres humanos conocieran realmente los Centros de Amor, si fueran permeados por los Centros de Luz, el planeta no estaría en el punto en el que se encuentra, la humanidad ya no viviría en la ilusión y participaría Conmigo de las dimensiones celestiales.

Por eso ingresan en un nuevo ciclo, un ciclo que ya no es de informaciones, sino de experiencias.

Un ciclo que forjará en ustedes a los verdaderos compañeros de Cristo, para que ya no vivan la vida espiritual de una forma pasajera, cuando estén cansados de distraerse con las cosas del mundo.

Cada día más, hijos, esta vida superior se debe tornar en su realidad y sé lo difícil que es caminar en la Tierra con la consciencia en el Infinito, en el Universo de Dios, pero esto es lo necesario en estos tiempos.

No es para que dejen de hacer las cosas en el mundo y que dejen de participar en la experiencia humana tal como hoy se presenta en los niveles materiales, sino para que sean conscientes de la verdadera realidad que aún no les fue revelada.

Cada día que pasa, el Tiempo de Dios se aproxima al tiempo de este mundo.

Lo que era invisible se hará visible, lo que era incomprensible se tornará en un saber. Lo que parecía ser parte de la imaginación de unos pocos, se revelará como la realidad a todos.

Su historia y su origen ya no estarán en los libros sagrados como medias verdades.

Hasta hoy, la mayoría de los seres humanos camina como niños en evolución, pero este período de la infancia espiritual ya terminó.

Ahora, hijos, el planeta ya no espera, las almas se definen por sí solas porque los mismos impulsos que descienden del Universo las llevan a la definición.

Aquellas que plantaron luz, florecerán en luz, y las que plantaron oscuridad, crecerán en oscuridad.

Por eso el mundo se desequilibrará de una forma inaceptable para muchos y, al mismo tiempo, verdades nunca dichas se revelarán.

Los seres despertarán a su verdadera misión y muchos de los que estaban distraídos con el mundo sentirán, en su interior, la angustia de la necesidad de la vida superior, de la vida interna, de la vida espiritual.

Deben estar atentos a ellos, porque tienen sed y necesitan conocer la Fuente que se encuentra en el Corazón del Padre.

Nunca dejen a alguien con sed de vida espiritual. Den de beber a las almas que despiertan, den a conocer al mundo este camino, porque muchos perdieron la esperanza y deben reencontrarla. 

Muchos piensan que no les digo nada nuevo, que Mis impulsos se repiten, pero Yo los toco en sus corazones como el agua incansable que golpea la piedra para moldearla.

Golpeo las puertas de sus corazones para abrirlas, porque ni siquiera ustedes conocen el propio mundo interior, la verdadera composición de la consciencia humana, la ciencia que se oculta, la verdad, la esencia.

Por eso Yo aún estoy aquí y seguiré aquí hasta que Dios Me lo permita.

No me canso de hablarles, de venir a su encuentro y de hacer esto todos los días si así fuera  necesario, cruzando las capas de las dimensiones inferiores hasta llegar a la Tierra, abriendo el camino en el Cielo para que las almas lleguen a Dios, porque conocí la maravilla de la unidad con el Creador y quiero llevarlos a vivir esa experiencia de estar plenos en Dios, en Su Verdad, en Su Corazón.

Pero para esto, hijos, primero deben vivir el sacrificio, el esfuerzo, el olvido de sí y de sus propias voluntades. Deben servir en lo que es necesario, cuando sea necesario y donde sea necesario, porque su evolución ya no puede amoldarse a la propia voluntad sino a la necesidad de este planeta.

Ya no están aquí solo para vivir una experiencia, porque en este ciclo se define la evolución de la Tierra y ya no habrá más experiencias para hacer, solo un Plan que cumplir, que es el Plan del Creador.

Siglos y siglos pasaron hasta ahora, ya experimentaron mucho en este mundo. Ahora llegó el momento que tanto esperaban como consciencias y como almas, como seres provenientes del Universo de Dios.

Llegó el momento de ver manifestado el Pensamiento Divino y lo que era incomprensible para toda la Creación se hará visible.

El Universo no comprendía el Amor de Dios por la Tierra; cómo criaturas tan imperfectas portaban en lo oculto de su interior la Perfección Divina y no la descubrían, no la sentían, no la vivían.

Llegó el momento de descubrir esto y de vivir las consecuencias de Su manifestación en sus vidas.

La consecuencia de la presencia divina en ustedes es la renovación del Amor de Dios. Este es el ciclo que comienza y será en las pequeñas cosas, en los pequeños esfuerzos por amar, por servir, por trascenderse por el prójimo y por la necesidad del planeta, por ser un ejemplo, para la humanidad, del amor al Plan de Dios.

Esto, hijos, es lo que despertará en ustedes la vida superior, esto es lo que hará que la Luz de los Centros Sagrados se irradie al mundo, porque la humanidad ya no tiene referencias de la vida evolutiva y, aunque piensen que nadie ve la experiencia que viven aquí, que viven en las Comunidades-Luz y en todos los hogares consagrados a Dios, se irradiará al mundo, brillará como una Luz en la oscuridad, encandilará a los ojos de los que están en las tinieblas y, aunque estén en silencio, su ejemplo gritará alto a la ignorancia del mundo.

La vida superior no se manifiesta solo cuando oran, cuando meditan y cuando ingresan en el universo interior; se manifiesta también cuando se trascienden, se vencen a sí mismos y expresan el amor. 

Se manifiesta cuando vencen la voluntad propia y afirman el amor a la Voluntad Divina. Se manifiesta cuando arrancan las raíces de la vida retrógrada y escogen los nuevos patrones de la vida humana, aquellos que se manifestarán en la Nueva Humanidad y que ya existen dentro de ustedes.

Esto es lo que abrirá sus ojos a la vida superior. Esto es lo que les hará ver la Luz del Infinito manifestándose en la Tierra, la realidad de la Jerarquía, lo que estuvo oculto.

Esta será la alfombra que se extenderá sobre la Tierra para la llegada de Cristo: su sacrificio, su esfuerzo, su amor, su entrega. 

No se olviden de lo que les digo. Déjense elevar hacia la consagración de la vida para que aprendan a tornar sagrada la vida sobre la Tierra.

Esta es la experiencia que Yo les traigo, este es el legado que Yo les entrego, porque eso fue lo que aprendí en este mundo y eso fue lo que Me hizo retornar a Dios y venir hoy a su encuentro para enseñarles estas cosas.

Sientan Mi amor paternal, sientan como Yo vivo este sacrificio junto con ustedes, porque no dejaré de venir al mundo mientras la humanidad lo necesite, mientras Dios Me permita estar aquí.

Eleven un pensamiento de gratitud al Universo para mantener siempre abiertas las puertas a las Gracias de Dios, al auxilio superior. Mientras sean esforzados y agradecidos, el Padre siempre vendrá a su encuentro.

Hoy quisiera decirles muchas cosas, pero esto es lo que necesitan en este momento. Hagan de sus vidas oportunidades para estar en Dios, Dios es Amor.

Cuando expresan amor, están en Él y encuentran la verdad sobre sí mismos.

Tienen Mi bendición para esto.

Reciban Mi Paz y Mi Gracia.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En este ciclo, hijos, todo se transforma día a día. Las necesidades se muestran a cada instante. Solo es necesario saber responder y vivir las necesidades.

Si viven el servicio y dan lo mejor de sí, serán renovados por la Gracia que es hacer de la vida una entrega a Dios.

Cuando sirvan, amen y estén atentos a lo que es necesario a su alrededor, el propio Creador se revelará dentro de ustedes, los suplirá interiormente, les dará nuevas fuerzas y restaurará sus cuerpos y su espíritu.

Reciban Mis bendiciones para este tiempo del planeta. Amen lo que hacen y el propósito de sus vidas. Dejen que sus dificultades se disuelvan en el Amor. Dejen que sus miserias se disuelvan en la gratitud de estar evolucionando en las Manos de Dios y bajo Su amparo.

Tienen Mi bendición para esto.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el Creador piensa en la manifestación de un alma, escribe toda su trayectoria, desde la creación de su esencia, a partir de una partícula de la Esencia Divina, hasta su retorno a esa Fuente infinita de Vida.

El Padre Celestial diseña con amor los pasos de Sus hijos y coloca en sus caminos todos los aprendizajes que ellos necesitan para crecer, evolucionar y retornar al Corazón del Padre.

La coyuntura celestial que se forma en el nacimiento de un ser, es aquella que él necesita para cumplir con la Voluntad Divina. El Padre diseña en las estrellas los impulsos de luz que esa alma recibirá y, en el instante de su nacimiento, viste en ella esos impulsos y bendiciones, que son los necesarios para su evolución.

Estas coyunturas celestiales son la expresión del Amor y de la Perfección Divina, para que Sus hijos perciban que, aun antes de llegar a la vida, ya recibieron todo lo que necesitan para estar en ella y hacer de esa experiencia una oportunidad para renovar el Amor de Dios.

Las fechas que llaman de cumpleaños, hijos, son momentos en que las almas recuerdan todos los impulsos que recibieron al nacer, recuerdan el propósito de su existencia y reciben nuevamente, del Universo Celestial, los primeros impulsos del Pensamiento Divino, para que en ese día tengan una oportunidad de retomar su camino evolutivo y reparar los desvíos que puedan haber vivido a lo largo de su aprendizaje.

Cuando los corazones se distraen con las cosas del mundo, esos impulsos se pierden, como tantas de las oportunidades que Dios les entrega a los seres. Pero cuando están atentos a los Cielos, en gratitud y reverencia, con el corazón pronto para recibir esas dádivas, pueden renovar su espíritu y su corazón, y comenzar un nuevo ciclo.

Hoy, recibe el Amor y la Gracia Divina, para que un ciclo de paz comience para tu pequeño corazón.

Tienes Mi bendición y Mi gratitud. Tienes el Amor de Dios.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Compañeros:

Desde ahora Mi Consciencia Universal se prepara para llevar adelante la próxima etapa del Plan de Redención y también la próxima asistencia a la humanidad a través del auxilio que la Divina Jerarquía prestará en Argentina.

Por eso este momento de pausa y de quietud también es importante para la Jerarquía, ya que teniendo un panorama más claro y preciso de la situación espiritual de cada nación, la Jerarquía sabe qué situación enfrentará en el próximo ciclo.

En este sentido, Sudamérica está destinada a ser la cuna de algo nuevo, pero para que eso suceda a través de las naciones que la conforman, la situación demandará que la propia Ley, como principio y energía, limpie y purifique varios aspectos del pueblo y de la sociedad, para que la misma humanidad perciba que el camino que escogió seguir no es el correcto.

Es así que la Jerarquía recalcula el Plan con base en las decisiones que toma equivocadamente la humanidad, porque la finalidad de la Jerarquía es proteger y amparar, en la consciencia, el surgimiento de una nueva humanidad.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE FÁTIMA, PORTUGAL, HACIA BELO HORIZONTE, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Coloca tu corazón en el Corazón de Dios y agradece, hijo, por otro ciclo que se inicia. Deja que tu espíritu encuentre la renovación y la paz en los impulsos que descienden del Cielo para conducir a las almas al nuevo tiempo.

Cada día trae consigo las Gracias y las bendiciones para superar las pruebas y los desafíos que se presentan. Abre tu corazón para percibir y recibir estas dádivas y comprende cómo el Creador guía tus pasos y los ampara para que, a través de tu vida, otras almas encuentren la paz.

Ama el camino del despertar y del retorno al Origen, que él sea para ti la prioridad de tu corazón.

Comenzó un ciclo en la humanidad, hijo, en el que las pruebas planetarias se tornarán aún mayores, los asedios y las tentaciones crecerán y verás sucumbir a los que no estaban afirmados en Cristo. Pero, a pesar de todo, calma tu corazón y encuentra la paz. Afirma las bases de tu fe en la oración y en la entrega permanente, para que muchos se sustenten en esta barca de salvación que es la fe en los corazones de los hijos de Dios.

Infinitos serán también los impulsos que descenderán a la Tierra provenientes del Universo de Dios y de Su Corazón. Muchos de los que estaban adormecidos se despertarán bajo un gran impulso y todo tendrá su equilibrio.

Ora y mantiene tu Corazón en Dios. Ve pasar las pruebas de estos tiempos con tu corazón afirmado en Cristo y así, no solo encontrarás la paz, sino que serás un instrumento de paz para este mundo.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Recuerda en tu interior todos los impulsos recibidos en los últimos días, en los últimos tiempos, y deja que ellos generen frutos dentro de ti. Madura estos frutos, meditando en todo lo que viviste, dejando que tu conciencia se coloque en un punto diferente del que se encontraba antes de recibir todas estas Gracias de Dios.

Reflexiona sobre todo lo que debes vivir a partir de ahora, los pasos a ser dados, las pruebas que te aguardan y cómo tu corazón se debe preparar para los impulsos y ciclos nuevos que nunca fueron recibidos o vividos por la humanidad.

Que la Gracia Divina permee todo lo que eres, y que hasta la menor de tus células sea consciente de lo que recibe y de lo que es llamada a vivir a partir de ahora. Así, hijo, sin desperdiciar nada de los impulsos divinos que descienden al mundo, tu ser será siempre digno de impulsos mayores.

Aprende a reflexionar, a meditar y a amar los pasos que debes dar como persona humana, como alma y como consciencia, como criatura y parte de la Conciencia Divina.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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