- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Primera Serie de Poemas
Tercer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Vacíame, Jesús, completamente,
aunque mi corazón no esté limpio.
Confórtame durante las horas difíciles
y reina con Tu Poder en todo lugar,
para que sea más simple para mí reconocerte
en el hermano que sufre,
en el alma enferma,
en todos aquellos de los que Tú te sirves
para que en mí despierte el impulso de amar
de forma tan semejante a como Tú has amado.
Hazme paciente, Divino Jesús,
que en cada circunstancia de la vida
reconozca la oportunidad y la Gracia
de trascenderme todos los días un poco más.
Guarda en mi corazón el ardor de Tus más puros deseos
de que las almas del mundo Te puedan conocer,
para que conozcan el Reino de los Cielos.
Participa, Jesús, en cada momento de la vida.
Hazte presente, Señor,
tanto en nuestra alegría como en nuestros desiertos.
Haz que yo pueda ser testimonio de Tu Palabra
y la realización de Tu Verbo redentor.
Que pueda encontrar en mi camino
el motivo de vivir por Ti y en Ti
para que en este planeta
se pueda manifestar el Sagrado Proyecto de Dios.
Confieso hoy, Señor,
mis debilidades, fracasos y penas.
Transfórmalo todo, Señor,
según Tu Principio y Voluntad,
porque lo único que espero
es ser feliz por estar a Tu lado
y siempre reencontrarte en el júbilo de la Comunión,
en la alegría del servicio y en la donación permanente
e incondicional de mi corazón.
Después que Tus Dones me hayan purificado
por dentro y por fuera,
envíame, Señor, a donde más me necesites.
Que en mi vida ya no exista la libertad de escoger,
sino la obediencia de seguir estrictamente Tus comandos.
Así me harás libre de mí mismo,
porque Tú, Señor, estarás obrando
a través de esta imperfecta vida,la que espera, más allá de sus dualidades,
consagrarse a Tu eterno y Sagrado Corazón bondadoso.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primera Serie de Poemas
Segundo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Hazme amar, Señor, el Divino Propósito
como Tú lo amaste desde el principio
cuando estuviste entre nosotros siendo Niño,
cuando predicabas y enseñabas la Palabra de Vida,
cuando obrabas y hacías prodigios en los corazones más cerrados.
Amado Jesús,
fiel Maestro y Esposo Celestial,
compromete mi vida cada vez más Contigo.
Que pueda sentir en la noche de frío el calor de Tu abrazo,
que pueda refugiarme siempre en Tu Corazón
cuando atraviese el desierto del alma,
que pueda estar absolutamente vacío
cada vez que Tú me llames a servir.
Venerable y noble Corazón de Jesús,
participa enteramente en mi vida,
porque mi vida es Tu vida,
mi respiración es parte de Tu respiración,
mis sueños son parte de Tus grandiosos Proyectos.
Querido Jesús,
convierte mis aspiraciones en Tus Designios,
mis anhelos en parte de Tu Obra,
para que yo pueda darte a conocer al mundo
así como Tú, Señor mío,
les has dado a conocer a los hombres
el Amor Mayor de Dios.
Que Tu Reino, Señor, descienda a la Tierra,
para que cada aspecto de mi consciencia
sea sublimado y transformado
conforme a Tu Palabra y a Tu infinita Misericordia.
Déjame, Jesús, a Tu lado,
porque en la noche oscura del alma
necesito sentir confianza y fortaleza
al poder estar cerca de Ti.
Permíteme, Señor,
vaciarme completamente por Tu intervención,
para que deposites en este pequeño corazón
la Obra de Tu Reino y todo Tu Legado,
y así se cumpla, en esta humanidad,
el designio mayor de Tu Espíritu.
Hazme ver con claridad y sabiduría
los pasos que hoy debo dar hacia Ti.
Sostenme con Tus Manos
para que, con confianza, yo pueda atravesar
los abismos internos que me separan de Ti.
Jesús,
haz que reconozca Tu poderosa Luz,
haz que reconozca el sublime Fuego de Tu Corazón,
a fin de que puedas cumplir Tu Divina Voluntad en mi vida
para siempre.
Amén.
¡Les agradezco por guardar estas palabras de un alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
El Retorno de la Madre de Dios
Silenciosa como la brisa y más brillante que el Sol, también retornará la Madre del Sol, la Estrella de la Mañana.
Primero, hijos, será Mi silencio el que preparará a sus corazones y el que permitirá que maduren y que vivan aquellas experiencias que confirmarán a sus espíritus en la adhesión al Plan de Dios.
Antes de que todo suceda y que el Triunfo de Dios se manifieste, verán dentro de sí mismos, los frutos de los últimos años de Gracias y de enseñanzas. Y será la propia expresión de sus vidas el testimonio de esta Obra y de la Presencia Divina que los guió, los condujo y los instruyó por tantos años.
Llegará el día en el que Nuestros Sagrados Corazones se silenciarán para que se manifiesten los profetas, los apóstoles, los santos y los Cristos de los últimos días y del Nuevo Tiempo.
Nuestros Corazones se silenciarán porque es parte del Plan de Dios que ustedes puedan crecer por sí mismos y hacer fructificar las semillas crecidas de la Gracia y del Amor.
Así como Dios se silenció en el Corazón de Cristo para que Él manifestara el Amor y la Cristificación en Su Corazón humano, así también Dios se silenciará en el corazón de los hombres que hoy escuchan y responden a Su llamado.
Pero esto no es para castigarlos, hijos Míos; eso es para que nazca de su interior un amor único, que surge del potencial humano cuando este se ve ante una gran necesidad de amar.
Antes de que Nuestros Corazones se silencien, ya le habremos entregado todo a la humanidad, y nada les faltará para cumplir el Plan de Dios.
El Silencio de Dios tendrá un tiempo y durante ese tiempo parecerá eterno y doloroso. Buscarán al Padre dentro y fuera de sí mismos y parecerá que no lo encuentran, a pesar de que Él siempre estará allí.
Su Silencio es el símbolo de la noche oscura que todo el planeta vivirá, porque es necesario.
Es necesario que exista la noche para que el sol vuelva a nacer.
Es necesario que exista la oscuridad para que la luz tenga sentido, para que el día pueda existir.
Entonces, hijos, no teman, pero tengan fe en las nuevas promesas de Cristo y en las revelaciones de su Madre Celeste.
Cuando llegue la noche sobre el mundo, y el silencio y la soledad se apoderen de los corazones de los hombres, recuerden lo que ahora les diré: más brillante que el Sol, nacerá en el firmamento una Estrella que será el anuncio del retorno del día, del día físico y espiritual que volverá a iluminar dentro y fuera de los seres.
Esa Estrella traerá consigo un sentimiento profundo de paz, de amparo y de esperanza; traerá el alivio que los corazones necesitan para cruzar los últimos momentos, y los más intensos, de esta noche oscura.
Permanecerá silenciosa en el Cielo, hasta que el Sol pueda volver a nacer, hasta que el Hijo del Hombre tenga el permiso de Su Padre para retornar al mundo y, como el Gran Agricultor, buscar los frutos que nacieron en los corazones de los seres, y multiplicarlos.
La Estrella de la Mañana, que anuncia la llegada del Sol para este momento, permanecerá silenciosa. Pero, después de que todo se cumpla, Mis Pies también tocarán la Tierra y, con Mi Hijo, vendré para concretar el Plan de Dios y revelarles Mi verdadera Faz.
El misterio de Mi Retorno, hijos Míos, es para terminar de unir pueblos, razas y religiones y para traer hacia Mi Inmaculado Corazón a aquellos que por ignorancia negaron Mi Maternidad universal.
Yo retornaré para recibir de Mi Hijo las almas más perdidas; las lavaré en las Fuentes de la Gracia y las encaminaré para que tengan un nuevo destino y reciban una nueva oportunidad.
El Retorno de la Madre del Mundo ocurrirá para sellar la unión entre el Cielo y la Tierra, entre las diferentes Faces de Dios y Sus criaturas.
Y allí, hijos Míos, se les revelarán todas las verdades que hoy están ocultas, porque haré reflejar en los espejos de sus corazones la verdadera historia de la Creación y, solo allí, cuando todo se haya cumplido, es que comprenderán el verdadero sentido de esta experiencia en la Tierra.
A partir de ese momento, el Cetro de Dios será colocado en la Tierra y se establecerán un nuevo mundo y un nuevo ser.
Sientan la Gracia de Mis Palabras y despierten la fe en las nuevas y eternas Profecías de Dios, pues, se cumplirán, como se cumplió desde el principio todo lo que el Creador habló a través de los profetas.
Yo los bendigo y les agradezco por escuchar Mis Palabras y por responder a Mi llamado.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Y seré Yo quien te ayudará a cruzar la noche oscura del alma, a superar y a atravesar sus más fríos desiertos.
Y seré Yo quien te colmará por dentro y te dará la fuerza interior que necesitas para aprender, en Mi Nombre, a superar los obstáculos de la consciencia.
Y seré Yo quien te indicará el camino y no ninguna otra persona, porque la Luz que emerge de Mi Corazón es inextinguible.
Y seré Yo quien te quitará el vacío o la falta de amor, porque te colmaré siempre de cosas nuevas, de energías radiantes que solo provienen del Universo Espiritual.
Seré Yo quien te impulsará todos los días a ser nada y a ser todo para los demás, sabiendo que, en esta escuela de la Tierra, la primera lección es el amor del corazón.
Seré Yo quien te concederá la paz y el gozo de poder vivir en el Padre Eterno. Ya no habrá otro camino, sino solo el Camino del Maestro.
Seré Yo quien te secará las lágrimas y lavará tu rostro para que sigas adelante sonriéndole a la vida, a la plenitud del servicio; sabiendo que, en cada nuevo paso, así como en cada nueva entrega, estarás aprendiendo a morir interiormente por Mí, como Yo morí por ti en la Cruz.
Yo seré el nuevo cireneo que te ayudará a cargar con tu cruz, porque conozco tus miserias, pero también conozco tus destrezas. Lo único que quiero es que todo sea para Mí.
Seré Yo quien te concederá la Misericordia que necesitas.
Seré quien te abrirá la puerta para que algún día ingreses en el Reino Celestial.
Yo seré todo para ti, si Me lo permites.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Yo siempre seré ese Sol espiritual que iluminará la noche de los tiempos.
Quien se deja bañar por la luz de ese Sol alcanzará la vida eterna, borrará de su interior todo el pasado, y en el mañana será verdaderamente otro.
Soy ese Sol espiritual que todo abarca, que todo sabe y que todo comprende.
Quien vive a través de este Sol ya no tendrá huellas del pasado, sino que sabrá seguir los pasos del Maestro, rindiéndose a Su invencible Amor.
Soy ese Sol espiritual que disipa cualquier tiniebla; que da calor a los corazones fríos; que ilumina los caminos de los que aspiran a alcanzar algún día la libertad de sí.
Soy ese Sol espiritual que todo compenetra; que trae códigos nuevos y que renueva, sí o sí, todo lo que toca. Porque los rayos de Mi Sol provienen del Sagrado Corazón que se dona todo el tiempo, más que cientos de soles en el Universo.
Soy ese Sol espiritual que disuelve los infiernos, que da vida a lo que antes estaba muerto.
Soy el Sol que siempre reinará por encima de toda oscuridad. Porque quien se deja iluminar por este Sol recibe los rayos de Mi Gracia y algún día despertará a la Cura, a la elevación de la consciencia.
He aquí el gran Sol de Mi Corazón que se dona en la Eucaristía, en la comunión perpetua; que puede arder como fuego de devoción en el interior de cada ser.
He aquí el Sol que les trae la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Hijo Mío:
Imagina por un instante las tres cuartas partes del mundo en los días de oscuridad; porque, en verdad, lo que el mundo está provocando es atraer más oscuridad a la Tierra.
Muchos piensan que el sol se ocultará por tres días, pero, en verdad, si las naciones no dejan de provocar las guerras y sobre todo no dejan de promoverlas como si fuera la última moda de estos tiempos, situaciones peores sucederán, cosas que nadie jamás esperaría; diría, resultados violentos.
Hoy, un ángel de Dios retira una espina dolorosa de Mi Corazón Inmaculado y, aunque las oraciones por las naciones son permanentes y eso protege a América del Sur, por otro lado, Mi adversario conquista cada vez más el poder y la ostentación de sus aliados en la Tierra.
Si las armas no dejan de ser activadas, como una vez lo dije en Fátima, una tercera guerra peor se desencadenaría de la noche a la mañana.
Esa posible oscuridad que podría reinar en el planeta y ocultar sus tres cuartas partes, sería el efecto de las armas químicas, gaseosas y bélicas; algo sin precedentes.
El efecto de la autodestrucción de una parte de la humanidad sería tan violento que después de que los provocadores de las guerras activen sus armas, tarde se darían cuenta que el poder se les fue de las manos, no pudiendo detener los efectos y las consecuencias.
Hoy, a través del dolor de Mi Corazón, traigo esta realidad para que por todos los medios, ofertas y sacrificios, sea evitada.
Vuélvelo a imaginar, el planeta sumergido en una oscuridad provocada por el efecto nocivo de las armas nucleares.
Los hombres, por sus intereses, están jugando con la humanidad. Y, a pesar de que la promesa del retorno de Cristo se cumplirá, todavía falta atravesar el momento más definitivo de la raza; y ese momento está por suceder.
Mientras tanto, no dejen de rezar, porque así su Madre Celeste seguirá obrando en el plano espiritual contra Su adversario, para retirar de las mentes débiles la idea de la activación de las armas.
Ahora llegó el momento de que, más que nunca, se unan a sus ángeles de la guarda, para que su vida espiritual esté protegida de la repercusión invasiva que está generando la guerra en Medio Oriente.
Esa es la razón por la cual su Madre Celeste desea llegar pronto al hemisferio Norte, no solo para intervenir a los que provocan las guerras, sino también para proteger a los millones de almas europeas que serían testigos de una destrucción sin límites, como efecto de lo que sus representantes hacen en Medio Oriente.
Por eso, duerman y restauren la consciencia, pero siempre tengan una parte de su ser bien despierto, porque de forma inesperada todo se podría desencadenar.
Recen aún más, de corazón, para que su Madre Celeste y todos los ángeles puedan interceder y evitar desastres irreparables.
Mientras Mi Corazón duele, Me sostengo con las oraciones amorosas de los que se unen a Mí en este ciclo difícil.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Clama, alma pequeña, por tus almas hermanas que duermen en la ilusión de este mundo.
Clama para que la noche sea profunda, pero no eterna. Que ella forje en el interior de los seres la fortaleza que los hará superar pruebas mayores que la oscuridad de la Tierra, pero que no sea esta noche tan intensa, al punto de oscurecer los corazones de los hombres.
Clama para que la Misericordia descienda sobre la Tierra en tiempos de Justicia.
Clama para que ningún castigo sea eterno y para que las almas condenadas por su propia ignorancia puedan salir de los abismos de la ilusión y del desamor.
Clama, alma de Dios, para que tu Padre, que es Eterno y pleno de Amor y de Gracia, no se canse de verter sobre el mundo estos Dones de Su Corazón, para que sean un puente eterno entre Sus criaturas y la Fuente de la Vida.
Clama, alma de Dios, para que tu Padre, que está en los Cielos, pero que también está en todo, escuche tus oraciones y que siendo sinceras ellas sean atendidas.
Clama por los que duermen el sueño de este mundo y clama por los que se creen despiertos, pero que están perdidos en caminos confusos que no llevan a Dios.
Clama para que la Verdad Única se revele y para que la Unidad emerja como una necesidad en los corazones de los hombres.
Clama, alma pequeña, para que los soldados de Cristo, en los cuatro puntos del mundo, perseveren. Que proclamen el Amor más que una doctrina, que proclamen el Amor más que una religión y que se reconozcan en el Amor que disuelve las diferencias y revela a las almas como hermanas en un mismo propósito.
Clama para que este Plan se cumpla. Siéntete parte viva de la consciencia humana y, siendo parte del corazón que pulsa en la Tierra, eleva tu voz a los Cielos y clama al Padre por el establecimiento de Su Voluntad, por el renacimiento de Su Amor, por la consolidación de Su Verbo, por la institución de Sus Leyes, por el cumplimiento de Sus Promesas y, al final de todo, para que Su Imagen y Semejanza se reflejen en los rostros, en los corazones y en las consciencias de todos Sus hijos. Que tu clamor sea eterno y verdadero.
Aquel que te bendice y clama contigo por este mundo y por la Creación,
San José Castísimo
Oren cuando la noche parezca caer sobre el cielo de la Tierra.
Oren cuando las dificultades sean grandes y los desafíos parezcan imposibles, porque así, hijos Míos, la Gracia de Dios siempre vendrá en su auxilio.
Oren para que el mundo reciba la cura que tanto necesita, y que ni las guerras ni el caos hagan debilitar la fe de sus corazones.
Oren cuando la oscuridad se aproxime, cuando la soledad parezca infinita y el vacío se apropie de su mundo interior, y perseveren.
De la perseverancia de sus corazones nacerán los méritos para una nueva vida.
De la cura de sus almas nacerán los méritos para la cura del planeta.
Del sol encendido en sus corazones, a pesar de las dificultades, nacerán los méritos para que Aurora vuelva a amanecer en el cielo de la Tierra y en el interior de los seres.
De la fortaleza de sus corazones nacerán los méritos para que los débiles de espíritu puedan volver a erguirse.
En lo invisible de sus corazones construyo el triunfo universal de Dios.
En el silencio de sus vidas les enseño a imitar Mis Pasos y a transformar la Tierra, en el anonimato de una victoria celestial.
Para que el mundo conozca la Gracia de la vida superior, perseveren y tengan fe en lo invisible.
Lo que hoy es un misterio, un día les será palpable. Pero, antes que tocarlo, deben creer, sentir y vivir bajo la Gracia de aquello que no se ve.
Tengan fe y fortalezcan la fe en sus corazones.
La confianza los liberará de las dudas y sabrán reconocer en el propio interior los portales de la nueva vida, porque ya serán parte de ella.
Construyan ahora, dentro de ustedes, lo que los tornará guías de la nueva humanidad, pues, sabiendo superarse a sí mismos y a las dificultades de estos tiempos es que podrán guiar a otros.
Es confiando en lo que hoy les es invisible que podrán guiar a los seres hacia el camino de su redención, aun cuando no hubiera luz sobre el mundo; porque ustedes, hijos, no dependerán de la luz de la Tierra, sino de la luz que ilumina el propio interior.
Oren delante de la duda, oren delante del error, oren delante de las tentaciones, oren delante de la indiferencia, oren cuando se sientan separados y distantes unos de los otros y, más que esto, oren, oren mucho cuando se sientan distantes de Dios.
Hoy Yo les digo, hijos Míos, que un gran misterio se aproxima a sus vidas.
El planeta está ante el parto del nuevo hombre, que será doloroso, pero también está ante una luz que desconocen a pesar de que ella estuvo aquí desde el principio.
Oren para reconocer la verdad, oren para que la verdad pueda estar delante de sus ojos y, aunque ella sea invisible, que la puedan ver.
Los rayos de la Aurora que nacen en el interior de la Tierra ya iluminan una parte del planeta y aquellos que se abran a sus rayos y a su luz jamás estarán en la oscuridad de este mundo.
Oren, hijos Míos, y sientan que Yo Soy parte de esta Nueva Aurora que, así como nace en la Tierra también nace en el Cielo, en lo profundo del Infinito e ilumina todos los espacios, renovándolos con el bálsamo de la Luz de Dios.
Oren para saber confiar, oren para despertar la fe y no se dejen engañar u oscurecer, no se dejen enfriar por esta noche que viven en la Tierra.
Que los rayos de la Nueva Aurora enciendan sus corazones y les revelen un nuevo camino en donde el Cielo y la Tierra se unen, en donde aquella luz, que se encendió en lo profundo de la Tierra, encuentra parte de sí misma en el Infinito. Y en este misterio el Creador les revela que la misma Aurora nace en el Cielo y en la Tierra, y allí está Mi Inmaculado Corazón.
Oren para que más que comprender lo que les digo, puedan vivirlo.
Yo los bendigo, hoy y siempre.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ofrece cada momento difícil como un sacrificio y como una reparación para el Corazón ofendido de Dios y de Su Amado Hijo, por la indiferencia de aquellos hombres de la Tierra y por los religiosos que ultrajan secretamente las Leyes de la Creación y de la vida.
Aunque el dolor interno y externo sea insoportable, ofrécete en sacrificio, reparación y oración por los que, habiendo recibido todo, desmerecen el Nombre de Cristo con sus ultrajes, falsedades e injurias.
Ofrécete en sacrificio y reparación por los que negarán la Gloria del Padre y Su descenso en los santos lugares escogidos por el Cielo.
Que nada te sorprenda ni te incomode. Ofrécete por los que traicionarán por la espalda a la verdad y por los que se unirán a la esencia de la mentira y mostrarán sus caras de títeres, movidos y manipulados por las manos de Mi enemigo.
Ofrécete por los que no se podrán ofrecer, por los que no conseguirán perdonar y ten, al menos, un poco de piedad por los que son miserables de espíritu y por los que no viven la pobreza de corazón.
Ofrécete sin condiciones, una y otra vez, por los que traicionarán al Corazón de Cristo y a Su Obra.
Aunque no lo comprendas o no lo aceptes, ofrécete, porque cuando llegue la hora de tu noche oscura, pedirás que alguien, por misericordia, se ofrezca por ti y, en ese momento, recibirás consuelo, porque el Padre nunca olvida los sacrificios y las renuncias de Sus hijos. Él los premia con todo Su Amor Consolador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En lo más profundo de la noche, el día se anuncia. Aún cuando todo está oscuro, el canto de los pájaros anuncia la llegada del sol, de la brisa matinal y los llama a despertar. La noche trae consigo soledad, nostalgia, a veces silencio, a veces ruidos...
Así será, hijos, en la noche oscura del planeta. Ella traerá consigo el sentimiento de soledad, muchas veces el desasosiego, fruto del corazón que no aprendió a silenciarse. Traerá consigo la nostalgia de una vida de ilusiones, que ya no encontrarán en el mundo, y los invitará a caminar en la oscuridad hacia un tiempo que les es completamente desconocido.
En el ápice de esa noche, cuando aquellos que estén despiertos sientan que ella no tendrá fin, cuando los que estén dormidos ingresen profundamente en su ilusión, escucharán los sonidos que vienen del Cielo. Como los pájaros, en los últimos instantes de la madrugada, los ángeles cantarán y sonarán sus trompetas. El Sol retornará al mundo.
Su Luz traerá aliento para los que esperaban en vigilia; sin embargo, cegará a los que dormían en la ilusión. Muchos no comprenderán inmediatamente lo que sucederá en el mundo, porque para ellos la noche será común y lo extraordinario jamás sucederá; ellos no percibirán que el tiempo se detendrá y ya no se contará con los relojes del mundo; sus corazones, vacíos de Dios, pulsarán en un viejo tiempo.
Los que esperen despiertos la llegada del Sol, con las cuentas pasando entre sus dedos, para recordarles la paz, al fin respirarán el aliento de un nuevo día y reconocerán el fin del viejo tiempo.
Muchos esperarán estruendos, catástrofes mundiales y un brusco fin para la humanidad, y estos se acostumbrarán a vivir en el caos y no percibirán que los tiempos se unen y que lo viejo deja su lugar para el nuevo tiempo.
La noche oscura ya está sobre el planeta. Ella es larga, lenta y su tiempo no se mide con el reloj que pasea en las muñecas de los hombres. Por eso, hijos, es hora de vigilar y orar incansablemente.
El Sol llegará y no será el mismo sol que ilumina los días de la Tierra, será un nuevo y resplandeciente Sol, renovado por Su Majestad Celestial.
La noche espiritual se sentirá oscura y profunda, a medida que avance. Sientan su silencio y mantengan la paz; escuchen su ruido y mantengan la paz; vivan la nostalgia humana que sentirán sus corazones y mantengan la paz. Déjense purificar por las pruebas de una noche espiritual que está sobre todos, pero mantengan la paz y la certeza de que, en vigilia, esperan la llegada del Sol.
Aquel que simplemente prepara sus corazones para el nuevo tiempo,
San José Castísimo
He aquí, hijos Míos, que la noche oscura de este mundo comenzará en el interior de los hombres que, separados de Dios, se ofrecen para ser instrumentos del enemigo del Creador.
He aquí, que esa noche será larga y parecerá eterna para los que no tengan su fortaleza afirmada en la fe del corazón.
He aquí, que el mundo temblará y vivirá las consecuencias de una vida vacía de espíritu y de sentido espiritual.
La Madre Celestial observará desde el Cielo a Sus hijos, que como puedan, intentarán difundir Sus palabras que, en ese momento, tendrán como eco el verbo de Sus pequeños.
He aquí, que este tiempo ya se inicia porque las almas, cada vez más, se distancian de Dios y caen en los abismos de este mundo.
La fortaleza de los hijos de María radicará en la obediencia a todo lo que Dios les pida a través de Sus Mensajeros; y aprendiendo hoy a obedecer a Dios, es que sabrán cómo obedecerlo mañana, cuando Su Voz sea como un susurro dentro de sus corazones.
Dios siempre le hablará a los hombres, aunque sea por medio de un sentimiento o de una intuición; pero para eso, deben construir hoy el camino de la unidad con el Padre; para que ni el caos ni el mal, en batalla en los tiempos venideros, puedan perturbar y destruir esa unión que les permitirá escuchar a Dios.
He aquí, hijos Míos, que el mundo enfrentará su purificación, muchos no querrán ver que lo que viven son las consecuencias de sus propias acciones y desvíos, y atribuirán a Dios la culpa de sus sufrimientos.
Hoy les digo, afirmen sus espíritus en la fe y únanse al Corazón del Padre. Construyan en la consciencia un espacio seguro, en el cual podrán oír la Voz de Dios, que los inspirará.
La paz deberá ser un estado de consciencia, fruto del espíritu de la neutralidad que nace en los corazones maduros por la oración y por el conocimiento divino. Y es allí, en ese estado de paz, donde podrán comprender los hechos venideros de una forma diferente y verdadera, sabiendo cómo superar los obstáculos sin perderse y, lo más importante, siendo capaces de guiar a otros para que no se pierdan.
He aquí, que en la noche oscura del mundo los llamaré para que sean las antorchas que guiarán a la humanidad. Y no les hablo solo de un símbolo, hijos Míos, les hablo de una realidad espiritual; pues si hoy la humanidad ya se encuentra tan fría y perdida, ¿qué será de todos, en los momentos más agudos de la purificación planetaria?
La fe que construyo en ustedes guiará al mundo y será el verdadero testimonio de la veracidad de Mi presencia entre los hombres. Yo estaré viva en los corazones de Mis hijos, y Mis palabras, que son eternas, encontrarán la forma de perpetuarse, haciendo eco en el verbo que saldrá de sus bocas cuando las almas necesiten aliento y amparo.
Mi Hijo los llamó para ser la Luz del mundo y para que estén sobre la mesa, visibles para iluminar este hogar que es la Tierra. Hagan viva esta profecía y esta intención divina, y hoy, déjense moldear en lo que Dios espera de ustedes, para que mañana vean Mis palabras manifestadas en sus vidas.
Comprendan, hijos amados, que todo lo que construyo hoy en ustedes, es en pro de la salvación de todos Mis hijos que, el día de mañana, necesitarán encontrar aliento a través de cada uno de ustedes. Porque Dios estará en silencio y Sus Mensajeros se silenciarán con Él, emitiendo solo la eterna esperanza y el infinito Amor de Sus Corazones, para sustentar los corazones de aquellos que estén unidos a Ellos desde el principio.
Todo lo que les digo y todo lo que los llamo a vivir, es para que construyan el nuevo tiempo y la nueva vida. Déjense moldear y si hoy no comprenden Mis palabras, mañana las comprenderán.
Aquella que los ama, los bendice y los guía,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando el Sol despunte en el horizonte de este mundo anunciando un nuevo día, en una Nueva Raza, él iluminará los abismos y elevará hacia lo Alto a las almas que estén con las manos levantadas.
Ese Sol iluminará los ojos de los que estén ciegos de alma y de espíritu. Encenderá los corazones que estaban fríos y a punfto de desvanecerse.
Ese Sol dará aliento a los que perseveraron en su espera durante días de mucha oscuridad y que nunca perdieron la esperanza de volver a encontrar la Luz.
Ese Sol no vendrá solo, pues traerá consigo galaxias enteras, estrellas que, de muchas proveniencias, iluminarán el mundo. Por ese motivo, ese no será un día como todos los otros.
El Sol vendrá cuando ese día sea anhelado por todas las criaturas de la Tierra; cuAando todos clamen por un poco de luz en sus vidas. En ese día, la Tierra se tornará un clamor vivo y ninguna criatura dudará de que el Sol que llega es la respuesta de Dios a su clamor.
Los que mantuvieron su fe se exaltarán, los incrédulos se arrepentirán y los que escogieron seguir los caminos de la oscuridad desearán no existir, porque no habrá un camino oscuro en el retorno
del Sol, en el retorno de la Luz.
Guarden Mis palabras que son simples y, pronunciadas en pocas líneas, serán el prenuncio de los días de paz y las bases para que ustedes mantengan la fe, cuando la noche les parezca muy oscura y sin fin.
Por la Luz que vendrá al mundo,
San José Castísimo, anunciando el retorno del Sol.
Aunque en estos tiempos todo parezca más oscuro que la noche, concentra tu mirada y tu sentir en la Luz de Mi Corazón; ella será para tu vida la llama imperecedera e inapagable ante los fuertes vientos contrarios.
Recupera las fuerzas, servidor Mío, en la Fuente de Mi Misericordia y deja que Yo guíe por siempre los pasos que deberá dar en tu vida. No permitas que las dificultades amedrenten tu corazón y ofrece a Dios, en sacrificio, todas las pruebas que el Universo te envía para que pronto seas un espíritu maduro en el servicio a la Jerarquía Divina.
Deja que toda situación pase frente a ti; quédate inmóvil e impenetrable ante las circunstancias que generan desarmonía y conflicto. Sé un pacificador sin fronteras y une en cada espacio y momento a los corazones que están separados.
Encuentra en Mi Camino el apostolado perpetuo y confirma tu vida delante del Trono del Gran Señor. Busca la ciencia de la paz y nutre tu interior por medio de los Dones Celestiales del amor y de la unidad. Encuéntrame en el profundo silencio del corazón; que nada, dentro de tus posibilidades, cambie tu parecer; permítete, amigo Mío, que el fuego queme lo antiguo en ti.
Sé verdadero ante todo. Sé buen discípulo ante las indiferencias. Sé el puente que une lo que está separado entre los hombres y Dios. Sé lo que en verdad debes ser: un santo del Nuevo Tiempo, un imitador humilde del camino de la caridad y del bien.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en Mi Eterno Corazón.
Cristo Jesús
¿Qué esperas, alma Mía, para despojarte del mundo y vivir eternamente en el consuelo de Mi Corazón?
Sigue la luz invisible que está delante de ti, son los Rayos de Mi Corazón que alumbran durante la noche oscura del mundo.
¡Oh celeste alma de Dios!, que esperas impaciente resolver todas las cosas, en tus manos existe el poder humilde de la oración, un camino infinito para llegar al Creador. Quédate en el Océano de Mi Vacío Sublime para que en todo puedas ver que existe un porqué y una respuesta.
Sagrada alma, ¿qué esperas para darme el eterno sí?
En Mi Camino Yo te ofrezco el sacrificio como liberación y la entrega como redención. En Mi Reino solo existe la Paz, la cual muchas veces buscas en las cosas externas. Alma Mía, ríndete en Mis Brazos, deja que el Agua que brota de Mi Cuerpo humedezca tu cuerpo para que él se transfigure en un cuerpo de luz, un instrumento perfecto en las Manos del Creador.
Aún crees que no fuiste vencida, pero Mi Amor es la vertiente inacabable que vencerá a tu ser, para darle de beber una nueva agua, agua que te saciará por entero.
Pequeña alma Mía, el Señor te llama para encontrar en estos tiempos el sendero de la humildad y de la renuncia; deja que Mi Luz Suprema inunde tus cuerpos para que sean el símbolo vivo de la nueva transfiguración.
Querida alma, llegó la hora del despojamiento; acepta el Amor Supremo de tu Esposo, porque así encontrarás la respuesta interior que tanto buscas. Confía en Mi Presencia, quiero hacerte conocer la grandeza de Mi Reino Celestial.
Alma Mía, revístete con el traje de la pureza para que los ángeles del Cielo te reciban libre y entregada a Mi Corazón.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por entregarte a Mi Corazón.
Cristo Jesús
Fray Elías del Sagrado Corazón: Al final del mensaje le preguntamos al Maestro por qué nos estaba dirigiendo Sus Palabras en estos días de forma tan especial. Él nos respondió:
Hoy les hablo de esta forma debido a que muchos de los Míos en poco tiempo se desposarán con el Esposo Fiel para siempre. Este es un ciclo dedicado a las almas preciosas, aquellas que siempre buscan al Fiel Consolador. Por eso, estoy llamando a todos los que Me quieran escuchar.
Vuestro Maestro del Amor
Escúchame hijo, escúchame hija:
Retira de Mi Corazón la Luz que te pertenece, así fortalecerás en la noche oscura a tu pequeño espíritu.
Reúne en tu interior los sabios poderes de la oración y participa de los comandos del Cielo.
Deja de llorar frente a Mí, sabes que soy Tu poderosa Madre del Universo, sabes que soy Tu Estrella incandescente que brilla perpetuamente por el bien y la paz del mundo entero.
Escúchame con atención, sabes que Mis poderes son emanaciones del infinito Amor, sabes que Mi Luz proviene de una célula de la Luz de Dios.
Yo soy la Madre de todas las almas, Yo soy el Lucero que alumbra a los náufragos durante la noche, Yo soy la Patrona de todaslas naciones del mundo.
Ingresa ahora en el universo de Mi Paz, quédate allí sin esperar nada a cambio, porque el Señor te revelará Su preciosa Voluntad Mayor. Que en este día, tus brazos estén abiertos para que Yo, tu Madre, pueda abrazarte y aproximarte a Mi Inmaculado Corazón, en donde solo existe la Paz, la Pureza y la Misericordia.
Quédate cerca de Mi Espíritu, y siente el soplo y la brisa del Ave Luminosa que, a través de Sus Rayos Divinos, trae los signos vivos de la Misericordia, del perdón y de la conversión.
Puedes dirigirte a Mí con plena confianza, siempre seré Tu Escudo contra los asechos innumerables de la vida. Sumérgete ahora en Mi Fuente reparadora, deja que Tu inmaculada Madre lave tu rostro y tus pies, para que pronto pueda renacer el nuevo ser ante los Tronos del Altísimo.
Camina a Mi lado, porque así Yo caminaré a tu lado, así podré indicarte los pasos seguros cuando tan solo recuerdes unirte a Mi Corazón en la oración.
Hoy, quisiera transmitirles este Mensaje a todos Mis hijos, pero muchos han perdido la fe absoluta en la Madre Universal.
Por lo que he dicho, que ningún corazón se entristezca, sino que se alegre por poder estar consciente de Mi gran Tarea maternal.
Sigue los pasos que Mis pies descalzos están dando, entra ahora en el Templo Sagrado del Corazón de Dios y recibe en este tiempo el Amor que curará tu pasado y tu corazón.
Recuerda, Yo soy Tu preciosa Madre. Mi belleza proviene del Amor Divino de Dios. Mi pureza proviene de la esencia sublime de las rosas celestiales. Mi virginidad proviene del primer Proyecto de Dios.
Sigue Mi ejemplo, imítame. Trasciende las barreras que te has impuesto en la vida, Yo te ayudaré a liberarte de las amarras que aprisionan tu caminar.
Yo cortaré las cadenas con la espada de la Misericordia y te entregaré la antorcha de la Luz Universal; y así te consagrarás a Mí como un nuevo soldado que por amor dará la vida por sus amigos. Quien da la vida y el tiempo por sus hermanos será un buen apóstol de Cristo, un apóstol de la redención.
Mira hacia el infinito y vislumbra la grandeza de las estrellas en el firmamento, confirma tu fe todos los días, quien está en Dios todo lo puede a pesar de las caídas y de los errores.
Levántate y camina hacia Mi Hijo. Él aguarda tu oración, para que así surjan los nuevos apóstoles.
Alegra tu día, el Reino de Dios se aproxima y te bendecirá ahora y siempre. Las Puertas del Cielo están abiertas para los que solo digan sí.
¡Les agradezco por hoy ingresar en Mi Materno Corazón!
María, Reina de la Paz y del Amor Supremo de Dios
Contemplen, en Mis ojos, la Luz imperecedera que no se apaga jamás, para que ilumine sus caminos que los llevan al Corazón de Dios.
Contemplen, en Mi Manto, la eterna protección, para que se arriesguen a dar los pasos y, sin miedo, vivir la transformación.
Contemplen, en Mi Corazón, la llama que los sustentará en devoción y en fe, y que no les permitirá desanimarse ante las pruebas del enemigo.
Contemplen, en Mis manos, el auxilio perpetuo, incansable e impasible, que los aguardará siempre para llevarlos hasta la Luz.
Contemplen, en Mis pies santificados por el glorioso caminar que hice al Reino de Dios, el camino seguro por el que caminarán sus pequeños pies.
Contemplen, en Mi Corona de Estrellas, la Luz del Espíritu Santo que surgirá aun en noches oscuras y que aparecerá detrás de las nubes más espesas que se aproximen a sus vidas.
En Mi Rosario, contemplen la fe inquebrantable y la persistencia eterna de Mi Corazón, que ora día y noche por las almas del mundo.
Contemplen, en las rosas bajo Mis pies, la oferta permanente generada por Mi oración perpetua, oferta que es adorada por Dios y que representa a toda la humanidad.
Hoy, hijos Míos, visto sus cuerpos con Mi Manto, cubro sus cabezas con Mi Corona de Estrellas, en sus manos coloco Mi Rosario y, bajo sus pies, deposito siete rosas, para que sigan eternamente Mi ejemplo, ejemplo que traigo a sus corazones semana a semana, mes a mes.
Quiero que hoy acepten esta oferta verdadera de Mi Corazón, para que alcancen a tener un corazón puro, una vida simple y humilde, un caminar pleno de fe y confianza absoluta en Dios y, a través del rosario en sus manos, jamás se olvidarán de que cada paso debe ser dado por el prójimo.
Vivan la transformación como un servicio eterno de auxilio a la humanidad y a todo el planeta, que necesita de corazones cristificados por el Amor del Espíritu Santo de Dios, corazones prontos para cruzar el umbral de una nueva raza, una nueva humanidad basada en el Amor.
Mi Presencia, en este tiempo, viene a indicarles el camino por el cual deben seguir hasta el momento en el que se encontrarán con Mi Hijo y, a partir de ahí, seguirán con Él, en Su ejemplo glorificado de unión con el Padre.
Hijos Míos, luminoso es el final de este camino de piedras, solo les pido que sean persistentes y que sigan las instrucciones dejadas por los Mensajeros de Dios; de esa forma, las piedras serán oportunidades de crecimiento y no motivo de atavismo.
Mis amados, busquen, en Mi Corazón y en la contemplación de Mi Sagrada Imagen, la fuerza y la fe que nutran a sus espíritus; así siempre podré guiarlos y acompañarlos, junto a sus corazones, en la trayectoria que deben vivir.
Como agua que corre en el río de la vida, permitan amoldarse a la Voluntad de Dios expresada en las Instrucciones que reciben. Así, liberarán a sus seres de estar en un sufrimiento innecesario en este tiempo.
Jamás se olviden de orar. Oren, oren mucho, para alcanzar la paz en el mundo entero.
Yo los amo y les agradezco.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Muchos de los que deberían estar junto a Mí fueron absorbidos por las realizaciones del mundo. Por eso Yo cuento con pocos discípulos para realizar Mi Obra Redentora en el mundo entero.
Algunos ojos humanos están ciegos espiritualmente y, por permanecer en una noche oscura, ni siquiera ven Mi Luz que se aproxima en el horizonte.
Estoy reuniendo a todos los rebaños, aquellos que respondieron y a los que no Me respondieron, porque Mi Padre enviará por segunda vez a Su Glorificado Hijo para separar la paja dura del trigo bello y bueno. Con el trigo que Yo consiga elaboraré con Mis Manos la nueva harina que dará el nuevo Pan de Vida a la humanidad.
Así, los que han acudido con fe a Mi Llamado comerán del Pan de Vida, y Yo enviaré a los que se han alejado de Dios hacia otros puntos, lejos de la Tierra para que, reconociendo sus pecados, sirvan a Dios en reparación, conversión y redención.
Esa nueva harina que muchos desconocen ya está siendo elaborada por Mis Santas Manos. Por eso, aquellos que quieran comer de ese Pan que les dará nuevamente la Vida Eterna, lo deberán buscar en el corazón. Esa harina es el fruto del trigo que ha sido bien cuidado desde el momento de su nacimiento, bien sembrado y después bien cosechado.
Aquellos trigos que han nacido y se han mantenido torcidos de por vida, recibirán la oportunidad de Mi Misericordia. Esto será antes de que los rayos del gran Sol, que alumbra sus días, irradie el Poder de Dios sobre el mundo, poder que quemará lo impuro y hará rebrotar lo que ha quedado seco por la mala obra de otras manos.
Por eso, procuren tener un corazón puro para que las tentaciones y las rivalidades de este mundo no los sumerjan como ya han sumergido a muchos de Mis rebaños, los que ahora están naufragando sin dirección y sin puerto. La Ley les permitirá corregir la vida. Muchos olvidaron las llaves que los Mandamientos contienen.
El tiempo que se aproxima los llama al crecimiento interior y para eso Me tienen a Mí, porque Mi Confianza nunca les fallará, sino que los nutrirá con Mi Amor Bueno y Supremo.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Cuando las vidas están al margen del abismo, cruzando la noche oscura, Yo Me presento como la Luz y la salida absoluta y segura para cada ser. Y vengo al encuentro de los que decaen por diversas situaciones en el camino espiritual.
Mi Misericordia viene al mundo para rescatarlos del camino del engaño y de la ceguera que pueden despertar los aspectos de la vida, manifestados en una consciencia que ha decidido seguirme. La fe y la constancia por estar Conmigo, en estos impredecibles tiempos del mundo, serán lo que definirá si un alma se consagrará en espíritu a Mi Corazón o si vivirá la vida que el mundo le ofrece a través de las ilusiones y de las fantasías.
El camino hacia la Luz es recto como una escalera que sigue hacia lo Alto. En Mi Sendero no existen dos caminos para llegar hasta Mí; el alma durante el curso de la vida tiene la oportunidad de reconocer Mi Camino Evolutivo y, a partir de allí, definir si seguirá al Pastor o si seguirá a su propio rey.
Estoy dando a todos la misma oportunidad que Yo di durante el tiempo de Mi Pasión. El mundo está en el momento de su propio juego y de su definición espiritual por lo Divino o por lo mundano.
Mi Corazón acoge todos los ofrecimientos de las almas, pero algunas Me han dicho desde el principio que en estos tiempos estarían Conmigo para cumplir el propósito de la redención y de la conversión de las consciencias. Una barca no se desplaza sin la ayuda de los remos.
Es necesario comprender el punto en el cual se encuentran sus pequeñas consciencias. Yo les irradio Mi Paz y Mi Luz para fortalecerlas.
Es momento de definir con qué rey desearán quedarse: con el Rey Eterno del Universo o con el rey creado por el mundo.
Por eso Mi Espíritu viene para liberar las almas y mostrarles el camino hacia el Señor. Confíen en Mi Misericordia.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por comprender Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Mi espada cortará los malos sentimientos del corazón de todos los que se afligen por alguna causa.
Mis Pies pisarán siempre a la serpiente de la tentación y de la desunión, para que del anochecer al amanecer Mis discípulos no se separen de Mi Propósito.
Mis Rayos fortalecerán el espíritu para liberarlo de las flaquezas, y le brindaré Mi Universal Voluntad de proseguir.
Borraré con Mis Manos y desvaneceré con Mis Dedos todas las amarras del pasado.
Con Mi Corazón iluminaré la noche oscura de aquellos que han decidido estar Conmigo.
Presten atención aquellos que se permiten envolverse con las cosas de este mundo, porque para ellos será más difícil arrancar las raíces que han plantado con sus acciones. Tengan siempre unidad de pensamiento, para que las barreras de la mente se destruyan y solo se construyan los puentes de la hermandad.
Y si aún no se han liberado del pecado, Yo los perdono por no amarse como Yo les he pedido y por no unirse como Yo se los he implorado. Solo les pido que sean consecuentes con Mi Redentora Presencia, así el Señor les agradecerá por haber cultivado un espíritu de humildad y de pacificación.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis Palabras con el corazón.
Vuestro Maestro Interior, Cristo Jesús
Quien se anima a ingresar en el mar de Mi Misericordia a las tres de la tarde, su cuerpo interno es lavado de toda mancha y, por los méritos alcanzados por Mi Sagrado Corazón, el alma se libera de todo dolor.
Aguardo que por la existencia de Mi Océano de Misericordia todos los corazones acepten vivir la vida, porque como Amor de Dios manifestado espero recibirlos dentro de Mi Caudal de Gracias.
Para todos aquellos que a las tres de la tarde veneran por amor Mi Sagrado Corazón Eucarístico, la Luz del Reino Mayor desciende para disolver y perdonar todas las faltas irreparables, y así Mi Corazón actúa como ofrenda ante Dios por toda la humanidad.
Por eso les digo, que si aún no han cruzado el abismo terrenal no se preocupen, porque Mi Espíritu Paternal les dará la fuerza interna para hacerlo y así trascender la materia por la devoción y por el amor.
Quien Me espera a las tres de la tarde con consciencia y devoción, día a día desatará los nudos del materialismo y de la ambición espiritual, porque durante esa misericordiosa hora, Mi Consciencia abre las puertas para derramar la Fuente de la Redención y de la Liberación en todos los espacios de la Tierra.
No teman encontrarse con ustedes mismos, porque aun en este camino que los llevará hasta Mí encontrarán la noche oscura, noche que será iluminada por el sol de Mi Corazón.
Queridos, si ustedes dan los pasos hacia Mí, como consecuencia la humanidad dará los pasos tan urgentes en el fin de estos tiempos. Estarán Conmigo cuando tan solo Me digan sí y reconozcan que aquello que sienten ser, no son, porque lo verdadero en ustedes es la Presencia Omnipresente de Dios en sus pequeños espíritus.
Bajo la Gracia de Dios sean bienaventurados.
Hoy les doy Mi Perdón Universal.
Gracias por guardar Mis Palabras en lo interno del corazón.
Cristo Jesús, el Redentor
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más