APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mientras su Madre Celeste está aquí, en este día especial e importante para Mí, también su Madre Celeste está con el Santo Padre en Kazajistán; para que el mundo comprenda, de una vez y para siempre, que la religión no es causa de división o de discordia, las religiones son un puente para que lleguen al Corazón de Dios. Por eso, Mi Corazón se entristece mucho cuando en las religiones hay discordias, división o separación.

En este tiempo crucial del planeta, la religión está siendo usada como arma de guerra para confundir a los corazones, para separar a las almas de la Fe de Dios. 

Pero, Yo vengo en este día, hijos Míos, para religar el Cielo y la Tierra, para religar el propósito que tiene la nación argentina con la Fuente Superior del Amor, y esto es posible por la respuesta de los que están presentes en este día. 

Sé que sus consciencias no pueden medir lo que esto significa para el Padre; pero sí les aseguro, hijos Míos, que algo muy importante está aconteciendo en este momento, cuando las religiones del mundo se unen para dialogar por la paz, para que los pueblos del mundo entero sean protegidos por las religiones y, finalmente, Mi Amado Hijo pueda ver con Sus propios Ojos manifestarse el ecumenismo que tanto espera. 

La llave principal de las religiones es el Amor de Dios. Por eso, las almas deben buscar ese Amor incesante a través de las religiones. Les pido, hijos Míos, que no se identifiquen con lo que es superficial, porque aun en las religiones hay errores y hay pecados. 

Pero ustedes, hijos Míos, que ya me acompañan hace tanto tiempo, que responden a Mi llamado cada vez que los llamo, deben colocar su consciencia y, sobre todo, su mente en otro plano de comprensión y de unión, porque allí Mi enemigo no los interceptará y no los buscará, tampoco los asediará.

Ayuden, a través de su oración, a todas las religiones del mundo, porque siguen siendo usadas como armas de guerra y Mi Hijo cuando retorne necesitará que las religiones vivan también una síntesis y un juicio. 

Porque lo que Él enseñó, hace tanto tiempo, es para todos; y la forma de comprender Su Mensaje, que la humanidad ha encontrado en esta superficie, es a través de la religión. Pero abran su consciencia, no se queden en lo que es teórico, no se queden solo en lo que es el dogma.

Yo les pido, una y otra vez, que sus miradas y, sobre todo, sus corazones se vuelvan hacia Dios; que busquen la Fuente de Su Amor, de un Amor Inagotable, de un Amor Eterno que a través de Mi Corazón los quiere colmar, los quiere bendecir y los quiere unir como uno solo.

Hoy, llego a este lugar con mucha alegría, sintiendo júbilo en Mi Corazón por poder estar en el corazón de Argentina y, a través de este corazón, poder irradiar a toda la nación y al mundo entero lo que el país y los demás pueblos del mundo necesitan en este momento.

Por eso, una vez más les agradezco por seguir Mis Pasos, por acompañarme en este momento y en esta hora, porque esto es muy significativo para Nuestro Señor, el Cristo.

Esto permite, hijos Míos, que su Madre pueda derramar más Gracias en el mundo; que las almas que están confundidas y perdidas, en este momento, puedan retornar a la Casa del Padre. Por esa razón, estoy aquí. 

Dios contempla la sincera respuesta de cada corazón presente. Como Madre, sé lo que ha significado para ustedes estar hoy aquí de forma inmediata, y eso es muy valorado por Mi Amado Hijo. Mi Hijo también valora que nuevas almas se postulen a la consagración como Hijos de María.

Todo es valorado por Mi Amado Hijo, cada gesto verdadero de amor que permite al mundo recibir la expiación que tanto necesita en este tiempo.

Yo les pido, hijos Míos, que no se olviden de rezar por las religiones; ya que la unión y el ecumenismo se deben dar, y esto es responsabilidad de cada uno de ustedes para que el mundo no se precipite más hacia el abismo, para que las almas ya no sean arrastradas hacia la perdición y hagan alianzas con las modernidades.

El Único Dios, el Todopoderoso, los reúne en este momento, los reúne por un Propósito Mayor que hoy desconocen, un Propósito que hoy se puede comenzar a escribir en el Corazón del Padre y en el corazón de Sus Hijos.

De esta forma, les hablo de una nueva historia que comenzó a escribirse en Buenos Aires, una historia, trazada por la unión de los corazones con el Corazón de la Jerarquía, que hoy se sigue escribiendo a través de este momento y de este lugar.

De esa forma, lo que está oculto a los ojos de todos se revela, lo que está presente en el plano inmaterial se muestra y todas las sierras que rodean a esta región son testigos de esto, aunque este lugar aún deba purificarse. Porque recuerden lo que una vez les dijo Mi Hijo, que para que Él haga nuevas las cosas necesita que las consciencias estén renovadas, y que no estén en resistencia o bajo el propio poder. 

De una vez y para siempre, las almas deben liberarse de sí mismas, deben aprender a caminar en Cristo y por Cristo; para que Él, ante Dios, cumpla Su Palabra y, sobre todo, cumpla Su Profecía de retornar al mundo en el momento más culminante de la humanidad; en el que todos lo podrán ver, escuchar, sentir y reconocer como el Maestro entre los maestros, como el Rey del Universo.

Por eso, Él envía a Su Mensajera. Él envía a la Madre de las Montañas, a la Pachamama, para que el mundo no se olvide también del grito del planeta, del llanto de los Reinos de la Naturaleza. Ellos necesitan la ayuda de todos.

Reconstruyan la superficie de este planeta con acciones de caridad. 

Abran las puertas de la Misericordia de Dios y permitan que todo pueda ser curado; porque el mundo entero lo necesita, antes de que llegue el gran final.

Recen para que Córdoba se pueda reconsagrar a Mi Inmaculado Corazón, porque si esa consagración se da fielmente, esto repercutirá en toda la Argentina y aquellas situaciones que quieren hacer sucumbir al país no se concretarán, porque la oración de los fieles orantes impedirá que la impunidad siga actuando en este mundo y en este país. 

Que todo pueda ser equilibrado, así como esta nación lo merece y lo necesita.

Como les dije, en Buenos Aires, coloquen su confianza en Dios. Recuerden no permanecer en lo que es superficial. En cada momento y en cada nuevo día, coloquen su consciencia en lo Alto, porque allí está la solución y la respuesta que tanto buscan.

Yo estoy aquí también para rezar por esa causa, y cada vez que se consagra un nuevo Hijo de María, Mi oración y la oración de Mis hijos es escuchada, impidiendo que, en el mundo y en la Argentina, sucedan situaciones inesperadas y dolorosas. 

La Mirada de Dios está sobre este país, deben tenerlo muy presente. 

Más allá de la impunidad o de la injusticia, más allá de la mentira o de la falsedad, más allá del mensaje vacío o de la ilusión, más allá de todo lo que sucede en la superficie de Argentina, el corazón espiritual de esta nación no perderá los tesoros que tiene. 

Por eso, Yo los invito a unirse a esto, para que reverberen, a través de los tiempos, los tesoros espirituales de Dios presentes en este país. De ustedes, hijos Míos, dependerá que no suceda nada más, esa es la verdad.

Como un testimonio de que es posible vivir los cambios, llamaré ahora a aquellos que se consagrarán como Mis Hijos, en este día. 

Los invito a aproximarse a este altar para que puedan vivir este momento de consagración y de bendición, y para que también sus vidas y, sobre todo, sus corazones sean un testimonio vivo para Dios de que es posible la redención. 

Dispónganse en este momento, todos dispónganse a recibir Mi bendición, la bendición de su Madre Celeste. 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Y vamos a escuchar, ahora, el instrumental de los Hijos de María, preparando este momento de consagración y de unión con la Santísima Virgen.

 

Quiero decir a estos, Mis amados hijos, aquí presentes, que esperé este momento para poder consagrarlos ante Dios, que conozco profundamente sus traumas y tristezas, que He caminado a su lado en los momentos oscuros y de desolación; porque no se olviden de que Yo Soy la Madre Dolorosa de la Cruz, aquella que, a los Pies de Mi Hijo, en lo alto del Monte Calvario, asumió con amor y responsabilidad a cada uno de ustedes, a sus esencias. Por eso, sé todo lo que les ha sucedido hasta este momento.

Renueven su fe y su confianza en Dios a través de Mi Corazón Inmaculado; porque, a partir de ahora, podrán caminar libres de ustedes mismos y sus heridas más profundas se cerrarán y curarán, porque Mi Gracia tocará sus corazones en este momento.

Ustedes y sus hermanos son Mis hijos y los amo, Yo Soy su Madre y siempre estoy aquí para ayudarlos; porque una buena madre nunca se olvida de sus hijos, aunque su Madre Celeste sea una Madre Peregrina.

Por eso, abran sus corazones en este momento de consagración y de unión Conmigo; y que no solo sus vidas, sino también sus familias puedan ser consagrada; y aquello que ha quedado separado, aquella herida que quedó abierta, aquella enfermedad que fue transitada o aun aquella incomprensión que quedó en sus memorias, todo pueda ser disuelto en este momento para que puedan sentir Mi abrazo maternal.

Hijos, hoy los consagro, no solo como Hijos de María, sino también los consagro como un nuevo Rosario de Luz que tendrá la misión y el deber de orar por Argentina para que, a través de sus corazones y del corazón de Córdoba, el Gobierno Espiritual que este país necesita se manifieste, se cumplan las Leyes y se respeten los Mandamientos. 

¡Alégrense, hijos Míos! Son Mis Hijos, los Hijos de María. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cantemos.

Les agradezco por haber respondido a Mi llamado.

Que el Espíritu Santo los guíe y los colme siempre.

 

Canción: “Himno de los Hijos de María”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Entonces, ahora, para terminar este trabajo, les vamos a explicar cómo fue este momento de Aparición, porque fue muy especial y me hizo recordar cuando estuvimos en una peregrinación por aquí, en Córdoba, hace algunos años.

Y para que ustedes vean como la Jerarquía tiene presente todos los momentos; hoy, Nuestra Señora, como María, la Reina de la Paz, llegó aquí, retomando el momento de aquella Aparición, hace un tiempo, y trayendo ahora ese sentimiento de gratitud. 

Cuando Ella venía del Cielo, descendiendo en dirección hacia Córdoba, al pasar María por cada área de esta parte de Argentina, cerraba muchas puertas inciertas y muchas energías intrusas eran liberadas.

Ella les traía, a los presentes y a los que no están aquí, un principio de consolación maternal nunca antes visto, que Ella transmitía a través de Su Corazón Inmaculado por medio de Su Amor.

Cuando consagró a los Hijos de María, fue realmente muy especial para mí, porque cuando María le hablaba con dulzura a cada uno de los hermanos que hoy se consagraron, Ella no solo los volvía a levantar por medio de la Fe y de la Fortaleza que vive Nuestra Señora, como Consciencia Divina, sino que también Ella mostraba como había estado con cada uno de ellos a través de sus vidas; e imaginemos, por un momento, cuántos somos en este planeta.

María, una vez más, nos demuestra y nos confirma que no se olvida de ninguno de Sus hijos, porque en ese momento de consagración, Ella vio la historia de cada uno de estos hermanos. Como Madre de Dios, estaba delante de sus errores y aciertos; como Ella dijo, de las tristezas, de las angustias o de la oscuridad.

La sola Presencia de María, como Reina de la Paz, disolvía todo eso delante de Sus hijos, de los que hoy se consagraron. Y en ese momento, a María, no le importaba el error; hoy, lo que más le importaba a Nuestra Señora era que, en la consagración de estos hermanos, ellos pudieran recordar que son Hijos de Dios, y que nada ni nadie les puede quitar esa Gracia.

María Me dijo que ser Hijo de Dios es algo que no podemos abarcar con nuestra mente, con nuestra consciencia. Ser Hijo de Dios, dijo María, es un estado de Gracia que nosotros recibimos en nuestro nacimiento y, aún más, cuando fuimos concebidos en el vientre de nuestra madre. Por eso, Ella es la Madre Universal. Ella es el Vientre que genera y crea nuevas cosas.

Hoy, estos hermanos vivieron un momento no solo de consagración, sino de filiación con el Padre y, a través de la Presencia del Espíritu Santo por medio de María, Ella les dio una sagrada tarea.

En ese momento, pudimos comprender y, sobre todo, sentir que parecía que conocíamos a cada uno de ellos desde hace mucho tiempo. Eso sucede porque nuestras almas se unen a los Pies de María y, entonces recordamos el lugar que tiene para cada uno de nosotros en Su Corazón. Ella nos dijo que tenemos que tener muy presente esto, que nadie se olvide del lugar que tiene en el Corazón de María.

Y, para terminar, quería decir que Nuestra Señora ayudó a esta parte de Argentina, el norte de Argentina; sobre todo, Ella se presentó en los planos internos para ayudar a los hermanos que están en Jujuy, en Corrientes, en aquellos lugares de Argentina donde hay hermanos tan simples, tan humildes, que nadie sabe quiénes son. Hoy, María también llevó Su Amor a esos lugares y a esas consciencias. 

Hoy, María estaba muy agradecida por estar aquí, no sé por qué. 

A Ella le gusta Córdoba porque es el corazón de la Argentina.

Les agradecemos por presencia de todos ustedes. 

 

Hermana Lucía de Jesús:

María pidió que los Hijos de María hagan un grupo Rosario de Luz.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

¿Los que hoy se consagraron, no? Y cada uno de ellos también podría formar un Rosario de Luz. Pero primero tenemos que cumplir las metas que son posibles.

Este grupo, que se consagró, es un nuevo Rosario de Luz. Después, al final de este trabajo, los sacerdotes van a explicarles de qué se trata, para que puedan responder al llamado de María. Y después que ustedes pasen por la experiencia de ese grupo Rosario de Luz, cada uno se puede animar a formar otro grupo de Rosario de Luz.

 

Hermana Lucía de Jesús:

Si usted que está en su casa también quiere orar por Argentina y hacer un grupo Rosario de Luz, puede ingresar en la página de los Mensajeros Divinos y allí tendrá las informaciones para que juntos podamos seguir iluminando a este mundo a través de la oración.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a terminar este encuentro cantando una canción que María nos pidió, porque Ella sabe que cada uno de sus corazones se siente muy identificado.

 

Canción: “Mirarte a Ti”.


¡Gracias a todos!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Siete son los sellos que se abrirán y los pergaminos que se mostrarán; el tiempo está indicando ese momento, queridos hijos.

Y para testimoniar este acontecimiento que va más allá de toda consciencia humana, de toda comprensión o intelectualidad, hoy he traído a Mi pequeño Hijo en brazos, porque Él es quien encomendó, en nombre del Padre Celestial, la revelación de esos misterios que intentarán volver a corregir la consciencia humana y que le traerán a todos la oportunidad de recibir nuevos principios y formas de vida que, a través de los tiempos, han estado muy lejos de la humanidad y del planeta.

La Divina Consciencia Superior se aproxima a la Tierra para hacer su revelación y no solo Mi Corazón Inmaculado, sino también los corazones de todas las Jerarquías de la luz están testimoniando este momento tan importante para la humanidad.

Hoy no podré revelarles con detalles lo que eso significa, pero acojan con amor cada una de Mis palabras, porque, así como hoy se los dije, Mis palabras son la actuación de la Gracia de Dios en toda la consciencia humana y en todo el planeta.

Esta revelación superior y divina que está escrita en lo más profundo del Corazón de Dios, les traerá a todos los seres de la superficie el despertar y la consciencia de haberse alejado demasiado del Plan de Dios, así como de haber trasgredido las Leyes universales y todas las leyes naturales de la Tierra.

Pero, por medio de la Misericordia y de la Gracia, el Padre Celestial ha encomendado a Sus arcángeles y a Sus ángeles esta intervención divina en la humanidad, para que, al menos, una colonia en toda esta raza pueda prevalecer en el fin de estos tiempos, cumpliendo y viviendo de forma simple los mismos atributos de vida que vivió la Sagrada Familia.

Este es el motivo de haber pedido la novena por las sagradas familias de este planeta, que deberá volver a recuperar los valores que perdió al haberse sumergido dentro del caos de estos tiempos y de la ilusión mundial.

Digo “sagradas familias”, porque en la Esencia de Dios todos son sagrados hijos de Dios. Sus esencias no perdieron la filiación con el Padre Celestial, es solo que sus cuerpos más inferiores se distrajeron del Propósito.

Por esa razón, las Revelaciones de Dios que llegarán en estos tiempos, traerán para la consciencia humana la elevación de su espíritu, de su condición humana y la transformación de los aspectos humanos que han condicionado la evolución de la raza y la posibilidad del despertar de nuevos cristos.

Hoy el Creador decidió, dentro de Su vasto Universo Espiritual, Mental y Material, la revelación de Sus Misterios, expandiendo aún más los términos que se encuentran en la Biblia, las simbologías y los mensajes; expandiendo aún más los términos del Apocalipsis y profundizando aún más las visiones que tuvo Juan el Apóstol, para que todas esas informaciones que vienen de la Jerarquía Espiritual ya no sean misterios, sino verdades, revelaciones claras y precisas sobre cómo saber actuar y cómo conducir a esta humanidad en el fin de los tiempos.

Con Mi brazo sostengo al Niño Jesús que hoy está presente aquí, con ustedes.

Con Mi otra mano sostengo los pergaminos de la Revelación de Dios para que comience a aproximarse a sus consciencias la información divina de lo que Dios ha visto y ha participado a través de los tiempos, desde antes, durante y después de la Creación.

Sé que este acontecimiento removerá muchas estructuras, porque el impulso que vendrá de la Fuente será fuertísimo y dará la oportunidad para que cada criatura sobre la superficie de la Tierra pueda reevaluar su vida y su consciencia, a fin de que defina su vida espiritual y su camino para estar dentro del Paraíso de Dios o para condenarse.

Antes del tiempo de la segunda venida de Cristo, estas revelaciones traerán un impulso para cada ser humano.

Será por un estado de gracia y de Misericordia que las almas tendrán la oportunidad de sumergirse en su despertar y de abrirse al conocimiento sagrado que vibra y que palpita en el Universo Mayor, como pequeñas esferas de luz que viajan entre el tiempo y el espacio, desde el Universo Espiritual hacia el Universo Material, con la intención de que los espíritus de todos los seres humanos despierten a la gran Consciencia Divina y al conocimiento mayor que siempre ha estado vivo en el Universo.

Solo que ahora, hijos Míos, después de treinta años de caminata, llegó la hora de que sus consciencias se definan, se definan de verdad, interiormente, para que permitan que las puertas al conocimiento universal se abran sobre la humanidad y no exista ninguna resistencia u obstáculo para la Jerarquía.

Porque si aún estamos aquí es por un motivo universal, es un propósito que sus consciencias aún no pueden alcanzar. Es un motivo infinito que fue pensado y meditado desde antes de su existencia para que esta revelación divina, que proviene de la Fuente Inmaterial de Dios, llegara en este tiempo y delante de este acontecimiento planetario.

En los tiempos pasados esta revelación no hubiera sido posible, no hubiera sido eficaz ni eficiente, porque la consciencia humana no estaba preparada.

Y aunque todavía la consciencia humana es muy inmadura e infantil, los tiempos que llegarán, que preparan el advenimiento de Cristo a la Tierra por segunda vez, elevarán la consciencia de aquellos que se abran de corazón y de alma para recibir la revelación divina, tan semejante como el afluente de un río, que sacia la sed de los seres y que nutre toda la consciencia humana para que pueda vivir, respirar y así continuar con su evolución. De esa misma forma es que llegará la información del Universo.

Eso los hará madurar conscientemente y colocará sus consciencias en el Propósito universal, delante del gran desajuste planetario de estos tiempos; de las guerras, de los conflictos, de la división en las familias, de la ilusión a través de las modernidades, de la ceguera espiritual que genera muchos movimientos espirituales, creyendo que el ser humano es invencible.

Solo el amor los hará invencibles, hijos Míos, pero deben vivir esa escuela, deben animarse a entrar en ese conocimiento universal.

Los primeros pasos para vivir en esa escuela de amor y de sabiduría están registrados en la experiencia de Cristo en la Tierra y en todas las enseñanzas que Él le entregó a la humanidad.

No existe otro Maestro para la humanidad actual que no sea el Cristo.

Él lo anunció y lo advirtió: “Muchos vendrán en Mi Nombre y serán reconocidos. Muchos creerán en sus palabras, pero después se lamentarán por haber confiado plenamente en algo que no venía del amor y que no era verdadero”.

Con esto, hijos Míos, delante del Hijo de Dios que está hoy en Mis brazos, en la Presencia de la Santísima Trinidad, sus caminos deberán definirse por un solo camino para que den lugar y una oportunidad para la revelación divina.

Quiero que puedan ser conscientes, hijos Míos, de verdad. La escuela de Mis hijos pequeños ya terminó. Es hora de prepararse y de enfrentar el fin de los tiempos, porque la batalla entre el amor y la indiferencia no terminó.

Deben conquistar el amor viviendo el amor y siendo el amor en cada momento. Renunciando, sacrificándose y amando. Silenciosamente entregando cada experiencia de vida por los demás, sin angustias y sin desesperaciones.

Porque si en verdad vivieran una verdadera crisis espiritual o estuvieran en riesgo de perderse, no estarían aquí, hijos Míos, como muchos, muchos no lo están y muchos dejaron de estarlo, por haberse cegado por la ignorancia.

Solo en el Padre está la Verdad para sus vidas. El hombre solo debe aprender a ser verdadero en los pequeños detalles para que después pueda serlo en lo grande, asumiendo grandes responsabilidades delante de la Jerarquía Espiritual, conduciendo y guiando a los rebaños de Cristo, a todas las razas de la Tierra que necesitarán de este impulso espiritual que desciende sobre este Centro Mariano para poder reubicar sus vidas y encontrarle un sentido al camino espiritual.

Por eso, los que hoy consagraré como Hijos de María tendrán un gran compromiso Conmigo. Será un compromiso personal y grupal entre sus corazones y el Mío, por lo que deberán rezar, todos los días, para que estas Revelaciones que Dios ha decidido entregarle a la humanidad, que superan toda la existencia de la Iglesia de Cristo en la Tierra y todos los Libros Sagrados, puedan descender correctamente y de forma protegida por la Jerarquía Celeste.

Pero será necesario, hijos Míos, como en otros tiempos y en otras Apariciones, que existan intermediarios para que estas revelaciones que ampliarán la consciencia humana puedan llegar.

Disculpen que sea tan rápida, el Tiempo de Dios aquí, en la Tierra, es limitado, porque debemos atender muchos acontecimientos más que se agravan en la raza de este planeta, en diferentes regiones de la humanidad, que necesitan ser atendidos y auxiliados por las Jerarquías.

Así podrán entender, hijos Míos, que cada Aparición de María, de Cristo o de San José no es algo más, sobre todo en estos tiempos definitivos, en donde la transición y su mayor auge los sorprenderá a todos de la noche a la mañana.

Por eso deberán estar preparados por medio de este conocimiento para que la inercia mundial no los paralice y los retire del camino de la luz.

Espero que comprendan lo que les digo. Estoy siendo franca con cada uno de ustedes, porque ya no hay tiempo.

Pueden venir aquí los que hoy se consagrarán. Y tocando la melodía de su consagración, sus almas se están preparando para esta bendición que impartirá Mi Corazón Inmaculado.

Porque será necesario, hijos Míos, que asuman con responsabilidad y madurez este compromiso de la consagración, ya que Mi Corazón ha quedado muy ofendido por los que han abandonado su consagración, no solo a Mi Corazón Inmaculado, a Mi Maternidad y a Mi gran Amor, sino también la consagración a Dios, que no puede ser derrotada ni interferida por ninguno de sus aspectos humanos, ni siquiera por su propia voluntad.

La consagración que Yo le entrego a cada Hijo de María es intransferible e irrefutable. Depende de cada hijo Mío que esa consagración sea parte de sí, de una forma verdadera, sincera y honesta, porque así evitarán, hijos Míos, ingresar en el caos de la humanidad y en los grandes conflictos espirituales que muchas almas hoy viven en el mundo por creer que no necesitan de Dios, ni siquiera de arrodillarse para suplicarle.

Solo les pido que en este día de consagración muchos Hijos de María más se vuelvan a reconsagrar interiormente, renovando este voto con la Madre de Dios, para que este voto interno y divino se renueve con el Padre Celestial.

Las Gracias que Yo derramo no pueden desperdiciarse.

Quiero decirles esto, hijos Míos, con todo el Amor de Mi Corazón por cada uno de ustedes.

Grandes partes del mundo, pueblos enteros, razas diferentes y culturas tan semejantes a las de ustedes están sufriendo por la falta de Dios y por aquellos que los gobiernan, sometiéndolos y castigándolos de una forma injusta.

Ustedes, hijos Míos, que tienen la Gracia y la oportunidad de estar ante Mi Inmaculado Corazón y el Sagrado Corazón de Mi Hijo en esta noche, deben intentar equilibrar los desencuentros y los desajustes que vive la otra parte de la humanidad por haberse apartado del amor, y porque los más inocentes son los más sometidos y los más castigados por la mano del hombre.

Yo necesito que Me representen sobre la superficie de la Tierra como esas estrellas de luz que una vez cayeron del Universo, pero que hoy se vuelven a elevar por la oferta sincera y por la súplica amorosa de su Madre Celeste ante el Padre Celestial.

Como una esfera de luz, hoy Yo les entrego a sus almas este compromiso de orar por las próximas Revelaciones de Dios, a fin de que se cumpla Su Divina y Sagrada Voluntad.

 

He aquí la Esclava del Señor.
He aquí los siervos de Cristo.
Señor, que se cumpla en nosotros Tu Palabra
para que nazca y para que surja la Nueva Humanidad.

Amén.

 

Reciban, entonces, la energía de Mi Gracia y sean bañados por la Luz de Mi Espíritu, de Mi Espíritu incondicional y servicial que está unido en Alma, en Divinidad y en Esencia al Padre Celestial, así como al Castísimo Corazón de San José y al Sagrado Corazón de Jesús.

Yo los bendigo para que en esta próxima Natividad del Señor las familias se reconsagren a la vivencia de los Atributos de Dios en estos tiempos críticos para que pueda vencer el amor, para que triunfe la luz y sea derrotado todo mal por la divina intercesión de San Miguel Arcángel. Amén.

Yo los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y les agradezco, hijos Míos, por abrirse para escucharme, porque lo único que deseo es su bien y su bienestar.

Les agradezco y escucho el canto de sus voces.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Y aún cuando el mundo no escucha a Dios, Su Amor se hace visible en los corazones humildes.

El poder de Su Simplicidad es grandioso, por eso hay muchos que no lo conocen. Mas aquellos corazones que son simples siempre lo conocerán, a pesar de que no tengan nada en su vida material.

El contacto con Dios se crea a través del amor, de la unión perfecta con Él, en la búsqueda incesante de Su Universo, para concretar Su Voluntad sobre la Tierra.

Hoy vengo como la Madre del Uruguay, porque aún tengo esperanza.

No demoraré en trabajar para que Mis hijos despierten; así como deben despertar, queridos hijos, todas las criaturas de este mundo, antes de que la purificación se acreciente en cada una de sus vidas.

Pero Dios no imparte castigo para nadie, Él solo desea que lo amen y que lo busquen todo el tiempo.

El Amor de Dios es lo que construye todas las cosas y es lo que permite manifestar las ideas divinas en todos los planos.

Si en sus corazones no está el Amor de Dios, el Amor del Único, ¿cómo lo conocerán?

El Padre no está lejos de nadie, solo que está muy olvidado y las almas sustituyen su despertar por las modernidades, por la búsqueda vanidosa de la espiritualidad, por la búsqueda de la energía que solo pertenece al Creador.

Por eso, queridos hijos, Yo les enseñé a orar. Con algo tan simple y profundo, he visto que sus vidas se han transformado con mucho esfuerzo.

Pero aún hay mucho por hacer. Tendré que cumplir con Mis Obras, las Obras que Yo he prometido al Padre, junto a sus corazones, y esas Obras no pueden finalizar sin que el mundo las conozca antes, así como Yo las he revelado en otros tiempos y en otras apariciones.

Hoy vengo bajo el esplendor del Amor, para que lo puedan reconocer en su interior. El Señor necesita que se unan a ese Amor para que aparten sus consciencias de la ilusión que promueve el mundo, una ilusión que promueve el aborto, la drogadicción, el fanatismo, la superstición, la soledad, el abandono, la falta de luz en el alma.

Pero es el Amor infinito de Dios lo que hoy Me ha traído aquí, queridos hijos, para compartir con ustedes lo que es la Verdad; la Verdad que no es profundamente conocida, pero que debe ser amada por ustedes para que estén dentro de la Verdad de Dios.

El Señor, que está en el Universo y rige en todos los cielos, no quiere el castigo de nadie; pero las decisiones del mundo, las actitudes de las almas llevan a que Sus Leyes se manifiesten en este tiempo con severidad.

Dios no podría ser Dios si no fuera el Dios del Amor.

El Amor fue lo que creó todos los universos, las estrellas, los planetas y la vida en todos los planos; pero si el Amor de Dios no está presente en sus corazones, nada de eso podrán conocer.

La vanidad espiritual es un arma muy peligrosa para este tiempo. Sé que existen almas, queridos hijos, que buscan la vida espiritual con arrogancia, con propiedad y control.

Las criaturas de la Tierra nunca tendrán nada para sí. Por eso les hemos enseñado, queridos hijos, a través de nuestra Presencia en el mundo, por medio de los Sagrados Corazones, que la humildad es la primera tabla de su salvación.

Sin humildad, nada conseguirán.

Sin humildad no podrán conocerse a ustedes mismos y desterrar lo que no es verdadero, lo que Yo llamo de falso.

Así el mundo, a través de los tiempos, de la guerra, de la aniquilación y del falso poder, creyó conquistar el planeta.

No será necesario, queridos hijos, que observen lo que sucede en el mundo. Miren a su lado y verán la verdadera necesidad.

Jesús también está dentro de los corazones que sufren y Él espera que lo puedan servir a través de sus hermanos.

El servicio en este tiempo es lo que promoverá la salvación de la humanidad; el servicio a los Reinos de la Naturaleza, a todo lo que encuentren en sus caminos como necesidad.

Hay mucho por hacer, queridos hijos, y son pocos los corazones y brazos que se disponen a hacerlo.

Uruguay tiene esa gran oportunidad.

El servicio en Uruguay no es la prioridad de las almas para su camino espiritual, porque significa rebajarse ante el prójimo.

¿Acaso Jesús, Vuestro Señor, no lavó sus pies por medio de los apóstoles?

Él se humilló ante ustedes para que Dios pudiera derramar la Misericordia sobre el mundo; Él se dejó morir en la Cruz, para que ustedes se pudieran salvar.

Él es la Verdad. No hay otra, queridos hijos, en este tiempo.

Los espíritus impuros podrán revelarles muchos secretos, o las energías que creen conocer podrán satisfacerlos; pero si no hay oración, no hay Amor de Dios, no hay servicio, no hay ascensión de la consciencia.

Estas bases que Yo les dicto los harán dignos ante el Señor.

Y creerán que orar será algo rutinario, pero en este tiempo es el portal que se abre para la liberación del mundo, en todos los Centros Marianos que Yo he consagrado a la devoción de Mi Inmaculado Corazón.

Aurora es ese Centro que Yo consagré desde el principio, cuando Mi Luz, la Luz del Amor de Dios, posó Sus Pies sobre este lugar.

Muchos creen que esto todo fue una locura y que aún lo sigue siendo. Miren el interior de sus hermanos y verán los frutos que Yo he conseguido realizar, de forma simple pero verdadera.

El mundo busca lo que satisface sus deseos y se aparta de Dios. Por eso sufre y no encuentra la Luz, se pierde en las tinieblas y sucumbe en los infiernos de la consciencia; cuando están sumergidos en el error, en la perdición, en el engaño y el sufrimiento, ¡ahí recuerdan a Dios!

Pero como Él sabe que la humanidad es muy frágil y débil, Él envía a Su Sierva para que sus ojos del corazón se abran a reconocer la Luz que viene del Cielo y de todo el Universo.

Queridos hijos, trabajaré con los que estén Conmigo hasta el final. No necesito que Me prometan nada, solo que hagan lo que les pido de la mejor forma posible.

Agraden al Corazón de vuestro Dios ofendido y mediten en Su Presencia a través de la Eucaristía; y que la oración siempre los eleve a lo Alto, así como Yo los elevo en Mis brazos a la Casa del Padre Celestial.

Hoy vengo a traer la quietud para sus espíritus, la serenidad para sus almas y la restauración para sus cuerpos.

No podré prometer, queridos hijos, que las batallas espirituales en este mundo cesarán. Mientras haya guerra y matanza de animales en la humanidad, el sufrimiento existirá.

Por eso, Yo los llamo a la oración; para que sus cuerpos, células y átomos se puedan elevar y perciban, finalmente, que no es necesario comerse a otro, a otro Reino semejante, tan amoroso e insignificante a sus ojos.

El Amor de Dios es lo que permite mantenerlos en la unidad.

Por más que lo que hoy les digo, queridos hijos, sean siempre las mismas palabras, es porque hoy todavía no han elevado sus corazones hacia Mis pedidos.

No cierren sus corazones por nada. Yo siempre los mantengo en Mis brazos para que puedan ver a Jesús y Su Corazón, que resplandece en este Universo.

Él es el Sol que los guía.

Yo Soy la Estrella que les indica el camino para poder encontrar su verdadero amanecer en la presencia de Aurora.

No se desesperen, pero no sean ingenuos. Acepten vivir la reconciliación, para que en el mundo se establezca la paz.

Estoy unida a cada corazón que hoy ha orado Conmigo sinceramente; porque Dios reconoce las ofrendas de todos Sus hijos y agradece su esfuerzo.

Ahora, queridos hijos, ante los Tronos del Padre, de los arcángeles, de los elohim, de los coros y ejércitos celestiales y de los ángeles de la guarda, que han sigo desterrados por las criaturas de este mundo que no aceptan el Amor de Dios, junto a ustedes y a cada peregrino oraré por el mundo con una simple proclamación.

Coloquen sus manos en recepción para que reciban el mayor regalo del Universo: el Amor de Dios que se fundirá en sus corazones y en el Corazón de Dios.
 

Padre del Universo, escucha la Voz de Tu Servidora
y enciende en los corazones la Llama de Tu Sagrada Presencia.

Perdona a la humanidad por su continuo sueño y despierta,
a través de Mi Aurora, a todos los que duermen.

Líbéralos de la ingenuidad. Llévalos hacia el servicio
para que encuentren Tu Paz y Tu Amor.

Derrama, a través de Mi Corazón bondadoso y servicial, todos Tus Dones
y concreta Tus Obras en todos los corazones del mundo.

Envía a Adonai, ¡Oh Padre Amado!, a Tus ángeles de Luz, para que derramen
Tu Misericordia sobre aquellos que Te niegan y no Te escuchan.

Ten Piedad, Señor, por los que son ignorantes y cierran su corazón a Tu Llamado.

Que en la última hora de este mundo las almas encuentren Tu Camino
para llegar a Jesús, y que Jesús los lleve a todos hacia Tu Reino de Poder Celestial.

Hoy dejo a Tus Pies, Padre Universal, a cada una de Tus criaturas,
para que no hagas temblar en ellos Tu Justicia,

sino que enciendas en sus corazones la Compasión infinita de Tu Espíritu.

¡Oh, Señor del Universo!, cierra las puertas inciertas en este mundo.

Perdona a los que no hacen bien las cosas y se olvidan de Ti.

Compadécete de los que destierran, de los que sufren el exilio.

Y muéstrate con Tu Faz, con Tu Gloria y con Tu Amor
a cada ser de este planeta, para que por Mi imploración y Mi alabanza a Ti,
Emmanuel, el Plan pensado por Tu Mente Única se cumpla hasta la Nueva Humanidad.

Amén.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Cantemos Ave María, en la Presencia de nuestra Madre.

 

Los encontraré siempre en la oración del corazón, sagrado refugio de las almas que esperan el retorno de Cristo.

Les agradezco por responder a Mi llamado y por orar por la consagración de las Américas a Mi Inmaculado Corazón.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, siempre es muy bueno que intentemos guardar en nuestro corazón ese Amor que nos trae María, este Amor que todo lo comprende, que todo lo alcanza, que todo lo puede, y que Ella sabe, por encima de todo, que está dentro de nosotros: el Amor de Dios.

Ella vino con ese Amor de Dios, con esa Fuente del Amor y de la Unidad del Padre, a ofrecerlo no solo a nosotros, sino también a todos aquellos que no lo quieren aceptar.

Y María, pacientemente, a través de cada encuentro, nos decía que va intentando reconstruir, trabajar en cada uno de nuestros seres, esa conquista, ese triunfo del Amor de Dios en nuestros corazones, en nuestras vidas.

Que es ese Amor de Dios, según María, lo que nos va a ayudar a enfrentar estos tiempos, estos momentos difíciles que está viviendo la humanidad y que Dios se servirá del amor que nosotros le ofrezcamos para que también Su Obra se pueda cumplir.

Queríamos, sintéticamente, simplemente relatar cómo fue la Aparición de hoy, pues es importante, para que todos puedan llevar esa imagen, esa misión que María trajo a través de Su Presencia.

Cuando llegó aquí, Ella se mostró, como siempre se muestra, como la Virgen María. Hoy, su Manto, el Manto que la cubría, era la Bandera del Uruguay.

Y en un momento, cuando comenzó a dirigir Sus palabras, se aproximó más hacia nosotros para irradiar ese Amor de Dios, el Manto que caía por detrás de Ella, que formaba ese Velo que iba hasta los Pies, tenía las banderas de todas las Américas, de todas las naciones de América.

Y mientras hablaba, a pesar de que hablaba, Ella iba orando por cada una de las naciones, por cada uno de los miembros que forman las naciones y por cada uno de los presentes que estaban coligados con Ella en este momento.

Y cuando comenzó a aproximarse aquí, a aparecer como siempre lo hace a través de una esfera dorada de luz que viene del Universo Celestial, que comienza a dirigirse hacia el planeta hasta localizar este lugar espiritualmente, Ella comenzó a descender y a abrir varios Cielos a través de una columna de luz.

Y mientras esa columna de luz descendía con cantos de los ángeles, las almas perdidas, las almas que estaban presas en los infiernos de este mundo, comenzaban a elevarse a medida que Ella descendía.

Y allí fue cuando Ella apareció, y se mostró esa Madre que estaba con el Manto del Uruguay.

Así que, solamente queríamos relatarles eso para ustedes, para que realmente confiemos que todo lo que está sucediendo es lo que tiene que suceder y que tenemos que, como Ella decía hoy, amar esa Voluntad del Padre.

¡Gracias Madre por cuanto nos das!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE SOROCABA, SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Yo vengo al mundo a traerles la paz a las naciones, el fin de las guerras en las familias, en los hogares y en los corazones, y en todos los pueblos que sufren el gran castigo del fin de los tiempos.

Yo vengo a instaurar la devoción a Mi Inmaculado Corazón en toda América y, hoy, después de haber estado en Medjugorje celebrando con toda la humanidad Mi aniversario mundial, en esta noche de Gracias, vengo a su encuentro a derramar nuevamente Mi Luz sobre el mundo.

Dios quiere de sus corazones lo mejor y lo bueno; por eso, los invito, queridos hijos, a vivir el camino de la caridad y también el camino de la oración del corazón.

Si viven estas cosas, tan simples pero importantes, sus deudas se disolverán de la cuenta de Dios y sus hogares se abrirán para recibir Mis Gracias especiales, aquellas que Yo deseo instituir en sus corazones y almas.

Como Reina de la Paz, los reúno a todos en Mi Cenáculo Sagrado, porque a través de Mi Corazón Inmaculado, queridos hijos, hoy están celebrando Conmigo la Comunión con Mi Hijo.

Dios Me ha permitido de forma especial, hijos Míos, traer la Sagrada Custodia Universal, el Gran Cuerpo Glorificado de Cristo, la Preciosa Sangre del Señor Jesús Cristo que debe ser contemplado en este tiempo definitivo.

Con alegría, vayan a sus parroquias y adoren al Señor. Él espera, hace tanto tiempo, escucharlos con detenimiento, escuchar sus oraciones y sus problemas. Dios desea, a través de los Sagrados Corazones, que la humanidad se pueda salvar nuevamente y la Señora de la Paz, la Reina Universal, quiere evitar la Ley de Dios sobre el mundo, para que la humanidad pueda emerger nuevamente del Corazón de Dios y ella ingrese en el Corazón del Padre a través de una profunda comunión que ustedes deben vivir, queridos hijos, en este tiempo más que nunca, para que el mal se pueda apartar de sus vidas y se pueda establecer en sus familias la misma unidad divina que vivió la Sagrada Familia de Nazaret.

Como Reina de la Paz, hijos Míos, Yo los invito a ingresar a Mi Universo de Paz. Por eso, no será necesario, hijos amados, que Me puedan ver con sus ojos físicos. Yo deseo que puedan sentirme con sus corazones y permanecer en Mi devoción eterna.

Oro por todos ustedes, día y noche. Desde el Reino Celestial envío a Mis Ángeles Custodios para que puedan protegerlos y acompañarlos; pero, en este tiempo tan especial que vive el mundo, Yo necesito que ustedes den el gran sí al Señor, así sus vidas cambiarán prontamente y sus familias se renovarán por la acción amorosa del Espíritu Santo.

Queridos hijos, al igual que en otros tiempos pasados, en los que Yo Me aparecí a otros videntes en el mundo; hoy, les anuncio, hijos amados, que despierten a este Mi último llamado, que sus ojos se puedan abrir a la Luz que viene del Cielo, que sus corazones puedan escuchar Mi Mensaje especial, el Mensaje que Yo tengo para este tiempo actual.

Vivan los Sacramentos, hijos Míos, y si se han olvidado de alguno de ellos, vuelvan a vivirlos prontamente, así estarán unidos al Padre y al Universo Celestial.

Yo deseo, en sus vidas, un camino de conversión, conversión que abrirá la puerta para vivir la redención, pero en este tiempo solo bastará la oración del corazón.

Yo, como su Maestra de la oración, vengo a enseñarles ese camino tan simple y sincero, el mismo que Yo aprendí cuando estuve con ustedes en el mundo. Aun llevando a Jesús en Mis brazos no dejaba de contemplar la grandeza del Señor. Así, podrán entender, queridos hijos, que en sus quehaceres diarios pueden contemplar al Señor. Dios contempla, con grandeza y amor, cuando Sus hijos se esfuerzan sinceramente.

Que sus corazones sean espejos de oración, que sean luceros para este mundo que está a oscuras. Esto es posible, queridos hijos; si ustedes lo hicieran así, no se reconocerán en poco tiempo, porque en sus rostros brillará la Luz de Mi Hijo y en sus corazones palpitará el Amor de Cristo.

Recen por todos los sacerdotes, por toda la vida religiosa universal. Yo vengo a instituir, en este fin de tiempo, un gran pedido que Me ha hecho Mi Hijo Jesús: unir a través del corazón y de la oración a todos los pueblos que están dispersos en el mundo. Si eso sucediera así, a través de su permiso y su acción amorosa, nuevas Leyes de Misericordia descenderán sobre el mundo y ya no será necesario que sufran más, queridos hijos.

Yo vengo a su encuentro como Mediadora Universal. Deseo desde hace tanto tiempo que puedan vivir en Mi Corazón; pero verdaderamente les digo, queridos hijos, que muchos de ustedes se han olvidado de Mi llamado.

Por eso, a través del Amor Materno que imparto a todos los corazones, Yo vengo a recordarles, queridos hijos, este importante llamado de buscar la paz del corazón. Así, se ayudarán a ustedes mismos y esa Gracia especial que viene desde el Cielo se expandirá por sus familias y amigos.

Ustedes saben, queridos hijos, que muchos de Mis hijos están sufriendo, en este tiempo, problemas espirituales que se agravan en las almas, enfermedades que aparecen en los cuerpos de Mis hijos, que parecen incurables. 

Busquen el camino de la oración, así encontrarán el camino de la cura. El Don de la Ciencia del Espíritu Santo les mostrará el camino para vivir su redención y, de esa forma, Mis amados niños, liberarán sus corazones de todos los males que viven.

Hoy, les pido, queridos hijos, que no abran las puertas al mal. El Cielo los convoca para algo especial, el Infinito Dios viene a su encuentro a través de Mi Corazón Inmaculado.

Yo Soy la misma de Nazaret, queridos hijos, la misma que apareció a lo largo de los siglos. 

Mediten en este acontecimiento especial que viven hoy. Hagan lectura de los acontecimientos y así, en el silencio del corazón, en la profunda oración del corazón y en la fe permanente, comprenderán todo lo que hoy les digo y entenderán porqué Yo vengo nuevamente al mundo. Es una gran necesidad del Padre, en Su Majestuosa Voluntad, que todos Sus hijos se vuelvan hacia Su Corazón.

Miren con los ojos abiertos el horizonte que está despertando, la luz del amanecer que está emergiendo. Yo Soy el Sol que los alumbra en la oscuridad, Soy su Estrella Guía.

Aférrense a Mis manos, queridos hijos, así Yo podré envolverlos con Mi Manto Sagrado y así, como Yo lo hice en Guadalupe, uniré a todos los pueblos como uno solo, disolveré el mal de los corazones, porque resurgirá la fe verdadera en todos los hijos que han creído en Mi Palabra.

En esta noche de Gracias, no los dejaré de bendecir. Vengo a derramar Mi Gracia Maternal sobre ustedes, a colocar Mis manos sobre sus cabezas, implorándole a Mi Hijo por Su Misericordia; de esta forma, sus familias, queridos hijos, serán premiadas por Mi Luz Maternal y se volverán a unir en el amor.

No se olviden de buscar el amor del corazón, así se librarán de vivir los sentimientos humanos. Dios decía que, a través de su fe, todos sus hermanos, sus familias, sus amigos y conocidos se volverán a unir; y esto será posible cuando vivan una vida de oración permanente, entonces a sus casas llegarán las necesidades de otros hermanos y podrán envolverlos con el poder de la oración para que la cura se pueda establecer en esos corazones.

Sé que muchos esperaban milagros. El verdadero milagro de Dios, queridos hijos, para este siglo XXI, es que Me haya permitido volver a su encuentro, especialmente en esta parte de América, anunciándome como la Reina del Sol, la Mujer que viste los Rayos Dorados del Padre, la Sabiduría del Padre y Su Misericordia para que sean derramada sobre el mundo.

Yo busco, de sus corazones y almas, la sinceridad verdadera. Mis ojos contemplan todas sus necesidades. Yo deseo que, todos Mis hijos, den el paso hacia el Plan de Dios a través del corazón, de la fe y de la oración en una profunda comunión con Cristo; porque si así lo hicieran, recibirán la Gracia que tanto buscan.

Dios tiene muchas cosas buenas para ustedes. Él ya ha golpeado la puerta de sus hogares, pero en este tiempo envía a Su Mensajera Fiel en nombre de Jesús, Cristo el Redentor, para despertar a aquellos que duermen en este mundo por la fuerza que ha tenido la ilusión de esta humanidad y que, a través de las modernidades, hipnotiza a Mis hijos, haciéndoles perder el camino de la fe.

Por eso, hoy les vengo a anunciar que están a tiempo de retornar a la Casa del Señor.

Les agradezco profundamente, queridos hijos, este preparativo que le han hecho a Mi Corazón.

En esta noche sagrada de fe, Yo vengo a entregarles Mi Amor, la fe que sus corazones necesitan y la cura que necesitan sus almas para poder seguir caminando en los caminos del Señor, en los Planes de Dios y en Su magnífica y amorosa Voluntad.

Yo Me anuncio a ustedes como su Madre, no quiero hacerles ningún mal, sino que sientan el resplandor de Mi Corazón Inmaculado.

Queridos hijos, todo esto es verdadero cuando los corazones se abren a la fe. Los necesito como Mis servidores y apóstoles del nuevo tiempo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora está orando por nosotros y por la ciudad de Sorocaba.

 

Hoy, les digo, queridos hijos, como lo ha dicho Mi hijo, que los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos, los que cerrarán la puerta para los que se han quedado atrás, y todos estaremos juntos en la promesa del Paraíso, del Reino de Dios.

Vengo también, en esta noche, a bendecirlos, y Me uno al corazón de todos Mis hijos, confirmando su fe ante el Altísimo Señor. Esto es lo más importante, queridos hijos, que la llama de su fe nunca se apague. Por eso, hoy les pido, que los hijos que están sentados en la última fila de este salón se aproximen para la bendición en este altar, y todos aquellos que lo sientan lo pueden hacer. Pero llamo de forma especial, a este altar más cercano, a los nuevos Hijos de María, que nuevamente son el ejemplo de la conversión y del Amor de Dios manifestado por el poder de la fe y de la oración.

Cantemos.

 

Canción: “Nuestra Señora”.

 

Cuando el alma canta se une a Dios instantáneamente y el Universo Celestial se manifiesta en Su corazón, creando la perfecta unidad entre las criaturas y Dios. En las cosas más simples y humildes se encuentra la verdadera llave que los llevará a la salvación.

Mis muy amados hijos, por la autoridad que Dios Me ha dado y bajo la protección y el amparo del Arcángel Rafael, de todos los ángeles del Cielo que glorifican perpetuamente al Señor, por el poder de Mi Inmaculado Corazón y por la fuerza imperiosa de la Misericordia de Cristo, Yo los bendigo en esta noche celestial, derramando lo más puro de Mi Corazón sobre sus corazones; y espero encontrarlos, prontamente en el Cielo, después de haber vivido sobre esta Tierra la gran experiencia de amor y de perdón.

Únanse, en este tiempo. Mi Corazón Inmaculado los ayudará siempre que Me abran la puerta del corazón, que es el camino directo a Dios, la bendición eterna de Nuestro Padre y del Amor predilecto del Señor por todo lo que Él creó desde el principio.

Yo Soy la Madre del Principio y del Fin, Soy Quien los esperará con alegría y con amor para abrazarlos fuertemente, para que reposen sus cabezas en Mi Corazón y así, que con sus oídos internos puedan sentir el palpitar de Mi Corazón Inmaculado que es el único motivo de su alegría en esta vida.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Recen el Rosario todos los días, la paz se necesita en este mundo y el fin de la guerra espiritual también. Así, la Misericordia del Señor descenderá y en el corazón del universo seremos Uno solo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Gracias hijitos, por responder a Mi llamado!

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de nuestra Madre Santísima, para cerrar este encuentro con Su Corazón Inmaculado, vamos a escuchar y vamos a cantar el “Himno de Medjugorje”.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Y para cerrar, vamos a cantar todos juntos “María de Nazaret”.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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