Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA 114.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Después del tiempo del Apocalipsis llegará un tiempo inconmensurable de paz, momento en el que Yo ya Me encontraré en el planeta, después de haber vencido al ángel caído por la fuerza poderosa del Amor de Dios en la expresión de la Santísima Trinidad.

Cuando ese tiempo llegue, llamaré una vez más a los Elohim para que reconstruyan los éteres del planeta, para que los planos etérico, astral y mental sean definitivamente sellados y todas las puertas inciertas, que se originaron desde Adán y Eva hasta el presente, se cierren.

En esa hora ya habrá pasado el Juicio Universal. Y en lo alto de un gran monte resplandeciente, semejante al monte al que Moisés subió a recibir las Tablas de la Ley, su Maestro y Señor posará Sus Pies.

En los cuatro puntos del planeta, las almas serán llamadas a Mi encuentro. Y los Resplandecientes serán testigos de ese momento, cuando la Santísima Virgen María, Madre de Dios y de los universos, les entregue a los Resplandecientes las reliquias del sacrificio y de la renuncia de los Míos.

Por un corto tiempo, el gran umbral del universo se abrirá en el planeta y todos podrán ser testigos de la historia de los escogidos, de los que han dado testimonio de Cristo a través de sus vidas.

Ese momento será coronado por los ángeles del Cielo. En esa hora, la Sangre de Cristo, Su valor espiritual, atómico y celular será reconocido.

Y el antiguo Proyecto Genético será reconfigurado. Los átomos de los autoconvocados girarán rápidamente, moléculas y células se iluminarán, y la red interminable del sufrimiento será transmutada.

En esa hora, pediré al Todopoderoso Su Intercesión; y, a través del Arcángel Gabriel, aquel que anunció a Mi Madre la venida del Mesías, en lo alto del monte resplandeciente, al lado de su Maestro y Señor, abrirá el último sello guardado en el Arca de la Santa Alianza.

En esa hora, también resplandecerán los Retiros y Centros Internos del planeta, y todos conocerán la oculta faz del Plan de la Hermandad.

Así como fue en el principio, llegarán los visitantes del universo para vivir este gran momento planetario y universal, en el que el Real Tiempo del universo se establecerá y lo que para la mayoría era un misterio desconocido y abstracto ya no lo será; porque prometo, en este día y en esta hora, que aquel que esté Conmigo hasta el fin, hasta el fin de los días, en ese momento en lo alto del monte resplandeciente, sentirá en su corazón un gozo desconocido, concedido por la obra magnífica del Espíritu Santo.

Todos los Linajes y todas las virtudes serán entregadas al Maestro, para que también el Universo Espiritual sea cambiado.

Y en esa hora, en la que se establecerán los Mil Años de Paz, que en verdad son mil ciclos de reconfiguraciones de la consciencia profunda del planeta y de la humanidad, su Maestro y Señor dará una nueva orden para que las cadenas y los grilletes de la perdición se disuelvan para siempre.

El Arcángel Gabriel tomará con Sus manos el Santo Grial, aquel Grial que fue testigo de la entrega de la Sangre de Cristo durante la Última Cena.

En esa hora, con el umbral del universo aún abierto en el planeta y en la humanidad, se volverá a establecer la unión de los tiempos, y todos los momentos evolutivos y espirituales que vivió esta raza serán expuestos.

La sangre de los mártires, en esa hora, justificará todas las guerras sucedidas en este mundo.

La vida sacerdotal restablecerá la conexión entre el Cielo y la Tierra.

El servicio abnegado de los consecuentes restablecerá la fe espiritual en todas las almas. Y aquellos que una vez perdieron el camino, por una última vez, serán contemplados por Mí para poder ser salvados y rescatados.

Por eso, en esa hora, las últimas santas mujeres estarán rezando, implorándole a Dios, junto con la Santísima Virgen María que ya estará presente en la Tierra, como Madre y Gobernanta, reuniendo a todos Sus queridos hijos en un único oratorio de Luz.

Así como fue en Pentecostés, la Santísima Madre del Cielo y de la Tierra volverá a pedirle al Espíritu Santo que descienda; y todos los méritos y dolores padecidos por la Santísima Madre, desde la Última Cena hasta lo alto del Monte Calvario, serán contemplados y Ella intercederá por última vez por el mundo.

Derramará Sus Gracias sobre aquellos que no las merecen, Su Amor enmendará sus errores, los errores de todos los que le fallaron a Cristo; y Su Santísima Mano, la Mano Maternal de la Virgen Santísima, señalará con una cruz de Luz a todos los rescatados.

En esa hora, esas almas serán contempladas por el Arca de la Santa Alianza y tendrán la Gracia y la oportunidad de comenzar de nuevo.

Y aún, Yo estaré sobre lo alto de ese monte resplandeciente. Y así como fue en Galilea, les volveré a hablar, pero esta vez no en parábolas, sino en verdaderos ejemplos de transformación y de redención que su Maestro y Señor ha visto a través de los tiempos en todas las almas.

Esto abrirá un nuevo tiempo y un nuevo ciclo, y entonces, se volverá a escribir la historia de los últimos días del planeta.

Los ángeles de la guarda se elevarán a Dios para dar testimonio de ese momento; porque todos aquellos que alguna vez hayan sido sacramentados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, también serán considerados por su Redentor y todos, delante del Santo Grial, verán la transfiguración de la Sangre de Cristo.

El Pastor los llamará a la mesa de la redención, porque Él volverá a partir el pan para compartir Su Cuerpo y Su Sangre en Presencia del Señor; e ingresará, en los mundos internos, un nuevo Propósito, aquel que las estrellas de origen tanto esperan.

Los nombres originales se iluminarán en el firmamento del universo, porque estos nombres emanarán del Sagrado Corazón de Jesús.

En esa hora, el plano material será transustanciado por la Presencia de Cristo, por las oraciones de las últimas santas mujeres y por las bondadosas madres del espíritu reunidas con la Santísima Madre de Dios.

Ya no existirá el juicio, la condenación ni la muerte. Las almas renacerán en el Espíritu Santo, su fe llegará más lejos de lo que esperaban.

Y este gran acontecimiento lo cerrará Dios, cuando Adonai descienda de las alturas con la Fuerza y el Poder de Su Reino, con la Omnipotencia de Su Amor, con la Gracia Eterna de Su Presencia. Así, por tan solo un momento, estarán ante el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en una Única Persona.

En ese momento, comprenderán el misterio de la Grandiosa Voluntad del Altísimo y Su empeño, permanente y constante, de que este Proyecto de la superficie de la Tierra exprese la presencia de los Nuevos Cristos.

Y todos aquellos que hayan sufrido injustamente las adversidades del mal serán recompensados. Los últimos serán los primeros y aquellos que creyeron ser los primeros, serán los últimos.

Benditos sean los humildes de corazón, los que padecen las miserias de estos tiempos, como el ejemplo de Mis hijos de África, porque serán los primeros en ver al Señor. Y, en esa hora, de esos pequeños corazones surgirá la fuerza de la renovación y de la fe.

Mis hijos africanos no serán más castigados con la impunidad, con la persecución o con la muerte. Yo mismo vendré a liberarlos de la esclavitud, porque ellos tendrán parte Conmigo en Mi Reino y, en esa hora, el mundo entero sabrá quienes son los corazones de África.

Yo los coronaré con Mis Gracias y Mis Misericordias; porque en lo alto del monte resplandeciente, ellos firmarán Conmigo la nueva alianza y lo harán por toda la humanidad. Así, triunfará Mi Amor, dentro y fuera de los hombres, dentro y fuera de las almas, en todo el universo.

Les dejo el sentimiento más profundo de Mi Corazón, para que se cumpla en esta humanidad y en este planeta.

Agradezco la respuesta de los consecuentes y orantes, de todos los que han respondido en estos días a Mi Llamado, sagrada experiencia que será guardada en el Arca de la Santa Alianza para que se funda espiritualmente con las Reliquias de Cristo.

Que así los corazones sean preparados para el fin de estos tiempos.

Para que esta aspiración se cumpla, la aspiración ardiente del Corazón de Jesús, celebraré con ustedes la Santa Eucaristía, así como la celebré con Mis compañeros en el Santo Cenáculo.

Les pido también a Mis sacerdotes, aquellos que en este momento están en Figueira, que acompañen este ejercicio espiritual.

Celebraremos este Sacramento, así como fue celebrado en el Cenáculo, de una forma simple, profunda y verdadera, así como es su Señor.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Pueden traerme aquí agua para lavar las manos.

Que los sacerdotes se aproximen.

Mientras nos preparamos para este ejercicio que hará el Señor por nosotros, oramos internamente para que, al igual que los apóstoles, podamos ingresar en el Santo Cenáculo.


En aquel tiempo, les pedí a los Míos que Me acercaran el pan y el vino para la consagración, porque si no hubiera hecho este ejercicio espiritual, el mundo no habría comprendido el sacrificio del Señor.

Así, los reuní a todos alrededor del Maestro. De una forma simple y austera, le ofrecí lo más grandioso de Dios a la humanidad.

Por eso, en esa hora del Santo Cenáculo, el Señor tomó el pan, lo elevó a Dios en acción de gracias y en sacrificio, pidiéndoles a los ángeles del universo que lo transustanciaran en Mi Glorioso Cuerpo.

Para eso, lo partí y se lo ofrecí a cada uno de Mis compañeros, diciéndoles: "Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados".


Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Enseguida, tomé el Cáliz con Mis Manos y lo elevé a Dios en acción de gracias y en sacrificio. Y para que esto se cumpliera, se lo pasé a Mis compañeros, diciéndoles: "Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, la Sangre de la nueva y eterna alianza entre las almas y Dios, la Sangre del Cordero que será derramada por la remisión de todas las faltas. Hagan esto en Mi memoria, así como lo hacen por Mí en este momento, hasta que Yo retorne al mundo".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Oración: “Padre Nuestro”.

Que Mi Paz descienda al mundo, así como Mi Sangre descendió sobre la Tierra.

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En comunión con Cristo y en Su Presencia Misericordiosa, nos damos reverentemente el saludo de la paz, saludando a cada Cristo interno.

Y anunciamos, en Presencia del Sagrado Corazón de Jesús, la Comunión Espiritual de todas las almas con Cristo.

Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los Sagrarios de la Tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido;
y, por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.

Y así, Mi Forma de Luz y Mi Sangre ingresaron en los apóstoles y en las santas mujeres, y los preparé para que recibieran al Gran Consolador y tuvieran la fuerza interior para sobrellevar la Pasión de Cristo, así como hoy Yo los preparo a ustedes para sobrellevar el calvario planetario.

En esta comunión y alianza Conmigo, en la presencia sagrada del Cenáculo de Cristo, que fortalece a Su Gran Cuerpo Místico, a Su Iglesia Espiritual formada por todas las almas, elevamos esta oferta a Dios, en gratitud, reverencia y devoción.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco.

Pueden ir en paz.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Te damos gracias, Señor, por cuánto nos das.

En este encuentro, Te honramos, Señor.

Gracias a todos.

APARICIÓN DE SAN JOSÉ EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ha llegado el tiempo y la hora de que puedan despertar, aun cuando piensen que están despiertos.

Ha llegado el tiempo y la hora de vigilar, porque durante la noche, la noche del corazón humano, como un ladrón llegará Aquel que es esperado por las naciones.

En el momento en el que será más difícil creer, en el momento en el que será más difícil tener esperanza, cuando solo el vacío habite en sus corazones, ahí llegará Aquel que es esperado por las naciones.

Cuando miren al mundo y solo vean caos, cuando se miren a sí mismos y solo encuentren confusión, cuando la mente de los hombres no consiga elaborar ni siquiera un pensamiento y el discernimiento parezca escaso o inexistente en la consciencia humana, sobre los que oran descenderá la sabiduría.

Y, en la oscuridad del mundo, cuando parezca que los seres caminan ciegos, y ciegos intentan guiar unos a otros, sobre los que oran descenderá luz.

Cuando sea más difícil perdonar, porque los errores cometidos por los hombres serán imperdonables, sobre los corazones que oran, descenderá la compasión.

Cuando el miedo tome el lugar del Temor de Dios y los seres duden de la existencia del Padre, en aquellos que oran, Él se manifestará.

Muchos no les dieron importancia a todas las veces que los Mensajeros de Dios les pidieron oraciones. Ya se preguntaron, hijos, ¿por qué formamos tantos Rosarios de Luz?, ¿por qué pedimos tantas oraciones por la paz en las naciones?, ¿por qué siempre los invitamos a orar?, ¿será porque no tienen qué hacer y necesitamos llenar su tiempo?, ¿o será porque ha llegado el tiempo, el tiempo de despertar? 

Es a través de la oración que encontrarán el equilibrio que despertará las virtudes y los dones que se confirmarán, día a día, en la expresión de sus Linajes y lo Sagrado encontrará espacio para vivir Su expansión.

Si hoy, se asombran con lo que ven en el mundo, Yo les digo que es solo el inicio del fin de los tiempos.

No les quiero causar terror, no vengo a colocar miedo en sus corazones. Vengo a fortalecerlos, para que puedan ver el caos y saber que también hay vida más allá, vida que habita dentro de ustedes como en el interior del planeta, como en el firmamento de los universos, como en las dimensiones invisibles que cohabitan en la Tierra; pero que los ojos de los hombres, cubiertos con velos, aún no la pueden ver.

Cuando oran, la Sabiduría de Dios es capaz de demostrarles esa realidad que existe en la Tierra, en el universo y en el interior de los seres. Hacia esa realidad quiero conducirlos, para que no confundan la ilusión del mundo con lo que es real.

No digo, hijos, que el sufrimiento es ilusión. No digo que el fin de los tiempos será una ilusión, pero él es solo un puente, una puerta para que crucen y encuentren una nueva vida, vida que siempre habitó en su interior, vida escondida y silenciosa en el interior de los seres, y que el Creador aguarda, pacientemente, que pueda despertar.

Aún con todo lo que saben, aún con todo lo que vivieron, será difícil mirar al mundo y no confundirse. Será difícil enfrentar el dolor y no identificarse. Será difícil enfermarse y no sentir a la muerte como algo que destruye a la vida. Pero hoy, quiero decirles que existe vida más allá de la vida.

El camino del calvario de estos tiempos es un poco más largo que aquel que el Señor vivió hace dos mil años. Lentamente, sus pies caminarán por este calvario y, en cada paso, transformarán la condición humana. En cada paso, el Creador, dentro de ustedes, va venciendo al viejo hombre y se va expandiendo más allá de las enfermedades, más allá del caos, más allá del sufrimiento, más allá del dolor, más allá de la confusión, más allá de las guerras y de los conflictos, más allá de las guerras en las familias, más allá de las guerras de padres contra sus hijos e de hijos contra sus padres.

Mucho más allá de esto, aquellos que oran, encontrarán la paz, sabrán ver por la ventana del sufrimiento y encontrarán allí un puente para una nueva vida.

El sufrimiento no tendrá el mismo peso para aquellos que despiertan, porque mayor que esto, será la proporción de la Verdad dentro de ustedes. Así vivieron los mártires; por eso pudieron soportar, porque la Verdad fue más allá de la fragilidad humana y reveló dentro de ellos, inclusive en sus células físicas, esta Vida Espiritual y Superior.

Sé que les parece imposible: miren la vida de los mártires y vuelvan sus ojos hacia sus propias vidas, cuán distantes están de amar a Dios con este fervor, de entregar su vida por Cristo, como Él la entregó por ustedes. Pero este pensamiento es parte de la ilusión que aún viven.  

Despertar, hijos, es comprender la vida con ojos de sabiduría, no compararse con el pasado porque ahora es otro tiempo, otras son las dificultades humanas y, a pesar de que existe una sola Verdad que deben alcanzar, será de una forma diferente. Pero todo aquel que cree, que ora y que se esfuerza, encontrará este camino.

La batalla de hoy es con las distracciones, con las indiferencias, con el egoísmo, con el orgullo y con la voluntad propia. Por eso es más difícil, porque se traban en lo invisible de sus corazones, allí donde piensan que nadie ve.

El martirio de estos tiempos son los constantes estímulos que la humanidad recibe en su mente y en sus emociones para separarse de Dios. Y es con eso, hijos, que deben batallar en este tiempo a través de la oración, de la adoración, del contacto sincero, verdadero y real con Dios.

Hoy, es más difícil pedirles que venzan las distracciones, las indiferencias y el orgullo que pedirles que entregaran sus vidas hace dos mil años.

Por eso, el Señor les dice que harán cosas mayores que las que Él hizo; porque Él sabía que las raíces crecerían en los corazones de los hombres, en sus mentes y en sus almas, y cuán difícil sería cortarlas y arrancarlas de lo profundo de su interior, para renunciar a todo eso por la Vida Divina. 

Hoy, quisiera abrirles los Cielos para que todos puedan ver aquello que es invisible a sus ojos, para que todos puedan contemplar el lugar sagrado sobre el cual están sus pies. Ese tiempo aún no llegó, pero hasta ese momento, hijos, oren.

Oren de corazón, entren en diálogo con Dios, abran las puertas de sus vidas para que Él tenga un espacio, para que Él pueda gobernar, para que Él les pueda indicar cada uno de sus pasos.

Incluyan al Creador en sus decisiones, en sus días, en sus pensamientos; y, poco a poco, Su Presencia se expandirá en su interior. Así se fortalecerán y serán capaces de enfrentar los tiempos que vendrán sin perder la paz, sin perder la esperanza, siendo verdaderos servidores de una humanidad que agoniza. No serán como ciegos que guían ciegos, sino serán como luz en la mesa del mundo, iluminando esta casa sagrada para que aquellos que están perdidos puedan ver el camino.

Para eso, deben recorrer el camino de la renuncia, de la soledad, del vacío; y descubrir, en ese vacío, la plenitud que no se encuentra en el mundo, la alegría que va más allá de la felicidad humana, la realización divina que va más allá de las realizaciones humanas, cuando Dios se realiza en ustedes.

¿Quién reflexionará sobre lo que les digo?

¿Quién tomará estas Palabras para sus vidas?

¿Quién será capaz de decir: “Yo viviré esto”?

Es así, hijos, que cuando los portales del mundo interior se abrieran en la Tierra y las realidades sublimes se manifiesten delante de los ojos de los hombres, ustedes no temerán, sino encontrarán su lugar en el Linaje que les corresponde, junto al Corazón de la Jerarquía.

Y cuando resuene la vibración de los Espejos, su voz resonará junto con ellos.

Y cuando se eleve el grito de los Guardianes y Vigilantes, su espada de luz también se encenderá.

Y cuando de rodillas los Contemplativos abran las puertas del Cielo, para que la Misericordia descienda sobre los que no la merecen; entonces, también sus oraciones atravesarán las dimensiones.

Y cuando los Gobernantes atraigan la Ley para el establecimiento de una nueva vida y de un nuevo mundo; entonces, ustedes también sabrán hacer de esas Leyes vida manifestada.

Y cuando la sabiduría colme el corazón humano; entonces, los instructores sabrán explicar y conducir a las almas que están perdidas.

Y cuando los Reinos de la Naturaleza necesiten de un ejemplo verdadero para también cruzar las dimensiones y encontrar una nueva evolución; entonces, estarán los reinistas apuntándoles el camino.

¿Dónde estarán ustedes, confusos ante la vida que se manifiesta o sirviendo junto con la Jerarquía en la construcción de esta nueva vida? 

¿Ya se preguntaron esto?:

¿Dónde quiero estar?  

¿Seré la novia que se durmió y se quedó del lado de afuera o seré aquella que entró, junto con Cristo, a una nueva vida, para compartir con Él una nueva evolución?

¿Mi lámpara está encendida o la encendí y dejé que mi aceite se acabara?

Pregúntense, hijos:

¿Dónde está mi consciencia, mi aspiración, mi voluntad?

¿Dónde habita mi corazón?

¿Quién habita en mí?

Les dejo estas reflexiones porque es tiempo de profundizar, es tiempo de despertar la consciencia, es tiempo de estar en el lugar que les corresponde; porque todo se cumplirá, así como está previsto desde el principio, y ustedes son agraciados con una Instrucción que ninguna iglesia, ninguna religión, ningún grupo espiritual recibió.

Sean agradecidos y consecuentes, tienen Mi bendición para esto. 

Hoy, quisiera ofrecerles el Sacramento del Lavapiés a algunas familias que son importantes para Mí, para que renueven sus caminos y reencuentren el propósito de estar como familia en este tiempo, para que encuentren fortaleza unos con otros.

Ustedes están juntos para fortalecerse mutuamente, para crecer en espíritu y manifestar patrones de conducta que la humanidad desconoce. Y cuando no haya paz en las familias del mundo, la paz que habita entre ustedes será un servicio que generará méritos para la salvación de las familias que están perdidas.

Por eso, hoy quisiera lavar sus pies, para que comiencen un nuevo ciclo, un ciclo de consagración interna de cada uno de ustedes con Dios, en el que cada familia sabrá cuáles son las virtudes y los dones que deben ofertar como grupo familiar en este tiempo.

Yo los acompañaré, y bajo la bendición de Mi Mirada los guiaré siempre.

Les agradezco. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

 

APARICIÓN DE SAN JOSÉ EN EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Allí, donde hay un corazón que clama sinceramente por la paz, está también el Corazón de Dios.

Allí, donde hay un ser que ora con la verdad de su corazón, allí se manifiestan los Espejos de Dios, para comunicarles Verdades Superiores a los seres, para revelarles misterios desconocidos y aquellos que son misterios solo porque sus ojos aún están mirando hacia afuera, y no hacia adentro.

Ha llegado el tiempo de que miren a estas montañas y no vean solo montañas. Ha llegado el tiempo de que miren al Cielo y no vean solo estrellas. Ha llegado el tiempo de que se miren a ustedes mismos y no vean solo seres humanos, no vean solo lo que encuentran en el espejo. Vayan más allá de él, hacia el espejo de sus corazones y, a través de él, podrán ver lo que se oculta en las montañas, lo que se oculta en los cielos, lo que se oculta en su propio interior. 

Cuando Mi Hijo estuvo sobre la Tierra, Él les habló a través de parábolas, y aún así no lo comprendieron. Él les dijo que las Verdades del Cielo aún no podrían ser reveladas a los corazones de los hombres; pero ahora ha llegado el tiempo, la humanidad ya maduró a través de sus errores, a través de los desvíos. 

Ahora, hijos, necesitan decidirse a no errar más, a no cometer los mismos errores de hace dos mil años. La humanidad es otra, este planeta es diferente. A través de ustedes, un Plan se debe manifestar, una Verdad se debe revelar, y no será solo a través de palabras, sino a través de sus vidas. Este es el verdadero milagro que vinimos a traerle al mundo: la transformación de la condición humana. 

Cuando Mi Hijo estuvo en la Tierra, en Cuerpo, Alma y Divinidad, para que los seres creyeran en Su Presencia, necesitó hacer prodigios y milagros a los ojos de los hombres. Hoy, hijos, la Verdad se revela a través de ustedes, los nuevos prodigios son la transformación de sus vidas, la manifestación de los Centros de Amor, la revelación de los misterios que estuvieron ocultos desde el principio de la existencia humana. 

Hace dos mil años, el velo del Templo se rasgó; hoy, el velo de sus consciencias necesita ser rasgado. Pero, para que esto acontezca, necesitan estar dispuestos a transformar las propias vidas y ya no ser los mismos. 

Sé que  muchos de ustedes miran hacia atrás y ya no encuentran lo que eran, ya dieron muchos pasos en este camino de transformación. Pero donde habita el Pensamiento de Dios, la Voluntad Perfecta del Creador, ese espacio interno dentro de cada uno de ustedes, aún está oculto, escondido detrás de la condición humana, de todas aquellas situaciones que aún necesitan entregar y transformar, para que eso pueda emerger. 

Y así, los Linajes se manifestarán. 

Así, los Guerreros se colocarán en sus lugares para proteger este Propósito. 

Así, los Espejos atraerán del Corazón de Dios lo que se debe manifestar como Propósito para la Tierra. 

Así, los Reinistas curarán el corazón herido de la Tierra y restaurarán la consciencia de los Reinos de la Naturaleza, a través de la comunión perfecta con toda la Creación. 

Así, los Contemplativos, en su súplica y en su silencio, restaurarán el Corazón de Dios y generarán méritos para que las almas más perdidas alcancen Misericordia. 

Así, los Curadores tocarán las heridas profundas y las curarán, para que los hombres ya no miren el dolor, sino que puedan mirar la renovación, puedan estar restaurados y redimidos para manifestar en esta Tierra el verdadero Pensamiento de Divino.  

Así, los Gobernantes gobernarán con el Poder de Dios, y no con el poder propio, y conducirán a esta humanidad al cumplimiento de la Voluntad Mayor. 

De esta forma, cada uno en su lugar construirá la Nueva Humanidad. Aún hay tiempo de vivir este Propósito, aún hay tiempo de abrirse a este misterio.

Así como Les revelé la verdad oculta en el Corazón de Aurora; hoy, hijos, permitan que sus almas contemplen, en este lugar sagrado, un misterio profundo. En el interior de estas montañas se guarda un misterio que nació en el Corazón de Dios, con el Propósito humano. 

Cuando el Creador pensó esta raza y la manifestó con Sus Ángeles y Arcángeles en todas las dimensiones, desde los Universos Espirituales hasta la menor de las partículas físicas, manifestó también un espacio que sería el guardián de esta raza, donde este Pensamiento habitaría, para  conducir siempre a la humanidad al retorno al Origen, el Origen del Pensamiento Divino.

A pesar de ser un proyecto perfecto, cuando el Creador manifestó aquellos seres que unirían las dimensiones, que unirían el Corazón de Dios con toda la vida manifestada, le ofertó este Pensamiento a consciencias imperfectas para que, a través de esta oportunidad, pudieran renovar la Creación, no solo sus vidas, sino toda la vida. 

Desde el principio, el Creador sabía que la humanidad se perdería en el camino, y así como Aurora manifiesta la Cura, aquí, hijos, pueden encontrar el Pensamiento de Dios, el Pensamiento Perfecto del Origen para que vivan la redención en todos los niveles de su consciencia, desde los Universos Espirituales hasta la menor de las partículas de sus seres. 

No busquen comprender lo que les digo, solo escuchen Mis Palabras y permitan que ellas los conduzcan a un estado de consciencia que es misterioso e incomprensible para la mente humana, pero al que necesitan llegar para reencontrar al Pensamiento Divino, para reencontrar a la Voluntad de Dios, y eso deben hacerlo en nombre de toda la humanidad. 

Por eso, solo escuchen, no cuestionen. Solo sientan cómo sus células vibran ante Mis Palabras, que manifiestan un misterio que es desconocido para la mente, pero que es revelado a la consciencia celular que habita en su interior. Por eso, déjense transformar. 

Les vengo a traer una ciencia espiritual, no solo mística. Esta no es una Aparición como otras, porque este tiempo no es como otros. No busquen referencias en lo que pasó, porque lo que debe acontecer ahora es nuevo, y para eso necesitan que los misterios sean revelados para que sepan dónde estar, cómo actuar. 

El Señor les envía el Espíritu Consolador, no solo para que sepan hablar en lenguas, recibir profecías y vivir Sus Dones, sino también les envía ese Espíritu para que puedan comprender Sus Misterios y, más que eso, puedan vivirlos. 

Vine del Cielo con un propósito; pero, como todo en la vida humana, este propósito necesita del permiso de los hombres para manifestarse. 

A través de Mis Palabras, vengo a transformar todo lo corrupto en el corazón humano. Hagan el ejercicio, hijos, de vaciar la consciencia de todo lo que conocieron hasta hoy y de todas las ansias por saber y por vivir en caminos místicos que más que llevar a sus seres a una verdad, los confunden.

Les vengo a enseñar que, para vivir la Verdad, necesitan estar vacíos de sí mismos, de todas sus voluntades y aspiraciones. Esa fue la forma como alcancé el Pensamiento Divino para Mi Vida, en nombre de todos los seres. Esa fue la forma como pude estar delante del Creador para que Él Me revelara Sus Misterios, para que Él Me mostrara los mundos desconocidos y la perfección celestial. Por eso, los invito a este camino de vacío, de entrega, de sacrificio por los demás, para que encuentren esa Verdad.

En el interior de estas montañas se escucha el suspiro de aquellos que aguardan poder servir a los hombres, de aquellos que aguardan que exista un momento de silencio, de vacío, de entrega. ¿Están dispuestos a vivirlo? 

Sientan el Corazón de Dios que pulsa no solo en el centro de la Creación, sino también en este lugar y, al mismo tiempo, dentro de ustedes. Sientan como este pulsar comienza a transformarlos, poco a poco; dejen que la oscuridad de la condición humana de lugar a la Luz que habita en sus células; dejen que sus heridas más profundas sean cicatrizadas; dejen que, en el silencio de su corazón, la Voz de Dios se haga escuchar. 

Aprendan a contemplar, aprendan a transmutar y a transformar a través de la unión profunda con el Corazón de Dios. Es así, hijos, cómo se retorna al Origen, al Origen Celestial y Divino.

En el interior de sus seres, emitan un clamor por los que más necesitan, por los que sufren, por los que agonizan. Dentro de ustedes, allí donde pueden encontrar el Corazón de Dios, hagan una oración por la humanidad, por los Reinos de la Naturaleza. Yo los escucho, Dios los escucha. 

Hoy, hago esta oración con ustedes, en el silencio de sus corazones, para que vuelvan a sentir la paz y para que aprendan, en el símbolo de Mis Palabras, que ustedes fueron creados para servir, para transformar, para interceder, para unir dimensiones, para renovar la Creación, y todo lo que hacen en sus vidas debería tener este propósito. Todos los que encuentran en sus caminos pueden ser tocados por la paz que hoy les entrego, pero para eso necesitan mantenerla en su interior. 

Hoy, el Creador les entrega un Legado, les coloca en sus corazones un código perfecto que, en el momento de mayor agonía, podrá emerger y mostrarles el camino, la palabra a ser pronunciada o el silencio a ser vivido, el momento de seguir o de parar. 

Cuando estén en duda, silénciense, vuelvan a encontrar ese estado de paz, recuerden este código perfecto que habita en ustedes y busquen allí la respuesta, allí donde el Creador los escucha, en la morada de su propio corazón. 

En el silencio, entre una palabra y otra, Yo los observo, los escucho y los siento. 

Hagan Conmigo una oración por este lugar, por esta nación, por la manifestación de lo Sagrado que aquí habita, para que la Justicia Divina purifique sin herir, transforme a través del despertar, y no del sufrimiento. 

Señor y Dios de Misericordia,
que desde el principio de la Creación amaste a los hombres,
contempla hoy la sinceridad de Tus Hijos
y, por el Infinito Amor que depositaste en sus corazones,
que la Esperanza Divina se vuelva a encender.

Concédeles, Señor, una oportunidad a los seres
que, en su imperfección, buscan Tu Verdad.

Concédeles, Señor, en el silencio del corazón,
un clamor verdadero por la transformación de los seres
para que, a través de este clamor,
Tu Verdad emerja,
Tu Misericordia descienda,
Tu Amor se renueve,
Tu Gracia se establezca,
Tu Pensamiento sea una realidad. 

Amén.

 

A través de las cosas simples, el Corazón del Padre se renueva. ¿Cómo es posible, hijos, que en este lugar, aparentemente perdido en estas montañas, el Corazón de Dios se pueda renovar?

Porque Él les quiere mostrar que es a través de la simplicidad, sin embargo verdadera, que Él se une al corazón de los hombres, que Él les revela Su Gracia, vierte Su Misericordia y transforma Su Justicia. 

Deben seguir orando, deben mantener las Puertas del Cielo abiertas en este lugar para que el Pensamiento de Dios, que aquí se guarda, este Código Divino y Original que fue depositado aquí, en el interior de estas montañas, para que fuese resguardado, pueda encontrar un espacio para llegar al corazón de todos los seres, para despertar a las almas y transformar su condición humana, para que no se lamenten en el final de los tiempos de no haber despertado, sino que, despiertos, vean emerger una Nueva Vida, conozcan la Voluntad de Dios, Su Grandeza y Su Perfección y sean testimonios del poder de la transformación divina. 

Esta es la mayor aspiración de su Padre Celestial: transformar la condición humana, transformar lo que hay detrás de esta condición humana, errores e imperfecciones que no provienen de este mundo, para que, a través de su transformación, puedan transformar toda la vida, todo lo que fue creado. 

Esta es la maravilla del Pensamiento Divino que son llamados a conocer. ¿Escogerán la condición humana o encenderán sus corazones en un clamor perfecto de unión con Dios para conocer a Sus Misterios?

Aún hay tiempo, hijos, de despertar. Y eso sucede cuando dan el primer paso. 

No quieran estar en un lugar que no les corresponde espiritualmente, no quieran ser perfectos si no se disponen a dar el primer paso. La transformación sucede en un proceso: cuando dan un paso, el próximo se manifiesta, y así es como reencontrarán la Voluntad Divina para sus vidas. Ella no se revelará si no están prontos; no encontrarán la transformación si no se disponen a eso, no se sumergirán en lo desconocido si no lo aman, no conocerán la Ciencia Divina que habita en sus células si no aprenden a amarla, a amar el Pensamiento de Dios. 

Y así, hijos, como la transformación se revela, como los Linajes se manifiestan, como los Centros de Amor se revelan, es como podrán ser partícipes del llamado Tercer Orden de la Hermandad. No pregunten lo que es, dispónganse a vivirlo. No quieran saber, aspiren a ser, y todo les será revelado. Eso es lo que les quería decir hoy. 

Dios buscó muchos caminos para traerlos hasta aquí. Sean capaces de valorar Sus Gracias, honrar Sus Dones, ser consecuentes con todo lo que Él les entrega. Yo les doy Mi bendición para esto.

Ahora, comulguen de la oferta perfecta de Cristo que, una y otra vez, los renueva para que puedan vivir todo lo que les dije. 

Yo los bendigo y con el Espíritu Consolador los colmo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Hermana Lucía de Jesús:

Antes de cerrar la transmisión, a pedido de la Jerarquía, vamos a hacer un breve relato para todos ustedes, porque ustedes saben que los Mensajeros Divinos nos quieren hacer cada vez más conscientes, no solo de Sus Palabras, sino de todo lo que sucede cuando Ellos llegan al mundo. 

Voy a intentar acordarme de todo, porque realmente fueron muchas cosas las que sucedieron y la Jerarquía Divina le ha dejado a Madre María Shimani, que debe estar acompañando esta transmisión, la tarea de profundizar con nosotros, estudiar estas últimas Apariciones, aquí en Argentina; para que todos nosotros, todos los que están acompañando estas Apariciones, podamos comprender más ampliamente lo que la Jerarquía estaba haciendo. 

Cuando estábamos orando, se sentía a través de la oración un movimiento espiritual muy fuerte que se manifestaba no solo en el Cielo, sino también en el interior de las montañas; movimientos espirituales que, yo digo, son como manifestaciones de Luz, manifestaciones de Ángeles, de Arcángeles y de Consciencias Espirituales que empezaron a trabajar en las dimensiones y en las realidades superiores, no solo con cada uno de nosotros, sino con los Reinos de la Naturaleza, con este espacio donde estamos de esta región de Argentina y con aquellos que acompañaban ese momento de oración. Y nosotros, que muchas cosas no comprendemos, no pensamos en eso, nos concentramos en la oración aguardando la llegada de la Jerarquía. 

Cuando San José llegó, Él nos mostraba un espacio sagrado dentro de las montañas, como un espacio espiritual, que después la Madre les va a poder explicar un poco mejor. Allí se vivía una realidad muy elevada, en donde se veían como Templos de Luz que guardaban un estado de consciencia divino. 

Era un estado de consciencia que el Padre manifestó en el origen y que guardó en ese espacio perdido del planeta, para que nosotros como humanidad, más allá de los errores que fuéramos cometiendo a lo largo de nuestra evolución, pudiéramos reencontrar ese Pensamiento de Dios. 

Eso era lo que San José empezó a traer hacia nosotros. Cuando Él empezó a hablar, esas dos realidades se unieron, era como un espejo de agua que manifiesta el cielo y lo que hay en la tierra.

Por detrás de San José veíamos esa realidad espiritual en el cielo, pero eso se manifestaba en la Tierra, dentro de las montañas, era como un espejo de esas dos realidades espirituales. Y en un momento, les confieso que pensé que no iba a aguantar, realmente era una vibración muy fuerte. 

Y, a través del silencio de San José, Él nos observaba para ver hasta dónde podía ir con nosotros, porque esa energía nos movía mucho internamente, nos movía a nivel de nuestras células, no solo a nuestro mundo interno, a nuestro mundo espiritual; porque Él nos explicó que esa Voluntad de Dios no solo era espiritual, era también para nuestra consciencia física, para lo que somos como expresión humana, material. 

Por eso, es que nos movía también a nivel de nuestras células y a medida que Él iba hablando, esa Energía Divina expulsaba de adentro de nosotros aquellas situaciones internas que nos separan de ese Pensamiento Perfecto de Dios. 

Y yo percibía que nuestras células giraban a una increíble velocidad y esa energía iba manifestando una Luz que venía, al mismo tiempo, de adentro hacia afuera y de la Jerarquía hacia nosotros. 

Ese mismo movimiento interno se manifestaba a nivel de la naturaleza y de la consciencia de la nación, sobre todo en lo que corresponde a este lugar; y San José mostraba que, a través de las Gracias que la Jerarquía trajo desde el inicio de la Peregrinación en Argentina, eso empezaba a transmutar una energía de Justicia. Esas Gracias, esas dádivas celestiales que los Mensajeros traían y la respuesta de cada uno de nosotros, a través de nuestras oraciones, empezaban a transformar esa energía de Justicia en una energía de Misericordia. 

Y Argentina iba recibiendo una Gracia que no la merecía, a través de esa Misericordia, que transmutaba esa Justicia. Era como un acontecimiento que ya existía espiritualmente, que se iba a manifestar en el plano físico y que fue siendo transformado por esa energía de Misericordia. 

Para que nosotros podamos comprender mejor, después la Madre va a estudiarlo con nosotros para que, a través de la instrucción, podamos ser aún más conscientes; porque la Jerarquía nos explicaba, San José nos explicaba, que esa Gracia no la podemos perder. 

Por eso, Él nos invitaba a mantener encendido este lugar, a seguir orando aquí, a seguir fortaleciendo el canal de la oración que la Jerarquía Divina manifestó, sabiendo que aquí habita un Lugar Sagrado de Dios, un espejo de un estado de consciencia celestial. 

Que nosotros podamos conscientemente, a través de nuestras oraciones, mantener esa Gracia disponible para la humanidad para que, como dijo San José, la humanidad pueda aprender a través del despertar y no del sufrimiento. Y que, en los momentos más difíciles, más definitivos, nosotros sepamos dónde estar, qué hacer, qué hablar, qué no hablar, cuándo debemos ir, cuándo nos debemos quedar, todo eso va a nacer de nuestro corazón, de este vínculo interno que cada uno de nosotros está construyendo con Dios, y que no lo podemos perder. 

Entonces, somos invitados a seguir orando aquí, para seguir protegiendo esa Gracia que recibimos, que Argentina recibió, que el planeta recibió. 

¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!

APARICIÓN RESERVADA DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO

Los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Aún la humanidad debe aprender a buscar y a encontrar la Luz, la Luz verdadera que viene de la Fuente, y no de otros lugares.

En esa Luz encontrarán la síntesis de toda la Creación, la vida de todo el universo.

Mientras no aspiren a esa Luz, el mal seguirá actuando en la humanidad y en las naciones. No hay otra llave para este tiempo. Solo deben colocar su consciencia en la Divina Luz porque allí todo se resolverá.

Las almas de hoy se apartan de esa Luz, de la Luz de la Fuente y buscan otros caminos, buscan otras experiencias.

Yo necesito que tengan muy presente este momento, porque la Luz siempre triunfará.

La Luz de Dios los llevará a la paz, a la paz que necesitan, a la paz que muchos corazones hoy no tienen por diferentes circunstancias.

Es en esa Luz Divina en donde sus consciencias deben permanecer todo el tiempo posible, aunque vivan la vida material.

Aunque pasen por las experiencias de la vida, de las pruebas, de los desiertos, de la adversidad y del caos, su consciencia debe estar fundida en la Divina Luz para que su fe interior sea alimentada; y así puedan atravesar el fin de estos tiempos.

Así comprenderán por qué estos tiempos se desarrollan de esta forma. Así sabrán por qué la humanidad se alejó de la Ley.

Es tan simple y profundo estar dentro de esa Divina Luz, pero las almas no lo hacen frecuentemente, sino que buscan su propia realización o hasta su propia luz.

Sí, Dios ha dejado la Luz dentro de cada uno, pero es hacia Él a donde deben llegar y no hacia ustedes mismos. 

Por eso, compañeros, no se confundan. No se dejen engañar en el fin de este año, en el que muchos acontecimientos espirituales se prometen a la humanidad y que son el reflejo de una fantasía, de una ilusión y de la adversidad.

Si ustedes están en la Luz, aprenderán a estar en la Ley de la Jerarquía y no abrirán las puertas de sus corazones para que sean invadidos por ideales o espiritualidades diferentes de las de Dios, porque el mundo está lleno de muchos dioses, de muchos ídolos. 

Su referencia, compañeros, solo está en el Señor, porque Su Luz es eterna, es invencible, es inmutable y nunca perecerá. La vida del mundo sí podría perecer, pero las almas que están en el Señor y que buscan esa Luz nunca perecerán, porque sus internos estarán alimentados por la fe y la fe les dará la fortaleza y les proporcionará entendimiento y ciencia.

El mundo ofrece muchas opciones en este tiempo de desesperación en el que las almas buscan una solución y viven muchas experiencias para encontrar una salida, una solución.

Pero cada uno deberá vivir lo que le corresponde, lo que está escrito. Y eso que está escrito podrá cambiar si su adhesión a lo Alto siempre es verdadera y no muda por otros acontecimientos, por otras opciones.

En este momento de la humanidad, la situación es vertiginosa y es muy definitiva.

A cada uno le corresponderá y le llegará el momento de saber en dónde colocará su consciencia, en qué camino la depositará para que sea conducida y guiada verdaderamente.

Detrás de los estímulos que envía el mundo a la espiritualidad de este tiempo, existen muchas intenciones que ustedes desconocen profundamente.

En este momento, su refugio está en la oración y en la participación activa en la vida orante para estar en comunión Conmigo y con el universo, para que sus vidas algún día sean un sacramento, una representación del Amor vivo de Dios testimoniado a través de su redención y de su conversión.

Solo deben aspirar a permanecer en las esferas superiores de la Divina Luz y no en otras.

Sus mundos internos no desean ni esperan sus experiencias de vida, la diversidad de historias que pueden crear en el camino de la espiritualidad que ofrece el mundo.

Cuando Yo vine aquí, a la humanidad, fue para fundar un solo camino que es el Camino Crístico, un camino de servicio y de abnegación, de simplicidad y de amor.

Si ustedes salen de esos pilares y los abandonan por otras ofertas que ofrece el mundo, ¿qué será de Mi Proyecto en ustedes y en sus hermanos? ¿Cuántas puertas Me podrían cerrar, impidiendo que Yo siga obrando a través de sus corazones y esencias?

A cada paso que la humanidad da, ella se precipita hacia los abismos de su propia consciencia, y allí es cuando los ángeles de Dios más trabajan para poder rescatar a las almas del infierno.

Hoy les hablo especialmente a todos los que siguen Mi Camino, a todos los que participan de esta Obra que Yo he fundado hace muchos años y que esperé muchos años para poder llegar aquí, a tocar sus consciencias para que vivan este momento Conmigo, este acontecimiento preparatorio del Retorno de Cristo.

Yo los necesito solo en el vacío constante, porque si no están en el vacío, compañeros, en el vacío de experiencias, no podré entregarles Mis tesoros, porque Mis tesoros son incalculables, pero no son materiales. Mis tesoros son espirituales y esperan ser entregados para que las almas se realicen en el Espíritu de Mi Amor y de Mi Verdad.

No pueden dejarse engañar por todo lo que les ofrece el mundo en este tiempo.

No pueden confundir su espiritualidad ni tampoco el camino que intentan construir con esfuerzo para poder llegar hacia Mi Corazón.

No podrían imaginar qué es lo que siento cuando las almas se alejan de Mí.

En este tiempo estoy intentando traerles el conocimiento del universo, la verdadera vida cósmica, para que sus dones y virtudes, llamados linajes, puedan despertar y estar al servicio preparatorio del Retorno de su Maestro y Señor; porque, compañeros, el caos sigue avanzando en el mundo, en las naciones, en los pueblos, en los que más sufren y no tienen nada.

Si colocan sus consciencias en ese nivel, comprenderán que lo que eligen lastima Mi Corazón, porque cierran una puerta a una oportunidad de Misericordia, que es necesaria del otro lado del mundo.

El apostolado que yo les ofrezco es de fidelidad, pero es también de exigencia, de lealtad, de soberanía y de transparencia.

No espero que sean perfectos en tres días; porque su imperfección se transformará cuando amen más que lo que Yo amé al mundo, cuando sirvan más que lo que Yo serví al mundo.

Su superación y trascendencia diaria serán la muestra y la justificación ante Mi Padre Celestial para que Yo retorne pronto al mundo y no siga aún esperando.

Quiero que tomen este Mensaje como una reflexión, como una oportunidad de crecer interiormente y no exteriormente, de no dejarse arrastrar por aquellas fuerzas espirituales que están en contra de Mi Proyecto y que hacen del mundo un escenario de horrores y de sufrimiento.

Yo vengo a decirles esto, dejando de decir lo que debo decir para el mundo, porque es la última vez que lo puedo hacer, compañeros. 

Necesito que entiendan que Mi Llamado no es pasajero ni transitorio, que Mi convocatoria no es un momento de emoción ni de fanatismo; porque lo que Yo traigo para el mundo es una verdad, pero también es una necesidad imperiosa de que despierten los Nuevos Cristos.

Mis Palabras llegan para poder purificarlos y para que en la purificación encuentren la Luz Divina que hoy traigo de la Fuente, una Luz que siempre los consagrará, una Luz que siempre los elevará y les permitirá retirarlos de esta coordenada de caos y de adversidad que se vive en la superficie de la Tierra, por tan solo salir de la Ley.

Dios prometió a la raza, desde el principio, la felicidad eterna y ella escogió vivir el libre albedrío. 

¿Ahora comprenden, compañeros, que viven desde tiempos remotos en un mundo paralelo, que viven en un tiempo alternativo que no es real, sino creado por ustedes mismos?

Pero la Jerarquía traerá ese Real Tiempo, para que vean con sus propios ojos, más allá de lo material, lo que existe en el universo y la vida activa que se vive en las estrellas.

Cuando ese día llegue, comprenderán la Creación y el sentido de este Proyecto Humano en la superficie de la Tierra y se darán cuenta de cuánto tiempo perdió la humanidad por negligencia e indiferencia.

Solo permitan que despierte, dentro de ustedes, la verdadera Luz Divina y no la supuesta luz que les ofrece el mundo en sus invenciones espirituales o en sus ideales.

Dios no se mezcla con esas cosas, la Ley tampoco, mucho menos la Jerarquía.

El impulso de la Jerarquía es constante y eterno, es rítmico, es dinámico, es real, y siempre los colocará para que den un nuevo paso y no se detengan, para que no se acomoden, para que no sean indiferentes.

¿Ahora perciben lo que es real y lo que es irreal?

Sus almas no pueden perder esta oportunidad. ¿Cuánto tiempo más esperarán?

El paso depende de ustedes y no del universo. El universo siempre los podrá ayudar, impulsar y auxiliar, pero la puerta hacia la cristificación está abierta para los valientes, para los que dicen sí.

Sean consecuentes con lo que les hemos entregado y la Luz Divina no les faltará en su camino evolutivo, porque cuando lleguen los estímulos del mundo y los ofrecimientos que hace la propia humanidad se darán cuenta de que no son reales.

Nadie comprende, en este mundo, lo que significa el alineamiento del universo o de los planetas, o aun la actividad de las propias estrellas.

La ciencia de esta Tierra no llega a comprender ese significado, y mucho menos los que no saben de ciencia.

¿Cómo es posible que crean en algo que les prometen y que no saben? 

Abran sus ojos internos, abran sus oídos internos, abran sus corazones y vivan Mi Palabra, para que Yo sea en ustedes y ustedes, algún día, sean en el Padre, como el Hijo es en el Padre y el Espíritu Santo es en el Hijo.

Les dejo Mi Palabra como un bálsamo de consciencia y de luz para el mundo. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL TERCER DÍA DE INSTRUCCIÓN, DURANTE LA SEMANA SANTA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

No Me falta mucho tiempo para regresar al mundo, por esa razón estoy llegando en estos días, porque Mi Padre Me envía al mundo para estar entre los Míos y prepararlos para ese momento que no está tan lejos.

En el Evangelio de hoy pudieron ver representado lo que dije hace más de dos mil años, que es una realidad para los tiempos de hoy.

Por esa razón, en el día de ayer, los hice ingresar conscientemente en el Reino de Mi Padre, para que sus almas vivieran una experiencia y para que de esa experiencia pudieran recoger un tesoro, que es un fruto de los Dones de Dios que ustedes necesitarán en este tiempo para poder vivir lo que llegará.

Es así que el Universo teje pacientemente el Plan de Dios en la Tierra, integrado por cada una de sus almas que se autoconvocaron para estar aquí, como muchas almas lo estuvieron a lo largo de los tiempos, en diferentes momentos de la historia de la humanidad, por medio de las Apariciones de la Santísima Madre de Dios y del Sagrado Corazón de Jesús.

Pero en este tiempo y en esta hora, Yo vengo por todos y aquí no prevalece ninguna religión ni creencia, porque hoy les vuelvo a recordar que ustedes son parte de la Fuente y todos vienen de esa Fuente inmaterial que originó la vida en el Universo, luego que los planetas, las estrellas y los soles fueron creados.

Así podrán comprender, compañeros, qué extensa es la historia de cada uno de ustedes dentro de esta Creación Universal y que, como en el día de ayer, cada uno pudo reconocer que es algo más que un ser humano o que una consciencia que piensa y reflexiona.

Es a través del valor que le puedan dar las esencias que Yo me serviré para llevar adelante Mi Retorno al mundo.

Por esa razón, vengo por todos, cristianos y no cristianos, creyentes y no creyentes, vengo por todos. Todos los que estuvieron atentos a Mis Palabras en el día de ayer, recibieron muchas Gracias que comenzarán a descender en sus vidas conforme el Padre lo ha pensado.

Esas Gracias que recibirán también beneficiarán a sus seres queridos y, en consecuencia, al resto de la humanidad. Cuando la humanidad reconozca que es una sola familia, estará preparada para recibirme nuevamente.

Cuando ya no existan diferencias, prestigios o protagonismos en ninguno de ustedes, porque todos son iguales ante los Ojos de Dios y Dios espera que cada uno de Sus hijos pueda también reconocer lo que Él ve y lo que Él siente.

En esta preparación, que hoy he realizado por medio de estas palabras, eleven sus consciencias hacia Mi Pensamiento; y de Mi Pensamiento divino y universal, reciban los nuevos impulsos y decretos que formarán sus vidas según el modelo que Dios espera para estos tiempos. Que cada uno cumpla con su parte, así como el Universo cumple con su parte mayor.

Reconociendo estas instrucciones, rendidos al Amor de Dios, abramos aún más las puertas del Universo para que, por un momento, tengan la visión y la consciencia de la razón por la cual están aquí, y son llamados por su nombre para recibir en este tiempo los impulsos espirituales del Redentor.

En este momento Nuestro Señor Jesucristo, con Sus Manos elevadas al Cielo, abre las puertas hacia otros Universos, a donde la humanidad nunca llegó, pero que hoy por primera vez llega a esos Universos a través del Redentor.

Acompañemos este movimiento espiritual de Nuestro Señor por medio de nuestra conexión y contacto con Él, colocando toda nuestra atención en lo que Él está haciendo, para que podamos seguir siendo colmados de todo lo que Él nos quiere revelar y mostrar.

Nuestro Señor dijo en este momento:

Por medio de Mis Palabras, Yo los santifico para que sus consciencias estén en la vibración necesaria e ingresen en la sabiduría universal que guarda la respuesta para cada una de sus vidas, así como el conocimiento de cada una de sus vidas.

Vean, por encima de ustedes, al Universo y a la gran bóveda de la Vía Láctea. Reconozcan las diferentes nebulosas y sistemas solares, y siéntanse dentro del vasto Universo de Dios. Y así, despierten en sus corazones el recuerdo de sus orígenes, así como lo recordaron en el día de ayer.

Perciban, entonces, que no es imposible poder hacerlo si de verdad están unidos a Mí y de corazón confían en lo que les estoy revelando.

Dentro de todo el Universo que los rige y los acompaña, concentren su atención en la nebulosa azul que les estoy mostrando, y vean cómo dentro de ella existe vida; y cómo diferentes estrellas brillan dentro de esa nebulosa, emanando sabiduría para el Universo.

Siguiendo al sonido de esta melodía, eleven sus consciencias un poco más, vaciándose por completo, para que puedan ser llenados de lo que verdaderamente existe en el Universo.

Siguiendo a Mis pasos, ingresemos en ese espacio de luz dentro de esa nebulosa azul. Vean a sus seres iluminados por esa luz azul y cómo, desde el centro de sus pechos, se iluminan pequeñas luces que brotan de sus corazones, que son el corazón de su origen.

Frente a ustedes, dentro de esa nebulosa azul, identifiquen catorce estrellas que, en perfecto alineamiento, contemplan a cada uno de ustedes.

Están ante sus Padres de los Orígenes, los Padres que el Universo concibió para que ustedes pudieran tener vida, y en ese vacío que deben ejercitar en este momento, siéntanse colmados y llenados por la presencia de esas estrellas de luz y pregúntense internamente ustedes: ¿quiénes son?, ¿por qué estamos aquí ante nuestro origen?

Y Cristo nos dice que recordemos no con dolor, sino con alegría, porque los errores del Universo material están siendo corregidos por la consagración de sus vidas y su filiación con Dios.

Cristo dice:

Detrás de esas catorce estrellas de luz, vean una poderosa Luz dorada. Es la emanación de Adonai, sin forma alguna, pero en un sublime estado de consciencia y repitan internamente: Adonai, Adonai, Adonai.

Y el Padre Celestial, abriendo Sus Brazos con Su emanación dorada de Luz, abraza con Su omnipotencia a todos los presentes y en ese vacío, donde no hay voluntad personal, parecer o querer, somos colmados por Su Presencia.

Cristo dice:

Ahí están los Padres de sus Orígenes ante la Presencia de Adonai, éstos son los Padres de Orión. Recuerden y sientan su Amor, silencioso y profundo. Y vean como de sus pechos aún emerge esa luz que los une a cada uno de sus Padres, quienes conocen su origen y su surgimiento desde la Fuente.

Y ahora nos vemos rodeados por esas catorce Estrellas de Luz, Cristo en el centro, por encima de nosotros la Consciencia de Adonai y alrededor de nosotros sentimos cómo vibra el Universo, como una melodía elevada que nos trae corrientes de Luz e impulsos de Luz a nuestras consciencias.

Estamos ante lo que una vez fuimos, estamos ante la verdad que hoy nos revela el Corazón del Redentor.

Por encima de esas catorce Estrellas que nos rodean, que son las esencias de nuestros Padres, vemos lenguas de fuego. Y se revelan ante nosotros los catorce Dones inmateriales del Espíritu Santo:

  • la ciencia del Entendimiento, 
  • el espíritu de la Verdad,
  • la fortaleza de la Luz,
  • el Amor inconmensurable,
  • la Abnegación eterna,
  • la Sabiduría divina,
  • la Cura espiritual,
  • la Vida interior,
  • el Conocimiento cósmico,
  • la Transmutación,
  • la solidez del Alma,
  • la Gracia incondicional,
  • la Inteligencia divina y
  • la Reconciliación interior.

Y Cristo nos dice: 

Ahora que saben que nunca estuvieron solos y que Dios siempre los colmó con Sus Gracias, regresen a lo que verdaderamente son, para que este Universo material e inclusive este planeta cumplan con el propósito que tienen ante la Creación, y así las consciencias sean elevadas hacia su verdadera condición espiritual, tomando consciencia de su misión y propósito.

Orión ha sido el lugar de muchas historias. Por eso viene hacia ustedes en la presencia de los catorce Padres de los Orígenes, los mismos Padres que conoció Abraham y muchos otros patriarcas.

Que todo esto los ayude a interiorizar sus vidas, para que estén alineadas al Propósito. Y después de este momento que está viviendo todo el planeta, muchos más corazones aspiren a llegar a la verdad, más allá de la religiosidad de la vida, ingresando en el abundante Conocimiento de Dios que se expresa en todas Sus moradas.

Hoy están ante una de esas moradas, que ha sido testigo de muchos acontecimientos, pero que hoy, Orión expresa una de las más importantes sabidurías para este Universo material. Ese impulso llega a ustedes directamente, por medio de Mi Presencia, para que puedan seguir afirmando lo que verdaderamente son y la razón por la cual están aquí, en este momento planetario, no para vivir las cosas del mundo, sino para vivir lo que está en el Cielo, en el Universo, y que desde hace mucho tiempo sigue vibrando y palpitando en su bóveda.

Reconozcan la llegada de los que vienen en su auxilio y estarán en el camino de la paz.

Trayendo nuestra consciencia hacia este lugar, ahora estamos con Cristo frente a este altar, para que podamos percibir la diferencia de cómo alcanzar un contacto más profundo con todo lo que está en las Esferas Sublimes.

Mi Padre Me pide hacer todo esto por una razón principal: para que despierten los talentos en cada uno de ustedes. En la Fuente, eso es llamado “linajes”. Ahora, después de este momento, cada uno está preparado para conocer su linaje que, en Mi Nombre, deberá aportar y servir a la humanidad en la construcción de la Nueva Humanidad, para que la cura se establezca, el perdón los redima y el Amor los eleve a la Verdad.

En honor a los Padres de los Orígenes hoy celebraremos, porque Dios les concedió la Gracia de tomar consciencia de la Verdad, para que cada día estén más conscientes, abiertos y disponibles para encontrar el sentido y la respuesta de estar hoy aquí.

Por eso, Yo rezo todo el tiempo para que Mis amigos alcancen esa Verdad, porque la Verdad los hará libres.

Nuestro Señor está pidiendo un velo de auxiliadora y una alianza de auxiliadora.

Para que comprendan, compañeros, cuán importante es su misión en la Tierra, antes de volver a entregarme en Cuerpo y Sangre para ustedes, les entrego Mi Amor a través de la consagración.

Traedme aquí también, aceite para ungir y agua para bendecir.

Los apóstoles y las santas mujeres conocían esta verdad que hoy ustedes saben, y durante los tres años de Mi Vida pública, los apóstoles y las santas mujeres fueron celadores, en los planos internos, de ese conocimiento del Universo. Es por esa razón que Mis apóstoles y Mis santas mujeres alcanzaron la libertad a través de la Verdad.

Hoy bendigo estos elementos, que he pedido que llegaran a Mi altar, para demostrar Mi gratitud y confianza en los que perseveran y se rinden ante Mi Cuerpo Eucarístico, como también en los Sacramentos y en la oración diaria.

Estos elementos son medios de conversión, así como cada uno de los elementos sagrados que ustedes llevan consigo, para que Yo los bendiga en este momento.

En humildad, coloquen sus elementos entre sus manos, sean rosarios, medallas, cruces o lo que lleven consigo. Pero, especialmente, coloquen sus corazones para que Yo los pueda aceptar.

Esperé diez años por este momento, para consagrar esta alma para un servicio más profundo a Mi Corazón, a fin de que se cumpla en el mundo la Obra de Mi Misericordia. También esperé hasta este momento para que cada uno de ustedes, según sus aprendizajes y escuelas, conocieran la revelación de esta verdad que hoy les traje, la cual al final de este encuentro Mi amada Madre María Shimani les explicará, por el don que Yo le daré a ella para poder pronunciarlo.

Mediante esta consagración del Cuerpo y la Sangre de Cristo, el Señor bendecirá los elementos que están ofreciendo, para que sean medios de Gracias para todos, de conversión y de luz para todos.

En este momento, en el que la Divina Misericordia desciende a la Tierra, por medio del Amor y de la Compasión de su Señor, ofrézcanme por lo menos un alma, una persona que les venga a sus consciencias y que necesite en este momento de Mi ayuda, sea una persona sana o enferma.

“Ante este conocimiento sagrado que los colma, y que beneficia a la humanidad en el acto del perdón y de la reconciliación, Adonai, como hace más de dos mil años, pero hoy reunido con muchísimos seguidores Míos, Te pido en el nombre de Tus hijos y del Amor infinito y cósmico que Tú tienes por cada uno de ellos, que bendigas estos elementos que son ofrecidos, para que Tú, Padre, estés más presente en la vida de cada uno de Tus hijos, para que ellos puedan sentir Tu bendición y Amor más allá de lo que suceda”.

“Por esa razón, hoy Te ofrezco este pan para que sea bendecido por Ti y se convierta en el Cuerpo Glorioso de Cristo”.

Por esa razón les vuelvo a decir: "Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo que hasta los días de hoy es entregado para el perdón de los pecados".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

“Elevo este Cáliz, Señor, para que también sea bendecido por Ti y para que se convierta en la Sangre de Cristo, y así el soplo de Tu Espíritu esté en los corazones de la Tierra”.

Es así que hoy les vuelvo a decir: "Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que es derramada por su Redentor para la remisión de las faltas. Hagan esto en memoria Mía".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Unidos a Nuestro Redentor, rezamos la oración que Él amorosamente nos enseñó.

Padre Nuestro (en español).

Padre Nuestro (en inglés).

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra.

Gracias Señor por cuanto nos das. En este encuentro te honramos, Señor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Comentarios de Madre María Shimani de Montserrat:

Vamos a intentar acercar a todos una historia muy antigua del Universo, y vamos a contar esa historia, simplemente, como si estuviéramos en una reunión con muchos niños que necesitan comprender una realidad muy amplia y, por eso, la simplicidad será la llave para su comprensión.

Hace mucho, mucho tiempo, cuando Dios pensó qué es lo que quería para Su Creación, Él se multiplicó en todos Sus Atributos, y sintió la necesidad de que criaturas materiales, que pudieran vivir la experiencia del Amor y de la Unidad, guardaran en el corazón de sus razas cada uno de Sus Atributos.

Entonces, les encargó a Sus arcángeles que construyeran hermosas razas, bellas criaturas que pudieran representar Sus Atributos en el Universo material.

Una de esas razas fue Orión, una raza de Corazón Azul, donde se guardaba el profundo Amor del Universo. 

Pero, por esas cosas que sucedieron entre los ángeles, hace mucho tiempo; uno de ellos, que no supo atesorar el Amor de Dios y comprender lo que Dios quería realizar, cayó preso de su propia ignorancia y quiso destruir la Creación de Nuestro Señor, el Padre Eterno. Y fue a buscar, en el Universo, una de las mayores Creaciones de Dios, la raza Orión. Y él quiso conquistar, a través de sus engaños al Corazón Azul de esa raza que guardaba el más profundo Amor de Dios.

Pero el Corazón Azul de Orión, después de vivir muchas pruebas a través de ese amor que guardaba en su corazón, pudo sobrevivir y aprender lo que nunca más, en el Universo, debe suceder.

Orión tenía 14 Padres, los sabios más sabios de la raza Orión, que "guardianaron" la Creación durante mucho tiempo, y en esa historia se cuenta que esos 14 Padres perecieron en manos del engañador, ofrecieron sus vidas por salvar a la raza Orión, y hoy brillan como 14 estrellas azules, como el Corazón de Orión, para que en el Universo siempre se recuerde que el Amor del Corazón de Dios triunfará siempre, porque esa es Su Voluntad.

Todos nosotros, en este planeta Tierra, tuvimos, algún día, algo que ver con ese Corazón Azul de Dios. Es una historia que cada uno va a tener que descubrir, porque a medida que ingrese más en el Corazón de Dios, va a encontrar ese color azul que guía su camino de retorno a Casa.

¡Gracias, Señor, por cuanto nos das! 

Y unidos a Ti, Rey del Universo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Queden todos con Dios. 

MENSAJE SEMANAL DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LA CUMBRE, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Uno de los importantes aspectos de Dios, dentro de Su Fuente Trina, es el Espíritu Santo, aspecto que actuó en la humanidad, en ciertos acontecimientos, con el fin de impulsar, de guiar y de socorrer a las consciencias que lo invocaban.

Hasta los días de hoy, el Espíritu Santo es un misterio no revelado de Dios que después de haber cumplido con Su misión hace más de dos mil años, en este tiempo Su manifestación, Su presencia y Su acción sucede a través de la Madre de Dios como la Señora del Espíritu Santo.

Es en este tiempo que el Santo Espíritu de Dios obrará a través de las almas que se dispongan a recibir Sus impulsos divinos y Sus Dones.

Sería de gran importancia que el ser humano fuera colmado al menos por uno de Sus Dones, porque eso ayudaría a que la verdadera tarea de cada ser se manifieste según la necesidad de la Divina Voluntad.

El Espíritu Santo acompañó acontecimientos puntuales de la humanidad y, al mismo tiempo, auxilió con Su ciencia y sabiduría en momentos culminantes, en los que solo el Santo Espíritu de Dios podía desviar o revertir un hecho que sucedería.

Sin la acción del Espíritu Santo, en la historia de la raza humana, el planeta como consciencia que evoluciona y vive, habría perdido su dignidad espiritual y el carácter de rescatable.

Por esa razón, Dios envió a Su Espíritu en ciertos momentos de la humanidad para ayudar a Sus criaturas, semejantes a Él.

Dios envió a Su Espíritu a los patriarcas para que de los pueblos surgieran los Dones del Padre y Sus Virtudes, para que despertaran los profetas y anunciadores de la Verdad Divina.

Dios envió a Su Espíritu para que Sus criaturas, a través de Cristo, fueran bautizadas por la potentísima Fuente inmaterial que es el propio Espíritu Santo.

Dios envió a Su Espíritu para que, de la célula principal de Su proyecto: la familia, surgieran los conocedores y los buscadores de la Verdad, para que despertaran los dones y las virtudes de los curadores, de los gobernantes, de los espejos, de los eremitas, de los guardianes y de los servidores. 

Dios envió a Su Espíritu para repoblar la Tierra con Su Amor infinito, para que Sus criaturas aprendieran a sentir que la única guía proviene del Padre Eterno y que del Padre surgen todas las fuentes de manifestación.

Después de dos mil años, durante los cuales el Espíritu de Dios obró y se hizo carne entre Sus hijos, a través de Cristo, hoy el Espíritu Santo vendrá con los mismos Dones que recibieron los apóstoles y mártires, por medio de la Sagrada Palabra para colmar los corazones dormidos y oscurecidos de una confirmación y de una confianza absoluta en que, a través del Espíritu Santo de Dios, se cumplirá el Proyecto, que nada ni nadie impedirá que Él actúe a través de los hijos de Dios, que el mismo Espíritu del Padre los hará a todos partícipes de Sus obras de Piedad y de Misericordia, que las Santas Virtudes del Espíritu de Dios puedan despertar y encarnar en la esencia de Sus hijos para que todos los talentos y los linajes estén al servicio del actual y crucial tiempo de la humanidad.

Quien se abra y acoja la llegada del Espíritu Santo tendrá la fuerza interna para representar a la Obra redentora de Cristo sobre la superficie de la Tierra; tendrá la fortaleza para proclamar la llegada del Reino de la Paz y del fin del cautiverio planetario; tendrá el impulso de la fe para seguir transformando su vida completamente según ese mismo modelo espiritual que el Padre Celestial manifestó en los patriarcas y en los profetas.

Dios les viene a dar Su Espíritu a través del Cuerpo y de la Sangre Divina de Su Hijo y a través del Mensaje que es anunciado por Sus Mensajeros Divinos.

Que el Espíritu Santo los ayude a enfrentar el fin de los tiempos, dentro y fuera de ustedes; y que se puedan sostener, en este ciclo definitivo, por la acción del Santo Espíritu de Dios.

Que el Espíritu Santo les traiga la fuerza de la renovación y de los cambios.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN BAHÍA LÓPEZ, BARILOCHE, RÍO NEGRO, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Cánticos de Figueira - “Con tu licencia”

Este último cántico de José Trigueirinho expresa la profecía sobre su próxima partida, anunciada aquí a través de los años.

Al mismo tiempo, el cántico expresa la gratitud y la profunda reverencia del instrumento de Dios por la Ley de la Jerarquía, indicándole a sus discípulos, de manera simple, cómo debería ser el sentimiento y la actitud correcta ante la inmensidad de lo que representa la Obra de Dios para el ser de superficie.

Este cántico revela, de una forma abnegada e impersonal, la despedida del Instructor de sus amados discípulos; la despedida de todos aquellos que, a través de los tiempos, fueron activados por la energía divina del sagrado conocimiento y de la Instrucción, posibilitando que cada alma encuentre su don y su linaje dentro del amplio campo de la vida universal.

La gratitud es la esencia del cántico, pero también es la expresión del alma de Trigueirinho por la infinita Misericordia y la Compasión del Padre Celestial hacia sus más pequeñas e imperfectas criaturas.

Aquí el Instructor y el instrumento de Dios profesa y simbólicamente anuncia su partida hacia el vasto Cosmos, el retorno de su espíritu a la Fuente y al Origen desde donde partió para servir al Propósito Divino y, a partir de allí, ingresar en nuevas Escuelas de Instrucción.

En este cántico queda bien grabado el mensaje más importante para los discípulos que es el amor que cada alma puede tener por la propia Jerarquía, para así mantener en este planeta la conexión divina con las sagradas Leyes Inmateriales.

Trigueirinho, de una manera simple, amorosa y reverente, se despide del ámbito de la vida material anunciando que es el espíritu el que sirve a través de los impulsos del alma y eso es lo que concede la elevación de la consciencia.

La firma final del Instructor es el amor que él deja grabado en el firmamento interior de cada discípulo, para recordarle a cada ser que todo se le debe al amor, a la Creación, a la existencia de una vida más allá de las formas.

Él recuerda que en todo está el amor y que cada alma deberá regresar a la Fuente de ese amor con toda la experiencia vivida en este planeta Tierra.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Cánticos de Figueira - “De estas colinas”

En este cántico de Figueira podemos presenciar y sentir la expresión del don de la fe, en una aspiración por alcanzar ese contacto profundo con el alma.

“De estas colinas” es un cántico que nos revela el linaje sacerdotal, un puente intermediario para la vida terrestre que permite acceder al contacto con lo Alto.

En este sentido, el cántico ofrece la armonía y también afirma la respuesta que el Padre Eterno, de tiempo en tiempo, irradia para Sus hijos.

El estado de retiro concede la profundización de ese contacto con lo Alto y con el Universo. 

Por esa razón, el retiro favorece ese estado interior de comunicación con las Leyes Superiores y permite colocar nuestra consciencia delante de lo que, en estos tiempos, será necesario transformar.

La fe es ese don superior que fortalece día a día nuestro compromiso con lo Alto. De esa forma, el alma, dentro de esa fortaleza, estará preparada para asumir responsabilidades y así llevar adelante el propósito de su misión.

Por eso el cántico, en un momento, revela que la Figueira le da paz. Quiere decir que la Figueira, como árbol sagrado de la sabiduría, proporciona las semillas de la instrucción y del conocimiento para que las consciencias puedan despertar y aprender a elevarse.

El cántico invoca la armonía, porque bajo el principio de la armonía se encuentra el camino de la unidad interna. Así, las almas se separan y se desprenden de los conflictos superficiales que llevan a la desarmonía.

Este cántico también atrae principios evolutivos y, al mismo tiempo, a través de ejemplos simples enseña cómo contactarse correctamente con la vida superior.

Abriéndose hacia ese contacto con los niveles superiores de la consciencia, el alma conseguirá amar la Ley Primera y, así, estar más allá de sí misma para poder estar en el Todo.

Esa aspiración a vivir correctamente la vida del espíritu aproxima la consciencia hacia el encuentro interior con la Jerarquía Espiritual.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Reina de los profetas

A lo largo de los tiempos Mi Hijo Me ha enviado al mundo para advertirlo y corregirlo del peligro inminente.

Fue así, que a través de los tiempos y como en este mismo momento, que Mi Consciencia Maternal escogió de entre todas las almas a los nuevos profetas, los que con determinación anunciarían las palabras y el mensaje de la Madre Celeste.

En todos los tiempos en donde la humanidad corría un gravísimo peligro, la Reina de los profetas despertó consciencias para que dieran ese servicio mayor, el que proviene directamente del Espíritu Santo, Espíritu Divino que promueve todas las revelaciones celestiales para este Universo.

La Reina de los profetas apareció así, en diferentes momentos de la historia de la humanidad, para despertar en consciencias simples y desinteresadas el linaje de los profetas, que significa un servicio de entrega a la regencia de las Leyes superiores que conducen a la consciencia que es convocada para dicho fin.

La Reina de los profetas tiene la misión de demostrar, a través de los profetas, que Su mensaje es universal, divino y atemporal, que el mismo puede servir a todas las almas para su instrucción, transformación y cambio.

El mensaje de la Reina de los profetas de todos los tiempos siempre intenta guiar, prevenir, corregir y concientizar a la humanidad entera, a una nación o a un individuo.

Los profetas tienen la tarea de subordinarse a principios espirituales que no están bajo su propio control ni pueden ser manipulados por ninguna consciencia. El don del profeta se basa en su espíritu de humildad, en el trabajo interno con el desapego y, principalmente, en amar cada día más la misión que por elección de la Reina de los profetas vino a cumplir con esta humanidad.

Para el Universo Divino existen profetas temporales y profetas atemporales, es algo que conduce directamente la Santa Voluntad del Universo Espiritual a través de los Siete Dones del Espíritu Santo.

El profeta temporal es despertado para esa misión por la propia Divinidad, o sea, por el Padre Eterno a través del Hijo Primogénito y de la Madre de Dios, quienes tienen la máxima autoridad para brindar consciencia a un alma sobre este gran y desinteresado servicio.

Por eso el profeta temporal puede servir de instrumento durante un tiempo para que se cumpla un determinado propósito, un determinado fin espiritual que es guiado por la Madre del Mundo. Cuando ese propósito se alcanza en la superficie del planeta, el profeta temporal o el mensajero de la Jerarquía Celeste deja de recibir naturalmente las instrucciones o los mensajes del Cielo.

El profeta atemporal es aquella consciencia que originariamente vino a cumplir un propósito divino durante toda su vida, es algo que no puede tener manipulación ni control humano, porque es el propio Espíritu de la Consciencia Femenina que guía ese tipo de misión espiritual.

Los profetas atemporales no tienen marcado conscientemente el momento en que finalizará su tarea de servicio, solo el Padre Universal sabe de ese momento, que será cuando Su Voluntad lo determine.

Los profetas de la Reina del Cielo no surgen ni se despiertan personal ni colectivamente para esa misión, porque es la propia necesidad de asistencia que tiene la humanidad lo que lleva a la Jerarquía Celestial a escoger y convocar a cualquier consciencia para dicho fin.

La semilla de la humildad y de la aceptación del Propósito son las bases primordiales para el desarrollo de los profetas, porque su tarea en este campo no es de su propiedad, ni benéfica para sí. El linaje de los profetas está centrado en el cumplimiento de la Divina Voluntad, la que se presenta en cada nueva etapa.

La Reina de los profetas es la regente de esas consciencias; Sus impulsos hacen que los profetas de cada tiempo reciban el impulso de donarse abnegadamente cada día más y de poder aprender la obediencia.

Los profetas de la Reina del Cielo tienen la misión más difícil entre todos los linajes conocidos, como el de los gobernantes, de los celadores, de los guardianes y de los espejos, porque ellos deben presentar al mundo la palabra divina, es decir, que el mensaje que los profetas reciben siempre movilizará y revertirá el estado de todas las situaciones.

Por eso la instrucción recibida por los profetas en tiempos distintos ha llevado a la consciencia de la humanidad a realizar un cambio, a mudar de actitud antes de que fuera demasiado tarde.

El mensaje que recibieron distintos profetas contactados por la Madre Santísima en diferentes épocas, siempre movilizó de espacio a la Iglesia y a todas las consciencias que en muchos casos durante apariciones marianas consideraron falso el mensaje.

La humanidad no valora el mensaje que es enviado a través de los profetas, como tampoco el don del servicio fraterno que ha sido desarrollado por otras santas consciencias.

La consciencia humana siempre ha necesitado de intercesión divina y de intermediarios, como los profetas, para poder corregir la vida planetaria. El mensaje que reciben los profetas de la Reina del Cielo lleva a esas consciencias a cambiar de punto, a transformarse, porque el mismo mensaje divino que emana de la Jerarquía Celestial tiene un voltaje y un impulso de energía espiritual que desarma cualquier estructura, la modifica y la sublima cuando la consciencia está en una sincera apertura.

Los profetas del fin de los tiempos tienen la tarea de aproximar al mundo las corrientes poderosas que, por intercesión de los Mensajeros Divinos, vendrán para modificar el actual rumbo de la consciencia de la humanidad.

Por eso en los profetas, como en los demás linajes, las consciencias más despiertas al servicio abnegado por el Plan y por la humanidad serán receptáculos vivos de todos los impulsos espirituales que llegarán al planeta para transformarlo.

La Madre y Reina de los profetas en este tiempo realiza Su obra corredentora a través de diferentes profetas en el mundo, que fielmente muestran los frutos de la transformación de sus vidas y de sus caminos, como un servicio a la humanidad, en un acto de absoluta renuncia y adhesión a las Leyes superiores que ayudan al hombre de superficie.

La Reina de los profetas es la gestora espiritual de la redención del mundo y Ella anuncia Su mensaje a través de instrumentos, para recordarle al mundo que la consciencia humana puede y debe cumplir con la Voluntad Mayor en estos tiempos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice y los ama,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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