Mientras la sagrada belleza de la Creación se expresa con amor, abundancia y devoción; todos los que la contemplan, interiormente son ayudados por las Leyes inmateriales que actúan en estos sagrados espacios del planeta.
Así, la consciencia humana, en el silencio y en la oración, es trabajada y los niveles más profundos del ser son llevados, con reverencia y amor, a las cumbres o a los lugares internos en donde la esencia de la regeneración y de la cura se expresa silenciosamente para la humanidad.
De esta forma, se desactivan estados corruptos de la consciencia humana que llevan a la precariedad de la vida material y espiritual.
Por eso, los lugares sagrados, como las montañas, permiten atravesar ampliamente niveles profundos de la consciencia en los que son necesarios la redención, la cura y el perdón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Si todos supieran lo que estas sagradas montañas de los Pirineos guardan, la humanidad ya podría ser otra en conocimiento, en ciencia divina y en cura interior.
Es por esa razón, que su Madre Celeste los ha llamado a peregrinar y a terminar esta jornada de largo trabajo a los pies de los Pirineos, para que una pronta regeneración se establezca y que favorezca la unión de sus esencias con la sagrada Misión de Nuestro Señor.
También les he pedido que vinieran aquí, para ayudarme a generar una importante corriente de regeneración espiritual en las almas que más la necesitan; porque de no recibir esa ayuda divina, esas consciencias no tendrían condiciones internas para enfrentar el tiempo final.
Por eso, su Madre Celeste los hace llegar a los Pirineos para que esa fuente de regeneración y de cura para la humanidad pueda volver a emerger, como fue hace mucho tiempo atrás, en la gruta de Lourdes.
Así, su Madre Universal intentará reactivar, en esta región, una tarea monástica de oración y de espiritualidad que ayude a la consciencia francesa a recuperar, interiormente, ciertos códigos que perdió. Sepan que todo este trabajo será preventivo y que ayudará a muchas consciencias en los planos internos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando un alma o un corazón se rinde y se entrega a Mis brazos, Yo lo puedo curar y hacerle sentir lo nuevo, lo esperanzador y lo bueno.
Cuando un alma se entrega a Mis brazos y confía, Yo puedo derramarle los códigos que necesita para alcanzar la paz durante su tiempo de redención.
Cuando un alma se entrega a Mis brazos y confía en Mis designios, Yo puedo tornarla semejante a las almas que existen en el Paraíso.
Por eso, la rendición no es renuncia ni martirio, sino la oportunidad de vaciarse como vida y como instrumento, porque así todo lo que hay que redimir y perdonar alcanzará su liberación interior.
Para rendirse a Mis brazos, el alma debe confiar en el Amor que Yo le puedo dar a través de los que la rodean.
El Padre necesita que cada alma, cada vida y cada corazón sean capaces de profundizar en sus grados de amor, porque el amor es lo que hará de cada consciencia un servidor pleno de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Presencia, entre ustedes, es un llamado a que transformen sus vidas en verdaderos instrumentos y modelos de santidad en el fin de los tiempos.
Mi Presencia, entre ustedes, aspira a redimir los aspectos profundos de la vieja humanidad y que se conviertan para el bien común.
Mi Presencia, entre ustedes, desea dejar grabado el Amor de Dios, el Amor infinito e inconmensurable que el Padre Celestial tiene por todas Sus pequeñas criaturas.
Mi Presencia, entre ustedes, espera hacer de cada corazón humano un corazón pacificador y pleno de Dios, con el fin de llevar adelante la conversión de la humanidad.
Mi Presencia; entre ustedes, anhela poder encontrar muchas almas más que puedan vivir su camino de rehabilitación, así como sus almas lo están viviendo en estos durísimos tiempos.
Mi Presencia, entre ustedes, solo busca que vivan en paz, en hermandad y en comunión con la vida; para que la decadencia humana sea purificada y los corazones se curen finalmente de todos sus errores.
Mi Presencia, entre ustedes, es para socorrer a la actual humanidad.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El bálsamo para la indiferencia: la Oración
Hijos amados:
Desde el principio de esta Obra y antes de ella, les enseñé a orar, inspirando sus corazones hacia la vivencia de un simple misterio, que por ser tan simple y accesible, fue incomprensible para muchos.
La oración es simple, pero no deja de ser misteriosa; no deja de guardar en sí, al igual que el silencio, un tesoro incalculable.
La oración es un escudo contra el mal, pero también contra sí mismos, contra todos aquellos aspectos que les son incontrolables; porque no es con su propia fuerza y poder humano, que conseguirán controlarlos y sublimarlos. La oración los coloca en las manos de Dios, como individuos y como humanidad, y abre una puerta para que sea la Ley Divina la que actúe en sus vidas.
Cuando Yo les cuento de Mis dolores, les muestro Mis llagas y los llamo a vivirlas Conmigo, no les estoy ofreciendo un peso mayor del que pueden soportar, sino que solo hagan y vivan aquellas cosas que ya están preparados para hacer y vivir, como orar constantemente.
Si oraran un Misterio todos los días, muchas espinas no estarían en Mi Corazón. Si oraran la Madre Universal, invocando Sus atributos, muchas de las energías capitales que los atormentan y que atormentan a la humanidad, ya no estarían en sus corazones ni en sus mentes, porque los atributos de su Madre Divina colmarían los espacios que hoy están ocupados por la vanidad, por la soberbia, por la indiferencia y por la inercia que permea las mentes y los corazones de Mis hijos.
No sufran ni se entristezcan al escuchar Mis palabras, porque esa es una forma humana de compensar la falta de esfuerzo y de sacrificio en sus vidas. Aquel que comprende verdaderamente lo que les digo, toma en sus manos el rosario y se va a esmerar por atraer hacia el mundo, el Don de la Presencia Divina.
Aquel que ve en el horizonte la Justicia de Dios, no se esconde de ella debajo de una mesa, sino que clama hasta el último segundo por Misericordia, aunque sepa que vivirá aquello que necesita, según el aprendizaje que escogió.
Hijos Míos, con amor les digo que es tiempo de vivir la madurez espiritual; y la alcanzarán, no con el pesar de sus corazones, sino con el coraje y el valor de atraer hacia el mundo, a través de la oración y de la transformación verdadera, las leyes que equilibran todo lo que la humanidad vive, debido a los permisos que constantemente se da, de herir el Corazón de Dios.
Con simplicidad en Mis palabras y con Amor en Mi Corazón, hoy sólo les digo que oren. Oren para que Dios triunfe en ustedes. Oren para que sea Él el que viva esta batalla. Oren para que encuentren fuerzas para no ser indiferentes, distraídos, y tan perdidos en las influencias del mundo y distantes de Dios. Oren para reconocer la Verdad, para contemplar en el mundo, lo que hiere el Corazón del Padre y saber equilibrarlo.
Oren para curar sus propios corazones y ya no buscar en el otro, o en el mundo, la justificación a sus miserias. Oren para saber verdaderamente lo que es cargar Conmigo la cruz de la humanidad entera y vivir la Pasión planetaria, como Mi Hijo vivió Su Pasión en el Calvario.
Oren para saber que la vida va más allá de lo que sus ojos pueden ver y encuentren en la eternidad su fortaleza. Oren, hijos Míos, porque es la oración -simple como ella es-, la que vencerá los abismos, cerrará las puertas al mal y consumará la redención de los hijos de Dios.
La oración es el bálsamo para los enfermos de espíritu, para los ciegos, para los débiles, para los pobres, para los que están llenos de sí y vacíos de Dios.
Oren de verdad y comprenderán, en el silencio de un sentimiento inexplicable e innombrable, la esencia de lo que hoy les digo. Mi rosario será una extensión de los suyos; siempre que oren de corazón, estarán orando Conmigo.
Yo los bendigo hoy y siempre, bajo la Luz del verbo orante.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Don del Temor de Dios
El Don del Temor de Dios es uno de los siete Dones del Espíritu Santo. Es una virtud interior que Dios depositó en las almas desde el momento de su concepción espiritual en el universo.
A partir de allí, el Don del Temor de Dios, así como el amor y la unidad, fueron pequeñas chispas colocadas en todos los espíritus creados para vivir y evolucionar en los universos.
El Don del Temor de Dios fue concebido en la Fuente Única y desde allí, al igual que los otros Dones, el Espíritu Santo se encargó de distribuirlo, como consciencia, entre las criaturas del universo. Esto fue posible por el servicio que prestaron los santos ángeles, desde el momento en que los seres surgieron de los Estanques de Luz.
Antes de que cada espíritu partiera para vivir su aprendizaje en alguna parte del universo, los ángeles sembraron en ellos el Don del Temor de Dios para que las criaturas, en sus diferentes escuelas, pudieran mantenerse unidas a Dios.
Este Don, hasta ahora no comprendido, despierta en alguna etapa de la caminata del ser, la posibilidad de percibir o de tomar consciencia de estar apartándose de Dios.
El Don del Temor de Dios genera en el espíritu, así como en la Creación, el recuerdo de nuestro compromiso con lo Alto y de cuánto debemos corresponder a nuestro Padre Eterno.
Así como el niño es gestado en el vientre de su madre y es alimentado a través del cordón umbilical, el Don del Temor de Dios es un Principio y, al mismo tiempo, es un estado que nos recuerda la importancia de mantenernos unidos a través de hilos de luz, a la Fuente Suprema.
El Don del Temor de Dios se manifiesta cuando la consciencia se aparta del camino de Dios y vive toda suerte de dificultades al punto de no saber cómo retornar a la senda que una vez abandonó.
El Don del Temor de Dios nos recuerda que, como seres espirituales, no podemos perder nuestra filiación con el Padre porque si lo hacemos todo se vuelve más difícil.
El Don del Temor de Dios siempre nos ayuda a buscar el equilibrio y la armonía en todas las cosas y a recordar cuál es nuestro verdadero propósito.
En estos tiempos, muchas almas viven el Don del Temor de Dios al sentirse distanciadas del Padre por todas las razones de la vida material e interna.,
El Don del Temor de Dios nos auxilia para que la consciencia humana no tome decisiones de forma impulsiva ni adopte acciones precipitadas. Este Don tiene como esencia el Primer Rayo de la Voluntad-Poder, porque su finalidad es remover todo en la consciencia para retirarla del punto en el que está.
El Don del Temor de Dios nos concientiza sobre nuestras verdaderas acciones y exigencias, nos corrige y, al mismo tiempo, nos coloca en el sendero correcto.
Cuando el Don del Temor de Dios se presenta en la vida de algún ser, es señal de que algo profundo, material y espiritual, necesitará revisarse para poder enderezarlo.
El Don del Temor de Dios eleva a la consciencia hacia la verdadera realidad, dejando en evidencia todo lo que la separó del Amor del Padre.
Este Don puede reconstruir los lazos de amor y de paz con el universo, a partir del momento en que la consciencia de superficie se reconoce pequeña, humilde y semejante al prójimo. El Don del Temor de Dios nos ayuda a retornar a lo que es verdadero y no superfluo, despierta el espíritu de la caridad y de la transparencia.
El Don del Temor de Dios alinea la consciencia con lo que es superior. Así, ella se siente amada y aceptada por algo que es cósmico y divino, a pesar de reconocerse imperfecta.
Este Don permite reactivar en nosotros la confianza en el Único, para que participemos de Su Fuente de renovación y de cura.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El cierre de un ciclo de Gracias
La Fuente de la Cura a través del sonido y del canto permaneció abierta, durante este último tiempo, mediante los que se adhirieron y se esforzaron para que los encuentros de música se llevaran adelante.
Después de las últimas bendiciones recibidas durante la Sagrada Semana, las almas, en general, se comprometieron a colaborar más y a trabajar para la realización de la Obra de los Mensajeros Divinos.
Los encuentros de música sucedidos en los últimos meses demostraron al Universo la posibilidad que tiene el ser humano de superficie, de revertir y curar espiritualmente ciertas situaciones graves del planeta, al punto de tornarse un cooperador consciente del Plan Evolutivo.
Con el correr del tiempo, la producción de los encuentros de música se fue caracterizando por una intensa exigencia de trabajo y de dedicación material, para que cada próximo 23, como lo es hoy, se pudiera concretar la tarea fundamental entre los corales y su Madre Celeste: la misión de atraer, mes a mes, la actuación de nuevas Leyes que puedan modificar la realidad caótica del planeta.
Tal fue la exigencia práctica en la producción técnica durante los últimos meses, que su Madre Celeste convocó explícitamente a servidores abnegados para colaborar, de forma inmediata, con el fin de continuar la misión que se realiza a través de los encuentros de música.
Esto significó, desde el punto de vista humano, una gran demanda y una exigencia extrema para que en los últimos tres meses se pudieran concretar estos encuentros.
Por esa razón y por la falta de respuesta inmediata, su Madre Celeste solicitó, en estos días, el receso por seis meses del programa en vivo: Encuentro de Música para la Cura y la Elevación de la Humanidad, para que todos los servidores del Plan de Amor, tanto los que activamente participan, como los que presencian estos encuentros los días 23, perciban que la Obra que depositaron los Mensajeros Divinos en la humanidad para generar un estado mayor de cura, de gracia y de misericordia, es responsabilidad de todos los que están unidos a ella de corazón.
Con esto, estoy invitando a Mis servidores a salir del punto constante de querer recibir, de esperar o de suplicar para que, en definitiva, ustedes actúen, trabajen, protejan y cuiden la Obra que les fue confiada con tanto amor.
El receso de música para la cura significará el silencio de la humanidad, la que no podrá estar clamando por la misericordia, que ella necesita con urgencia.
Espero que después de esta Sagrada Semana, así como lo pidió Mi Amado Hijo, sus actitudes y pensamientos no sean más los mismos.
La Jerarquía Espiritual los llama a participar de un plan de rescate y de emergencia planetario, ya estamos en otro ciclo y es hora de actuar con prontitud y no con lentitud o inercia.
Los invito a despertar nuevamente del posible sueño mundial en el que ingresaron.
Todo el Universo espera por el paso de los servidores del Plan de Redención de Cristo.
¡Adelante!
Los concientiza,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Tres días antes de la entrada de Jesús a Jerusalén, Nuestro Amado Señor visitó a una piadosa mujer de la región de Galilea. Fueron tantas las oraciones de esa humilde anciana que Jesús, al pasar cerca de su casa, escuchó internamente su pedido por aquellos que crucificarían al Hijo de Dios.
Jesús se acercó a esa mujer humilde, y ella sintió la presencia del Amor del Maestro; amor que Él irradiaba, con intensidad, por donde pasaba.
Aun sin poder verlo físicamente, ella lo sintió en su corazón; y Jesús, entrando a su casa, se aproximó y le dio la bendición. La anciana parecía inmóvil al saber que estaba por primera vez frente a Aquel que daría la vida por ella.
Entonces, el Maestro, imponiendo Sus Manos sobre los ojos de la piadosa mujer, la curó de su ceguera y permitió que lo viera, como ella siempre había querido. La anciana se arrodilló ante Él por este milagro y comenzó a besar Sus Pies, bañándolos con un abundante caudal de lágrimas.
Jesús la levantó y, al mirarla a los ojos, le dijo que le daba la paz para que la tuviera para siempre y que siguiera orando por Su Señor, porque Su hora se aproximaba, la hora más difícil de Su agonía.
La anciana, atendiendo a Su pedido, respondió que desde hacía tiempo oraba por los enemigos de Jesús para que, algún día, ellos se convirtieran.
El Señor enseñó a Sus apóstoles, los que quedaron conmovidos por lo que había sucedido con la anciana, que el Reino de Dios es el tesoro de los más humildes de corazón. Y les preguntó si sabían por qué esa pobre mujer había sido curada.
Los apóstoles se quedaron sin palabras y en silencio, y Jesús les respondió que la fe de esa simple mujer la había curado, la fe que ella sintió por Dios a través de Su Hijo; y todo lo que en esencia permitió ese milagro, fue el despojamiento que ella tenía de sí misma, al punto de no percibir que estaba totalmente ciega.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Después de que Jesús estuvo en Betania reunido con las doce santas mujeres, Nuestro Señor partió rumbo a Jerusalén, acompañado por algunos de Sus apóstoles. Ese era el momento en que Él, como hombre, enfrentaría Su gran tarea espiritual por la humanidad.
El Maestro, en ese viaje, visitó otros lugares que estaban en el camino, en donde depositó más códigos de Luz, con el fin de que la humanidad se sirviera de ellos en el futuro y a través de las siguientes generaciones que vendrían después de Él.
Por última vez y en la presencia interior del Padre, Mi Hijo pasó por algunas ciudades y pueblos, acompañado por Sus apóstoles, para enseñarles cómo curar, sanar, liberar poseídos y, sobre todo, instruir y proclamar la Buena Nueva.
El Santo Señor intentó dejar grabada en la consciencia de la humanidad, la importancia de Su pasaje por la Tierra y el momento esperado de Su segundo Retorno al mundo.
En este sentido, Jesús, que después sería reconocido como el Cristo, reveló a las almas los más altos grados de amor para que ellas, a pesar de cualquier circunstancia o situación, nunca olvidaran que el Amor de Dios está presente en todo lo creado.
Así, Mi Amado Hijo recorrió varios lugares de Tierra Santa antes de ingresar a Jerusalén el día domingo, en donde comenzaría la Pascua; momento en que el cordero sería inmolado y sacrificado por las propias manos de quienes lo entregaron por engaño y por error.
Durante Su visita a los pueblos de la región de Israel, Mi Amado Hijo dejó presentes las llaves espirituales para que, enseguida de que fuera condenado a la cruz del mundo, las almas recordaran quién en verdad había sido Él.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cada oración pronunciada con amor es como una flor que se abre en Mi jardín. Es una Gracia que se puede derramar sobre alguna consciencia de este planeta.
Así, cada vez que se ora de corazón, nuevas Gracias y afluentes de Misericordia surgen para derramarse sobre alguna situación del planeta. Vean, entonces, la importancia de la vida de oración y deu nión con Dios.
Por más difícil que algo parezca, la oración tiene el poder de cambiar el destino, siguiendo los principios de las Leyes Celestiales.
La oración puede enderezar y corregir lo que está desviado o incluso lo que no está claro.
La oración es la esperanza de los mansos y el fuego ardiente de los pacificadores. Es la forma que cada alma tiene de comunicarse con Dios y de convertir cada momento de oración en una oportunidad de estar en comunión con lo Alto, así como de hacer florecer en Mi jardín maternal, muchas, pero muchas, más Gracias.
La oración es el alimento que nunca le debe faltar al espíritu y el agua de vida que siempre debe tener el alma.
La oración es el portal que los conducirá hacia la paz y hacia el despertar.
Es el mayor remedio para curar cualquier necesidad espiritual.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Que el canto de cura y de redención planetaria sea entonado, para que las puertas inciertas se cierren en la consciencia humana.
Que nunca ningún cantor desista de servir con su simple voz al Reino de Dios.
Que las notas y melodías musicales, en este día, sean activadas para que las almas del mundo escuchen en su interior el Gran Llamado.
Que los coros de la Tierra, formados por los grandes ejércitos de las almas al servicio del Plan de Dios, se unan en comunión a los potentes coros angélicos para que en todo este Universo se emita la clave sagrada de la paz y de la reconciliación.
Que con cada pieza que hoy será presentada, los Universos sublimes desciendan al planeta para que la consciencia humana siga siendo trabajada, y así, las criaturas reencuentren el sentido de su vida espiritual.
Que cada cantor, que emitirá la melodía de armonía, coloque en su corazón a las naciones del mundo, con el fin de que se establezca un tiempo de paz en donde ya no existe.
Que las manos de los coralistas se unan entre sí para atraer hacia la Tierra la unidad entre el hombre y Dios, que nada más esté separado, que reine la sagrada hermandad para que cada alma cumpla con su preciosa misión.
Que cada instrumento irradie la nota de cura que le falta a muchas almas, y que así, cada corazón reciba el impulso interior que necesita.
Que este encuentro de música perdure a través de los tiempos y, a través de las ofrendas, que todos los corales no dejen nunca de abrazar el llamado de los coros celestiales, porque les aseguro que estarán siendo partícipes del anuncio de la segunda Venida de Cristo.
Que sus corazones se alegren y que las bases de este encuentro de música se fortalezcan por el amor de todos al Divino Propósito Mayor.
Que las puertas de este encuentro de música se mantengan abiertas para que nuevos cantores puedan llegar, y así, la hermandad se expanda más allá de las naciones, de los pueblos y de las razas.
Que Mis hijos del mundo tengan presente que todavía espero por las almas que se ofrecerán para formar parte de la sagrada producción de este evento celestial.
Los espero.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy esa mujer de Nazaret que, hace mucho tiempo atrás, fui llamada por San Gabriel Arcángel para ser portadora de la Luz de Dios por intermedio de la venida de Cristo.
Hoy, soy esa simple mujer de Nazaret, llamada María, la Madre de Todos los Pueblos, la que anuncia en este tiempo al mundo la segunda venida de Cristo.
Soy esa mujer que todos conocen, que es constante y paciente, que camina al lado de cada hijo que se abre para reconocer que puedo estar en su corazón todo el tiempo.
Soy esa mujer que hace un tiempo atrás, aquí, en esta ciudad de Carmo, se anunciaba en lo alto de la colina del Redentor, y les decía a todos que un gran cambio se avecinaba para la humanidad.
Soy la Madre de Dios y Madre del Altísimo, soy la Madre de la Figueira, y soy la Señora del Carmelo.
Vengo para pedirles que oren y que se animen a hacerlo, así como, en los tiempos pasados, ustedes oraban para que los negros se liberaran de la esclavitud.
Vengo como Madre para reabrir las puertas del Cielo sobre esta sufrida ciudad.
Vengo para decirles que Yo estoy aquí, muy cerca de ustedes. Que estoy presente en lo alto de una colina, en una estancia cercana a su pueblo, y deseo que con su humildad Me visiten y oren Conmigo para que Yo los pueda ayudar todos los días.
Hoy les enseño en humildad, hijos Míos, el camino de la verdad y de la paz.
Hoy he venido hasta la puerta de sus casas para golpear en las puertas de sus corazones y para pedirles que Me acepten, así como Me aceptan y Me viven en la santa iglesia.
Pero en este tiempo he decidido, a pedido de Dios y de Mi Amado Hijo, venir fuera de Mi iglesia, para que Me pudieran encontrar presente en las puertas de sus casas, en las calles de esta ciudad, en los barrios de este pueblo, en lo alto de la sagrada colina y en cada corazón que se abra para sentirme en lo más íntimo de su ser.
Soy la Señora del Carmelo, Madre de los pobres y guía de los misioneros.
Vengo para pedirles, hijos amados, que con sus corazones abiertos, se arrepientan y que pidan humildemente perdón por todo lo que viven, por todo lo que sufren, por todo lo que sucede en esta ciudad.
Es así, que la Madre de Jesús, del Salvador, se acerca a Su querido pueblo y a toda Su familia para que algunos valores se recuperen en su vida diaria y en sus consciencias.
He venido para tenderles Mi humilde mano, para que la tomen fuerte, y así, los guíe hacia el camino de la paz y del amor.
Vengo para pedirles que peregrinen en fe y devoción hacia Mi Centro Mariano para que, estando en él, comulguen de Cristo espiritualmente, y todas sus heridas se disuelvan por el bálsamo del amor que Yo les ofrezco.
Después de tanto tiempo, la Madre del Salvador, la Señora de los Pobres, retorna a su ciudad para guiarlos y conducirlos por el camino del bien y de la caridad, por el camino sagrado de la oración del corazón.
Quisiera, hijos, que tuvieran presente en sus corazones esta casa que Yo he consagrado, para que cada hijo Mío ingrese por el gran portal de la redención de la humanidad.
En simples palabras, los invito a que, diariamente, visiten la Casa de los Hijos de María, de la Señora de los Pobres, para que se sientan motivados a reencontrar en sus familias cálidos momentos de oración y de paz, tan necesarios en estos tiempos de caos.
Vengo para retirar a esta ciudad de un lugar incierto de la consciencia.
Vengo para cerrar, junto a Mis Ángeles, todas las puertas inciertas que se hayan abierto por diferentes motivos.
Por eso, Yo he escogido este punto de la ciudad para que, en una calle simple como esta, Me puedan encontrar, sí o sí.
Es por esto, hijos, que retorno a la ciudad de Carmo da Cachoeira, para que despierten de la inercia y hagan de sus corazones, en esta próxima Pascua, corazones en pacificación, mansedumbre y consuelo.
Vengo para entregarles la cura que tanto necesitan, y así, todos Mis hijos se sentirán un poco más amados y amparados por Mí.
Quiero, en cada barrio de esta ciudad, un grupo de oración ecuménico, capaz de atraer hacia su pueblo las Leyes Divinas.
Estoy feliz de poder retornar y de que, día a día, pueda acompañarlos.
Por eso, dejo esta Casa de la Señora de los Pobres para que, cada alma y cada corazón, encuentren el refugio que tanto necesitan.
Ofrezcan a Dios toda su gratitud y que, en este día, se reabra la puerta hacia la Gracia y la Misericordia de Dios.
Les agradezco por haberme recibido humildemente.
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Con un rayo de Luz de Mi Corazón impregno de Gracia a la Tierra y, al mover los Espejos del Cosmos hacia el planeta, las almas reciben y captan los impulsos del Universo.
Las grandes usinas del Cosmos retransmiten sus códigos a la humanidad, y los espíritus unidos al Padre reciben los Dones que, a partir de hoy, serán parte de su evolución.
Los Espejos del Cosmos emanan impulsos infinitos, y todos los seres de buena voluntad encuentran el sentido interno de sus vidas. Y así se establece una comunión profunda entre las almas que despiertan y Dios.
Todo se renueva al punto de que los que antes estaban lejos del camino crístico retoman su compromiso de otrora, y así, la Faz Gloriosa de Cristo se dibuja sobre la luz de los Espejos, y nuevos códigos sublimes se introducen en la esencia matriz de las criaturas.
Esas almas sienten el impulso, esas almas sienten el llamado. Nada se pierde.
Los corazones consiguen saciar su milenaria sed y, después de tantos siglos y después de tantas experiencias, la raza futura, formada por seres Espejo, despierta a su misión principal.
¿Cuál es esa misión principal?
La de irradiar el Amor de la Fuente hacia un planeta en penumbras.
Cada alma recibe del Universo lo que necesita, y cada corazón es nutrido por nuevas y desconocidas Leyes.
Lo que antes parecía imposible en una consciencia humana, el impulso espiritual que recibe la torna rescatable, y su alma se posiciona en el escalón que le corresponde dentro del Plan.
Todo se transforma, y las puertas al Conocimiento Cósmico son abiertas con el fin de que las criaturas reencuentren su esencia y su pureza original.
Pero la hora indica que los seres más conscientes, los servidores incansables deben estar atentos al movimiento de los Espejos, pues llegó el momento de iluminar la consciencia y de recibir estos impulsos como si fueran los últimos.
Beban del conocimiento y crean que es esa Divina Agua que les quitará la sed de saber quiénes son en verdad y qué vinieron a cumplir.
Es de esa forma que las Leyes resucitan antiguos colaboradores del Plan Evolutivo, para que el planeta enfermo pueda ser curado por las virtudes y las herramientas que cada sol ofrecerá al Padre Universal.
Estamos en los últimos tiempos, y la sagrada Instrucción del Universo tornará a cada alma y a cada ser, más consciente y servicial.
Una etapa se cerró en los últimos meses y una nueva ya ha comenzado.
No pierdan la oportunidad de develar misterios internos y de atraerlos hacia la superficie de sus consciencias con el fin de que ellos cooperen con el Plan.
El tiempo material e interno es precioso. Nunca antes cruzaron un umbral tan definitivo. Nunca antes conocieron el Portal hacia el Real Tiempo del Universo. Pues llegó la hora de penetrarlo a través del caudal del amor del corazón.
Porque así, a pesar de lo que suceda o de que la Tierra tiemble, estarán en profunda hermandad, y los frutos que dio la Figueira, como árbol sagrado, servirán de socorro y de auxilio para los que tendrán hambre espiritual de cosas evolutivas.
Estén atentos, cada paso que den marcará el cumplimiento de nuevas etapas. Es hora de abandonar la individualidad de la consciencia y de abrazar para siempre la fraterna vida grupal.
Recuerden, hijos, las palabras de Jesús: “Ámense los unos a los otros como Yo los he amado”.
Que esa sea su firme premisa y que la Ley de la Unidad Espiritual entre los seres se cumpla para que la indiferencia, la omisión y el abandono sean extirpados del inconsciente de esta humanidad.
Así podrán estar en comunión y servicio con todas las necesidades humanas y planetarias que aflorarán de la noche a la mañana.
Quisiera, hijos, que cada etapa que viven sea bien aprovechada y que nadie más, consagrado o no consagrado, cierre la puerta al auxilio cósmico que está llegando.
Redescubran, entonces, su verdadera civilización y sean parte de ese Proyecto Divino que debe llevarse adelante a través de la fiel y consciente colaboración de todos.
Que las Islas de Salvación aparezcan después de haber sido construidas por las manos de todos.
Que Mis hijos sean verdaderos celadores de esas Islas y guardianes del Gran Portal por el cual Cristo aparecerá para el mundo.
Viertan sus miserias en Mi Corazón, que Yo las transformaré y serán, en poco tiempo, rosas en Mi Jardín de Luz.
Crean en lo verdadero y puro que existe dentro de ustedes, y así la Tierra será repoblada por nuevos principios de amor y de unidad.
No dejen de captar lo que los Espejos están emanando, ellos le indican a la humanidad que está viviendo un último ciclo.
Adelante Mis guerreros de la paz.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice con la Luz de todo el Cosmos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Hoy visito un lugar que Yo he concebido como muy especial para Mi Corazón. Hoy desciendo en Gloria sobre Mi casa y la casa de todos los Hijos de María del mundo entero.
Desde aquí surgirán las bases para poder vivir una oración verdadera, colmada por el más absoluto amor. Desde aquí nacerán las flores redimidas de Mi jardín celestial.
Es por eso, queridos hijos, que para poder establecer una parte de Mi Reino y así consagrar maternalmente esta casa, Yo tuve que abrir las puertas para la liberación de todo lo que le impedía a esta ciudad volver a recibir Mi Gracia Maternal.
Es así, queridos hijos, que hoy consagro esta casa como la antigua y sagrada Casa de su Madre María de Nazareth. Quisiera que esta sea la casa de las almas pobres, donde ellas pudieran encontrar el alimento de la oración para sus espíritus y, al mismo tiempo, el reencuentro con el amor.
Por eso, hoy universalmente bendigo esta casa con el nombre de “Nuestra Señora de los Pobres”, para que el mismo espíritu de Mi simplicidad y humildad se espeje en este lugar con el fin de que, en la simplicidad y en la humildad, las almas pobres se sientan amadas y aceptadas por sus semejantes.
Es así que la casa de los Hijos de María, de Nuestra Señora de los Pobres, tendrá la misión de crear para esta ciudad, para la nación y para el mundo un potentísimo canal planetario de oración, para que todas las heridas espirituales de las almas pobres sean curadas y sanadas por la misión que los Hijos de María cumplirán aquí.
Para eso, queridos hijos, su Madre Celeste hoy coloca en esta casa a los siete Ángeles de la Guarda de Mi Reino, los que protegerán y acompañarán cada oración que será recitada y construida desde sus corazones.
La casa de la Señora de los Pobres deberá ser conocida en el mundo entero, para que las almas sepan que tendrán un lugar a dónde recurrir y ser amparadas. Hoy Me uno a los hijos que concibieron con amor, dedicación, armonía, devoción y gratitud este sagrado espacio.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice y los consagra en este día,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Espejo del corazón tiene la capacidad de irradiar lo más sutil y puro que existe dentro de cada ser. Es decir, todo lo que proviene de la Fuente Creadora.
El Espejo del corazón en esencia puede potenciar y al mismo tiempo atraer corrientes de cura y de amor del Universo. Porque el Espejo del corazón puede estar en el vacío y en ese estado mantener la neutralidad necesaria para poder enfrentar cada nueva etapa.
El Espejo del corazón es humilde, y en esa humildad puede recibir los Dones y los Rayos que le permitirán cumplir con su tarea en este planeta. Porque en el Espejo del corazón se guarda un vacío, el que permite ser llenado por nuevos principios de redención y de transfiguración.
El Espejo del corazón corresponde al área de la región de nuestro pecho en donde habita el tesoro más importante de la vida: el corazón. Allí el Espejo del corazón se desarrolla espiritualmente siempre y cuando la consciencia, el alma encarnada, refleje en su vida los requisitos o los patrones necesarios para llevar adelante una tarea de amor por el planeta y la humanidad.
El Espejo del corazón es invencible y al mismo tiempo abierto a los cambios que la consciencia necesite vivir.
Les agradezco por activar el Espejo de sus corazones.
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vengo a ofrecer al mundo la cura de su corazón, la liberación de sus prisiones, la redención de la consciencia.
Como su Madre, vengo a ofrecerle al mundo la verdadera libertad de la vida y el despertar a Leyes más profundas, que harán de cada ser un discípulo de Cristo.
Vengo a ofrecer al mundo el camino de la verdadera luz, la alianza perfecta con el Amor del Padre y la unión predilecta con Mi Amado Hijo.
Vengo a ofrecer a la humanidad la salida de su cautiverio, el sentido de vivir en este planeta, la oportunidad de crecer interiormente siguiendo los ejemplos y las enseñanzas de Cristo.
Vengo a ofrecer a las almas todo lo que aún no pudieron alcanzar en su caminata espiritual, la posibilidad de estar en comunión perpetua con la Divina y Suprema Fuente.
Vengo para ofrecer a la humanidad los patrones que nunca encarnó, los valores de una vida crística, el sendero para poder encontrarse con el Redentor.
Todo esto es lo que ofrezco a las almas una y otra vez; pocos consiguen nadar en esos misterios y penetrar en el océano de la Misericordia de Dios.
Vengo para hacer de sus consciencias nuevos y renovados seres al servicio del Plan de Dios.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Fuerza del Amor en la Voz
Queridos cantores de Mi Corazón:
Hoy, bajo la Gracia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, volverá a resonar el timbre de sus voces, esta vez como una sola consciencia grupal, la que mes a mes se ofrece a lo Alto para que desciendan los poderes de la Redención y de la Misericordia divina, que son principios celestiales.
En este día y en un nuevo encuentro de música, deseo ardientemente, hijos amados, que dediquen este trabajo con la fuerza interior del amor a través de sus voces, para que de esa forma cada pieza musical que se ofrecerá tenga una potente repercusión planetaria.
Es por eso que su Madre Celeste finalmente retorna a este Centro Mariano para entregarles, en los planos internos y por medio de este encuentro, el impulso de la elevación de la consciencia.
Quiero que en este día de encuentro, queridos hijos, comprendan que este trabajo de música no solo es para generar la cura espiritual y la elevación de la humanidad, sino que también es dedicado a la salvación de las almas y de la esencia matriz de los Reinos de la Naturaleza.
Recuerden, hijos, que este trabajo de hoy con la música, y en este tiempo crítico, es para ir construyendo las bases espirituales de la nueva humanidad, por medio de los impulsos musicales y de los cantos que atraen importantes energías de restauración, de cura y de Gracia para el planeta.
Durante los encuentros de música, la consciencia hipnotizada y dormida de la humanidad es muy ayudada, con el fin de que en un próximo ciclo, después de la etapa culminante de la transición de la Tierra, todas las consciencias humanas que desperdiciaron la oportunidad de despertar, puedan tener un verdadero encuentro con su propósito interior y espiritual.
Así con cada encuentro de música, se está construyendo un nuevo estado de consciencia para la humanidad venidera.
Cada esfuerzo realizado, como cada trabajo musical ofrecido por los diferentes corales, une y construye ese estado de consciencia del cual la Jerarquía se sirve para beneficio de todo el planeta.
Con esta declaración, hijos Míos, estoy invitando una vez más a todos los corales, como a cada alma que quiera ofrecer su voz y su canto a Dios, a que lo hagan, pues deben saber que amorosamente estarán colaborando en la construcción de una nueva humanidad.
Espero que, después de estos impulsos espirituales que son generados por la música, se ofrezcan nuevas almas y que nuevos corazones se postulen para formar parte del equipo de producción del programa de Música para la Cura y Elevación de la Humanidad.
Para eso, su Madre Celeste agradecerá la colaboración abnegada de editores, regentes de coral, escenógrafos, camarógrafos, etc., que puedan ofrecer su apoyo a este trabajo que ya es planetario.
Con todo el Amor de Mi Corazón, agradezco la misión que todos están cumpliendo.
Los ama y los acompaña con la fuerza del Amor del Corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Atravesar el fin de los tiempos significa para muchos de Mis hijos conocer, dentro de sí, todo lo que con amor deberá ser transformado.
Aplicar la fe en la vida material ayudará a que esa transformación sea más leve para todos sus hermanos.
Es así que atravesar el fin de los tiempos significa conocer de sí mismo los aspectos de la consciencia y, tomando contacto con ellos, trabajar arduamente para que sean liberados y curados.
En este ciclo, la transformación ayudará a colocar las cosas en su lugar, para que en un próximo tiempo el espíritu alcance la total libertad de expresión.
Por eso con valentía y fuerza interior, trasciéndanse a sí mismos para que el verdadero Propósito emerja de cada corazón.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando los veo dormir ante Mi presencia, solo recuerdo el momento de ustedes en el vientre materno.
Que ese sueño que viven pueda restaurar la consciencia, y que siempre recuerden que guardan en sí un valioso niño interno que aún aprende a crecer en el amor y en la caridad.
Por eso, cuando los veo dormir ante Mi presencia, Me recuerdan también al Niño Jesús entregado a Mis brazos, después de haberlo amamantado con la savia del Espíritu Santo.
Quédense en Mis brazos y entréguenme su cansancio para que Yo los pueda curar y nutrir con la misma esencia con la cual Mi Amado Niño se nutrió.
Déjenme bañarlos con el agua santa, y en Mis brazos los haré dormir para que sientan paz y consolación.
Todo se recuperará, porque los colocaré en la divina cuna de Mi Amado Hijo, para que las Leyes de cura puedan actuar en cada uno de ustedes.
Sonrían a la Madre de todos los hijos del Padre, porque llegó la hora de renovarse.
Les agradezco por estar en Mis brazos.
Los protege maternalmente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Siente Mi Corazón como la única fortaleza para tu alma y espíritu.
Siente cómo en Mi Corazón se puede encontrar a Dios y Él puede estar contigo.
Siente cómo todo es perfecto cuando contemplas la humildad de Mi Corazón y cómo todo se renueva desde el momento en que se le dice sí a Dios.
Siente Mi Corazón como el refugio y también como el amparo ante toda adversidad y peligro.
Es este Corazón Puro que Yo ofrezco a Mis hijos, con el motivo de que reciban toda la Gracia de Dios.
Este es el Corazón Inmaculado que intercede por las almas y por el planeta, es el Corazón que se abre para que toda la humanidad pueda ingresar en la Fuente de la Cura.
Este Corazón se ofrece todo el tiempo para poder remediar los errores y para traer al mundo un rayo de esperanza.
Quien vive en Mi Corazón siempre podrá corresponder al Creador y así la Voluntad Divina se estará realizando en las almas.
Mira a este Corazón que ha sufrido por Sus hijos y que aún debe ser reparado con el amor de los que perseveran en el camino de Mi Amado Hijo.
Este es el Corazón que hará de tu vida el momento del triunfo interior y la expresión de la redención.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más