Al igual que sus mundos internos, su Madre Celeste se prepara en este día, como fue hace más de dos mil años, para ingresar en el espíritu sagrado de la Pasión del Señor.
De esa forma, hijos Míos, su Madre Celeste abre puertas celestiales para que los santos ángeles del Universo vuelvan a infundir los sagrados códigos de la Pasión de Cristo en todos los corazones abiertos a reconocer, en su universo interior, esa importante unión crística.
Para eso estaré enviando desde el Cielo a los santos ángeles para que se sumerjan en los planos internos y lleven adelante la nueva siembra de códigos crísticos en las almas que, en estos días, revivirán los hechos de la Pasión y Muerte de Cristo.
Todo aquel corazón devoto que de verdad y en sintonía orante se una al Sagrado Corazón de Jesús, estará recibiendo impulsos divinos especiales que ayudarán en el fortalecimiento de su alma para los próximos tiempos y, sobre todo, en el fortalecimiento de su fidelidad con el Señor.
Será importante estar en sintonía y en unión a todo lo que Mi Amado Hijo estará realizando durante los próximos días por intermedio de Su Presencia Celestial.
Mantengan sus corazones abiertos al llamado, a la unión íntima con Cristo y con Su Propósito Redentor.
Así la humanidad será ayudada en esta etapa de grandes definiciones.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Confía, hijo Mío, en el poder indescriptible del perdón.
Si no hay paz en tu corazón es porque aún no has vivido el poder del perdón, el que trasciende incomprensiones, el que supera diferencias, el que concede, por encima de todo, la paz.
Que el perdón sea la tónica de estos tiempos para todos Mis hijos, porque todos, a pesar de sus aprendizajes o de sus escuelas, necesitarán del poder divino del perdón.
Anímate a ejercitar el perdón por encima de ti y de todos los acontecimientos.
El perdón es la puerta segura a la reconciliación y a la trascendencia de la condición humana.
Que en la esencia del perdón encuentres la salida para superar los obstáculos de la consciencia inferior humana.
Abraza el perdón como tu gran aliado y sabrás vivir cada prueba y cada desafío de una forma diferente, sin ingresar en el sufrimiento o en la división.
Gesta dentro de ti la esencia divina del perdón y conocerás nuevos grados de amor que solo el Padre Eterno te puede conceder.
Sé partícipe de la gran corriente del perdón y ayúdame a liberarte de la división humana o de la indiferencia que puede estar escondida en ti.
Ábrete al perdón para que tus hermanos también aprendan a perdonar de la misma forma que Dios perdona a los hombres, no importando sus errores.
Que el perdón sea el bálsamo para tu alma, sea el motivo perfecto para vivir todos los días nuevas pruebas de amor.
El perdón cicatriza.
El perdón aclara la vida espiritual.
El perdón disuelve las culpas y los errores entre los seres.
Sé parte de la esencia del perdón y todo pasará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
No temas que yo desate los nudos más profundos de tu consciencia, alégrate porque está próximo el fin de tu cautiverio interior.
Nada podrá oponerse a la liberación y a la redención de tu ser. Si Yo estoy aquí y soy tu Madre vivirás, por encima de todo, lo que Dios ha pensado con tanto amor.
Si Yo puedo desatar los nudos de tu consciencia, tu ser encontrará la paz, llegará a ver el motivo principal de estar en Jesús y Jesús estar dentro de ti.
Ya no te sometas más a ti mismo. Cuando el mayor dolor o aflicción emerge desde tu consciencia, es señal que un nuevo paso se dará. Ya no pienses que retrocedes o que te detienes, eres parte de un proyecto redentor pensado por Cristo para la liberación y la salvación de las almas.
Cree, por encima de ti, que cada etapa es parte de un propósito y que cada aprendizaje es la posibilidad de dar grandes pasos en el amor y en la paciencia.
Sostente en Mí y Yo te tendré en Mis brazos; y todo lo malo pasará, porque el amor que puede brotar de ti disolverá los espejismos, y el camino de la vida se iluminará al recibir la Gracia de la liberación de los nudos de la consciencia.
Fortalécete y camina, camina a Mi lado. Una buena y dulce Madre nunca abandonará a sus hijos porque el propósito maternal es que tú seas parte, algún día, del Reino de Mi Inmaculado Corazón. Confía.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que el don de la persistencia los invada completamente, a fin de que en estos tiempos, sus almas se fortalezcan para los aprendizajes de amor y de compasión que llegarán.
Ese don de persistir los ayudará a estar libres de los juicios de valor o de cualquier otra interferencia.
El don de persistir los impulsará a estar en unidad permanente con sus hermanos de camino, y también los fortalecerá espiritualmente para sostener a los que se purifiquen intensamente.
El don de la persistencia nunca dejará que pierdan de vista el Propósito y su concreción inmediata en estos tiempos.
Saber persistir es un aprendizaje nuevo, es una misión a alcanzar todos los días sin bajar los brazos.
Queridos hijos, la persistencia los llevará a amar cada día más las pruebas de la vida y así, permeados por el amor, sabrán superarlas sin dejar atrás el camino constante de la gran transformación.
Que el don de persistir los ayude a vivir en lo verdadero, para que esa verdad se refleje en todos los espacios algún día.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ten ánimo para seguir adelante, porque el Padre te dará nuevos y verdaderos compañeros para que juntos prosigan transitando por el camino de la fe.
Deja atrás todo el pasado y afírmate en el presente, porque así te liberarás de los que antes estaban en tus caminos, pero que no aceptaban cambiar.
Llegó la hora de dar el salto hacia el vacío de sí para que, en esta hora, todo se pueda realizar.
Por eso, ten fe y sigue adelante, sigue caminando, sigue buscando encontrar a Dios en tu interior, porque el resto el propio Universo lo arreglará.
Ya no sientas miedo, el Padre es Fuente de Misericordia y de Compasión y Él hará nuevas todas las cosas.
Anúnciale al mundo que es momento de entregarse a Cristo, de vivir el camino de la integración y no de la indiferencia.
Es hora de hacer de cada etapa una oportunidad de aprender nuevas cosas.
En la fe está Cristo y, así, Cristo estará en los corazones que perseveren junto a Él.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cree, por encima de cualquier situación o circunstancia, que todo está en las Manos de Dios. Por más difícil que sean ciertas experiencias, el poder de todo lo tiene Dios, porque Él es único y Él es grande. Todo lo que está por debajo del Padre es pequeño.
Cree, por encima de todo, que el Padre es quien sostiene el timón del barco y es quien lo dirige hacia los buenos puertos. El Padre está en cada detalle, pero Él, en Su infinita Sabiduría, permite que Sus criaturas más pequeñas, los seres humanos de este planeta, aprendan a través de las diferentes experiencias.
Ten fe y afírmalo, porque el Padre está por encima de todo, Él es el Comandante del Universo y el Regente de todos los espacios y de todos los ámbitos del trabajo espiritual. Solo que Él permite, en Su infinita Bondad, que Sus hijos de la Tierra aprendan para, algún día, ser tan semejantes como el Padre lo es en el amor; para eso las almas cometen errores, una y otra vez, hasta que por sus propios medios aprenden que sin amor y sin verdad uno no es nada en este Universo.
El Padre impulsa en este tiempo la realización de Su Obra de Amor por medio de la vivencia de la humildad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo:
No temas en este tiempo enfrentar el fin de los tiempos.
Sabemos que la humanidad no está preparada, pero que será necesario que se entrene en este momento para lo que vendrá.
Este amado planeta enfrentará diversas formas de purificación, la mayoría desconocidas por el hombre de superficie.
Es así que en este ciclo, todo lo que suceda o se manifieste será una preparación intensiva con el fin de tener consciencia para saber proceder y ayudar a las almas, a las que les tocará transitar por fuertes experiencias que generarán el despertar y la definición necesaria.
Por eso, todo lo que se vive en este tiempo ayudará a que, cuando en el mundo entero se desencadene la intensa purificación, algunas consciencias puedan ser ayudadas y reencaminadas hacia la escuela o el aprendizaje que el universo les destinó para que vivan.
Ahora, llegó el tiempo de vivir esta transición, en la que, a pesar de ser intensa, a los abiertos de corazón nunca les faltará la guía de Nuestros Corazones, para generar así el alivio necesario que el alma precisa.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Trascender la condición humana en estos tiempos será un desafío a ser superado por medio del amor y de la determinación.
Con valentía, vean cuánto aún hay por transformar y rompan la barrera que los separa de la verdad. Esa barrera está formada por las preferencias, los deseos y las gratificaciones y, día a día, es consolidada por el propio colectivo de la humanidad.
Toda condición humana puede ser trabajada cuando despierta en ustedes la compasión, capaz de superar los límites y los abismos en los cuales la consciencia humana frecuentemente decide estar.
En esta hora, en la que todo aprendizaje está permitido, les pido, queridos hijos, que se unan a lo que son en verdad, sin mirar el pasado, pues todo los puede influenciar con facilidad.
Los invito a penetrar en el misterio del amor, porque en el amor encontrarán a Cristo y estarán protegidos.
La Fuente del Amor Divino los espera.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Alabado sea Jesús por Él estar presente en sus vidas en Cuerpo y Sangre en la Eucaristía.
Alabado sea Dios por permitir que Nuestros Corazones y Voces se hagan presentes en estos tiempos críticos.
Alabada sea la vida y el aprendizaje que cada uno recibe, porque es lo mejor que el Universo y la Divina Misericordia les pueden entregar.
Alabado sea cada momento que será vivido, porque detrás de él existirá una llave y un aprendizaje para vivir.
Todo sea alabado, desde lo más pequeño hasta lo más grande, desde lo insignificante hasta lo que es grandioso en el Universo. Porque todo forma parte de la Creación y todo es semejante entre sí.
Alabemos y, en esa alabanza, agradezcamos por todo lo que se nos da, porque en la gratitud que pueden expresar sus corazones nunca faltará lo que sea verdaderamente necesario.
Demos gracias a Dios por todos los que no lo hacen y se olvidan de lo fundamental, que es ser agradecido en cada etapa de la vida.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El Padre siempre anhela lo mejor para sus vidas, solo será importante que sus vidas estén unidas a Su Propósito y que todo esto sea para ustedes de vital y agradable confianza.
Por eso, queridos hijos, con sus corazones abiertos al gran Misterio de Dios, vivan cada etapa que el Universo les presenta como algo único, como la posibilidad de hacer de cada momento una sagrada oportunidad para amar cada día más.
Quisiera que de sus corazones brotara la gratitud necesaria para hacer de cada aprendizaje un momento de crecimiento interior y de despertar, de desprenderse del pasado y de mirar con mansedumbre cada experiencia vivida.
Mi voto, hijos amados, es acompañarlos todos los días para que puedan crecer.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que, ante toda situación o circunstancia, esté entre ustedes la presencia del Divino Amor para que así todos los obstáculos sean superados.
En el Amor, podrán reconocer el valor y el significado de todas las cosas y de las consciencias que los rodean.
Que nada ni nadie sea una piedra o una espina en sus caminos, aprendan de cada momento como si fuera el último y así, crecerán en verdad.
La honestidad va de la mano del verdadero Amor. Los invito a ser honestos en el amor, en la acción, en el servicio y en la caridad, y a no serlo en apariencia.
Abandonen la potestad que muchos de ustedes creen tener y sean humildes; sean los últimos de la fila, para que los más necesitados puedan pasar, porque entre ellos podría estar el último y Nuevo Cristo que les abrirá la puerta del Cielo.
Para poder percibir estas realidades, que no son mentales ni intelectuales, deben estar unidos a la esencia del amor del corazón. Así, aprenderán todos los días a amar a sus semejantes sin conveniencias ni méritos propios.
Estén todo el tiempo dentro de la fuente del Amor, para que también puedan reconocer los tesoros que hemos colocado a su alrededor y en los que muchas veces ustedes pierden la oportunidad de contemplar el tesoro que es el alma hermana, el tesoro que es la otra consciencia que vino a sus vidas para acompañarlos y guiarlos en algunos casos.
Para entrar por la puerta correcta del Amor y no por la puerta de la conveniencia, ustedes, queridos hijos, deben percibir todo con más reverencia y devoción; porque el alma devota es aquella que reconoce a Cristo en sus semejantes, pudiendo abandonar el hábito de la crítica y del juicio.
Sean mansos y reconocerán con naturalidad las Obras de Dios que se expresan en todas las consciencias.
No pierdan la oportunidad de dar el paso correcto hacia la Luz. Amen la Ley de la Jerarquía y defiéndanla de ustedes mismos, así también Mis Planes se cumplirán.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la consciencia mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Poder Divino de la Unidad
Ni la bestia aparentemente más fuerte podrá atacar a Mis hijos al punto de destruir en ellos lo que Yo construí con Mis santas manos. Una fortaleza erguida por Dios es eterna y no existe viento ni oscuridad que pueda derribarla. La base de esa fortaleza es la vivencia de lo que les enseñé. Cada una de Mis palabras consolida en ustedes el principio de la unidad de los unos con los otros y con Dios.
La unidad, hijos, cuando se la vive en plenitud, es el mayor escudo de este y de todos los tiempos. Aunque el suelo tiemble bajos sus pies y las fuerzas del cuerpo parezcan desvanecerse, si hay unidad, no habrá temor y no habrá derrota.
Si están unidos de corazón, mantendrán los ojos abiertos y no se dejarán engañar, cuando el adversario ciegue los ojos de muchos con el miedo y la ilusión. Aquellos que viven en unidad conocerán la Verdad y sabrán qué falso es el poder de los que se elevan sobre la oscuridad; estos caerán y desaparecerán como polvo, en el momento que la Luz crística surja.
Si viven la unidad, sustentarán no solo el propio espíritu, sino que serán las columnas de un gran templo que en el momento de la tempestad amparará, dentro de él, a los que estaban perdidos, pero que aún tenían en su interior la esperanza de algún día encontrarse a sí mismos.
La fortaleza de la unidad los mantendrá neutros y en equilibrio, cuando los acontecimientos que vendrán desequilibren a los incrédulos y a los hombres de poca fe, por no creer que después de la noche brillará el sol y que el amparo de Dios siempre estará sobre aquellos que se reconocen como Sus hijos.
La unidad los hará comprender cuáles acontecimientos les llegan como asedio, cuáles como pruebas y cuáles son aprendizajes necesarios para su evolución. En el espíritu de unidad de los unos con los otros, podrán superar todas las instancias de forma correcta y con madurez.
Por eso, hijos, el gran aprendizaje de la unidad debe ser vivido en este tiempo. Este es el momento de vencer las resistencias del propio interior, que les impide vivir en fraternidad, amor y unidad con el prójimo.
Sepan que aquellos que tanto juzgan o que no consiguen amar ni aceptar en sus caminos podrán ser el pilar que faltará en su templo interior, para sustentarlos firmes en los tiempos que vendrán.
No son más tiempos de soledad ni de individualidad, en el pasado, ese fue un aprendizaje de interiorización de la humanidad, que los preparó para vivir hoy la unidad con todos los que los rodean.
Aquellos que son convocados para Mi ejército de Luz y de Paz deben estar siempre unidos. No dejen que Mi adversario derribe, a través del veneno corrosivo de la crítica, del juicio y de la separatividad, los pilares de la fortaleza que Yo estoy construyendo con su constante permiso.
Hijos, cuando dejan que el enemigo hable a través de sus bocas y los separen de sus hermanos y compañeros de camino, no es solo Mi Obra que están destruyendo, sino, sobre todo, su propia posibilidad de evolucionar y mantenerse de pie en los momentos de mayor tribulación.
Por eso, cuando sientan que sus lenguas se mueven por la astucia del adversario, callen y pidan Mi auxilio; corten la cadena del mal e invoquen al Divino Poder de la Unidad.
Donde exista verdadera unidad no habrá oscuridad, y todas las batallas serán marcadas por el triunfo de la Luz. Donde exista unidad habrá Verdad y allí estará la Consciencia de Dios expresándose a través de Sus hijos.
Les digo todo esto para que reconozcan que el triunfo del Padre Eterno no depende de la fuerza propia de nadie, sino del Divino Poder de la Unidad, que juntos, Mis soldados pueden atraer y manifestar.
Luchen, hijos, día a día, para hacer triunfar Mi Corazón y para que la fortaleza de la unidad crezca y ampare en sí muchas almas que están buscando un refugio en este mundo de tan poca fraternidad y amor.
Donde exista unidad, una luz se encenderá, indicando el camino para los que aún deben despertar en estos tiempos.
La semilla de la unidad ya está germinando y creciendo en muchos de Mis hijos, y ella debe expandirse en todos los que Me escuchan; por eso, hoy les hago oír estas palabras.
Los bendigo y los conduzco al Divino Poder de la Unidad
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Padres de la Tierra:
Como Vuestra Madre y Guía del Cielo, cuido todos los detalles del mismo modo que cuido y protejo a cada alma.
Entréguenme a sus hijos que Yo los cuidaré así como cuido de ustedes todo el tiempo cuando están Conmigo en oración.
Confíenme a sus hijos de la Tierra para que ellos también algún día alcancen el despertar y la redención.
Mi maternidad acompaña con dulce mirada a sus hijos, que para ustedes son la experiencia viva del amor, de la compasión y de la comprensión.
Padres amados, Dios les ha dado un aprendizaje, una vivencia y una experiencia a través del nacimiento de sus hijos; experiencia que en esta vida, y en este momento del planeta, los ha llevado muchas veces a soportar, a amar, a comprender y, especialmente, a perdonar.
Cada uno de ustedes, padres de la Tierra, tuvieron que aprender a renunciar, a aceptar las decisiones de sus hijos y de sus familias.
La oración del corazón los llevará a comprender las decisiones de la vida y las de sus hijos, así como Yo entiendo las de ustedes y las acepto en profunda maternidad.
No esperen realizar en sus hijos sueños de este mundo, aspiren a que ellos estén en Mis brazos de Madre del mismo modo que ustedes y sus familias lo están, sobre todo cuando están lejos de sus seres queridos.
Todos son almas en redención y en transformación, pero Mi sagrada maternidad les concede todas las Gracias. Por eso hoy los invito a que coloquen en Mis brazos a sus hijos así como ustedes muchas veces lo están, tanto en los momentos de felicidad interior como en los de dolor.
Sepan, Mis amados padres de la Tierra, que ustedes y sus hijos pertenecen a Dios y que algún día volverán a Dios a pesar de lo que vivan en este mundo.
Yo los preparo para que entreguen a sus hijos a la Voluntad de Dios del mismo modo que Yo entregué a Jesús, en confianza, al Padre Celestial.
Los animo a crecer interiormente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien los acompaña,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Sé que las fuerzas que emergen de su interior en purificación y transformación a veces son tan fuertes que ciegan sus ojos al amor y al perdón.
Sé que después de eones de existencia alimentando orgullos y vanidades, poder y posesiones, es muy difícil para la consciencia en evolución decir sí a un aprendizaje de humildad, cuando él se precipita en sus vidas.
Muchos son los que dicen querer ser humildes como el Señor en Su pesebre de Belén, pero, delante de las pruebas que Dios envía, reaccionan y no solo no las aceptan con humildad, sino que también se ofenden profundamente y buscan una forma de atacar a aquellos que sirvieron de instrumentos, de manera inconsciente, para que Dios los probase, como hasta entonces pedían.
Comprendan, queridos compañeros en Cristo, que el Señor no puede permitir que todo se les entregue sin colocar en sus vidas las pruebas que consolidan el propósito crístico en su interior.
Después de recibir tantos impulsos del Cielo, cuando ustedes fueren menospreciados, humillados, calumniados o maltratados, según la comprensión de cada uno, simplemente reciban la oportunidad como dádiva celestial y, sin miedo, dejen que las estructuras del orgullo caigan por tierra, frente a sus pies.
Sé que muchos perciben que no pasaron las pruebas que Dios les envió y que las resistentes estructuras del orgullo fueron mayores que su aspiración a la humildad, pero no importa, porque no les pedimos perfección, sino persistencia.
Ahora, levántense del abismo de la ignorancia y reconozcan su propio aprendizaje; colóquense delante del Padre disponibles para nuevas enseñanzas y prosigan.
Quiero que comprendan algo de una vez y para siempre: la humanidad necesita de sus ejemplos de humildad, códigos que se extinguen de la consciencia humana porque las reacciones y las contestaciones ya son muy conocidas por todos.
Cuando alguien los coloque delante de una situación de humillación, acéptenla con humildad, porque, independientemente de quién tenga la razón y de si esa situación es justa o injusta, el Señor espera que Sus soldados bajen la cabeza y venzan la batalla, derribando el orgullo y viviendo la humildad.
Acuérdense de lo que hoy les dije y estén atentos a las situaciones de la vida, porque si dicen sí al camino crístico, no pueden esperar otra cosa sino imitar a Aquel que fue humillado, rechazado y puesto en una cruz, para que aprendan a perdonar a la humanidad y para abrir el caudal de Su infinita Misericordia para el mundo.
Yo los bendigo y los espero dispuestos a recomenzar sin miedo de equivocarse, porque solo con la experiencia del error y reconociendo las propias fallas es que podrán ayudar y advertir a otros.
Yo los amo y los acompaño siempre, día a día, paso a paso.
San José Castísimo
El principio de todo aprendizaje en este mundo debe ser el amor, la vivencia del amor, de la unidad y de la fraternidad, y dentro de esos tres atributos encontrarán todas las demás virtudes
que componen el Sacratísimo Espíritu de Dios.
Del universo, sus espíritus los observan permanentemente. Algunos aprenden con el amor que se desarrolla en aquellos de ustedes que cumplen con la Voluntad de Dios; otros aprenden con el amor que reciben del prójimo, y otros aprenden observando los registros generados por los errores del pasado y que se reflejan en la materia. Pero todos aquellos que llegaron a este mundo algo tendrán que aprender.
Cuando un niño va a la escuela, puede aprender muchas cosas. Algunos aprenden todo lo que la escuela tiene para ofrecer; otros solo aprenden con la consciencia grupal y muy poco de lo que la escuela les ofrece; y otros no se abren para aprender nada, e incluso, dificultan mucho el aprendizaje de los demás. Sin embargo, estos últimos crecerán y, desde una mirada más madura, podrán observar la oportunidad que tuvieron. A partir de ese momento se dará su aprendizaje y, por haber participado de esa escuela, algo llevarán en sus consciencias.
Ustedes están en la escuela más amplia y profunda de toda la Creación de Dios. Aquí se sintetizan todas las enseñanzas del universo. De la postura de cada uno delante de los Maestros y Guías de esta escuela resultará el desarrollo de la humanidad.
Mientras ustedes tengan la gracia de permanecer aún en este mundo, intenten sin demora aprender en él todo lo que aún no pudieron conocer. Den de sí a los demás, dónense lo más que puedan, no solo a los pobres, sino a todos y a todo.Traten de descubrir el poder del amor y pidan a Dios que conduzca sus pasos, pues Él los escuchará.
Yo los bendigo y les agradezco por abrirme las puertas de esta gran escuela del corazón, para enseñarles la esencia del Proyecto de Dios para la humanidad.
San José Castísimo
Queridos compañeros y siervos de Cristo:
Hoy quiero hablarles de la esencia del perdón y de la importanciade aprender a perdonar en estos tiempos y en los que vendrán.
El perdón es la puerta para la redención de las almas. Una consciencia que verdaderamente es perdonada se libera de las corrientes que le impiden seguir su trayectoria evolutiva.
Cuando ustedes no son capaces de perdonar algo en sí mismos o en los demás, están obstaculizando no solo su propia evolución, sino también la de toda la humanidad.
En el actual ciclo planetario las almas tomarán iniciativas movidas por fuerzas descontroladas que surgirán del propio interior y, muchas veces, no comprenderán la razón de las propias acciones. Principalmente los seres que no se conocen a sí mismos, y que ignoran todo lo que generaron en esta y en otras vidas, sufrirán por el propio descontrol mental, emocional y físico durante la etapa de purificación más aguda del planeta.
Muchos de los que acompañan Nuestros pasos podrán sufrir las consecuencias de esas acciones descontroladas y, para impulsar el crecimiento del amor en su interior, deben aprender a perdonar.
El perdón del que les hablo no es un perdón mental, que la boca proclama, pero que el corazón no admite. Les hablo del verdadero perdón; el perdón que, cuando toca a los seres, los transforma y los hace percibir la ilusión en la que estaba sumergida la consciencia al equivocarse. Les hablo del perdón que eleva a los seres y los impulsa a descubrir el verdadero amor.
Deben aprender a perdonar de verdad, ejercitando, desde ahora, el perdón en cada instante de sus vidas. Perdonen aquello que nunca fueron capaces de perdonar, sobre todo a sí mismos, reconociendo la ignorancia y abriéndose para descubrir la verdad de esta Creación Divina, que es la consciencia humana.
Todos los seres humanos que asumen un camino de transformación, a diario, dejan de ser lo que fueron el día anterior. Al comprender un error o una equivocación, deben perdonarse; pero perdonarse sin descuidar el aprendizaje, comprendiendo la razón de su error y consolidando en la consciencia el necesario aprendizaje.
Aquellos que aprendan a perdonar, Mis queridos, estarán más próximos de la liberación de sí mismos y de los atavismos de esta vida material.
Ingresen en la esencia del perdón con el reconocimiento de un propósito superior
Yo los guío y los conduzco a la redención de todas las almas.
San José Castísimo, en la esencia del Perdón de Dios
Para que un corazón aprenda a ser instrumento de la Humildad de Dios, el Señor le permite que viva la experiencia que necesita, aunque ponga en riesgo un Proyecto de Él.
Cuando Pedro negó a Jesús por tres veces, el Señor le permitió que cometiese ese error y no le advirtió en el momento en que lo cometería, porque Pedro necesitaba aprender a ser humilde.
Sobre Pedro el Señor aspiraba a construir una gran fortaleza. De las palabras que procederían de su boca, surgirían el don del Espíritu de Dios, la conversión y el despertar de muchas almas. Pedro debería proclamar el Reino de Dios no solo con palabras, sino con su propia existencia, con el ejemplo de su vida, de su conversión y transformación.
Si Pedro no hubiese negado a Jesús, jamás habría atraído hacia sí el don de la humildad y jamás habría descubierto la esencia del Perdón de Cristo.
Cada aprendizaje que Dios les envía tiene una finalidad espiritual superior.
Sepan que Dios aspira a transformar a muchos de ustedes en los “Pedros” de este tiempo, construyendo Su Fortaleza en aquellos que deberán llevar adelante una transformación verdadera y una unión perfecta con el espíritu crístico.
Acepten con humildad los aprendizajes de la vida y, al percibir un error, observen lo que Dios les enseña por medio de él, aprendan y crezcan de corazón.
Yo los amo y los guío para que se manifieste la fortaleza interior de todos los seres.
San José Castísimo, siervo humilde de Dios
La purificación del alma y de todo el ser, conforme a la Ley de la Armonía, se asemeja a un manantial inagotable de agua.
Ese manantial vive tiempos permanentes de transformación, su ritmo es continuo y por eso cada momento es imborrable.
El agua es casta y pura, pero el manantial vive su camino de purificación cuando se encuentra con todo lo que es superficial.
De esa forma sus corazones, que a imagen de Dios son purísimos, reciben todos los aprendizajes para poder crecer y madurar.
Ese manantial vive sus transformaciones y ustedes también viven el tiempo de sequía, el tiempo de abundancia y el tiempo de equilibrio, pero nunca dejan de purificarse hasta que alcanzan la paz.
Yo soy ese caudal que los conduce por nuevos caminos. Yo soy la Madre de todo lo creado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al principio de la pureza original,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que se establezca Mi Paz en el mundo, y que esta Paz reine en los corazones de todos los hombres y en la esencia de todos los Reinos de la Naturaleza.
Hijos Míos, los invito a la profunda pacificación interior para vencer, así, a todas las adversidades de estos tiempos. Solo la paz guardada en el interior de las criaturas les permitirá vivir los tiempos de mayor tribulación en el mundo.
Sepan, Mis amados, que deben aprender a vencer a los propios conflictos internos por medio de la paz; aprender a dejar que el reinado de Mi Paz sea mayor que cualquier tribulación que les puedan causar las purificaciones y asedios de estos tiempos.
Quiero que sepan que los planes contrarios a los Planes de Dios siempre buscarán desestabilizar a Mis soldados y vencerlos por medio de la tensión, del conflicto y del cansancio de sus corazones.
Este es un tiempo en el cual aún cabrán las etapas de aprendizaje, en las cuales podrán caer y levantarse, una y otra vez. Por eso, no se cansen de vencer las propias tribulaciones para establecer la paz en su interior y, así, dejar que ella llegue a los corazones de los demás seres de este mundo; porque, en el tiempo que llegará, esta paz ya deberá estar establecida dentro de cada uno de ustedes, para que así vivan una mayor prueba, que es establecer Mi Paz en los momentos de caos planetario.
No permitan, Mis amados, que las confrontaciones los retiren de Mi refugio de Paz, pues mayores que cualquier confrontación que puedan vivir en este mundo son el poder absoluto de Mi Amor y la fuerza imperiosa de Mi Santa Paz.
Como Rosa de la Paz y como Madre de Jesús, quiero enseñarles a ser pacificadores frente a cualquier situación de sus vidas.
Acuérdense, hijos Míos, del ejemplo que les entregué al ver a Mi Hijo siendo flagelado y crucificado; pues aun sabiendo que ultrajar al Hijo de Dios era la mayor injusticia que se daba en este universo, Mi Corazón jamás perdió la paz, porque jamás perdió la confianza en el Creador de todas las cosas, que nos llamó por el nombre para cumplir Su Plan y que nos garantizará siempre que cada acontecimiento de nuestras vidas nos traerá el aprendizaje justo que debemos vivir.
Para estos tiempos y para los tiempos que vendrán, recuerden que Mi Paz debe reinar dentro de cada uno de Mis hijos y que, por medio de ellos, esta Paz debe expandirse por el mundo.
Hoy están bajo Mi Manto. Yo los protegeré y los acogeré siempre, los resguardaré del mal y curaré sus espíritus y sus corazones cuando estén fatigados en esta batalla para establecer el Reinado del Señor en el mundo.
Mis amados, no desistan, sigan en confianza. Comprendan el calvario que muchos viven como el camino único para el restablecimiento de la Misericordia entre los seres. Pero, para eso, deberán recorrer ese camino, sin perder de vista la Voluntad de Dios y Su grandioso Plan de Amor que deberá reflejarse en sus esencias como amor puro.
Los amo y los bendigo.
Yo les doy Mi Paz, llévenla al mundo entero.
Su Madre María, Rosa de la Paz, Reina de la Paz y del mundo
Yo les entrego Mi Paz y les doy la Paz de Dios.
El tiempo de vuestra resistencia terminará para que finalmente pueda surgir el verdadero ser y la verdadera consciencia. Sigan orando de corazón, invocando al Padre Celestial y pidiéndole a Él por vuestra rendición; así, cuando el alma se humille y se reconozca como la más pequeña entre todas, podrán dar los pasos.
Hijos, Yo les doy a conocer la esencia de la humildad de vuestra Madre Celeste. Por eso, llegó la hora: ¡imítenme! como lo hicieron los apóstoles en el pasado. No busquen forzar vuestra humildad, pues ella no nace de la confrontación ni de la lucha constante. La humildad brota al igual que un manantial, el que da de beber a todos un agua pura y fresca.
Queridos niños, que el esmero y el esfuerzo de buscar la santa humildad nunca terminen; recen de corazón y pidan abiertamente a Mi Hijo que los transfigure. De esa manera, si muchas almas fueran humildes, ante el tiempo crítico que hoy viven, muchas más serán las posibilidades de que la Misericordia Divina se derrame ampliamente sobre aquellos que condenan vidas enteras y pueblos enteros.
Sean portadores y buscadores de esa humildad hijos Míos; vuestro primer paso será reconocerse como el menor entre todos, pero también como el más pronto y disponible para servir, sin distinciones ni reconocimientos.
La ciencia de la Divina Humildad tiene como fundamento la fe y la perseverancia en el momento de trascender los obstáculos, las caídas e incluso las propias decepciones del ser. La humildad se gesta a través de la verdad, del despojamiento de los propios principios e ideas, las que alimenta Mi adversario.
La escuela de la humildad es el primer camino para los nuevos apóstoles de Mi Hijo y es Jesucristo, quien siempre les recordará que la santa humildad tiene como principio fundamental la autorrenuncia, el olvido de las preferencias y de las necesidades.
Mirando vuestros corazones, vuestra Madre Celeste los invita a todos a meditar en este mensaje; parece que la humildad no fuera la escuela de todos síno el aprendizaje de unos pocos.
En verdad les digo, Mis hijos, que si no existiera el trabajo permanente con la santa humildad el mundo, y principalmente la humanidad, no podrá recuperar la inocencia que perdió.
Por eso hijos, sean valientes y cumplan con la parte que les corresponde. El Proyecto de Dios necesita de los imperfectos para que pronto se conviertan en esencia de humildad para el mundo. Así, Mi Amado Hijo encontrará un lugar en donde poder reposar Su cansado y fatigado Corazón de tanto trabajar por esta humanidad.
La llave principal para vivir la humildad es la paz, sin paz no se puede ser humilde. Vuestra Madre Celeste los quiere ver bien entrenados, para que cuando llegue el gran momento de enfrentar la redención de Mi adversario, ninguno de Mis amados hijos guarde en su interior nada que los aparte de Dios, como ha sido en esta humanidad durante los últimos dos mil años.
Si existieran corazones humildes, vuestra humanidad podría volverse rescatable y un tiempo mayor de paz llegará para todos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los quiere ver humildes y alegres,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más