APARICIÓN RESERVADA DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL MONASTERIO DE LA CONFRATERNIDAD DEL SEÑOR, GUATAVITA, CUNDINAMARCA, COLOMBIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Por medio de Sus Mensajeros Divinos y universales, Dios contempla la humanidad en silencio, así como contempla todo lo que ha creado para Sus hijos.

Si los árboles hablaran, escucharían su dolor. Si los animales se expresaran, comprenderían su sufrimiento y angustia. Si todo lo creado se pronunciara, así como si las piedras hablaran, la humanidad quedaría horrorizada por todo lo que ha hecho en contra de la evolución.

Aunque eso siga sucediendo y que una parte de la humanidad siga cometiendo los mismos errores, existe una solución y una salida.

Por eso, Dios los contempla en silencio, para poder escuchar de alguna forma la respuesta de la humanidad. 

Los Reinos de la Naturaleza son parte de la evolución de los seres, nunca podrían estar separados del ser humano ni tampoco el ser humano estar separado de ellos.

Todo cumple un ciclo, todo cumple una evolución. Y si ese ciclo y esa evolución es transgredida, la evolución del ser humano y de los Reinos quedaría incompleta, y el sufrimiento que es generado hacia los Reinos menores deberá ser transmutado y liberado de alguna forma.

Por eso, no es solo el momento de tener más consciencia sino también de tener una buena y sana actitud con cada uno de los Reinos menores. Si los Reinos menores no estuvieran en este planeta, el planeta no se expresaría ni tampoco se expresaría la humanidad.

El ser humano debe encontrar el sentido y el significado de la presencia de los Reinos de la Naturaleza. Son parte de la comunión con su espíritu y con su alma.

Los Reinos Menores no son para ser explotados ni transgredidos. Eso no permite que el ser humano evolucione y despierte al gran Conocimiento Universal. Eso no permite que siga subiendo la escalera hacia el Infinito, para poder encontrar, algún día, la Verdad y la Sabiduría.

Por eso, el propio ser humano estanca su evolución y no la finaliza. Por eso, son muy pocos los que se ofrecen para poder desatrancar esa evolución de la raza humana.

Los pasos son hacia la ascensión, hacia el camino del espíritu, hacia la realización de la misión personal de cada ser.

Pero mientras la humanidad no vea estas cosas más profundas e internas, nunca podrá comprender el Plan de Dios ni tampoco su existencia, porque estará fuera de la Ley, estará fuera del equilibrio y de la armonía. Para poder alcanzar las nuevas esferas y poder acceder a los nuevos conocimientos que existen en el Universo, las Leyes ya no se pueden transgredir.

Sabemos que existe una ambición desmedida de parte del ser humano, que ya es incontrolable e insostenible. Por eso, todos los esfuerzos que se hagan, todas las oraciones que se realicen, todos los servicios que se presten, no solo a sus semejantes sino también a los Reinos menores, ayudará a que, algún día, esa parte de la humanidad despierte y tome consciencia de todo lo que hace y lo pueda corregir.

Mientras se maten animales, existirán enfermedades incurables para el ser humano. Mientras grandes extensiones de bosques se corten o se talen, existirán conflictos entre las naciones.

Todo tiene una consecuencia, todo tiene un origen. Nada está separado. Es una cadena que el ser humano no consigue romper por sí mismo. Solo con la ayuda espiritual de la Jerarquía, esas cadenas y esas opresiones se liberarán; pero es necesario el arrepentimiento, es necesario sentir en el corazón todo lo que está sucediendo y ayudar a revertirlo.

Mientras nada suceda, mientras una parte de la humanidad no escuche y no acoja el llamado que viene de la Jerarquía, el cambio no llegará y la humanidad seguirá sufriendo sus propias consecuencias.

No podrá ser solamente la minoría de la humanidad la que viva el cambio de la consciencia o el despertar. Todos son llamados a cuidar y a proteger lo que recibieron, porque es único y no existe en otro lugar del Universo ni en otro planeta.

Por eso, todas las Jerarquías, todos los Mensajeros y todas las consciencias del Universo contemplan con amor al planeta y a la humanidad, porque Dios les entregó todo lo mejor que tenía para que Sus hijos pudieran crecer, madurar, aprender y evolucionar.

Pero ese ciclo se rompió desde los errores que fueron cometidos por Adán y Eva. Y nuevas razas, civilizaciones y culturas surgieron para intentar corregir lo que había sido hecho por el desvío vivido y por los errores cometidos.

Pero no todas las culturas, consciencias o civilizaciones alcanzaron la evolución que Dios necesitaba. Por eso, surgieron nuevas razas, surgieron nuevas generaciones para que el Plan pudiera continuar adelante. Y lo más importante: que este Proyecto genético pudiera alcanzar un estado vibratorio elevado.

Como no fue suficiente la experiencia, como no fue suficiente alcanzar las aspiraciones y concretarlas por parte de los propios seres humanos, por las propias culturas o pueblos, aun habiendo vivido los grandes procesos de contacto y de unión con la Jerarquía universal, el Padre se entregó a sí mismo por medio de Su amado Hijo, para que ese Proyecto, para que esa genética humana que fue amorosamente pensada y meditada pudiera ser corregida a través del Amor Crístico proveniente de la Fuente del Amor-Sabiduría universal.

A lo largo de los tiempos, después del paso de Jesús por la Tierra, hubieron ejemplos, testimonios y experiencias de consciencias que alcanzaron los grados de Amor Crístico. Pero pocos lograron vivir los mismos estados que alcanzó Mi Hijo hasta lo alto de la Cruz, hasta el último momento de Su expiración.

Por eso, Él derramó Su Sangre y Su Agua por cada uno de Sus compañeros, y para que la Tierra y sus más profundos recintos fueran permeados por la Sangre de Jesús, para que ese testimonio de Amor y de redención quedara guardado en la memoria espiritual de esta raza y de este planeta.

Todos esos Códigos alcanzados, todos esos planos vividos y experimentados por Mi propio Hijo, son experiencias muy profundas y espirituales que Él dejó para el mundo, para que las almas y principalmente las esencias, se pudieran servir de esa preciosa y pura energía, de la Energía Crística.

Ahora, que el tiempo y la humanidad está en un momento culminante, es hora de que las consciencias que se entregan y que se donan a Cristo, accedan a esos Códigos de Luz de una forma  espiritual e interna, reflejados en los atributos del servicio, de la donación, de la fraternidad, de la entrega, de la oración, de la Misericordia y de la paz, para que la cura se establezca no solamente en sus consciencias sino también en sus semejantes, en sus hermanos, conocidos y desconocidos, en todos los seres de esta superficie.

Que ese amor no solo pueda llegar a lo más profundo e íntimo de ustedes en este tiempo crucial para que su fe y su confianza estén fortalecidas, sino también que esos Códigos de Amor Crístico puedan llegar a las consciencias y a los Reinos menores que más los necesitan, penetrando las capas más duras y resistentes de la consciencia, del sufrimiento, de la opresión, de la esclavitud, de los conflictos.

Y esa armonía y esa paz universal se alcanzarán en la superficie de las naciones, en los pueblos y en los continentes cuando ese Amor Crístico sea vivido verdaderamente y lo acepten como parte de sí, en una comunión profunda con la Divinidad de Mi Hijo.

Eso permitirá que el Proyecto genético, el que Dios pensó desde el principio, continúe adelante, aun en los tiempos de Armagedón y de Apocalipsis. Las puertas hacia la sabiduría y hacia el Amor cósmico no se cerrarán, aunque los acontecimientos se precipiten en algunas regiones de la Tierra y en algunas partes de la humanidad, para que el ser humano pueda aprender, tome consciencia y se arrepienta verdaderamente.

Ya no es necesario que el ser humano siga sufriendo y padeciendo todo lo que hace y todo lo que vive. Estar en la Ley significa un esfuerzo mayor, no solo de mantener la consciencia y la mente abierta sino también de participar de esas Leyes viviéndolas dentro de sí y practicándolas exteriormente, para que el pueblo sagrado de Dios se vuelva a reunir, se vuelva a unir, se vuelva a congregar en el nombre del Amor Crístico de Mi Hijo, el que siempre los llevará a la paz y a la visión perfecta de la realidad de estos tiempos; para que todo sea reconciliado, redimido y curado en las consciencias humanas.

El planeta, pero principalmente la humanidad, está ante dos caminos y uno de ellos deberá escoger, no de una forma impulsiva o egoica sino de una forma intuitiva y amorosa. Son dos destinos diferentes, son dos realidades diferentes, son dos situaciones diferentes y dos resultados diferentes.

Por eso, ante esa encrucijada o esa decisión hay que orar, orar y orar, para que la humanidad entera como una sola consciencia y una sola civilización escoja el camino que la liberará, o la condenará para siempre.

Por eso, las Leyes de la Misericordia actúan, gobiernan y proceden en la humanidad de estos tiempos, para que las almas recuperen el sentimiento de amar a Dios, de buscarlo y de encontrarlo, sabiendo que el Padre en Su eterno silencio, los espera con Sus Brazos abiertos para recibirlos y ayudarlos.

Pero ahora son Sus hijos los que deben escoger y decidir. Toda la ayuda del Universo llegará conforme a la respuesta de la consciencia humana y a la disponibilidad de las almas.

Esa decisión está en el corazón de cada ser de este planeta, pero no se olviden de poner atención y de revertir los males causados a los Reinos de la Naturaleza que son inofensivos a la vista del hombre y que están aquí para equilibrar sus emociones y sus pensamientos.

Los Reinos menores se ofrecen a transmutar situaciones inconcebibles. Y, a pesar del maltrato y de la agresión que reciben todo el tiempo, ellos no se dejan de donar y de entregar para que el hombre pueda evolucionar y alcanzar la madurez que necesita en este ciclo.

Abran sus ojos, no físicos sino internos. Abran sus oídos, no físicos sino internos. Perciban, sientan y contemplen la realidad planetaria y comprenderán todo lo que les decimos, porque lo más importante en este tiempo es hacer el bien y proclamar la paz. Así ya no se levantará nación contra nación ni pueblo contra pueblo. Ya no se agredirán hermanos contra hermanos y, así, la Luz nunca faltará y el Amor siempre llegará porque será emanado de la Fuente del Universo.

Estamos aquí como Consciencias universales para ayudarlos a vivir el cambio y para que ese cambio dé testimonio, en cada ser, del amor por lo divino.

Les agradezco por acompañarme y por escucharme en estos tiempos.

Que la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo esté en ustedes y los impulse a vivir lo que Dios tanto espera.

Vigilias de Oración
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Siempre les traeré la esperanza y el porvenir en los tiempos difíciles.

Aquel que vive en Mi Hijo nunca se arrepentirá. Su corazón será predilecto ante los Ojos de Dios y siempre encontrará la llave que le abrirá las nuevas puertas.

En estos tiempos difíciles, queridos hijos, Yo los invito a persistir con el corazón. Mi sagrado Manto de cura está sobre ustedes y sobre todos aquellos que se colocan en oración, pues Mis redes de Luz se extienden por el mundo y Mis hijos se multiplican ante el llamado del Señor.

Yo les traigo Mi Corazón Inmaculado como el gran emblema. Yo Me oferto a ustedes como el Lucero del mundo, estaré con ustedes en los tiempos de tinieblas.

Yo Soy la gran Señora Vestida de Sol, la gran Madre de la Cura Universal. Dichosos de aquellos que creen en Mi Presencia predilecta; porque en el tiempo que vendrá, después de este mundo, todos serán inmaculados ante los Ojos del Altísimo.

No teman liberarse de sus amarras, el tiempo llegó para que eso suceda.

Dónenme sus vidas completamente y Yo podré obrar a través de ustedes.

Únanse en este tiempo y no se permitan separarse.

Mi Hijo desea estar entre ustedes todo el tiempo, conducir a las almas y a los corazones hacia el verdadero propósito personal de cada ser.

Mi Luz hace abrir sus ojos, Mi regocijo los colma y los permea.

Yo vengo en esta noche, queridos hijos, a anunciarles su tiempo de cura y de redención. 

La Aurora ya está brillando hace mucho tiempo y los ojos abiertos deben reconocer el porvenir, aquel que viene del horizonte infinito; cuando el corazón se abre para recibirlo, muchas riendas son desatadas y los corazones alcanzan la cura que necesitan.

He venido a Aurora para congregarlos a través del Amor de Cristo, Nuestro Señor. Hoy, los invito a unirse a Su Corazón Sagrado, en este día de reparación y de comunión. Permitan que las Leyes de Su Misericordia puedan actuar para que sus corazones sean cristalinos.

Deben purificarse, hijos Míos, así estarán plenos de Mi Gracia maternal, que siempre los abraza y les hace sentir el Amor profundo de Dios.

Desearía, profundamente, curar muchos corazones más; pero están ciegos, están en las sombras, viven en la oscuridad de esta vida material.

Yo los invito, hijos amados, a que sean precursores de Mi cura universal, así Mis Rayos tocarán sus esencias y se expandirán hacia otros corazones.

La cura universal es la esencia que los rescatará antes de la Venida de Cristo. No teman purificarse, no teman sufrir por Dios. Todo en este tiempo está previsto, lo que es en el Cielo y lo que es en la Tierra. Cada día más, con el paso del tiempo, el universo y la Tierra se funden y el gran momento se aproxima a la humanidad.

Yo les vengo a anunciar las señales, las profecías y los misterios, a aquellos que muchos no conocen, que se revelarán al mundo en el momento cierto y justo. Y, a pesar de que las tinieblas circunden la Tierra, los corazones que escuchen Mi llamado, que oren Conmigo el Santo Rosario y que recuerden Mi Corazón Inmaculado siempre estarán dentro de Mi gran Sol Universal. Yo los apartaré de la tribulación siempre y cuando Me lo permitan.

Yo estoy aquí como su Mediadora, su Madre de las Gracias del Gran Corazón de Dios que pulsa en este mundo, convocando a los servidores para la gran Misión final.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Que el cansancio de sus cuerpos no alcance a sus corazones, para que no se cansen jamás de estar delante de Mi Presencia, porque si perseveran acompañándome en este camino, puedo servirme hasta de su cansancio, de su persistencia ante las purificaciones de la vida.

Hijos Míos, imaginen, en este momento, si Mi Presencia fuera visible a sus ojos, si cada vez que Yo llegara al mundo todas las criaturas Me pudieran ver, ¿en algún momento se cansarían de venir a Mi encuentro? 

Hoy, quiero dejarles esta reflexión porque, aunque sus ojos no Me vean, sus corazones Me pueden encontrar, porque Mi Presencia aquí, en este momento, es más real y verdadera que la materia que compone sus cuerpos y que compone toda la vida sobre la Tierra.

Hijos Míos, todo lo que ven a su alrededor un día desaparecerá, pero Mi Presencia jamás desaparecerá, ni de este mundo ni del universo. Mi Corazón Materno se expande cada día, y, cada segundo que pasa en este mundo, Mi Consciencia abarca una parte más de la Creación Divina, porque todo lo que fue creado proviene de Mi Corazón, a pesar haber sido pensado por Dios.

Mis queridos, quiero que se renueven cada día ante Mi Corazón para que, de esa forma, Yo pueda renovar sus consciencias, porque si no se disponen a vivir la transformación, con tantas oportunidades que les son entregadas, ¿qué será de esta humanidad que muchas veces no conoce a Dios, que muchas veces ni siquiera oyó Su Nombre?

Mis queridos, ustedes, que tienen la oportunidad de estar ante las puertas del Cielo, deben vivir lo que toda la humanidad un día vivirá. 

No sientan temor porque hoy sus corazones se purifiquen. No sientan temor jamás por no encontrar el viejo hombre que fueron durante tanto tiempo. Mi Presencia viene a renovar sus vidas, como a toda la humanidad, para que puedan ser nuevos ante Cristo, ante Su Retorno glorioso a este mundo. 

Sé que muchos no creen, pero el Rey del Universo retornará. Para eso, Mi Voz hace eco en el mundo para preparar los corazones y las consciencias, para preparar cada espacio de este planeta, para que sean receptores de la Misericordia Divina y que, cuando llegue la Justicia, los corazones estén preparados para vivirla y para comprender la Voluntad de Dios, que se manifiesta en cada cosa de esta vida.

Hijos Míos, no existe la injusticia divina. Todas las acciones humanas generan consecuencias que deben ser equilibradas en este tiempo por los corazones despiertos. Y, lo que llamo de corazones despiertos, son estos que están delante de Mí, son estos que escuchan Mi Voz en muchos lugares del mundo, son estos que Me aman, que aman el Corazón Sacratísimo de Jesús, aun sin saber de Su Presencia en este tiempo.

Mis queridos, quiero tornarlos apóstoles que renueven el apostolado de un tiempo pasado; que puedan entregar sus vidas por sus hermanos, por la redención de la humanidad, por la redención de los Reinos de la Naturaleza, que desde el principio de la humanidad aguardan esa oportunidad de redención, aguardan que el ser humano pueda ser su fiel ejemplo de elevación al Creador. 

Pero hasta hoy, hijos Míos, solo los Reinos dieron ejemplo de elevación, de humildad, y no existió reciprocidad por parte de los seres humanos. Por eso, les pido que puedan vivir en este tiempo lo que Dios espera de la humanidad desde el principio de su creación, que ya no pierdan las Gracias que el Señor les envía, como las perdieron a lo largo de los siglos.

Hijos queridos, escuchen Mi Voz y permitan que ella ingrese en sus consciencias como en sus corazones.

 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, mañana, Yo los invito a que Me traigan una humilde flor, que Yo consagraré y será su sincera oferta por la paz y la redención de la humanidad, una oferta sincera a Dios Padre que los unirá a Su Creación, a su principio y a su fin.

Queridos hijos, hoy los consagro, los bendigo. Eleven sus objetos sagrados para la bendición maternal.

Dios Altísimo y Todopoderoso bendice estos objetos sagrados que representan la señal de vida y de redención para las almas que, juntas como una humanidad única, alcancen el Nuevo Tiempo, aguardando con esperanza la gloriosa Venida de Cristo.

Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Nuevamente, les agradezco a los grupos de Paraguay por haber respondido a Mi llamado. Dios les agradece.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

En estas últimas Apariciones de Nuestra Señora en los días 24 de vigilia, nos ha transmitido Mensajes bien importantes.

Después de un tiempo de silencio durante las Vigilias, hemos entendido que la urgencia planetaria es grande y Nuestra Señora está tratando de socorrernos y de estar con nosotros lo más posible. Ella nos ha mencionado que cuanto más nos entreguemos a Su tarea, por más tiempo nos podrá acompañar y estar con nosotros durante los tiempos difíciles, como dijo hoy.

Así que depende un poco de nuestro esmero que Nuestra Señora pueda seguir con nosotros un tiempo más.

Vamos a preguntarles a los hermanos si tienen algo para compartir.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora tiene una predilección por Aurora. Ella siempre se siente plena al estar aquí, entre Sus hijos de la Comunidad. Ella siente siempre una receptividad especial; y eso no significa que sean diferentes a otros, sino que es un grado de filiación que cada uno tiene con María.

Hoy, el momento de la Aparición fue diferente porque, por lo general, cuando María aparece, existe una explosión de Luz que es expansiva.

Hoy, antes de que Ella llegara, apareció una espiral de Luz de siete colores y, en ese momento, Ella se manifestó como la Madre del Sol. Enseguida, de abajo de Su Manto, empezaron a salir muchos Querubines. Muchos comenzaron a subirse sobre nosotros, con tanta armonía y con tanto amor que le dijimos: “Madre, ¿qué es lo que está aconteciendo?”.

En ese momento, desde el Inmaculado Corazón de María comenzaron a salir hilos de luz de color verde que los Querubines colocaban dentro de nuestros corazones; y que sacaban dolores, angustias e incomprensiones. Por un instante, nos vimos todos unidos al Corazón curador de María y se generó en nuestro interno una sensación de gran alivio.

Entonces, María comenzó a dirigir Sus Palabras. En el momento en que Ella habló que caminaría con nosotros entre las tinieblas, nos mostró una visión de María caminando en el mundo, entre los pueblos, guiando a muchas personas hacia una montaña; y algo muy significativo había en esa visión, Ella tenía un candelabro que iluminaba esa oscuridad e iba abriendo los caminos para que, los que estaban detrás de Ella, pudieran reconocer la Llegada de Cristo. De eso, no nos explicó nada más. 

Hoy, estaba muy feliz, porque no solo consiguió tocar nuestro corazón, sanar algunas heridas, sino también tocar a otros corazones que no estaban aquí. Ella decía que hay muchos corazones que están cerrados porque sufren; por eso, nos invitaba a ser precursores de esa cura.

Durante todo el momento de la Aparición, María tenía Sus brazos extendidos sustentando Su Manto, que era verde y que estaba sobre nosotros todo el tiempo. Ella derramaba, sobre nosotros y sobre todos los que estaban coligados con Ella en ese momento, códigos de Luz de diferente tonalidades y colores.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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