Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN MEDJUGORJE, BOSNIA Y HERZEGOVINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 99.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Llego a este sagrado lugar como un Espejo de Paz para que el mundo, es decir la humanidad, tenga más consciencia y discernimiento, pueda abrir sus ojos internos para ver lo que hay más allá de lo material, todo lo que existe en lo espiritual que es el centro de toda la Creación.

Hoy, estoy sobre estas montañas y colinas de Medjugorje no solo para bendecir al mundo, sino también para volverme a unir al Corazón Inmaculado de Mi Madre, para que las Gracias y las Misericordias que necesitan las naciones puedan descender y establecerse, a fin de que los conflictos que se generan y se crean en este tiempo sean disueltos, para que los más frágiles, oprimidos y vulnerables no vuelvan a caer en la trampa de la guerra y de la persecución.

Hoy, Me encuentro sobre una tierra bendecida por Mi Madre Celeste, porque Ella trajo el Mensaje del Cielo para despertar a las consciencias al arrepentimiento y a la oración, al ayuno y al bien. Todos deben conocer la existencia de este lugar, el origen de estos pueblos y naciones que, una vez estando unidos, se separaron por los conflictos.

Cuando Dios creó a Sus hijos, es decir a Sus criaturas, Él creó un solo pueblo, una sola nación, una sola civilización. Pero Sus hijos, a través de los tiempos y de los errores, se separaron, se reagruparon formando sus costumbres y aun sus culturas.

La ex-Yugoslavia es el reflejo de una historia cósmica, que viene al igual que otros pueblos a este planeta para resolverse, para redimirse. A través de Medjugorje, la Madre de Dios concedió las Gracias a todos los corazones del mundo entero y especialmente a los que viven aquí.

Estos pueblos de la superficie de la Tierra son originarios de otros pueblos más antiguos que pasaron por este mundo al igual que ustedes. En las generaciones de esta raza han existido varios aprendizajes, han existido varias situaciones que se fueron llevando adelante a través del tiempo.

Todo lo que viven los pueblos de hoy, como la ex-Yugoslavia, es un reflejo de todo lo que se vivió en otros tiempos, de grandes deudas que necesitan curarse, de importantes historias que aquí se vivieron y que también necesitan redimirse. 

Europa Oriental es un proyecto aún no concluido. Por eso, la Jerarquía Espiritual trabaja aquí silenciosamente; para que, en el momento más oportuno, ese proyecto se pueda cumplir; al igual que en el resto del mundo existen otros proyectos que se llevan adelante con otros pueblos y otras naciones.

Todos son originarios de diferentes estrellas y lugares del universo. Han venido a la Tierra para seguir construyendo su historia, para aprender a amar, a redimirse y a perdonarse. Cada nación o cada pueblo se encuentra en el lugar que necesita para poder vivir esa experiencia, para poder concluir esa trayectoria, mientras sea necesario.

Mi Consciencia Divina hoy está aquí para trabajar con todos los mundos internos, para que sepan que el Proyecto de Dios es uno solo y tiene un solo sentido y un solo fin.

La diversidad de los pueblos y de las culturas de este mundo demarca orígenes de diferentes lugares del universo. Por eso, es importante que comprendan que el pasaje por el planeta no es superficial.

Es importante que sepan que hoy Mi Presencia les habla como el Hijo Solar, como la Consciencia Solar de Cristo que viene a trabajar con todos los mundos internos para que se rediman y despierten.

Mientras estoy aquí, en este lugar y sobre estas montañas, los Sagrados Recintos de la Hermandad Celeste se encienden para que los corazones los puedan sentir y, así, estén unidos a lo Divino y a lo Cósmico. Porque es allí, en ese despertar de todas las consciencias, en la redención de todos los pueblos y culturas, en donde volverán a alcanzar el Proyecto que Mi Padre escribió para sus consciencias, un Proyecto especial y único para cada ser.

Cuando una consciencia de alguna nación o de algún pueblo da un paso hacia Mi Camino de consagración y de entrega, no está dando el paso solo, sino está dando sus pasos por todos los demás, por toda su nación y por todo su pueblo. Es decir, abre una puerta para que llegue el momento de la redención, el gran momento del perdón de todas las faltas cometidas, de todas las situaciones vividas; y así, la consciencia de una nación o de un pueblo se renueva y respira los aires del Cielo.

Hoy, Mi Mensaje es simbólico, pero en cada enunciado hay una llave para que puedan abrir una puerta hacia la elevación de la consciencia, para que comprendan la verdadera existencia de Mi Ser, para que conozcan al Cristo Cósmico, que es Quien trabaja con todas las consciencias y almas.

A pesar de las naciones y de los pueblos, ustedes deben recordar que son una consciencia única, una única raza, un único pueblo, un único Proyecto regido por una única Voluntad, que es la Voluntad del Padre.

Que este 2022 despierte en cada uno la necesidad incesante de elevar más la consciencia, de buscar la conexión con lo Divino, de encontrar en el Camino Cósmico la respuesta que tanto necesitan, y de saber, de una vez y para siempre, porqué están aquí y para qué vinieron a este mundo. 

Porque la vida de cada uno de ustedes no puede terminar solo en lo que es material y concreto. Descubran el universo de su verdadero ser y se liberarán para siempre, y así, ayudarán a redimir a sus pueblos y a sus naciones, a sus culturas y aun sus costumbres. Porque si tan solo uno Me abre la puerta, un representante de alguna nación o de algún pueblo Me abre la puerta, ¡cuánto más podría hacer en este momento!

Mi invitación, a todos ustedes y en este nuevo año, es que dejen de ser ciudadanos del mundo para ser ciudadanos del universo, seres que viven la confraternidad y que siguen Mi Plan Cósmico. Porque cuantos más busquen la elevación de la consciencia a través del amor al Plan, mayores serán las posibilidades de que la Jerarquía rescate a esta raza y salve a este planeta.

Que los Rayos de Mi Consciencia Solar iluminen sus caminos.

Que así como la ex-Yugoslavia hoy es colocada ante la oportunidad de la unidad entre sus pueblos y sus culturas, que las demás culturas y pueblos de este mundo también reciban la oportunidad de la redención y de la paz. Porque cuanto más despiertos estén a la Vida Universal, más comprenderán porqué están aquí, en este mundo, y cuál es su verdadero origen.

Que los Rayos de Mi Consciencia Solar los bendigan, los impulsen a la trascendencia y a la liberación de las amarras.

Que sus caminos espirituales estén limpios y puros, para que puedan conocer Mi Voluntad, que es la Voluntad de la Fuente Suprema.

No se extrañen de que, en este momento, no les hable con palabras más terrenales y comprensibles a su lenguaje. Es tiempo de que conozcan la vibración de la Jerarquía. Es tiempo de que, a través de la elevación de la mente y de la consciencia, alcancen las esferas superiores e ingresen en el Tiempo Real. Porque cuando amen lo desconocido, se librarán de ustedes mismos y, amando lo desconocido, comprenderán el Plan Universal.

Desde las montañas de Medjugorje, bendigo al mundo entero, y a todos los que sean valientes y tengan el coraje de escuchar Mi Voz y de vivir Mis Palabras. Así, Me abrirán aún más la puerta para que Yo pueda retornar con Mi Verdadera Faz, la Faz del Cristo Cósmico, aquella Faz que aún no es aceptada por este mundo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El mes de mayo, hijos, podría ser conocido como el mes de la intercesión por las almas y por el planeta. 

Es el mes en el que las Leyes de la Gracia y de la Misericordia actúan más intensamente en la Tierra, a través de la devoción de las almas que se consagran y se reconsagran al Inmaculado Corazón de María.

Mayo no es solo un período cronológico, es además el período de un ciclo espiritual en el que los Espejos del Cosmos se alinean con los Espejos de lo profundo de la Tierra y también con aquellos que están en el corazón y en la esencia de los que oran. De esa forma, una red de luz espiritual, divina y planetaria se manifiesta por el simple hecho de que las almas expresan su devoción y amor al Inmaculado Corazón de María, la Reina de todos los Espejos de la Creación. 

A través de las oraciones de Sus hijos, la Madre y Gobernanta Celestial manifiesta, entre las dimensiones, Portales de liberación y de intercesión para las almas más pecadoras y perdidas. Es así que la oportunidad de una Gracia es concedida a los que se arrepienten de corazón y oran por la redención y por la paz en el planeta. 

También los Reinos de la Naturaleza, los elementos y la vida que habita el planeta son tocados por las Gracias más profundas que provienen del Corazón de Su Madre Celestial.

En el universo, como en la Tierra, los ángeles y arcángeles se mantienen atentos a las súplicas de los que oran en todas las culturas y religiones, a los que claman sinceramente por paz porque, a pesar de su incomprensión e ignorancia, el amor en los corazones de los que oran se transforma en méritos para la cura, la redención y el despertar de todas las almas. 

Por eso, oren, hijos, y reconsagren sus vidas a Dios en cada instante. Están en un ciclo de Gracias, de Misericordia y de intercesión, aun ante el escenario caótico del planeta. Que sus almas estén en el punto correcto de su elevación para que siempre alcancen la paz.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castíssimo

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición reservada de Cristo Jesús Glorificado, en Toronto, Ontario, Canadá, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús, para el segundo día de la 80.ª Maratón de la Divina Misericordia

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Con alegría y júbilo los reúno en este momento, porque en los planos internos reúno a muchas culturas y pueblos que llegaron a este país, a Canadá, para vivir una oportunidad y una esperanza.

Por esa razón, compañeros, los he reunido aquí, en este lugar. Los he reunido aquí, en este país, para que pudieran comprender desde cerca el significado de este momento.

Es una síntesis entre culturas y pueblos que se está viviendo en este momento, y es a través de Mi Presencia Crística que eso sucede.

Por eso les he pedido que Me acompañen, que pudieran llegar hasta Canadá, para que las bases de Mi Obra Redentora con ustedes se puedan fundar aquí, porque esa es una de las Aspiraciones de Dios para este momento planetario, en el que todas las almas y las esencias del mundo, así como todas las culturas y los pueblos, deben prepararse para el nuevo tiempo, después de esta transición de la Tierra, en donde las almas vivirán cosas inexplicables, pasarán por experiencias desconocidas, que necesitarán ser sostenidas por la fe y el amor de Dios, a través del corazón de todos Sus hijos.

Con esto quiero explicarles, más claramente, que la Aspiración de Dios de haber venido aquí, a Canadá, es para dar un impulso no solo espiritual, sino también material, en la concreción de nuevos puntos de Luz en el mundo, formado por la integración de las almas, la unidad de los corazones y la vivencia de la vida grupal, entre todos los miembros de esta humanidad. 

En este caso, hablo de las culturas y de los pueblos que emigraron hacia Canadá, pero que no perdieron sus principios ni atributos de vida, todo lo que aprendieron desde los orígenes de sus países.

Y eso es muy valioso para Dios porque, de alguna forma, Canadá ha conseguido acoger y recibir a todas estas almas, no solo abriendo las puertas a las oportunidades y a la esperanza, sino también abriendo las puertas internas y espirituales, para que después de casi treinta años, en los que emigraron muchas personas hacia este país, este es el momento y esta es la oportunidad para que la Jerarquía Espiritual pueda comenzar a realizar un trabajo y llevarlo adelante.

Este es el mensaje que hoy quiero traer para todos Mis compañeros; pero especialmente para los que hoy Me acompañan aquí, para los hermanos que están aquí, en la ciudad de Toronto, y que abrieron sus corazones, sin pensarlo y sin meditarlo, para recibir este impulso directo de su Maestro y Señor, que tendrá como consecuencia y resultado el beneficio espiritual e interno para muchas almas más, para todos los que emigraron aquí, a este país, y que también son considerados por la Misericordia de Dios.

Lo que caracteriza a todos los pueblos y culturas, que se radicaron en Canadá, es la simplicidad de su vida, los atributos que viven a través de lo que han aprendido en sus vidas y todo lo que han construido a través de sus culturas y de sus lenguas, sin dejar de dar continuidad a lo que cada país y nación representa, no solo como cultura o como pueblo, sino también como consciencia espiritual.

Canadá ingresará en una nueva etapa espiritual, con la ayuda y la colaboración de todos los extranjeros que aquí se encuentran y que se han integrado muy bien a este país y a esta cultura, en donde fueron insertados en la vida diaria de la comunidad.

Eso crea pilares importantes, más allá de todo; esos pilares espirituales que la Jerarquía necesita para fundar las comunidades; esas comunidades nuevas que se abrirán y que vendrán a través de la fe y de la confianza de las almas en Dios; porque no perderán sus principios ni atributos de vida, sino que esos atributos y principios se expandirán en la consciencia. 

Y así, como está escrito en la Biblia, los pueblos se unirán y se fusionarán como una sola consciencia, más allá de lo que hayan aprendido y vivido. Y eso se dará a través del amor, de la comprensión y de la aceptación de las diferentes culturas, para que ese ecumenismo universal, que proviene del amor, se pueda seguir gestando y viviendo en este país de Canadá.

La aspiración de la Jerarquía Espiritual es expandir este impulso desde Toronto hacia el resto del país, para que más almas y consciencias tengan la Gracia de recibir la instrucción directa de la Jerarquía, no solo para su vida material, para su vida familiar, sino, sobre todo, para su vida espiritual e interna.

En esta integración y ecumenismo, que se vive en Canadá a través de todos los extranjeros, es que se crean las bases necesarias e imprescindibles para que la Jerarquía pueda continuar con la Obra en el planeta. Y a través de estas almas y corazones que aquí se encuentran, que han experimentado la sobrevivencia, la superación del sufrimiento y del dolor y, sobre todo, que han encarnado la Trascendencia y el Amor de Dios, consiguiendo superar todos los límites de sus consciencias.

Para la Obra que debe establecer aquí la Jerarquía, en Canadá, con todos los representantes de sus naciones hermanas, a través de este trabajo y de esta Obra, la Jerarquía podrá ayudarlos. Y también recibirán las Gracias y las Misericordias que necesitan para poder despertar.

Por eso, hoy, Mi Consciencia y, sobre todo, Mi Corazón misericordioso, en este día tan especial, en este momento tan especial y en este encuentro tan especial, establece las bases espirituales que el Padre ha establecido para que, desde los planos internos, se comience a construir esa Aspiración de Dios, hasta poder materializarse completamente.

Y eso será a través de las almas que se autoconvocarán, que sentirán el llamado para profundizar en su vida espiritual y para reencontrar el camino hacia esa comunión perpetua y eterna con el Padre Eterno.

Por eso, dedicaré un tiempo especial para esta tarea en este país, el tiempo que sea necesario, porque estas almas que emigraron hacia Canadá, y que se encuentran en este país viviendo, representan a sus naciones de origen, a todos sus pueblos y culturas, y desde aquí, la Jerarquía espiritual podrá ayudar a todas las almas que hasta los tiempos de hoy viven dificultades y pruebas y no consiguen salir adelante por sus propios medios.

Es por la apertura de los corazones simples y humildes, es por el amor y la confianza de los que creen en Mi Nombre y lo invocan, que Yo puedo llegar a otras almas del mundo que no solo viven el sufrimiento, sino también la persecución y la esclavitud.

Es de esa forma, compañeros, que el bálsamo de Mi Divina e Insondable Misericordia llega a ellos, cicatrizando con el tiempo las heridas más profundas y, así, renuevo a las almas, para que puedan seguir adelante bajo la confianza y la guía de Dios.

Hoy vengo a celebrar con ustedes este momento y el establecimiento del nuevo monasterio de la Misericordia de Dios, que abrazará y amparará a todos los inmigrantes que aquí se encuentran, en Canadá, por medio de la virtud del servicio y de la oración, que traerá para todos ellos la comprensión sobre la vida y la unión profunda con el Plan del Padre Creador.

Las bases espirituales de ese trabajo, hoy quedan aquí fundadas por su propio Maestro y Señor, y esto traerá para todos, no solo oportunidades infinitas, sino Gracias infinitas para los que necesitan sentirse nuevamente amados, comprendidos y aceptados, para que sus heridas internas se puedan curar y cerrar.

Hoy traigo este mensaje porque sé que todos lo escucharán y que corresponderán a su Maestro y Señor para que esto se cumpla, porque será desde la Obra y dentro de esta Obra de Amor y de Redención, desde donde surgirán los medios para llevar adelante esta aspiración de su Maestro y Señor que proviene del Padre.

Aquí en Canadá, en el tiempo en el que se desarrolle este trabajo y esta Aspiración de Dios se vivirán muchos ciclos y etapas de posibles crecimientos espirituales y materiales, para que las almas alcancen el Portal de la Liberación, y así se sientan renovadas, consoladas y amadas por el Padre, así como por Su Divino Hijo.

Como un Sacerdote Mayor celebro este momento con ustedes, porque es un momento de celebración y de júbilo, de esperanza y de mucha Misericordia para todos los que necesitan encontrarla en sus vidas.

Por eso, bendigo y consagro este momento, y estas bases espirituales que hoy estoy estableciendo en Canadá, para que una nueva etapa y un nuevo ciclo comience, así como está previsto.

Agradezco la adhesión y el acompañamiento de todos Mis compañeros y, especialmente, agradezco a Mis queridas hijas de Etiopía, que representan a toda Mi amada África, que está en el centro de Mi Corazón, en este gran momento, en el que su Maestro y Señor volverá a colocar Sus Pies sobre ese continente para liberarlo del cautiverio para siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE NIAGARA ON THE LAKE, ONTARIO, CANADÁ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Canadá es una tierra de muchas historias que, a pesar de haber sido trazadas por la limitada comprensión del ser humano, no impidió que esta región del planeta pudiera ser uno de los importantes centros internos del mundo que trabaja silenciosamente en la nueva configuración del ser humano, a través de las especiales usinas de trabajo existentes, por medio de los Espejos planetarios ubicados a lo ancho del país.

Canadá no tuvo la oportunidad, hasta el presente, de poder ser consciente de lo que guarda como legado espiritual e interno para la humanidad.

Su historia no es la única verdad de lo que sucedió aquí. Canadá, a través de la expresión de su naturaleza y de su preservación, ha generado un ambiente adecuado para que las grandes herramientas de la Jerarquía pudieran trabajar ampliamente hasta el punto de unir, en los planos internos, importantes espacios con la Antártida.

A través de Canadá también se refleja, en la superficie, la integración natural entre las razas y las culturas.

De diversos lugares de la Tierra llegan a Canadá diferentes etnias y razas que, socialmente, se integran bajo una forma de vida que los une a todos en común.

En este sentido, Canadá representa ese puente de la continuación del proyecto de las familias del mundo, las que traen consigo la síntesis de las diversas experiencias de sus orígenes.

Así como en la superficie de Canadá se expresa esta relación intercultural, también en los planos internos Canadá guarda una relación semejante, que llegó el momento de conocer y de comprender.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

Aparición reservada de María, Rosa de la Paz, en el Gran Cañón del Colorado, Arizona, Estados Unidos, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús, para el encuentro de oración del 25 de febrero de 2020

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Hijos Míos, hoy transmito este mensaje nuevamente desde el Gran Cañón del Colorado, pero esta vez desde su parte más profunda, a donde ustedes hoy llegaron no solo para encontrarse Conmigo, sino también con toda la Hermandad.

Mientras bajaban estas sagradas montañas, sus seres internos y los seres internos de sus hermanos fueron ingresando en la realidad y en la verdad de otros tiempos. Fueron cruzando umbrales, puertas y espacios en donde se guarda la historia de esta humanidad, la historia más evolutiva, más importante y destacada.

Es así que, en este día y bajo el abrazo de estas sagradas montañas, doy continuidad al mensaje que pronuncié en los últimos días, para que la consciencia de la humanidad no pierda el impulso de poder encontrar, en este tiempo de caos, el retorno hacia su origen y hacia la esencia de su propósito en esta humanidad.

Hoy estoy aquí con ustedes, pero también estoy con el mundo entero como la Madre del Mundo, la Madre de la Nueva Humanidad, la Madre que guarda en Su Corazón el conocimiento y la historia de esta civilización de la Tierra, que atravesó y pasó por muchas experiencias, aprendizajes y pruebas.

Pero lo que hoy les revelará Mi Corazón es lo más sagrado que alcanzaron las civilizaciones más antiguas del planeta, desde la Lemuria hasta la actualidad. Y todas esas civilizaciones, pueblos y culturas aprendieron a estar en comunión con el Universo y a conocer el Universo por medio del contacto. Algo que la humanidad siempre ha buscado, siempre ha intentado encontrar la puerta segura para atravesar ese umbral hacia la verdad y la existencia cósmica.

Hoy Mi Corazón maternal abre esa puerta, enciende los espacios sagrados del Gran Cañón del Colorado, para que las informaciones de las civilizaciones más antiguas de la humanidad salgan a la luz, despierten sus consciencias y vivan, así, el compromiso de dar continuidad a este sagrado proyecto genético que aún no ha finalizado y que está en el momento más culminante e importante de poder evolucionar y de representar, dentro de todo este Universo y macrocosmos, la victoria, la misma victoria que alcanzó Mi Hijo, el Cristo; y que la sigue alcanzando y la sigue viviendo por ustedes, por todos sus hermanos, por este pequeño pero bellísimo planeta que el Padre les entregó en confianza, para que ustedes y sus hermanos lo pudieran representar, no solo en la vida material evolutiva, sino también en la espiritualidad, en la esencia del contacto.

Es así que mientras les hablo, las puertas de los mundos internos del Gran Cañón se abren para que sus corazones y, sobre todo, sus almas puedan ser colmados por esos principios y atributos que las civilizaciones más antiguas del planeta alcanzaron y en los que cada una de ellas se destacó por algo muy importante. Y eso que es algo tan importante, hasta los días de hoy, ayuda espiritualmente a toda la humanidad; especialmente a Mis hijos más perdidos, más ignorantes, más distraídos de la realidad y de la verdad superior que están latente en el Universo y que forma parte de la realidad del Plan de Dios.

Por medio de este mensaje quiero que sus consciencias retomen el compromiso de realizar este proyecto genético, que va más allá de algo espiritual, religioso o interno; que llega hasta lo más profundo de sus esencias y consciencias, en donde se guarda también la historia de sus orígenes, de sus experiencias, de sus aprendizajes y vivencias en este sagrado Universo que los rodea y que los aguarda.

Hagan votos, hijos Míos, de poder realizar este proyecto que será finalizado por la Presencia de Mi Hijo, el Cristo, cuando en el momento más culminante de esta humanidad, que está próximo, Él llegue para recoger todos los tesoros, méritos, aprendizajes y experiencias que hayan podido vivir en esta encarnación y en esta actualidad.

Aunque el planeta y su humanidad estén convulsionando, aunque las naciones estén en una gran contrariedad y conflicto, a pesar de cualquier situación que se presente en la superficie de la Tierra, nada impedirá que ustedes puedan experimentar y vivir lo que Dios tanto desea y espera.

Por esa razón, Yo estoy aquí y soy enviada a este planeta como la Madre del Mundo, para que tengan consciencia también de la nueva tarea de su Madre Divina y Espiritual, la que hoy es una tarea más amplia y profunda que no solo abarca este Universo local, sino también otras galaxias, mundos, estrellas y soles que conforman también la existencia y la vivencia del Plan de Dios. Y con él todas sus Jerarquías, Consciencias que han trabajado en este proyecto humano y en otros, a lo largo de millones de años. Hoy la humanidad, después de 1988, tiene la oportunidad y la consciencia de saber todas estas cosas que hoy pronuncia Mi voz, que es la Voz del Padre que resuena en este valle y especialmente en los mundos internos que deben alcanzar la verdad y la consciencia de este tiempo definitivo.

Desde el interior de estas montañas, en el Gran Cañón del Colorado, su Madre Celeste se anuncia antes de tiempo y proclama esta información para todos los seres de la Tierra, independientemente de su creencia, de su religión o de su situación interna; porque en esencia todos son hijos de Dios y todos provienen de la misma Fuente, del mismo impulso, del mismo Origen que los creó y, a partir de allí, sus consciencias, como las sagradas consciencias de las civilizaciones anteriores de la Tierra, vienen de diferentes lugares del Universo para seguir aprendiendo a amar de verdad y a redimirse de corazón, sin miedo ni traumas.

Es así que, por medio de estas informaciones sagradas que emergen del Gran Cañón del Colorado, la humanidad tiene la oportunidad espiritual de volver a curarse, reconciliarse y redimirse, para que todas las estrellas caídas que hoy viven sobre la superficie de la Tierra puedan volver a encenderse, a reencontrar el camino, a reencontrar su existencia y sus orígenes. Así, todas esas estrellas podrán volver a brillar en este firmamento cósmico y de esa forma estarán dentro de la historia que aún sigue siendo escrita por la Mano del propio Padre Eterno.

Si hoy esto sucede aquí, en esta condición y situación interna y espiritual, es porque existen una razón y un propósito mayor que ustedes hoy desconocen, pero que sé que pueden sentir y comprender lo que esto significa, más allá de las formas y del momento.

Hoy Mi Corazón abre los espacios del Universo, fusiona y une las realidades que se encuentran dentro de este sagrado Cañón del Colorado, en el que la humanidad podrá tener la referencia y el lugar en donde poder encontrar, en el mayor silencio y en la más interna sintonía, lo que necesita para este ciclo de transición y para poder superar estos tiempos difíciles, en los que cada vez más la ilusión abraza a la consciencia humana y le hace perder el camino del Propósito.

Mediante estas palabras, Yo les traigo la Gracia de reencontrar el sentido y la razón de estar en este planeta y en esta humanidad, sabiendo que se debe cumplir lo que el Padre ha determinado y ha escrito desde los tiempos más remotos del Universo, desde antes de que existieran los diferentes Universos, las diferentes civilizaciones y todo lo que está creado.

Por eso, es tiempo de agradecer, agradecer de corazón por este impulso que el Padre ha decidido enviarles por medio de la Madre del Mundo.

Y es así, hijos Míos, que los velos de su consciencia seguirán cayendo para que puedan tener conocimiento de la realidad que está dentro de ustedes y que también está escrita en el Universo, realidad que debe vivir una síntesis y un fin para que todo pueda comenzar de nuevo.

Mientras les hablo, a través de Mis palabras y de Mi presencia, envío al mundo entero los atributos y principios más sagrados que alcanzaron las civilizaciones más antiguas de la Tierra, una historia que nunca se perderá, una historia que podrá continuar siendo escrita por cada uno de ustedes, para que el triunfo del amor y de la verdad se cumpla en este tiempo, y para que Mis hijos más perdidos, engañados y oscurecidos por Mi enemigo, tengan la misma Gracia que ustedes reciben hoy.

Así, el planeta y su consciencia espiritual se podrán regenerar. El alma de este planeta podrá volver a respirar y ser lo que vino a ser en este tiempo, desde el principio, cuando fue decidido que este sagrado planeta existiera.

Abracen este llamado, acepten esta convocatoria y den continuidad y respuesta a lo que les pido, porque no estarán cumpliendo Conmigo, sino con el Padre Eterno, que es quien Me envía para que todos los seres de la Tierra, finalmente, vean la verdad que está escrita en el Universo y que también se guarda en lugares más bellos de este planeta.

Envío para todos, Mi mensaje de paz y de consciencia. Que la Luz del Gran Cañón del Colorado brille en el corazón de todos los seres autoconvocados y servidores, para que se pueda seguir cumpliendo el Plan.

Los bendigo y les agradezco, permeándolos con la Luz de Mi Espíritu y de Mi Corazón, porque soy su Madre, la Madre del Mundo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hermanos y hermanas, a pedido de la Madre Divina, desde aquí, desde el corazón del Gran Cañón del Colorado, vamos a realizar por tres veces la oración del Advenimiento de la nueva Raza, para que podamos decretar y afirmar este compromiso interno con la Divinidad.

 

Oración del Advenimiento de la Nueva Raza

Señor, 
que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la palabra sea viva y construya Tu Templo.
Que se expanda en nosotros Tu misterio y
que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta unidad.
Amén.

 

APARICIÓN RESERVADA DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL MONASTERIO DE LA CONFRATERNIDAD DEL SEÑOR, GUATAVITA, CUNDINAMARCA, COLOMBIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Por medio de Sus Mensajeros Divinos y universales, Dios contempla la humanidad en silencio, así como contempla todo lo que ha creado para Sus hijos.

Si los árboles hablaran, escucharían su dolor. Si los animales se expresaran, comprenderían su sufrimiento y angustia. Si todo lo creado se pronunciara, así como si las piedras hablaran, la humanidad quedaría horrorizada por todo lo que ha hecho en contra de la evolución.

Aunque eso siga sucediendo y que una parte de la humanidad siga cometiendo los mismos errores, existe una solución y una salida.

Por eso, Dios los contempla en silencio, para poder escuchar de alguna forma la respuesta de la humanidad. 

Los Reinos de la Naturaleza son parte de la evolución de los seres, nunca podrían estar separados del ser humano ni tampoco el ser humano estar separado de ellos.

Todo cumple un ciclo, todo cumple una evolución. Y si ese ciclo y esa evolución es transgredida, la evolución del ser humano y de los Reinos quedaría incompleta, y el sufrimiento que es generado hacia los Reinos menores deberá ser transmutado y liberado de alguna forma.

Por eso, no es solo el momento de tener más consciencia sino también de tener una buena y sana actitud con cada uno de los Reinos menores. Si los Reinos menores no estuvieran en este planeta, el planeta no se expresaría ni tampoco se expresaría la humanidad.

El ser humano debe encontrar el sentido y el significado de la presencia de los Reinos de la Naturaleza. Son parte de la comunión con su espíritu y con su alma.

Los Reinos Menores no son para ser explotados ni transgredidos. Eso no permite que el ser humano evolucione y despierte al gran Conocimiento Universal. Eso no permite que siga subiendo la escalera hacia el Infinito, para poder encontrar, algún día, la Verdad y la Sabiduría.

Por eso, el propio ser humano estanca su evolución y no la finaliza. Por eso, son muy pocos los que se ofrecen para poder desatrancar esa evolución de la raza humana.

Los pasos son hacia la ascensión, hacia el camino del espíritu, hacia la realización de la misión personal de cada ser.

Pero mientras la humanidad no vea estas cosas más profundas e internas, nunca podrá comprender el Plan de Dios ni tampoco su existencia, porque estará fuera de la Ley, estará fuera del equilibrio y de la armonía. Para poder alcanzar las nuevas esferas y poder acceder a los nuevos conocimientos que existen en el Universo, las Leyes ya no se pueden transgredir.

Sabemos que existe una ambición desmedida de parte del ser humano, que ya es incontrolable e insostenible. Por eso, todos los esfuerzos que se hagan, todas las oraciones que se realicen, todos los servicios que se presten, no solo a sus semejantes sino también a los Reinos menores, ayudará a que, algún día, esa parte de la humanidad despierte y tome consciencia de todo lo que hace y lo pueda corregir.

Mientras se maten animales, existirán enfermedades incurables para el ser humano. Mientras grandes extensiones de bosques se corten o se talen, existirán conflictos entre las naciones.

Todo tiene una consecuencia, todo tiene un origen. Nada está separado. Es una cadena que el ser humano no consigue romper por sí mismo. Solo con la ayuda espiritual de la Jerarquía, esas cadenas y esas opresiones se liberarán; pero es necesario el arrepentimiento, es necesario sentir en el corazón todo lo que está sucediendo y ayudar a revertirlo.

Mientras nada suceda, mientras una parte de la humanidad no escuche y no acoja el llamado que viene de la Jerarquía, el cambio no llegará y la humanidad seguirá sufriendo sus propias consecuencias.

No podrá ser solamente la minoría de la humanidad la que viva el cambio de la consciencia o el despertar. Todos son llamados a cuidar y a proteger lo que recibieron, porque es único y no existe en otro lugar del Universo ni en otro planeta.

Por eso, todas las Jerarquías, todos los Mensajeros y todas las consciencias del Universo contemplan con amor al planeta y a la humanidad, porque Dios les entregó todo lo mejor que tenía para que Sus hijos pudieran crecer, madurar, aprender y evolucionar.

Pero ese ciclo se rompió desde los errores que fueron cometidos por Adán y Eva. Y nuevas razas, civilizaciones y culturas surgieron para intentar corregir lo que había sido hecho por el desvío vivido y por los errores cometidos.

Pero no todas las culturas, consciencias o civilizaciones alcanzaron la evolución que Dios necesitaba. Por eso, surgieron nuevas razas, surgieron nuevas generaciones para que el Plan pudiera continuar adelante. Y lo más importante: que este Proyecto genético pudiera alcanzar un estado vibratorio elevado.

Como no fue suficiente la experiencia, como no fue suficiente alcanzar las aspiraciones y concretarlas por parte de los propios seres humanos, por las propias culturas o pueblos, aun habiendo vivido los grandes procesos de contacto y de unión con la Jerarquía universal, el Padre se entregó a sí mismo por medio de Su amado Hijo, para que ese Proyecto, para que esa genética humana que fue amorosamente pensada y meditada pudiera ser corregida a través del Amor Crístico proveniente de la Fuente del Amor-Sabiduría universal.

A lo largo de los tiempos, después del paso de Jesús por la Tierra, hubieron ejemplos, testimonios y experiencias de consciencias que alcanzaron los grados de Amor Crístico. Pero pocos lograron vivir los mismos estados que alcanzó Mi Hijo hasta lo alto de la Cruz, hasta el último momento de Su expiración.

Por eso, Él derramó Su Sangre y Su Agua por cada uno de Sus compañeros, y para que la Tierra y sus más profundos recintos fueran permeados por la Sangre de Jesús, para que ese testimonio de Amor y de redención quedara guardado en la memoria espiritual de esta raza y de este planeta.

Todos esos Códigos alcanzados, todos esos planos vividos y experimentados por Mi propio Hijo, son experiencias muy profundas y espirituales que Él dejó para el mundo, para que las almas y principalmente las esencias, se pudieran servir de esa preciosa y pura energía, de la Energía Crística.

Ahora, que el tiempo y la humanidad está en un momento culminante, es hora de que las consciencias que se entregan y que se donan a Cristo, accedan a esos Códigos de Luz de una forma  espiritual e interna, reflejados en los atributos del servicio, de la donación, de la fraternidad, de la entrega, de la oración, de la Misericordia y de la paz, para que la cura se establezca no solamente en sus consciencias sino también en sus semejantes, en sus hermanos, conocidos y desconocidos, en todos los seres de esta superficie.

Que ese amor no solo pueda llegar a lo más profundo e íntimo de ustedes en este tiempo crucial para que su fe y su confianza estén fortalecidas, sino también que esos Códigos de Amor Crístico puedan llegar a las consciencias y a los Reinos menores que más los necesitan, penetrando las capas más duras y resistentes de la consciencia, del sufrimiento, de la opresión, de la esclavitud, de los conflictos.

Y esa armonía y esa paz universal se alcanzarán en la superficie de las naciones, en los pueblos y en los continentes cuando ese Amor Crístico sea vivido verdaderamente y lo acepten como parte de sí, en una comunión profunda con la Divinidad de Mi Hijo.

Eso permitirá que el Proyecto genético, el que Dios pensó desde el principio, continúe adelante, aun en los tiempos de Armagedón y de Apocalipsis. Las puertas hacia la sabiduría y hacia el Amor cósmico no se cerrarán, aunque los acontecimientos se precipiten en algunas regiones de la Tierra y en algunas partes de la humanidad, para que el ser humano pueda aprender, tome consciencia y se arrepienta verdaderamente.

Ya no es necesario que el ser humano siga sufriendo y padeciendo todo lo que hace y todo lo que vive. Estar en la Ley significa un esfuerzo mayor, no solo de mantener la consciencia y la mente abierta sino también de participar de esas Leyes viviéndolas dentro de sí y practicándolas exteriormente, para que el pueblo sagrado de Dios se vuelva a reunir, se vuelva a unir, se vuelva a congregar en el nombre del Amor Crístico de Mi Hijo, el que siempre los llevará a la paz y a la visión perfecta de la realidad de estos tiempos; para que todo sea reconciliado, redimido y curado en las consciencias humanas.

El planeta, pero principalmente la humanidad, está ante dos caminos y uno de ellos deberá escoger, no de una forma impulsiva o egoica sino de una forma intuitiva y amorosa. Son dos destinos diferentes, son dos realidades diferentes, son dos situaciones diferentes y dos resultados diferentes.

Por eso, ante esa encrucijada o esa decisión hay que orar, orar y orar, para que la humanidad entera como una sola consciencia y una sola civilización escoja el camino que la liberará, o la condenará para siempre.

Por eso, las Leyes de la Misericordia actúan, gobiernan y proceden en la humanidad de estos tiempos, para que las almas recuperen el sentimiento de amar a Dios, de buscarlo y de encontrarlo, sabiendo que el Padre en Su eterno silencio, los espera con Sus Brazos abiertos para recibirlos y ayudarlos.

Pero ahora son Sus hijos los que deben escoger y decidir. Toda la ayuda del Universo llegará conforme a la respuesta de la consciencia humana y a la disponibilidad de las almas.

Esa decisión está en el corazón de cada ser de este planeta, pero no se olviden de poner atención y de revertir los males causados a los Reinos de la Naturaleza que son inofensivos a la vista del hombre y que están aquí para equilibrar sus emociones y sus pensamientos.

Los Reinos menores se ofrecen a transmutar situaciones inconcebibles. Y, a pesar del maltrato y de la agresión que reciben todo el tiempo, ellos no se dejan de donar y de entregar para que el hombre pueda evolucionar y alcanzar la madurez que necesita en este ciclo.

Abran sus ojos, no físicos sino internos. Abran sus oídos, no físicos sino internos. Perciban, sientan y contemplen la realidad planetaria y comprenderán todo lo que les decimos, porque lo más importante en este tiempo es hacer el bien y proclamar la paz. Así ya no se levantará nación contra nación ni pueblo contra pueblo. Ya no se agredirán hermanos contra hermanos y, así, la Luz nunca faltará y el Amor siempre llegará porque será emanado de la Fuente del Universo.

Estamos aquí como Consciencias universales para ayudarlos a vivir el cambio y para que ese cambio dé testimonio, en cada ser, del amor por lo divino.

Les agradezco por acompañarme y por escucharme en estos tiempos.

Que la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo esté en ustedes y los impulse a vivir lo que Dios tanto espera.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE SAN JOSÉ, COSTA RICA, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Como un gran rayo de Luz vengo a traer al mundo la Luz liberadora que tanto necesita para que no se pierda la paz y la armonía en la consciencia de la humanidad.

Finalmente estoy aquí entre ustedes, queridos hijos, cumpliendo una vez más Mi promesa, en nombre del Todopoderoso, que permite esta Gracia de encontrarlos en Mi Corazón para que sientan Mi Amor y la felicidad de vivir en Dios.

Hoy vengo aquí a traerles una buena nueva, un motivo muy especial para sus vidas y corazones que es el camino de la redención que sus conciencias hoy están viviendo por primera vez, junto a la Gloria de Mi Hijo que también permite esta Gracia especial.

Esto significa, para el Padre Celestial, que las puertas de la Luz en Centroamérica no se cerrarán y que el Reino Celestial seguirá descendiendo, junto a todos Sus Ángeles, para ayudar a la humanidad, especialmente a los que aún no se han redimido.

Como les dije hoy, queridos hijos, vengo como Madre de la Naturaleza para que recuerden la importancia de observar a los Reinos menores como sus hermanos, como parte de la gran Creación de Dios para que todos ustedes, sobre este planeta, puedan evolucionar.

Hoy también vengo a entregarles Mi inmaculado Corazón como símbolo de paz para todo el planeta, como cura profunda para las almas, como Misericordia para todos los corazones.

Quisiera que, en esta noche, queridos hijos, cada uno de ustedes se confirmara interiormente en Mi camino de Luz para que, además de sus seres queridos y familiares, las almas puedan ser tocadas por la Luz del Cielo que hoy les traigo a todos, que es una Luz redentora y liberadora que les traerá la paz y la confianza en el Creador.

Pero hoy no estoy sola aquí, entre ustedes, sino también con todos los ángeles que Me acompañan y con sus Ángeles de la Guarda, que vienen aquí en este momento para recordarles que ellos existen con el motivo de guiar sus vidas, como un servicio inmaterial que ellos prestan para toda la humanidad. Únanse a ellos de corazón y de alma. Oren junto con ellos todos los días, para que puedan ser liberados del cautiverio espiritual y así las naciones se constituyan en naciones renovadas por el Espíritu Santo de Dios, que viene en este tiempo para derramar Sus Siete Dones en las consciencias simples y humildes que se abran a este gran Misterio.

Hoy siento una alegría especial en Mi Corazón y en Mi Alma, al poder consagrar nuevos Hijos de María, semillas de luz para la nueva humanidad que son curadas y amparadas por Mí, que son bañadas por Mi Divinidad y que reciben del Padre Celestial el Amor Infinito de Su Corazón y Su perdón. Por eso, hijos Míos, con la confianza que debe encarnar en sus vidas, en esta noche anímense a dar ese paso hacia Dios. No deberán temer por nada. Yo solo quiero verlos dentro de una vida de oración, si es posible de oración en familia.

Ustedes saben, queridos hijos, que no solo los niños sufren la separación de las familias de la humanidad, sino también los adultos. Quiero constituir, en este lugar y en todo Centroamérica, una red de oración familiar para que Mi Corazón también pueda cuidar, a través de sus oraciones y de todas sus súplicas, a los seres que más necesitan en este tiempo de paz. Es a través de esa red de familias, de esas familias orantes y unidas a Dios, que Yo podré traer paz para las naciones de Centroamérica. Y así como les dije hoy, las heridas del pasado se cicatrizarán y se establecerá el perdón cuando sus corazones y almas digan sí al Perdón de Dios, al establecimiento del amor entre todas las criaturas y entre todas las naciones de Centroamérica. 

Así vengo a borrar de sus memorias, en este día, lo que han vivido desde el principio de la colonización hasta hoy, porque perdonando al hombre blanco y haciendo brotar de sus corazones la pureza original, la pureza de los pueblos originarios, podrá volver a surgir en estas naciones el espíritu de la fraternidad y del amor, de la hermandad y de la unión entre los seres humanos y los Reinos de la Naturaleza.

Como su Madre de Guadalupe, vengo a unir lo que está separado en lo íntimo de sus seres, motivando a sus corazones para poder alcanzar el propósito. Es muy simple, hijos Míos, el propósito de servir a Dios, a sus semejantes y a los Reinos de la Naturaleza, protegiendo todo lo que Dios creó para que ustedes pudieran estar en paz, unidos a su Amor eterno.

Así, Yo quiero, queridos hijos, que en este día esta consagración despierte a muchas más almas a este compromiso con la Creación, a este compromiso con sus pueblos y naciones para alcanzar primeramente la paz y después el amor y la unidad entre los seres. Así podré irme feliz de Centroamérica, viendo que Mi Propósito se cumplió en sus corazones.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En esta noche, Yo vengo a estampar en sus espíritus, en sus almas, Mi Divina Faz, así como un día la estampé en las vestiduras de Juan Diego.

Vengo así a unir los pueblos, a unir las culturas y las religiones en el Amor de Mi Hijo, que es el verdadero camino para encontrar a Dios. 

Vengo, hijos Míos, para que vivan un reencuentro Conmigo, para que sepan que Yo los acompaño y que los traje hasta aquí de la mano, confirmando ante Dios el compromiso de sus espíritus con la manifestación de Su Plan de paz y de redención para la Tierra.

Los llamé a Mi encuentro, hijos Míos, no solo para que escuchen Mi voz, no solo para que sientan Mi Paz, sino para que proclamen esta Paz, para que anuncien Mi Presencia entre los hombres a través de un testimonio vivo, a través de un ejemplo pacificador.

Vengo hasta aquí para que anuncien el Retorno de Mi Hijo, para que le preparen una morada segura dentro de sus corazones y para que limpien y laven sus espíritus a través del fuego de la oración y del agua viva del Espíritu Santo; para que, de esa forma, hijos Míos, Yo pueda hacerlos renacer, pueda traer a este mundo una nueva vida a través de la renovación de sus vidas.

Hoy, vengo hasta aquí como la Madre de la Naturaleza, como la Señora de Guadalupe, confirmando a América Central este compromiso con los Reinos de la Naturaleza. 

Desde el principio, hijos Míos, las Américas han tenido la misión de unirse a Dios a través de todo lo que fue creado y de encontrar la Presencia Divina en cada Reino, de comprender la misión de cada especie creada por Él.

El corazón humano, sobre todo en las Américas, debe comprender que es parte de una Ley de vida, debe formar parte de ese equilibrio, que no solo es planetario, sino que también es universal. Y, a través de esa unidad que viven con la Naturaleza, puedan atraer al mundo la unidad con el Corazón de Dios; y de esa forma, hijos, abrir a todo el universo esta puerta que une a las criaturas con su Creador. 

Hoy, les vengo a hablar de una forma simple, pero profunda, porque espero despertar a sus espíritus para la misión que vinieron a cumplir en la Tierra.

Vengo a borrar de sus vidas todos los errores que cometieron hasta hoy; para que, renovados por el Amor de Mi Inmaculado Corazón, puedan establecer la paz, el amor y el perdón entre los hombres.

Hijos, como en otros tiempos, vengo a pedirles el establecimiento de la paz para que se terminen las guerras y, así como les pedí a los pastores de Fátima, que oraran por la paz; hoy, les pido a cada uno de ustedes que, con la fe de sus corazones, clamen por la paz y atraigan esa paz al mundo; porque es posible, hijos, detener las guerras y los conflictos que se precipitan en la Tierra y traer una tregua a los lugares del mundo que ya no conocen la paz, que son permeados por el odio y por el rencor, por la ira y por la necesidad de venganza. 

Perdonen Conmigo, hijos, el pasado de este mundo. Perdonen a aquellos que por ignorancia, por no conocer a Dios, sometieron a sus hermanos y a los Reinos de la Naturaleza, causando en la consciencia del planeta una herida que hasta hoy necesita ser cicatrizada.

Únanse a Mí en oración por la paz. Únanse a Mí con actos de perdón. Y, así como Yo perdoné a los que flagelaron a Mi Hijo, a los que lo coronaron con espinas, a los que colocaron sobre Su espalda una cruz y lo crucificaron; perdonen, hijos, a aquellos que flagelaron al mundo, que flagelaron a las almas, que las crucificaron con el martirio y el sufrimiento, sufrimiento que hasta hoy muchos viven como almas en planos oscuros del planeta. 

Liberen Conmigo esas dimensiones de la Tierra, para que este planeta pueda relucir en el universo con la Luz del Amor que habita solo en él. 

Que este atributo divino pueda ser un manantial vivo para todo el Cosmos y que todas las criaturas creadas por Dios puedan usufructuar de ese Principio Divino. Y así, hijos Míos, la paz se establezca en toda la Creación.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Por Mi venida a Centroamérica, queridos hijos, es que Yo puedo aproximarles Mi Gracia. Es esa Gracia que formará a los nuevos ejércitos de Luz para que puedan corresponder a Mi llamado.

Hoy aquí, en Costa Rica, consagraré a nuevos Hijos de María que serán parte de ese ejército de Luz que se comprometería Conmigo a orar por la paz, con el objetivo principal de hacer triunfar Mi Corazón en las almas y en todas las naciones.

Con ese Amor del universo que hoy les traigo, que es muy desconocido para muchos, quiero que se aproximen aquí los Hijos de María. Recuerden que todos ustedes, en esencia, son hijos de Mi Divinidad, de Mi Maternidad y de Mi Amor.

Hoy vengo especialmente a consagrarlos, porque han confirmado a Mi Corazón Inmaculado la realización de esta gran misión de traer la paz al planeta y a la humanidad.

Coloquen su mano izquierda sobre el pecho. 

Repitamos:

 

Mi Dios, 
yo creo en Ti, yo Te adoro, yo Te espero y yo Te amo;
y Te pido perdón por los que no creen en Ti,
no Te adoran, no Te esperan y no Te aman. 
Amén.

 

Sientan la paz de los ángeles del universo. Conforten sus vidas a través de Mi Espíritu Santo y así realicen en este tiempo los preparativos para la gloriosa venida de Cristo y la redención de la humanidad ante los Tronos de Dios.

Con esta Gracia que brota de Mi Corazón como un manantial, Yo los consagro, hijos Míos, como chispas de Luz de Mi Espíritu, como almas en redención, en profunda rehabilitación, como ejemplos de oración viva para el mundo, especialmente para aquellos que no conocen la oración del corazón. 

Es así que hoy aquí, en Centroamérica, establezco la pureza original de sus almas como el principio fundamental de Dios en sus vidas y en sus consciencias, con la finalidad y el propósito de que siempre recuerden la pureza de sus corazones, porque será la pureza del corazón la que los llevará eternamente a la paz y al amor.

Queridos hijos, Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Y ahora canten el himno de su consagración, como representantes de los ejércitos de Luz de su Santísima Madre. 

Agradezco a Costa Rica por haber respondido a Mi llamado, en esta primera parte de la Sagrada Misión.

¡Les agradezco!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy, vengo del Cielo, queridos hijos, para llamar a los que aún no han despertado, a través de los que se han consagrado a Mi Inmaculado Corazón.

Hoy, estoy aquí como la Reina de la Paz, como la Madre de todo el universo, como la Guardiana de la Fe, como la Protectora de los corazones y de los que dicen sí a Mi llamado.

Espero que su consagración como Mis Hijos, sea en honra a Dios, al Todopoderoso, y a Su Amado Hijo que pronto retornará para verlos en oración y en trabajo por el Plan.

Queridos hijos, hoy abro Mi Manto para mostrarles todas las naciones del mundo, principalmente aquellas que aún no se han consagrado a Mí, desde hace ya 2000 años. Aún espero en los corazones que Yo despierto, en esas naciones, que lo puedan conseguir.

Medio Oriente debe ser Mi reinado de Paz, y ustedes, hijos amados, deben acompañarme en la transmutación como en la oración. 

No tienen por qué temer a esas cosas, hay muchas almas en este lugar que verdaderamente sufren y ustedes lo saben.

Yo vengo aquí para entregarles todos los días Mi Reino Celestial, que es el Reino de Mi Hijo y de San José, el Reino del Paraíso.

Hoy, necesito que sus corazones se abran profundamente un poco más, porque no estoy sola aquí, estoy con los ángeles que custodian Mi tarea y la tarea de todos Mis hijos.

América tiene que cumplir esa promesa. En todas las naciones de América, Yo estoy presente, a través de Mis diferentes Faces, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, en Argentina.

Yo soy la misma para todas las culturas, pero todos los pueblos Me reconocen a través de su devoción y de lo que Yo he manifestado a través de los tiempos en Mis Apariciones.

Yo estoy en Salta como también estoy en Medjugorje, así como Mi Presencia nunca se borra en Fátima, en Lourdes y ni siquiera aquí, cuando ustedes llaman a la Madre de la Figueira.

Yo soy ese gran Árbol de Vida para ustedes, hijos amados. Ustedes deben cumplir Mi Plan en este lugar, el que Dios ha propuesto para esta parte de América; y sepan que se está consiguiendo a través de la fe y de la oración, que es lo que Yo necesito de todos Mis hijos.

Cada paso que puedan dar en su consagración, es grandioso para Dios y para Su Proyecto Original.

Hijos amados, vivan esta oportunidad que Yo les entrego diariamente; porque cuando Yo ya no esté aquí ni esté Mi Hijo ni San José, ustedes deberán seguir trabajando con todos los peregrinos que llegarán aquí a buscar la fuente de Mi Amor y de Mi Paz. Por eso, existe el Centro Mariano y los demás Centros que Yo he consagrado, así como Yo consagré a Fátima y a Lourdes para Mi Obra Mariana.

Quisiera que todos pudieran ingresar en Mi Corazón Inmaculado y que beban de la Fuente del Amor de Dios que Yo les traigo para sanar sus heridas y sus sufrimientos.

Hoy, les estoy hablando porque sé que Me escuchan. Pero más corazones deberán escucharme a través de ustedes, en el ejemplo de la oración y de la caridad; en el ejemplo de expandir Mi campaña de Paz por el mundo para que Mi Plan se establezca y su Madre Celeste junto con Su Hijo Glorificado derroten al adversario en el último tiempo que le queda.

La Tierra temblará y se purificará, para que sea más pura. Pero Yo no los dejaré de socorrer porque han confiado en Mí, desde el principio. No dejo de estar presente en sus hogares cuando abren las puertas a la oración, y en cada uno de sus familiares, a los que Yo intento llegar todos los días con Mi Amor y con Mi Redención, que es la Redención de Mi Hijo Amado.

Hijos amados, Yo quisiera que fueran parte de Mi vida espiritual; que el Reino de los Cielos no estuviera lejos de ustedes, como lo ha estado para muchas almas. Yo traigo el Reino de los Cielos en cada Aparición, en cada palabra, en cada gesto de Amor y de Paz.

Yo les traigo el nuevo código de Mi Hijo para que lo guarden en sus corazones y almas, y él pueda sembrarse en lo profundo de sus esencias y así despertarán los talentos.

Hoy, les hablo con dulzura porque sé que lo necesitan, porque sé que necesitan Mi abrazo consolador y maternal.

Yo no soy la que ama, es Dios que ama a través de Mí; y Yo quisiera amar a sus hermanos a través de sus corazones, disipando sus dudas y faltas a través de Mi Pureza Original, de la pureza del Reino de Lys-Fátima. Para que eso sea posible, amados Míos, en la presencia de todo el universo y del Amor invencible de Mi Hijo, quisiera escuchar con Mi Corazón una canción en honor al Reino de Lys, en honor a todas las esencias que despiertan y a los servidores que trabajan por el Plan en toda Europa y en el mundo entero.

En este día 13, los Jardines de Lys se abren para bendecirlos y para que los recorran espiritualmente Conmigo, en la belleza perfecta de Dios y de toda Su manifestación creadora.

Antes de consagrarlos como Hijos de María, debo llevarlos a la Pureza Original y a la esencia del Amor que los unificará con Dios.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre señalando el coral, dice:

 

Los escucho.

Canten Conmigo, hijos Míos, para abrir las puertas del Reino de Lys.

Canción: “Lys, María, Lys”.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Es de ese Jardín tan puro de donde provienen sus pequeñas esencias, porque Mi Corazón tiene Su morada en ese Jardín; y cada uno de ustedes, hijos Míos, nace de Mi Esencia Maternal, nace del Vientre Espiritual de su Madre Celeste.

Hoy, les traigo el Reino de Lys para que puedan renacer en espíritu, para que puedan vivir la pureza que les permitirá enfrentar los tiempos que vendrán.

Hoy, les traigo la Paz de Lys, así como se las traje en tiempos anteriores a través de los pequeños de Fátima. 

En aquel tiempo, aquellos tres pequeños niños pudieron abrir las puertas del Reino de Lys para establecer la paz y evitar una guerra en este mundo. Ahora, hijos Míos, la guerra ya está establecida y ella no es solo entre la Luz y la oscuridad, también el caos y el mal luchan entre sí para engañar a las almas. 

Por eso, hoy les traigo el Reino de Lys, que es Mi Reino en Fátima, para que se establezca la paz en sus vidas y, a través de ustedes, en el corazón de cada uno de Mis hijos. 

Quiero que sean precursores de Mi Paz, a través de la oración y también de los ejemplos de vida, así como los apóstoles de Mi Hijo. Cuando ellos predicaban, de sus bocas no solo emanaban palabras; ellos irradiaban a todos la Presencia de Cristo, ellos irradiaban el Verbo Divino, los Dones del Espíritu de Dios que fueron impresos en sus consciencias.

Cuando les pido que Me escuchen y lean Mis Palabras es para que también puedan quedar impresas dentro de cada uno de ustedes y que, de esa forma, anuncien Mi Presencia en este mundo y en todo el universo; que no sean solo palabras pronunciadas por sus bocas, que sea el Espíritu de Dios el que se manifiesta a través del amor y de la verdad que sus corazones pueden vivir.

Es por eso, hijos Míos, que necesito de tantos misioneros en este mundo, que necesito de tantos corazones que no solo vivan una experiencia en la Tierra, sino que vivan una verdadera misión, que vivan la misión espiritual de atraer el Reino de Dios, de vivir el verdadero arquetipo para esta humanidad, porque esa es la Voluntad de Dios. 

Y es posible manifestar eso siempre que sean verdaderos, sinceros, humildes; siempre que sean obedientes, que no quieran establecer en el mundo los propios planes, sino los Planes del Creador; porque sus planes, hijos, son muy pequeños. Ustedes son muy ignorantes porque sus corazones aún no conocen la verdad, no conocen el verdadero Plan de Dios. Pero si se abren en espíritu, en esencia, para unir sus pequeños corazones al Corazón del Creador; este Plan, que es perfecto y que incluye a cada esencia de este mundo, se podrá manifestar naturalmente a través de sus corazones.

Hoy les traigo del Reino de Dios la verdadera misión espiritual, el verdadero espíritu misionero, para que él se pueda manifestar en sus esencias; que puedan ser ejecutores de este Plan, así como lo son Mis ángeles, estos que hoy están a Mi alrededor manifestando la Voluntad de Dios en este día, para cada una de sus vidas; estos que traen de los Cielos los dones del espíritu misionero para depositar en ustedes.

Que ustedes, hijos Míos, vivan ese espíritu y cumplan la verdadera misión de santificar y consagrar este mundo, no solo a Mi Inmaculado Corazón, sino también al Corazón de Mi Hijo, al Corazón del Padre.

Que esta Tierra pueda vivir el Pensamiento Divino, aquella idea perfecta emanada por Dios en el principio. Eso es posible si ustedes aceptan responder a Mi llamado, más allá de todo lo que siempre desearon vivir.

Para Mi Inmaculado Corazón no existen límites, no existe edad, no existen destrezas. Todos pueden ser misioneros en espíritu, porque la verdadera misión trasciende los movimientos físicos que pudieran realizar. La verdadera misión se cumple cuando sus corazones están abiertos y permiten que Yo ame a través de ustedes. 

Por eso, reuní aquí a los misioneros que vinieron de Oriente y también a los que fueron a Chaco, porque quiero imprimir en esos corazones un impulso de Luz que se multiplique y se expanda a todos los servidores que quieran consagrarse a Mi Corazón como misioneros de María.

Por eso hoy, hijos, les traigo los impulsos de Lys y también los impulsos de Dios y, de esta forma, derramo una Gracia inédita, infinita, para aquellos que sepan vivirla de corazón.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

A través del canto de los jóvenes, queridos hijos, todos los jóvenes que se drogan, que se pierden por el alcohol y la desunión, pasaron por los Jardines de Lys por su mediación. Mi Inmaculado Corazón los ayudó a fortalecer su camino en la búsqueda de la Luz Eterna.

Antes de que Yo Me eleve al Cielo, Mis Palabras han reconsagrado a todos ustedes, los presentes, y a aquellos que Me escuchan abiertos de corazón y de alma.

Que los que hoy se consagrarán al Inmaculado Corazón, a la vida del servicio como voto, a la vida de oración como voto y a la vida en la fraternidad como voto, se coloquen de pie.

Tráiganme aquí agua para bendecir.

Queridos hijos que se consagrarán, Yo aproximaré a ustedes la lluvia de Mis Gracias y de Mi Paz a través del agua bendita, que es el símbolo más visible de la pureza y de la castidad; elemento creado amorosamente por Dios, su Padre Eterno, en el principio de los universos.

El agua los purifica. El agua los santifica. El agua los renueva, los libera del pecado y los lleva a encontrar la paz. Esa agua será rociada sobre sus cuerpos por un sacerdote que en Mi Nombre y en el nombre de la Santísima Trinidad les impartirá la bendición.

Hoy, bendigo a la Madre de Colombia, Chiquinquirá, la Madre de todos los pueblos originarios de los Andes, que Yo he instituido como Peregrina de toda Colombia y de los países de Centroamérica, junto con la Virgen de Guadalupe y la Virgen de Coromoto, y en unión a la Virgen de Cuapa.

En estas Faces, queridos hijos, Yo les revelo Mis Atributos, los Atributos de la Madre Universal.

Chiquinquirá es el Atributo de la Unión, de la unidad de las almas de toda la Tierra con Dios.

Por la autoridad que Me concede la Gracia de Dios, que esta agua se constituya por todos los Dones del Espíritu Santo, por la infinita Gracia de Dios y de Su insondable Misericordia, a través del poderoso Corazón de Su Hijo amado, Jesucristo, Nuestro Señor, que vendrá por segunda vez al mundo en Gloria entre las nubes y derramará Sus Gracias como una lluvia de Luz sobre aquellos que hayan persistido en la fe hasta el final de los días del Juicio Universal.

Los ángeles custodios de su Madre Celeste colocan sus manos de Luz sobre esta agua. Que ella bendiga a los que hoy se consagran y que inician un camino de oración y de servicio por los Planes de Paz de su Madre Celeste.

Con la autoridad suprema del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Yo los consagro a todos a Mi Inmaculado Corazón.

Escuchemos el himno de los Hijos de María, en devoción y fe.

Mientras Yo Me elevo al Cielo, quisiera, hijos consagrados, en este encuentro anual con Mi Corazón eterno, que asumieran en sus oraciones a un alma de Oriente, para que reciba la misma Gracia que ustedes reciben todos los meses.

No escojan a nadie, solo oren con el corazón, porque Dios todo lo ve.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado.

¡Gracias, hijos, por cuánto Me dan!

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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