MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras en el mundo las naciones buscan formas ciegas de establecer el poder humano y planifican guerras y caos para someter a las almas al sufrimiento y a la desesperanza, tú, hijo, debes colocar tu corazón cada vez más adentro del Corazón de Dios.

En oración, reconoce el Poder de Dios que está más allá de cualquier poder humano.

Recuerda que tu vida debe ser el puente hacia una nueva vida sobre la Tierra y que, en esta vida, tu corazón debe ser el principio del Nuevo Hombre.

Que los vicios y las tentaciones de este tiempo no te estimulen a olvidar el principal motivo de tu existencia. Todo en esta Tierra pasará, solo permanecerá el aprendizaje de amor que hayas vivido en tu corazón.

Tu esfuerzo y tu empeño son los que contarán en el libro de la Justicia Divina como mérito para equilibrar la vida en la Tierra y para que aquellos que no lo merecen reciban una oportunidad.

Asume el lugar que te corresponde en este fin de ciclo. Dios te llama para ser precursor de lo nuevo y no para estar alimentando al viejo hombre, a sus vicios y a sus vanidades.

Encuentra el poder de Dios en la renuncia, en el silencio y en la oración. Encuentra tu libertad en lo que te une al Padre para que, sin importar lo que suceda en este mundo, tu espíritu, tu alma, tu mente y tu corazón sean siempre una fortaleza que ayude a otros a no perder la esperanza y a saber que, en el momento más difícil de la vida sobre la Tierra, el Cielo se abrirá y caminando sobre las nubes el Hijo de Dios descenderá, trayendo Consigo a Su Reino para establecerlo en este mundo.

Confía en que, a pesar de ser todo tan desconocido, partes de profecías muy antiguas que aún aguardan por cumplirse, se cumplirán.

Ora y crece en el amor, así tu corazón estará listo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo