Mensaje extraordinario
MENSAJE DEL ÁNGEL CELADOR DEL CUERPO EUCARÍSTICO DE JESÚS, TRANSMITIDO EN ALJUSTREL, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En esta noche de viento, de otoño, les traigo el Soplo del Espíritu de Dios, porque Él Me envía como Su Portavoz y Su Mensajero.

Yo soy el Ángel de la Custodia del Cuerpo Eucarístico de Jesús. Soy el Celador del ofertorio de todas las almas que se encuentran con Cristo.

Los he llamado aquí, a este lugar de Aljustrel, donde habita el Ángel de la Paz, porque aquí se concentra Nuestra presencia. Aquí, descendemos y aquí, trabajamos por la humanidad.

Quisiera que lleven Mis Palabras al corazón, para que ellas siembren la preciosa Luz de la Fuente.

Hoy, les traigo un Cáliz vacío, que no contiene la Sangre de Cristo, sino que es el Cáliz que está disponible para cada uno de ustedes, para que sea llenado de sus ofertas y de sus ofrecimientos a Dios, a fin de que el pecado del mundo sea aplacado y se cumpla la Misericordia y no la Justicia en la humanidad.

Este es uno de los tantos Cálices que están vacíos sobre el altar; solo que Nuestras manos se cansan de sostenerlos, porque ha pasado un largo tiempo de espera del ofrecimiento de los escogidos y de los autoconvocados.

¿Quién verterá en ellos sus experiencias de amor, de entrega, de redención y de fe; para que, por Nuestras propias manos de servicio abnegado e incansable, los Cálices sean elevados al Cielo en ofrecimiento al Dios Creador y sean depositados sobre Sus Siete Altares de Luz y de resplandor?

Él Nos envía para intervenir en este mundo de caos y de dolor; así como el Ángel de Portugal lo hizo aquí, en Fátima, y les presentó el Cáliz a los pequeños pastores para que bebieran de la Sangre y comieran del Cuerpo de Cristo.

Hoy, Nosotros, los Ángeles de Dios, venimos a buscar el último y definitivo ofrecimiento, para reparar las ofensas que recibe el Corazón de Dios y para enmendar los horrores que los Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José, sienten de este mundo.

Por este ofrecimiento se escribirá el Nuevo Tiempo y se plasmarán los nuevos acontecimientos, porque el mundo se ha desviado de la justicia y de la paz.

¿Ahora, entienden la importancia de esta causa, que no es pasajera, sino perpetua, algo que solo sus almas pueden comprender y sentir?

Por eso, que Mi Voz, que es la Voz de Dios, se haga eco en los corazones abiertos a escuchar el Mensaje y a cumplirlo, así como está escrito desde el principio.

Mi Voz es como un trueno en el espacio. Mi Amor es como una lanza que traspasa el corazón espiritual.

Dichosos los que cumplen con este pedido. Felices serán en el final de los tiempos, a pesar de los errores del mundo, porque los que responden a la Petición de Dios serán como candelabros en la absoluta oscuridad planetaria. Y, a través de ellos, Dios obrará y cumplirá una vez más Su Palabra.

Yo vengo después del Ángel de la Justicia y de la Esperanza, Efraim-El, como el segundo Mensajero de Dios enviado al mundo; porque ha llegado la hora de preparar la superficie para el Retorno de Cristo, y solo los que oren con Nosotros sabrán lo que haremos.

Dios les oculta Sus Misterios a los soberbios e injustos. Dios les revela Sus Dádivas y se las entrega a los puros de corazón.

Mi Palabra, que es la Palabra de Dios, se escribe en este momento en el éter de la Tierra, llamando, desde los cuatro puntos cardinales del planeta, a los últimos Cristos, que arduamente prepararán Su llegada.

Este es el Mensaje que quiero que guarden en el centro de su ser, para que resuene y construya las nuevas formas, las Sagradas Geometrías de Dios, que los harán partícipes de Su Santa Voluntad.

Nosotros somos los enviados del Arcángel Gabriel, así como los Santos Padres Creadores se anunciaron en otros tiempos a la humanidad a través del Pueblo de Israel, así como María Santísima escuchó la voz de los ángeles, así como San José escuchó la voz de los ángeles en Sus sueños, así como el propio Cristo fue sostenido y acompañado por el Arcángel Miguel, así como los patriarcas escucharon la Voz de Dios en el desierto, así como el pueblo de Israel recibió de Nuestras manos el maná en el desierto para sobrevivir durante 40 años, así como los sumos sacerdotes de las tribus de Israel vieron Nuestras presencias junto al Arca de la Santa Alianza.

Este es el llamado del Universo Angélico y Ultraterrestre. Los planos y las consciencias se vuelven a unir a Nosotros, entre el Cielo y la Tierra, entre la Tierra y el Cielo.

He aquí el Cáliz de la reparación de los Hijos de Dios, de los que aman el Propósito y lo viven, de los que reverencian lo sagrado y lo practican, de los que hacen de su propia vida una oración, en persistencia y fe, hasta algún día alcanzar la meta, que ya está escrita.

Las puertas de los Sagrarios de toda la Tierra están abiertas para los que quieran unirse a la Divinidad de Cristo y ser uno con Él y uno por Él; para que, en la adoración al Divino Sagrario, los graves ultrajes de la guerra, del hambre, de la enfermedad y de la impunidad sean reparados en este tiempo por las almas, tan simplemente al venerar el Eucarístico Cuerpo del Señor en los Sagrarios de la Tierra.

Ahora, Mi Voz se eleva junto a los demás ángeles, así como Mis alas Me elevan a los Cielos, junto a la fraternidad angélica y ultraterrestre; así como el viento en esta noche sopla sobre ustedes trayéndoles los aires del Nuevo Tiempo, de la hora de la convocatoria.

En unidad y en fe,

El Ángel Celador del Eucarístico Cuerpo de Jesús, quien espera, con los Cálices vacíos, los nuevos ofrecimientos de las almas buenas y escogidas por Dios en toda la Tierra
 

Oremos:

Santísimo Dios,
Fuente de Amor, de Luz y de Vida,
recibe nuestros más sinceros ofrecimientos,
en gloria a Ti, ¡oh Glorioso Creador!

Amén.

 

A partir de hoy, rezarán esta oración al final del Santo Rosario; para que, por los ofrecimientos de los Hijos de Dios en toda la Tierra, descienda la Misericordia y no la Justicia, y el Corazón de Dios sea reparado de las ofensas del mundo, del odio, de la venganza y de la guerra en las naciones, a fin de que la paz del Ángel de Portugal se establezca antes de que sea demasiado tarde.

Les agradezco por escuchar el Mensaje de Dios.

 

Reflexión de Fray Luciano:

Necesitamos comprender que el proceso angélico tiene una lógica diferente a la del proceso humano y mental. El proceso angélico siempre tiene que ver con el vaciamiento, con el poder creador y con la oferta.

Y cuando ofrecemos algo, humanamente tenemos la ilusión de que estamos ofreciendo algo creado por nosotros mismos, que tiene un mérito personal. Para la consciencia angélica, a los efectos de ese Cáliz, con aquello que la Jerarquía necesita contar, la oferta es lo que somos en esencia o aquello en lo que nos debemos transformar. No son bienes, no son aspectos humanos ni siquiera virtudes.

Y la consciencia angélica, también en su pureza, nos conduce a esa comprensión de una donación absoluta, una donación que no nos disminuye, no nos aumenta, no nos torna mejores, solo consolida y acepta esa oferta como nuestra participación en la Creación.

Es importante no proyectar sobre estos contactos angélicos una comprensión humana, lineal, personal, mensurable; porque todos son contactos creadores, renovadores, trascendentes; que siguen otra lógica.

Entonces, lo que tenemos que ofrecer no debería ser nuestro aspecto o aspectos a ser purificados, limpiados, trascendidos, sino nuestros estados internos de ser, que podrán ser recogidos por los ángeles y, ahí sí, sean un servicio para purificar, trascender, curar al planeta y la humanidad.

Es un tono de Mensaje que quiebra ese paradigma mental humano de beneficio propio evolutivo y nos coloca en una línea de donación, de oferta, de pureza, de reflejar, porque solo puede existir en la expresión de la Creación una única Voluntad, que es la Voluntad del Creador.

Entonces, mientras algo en nosotros tenga la voluntad de ofrecerse, de protagonizar, de prevalecer, de diferenciarse, eso es opuesto a la lógica angélica de la unidad, de la liberación, de la pureza.

Entonces, escuchemos este Mensaje como un Mensaje para quien se vacía, para quien ofrece estados internos subjetivos, creativos y que no transfiere la responsabilidad de la propia transformación a algún poder trascendente; sino que, así como está, se abre, se vacía, para que este Cáliz reciba algún tipo de impulso angélico, creador, trascendente, al servicio de Cristo, como fue dicho, para la preparación de Su renovada Presencia en este mundo.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL SÉPTIMO DÍA DE INSTRUCCIÓN, DURANTE LA SEMANA SANTA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y aunque fui colocado en el sepulcro, Mi servicio por la humanidad no había terminado.

Hoy doy continuidad para todos, a lo que verdaderamente sucedió en aquellos tiempos durante la dolorosa Pasión de su Maestro y Señor.

Pero para poder entenderlo espiritualmente, en esta tarde ingresarán Conmigo al Universo de Dios, a otro espacio de la manifestación creadora inmaterial y cósmica en donde también se guardó la memoria de todos los hechos sucedidos durante la dolorosa Pasión de su Señor. Preparémonos para este momento.

Coloquen sus almas al servicio del Plan, para que ellas sean las que participen de este momento y guarden en su memoria todo lo que vivirán y experimentarán, acompañando a los registros universales de su Maestro y Señor.

Para ingresar en ese Universo de Dios, bastará que abran la puerta de ese espacio con su palabra y su canción, esa será la llave que permitirá revelarles todo lo que sucederá después.

Ahora, mientras Yo les muestro el Universo de Dios detrás de Mí y a los ángeles que acompañan este momento, porque son los encargados de revelar los registros universales de su Maestro y Señor, deberán entonar la llave musical que les permitirá ingresar en ese espacio de consciencia.

Vamos a entonar "Adonai, Espíritu Santo" hasta que el Señor lo indique, y que Adonai resuene en nuestro interior y en nuestra consciencia para que nuestras almas ingresen en ese espacio. Podemos comenzar.

Canción: "Adonai, Espíritu Santo".

Una vez más.

Volvamos al instrumental anterior.

Estamos en un espacio que no es material, sino espiritual. Estamos dentro de una parte de la Consciencia de Dios que se expresa como una gran Esfera de Luz celeste, en donde los ángeles escriben en nuestras esencias este momento. El centro de ese lugar es una poderosa Esfera de luz dorada que alterna, en su manifestación, diferentes colores y formas, manifestando la belleza más perfecta de la Creación.

Nuestras almas están en el Universo del espíritu, lugar al que siempre aspiraron a llegar y a participar en él.

Nuestras almas participan de ese lugar con su consciencia más sutil y elevada y son invadidas por muchos impulsos que vienen del centro de esa Fuente, donde en pequeños Cristales de Luz, dentro de una Esfera dorada, se guarda la experiencia de nuestro Redentor en la Tierra, los pasajes más importantes y emblemáticos de Su tarea espiritual y cósmica.

Y en el Universo mental, el Universo ultraterrestre, otra parte del plano de la Consciencia de la Creación, también se guarda una copia fiel de ese espacio y lugar, que son otros aspectos de la tarea que Cristo realizó en la Tierra en aquel tiempo.

Sintamos, en este momento, cómo el centro de nuestra alma se conecta y se une a esa gran Esfera dorada que rige el centro de ese espacio de la Creación.

Y por fuera de esa Esfera azul, que nos envuelve y nos protege, veamos a las diferentes Jerarquías angélicas acompañando a Nuestro Señor en este momento.

Pero veamos a Cristo absolutamente transfigurado. Una transfiguración más profunda y completa que la que vivió en el Monte Tabor. Él nos muestra, en este momento, Su verdadera Faz, la consciencia del Cristo Cósmico, llamado Jesús Glorificado.

Vamos a contemplarlo al lado de esa Esfera dorada de Luz y, mientras tanto, dentro de esa Esfera dorada, no perdamos la atención y la sintonía con esos pequeños Cristales de Luz, de cómo giran de forma tan semejante a nuestro ADN, al movimiento de nuestras moléculas y átomos. Estamos ante el aspecto científico de Dios.

Contemplemos a Cristo. Cómo cada parte de Su Ser está iluminada y glorificada, y ha alcanzado una materia transubstanciada y sublimada por el poder del Amor que Él encarnó, por ese Amor que Él expresó a cada uno de nosotros, desde Su Nacimiento hasta Su Ascensión.

Allí se reúnen, a través de Cristo, todas las etapas de Su vida en la Tierra, no solo las etapas de Su vida material, sino también espiritual. Estamos ante la revelación del Cristo Vivo y Glorificado. Todo Su ser es la propia Eucaristía viva, es la gran Reliquia de Dios que se ilumina ante nuestras almas y consciencias, llevando a nuestros seres a una comunión espiritual y cósmica con las Leyes del Universo inmaterial.

En este momento, debemos creer en lo que estamos viviendo y sintiendo, más allá de la distancia o de la separación. La Consciencia Glorificada de Cristo nos une y nos reúne en este momento para vivir esta experiencia.

Veamos a Nuestro Señor levitando en el Universo, dentro de esa gran Esfera celeste de Luz, y nosotros allí dentro, participando conscientemente con todo nuestro ser y consciencia, abriendo nuestra alma para que todo nuestro ser reciba, a través de Cristo, los misterios de las Leyes inmateriales que allí se encuentran en este momento y que son la Leyes que impulsaron a las Leyes materiales, las llamadas Leyes universales. Estamos bajo otra vibración y condición espiritual, mantengamos nuestra conexión y nuestro corazón abierto para esto.

Dejemos que nuestra alma sea invadida por cada uno de esos impulsos lumínicos, que la Consciencia transubstanciada de Cristo nos ofrece en este momento.

Y así, en un acto de profunda gratitud y reverencia, dentro de ese espacio de la Consciencia de Dios, en donde Su aspecto científico está presente, sintámonos en el absoluto vacío, en el completo despojamiento y en la renuncia necesaria para que sea Él, Cristo, el que actúe a través de nuestras almas y no nosotros.

Dentro de esa Esfera dorada de Luz que Él nos presenta y que enciende a través de la palma de Su Mano derecha, Él nos ofrece vivir la Voluntad de Dios.

Él nos coloca ante la visión y el momento consciente de poder reconocer la Voluntad Divina, que surge de la Fuente como una emanación poderosa de Amor y de Unidad.

Por fuera de esa gran Esfera celeste de Luz, vemos aproximarse a San Miguel Arcángel, también con un aspecto transfigurado como un gran guerrero de luz que cuida a los diferentes Proyectos de la Creación. En Su mano derecha vemos una lanza y en Su mano izquierda vemos una balanza que mantiene su equilibrio, su igualdad y equidad.

Contemplemos todos estos símbolos, pero, sobre todo compenetrémonos con esta realidad que Nuestro Señor hoy nos ofrece con toda Su humildad y Amor.

Él coloca, en el centro de cada una de nuestras almas, esos Cristales de Luz que guardan Su energía crística. Nuestras almas se rinden a Sus Pies, no sintiéndose dignas de este merecimiento, pero sí reconociendo la Gracia suprema que las ha traído hasta allí.

Y ahora, esa gran Esfera celeste de Luz se disuelve en el espacio. Cientos de almas, de diferentes partes del mundo, están allí presentes, rindiéndose a los Pies del Redentor, dentro de esa Consciencia de Dios, en donde las Leyes inmateriales actúan y obran por medio de la Ley del Silencio.

Contemplemos la belleza que Dios nos muestra en ese lugar y en ese espacio que es parte de Su Consciencia Universal.

A través de nuestra cabeza, desde el centro de nuestro coronario, se eleva un sutil hilo de luz que nos conecta con ese Universo, en donde está presente nuestra alma.

El Cristo transfigurado no habla a través de las palabras, sino a través de las acciones que hoy lleva adelante con todos nosotros y con toda la humanidad.

Pero Él nos pide algo:

Sean conscientes de lo que están recibiendo y den valor a lo que se les entrega, porque esta será la única vez hasta que Yo retorne al mundo, cuando muchos reconocerán Mi Presencia, aunque muchos otros la negarán.

Los estoy preparando, a través de esto, para ese tiempo. Por esa razón los he traído aquí en consciencia y espíritu, en alma y en esencia, porque es aquí en donde Dios reside dentro de cada uno de Sus hijos.

Quien se vacía, se redime. Quien se rinde, se redime. Quien se entrega a Mí, se redime. Quien Me da su vida, se redime.

Mientras tanto el Universo, a través de las melodías, revela diferentes impulsos de la Creación, semejantes a grandes nebulosas, estrellas o galaxias, que se dibujan en ese firmamento de la Consciencia de Dios, en presencia de los ángeles y de San Miguel Arcángel. Cristo mantiene aún Su Mano derecha próxima a la Esfera dorada de Luz.

Por momentos, somos encandilados e invadidos por explosiones de Luz dorada que hacen invisibles a nuestras almas. Somos bañados por Su Amor-Sabiduría, ese Amor y esa Sabiduría que encarnaron en el mundo, a través de Jesús, para traer la redención al planeta por un solo propósito, el propósito del Amor.

Mientras Jesús se encontraba en el sepulcro, varios aspectos de Su Ser y de Su Consciencia realizaron esta tarea que Él realiza hoy con nosotros, ayudando a diferentes grupos de almas y redimiendo a los infiernos, dando oportunidad y Gracia a todas las estrellas caídas.

Hoy Él nos entrega, por el poder divino de Su Misericordia, estos impulsos de la Fuente espiritual que guarda los registros de toda Su experiencia en la Tierra y de todos los niveles de Su Ser, que se revelan ante nuestras consciencias para que sepamos y reconozcamos que Dios está en todo.

Con mucha suavidad y armonía, traigamos nuestras consciencias a este espacio material, al lugar en donde ahora nos encontramos, y sintamos como toda esa experiencia se guarda en el centro de nuestro ser, en lo más íntimo de nuestro ser interno.

Aún vemos aquí al Cristo glorificado, al Cristo transubstanciado, con todo Su Ser como una misma y única Eucaristía que se ofrece al mundo para su redención y perdón.

Aún vemos, detrás de Cristo, ese Universo y espacio de Dios palpitando.

El Plan universal está centrado en la redención de la humanidad. Por esa razón, el propio Dios se ofreció al mundo a través de Su Hijo, para que la humanidad de aquel tiempo y la humanidad de hoy comprendieran que están aquí por un Propósito divino y no solo por una vida material. Sus células, átomos y el centro de sus seres deben comprender esto, deben afirmarlo para que sus almas gobiernen y lleven adelante las Aspiraciones de Dios y la Voluntad que Él ha determinado para cada uno de Sus hijos.

En este séptimo día de encuentro, veo a la mayoría de las almas vacías de sí. Deben reconocer esto todo el tiempo. Deben resguardarlo de ustedes mismos. Deben preservarlo del mundo, del caos y de la infidelidad. Deben comprometerse con ustedes mismos por el Plan de Dios, porque Dios está esperando actuar a través de Sus hijos, como Él ha actuado a través de los tiempos y de las diferentes razas.

Pero, para que esa decisión que Dios tiene se pueda manifestar, después de todo lo que la humanidad ha recibido a través de los tiempos, le corresponde a la raza de hoy dar el gran y último paso para que esa Voluntad se pueda realizar y concretar. Mientras eso no suceda, la humanidad seguirá sufriendo.

El Reino de los Cielos estuvo en este planeta. El Reino de los Cielos se refleja a través de la naturaleza de este planeta. Cuanto más agresión reciba, mayor dolor sentirá el ser humano. No habrá lugar ni consciencia que pueda suplir ese dolor ni que pueda calmar ese sufrimiento.

Ustedes son seres que provienen de la Fuente. Por eso los he llevado hacia ese lugar predilecto de Dios. Él los ha colocado a todos dentro de Su Corazón, ¿lo han percibido? Es el Amor que surge y emana de la Fuente, el Amor renovador e incansable que hará de cada ser un nuevo ser, por eso su rendición es importante.

No tengan miedo a los cambios. Ábranse a los cambios que llegarán en el fin de estos tiempos. La alegría celestial es la promesa que Dios tiene para cada uno de Sus hijos, y Él hoy cumple Su promesa llevando a todas las almas que escuchan, al recinto de Su Sagrado Corazón, más allá de los errores, de las deudas o de los traumas que cada ser humano pueda estar viviendo y atravesando.

Dios es el eterno incondicional. Su Maestro es el eterno incondicional. El Espíritu Santo que hoy está entre ustedes, es el eterno incondicional.

Cuando la humanidad aprenda a vivir en el amor y no en la indiferencia, a practicar la igualdad, la tolerancia, el respeto y la fe, todo se transformará. Para que eso suceda, Yo retornaré al mundo en el momento más difícil y culminante de la raza. Los días se aproximan para ese acontecimiento.

Hoy le he pedido al Padre que Me diera la Gracia de llevar a cada uno de ustedes hacia dentro de Su Corazón.

Ahora Cristo, colocando Sus Manos en señal de imposición, transfigura Sus vestiduras y toda Su Consciencia en un sutil color rosa. Él nos muestra Su aspecto espiritual de Amor. Aquél que siendo sometido y ultrajado por los hombres durante Su dolorosa Pasión, Su Amor nunca se rindió.

Estamos ante el Amor invencible de Cristo, el Amor que Él, en este momento, irradia al mundo entero, colocando cerca de Su Pecho a nuestro planeta, a toda la humanidad y a los Reinos de la naturaleza.

Hoy Su Amor espiritual e invencible recoge a las almas grupo de diferentes especies animales  como las ballenas, que son aniquiladas; como el ganado, que es aniquilado; como las especies que pierden su hábitat; y del Reino vegetal, que es explotado, quemado y destruido en la superficie de la Tierra.

Y más aún, el Amor invencible de Cristo penetra en lo profundo de nuestro planeta y recoge el alma grupo del Reino mineral, cuyos minerales sufren y son destruidos y extraídos con violencia y venganza.

Su Amor también llega, hoy especialmente, para los que viven en esclavitud, en África y en el mundo.

Estamos en el momento y en la Gracia, ante el Amor invencible de Cristo, de pedir perdón por los errores cometidos por esta humanidad contra los Reinos de la Naturaleza; de pedir perdón por nosotros y por nuestros hermanos que están ciegos y que solo quieren el provecho y los beneficios de la Naturaleza.

Ante el Amor invencible de Cristo, pidamos perdón por destruir la Creación y por no valorarla.

Nos postramos ante Cristo para pedir perdón y para que Su Amor triunfe en el mundo por los méritos de Su dolorosa Pasión, por el descenso de Su insondable Misericordia.

Nos podemos levantar, respirar profundo y agradecer.

Hoy vamos, a pedido de Cristo, a ofrecer esta comunión por los Reinos de la Naturaleza, pero también por los que tienen sed en el mundo y no tienen agua para beber y para hidratar sus cuerpos. Pidamos la Gracia de que el Reino de las aguas, desde las entrañas más profundas de la Tierra y por medio de la Madre Naturaleza, conceda la Gracia de hacer brotar vertientes en aquellos lugares en donde abunda la sed. Amén.

Señor, Dios del Universo y de la Vida, Fuente inagotable de Amor y de Verdad, manifestación infinita de la providencia, de la abundancia y de la sabiduría universal, te ofrecemos este Sacramento en nombre de Tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, y pedimos la Gracia y la oportunidad de que todo lo que aquí recibimos, más allá de que no lo merecemos, pueda llegar a las almas que aspiran y esperan esta abundancia espiritual que Tú haces descender a la Tierra a través de Tu glorioso Hijo. Amén.

La novena de oración de esta Semana Santa, la Trilogía Espiritual que Yo les he enseñado hace muchos años, ha sido de vital importancia para Mí, porque ha permitido llevar adelante toda esta tarea, sin interrupciones ni obstáculos.

¡Gracias, por aquellos que se esfuerzan de corazón! Mi Paz esté en cada uno de los orantes que sostienen este Plan de Amor.

Por esa razón, en este sábado de Aleluya, para que en el día de mañana sus almas resuciten en espíritu, en gozo y en alegría por tener la Gracia de escuchar la Palabra de Dios, les ofrezco esta Comunión Eucarística cumpliendo Mi promesa de estar con ustedes todos los días, hasta el fin de los tiempos.

Padre, Amor infinito, Consolador y Curador, Te ofrezco este pan para que Tú, bajo el poder de Tu Gloria, lo conviertas en el Cuerpo de Cristo para que hoy, consumando esta tarea espiritual y divina, lo ofrezca a cada uno de Tus hijos y les vuelva a decir: "Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo que es entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

De la misma forma, te ofrezco el Cáliz de la Redención a Ti, Padre Amado, para que Tú lo transubstancies en la Sangre de Cristo. Por ese motivo, lo vuelvo a ofrecer a los Tuyos, diciéndoles: "Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que es derramada por su Señor hasta los tiempos de hoy, para el perdón de todas las faltas. Hagan esto en Mi memoria".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Y ahora, tomándonos todos de las manos, y quien está solo en su casa coloca sus manos en señal de recepción hacia el cielo para que, junto a Nuestro Señor, repitamos esta poderosa oración que Él nos enseñó:

Padre Nuestro (en español).

Padre Nuestro (en inglés).

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra y eleve al Cielo a todas las estrellas caídas.

Que así sea.

Pueden llevar las manos hacia el corazón, porque donde está la unidad no prevalece ninguna enfermedad.

Que la Paz del Reino de los Cielos esté en ustedes y en todo el mundo.

Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por haber compartido esta tarde Conmigo. Guarden en la memoria lo que hoy vivieron.

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE BUENOS AIRES, ARGENTINA, HACIA SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

La utilización de las tres a seis campanillas durante la celebración eucarística tiene el fin espiritual y divino de invocar y llamar a cierto número de Jerarquías Angélicas para que participen en el momento de la consagración de los misterios espirituales e internos de la Pasión dolorosa de Jesús.

Tocar las tres campanillas, al mismo tiempo, llama al coro angélico del Arcángel Gabriel para que colabore en la transustanciación de los elementos ofrecidos en el altar por intermedio del pan y del vino. 

En ese momento y por única vez, esa Jerarquía Angélica recoge las intenciones más puras de los fieles que participan de dicha celebración.

Si se tocan cuatro, cinco o seis campanillas se llaman a otros coros angélicos y ellos descienden del Universo ultraterrestre en dirección al lugar y al espacio en donde se está realizando la celebración.

Todos los fieles devotos que participen de la consagración del pan y del vino deben recordar que están ante la gracia de reconocerse espiritualmente como dignos hijos de Dios y de afirmar, en nombre de toda la humanidad, el reconocimiento, la obediencia y la total fidelidad a los misterios espirituales que Cristo vivió a través de Su Última Cena, de Su Agonía, de Su Muerte, de Su Resurrección y de Su Ascensión.

Eso significa que el momento de tocar las campanillas no se remite a algo católico, sino al gesto amoroso de los ángeles de imitar y de reverenciar el sacrificio del Hijo de Dios para que la Fuente de la Misericordia descienda a la humanidad y la paz se establezca.

Ese es el motivo de comenzar a aplicar en las comuniones eucarísticas las campanillas sagradas de los Ángeles de Dios.

¡Les agradezco por obedecerme y por confiar en todo lo que les estoy enseñando!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL BALNEARIO EL CÓNDOR, RÍO NEGRO, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Desde los Universos Superiores, su Maestro ya ha comenzado a descender por segunda vez hacia la Argentina, dentro de esta trayectoria de la Peregrinación por la Paz.

Desde esos Universos, su Maestro y Señor se aproxima a la Tierra en compañía de las esferas celestiales provenientes de regiones lejanas del Universo Local.

Toda esta coyuntura prepara el momento en que el Señor del Universo se unirá al gran terafín espiritual de todos los tiempos.

Ese será el momento en que el Sacerdote Mayor tomará con Sus Manos el Santo Cáliz para volver a celebrar con los Suyos la cena de la transición planetaria.

Por esa razón, compañeros, el Universo Local y el Universo Espiritual silenciosamente acompañan la llegada del Pastor hacia el sur de la Argentina, en donde tendrá sede la ceremonia de la comunión y de la elevación de la consciencia, a fin de reposicionar el propósito de la Argentina dentro del Proyecto del nuevo Edén de América del Sur, preparando, ardientemente, el surgimiento de una Nueva Humanidad, libre de los errores y de las fallas de todos los tiempos.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

El Origen de la Sagrada Fuente Femenina

Amados hijos:

Quien en estos últimos once años les ha hablado y les ha compartido el Amor de Dios, proviene de una Fuente peculiar que fue creada por el Universo Ultraterrestre antes de que existiera el Universo Material.

En esa Fuente, la Esencia Divina de quien más tarde sería María, la Madre de Jesús, fue gestada, acondicionada y amorosamente preparada para llevar adelante la gran misión en la humanidad.

Esa Fuente Ultraterrestre del Universo Espiritual se caracterizaba por su altísimo grado de pureza, de amor y por su esencia inmaculada.

El Padre, luego de la caída del Proyecto de Sus primeros hijos, Adán y Eva, pensó en crear un medio y una Consciencia lo suficientemente pura, inmaculada y humilde, que con Su Amor invencible pudiera abrazar a todo el error humano y convertirlo a través del perdón y de la sublime Maternidad.

Fue así que los Padres Creadores, los Arcángeles, recibieron el pedido de Dios y, en los elevados Universos Celestiales, cada Arcángel comenzó a aportar lo mejor de sí, a fin de que la Esencia Femenina que surgiría de la Fuente Creadora llegara a la Tierra para comenzar, como alma y divinidad, con Su especial misión.

La Sagrada Fuente de la Energía Femenina se traslució por medio del Principio de la Maternidad.

En tiempos pasados, el Padre Eterno pensó que era necesario que Sus hijos tuvieran una Madre capaz de acogerlos, de comprenderlos, de ayudarlos y de guiarlos por el camino correcto del bien y de la paz.

Así nació de dos seres humanos, de Ana y de Joaquín, la Consciencia de María, la que desde joven llevaría adelante la misión de gestar en Su Purísimo e Inmaculado Vientre al Niño Jesús, el Redentor.

Una especial coyuntura universal, cósmica y espiritual sucedió durante la gestación de María, así como durante la gestación de Jesús.

Los Arcángeles consiguieron manifestar y atraer hacia el Universo Material corrientes creadoras de energía que contenían altos voltajes de Amor-Sabiduría, así como de pureza esencial y virginal.

En aquel tiempo, la Idea de Dios fue concretada y una vez más, por la Presencia de la Madre de Dios y del Divino Hijo, el mal fue vencido, así como el ángel caído fue vencido por Miguel Arcángel una vez en el Universo.

La existencia de la Consciencia de María, una simple madre de Nazaret, fue el resultado de una experiencia divina y angélica que superó todos los tiempos.

El Padre Eterno, a través de María, nos demostró Su Amor Consolador, nos enseñó cuán grande es Su Misericordia y qué infinito es Su Perdón para con Sus hijos más perdidos.

Dios nos enseñó, a través de María, la universalidad de Su Amor y la presencia de Su Corazón Paterno en todo momento.

De esa especial Concepción Divina proviene María, la Madre de Cristo y Madre de todos.

Ella es la incondicional y eterna abogada entre los hombres y Dios.

Ella es la que espera en el silencio y la que reza por Sus hijos en la quietud de Su Inmaculado Corazón.

Es la que viene al auxilio de los que con sinceridad se arrepienten. Ella llega a todos los pobres y humildes de corazón.

María es la Madre que todo consuela, que todo repara y que todo cura.

Su Corazón sufre cuando Sus hijos se separan de la Verdad y se sumergen en la mentira.

Es la Madre que nunca dirá "no", que siempre dirá "sí" a quien la llame.

Dios nos dio una Madre que muchas veces ofendemos, lastimamos y omitimos con nuestra indiferencia e ignorancia.

Ella es la Madre paciente que espera que siempre vayamos más allá de las apariencias, que podamos sentir el corazón del hermano que busca paz y comprensión.

María nos enseña a amar de verdad para que, en Cristo, caminemos hasta la meta de estar en Dios, para siempre.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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