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Queridos hijos:
En este día los invito a contemplar el Plan de Dios y Su Propósito en cada acción de la vida, en cada servicio, en la realización de Su Divina Voluntad.
Hoy los invito a amar ese Plan incondicionalmente y a no rechazarlo como lo hace la mayoría de la humanidad.
Queridos hijos, de esa forma, ustedes, amando el Propósito por encima de todo, siempre estarán en el camino correcto y en la dirección correcta y nunca dejarán de atender a las necesidades que se presenten en la vida.
Amar incondicionalmente el Plan de Dios para que el mismo se cumpla significa renunciar sin comprender y aceptarlo con toda la apertura interna de sus corazones.
Millones de almas buscan, por diferentes caminos, saber sobre su propósito en esta vida y eso las lleva a perderse por los caminos ajenos a sus capacidades.
Quisiera, hijos Míos, que comprendieran que aún existen consciencias que, habiendo recibido el llamado en sus vidas, decidieron por su parecer apartarse del Divino Propósito del Padre.
Yo les pido a todos ustedes que, conscientes del camino de oración que en estos tiempos están realizando, solo busquen cumplir amorosamente con lo que se les pide, sin ninguna crítica ni juicio.
El Bien Mayor es muy grande y ustedes aún lo desconocen porque la humanidad siempre está sumergida en las leyes de la materia.
Para que sus corazones sean consecuentes con el Plan de Dios, los invito a adoptarlo y a vivirlo para que esa experiencia multiplique en ustedes la confianza absoluta de que todo lo que están viviendo forma parte de una sabia e infinita Voluntad Mayor.
Hoy les dejo esta instrucción, queridos hijos, porque ya no hay tiempo que perder, solo les bastará la fe y por la fe caminar hacia adelante.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los concientiza sobre la Vida Superior,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Es tiempo de reconocer la Verdad de Dios, hijos Míos, de retirar de la consciencia la ignorancia de sí misma y de vivir, todos los días, la filiación divina como principio.
Es tiempo de reconocer la propia esencia y, con humildad, dirigirse al Creador de todas las cosas que habita en el su interior, y dejar que Él se expanda y establezca definitivamente Su Reinado.
Yo he venido al Reino de Lys, hijos amados, por un Propósito universal y no por un propósito humano. Yo he venido porque este es Mi Reino espiritual y divino, donde se guarda lo más puro de cada consciencia. Es desde el Reino de Lys que resguardo las esencias y protejo a todos Mis hijos, de sí mismos y de Mi adversario.
Las llaves que abren las puertas de este Reino son la fe y la devoción ardiente; y es esa fe y esa devoción que vine a renovar en el interior de Mis hijos para que, a través de su despertar, las puertas del Reino de Lys estén abiertas a toda la humanidad y a todos los Reinos de la Naturaleza, que también tienen su pureza resguardada en Lys.
Mientras los tiempos más graves se inician y muchos de Mis hijos están perdidos en las tinieblas, sobre todo en el norte del planeta, es necesario que las puertas de Lys estén abiertas para que, al reconocer la propia esencia, al descubrir y vivenciar la filiación con Dios, las almas no se extingan ni se desanimen ante los desafíos y los abismos a los cuales las lanza Mi adversario.
Hijos, estamos en una gran batalla por el triunfo de la Paz y ustedes deben ser conscientes de eso. El Reino de Lys debe contar con soldados despiertos en la superficie de la Tierra para que, conscientes de la situación espiritual y física del planeta, sean guardianes del manantial que fluye de Lys para sustentar a las almas en la verdad y el amor, y para que ellas no se dejen perder ni engañar por la confusión de estos tiempos.
Hijos Míos, la pureza irradiada por los Espejos de Lys es imprescindible en estos tiempos de oscuridad y de tinieblas, para una gran parte de la humanidad. Y, cuando les hablo de las tinieblas, no Me refiero solo a las guerras, al hambre, a la violencia, sino también hablo de la ignorancia, de la indiferencia hacia Dios y del crecimiento de las energías capitales que ciegan los ojos de los que se comprometieron con Mi Hijo y con el Creador a vivir los principios crísticos y despertar un amor que abre las puertas del infinito para la unión con Dios.
Los Espejos de Lys, con su potencia divina, deben disolver las tinieblas que no permiten que Mis hijos encuentren la verdad sobre sí mismos y sobre la vida en la Tierra. Para que esos Espejos estén activos, hijos, debe haber columnas de oración y de fe que los sustenten, y con pureza de intención y humildad ofrezcan al Padre su despertar y su entrega, para ser instrumentos Suyos en el mundo.
Es por un motivo universal y divino, hijos Míos, que despierto al Reino de Lys y que instituyo una nueva Casa en la superficie de la Tierra; no porque no sea suficiente lo que ya alcancé como Divinidad en Europa a través de Fátima, de Lourdes o de Medjugorje; sino que cada una de Mis Casas tiene una función única, despertar a ciertas almas y manifestar un principio divino.
Ahora, es tiempo de un despertar más profundoen Europa, como en América. Es hora de que Mis hijos sean más conscientes de la batalla de estos tiempos y que se unan, a través del ecumenismo universal, para sustentar espiritualmente al planeta y preparar, en el suelo de la Tierra, la fecundación de una nueva vida.
Hijos, con el simple motivo de elevarlos y despertarlos es que estoy aquí. Como Madre Celeste y Universal, pretendo conducirlos a la Verdad del Creador.
Que en esta noche, los Espejos de Lys se enciendan en su interior y reflejen, en sus esencias, Su pureza y Su paz, para que sientan y vivan el despertar a la vida superior; y que sus almas, que están sedientas de servir al Padre, encuentren finalmente su camino.
Yo los amo y los bendigo, colocando en sus esencias la Flor de Lys, Flor que despierta la pureza y la verdad en su interior.
Aquella que los guía siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo:
Permite que tu corazón conozca la dádiva de la fe. Deja que esa fe rompa dentro de ti las barreras de la duda, de la indiferencia, de la necesidad de mantener las apariencias delante del mundo; que rompa las barreras de las imposibilidades, de los miedos, Mensajes de Humildad de las vanidades. Deja que te inunde esa fe que trasciende la comprensión de la mente y que no encuentra una confirmación de su existencia sino en lo profundo del corazón.
No hay una evidencia científica que compruebe la acción de la fe y, muchas veces, ustedes quieren explicar los milagros causados por ella como una manera de disolver sus méritos en la vida humana. Pero la fe, por sí sola, hijo, es un gran milagro.
Cuando la fe se instala en el corazón, es señal de que ese corazón ya venció muchas barreras dentro de sí mismo y de que la consciencia ya recorrió un cierto camino de transformación y de unión con Dios para llegar hasta ahí.
La fe nace sin obstáculos en los simples de mente, de corazón y de espíritu y en ellos se expande cada día, transformándose en fuente de amor y de gracias para los incrédulos y los desesperanzados.
Aquellos que tienen fe y que se dejan inundar por ella se convierten, tarde o temprano, en vehículos de la Gracia divina para otros corazones: la propia fe, revestida por la Gracia, opera milagros.
Hijo, lo que llaman milagros en este mundo no es nada más que la acción de la fe en el corazón humano. Si aquel que necesita un milagro, en algún nivel no prepara la consciencia para recibirlo con fe, ese milagro no se manifiesta; porque los milagros son la manifestación de la Gracia y de la Misericordia divina, y si no hay sintonía ni afinidad en el corazón ni en la consciencia, esas Gracias no descienden.
Las Leyes universales son un gran misterio para la mente humana, que las ignora casi completamente. Solo las comprenden aquellos que viven bajo esas Leyes.
Hoy, hijo te llamo a vivir bajo el principio divino de la fe para que recibas del Dios Altísimo la Gracia que necesitas en estos tiempos, manifestada en un milagro de amor y de transformación, para que cumplas con tu misión mientras haya tiempo.
Dispónete a vivir la fe y pide la Gracia de recibirla.
Que el Padre te inunde con la divina fe, transformando no solo tu pequeña consciencia sino a toda la humanidad que, vacía de fe y de esperanza, no encuentra un sentido para la vida.
Te bendigo hoy y siempre. Tu padre y compañero,
San José Castísimo
Hijo:
El hombre, por sí solo, es débil y no puede soportar los asedios ni las pruebas de este mundo. Sin embargo, el hombre que se une a Dios es invencible, porque comparte con Él Su Gloria y Grandeza.
Cuando el corazón humano de Cristo dijo: “Padre, aparta de Mí este cáliz”, fue el miedo de Sus células que lo llevó a pronunciar estas palabras. Pero de inmediato, unido a Dios, Él dijo: “Que se cumpla Tu Voluntad y no la Mía”. Y fue en la perfecta unión con el Creador que Jesús soportó los insultos, las humillaciones, las traiciones, la flagelación y la muerte en la Cruz.
Únete a Dios, hijo, para que Su Voluntad se cumpla. No quieras vivir en este tiempo con tus propias fuerzas, porque tu corazón humano es material y débil y puede morir incluso de susto.
Aférrate al espíritu y sé Uno con el Espíritu Divino. No pienses que el Creador te encomienda una grandiosa misión y te deja solo. Todo lo que el Señor te pide es que cumplas con Él, por Él y en Él.
El Creador nunca abandona a Sus criaturas, pero es necesario vencer el miedo y aceptar Su Voluntad, teniendo siempre fe en que Él te acompañará.
Reconoce tu debilidad, así como el Señor, quien representa para ti el Camino, reconoció la Suya cuando se confesó al Padre y dijo: “Aparta de Mí este cáliz”.
Pero, reconoce enseguida, hijo, que esta misión no es solo tuya, sino sobre todo de Dios, pues este proyecto humano le pertenece y, unido a Él, afirma: “Que se cumpla Tu Voluntad y no la mía”.
Hijo, ni siquiera Dios te condenará por tu debilidad, como no lo hizo con Su Primogénito. El Señor te colocará en Sus Brazos, unirá Su Santo Espíritu al tuyo y te hará invencible frente a los desafíos de esta vida. Él es quien te abrirá los portales que unen las dimensiones y elevará tu ser a la vivencia del verdadero amor. Pero, ante todo, vence tu débil humanidad y reconócete como hijo de un Creador majestuoso que, de forma misteriosa y desconocida para ti, te hace semejante a Él en lo profundo de tu ser.
Descubre tu semejanza con Dios, aceptando Su Voluntad y comprende el camino por el cual el Señor te conduce a medida que das los pasos en él. No siempre el Creador te llevará por un camino de flores, pues aun a Su Hijo amado Él lo condujo por el camino de la Cruz, de la renuncia, del sacrificio, de la humillación, del martirio y, finalmente, del Amor absoluto y de la Misericordia, que se perpetuó en la Tierra y que hasta los días de hoy intercede por las almas.
Es por la obra de esa Misericordia alcanzada por el Hijo del Altísimo que tú estás hoy escuchando Mis palabras.
¿Serás tú, hijo, capaz de abrir otro manantial, semejante a este, para que otras almas que vendrán detrás de ti tengan una oportunidad de redención?
El Creador te llama y aguarda que des un paso para trascender el miedo y que, unido a Él, digas: “Que se cumpla Tu Voluntad y no la mía”.
Tu padre y compañero,
San José Castísimo
Cura tu corazón, tu cuerpo y tu espíritu, renovando en Cristo todo tu ser.
La enfermedad, hijo, tanto la espiritual como la física, es fruto de la desunión con Dios en algún nivel de la consciencia y viene para demostrar que debe existir un mayor equilibrio en ti. Trata de estar unido al Padre y renacer en espíritu internamente.
La vida comienza en la esencia y en la consciencia. Todos los hechos que se plasman en la materia tienen su origen en niveles más sutiles y ocultos para la mente humana adormecida. Por eso, es en la consciencia donde se revierten los acontecimientos, y es en la esencia de todas las cosas donde surgen los nuevos códigos que convertirán lo que está viciado.
Si te sientes enfermo en el corazón, en el cuerpo, en la mente, en el alma, en el espíritu o incluso como humanidad, trata de transformar en la consciencia ese desequilibrio. Busca en la oración la claridad para vivir la transformación y para saber conducir tus propios pasos. Busca en la oración la fortaleza para vencer tu condición humana y vivir principios que este mundo no está acostumbrado a experimentar. Pacifica tu interior y, desde él, a todos los niveles del ser, desde el espíritu hasta la materia.
Si tienes fe no habrá desequilibrio que no pueda ser revertido; sin embargo, tu esfuerzo y tu dedicación para ser otro, deben ser permanentes.
Aquiétate, respira, reflexiona antes de actuar, ora antes de dar un paso, pregúntate internamente cuál es la dirección correcta para seguir. Deja el desequilibrio para los que no pudieron conocer la paz. Sé tú un portavoz de un nuevo patrón de vida: una vida sana, de unión con el Creador.
Hijo, serena al corazón en este tiempo y busca un contacto más profundo e interno con Dios y contigo mismo. Aquellos que permanezcan en las superficialidades se confundirán mucho y no podrán sostenerse. Por eso, afírmate en Dios y, frente a cualquier adversidad, no te dejes influenciar por el temor, por la desesperación ni por la impulsividad.
Busca la paz y encuentra en ella todo lo que necesitas.
Por el equilibrio interior de cada corazón humano,
San José Castísimo
Queridos hijos:
La duda es la energía opuesta a la confianza y cuando ella emerge, Mi adversario aprovecha para sembrarla en la consciencia que tiene débil su fe.
Pero la duda es más nociva cuando se transmite a otras consciencias que no deberían ser contagiadas por ella.
Cuando la energía de la duda es colocada en otros corazones sin juicio ni control, la consciencia instantáneamente se vuelve un instrumento del adversario, porque Mi enemigo le gusta alimentarse sin mucho trabajo de todo lo que los dudosos emanan.
La energía de la duda aparece en lo profundo de la consciencia cuando la misma recuerda todo el tiempo su pasado y lo revela a los demás corazones. Es en ese momento que, abriendo una puerta incierta al pasado, la consciencia que duda es astutamente colocada por Mi adversario en un lugar y espacio de consciencia donde ya no debería estar, y esto es más comprometido para quien ya camina en el sendero de Mi Hijo.
Es como retroceder muchos pasos hacia atrás y no poder salir de ese espacio.
Después de la duda, aparecen otros aspectos que son parte de la condición humana, que la propia consciencia debe transformar y trascender.
No es apropiado para un discípulo de Cristo, satisfacer su vida recordando todo el tiempo el pasado y ver esos acontecimientos como algo genial.
La duda es sembrada cuando la consciencia tiene grandes dificultades de amar la obediencia a Dios y a sus semejantes, como también de vivirla.
La duda se instala en la consciencia cuando la verborragia desune lo que cuesta tanto construir y cuando los comentarios no elevados salen de la boca del discípulo.
Todas las raíces de la condición humana se transmutan con determinación. Quien sigue a Mi Hijo no puede ir y venir por dos caminos, porque un día se enfrentará a su realidad de forma desconocida.
La transparencia, la humildad y el silencio evitan que ciertos aspectos mantengan amarrada la consciencia a todos los aspectos destructivos que irradia Mi adversario.
Cuando esta realidad de la consciencia no es tratada con seriedad y transparencia, por Ley de Jerarquía, la Divinidad solo puede observar y orar, así como lo hace con la mayoría de la humanidad.
Cada discípulo de Cristo debe tener claro que no puede ser un imán que por sus acciones atraiga el caos del mundo. Todos son llamados a purificarse en la verdad y sin mentiras, porque cuando la consciencia llegue a otro plano de consciencia, después de haber pasado por este, se dará cuenta de que no está en donde siempre ha creído estar.
Es así como hoy, miles de consciencias están en el purgatorio, después de haber tomado consciencia de sus acciones.
Solo debemos orar y callar.
¡Les agradezco por responder en consciencia a Mi llamado!
Los ayuda a crecer interiormente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Quien vive para Dios y trabaja amorosamente para Él, se olvida de todo tipo de resultados y ama profundamente lo desconocido, sin saber si algún día recibirá una respuesta.
Por eso, los verdaderos misioneros son muy pocos en este tiempo. Pero el alma que se anima a cruzar el umbral hacia el cumplimiento de la Voluntad del Padre recibirá todo lo que necesite para cumplir con su tarea.
Cuando la consciencia tarda en responder o demora en hacerlo por los asuntos comunes de la vida, la Gracia de Dios recibe el llamado interior de esa alma que no puede actuar libremente. En ese momento, hijos, se genera entre el alma y el universo una respuesta tardía, y el propio universo deberá esperar un nuevo ciclo para poder enviar de alguna forma el mensaje o la instrucción a esa consciencia.
Por el contrario, cuando el alma, ciegamente y sin preconceptos ni ideas, se adhiere espiritualmente a la Voluntad de Dios sin que nada la detenga, todo el universo que rodea a esa alma se vuelve dinámico e invencible porque existe una perfecta relación entre esa alma y el fluir continuo del universo.
En este tiempo, responder a la Voluntad de Dios significa para la humanidad no tener límites ni imponer nada, porque este es el momento de la prueba de fe y de absoluta confianza en que todo lo que se debe cumplir está dentro de la vida y del corazón de cada ser humano.
En esta hora definitiva, por sus acciones las almas definirán todas las cosas, aun su propio destino espiritual.
Al estar presente el universo infinito de la dualidad, las almas pueden escoger qué camino seguir y qué experiencia realizar sin sentirse atadas a nada. Todo lo que suceda después será el resultado de una verdadera elección. Por eso, el llamado del universo desciende para que los ojos del alma estén abiertos y no pierdan la consciencia y la oportunidad de servir y transformarse.
Sabemos, como sus Mensajeros, que cada alma está en una escuela diferente. El universo espera que todos, algún día alcancen el despertar y cumplan la misión que Mi Hijo les encomendó en el fin de los tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!,
En oración por todos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como el sol de invierno, cálido y acogedor, Yo llego a ustedes para derramarles, en la fe, todas Mis Gracias y para abrir las puertas hacia el camino de la profunda conversión.
Por eso, la Aurora del Amor hoy se reviste de luz y de cura, para recibir a los orantes que participarán de esta columna de oración planetaria por toda la humanidad.
Será de esa forma, queridos hijos, que Aurora podrá nuevamente trabajar con el planeta y con toda la humanidad dormida para que, al menos pueda despertar de su sueño profundo.
En este día, queridos hijos, los campanarios del Cielo estarán sonando para congregar a todos los ángeles, que acompañarán la ceremonia del Redentor durante el encuentro de oración.
Si las almas abrieran sus consciencias y aún más sus corazones, podrían comprender ampliamente qué es lo que sucede cuando se congregan para vivir el potentísimo canal de Oración por la paz, y así sus vidas cambiarían rápidamente.
Queridos hijos, les dejo las intenciones de un buen y victorioso trabajo. Esta Maratón los invitará al recogimiento, a la unidad y, sobre todo, a la confianza en Dios. Así, queridos hijos, podrán abrazar con mayor firmeza Su Propósito.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En oración con ustedes,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Amar el Plan de Dios significa vivir ciertos desafíos que van más allá de la madurez de la consciencia. Cada desafío que es colocado en el camino del discípulo ya sea físico, mental o espiritual es para que la consciencia dé un paso mayor que el que nunca dio.
Ese momento se interpreta como transición cuando se pasa de una escuela a otra, o como purificación cuando se purifica algo interior. Quien tiene fe conseguirá superar ambos desafíos y podrá enseñar cómo hacerlo a los que estén pasando por el mismo aprendizaje. Eso no significa que el Padre desee lo más difícil para Sus hijos, porque Él es el Padre del Amor.
Cuando la vida de un iniciado se aproxima al camino de la santidad o de la consagración total al Plan de Dios, el espíritu forja otras experiencias para que el alma, la mente y el corazón de cada ser se puedan definir.
Nunca habrá dos caminos para llegar a Cristo; es por eso que todas las almas en un cierto momento de sus vidas tienen la posibilidad de escoger el camino del discipulado perpetuo o el camino del apostolado, uno las colocará en la escuela de la instrucción de la vida y el otro en el camino de aprender a servir mejor todos los días.
En este momento, gran parte de la humanidad está siendo colocada en el camino de la purificación para que, en algún momento, las almas definan los próximos pasos de su evolución.
La trayectoria del espíritu es trazada por las experiencias de la vida, las del alma y por las decisiones que toma el espíritu de cada ser ante el Llamado de Dios.
En este último ciclo, existen muchas almas que son colocadas en el camino de la entrega total. Eso lleva a que la consciencia enfrente y conozca aspectos de su ser que antes eran purificados en lapsos más prolongados.
Debido a la necesidad de almas puras en la Tierra, el Plan cambió el rumbo de los acontecimientos. Con almas en estado de mayor pureza, la humanidad se salvará, y las consciencias menos preparadas son llamadas para cumplir ese propósito.
Puede ser que tu vida esté dentro de ese proyecto y aún no lo hayas percibido, hoy vengo para revelártelo. Atiende a este sagrado pedido de Dios.
¡Les agradezco por responder a esta importante convocatoria celestial!
Los anima,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras los acontecimientos de la vida y del planeta entero se desarrollan precipitadamente en la humanidad, Yo los invito a que busquen el camino de la serenidad para después encontrar la paz.
La raíz de la historia humana y de todas las condiciones terrestres está siendo removida; lo que durante siglos estuvo controlado por el poder, por la soberbia o incluso por la resistencia, está siendo quitado de las manos de los que creen tener el gobierno sobre las cosas. Por eso, queridos hijos, no se sorprendan por lo que verán o por lo que sabrán, la profecía de Mi Hijo se está cumpliendo: “No quedará piedra sobre piedra”, y eso ya es una realidad en todo el planeta y principalmente en los seres internos de todos.
Se generará una aparente falta de guía; por eso, desde hace tiempo los estoy llamando a vivir la oración verdadera. Serán los atributos de la Madre Universal los que, en este ciclo definitivo, sustituirán las carencias que las almas vivirán en el momento de perder el control sobre las cosas. Por eso, queridos hijos, abracen la oportunidad de purificarse pronto para que, preparados por la oración, esperen la gloriosa Venida de Cristo.
Les declaro, hijos, que no habrá consciencia ni espacio que estará libre de la purificación. La fe y la constancia serán el lema de los pacificadores de Mi Hijo, eso los hará fuertes en el amor y en la verdad.
Vean lo que está emergiendo de ustedes mismos y no lo miren con desprecio, sino con Misericordia, porque será la Misericordia de Dios que los salvará en esta hora de transición planetaria.
Vivan la Misericordia y practíquenla, será fundamental para que sus corazones acompañen la purificación de sus semejantes.
Les dejo Mi Paz porque es lo que hoy necesitan, no la pierdan por nada. La Paz sustenta todo, dentro y fuera de los seres.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En la Misericordia del Padre los contempla,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos amados:
Para que la paz se establezca, la ignorancia debe ser disipada del corazón y de la consciencia de los hombres.
Este planeta sagrado está siendo llevado hacia el abismo por las acciones y las ideas de aquellos que se creen sabios y que sin embargo ignoran la verdad, incluso sobre sí mismos.
¿Cómo vivir la sabiduría si ustedes, Mis queridos, ni siquiera saben la verdad sobre sí mismos, sobre su origen y la verdadera razón por la cual vinieron a este mundo?
El camino hacia el descubrimiento de la verdad es considerado, por muchos, el camino de los ignorantes; aquellos que intentan desarrollar la fe para revelar los misterios celestiales muchas veces son considerados perdidos y ciegos por las grandes potencias de este mundo material.
Hijos, muy infeliz es el corazón que está ciego para las cosas de Dios o que tiene una fe tibia y superficial, solo para aparentar, delante de la sociedad que sigue algún camino que lo lleva al Padre.
Mis amados, en este momento del planeta en que se exige una definición a las consciencias, deben entregar todo por amor a Dios. La definición de sus vidas debe ser total y absoluta porque esta es la única forma de no dejarse engañar por el enemigo y por ustedes mismos. Porque les digo que las propias tendencias humanas, esas que están arraigadas en sus consciencias desde hace tantos siglos de experiencias inciertas y desviadas, pueden llevarlos al abismo sin que Mi adversario tenga que hacer esfuerzo alguno.
No piensen que Mis palabras los amenazan ni vienen para causarles temor, porque, de otra manera, ¿cómo les revelaré la verdad sobre estos tiempos?
Aquellos que no perciben por sí solos que estamos en los últimos tiempos de la ilusión humana y que no ven con los propios ojos la decadencia del mundo, despertarán abruptamente cuando el caos que se expande en el mundo toque con fuerza sus vidas.
Solo quiero que triunfe la paz y el bien en sus vidas. Quiero mantenerlos firmes para los tiempos de pruebas y para que perseveren con la luz interior encendida y viva en los días de oscuridad. Pues muchos dependerán de la luz encendida en los corazones de unos pocos para ver el propio camino y no perderse.
Mis hijos, es momento de aferrarse a la vida de oración para que no se confundan con lo que vendrá. Es tiempo y hora de que, sobre todo las Américas, protejan los Planes de Dios, y eso se hará dentro de cada uno.
Dejen las influencias externas y las apariencias materiales para las estrategias de Mi adversario, porque las máscaras de la ilusión caerán por sí solas cuando, en el retorno de Mi Hijo Amado, la Luz vuelva a triunfar en el mundo.
Concéntrense todos en afirmar las bases de la fortaleza interior esa que, después de construida, es inmutable e impermeable al asedio y a la duda, propios de estos momentos.
El adversario está luchando con todas sus fuerzas. En los acontecimientos del mundo, pueden ver el reflejo de esa batalla, que no ocurre solo en Medio Oriente, sino en todos los lugares del planeta. Por eso, Mis amados, también insisto de todas las formas y con Mi Corazón les suplico un inmediato despertar.
Que la Luz se establezca en sus vidas y que el poder del amor, que se expresa en la unidad y en la fraternidad, sea mayor que los incentivos al falso poder que generan los conflictos y las guerras crecientes en el mundo.
Los amo y por eso les digo todas esas cosas. Únanse a Mi Corazón en oración, en donación y en servicio. Persistan para que la Paz se establezca. Persistan para vencer los obstáculos y para que Mis Planes, que son los Planes del Creador, se puedan cumplir.
Yo los bendigo bajo la Luz Celestial del Altísimo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La esencia del despertar se encuentra en el desarrollo de la fe, porque la fe es la que los mueve a responder a los impulsos del corazón.
La fe es la que los hace trascender los atavismos de la limitada comprensión material, para que ingresen en los misterios de la vida superior.
La fe es la que los lleva a cruzar los umbrales de la vida en este mundo, para que a pesar de estar sobre él no pertenezcan solo a él y, sí, se perciban parte de una Creación infinita e indescriptible.
La fe no nace de la mente, proviene del espíritu y se expresa por medio del corazón. Por eso, si quieren que los impulsos recibidos no se pierdan, dejen que la fe se desarrolle libremente en su interior, aunque no comprendan bien el objeto de la propia fe.
Muchos se preguntan: “¿Tener fe en qué?”. Tengan fe en el Propósito, fe en la Enseñanza, fe en la Presencia de los Mensajeros Divinos, fe en lo que los mueve a la transformación, fe en la comunión con Cristo, fe en Su retorno, fe en la posibilidad que cada uno tiene de vivir los Planes de Dios, fe en la Fe.
Déjense transformar por los impulsos de su fe, para la cual las leyes de la materia no son las que prevalecen. La fe que proviene del espíritu se mueve con base en las Leyes espirituales; es por eso que los corazones que tienen fe pueden vivenciar lo que llaman milagros, que no son nada más que la acción de Leyes superiores en la vida de aquellos que se abren para vivirlas.
Descubran, hijos, el potencial de la propia fe y, por medio de ella, sus prodigios.
Su padre y amigo, en la fe y en la oración,
San José Castísimo
Contempla, hoy, el misterio de la muerte de Cristo y la soledad sentida por todos Sus apóstoles y discípulos, por todos Sus seguidores, ya que muy pocos fueron capaces de comprender la grandeza de Su Crucifixión.
Contempla en tu corazón el recogimiento de Cristo, Su silencio y la incertidumbre que ese silencio causaba dentro de los Suyos.
Los que lo esperaban estaban ante una prueba de fe, estaban sintetizando en su interior todo lo que habían recibido y todo lo que habían aprendido, para colocarlo en práctica al auxiliar a los demás.
Este Sábado Santo se asemejará a la prueba que vivirá la humanidad en tiempos futuros. Ahora, aún están en la presencia de Cristo, de María Santísima y de Mi Casto Corazón; ahora aún cuentan con la Instrucción y la Guía de Aquellos que fueron enviados por el Señor para que, en la materia, lo representaran y condujeran Su rebaño a Su encuentro. Pero llegará el tiempo en que a cada uno le cabrá confirmarse y afirmar su fe. A cada uno le cabrá repartir el pan y ser el puente hasta Dios para quienes están vacíos de espíritu. Le cabrá a cada apóstol y a cada discípulo de Cristo anunciar el amanecer que llegará después de los días oscuros y, así, mantener en pie y con fe en el corazón a aquellos que deben perseverar hasta el fin, porque se comprometieron con Cristo.
Contempla, entonces, la fe de las santas mujeres de Jerusalén y cómo ellas vencieron el dolor que sentían para así vivir el puro amor que el Señor les había enseñado. Contempla la devoción de esas santas devotas de Cristo, que no solo perseveraron en el Calvario, sino que también ungieron el Cuerpo de Cristo, lo vieron resucitado, viajaron por los continentes anunciando Su Victoria y, a lo largo de los siglos, retornan al mundo, aún como santas mujeres, para perpetuar la Obra del Salvador.
Obtén tu fuerza de los misterios del Calvario, de la victoria sobre la muerte, de la fe en los días de oscuridad y de la gloria de la resurrección.
Revive la historia de tu Señor y multiplica Su Gracia y Su Bondad, siendo tú mismo la Palabra Viva de Cristo y el cumplimiento de Sus promesas.
Haz cosas mayores de las que Él hizo y cumple con Sus Palabras, así como Él lo manifestó en las Escrituras.
Renueva la Iglesia de Cristo, que no está guardada en una religión, sino en el corazón de todo aquel que tiene fe y disposición para seguir los pasos del Señor.
Aquel que te guía hacia el Salvador,
San José Castísimo
Hijos:
En tiempos de tribulación interior y exterior, es necesario desarrollar los dones de la persistencia y de la perseverancia. Esos dos atributos emergen naturalmente en las almas fuertes y hoy les digo que todas las almas que vivirán las pruebas finales de estos tiempos deben ser fuertes. Su fortaleza proviene del amor y de la fe; la perseverancia de la cual les hablo se relaciona con esos dos atributos divinos.
Aunque se derrumbe el mundo a su derecha y a su izquierda, mantengan la fe y el amor en sus corazones. No vivirán nada que no puedan soportar, porque esta es la Ley; sin embargo, descubrirán que pueden soportar mucho más de lo que imaginaban.
La fe aquieta la mente, con la certeza que el único que sabe el verdadero fin de todo es el Creador. Y como Su Triunfo también es una Ley, si están a favor de esta Ley y actúan en cumplimiento de ella, no importa lo que vivan, pues todo será un medio para lograr el Triunfo de Dios, de alguna forma misteriosa e imprevisible.
Muchos creen que la fe es la sabiduría de los ignorantes, que no pudiendo recurrir a la razón recurren a la fe. Pero aquellos que piensan de esa forma y que tienen su fortaleza afianzada en las inestables arenas de la playa de la vida material, buscarán el auxilio de los que llamaban ignorantes cuando vean hundirse la fortaleza de la soberbia y del falso conocimiento.
Hijos, no presten oídos a los que no creen en el poder de la fe. Cuanto mayores sean los desafíos para mantener esa fe, deben ser aun más persistentes. Porque si la fe no fuera un tesoro único en los corazones de los hombres, el adversario de Dios no se esforzaría tanto en hacerla desaparecer.
Antes de ceder a los que juzgan y condenan su forma de vivir, oren por ellos y entréguenlos en las manos de Dios, con la esperanza de que, un día, el Creador los acoja en Su Reino; porque también aquellos que lo niegan son parte de Su Proyecto y deben vivir la Redención.
Les digo todo esto porque muchas serán las dificultades de estos tiempos para mantener su propia fe y amor. Por esta razón, deben estar fortalecidos y preparados para enfrentar esos embates.
Les pediré que sean perseverantes y también atentos, ya que el enemigo no obra solo por intermedio de los otros, pues él también puede utilizar a cada uno de ustedes para establecer su reino. Y aquellos impulsos que los hacen perder la fe pueden venir de ustedes mismos. Por eso, sean valientes y amen de corazón el Plan de Dios, para el que fueron convocados.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Queridos hijos:
Oren de corazón todos los días y en cualquier circunstancia para que su oración alcance al Corazón del Padre Celestial.
Oren con fe y en confianza para llegar al final del camino de su conversión.
Oren con esperanza y en alegría para que las dádivas del Cielo siempre desciendan, como la lluvia que humedece la tierra.
Oren en hermandad y fraternidad para que los viejos patrones de la consciencia de la humanidad puedan ser cambiados por los de la vida universal, por los principios de buena conducta.
Oren con fervor y entusiasmo para que todas las almas sean tocadas por el mismo fuego que tocó a sus corazones.
Queridos hijos, oren Conmigo en humildad y reverencia para que de ustedes broten los dones de Mi Hijo.
Solo oren Conmigo y Yo estaré con ustedes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los motiva a la vida de oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día los invito a prepararse para el encuentro de oración que llegará. Eso es motivo para que sus vidas estén disponibles para el cumplimiento de la Voluntad Divina.
Quisiera, hijos Míos, que sus corazones siempre caminaran en la fe para que desde ahora estén preparados para ser tocados por la llama del Espíritu Santo.
En esta hora, que sus corazones estén en oración y en comunión con Mi Hijo para que, fortalecidos en la fe, puedan dar pasos hacia la consagración al Padre Celestial.
Hijos, como Vuestra Madre, los conduzco por el camino de la santidad y del servicio a los más necesitados.
Aún muchas heridas espirituales deben ser curadas por el bálsamo que proporciona la propia oración.
En sintonía con todo lo que sucederá en el próximo encuentro de oración Yo les entrego, hijos Míos, las llaves del perdón y de la misericordia para que todo esté bajo el amparo del Padre Celestial.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En fe y amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Por medio de las luchas espirituales se alcanzará la paz, es por eso que en esta hora decisiva se define el próximo camino para seguir en esta situación planetaria.
Queridos hijos, hoy necesito que mantengan encendida su fe, la fe del corazón y del alma para que así el amor de sus corazones derrote a Mi adversario. Él no conoce el amor y le teme al amor divino y superior.
Por eso, hijos Míos, con lanzas de amor en sus manos, batallen por la paz irradiando amor y compasión ante tanta crueldad humana.
Hijos Míos, la misión humanitaria en Turquía ha movido los planos espirituales. Todo lo que produce el caos, así como el terrorismo y la aniquilación de personas inocentes, genera una forma de batalla espiritual permanente en la que las legiones de la luz y las fuerzas del caos producidas por las acciones de la humanidad batallan para definir el reinado.
El Todopoderoso sabe que todo esto está sucediendo y que día a día eso compromete a la humanidad.
La oración de todos está siendo una poderosa arma que hace desaparecer el terror y el miedo de los corazones, porque el arma de la oración está llena del amor verdadero que sus corazones pueden sentir.
Hijos Míos, sigamos trabajando por la paz, que los soldados orantes se formen en las primeras filas del Armagedón, pues el planeta debe ser rescatado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En comando y oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Queridos hijos Míos:
La esperanza de los apóstoles de Cristo debe ser lo que renueve a todo el planeta. Es por eso que las misiones humanitarias a regiones tan necesitadas tienen el motivo predilecto de reparar a través de la esperanza interior, de la fe y del amor a Dios, las consecuencias generadas por el mal.
Queridos hijos, la tónica para estos tiempos, es una actitud interior del alma que verdaderamente confía en el Señor y que Mi adversario desconoce.
Hijos Míos, la misión humanitaria en Turquía intentará una vez más recuperar la fe y la esperanza que Mis hijos de Medio Oriente perdieron.
La esperanza y la fe son una actitud espiritual interior que fluye en el corazón de los seres, así como fluyen las Leyes del Universo. La esperanza de los apóstoles y de los seguidores de Mi Hijo es algo que no puede ser quitado, porque es la esencia de una convicción profunda unida al Corazón del Padre Celestial.
Turquía es una nación que podría gestar en la consciencia el vórtice de la esperanza, algo que podría ayudar mucho a Siria, que se encuentra en una batalla sin precedentes.
La cristiandad es la confirmación de la fe de las buenas almas, por eso, queridos hijos, viviendo esa cristiandad interior sin necesidad de proclamarla, estarán en el camino de la confianza en Dios, una virtud infinita del Padre Celestial.
Queridos hijos, en este momento Mis misioneros de la paz están siendo guiados para establecer ese espíritu de fe y de esperanza en la esencia de los que quedaron atrás por las crueldades del mundo. Es por eso que en este día los invito a renovar el sacramento de la fe, para que así Vuestra Madre Celeste tenga la dicha de expandir Su obra de paz en el mundo.
Queridos hijos, sepan que nunca los abandono y que en estos tiempos estoy con quien Me abre su corazón para que Yo lo pueda curar; aún Mis últimas Gracias están siendo derramadas.
¿Quién las aceptará en profunda fe?
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!.
Los renueva en el sacramento de la Fe,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Si hay algo que debe ser inmediatamente disuelto del corazón humano es el miedo.
El miedo es la ausencia de Dios, del amor, de la fe. El miedo nace y crece en el corazón de los que se acomodaron a la condición humana y aún no reconocieron que aquello que debe cuidarse con esmero es solo la esencia más profunda del ser, los principios divinos que allí se encuentran.
Aquel que siente miedo es porque no confía en el amor.
Con sus acciones, deben fortalecer los principios de la fe, la certeza de que el amor algún día hablará más alto en la consciencia humana, porque será tanta la necesidad de paz y de unidad, que todos se unirán en busca de un Único Dios.
El miedo con el cual viven los pueblos originarios es el miedo de perder su cultura, perder su espacio en la Tierra. Por no tener lo básico que necesitan para vivir, ellos sienten miedo de desaparecer como pueblo, así como desaparecieron tantos otros pueblos.
En la misión que ocurre en Chaco, así como en todas las misiones que aún tendrán lugar con sus hermanos indígenas, deben fortalecer la fraternidad y dejarlos sentir que comprenden, o que tratan de comprender, el papel espiritual de los pueblos originarios en la Tierra; porque, más que ayudas y cuidados básicos, ustedes encontrarán en sus hermanos la necesidad de ser reconocidos con su cultura y su sabiduría, como parte de esta civilización humana.
En lo profundo de esos corazones, más que el hambre o la miseria, pesan el abandono y la indiferencia por parte de la mayoría de los seres humanos. Por eso, estamos dedicando estos mensajes no solo para instruir a los misioneros, sino también para despertar espiritualmente a la humanidad y, sobre todo, en este caso, a la Argentina, para que conozca el papel de la consciencia indígena, ya que su equilibrio depende de la pureza, de la simplicidad y de la sabiduría que los pueblos originarios mantienen en su interior.
Ustedes deben prestar un pequeño o un gran servicio, siempre teniendo en cuenta mucho más el propósito espiritual que el acto físico, porque físicamente encontrarán infinitas necesidades materiales, sociales, morales, carencias de cosas básicas para la supervivencia y, para suplir todas ellas, sería necesario un esfuerzo mucho mayor que el de algunos pocos días.
Muchos pueden preguntarse: ¿Cuál es la razón de hacer misiones tan rápidas, en las cuales no se suple ni la mínima parte de la gran necesidad de esos pueblos?
Y Yo les respondo que aquellos que alcanzan a ver con los ojos lo que sucede en el espíritu, y no solo en la materia, saben que las necesidades espirituales se mueven con base en otras leyes y, a veces, una situación que espiritualmente es mucho más grave que una gran carencia material se resuelve con un pequeño acto de amor verdadero.
Es por eso que les pediremos, sí, que lleven recursos materiales, pero lo que en verdad le da sentido a una misión es la vivencia del amor, la capacidad de abrir las puertas para que Dios descienda y actúe por intermedio de sus manos.
Traten de ser verdaderos y no quieran ser héroes. Sean solo simples de corazón, ábranse para aprender, déjense curar de la propia indiferencia humana, del orgullo y del egoísmo. Es así que podrán llamarse misioneros, misioneros del espíritu, misioneros que sirven para cumplir la Voluntad de Dios.
Yo los amo y por eso les enseño a servir.
Su padre y amigo, servidor del Dios Altísimo,
San José Castísimo
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Un grupo de monjes de Aurora nos reunimos para orar el Rosario y esperar la llegada de la Madre Divina. Cuando estábamos en el último misterio del Rosario, vi con claridad el Medio Oriente que estaba siendo trabajado espiritualmente por la oración, y vi a la Santísima Madre por encima de todos esos países derramando una intensa Luz blanca que salía de las palmas de Sus manos, de Su Corazón y de toda Su aura. La Santísima Virgen extendía Sus brazos hacia esa región en actitud de constante ofrenda y, al mismo tiempo, suplicaba por todas esas naciones a través de un profundo silencio, mientras observaba todo lo que allí sucedía.
Cuando la Virgen María apareció donde nos encontrábamos orando, se mostró envuelta en un manto que tenía grabada la bandera de Siria. María abrazaba con amor y fervor ese manto, suplicando al Padre.
Como un gran Espejo de Luz y de Amor, desciendo al mundo para retirarlo de la maldad en la que vive, porque el mundo está ausente del Amor de Dios.
Desciendo en gloria hacia los recintos más oscuros del planeta, para que Mi Espejo de Luz disipe las ideas y formas sobre una guerra estremecedora. Por eso, sus oraciones siempre serán las luces que brillarán y no dejarán que reine el mal en el corazón de los hombres, mal que se ha expandido por el mundo.
La victoria y el triunfo de Mi Inmaculado Corazón se darán a través de todas las almas, que en la hora más aguda de la Tierra, cuando el gran abismo esté totalmente abierto, serán el consuelo en la desesperación, serán la fuerza interior para la transformación, serán el verbo vivo en la esencia de los que busquen la unión con su Madre Celeste.
En esa hora, en la que todo será evidente y nunca más ocultado, la firmeza y la oración realizada con confianza serán el camino para encontrar la salida. Las almas no tendrán hacia dónde correr durante el tiempo de la purificación de la Tierra.
Ya estamos en la primera hora del Juicio, todo el universo sabrá de qué lado estará cada alma de la Tierra. La cosecha ya terminó, la paja y el trigo están extendidos por todo el campo. A los ángeles del Cielo les llegó la hora de presentar la ofrenda de los frutos de los hijos de Dios y el resultado de lo que cada alma sembró para estos últimos tiempos.
Su Madre se encuentra en oración permanente, esperando que las últimas trompetas sean tocadas por los serafines en dirección a la Tierra, momento en el que los vientos soplarán fuerte y la Tierra se purificará.
Sé que muchos de Mis hijos no creen que esto sucederá; lo que fue escrito en los Libros Sagrados se está cumpliendo y esto es la muestra de que son muy pocos los que han dado el paso hacia el Señor. Pero aún hay tiempo para el arrepentimiento y el perdón verdadero, sus vidas ya deberían estar corregidas y alineadas con el principio del Señor del Mundo.
En esta hora tan aguda, la fe deberá ser el pilar inquebrantable, la estructura inamovible, serena y mansa que pueda sustentar a otras consciencias cuando todo suceda.
Dios, en Su profundo silencio y reflexión, no esperaba tanta indiferencia humana y tan poca respuesta de parte de Sus hijos al llamado a un gran cambio.
Los Siervos de Adonai ya decretaron cada una de las Palabras encomendadas por su Dios, pocos escucharon y ya es tarde; aún los corazones duermen en sus castillos de barro y la gran corriente del cosmos se está aproximando con fuerza al planeta y al sistema solar.
Por eso, su Madre desciende como un gran Espejo para que comprendan que es hora de que la mayoría de los autoconvocados reflejen cosas buenas, siguiendo los principios de la Ley y de la Verdad, para poder estar protegidos de los propios engaños.
El Cielo sabe que las almas nada saben sobre el Apocalipsis, porque esta es una experiencia que se desarrolla en los últimos tiempos que todos están viviendo.
Si ustedes se transforman, no se resisten y hacen triunfar Mi Corazón verdadero en cada una de sus vidas, tal vez, hijos amados, muchos no padecerán lo que no sembraron bien.
Sean esos espejos tan necesarios en estos tiempos, espejos que deben estar en ofrenda en las Manos de Dios para que Él refleje Sus principios de Amor y de Unidad, algo que toda la humanidad ha olvidado.
Por eso, sean consecuentes con el llamado y así no se desviarán por causa de sus propios impulsos humanos. El Padre los espera con Sus Brazos abiertos para darles a conocer el poder de Su Amor, Amor que en este tiempo no es buscado.
Espero que, en esta hora de definición y de Juicio para todo el planeta, sus corazones estén elevados hacia el Señor, así Él recibirá de sus seres internos una verdadera respuesta de amor.
Hoy Me encuentro rezando y observando el Juicio espiritual que está viviendo todo el Medio Oriente; así, comprenderán, queridos hijos, que algo está por suceder.
Solo nos resta orar, orar y orar y nunca faltar, así sus corazones estarán protegidos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En oración y vigilia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más