MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Camina en dirección al Corazón de Dios todos los días y busca colocar tus ojos, tu corazón y tus aspiraciones siempre en lo más Alto.

Busca tu referencia, hijo, en el Amor de Cristo, en Su Vida, en Su Palabra, en cómo Él construye espiritualmente Su Obra. Porque estás en un momento culminante de la evolución humana, en el cual muchos acontecimientos incomprensibles se darán. Incluso dentro de ti emergerán sentimientos, pensamientos y acciones que no comprenderás pero que deberás equilibrarlos con tu simple oración, con el servicio y con la unión con Dios.

El viejo hombre está siendo expurgado en tu interior y él no está formado solo por las experiencias humanas que conoces y vives. Hay mucho dentro de ti y en la consciencia humana que desconoces completamente.

Delante de esas situaciones desconocidas e incomprensibles solo un Amor mayor podrá equilibrarlas, que es el Amor de Dios.

Por eso, escucha lo que te digo y no dejes de orar sinceramente, fortaleciendo todos los días tu hilo de unidad con el Corazón del Padre, porque ese será tu sustento y el sustento del planeta en el ciclo que llegará.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Por todo sé agradecido, pues la gratitud, hijo, es esa energía superior que nace del Corazón de Dios, se espeja en Sus ángeles y arcángeles y desciende a la Tierra para permear a los hombres y enseñarles a retornar a Dios.

La gratitud es una vibración sublime que transforma y transmuta la condición humana, elevándola a realidades desconocidas para que, así, viva revelaciones no solo sobre sí misma y sobre la vida, sino sobre toda la Creación.

La gratitud es el reconocimiento del Amor de Dios; es esa energía divina que nace constantemente en el interior de aquellos que reconocen la Gracia del Padre Creador.

Ingresa, hijo, tú también en las leyes sublimes que rigen la evolución de éste y de todos los Universos, pues Dios, siendo uno solo, manifestó la Vida en las dimensiones y la primera emanación que les envió fue la gratitud, gratitud por la existencia, por la vida, por las criaturas.

Encuentra todos los días esa emanación sublime, siendo tú también agradecido por todas las cosas y elévate al Origen, en el Corazón del Padre, dejando que Él despierte en tu interior aquello que es perfecto y que se oculta en ti, porque solo se manifiesta a través de la gratitud.

Sé agradecido por todas las cosas y eleva este mundo al Corazón de Dios.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Alegren sus corazones en la Fuente de Paz que proviene del Corazón de Dios y que permea lo más profundo de la Tierra, como la savia que nutre a los árboles y les da vida.

La Paz de Dios es la fuerza sublime que proviene del Cielo y nutre a la consciencia del planeta, creando fuentes menores en lo profundo de la Tierra, en recintos sagrados llamados Centros de Amor.

Comulguen de los Dones de Dios que ingresan en el planeta y están disponibles para todos los que se abran en gratitud para recibirlos.

Comulgar y vivir los Dones de Dios es más simple de lo que imaginan. Basta que sus corazones estén dispuestos a la transformación, y a veces, distraídos de sí mismos, para que en un acto de servicio al prójimo, al Plan, a la vida, sus seres sean permeados por las Gracias que provienen del Padre.

Yo los congrego en el espíritu de servicio, no solo para que reparen algo o por el servicio en sí; Yo los congrego en el servicio para que, olvidándose de sí mismos, dejen que el Amor y la Alegría que provienen del Padre los transforme, los renueve y los torne dignos de ser llamados hijos de Dios, compañeros de Cristo.

Cuando sirven en un lugar sagrado, por más simple que sea su servicio, el Amor que proviene de Dios y que allí encuentra su morada, puede permear también sus corazones y, más allá de ellos, llegar a toda la consciencia humana.

Hoy, hijos, Yo les entrego la llave para la cura, para la transformación y para la vida fraterna. Sirvan con alegría, sabiendo que, en este momento, Dios los observa.

Ya no miren al Cielo para pedir cura, transformación o gracias, porque todo les fue dado en forma de oportunidades de servir y de descubrir que la vida superior está dentro de ustedes y que se manifiesta cuando ustedes se distraen de lo que piensan que son y se abren para ser lo que son en verdad. 

Dentro de ustedes habita lo sagrado, lo divino; y si no lo ven, deben buscarlo, pero no solo consigo mismos, sino en el servicio, en unión con sus hermanos.

Yo los congregué aquí porque quiero conducirlos a una nueva escuela de amor, aunque piensen y sientan que nada de lo que hacen es nuevo. Renuévense en este, Mi pedido, de estar juntos sirviendo, construyendo y manteniendo esta, que es su casa, y la casa de Dios.

Dejen que nazca de sus corazones la alegría que sienten los niños y, en poco tiempo, ustedes verán que todo cuanto clamaban a Dios, ya se manifestó en ustedes sin que lo percibieran.

Mi gracia está en sus vidas. Yo solo los llamo a encontrarla.

Hoy, Yo los bendigo, les agradezco por responder a Mi llamado a la unidad y les pido que no bajen los brazos, pues verán nacer los frutos del propio esfuerzo.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contempla en el Centro del Universo, en el Corazón de la Creación, al Padre Creador en Su Silencio. Fuente de todas las fuentes, Luz que generó todas las luces, Silencio de donde nacen todos los sonidos. El Corazón del Padre observa a la Tierra, esperando el despertar de la humanidad, que en su mayoría vive indiferente a Dios.

El Corazón del Padre hace silencio con Amor, un Amor que no conocen en este mundo, pero que son llamados a vivir.

Para encontrar el amor de Dios necesitan buscarlo más allá de sus vidas humanas; necesitan detenerse y procurar en el propio interior el puente hacia el Corazón de la Vida, que es Dios.

Sepan que Su Silencio tiene más sentido que todas las palabras, porque aunque fuesen pronunciadas todas juntas, no expresarían lo que es el Padre.

Sepan que el Silencio de Dios expresa algo único para cada ser. No basta que Dios hable con sus hermanos; Él aspira a pronunciar en cada corazón Su Silencio, para que lo sientan, lo vivan y sepan de la existencia de Dios y de Su Amor por la propia experiencia con Él.

Vivir a Dios los transforma, los cura y los renueva en el verdadero sentido de su existencia. Por eso, hijos, más que buscar filosofías y ciencias, ante todo, busquen a Dios. En la humildad de una oración y en la verdad del silencio interior lo encontrarán. Y así, Cara a cara, cumplirán con Su Voluntad y recibirán de Él el Amor que deben expresar en la Tierra.

Aquel que los inspira a buscar a Dios,

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Le hablo al corazón del viejo hombre para que se rinda y se torne nuevo, renovado en Dios por Su profundo amor.

Le hablo al corazón retrógrado de una humanidad perdida para que, sabiéndose desviada, busque el camino de regreso al Corazón del Padre y se adentre en el camino de su redención.

Le hablo a los miserables, a los pecadores y a los indiferentes, para que sepan que, reconociendo sus miserias, pecados e indiferencias, pueden convertirlos y hacer de ellos un motivo para que la Misericordia descienda sobre el mundo y permee no solo su ser, sino a toda la vida.

Les hablo a los que se consideran pequeños y a los que se consideran grandes, para que cada uno, rindiendo sus vanidades, sepa que no es queriendo ser pequeño ni grande como llegará a Dios, sino siendo nada, poniendo a disposición del Padre su grandeza y su pequeñez, sabiendo que todo encuentra sentido solo en Dios.

Le hablo al mundo por una Voluntad Mayor, haciendo de Mi voz el eco de la Voz Soberana del Creador, porque Él envía a Sus Mensajeros para advertir y guiar a la humanidad. Por eso, escuchen a los Mensajeros de Dios como la misma Voz de Dios que les habla. En gratitud, reverencien la Gracia que el Padre les concede.

Sepan que si escuchan estas palabras, ellas son para cada uno de ustedes, es Dios mismo el que los llamó por el nombre para que escuchen Su Voz.

Te hablo a ti, hijo Mío, porque esta es la Voluntad Divina. Ahora basta que sigas estas palabras para que comprendas lo que el Creador espera de tu corazón.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Renuévate todos los días en la fuente de la paz y de la oración que proviene de Dios. No dejes que tu ser se pierda el cambio de los ciclos, por estar distraído y preso en los ciclos anteriores. La vida en este tiempo tiene un ritmo dinámico y firme y, para acompañarlo, es necesario estar en oración y en paz. 

La oración te hará vigilante para que puedas actuar con sabiduría cuando sea necesario.

La oración traerá paz cuando los acontecimientos del mundo borren la esperanza del corazón de muchos seres que no conocían a Dios.

La oración renovará tus fuerzas y tu compromiso con el Padre, cuando de tus huesos humanos emerja el miedo y la indiferencia. 

La oración te llevará a Dios y guiará tu camino de retorno al Corazón del Padre, aun cuando Él parezca estar distante de ti. 

La oración protege. La oración ampara. La oración unifica. La oración transforma. 

Ora, hijo, no te olvides nunca de orar. 

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuanto más te dediques a Dios, más unido estarás a Su Corazón y más podrás percibir Su Propósito y Su Voluntad para este mundo.

Lo que la humanidad llama intuición se va sublimando, profundizándose y se transforma en unión con la Voluntad Divina. Aquel que está plenamente unido a Dios ya no intuye; él sabe, porque su unión con el Padre lo hace partícipe del Plan y de la Voluntad del Creador.

Únete, hijo, cada día más a Dios, porque llegará el día en el que tu vida y la vida en este mundo serán llevadas adelante a través de esa unión profunda, porque no encontrarás, fuera o dentro de ti, una respuesta a lo que sucederá en el mundo si tu corazón no estuviera unido a la Fuente y recibiera de ella las instrucciones e indicaciones para la vida.

La unión con Dios comienza en la oración, pero se construye en la consciencia. No basta solo un momento diario de oración para llegar a esto que te digo. Necesitas amar y querer estar unido a Dios por encima de todas las cosas, sabiendo que esta es la urgencia de tu vida y de la vida sobre la Tierra.

Día a día, en tus acciones, en tus pensamientos, en tu relación con el prójimo y con la vida, manifiesta los frutos de tus oraciones y trae la unión con Dios hacia tu consciencia. Así, algún día, experimentarás lo que te digo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Con el corazón dispuesto a estar en Dios, cierra tus ojos, hijo, y aprende a agradecer al Padre por la vida; a agradecer porque el Creador te escogió entre tantos seres en Su Creación, para estar en la Tierra aprendiendo a amar como Él ama.

Aprende a agradecer a Dios porque, a lo largo de tu vida, Él te fue conduciendo de la mano, a fin de que erraras lo suficiente para ser humilde y para crecer; y también te apartó de los errores en el momento preciso de tu salvación, para que no te perdieras de Su camino.

Aprende a agradecer a Dios, porque pacientemente Él te observa enredado en las pequeñas cosas de la vida humana y distraído del Propósito superior por el cual viniste al mundo. Con ojos de compasión, el Creador acompaña tus pasos y espera, pues sabe que en algún momento tu mirada perdida se volverá hacia lo Alto y, finalmente, encontrarás el Corazón del Padre.

Aprende a agradecer a Dios, porque Él creó un proyecto perfecto y colocó esa perfección oculta en tu interior. Tan perfecto es el Señor que, para que abras esa puerta dentro de ti y encuentres ese tesoro divino, debes ser simple, humilde y, por encima de todo, agradecer a Dios por la vida y por las dádivas constantes que Él te entrega.

Aprende, hijo Mío, a agradecer al Padre todos los días, aunque para ti no haya motivo para eso. Sé agradecido y verás cuántas razones tiene tu corazón para darle gracias al Padre.

Coloca tu corazón en la Verdad y en el Infinito, en el Amor de Dios por ti, y hoy solo agradece, porque, entre tantos seres en este mundo, tú escuchas a Dios en el eco de Sus Mensajeros que te enseñan a amar y a despertar a lo que verdaderamente es ser un ser humano.

Agradece al Padre y da gracias a los Cielos. Ofrece tu corazón como morada para la gratitud y así darás pasos seguros en el amor; porque, agradeciendo todo, encontrarás la posibilidad de amar en todas las cosas.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Alegren sus corazones y glorifiquen a Dios, que nunca desampara a Sus hijos y jamás deja de derramar Sus Gracias sobre aquellos que, con fe, lo sirven y, con confianza responden a Su llamado.

Hoy vengo al mundo por cada uno de ustedes, servidores de Dios, que, con esfuerzo, todos los días intentan profundizar en su propia entrega y transformación.

Vengo por los que se sienten solos, a veces desamparados internamente por sentir que nunca llegan al punto que Dios necesita. Vengo para decirles que, sí, están en el camino correcto y no deben temer no corresponderle a Dios, porque lo que el Padre necesita de ustedes es su perseverancia y no la perfección.

Vengo para que nunca desistan de aprender a amar, porque el simple esfuerzo por vivir el amor ya es suficiente para que crucen el umbral entre el viejo y el nuevo hombre.

Recuerden, hijos, que ustedes están en un tiempo de transición, en el que están saliendo de lo que eran, pero aún no llegaron a lo que deben ser. Ustedes son la punta de lanza para una nueva vida que, tal vez, será vivida plenamente por otros.

Hoy, solo les pido su esfuerzo permanente por amar y vivir estos tiempos en unidad con sus hermanos y, cada vez que sientan que la desunión golpea sus puertas, sepan decirle "no" para que permanezcan en el amor y en la unidad.

Quiero ayudarlos a dar un nuevo paso rumbo al Corazón de Dios y por eso estoy aquí.

Reciban Mi Presencia como una respuesta del Corazón del Padre que, colocando Su Gracia dentro de sus espíritus, solo les dice: "¡Perseveren! E intenten amar todos los días".

Amen Su Plan, amen Su Propósito y amen Su Voluntad para cada uno de sus hermanos. Amen la existencia de cada ser humano, cada Reino de la Naturaleza, pues todos los seres que viven sobre la Tierra están aquí porque, siendo plenamente amados por el Padre, recibieron de Él una oportunidad de imitar Su Amor.

Con estas palabras, Yo los bendigo y les agradezco por todos los días intentar dar un paso rumbo al Corazón de Dios.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo


Después del mensaje diario San José añadió:

Hoy vengo también para hacerles un pedido: la Tarea grupal de San José en el Centro Mariano de Figueira*.

Así como este ejercicio de unidad con Mi Casto Corazón dio sus frutos en el Centro Mariano de Aurora, también los dará aquí, en esta que es Mi casa.

Para que los corazones se fortalezcan en la unidad unos con otros y para que esa misma unidad los fortalezca ante la situación de caos que vive el mundo, es que les pido realizar esa Tarea grupal en la que Yo siempre estaré presente.

A partir de ahora, para los días en que vayan a orar para recibirme, antes vivirán un momento de servicio y de comunión entre sí, para después comulgar con Dios.

Les pido eso porque las Comunidades-Luz deben transformarse en un punto de salvación y de cura para la consciencia humana y eso solo sucede cuando los seres aprenden a estar unidos; así aprenden a ser fraternos y a crear un vínculo de amor unos con otros y, luego, con Dios.

En este primer periodo, la Tarea grupal de San José será semanal y, cuando Mis canales no estén aquí deberá mantenerse de forma quincenal.

Así verán, hijos, como en poco tiempo la unidad disolverá los conflictos y, más próximos unos de otros, estarán más cerca de Dios.

Yo los bendigo y les agradezco por cumplir con Mi pedido de unidad y de fraternidad entre los servidores de Cristo.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

 

* El Centro Mariano de Figueira está localizado en el estado de Minas Gerais, Brasil.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En el Universo Celestial, en lo más íntimo del Pensamiento Divino, existe un arquetipo sublime de una vida superior, en el que las criaturas viven el amor y el respeto, a pesar de las diferencias, y caminan hacia la meta de la unidad con Dios, teniendo como su mayor aspiración que el prójimo pueda llegar a unirse al Padre.

En esa vida superior la paz habita en los corazones de los hombres, porque no hay entre ellos ninguna necesidad de competencia, de vanidad o de arrogancia. No hay entre ellos ninguna necesidad de control, de poder o de maldad. La paz que proviene de la aspiración para que todos alcancen el amor, nace en el Corazón del Padre y se manifiesta en los corazones de los seres.

El Padre tiene este arquetipo de vida guardado en Su interior y, de vez en cuando, lo coloca en Sus Manos y se lo ofrece a la humanidad, porque esa es la Voluntad de Dios para los hombres.

El Señor no le ofrece, este, Su Propósito, a seres evolucionados y a sabios en el amor y en la gracia; se lo ofrece a los que más erraron, a los que más pecaron y a los que más se distanciaron de Su Corazón. Seres que, reunidos en la Tierra, reciben todos los días una oportunidad de redimirse y de vivir ese arquetipo perfecto que Dios tiene para ellos.

Por eso, hijos, hoy vengo para mostrarles esta aspiración divina, para que la amen y se unan a ella, aspirando también ustedes, profundamente, a expresar la Voluntad y el Amor de Dios.

Coloquen delante de sus corazones esta meta y todos los días pídanle al Padre la gracia de poder vivir y expresar ese arquetipo divino para la humanidad. Pidan que Dios despierte dentro de ustedes ese potencial de amar, único y perfecto, que habita en sus corazones y que los hace semejantes a Él. Y crean que, mediante el esfuerzo diario por amar, es posible trascender la actual condición humana y abrazar el arquetipo divino de la vida sobre la Tierra.

Tienen Mi bendición para eso.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Sientan en sus corazones la angustia del Corazón de Dios, no por la purificación de las naciones, sino por la indiferencia de los hombres ante un tiempo de transición, momento en el cual los corazones deberían estar despiertos, conscientes y dispuestos al Amor.

Muchos creen que no son indiferentes ante la situación del planeta, porque sienten que hacen mínimamente su propia parte; pero, en estos tiempos definitivos, hijos, ser indiferente es vivir y sentir la vida como siempre, como si la transición y la definición de la Tierra fueran algo para el futuro, para otros, para los que hoy son pequeños niños y que en su vida adulta vivirán la transición del planeta.

Ser indiferente, en este tiempo, es no querer ver que la purificación del planeta ya comenzó, que está sobre la Tierra y sobre la consciencia humana, esta que, poco a poco y sin percibirlo, es absorbida por el caos.

Ser indiferente es darse permisos para no cumplir y no vivir aquello que ya saben que les corresponde.

Ser indiferente, en este tiempo, es permitir que la propia consciencia salga de la Ley de la Jerarquía, de la Ley del Amor y de la Unidad, de la Ley de la Obediencia, pensando que al transgredirlas no se generarán ningún mal.

Ser indiferente, en este tiempo, es no vigilarse rigurosamente para no permitir que la propia consciencia se adentre en la impulsividad humana y caiga en las mismas pruebas de siempre, como si eso fuera algo natural.

Ser indiferente, en este tiempo, es recibir todos los días las palabras y las instrucciones divinas y no escucharlas con atención, no meditar en ellas y no saber que, en tiempos de emergencia, el mismo Dios es quien los instruye con detalles y precisión para que no pierdan el camino.

Ser indiferente en este tiempo, hijos, es no querer ver que esta batalla no es humana o social, sino espiritual y definitiva, una batalla que comenzó en el Universo y que en este momento viene para definir el destino de la Creación Divina.

Escuchen Mis palabras y extirpen de sus corazones su propia indiferencia.

Tienen Mi bendición para eso.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL BALNEARIO EL CÓNDOR, RÍO NEGRO, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contemplen la Creación y dejen que la ciencia divina se revele en su interior.

La vida se creó con el Soplo del Espíritu de Dios y se manifestó a través de la vibración de Su Verbo, sin embargo, una ciencia amplia se desarrolló partiendo del Creador. Rayos universales y divinos, Espejos de luz y Fuentes de energía, sonido y color auxiliaron en la creación de los Universos, de las dimensiones y de las consciencias.

Todo en la vida manifiesta la perfección y, así como el Creador envió a Sus hijos para evolucionar en el vasto Cosmos, también creó el camino de retorno hacia Su Corazón, hacia la Fuente de la Unidad, hacia el principio del Amor.

Los Espejos del Cosmos son este camino de retorno al Corazón de Dios; por medio de ellos el Padre manifestó, animó y nutrió la Vida. Sus Fuentes son eternas y se alimentan de la propia existencia de Dios. Fuentes que manifiestan fuentes, de las cuales surgen las esencias y las almas. Estos son los Espejos del Cosmos y, así como el Padre porta, en Su interior, los Espejos que manifiestan la vida, Sus hijos, semejantes a Él en esencia y en amor, también portan en sí los espejos internos que crean por medio del amor y que construyen, en lo invisible, el Plan del Creador. 

Sean conscientes de los espejos que pulsan en sus corazones y siéntanse parte de una ciencia universal y divina. Así como los Espejos del Cosmos crean luz y manifiestan vida y perfección, creen ustedes también, hijos, a través de la oración y de las acciones de amor. Manifiesten la nueva vida, atrayendo, con los espejos de sus corazones, los nuevos patrones de conducta para la humanidad. Manifiesten amor, paz y gracia. Sean dignos hijos de Dios y, por medio de los espejos de sus corazones, recreen y renueven esta vida. 

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el Padre le reveló la Cruz a Su Hijo por primera vez, Cristo cerró los ojos y dejó que Su Corazón fuera más allá del sufrimiento, del miedo y del dolor; elevó la mirada hacia el Universo, hacia Su Origen, hacia las estrellas que surcaban el Cielo. Cristo se sumergió en el sentido profundo de la Cruz y contempló el Corazón de Dios viviendo una revelación y una renovación del Amor.

Cristo contempló el Universo y vio las puertas que se abrirían, una a una, desde el Reino del Padre hasta los corazones de los hombres, creando un hilo de unidad entre las dimensiones.

Cristo contempló los errores cometidos en el pasado a lo largo de toda la evolución de las criaturas que nacieron del Corazón de Dios y que, durante su desarrollo, se desviaron del camino.

Cristo contempló cómo la Sangre que brotaría de Sus Llagas se derramaba más allá de la Tierra y llegaba a lo profundo de la condición humana, curando, incluso, las raíces de males desconocidos, inconscientes para los hombres.

Cristo vio la Cruz que Su Padre le ofrecía y encontró a Su Madre Divina acompañando cada uno de Sus Pasos en la Tierra, así como en el Infinito, renovando Sus fuerzas humanas e internas y ayudándolo a renovarse en el Amor y en la entrega.

Cristo vio la Cruz que Su Padre le ofrecía y supo que ella perduraría a través de los siglos, impresa en la llaga espiritual que llevaría en Su Corazón hasta el día de Su retorno al mundo.

Cristo se reconocía parte de Dios y, colocando Sus Ojos en la Esencia Divina del Creador que habitaba en Su Pecho, supo que era el propio Dios quien viviría esa oferta de Amor por Sus criaturas.

Hoy, hijo, Dios le ofrece una cruz al planeta, así como a cada criatura. Observa la situación de las naciones y el caos de la Tierra y encuentra allí esa cruz, pero va más allá de ella y sabe que, por encima del sufrimiento, de la entrega, de la confusión interior, está el Amor que nacerá de tu corazón si, como Hijo de Dios, atraviesas esas apariencias y le pronuncias tu "sí" al Corazón del Padre: "sí" al sacrificio vivido por amor, "sí" al perdón que supera todos los errores, "sí" a la esperanza que trasciende el caos y hace de las aparentes derrotas una victoria divina.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En estos tiempos, no buscarás la respuesta a tus cuestionamientos ni en la ciencia, ni en los Libros Sagrados, ni en las religiones. Todo lo que el hombre ha manifestado hasta hoy, por más que haya sido inspirado por Dios en otros tiempos, no te brindarán ni la respuesta ni la comprensión para lo que la humanidad vivirá en este mundo y que, en consecuencia, todo el Universo experimentará.

Así como nadie supo explicar las acciones del Hijo del Hombre desde Su predicación hasta Su cruz, en estos tiempos, hijo, nadie sabrá explicar lo que vivirán como humanidad.

En el Corazón de Dios es donde encontrarás la respuesta y el refugio. En el Corazón de Dios es donde encontrarás el ánimo y el aliento. En el Corazón de Dios es donde vivirás en paz lo que, para la mayoría de los hombres, será incomprensible; y desde allí transformarás en amor lo que para muchos será una "injusticia divina".

Aquellos que jamás se volvieron hacia Dios y que solo adoraron y proclamaron las cosas del mundo, tarde llorarán, reclamándole al Cielo una oportunidad que siempre les fue entregada. Aquellos que limitaron la Sabiduría Divina a la mente humana buscarán en los libros, escritos por las manos de los hombres, y no sabrán explicar ni comprender ni aceptar lo que vivirán, entonces gritarán: "¡Mi Dios!, ¡Mi Dios!", al ver manifestarse aquello que siempre negaron que existiera.

Los que sean humildes de corazón y solo tengan certeza de su propia ignorancia, no temerán cruzar los portales que se abrirán sobre el mundo y se maravillarán con la Existencia Sublime que se manifestará en la Tierra, sintiendo en su interior el alivio y el auxilio que tanto esperaban. Sus corazones, unidos al Corazón del Padre, sabrán reconocer la presencia del Hijo de Dios en Su retorno al mundo y todo lo que hayan tenido que vivir y entregar para estar en ese momento les parecerá poco. Su humildad les concederá la gracia de reconocer la Grandeza de Cristo.

Limpia y purifica tu corazón ahora, hijo Mío. No te detengas ni en vanidades ni en indiferencias, sabe que el mayor tesoro que puedes tener es el corazón vacío, dispuesto para Dios y unido a Él. Construye esta unidad en tu interior.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Escucha al Corazón de Dios que palpita en el silencio de cada corazón humano. En oración, une tu espíritu al Espíritu del Padre y crece en virtud, en gratitud y en amor, porque el mundo lo necesita.

Ha llegado el momento de que el planeta también se adentre en su agonía, así como tú, hijo, en lo profundo de tu ser, puedes sentir la agonía que precede a una gran entrega y al triunfo y la renovación del Amor de Dios.

Escucha en tu interior al Corazón de Dios, porque en este ciclo que comienza, solo Él podrá guiarte en tus acciones, pensamientos y sentimientos; solo con tu espíritu unido al Suyo, sabrás discernir para dar pasos seguros y sin temor.

Escucha la Voz de Dios en tu interior, inconfundible, impasible, transmitiéndole quietud a tu alma y fortaleza a tu corazón.

La agonía del planeta está comenzando y, así como tú fuiste y eres probado en las tentaciones del mundo para perseverar en tu entrega a Dios, también las naciones y sus pueblos serán probados y una a una se confirmarán en su entrega y unión al Padre, para que sean la cuna de una Nueva Vida.

Tú deberás orar y unir tu corazón al Corazón de Dios, prestando el mayor y más grandioso servicio que es mantener abierta la puerta de la consciencia humana al Corazón del Padre, para que los hombres no pierdan el vínculo con Su Creador.

No temas, ni te entristezcas, solo mantén tu corazón en Dios. Tú conoces la Cruz del Señor y sabes que, después del sacrificio, de la humillación y de la entrega, llega la renovación del amor. Por eso, concentra tu corazón tornando verdadera tu oferta y que, cada segundo de tu vida en este mundo sea para la renovación del Amor de Dios, sea un ladrillo que colocas en la Tierra para construir la Nueva Vida.

Tienes Mi bendición para ello.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El Corazón de Dios está por encima del caos y más allá de toda dualidad humana y universal.

Tu Padre, hijo, te llama a transformar las leyes de la Tierra que son frutos de la degeneración humana; te llama a transformar lo que para muchos es la condición natural de los hombres. No creas que la condición actual es imposible de transformar. Cree en el misterio del Corazón de Dios que está más allá de todo lo que los hombres conocen y expresan.

Mira al Hijo Primogénito de tu Padre Creador: Él jamás debe ser una excepción para ti. Él es la punta de una lanza de la cual tú formas parte; una lanza que rompe las estructuras del viejo hombre y establece una nueva vida, vida que expresa la verdadera esencia de la creación humana. Cristo es la punta de la lanza y Su Padre y Señor, la mano que la sustenta y dirige para que su meta sea exacta y su camino correcto.

Siente a tu corazón como parte de ese Plan, parte de esa divina lanza en las Manos de Dios, la que deberá ser fuerte y precisa para romper las estructuras de un viejo ser. Ante todo, siente que esa lanza traspasa y atraviesa tu propio corazón, tu alma y tu espíritu y, transformando todo lo que eres, te hace parte de la instauración de lo nuevo.

Persevera, hijo Mío, y no temas.

Deja que todo se quiebre y se transforme dentro de ti. Ofrécele tu corazón a Dios como la primera parte a ser transformada de esta consciencia humana. Que tu redención sea el primer símbolo del triunfo de Dios en este mundo.

No temas, pero sé firme. Deja que Dios envíe esta lanza a su meta y, con un Amor que está más allá de toda comprensión humana, Él transforme este mundo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Crece y sé fiel a Dios en todos los sentidos.

No te dejes llevar por las influencias de este mundo o por aquello dentro de ti mismo que, al no haber encontrado aún el camino a la redención, permanentemente te influencia hacia el retroceso espiritual.

Cuando haya confusión en tu interior, detén tus pasos un instante y piensa en Dios; contempla el Cielo estrellado, el Infinito sobre ti, ese que puedes encontrar donde quiera que estés y recuerda, hijo, que un Plan Superior te aguarda y que ya no es tiempo de estar enredado en cosas humanas y mezquinas, sino de consolidar tu unión con el Infinito.

Escucha la Voz de Dios que se pronuncia para ti, no solamente por una gracia, sino por una urgencia que no solo es planetaria, sino universal.

Para ti los días pasan iguales y poco percibes el cambio de los tiempos, porque tu corazón se acostumbró a todo y hasta el propio caos se volvió normal.

Detén por un instante tu corazón y mira hacia dentro de ti mismo; pregúntate cuánto avanzaste en el amor y en la fraternidad. Observa en donde estás y retoma el propósito de tu existencia. No es para ser un triunfo del mundo que estás sobre la Tierra, sino para ser un triunfo de Dios. Lo que conquistas en el mundo a él le pertenece, pero lo que conquistas para Dios es eterno y se multiplica más allá de las dimensiones, como méritos para la evolución de toda la vida.

Por eso, obsérvate, detén tus pasos y ve si dentro de ti estás construyendo un puente hacia el Corazón de Dios. Escucha a tu alma. ¿En ella hay plenitud?, ¿o solo el silencio de un alma cansada de no ser escuchada por su propio ser?

La plenitud, hijo, es espiritual; es entre tú y Dios. En donde quiera que estés puedes estar pleno, solo basta darle atención a aquello que vive en ti, esperando manifestarse en la vida sobre el mundo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Respira el Soplo del Espíritu de Dios y deja que Él te transforme por dentro, colocando en tu interior el primer pensamiento que Dios emanó al pensar en ti para crearte como parte viva de Su Corazón.

El Creador es tan misterioso, Su Plan es tan desconocido y Su Amor tan incomprensible que no importan los errores humanos o la distancia que exista entre los corazones y Su Sagrado Corazón. Dios, hijo, solo espera que la humanidad se arrepienta, se rinda a Sus Pies y clame por Misericordia, porque de esa forma Su Amor triunfará más allá de las tinieblas y el mal perderá su influencia sobre las almas.

El Soplo de Dios se aproxima a todos los corazones para retirarlos de la ignorancia y despertarlos a un Perdón sin límites y a una Misericordia cuya Fuente es eterna y abundante.

Solo permanecerá en la oscuridad aquel que elija estar en ella, porque el Soplo del Espíritu de Dios viene para encender las llamas de los corazones que se apagaron por no tener aire, por no tener vida.

Por eso, hoy, cree en la renovación que proviene de Dios, en esta Gracia que emana de Su Espíritu, porque Él tiene el poder para limpiar toda mancha, para colocarte en el punto del principio, para revelarte Su Amor perfecto y para entregarte todo, aunque en vida no hayas generado ningún mérito para recibir algo.

Misterio entre los misterios es el Amor que Dios hoy te invita a recibir, a vivir, a multiplicar y a distribuir en el mundo.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que haya unidad entre los servidores de Cristo, que haya paz. Que cada ser profundice, en el propio interior, la unidad con Dios y reconfirme, todos los días, su adhesión al Plan del Creador.

En estos tiempos, hijos, no bastarán los vínculos superficiales y las adhesiones parciales al Plan de Dios. Es necesario que todos los seres le den importancia a su mundo interno y dialoguen con el Padre, para que Él los ayude a estar fortalecidos en estos tiempos.

No bastará con escuchar los mensajes que Dios les envía a través de Sus Mensajeros, porque Su enemigo está sembrando dudas y confusiones en las mentes y en los corazones de los servidores de Cristo y, para no sucumbir ante las tentaciones, su mundo interior debe estar fortalecido.

Hijos, ustedes no estarán libres de pruebas y de tentaciones; al contrario, en estos tiempos, ellas se intensificarán, porque la hora de la definición llegó para todos.

Así como el Padre permitió que Su Hijo fuera probado y tentado, no solo en el Getsemaní, sino durante toda Su Vida, también lo permitirá con ustedes, porque la superación del Amor debe partir de cada mundo interno.

El Padre siempre tendrá Sus Manos puestas sobre Sus hijos, pero para eso es necesario que abran el camino y creen un vínculo consolidado entre su propio corazón y el Corazón de Dios.

Sé que, en tiempos de expansión de la Obra Divina, las sobrecargas externas los llevan a superarse a cada instante, pero para que haya paz y superación en el amor, para que sus espíritus soporten estos tiempos, ustedes deberán sustentarse en un vínculo profundo con Dios.

Ustedes fueron creados para ser un puente directo hacia el Corazón del Padre, pero para eso, hijos, deben querer desarrollar su verdadero potencial, deben amar el propósito de su existencia y reconocer que, más allá de todas las demandas externas de la vida, lo  más importante es buscar a Dios y crear un vínculo vivo con Él. De esa forma, tendrán sabiduría, fortaleza, paz y, sobre todo, amor para superar estos tiempos y ser precursores de una Nueva Vida.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En donde hay vida, allí habita el Corazón de Dios, esperando manifestarse y expresarse en el interior de los seres.

En donde hay vida, allí habita el Corazón de Dios; a veces silencioso y humilde, oculto, secreto, solo observando y esperando que la mirada tan distraída de los seres se vuelva hacia su propio interior y lo encuentre.

Ve, hijo, dentro de ti, más allá de todo lo que ya conoces de tu propio ser. Traspasa las capas del cuerpo, de la mente, de la consciencia, del subconsciente y deja atrás todo lo que la ciencia espiritual y humana te enseñó hasta hoy.

Llega a aquello que está oculto, que es desconocido y cuya presencia nunca fue verdaderamente develada, sino solo en Aquel que abrió el camino a la Unidad con Dios. El Padre solo se expresó con perfección en Su Hijo, porque la misión de Cristo fue revelarle al hombre el verdadero propósito de su existencia.

Hijo, Cristo no vino al mundo para decir: "Yo Soy un ejemplo para ti". Él te dijo: "Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida".

Si Él es el Camino, coloca tus pies en esta senda. Si Él es la Verdad, cruza el umbral entre la ilusión y lo que es real y entra en Cristo para encontrar la Verdad. Si Él es la Vida, apártate de la muerte y encuentra en Él lo que verdaderamente significa vivir.

Dios envió a Su Hijo al mundo para ser un Espejo para la humanidad y para que, ante Él, los hombres pudieran descubrir cuál es el verdadero sentido de la vida, cuál es el propósito de la existencia, qué es el Camino, la Verdad y la Vida, tanto en la Tierra como en el Cielo.

Adéntrate en ese misterio que está dentro de ti, pero que se oculta de ti mismo. Cumple con la Voluntad y con la Obra de Dios en su manifestación sobre la Tierra; pero, por encima de todo, busca el cumplimiento de la Voluntad y de la Obra Divina en tu interior.

Adéntrate en este Camino, encuentra esta Verdad y vive esa Vida que Dios pensó  para Sus criaturas desde el principio.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

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