MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Superar los errores y persistir, hijos, es una forma de crecer humana y espiritualmente.

Cuántas veces sus personalidades, y aun las resistencias de sus almas, los llevan a caer en abismos profundos y oscuros, de donde solo pueden salir a través de la humildad, de la obediencia y cuando abrazan y acogen el desierto.

Cuando una consciencia comete un gran error en el camino espiritual, tiende a querer desistir de todo, porque le es más fácil sucumbir de una vez en el abismo que erguirse con esfuerzo y valentía, con humillaciones y obediencia, yendo en contra de todo lo que antes la engrandecía.

Pero cuando esa consciencia se arrepiente y abraza el camino de retorno al Corazón de Dios, por más doloroso que parezca ser, y coloca sus pies en las huellas de la humildad, de la rendición y de la obediencia, es entonces, hijos, que esta consciencia conocerá verdaderamente el Amor, el Perdón y la Misericordia de Dios.

Es entonces que crecerá como hombre espiritual y forjará en su interior una fortaleza que no es humana, sino divina.

Es entonces que aprenderá que más vale caer y levantarse mil veces que sucumbir en las facilidades de los abismos del mundo, porque estos abismos solo traen sufrimiento y dolor, angustia y pena, mientras que levantarse de ellos trae un crecimiento forjado a fuego que imprime en el alma la unión con Dios. Y por más que los seres sean siempre probados en su camino, esa alma ya sabrá lo que debe hacer al caer y, en cada caída, crecerá más, humana y espiritualmente.

Aprendan de los errores. No se rindan ante las debilidades humanas, sino afírmense en la humildad y en la obediencia, y así seguirán en ascensión al Corazón de Dios.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Amados Míos:

Hoy Mi Corona de Estrellas está iluminada por la fuerza y la fe de las oraciones ofrecidas por medio de la Poderosa Novena a San Rafael Arcángel.

El Padre Creador se retira del planeta, habiendo cumplido una etapa importantísima en la misión de rescate y de liberación de las almas de la cadena del sufrimiento y de la enfermedad. 

Pero aún, queridos hijos, hay mucho por hacer, aún hay almas por rescatar, por despertar y por colocar en el camino de retorno al Corazón del Padre Celestial.

Durante estos nueve días, los orantes pudieron experimentar el trabajo silencioso de transmutación y de vibración que hace la Jerarquía Angélica y también pudieron ser conscientes de la gran necesidad de ayuda y de oración que tiene el planeta.

Así, durante estos nueve días, en los que los orantes esforzados realizaron la novena, pudieron acompañar a San Rafael Arcángel en su tarea planetaria de cura y de reconciliación de la humanidad.

Aun se darán oportunidades a todos de poder seguir orando de corazón por el fin de la pandemia, para que la humanidad recapacite y reconozca su distanciamiento espiritual de Dios.

Fue así que, el propio Padre Eterno envió a uno de Sus Arcángeles para que interviniera por la humanidad.

Hijos, después de estos nueve días de haber sido colocados en contacto con la Sagrada Ley de la Cura, que sus oraciones continúen llegando al amado Corazón de Dios para que más cura y más redención abracen al planeta. 

¡Les agradezco por haber respondido, con prontitud, al llamado por la cura de la humanidad!

 Los bendice, 

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 

Mis queridos hijos:

Mientras el ejercicio espiritual de la poderosa novena a San Rafael Arcángel continúa adelante, Yo los invito a reforzar el compromiso con el Santo Rosario, todos los días.

No olviden que el Rosario es el arma de defensa de cada uno de Mis hijos y, sobre todo, en este tiempo de definición.

Al mismo tiempo, la poderosa novena sigue trabajando en la consciencia del planeta, y las almas que fueron restauradas ya se encuentran en un lugar seguro, en donde nada peligroso les podrá suceder.

La poderosa novena también está llegando a otros espacios de la humanidad, en donde el sufrimiento, la pobreza y la enfermedad están creando mucha inestabilidad y caos.

San Rafael Arcángel va a el encuentro de esas almas que no están presas de la pandemia, pero que son castigadas por la cultura del descarte y de la soledad.

Es así, que las oraciones abrazan y acogen a otras situaciones del planeta que también necesitan de cura, de amor y de redención.

Les pido que no bajen los brazos y que sus oraciones sigan tocando el Corazón de Dios, para que Él tenga Piedad y Misericordia por este sufrido y agonizante planeta.

Que la Luz curadora de San Rafael Arcángel continúe descendiendo sobre el planeta a fin de que los corazones despierten al llamado de conversión y de perdón.

¡Les agradezco a todos los orantes, una vez más, por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Después de la Pasión, Resurrección y Ascensión de Cristo, los apóstoles y discípulos del Señor permanecieron algunos días en profundo silencio, dejando que sus almas pudieran asimilar espiritual y humanamente todo lo que habían vivido.

Ese período de silencio fue necesario para que pudieran comprender la Gracia de la misión que Dios les había encomendado.

El mundo permanecía igual, la humanidad parecía no haberse transformado, pero sus corazones estaban inflamados por un amor inextinguible que perduró a través de los siglos hasta los días actuales.

La historia se repite, hijos Míos.

Los ciclos espirituales son como una gran espiral en ascensión al Corazón de Dios y, en cada vuelta, los impulsos se renuevan y los corazones parecen revivir, de formas diferentes, los mismos acontecimientos. Y así es.

Hoy están en una nueva vuelta de esa espiral evolutiva, en la cual el Señor les entregó los mismos impulsos de dos mil años atrás.

Esos impulsos resuenan dentro de ustedes, los transforman, los mueven, quiebran barreras, disipan ilusiones, para que sus seres sean moldeados según la Voluntad de Dios.

Sean conscientes de lo que viven y, por un instante, permitan que su mundo interior pueda asimilar todos los impulsos recibidos. Mediten sobre las Palabras de Cristo, vuelvan a sentir los estados en los cuales Él los colocó cada día y perciban, finalmente, lo que son llamados a vivir en este tiempo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Recoge tu corazón, con Cristo, en lo profundo del Corazón de Dios.

Recoge tu consciencia, tu vida, tu mente, tu alma y tus emociones más profundas en el Corazón de Dios.

Recoge tus planes, tus aspiraciones, tus metas, tus comprensiones más internas, tus victorias más altas, tus caídas más bajas, todo lo que eres, recógelo en el Corazón de Dios.

Recoge en el Corazón de Dios tu humanidad, los registros internos de vidas y vidas llevadas adelante en busca del Amor de Dios y del cumplimiento de Su Plan y de Su Voluntad.

Recoge también tu espíritu, misterioso y silencioso, tu parte más próxima a la Verdad y al Tiempo de Dios. Deja que todo esté en el Corazón del Padre, que retorne a Él y allí tome su tiempo para recrearse, transformarse, curarse, restaurarse y ser nuevo.

Permite, hijo, que todo se haga nuevo en el Corazón de Dios. Suelta las riendas del aparente control de tu vida. Deja que tu alma traspase las piedras del sepulcro profundo y oscuro de la condición humana, de sus certezas e ilusiones, de sus medias e imperfectas verdades y que, elevada en alto vuelo, tu alma llegue al Corazón de Dios y aprenda dentro de Él lo que es resurgir.

Experimenta, en tu interior, esa ciencia espiritual y divina del vacío, de la muerte para la vida eterna, de la resurrección.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El ser humano despierto es como un granito de arena frente al mar.

Mientras dormía, estaba distante del agua y, en el desierto de su sequedad interior ni siquiera podía concebir la existencia del océano.

Hasta que un día, el Soplo del Espíritu de Dios toca su corazón, mueve su vida y lo empuja hacia la orilla del mar. Allí, ese granito de arena comienza a comprender la inmensidad de la vida y de la Creación.

Comprende que no todo es desierto y sequedad, sino que existe un océano. Él lo ve, siente el frescor de sus aguas, pero solo imagina cómo es la vida en su interior.

Hasta que un día, el Soplo del Espíritu de Dios nuevamente lo mueve, lo empuja y transforma su vida, de forma que lo aproxima más al agua.

Cuando Dios impulsa al mar de la Creación y les da una Gracia a los pequeños granos de arena, una ola se aproxima a ellos y, por algunos instantes, los pequeños granos se ven sumergidos en las aguas del océano.

Aquel, que ve el océano desde arriba, sabe que ese granito solo conoce la espuma suave de un gran impulso de Dios y que la Fuente de ese impulso es un océano inmenso y lleno de vida.

Pero, el granito, sumergido por algunos instantes en el agua, piensa que ya conoce el océano, que sabe cómo es la vida en su interior y que comprende lo que es estar sumergido en las aguas de la Creación.

Pero, en verdad, hijos, un grano de arena solo conoce el océano cuando es llevado hacia sus profundidades; y, después de experimentar la vida en su interior, ese granito se disuelve, tornándose el mismo océano en la inmensidad. Es entonces que podrá saber la verdad de la Creación, porque será parte de ella.

Hasta que llegue ese momento, el granito recorre un largo camino, en el cual se abre al Espíritu de Dios; y Él lo mueve, lo transforma, convierte su vida y sus estructuras más profundas, desconstruye sus certezas y le muestra una nueva verdad.

La verdad es siempre la misma, pero ella se amplía, se profundiza y se enriquece, hasta que la consciencia pueda no solo comprender algo, sino también ser parte de eso. En ese momento, ya no habrá necesidad de comprender, y todo estará cumplido.

Pequeños granitos de arena frente al mar: dejen que las olas de los impulsos divinos los lleven cada vez más hacia adentro del océano del Corazón de Dios y, en cada nuevo impulso, disuélvanse en Él, hasta que llegue el día de fundirse en Él eternamente.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando Dios muestra Su Corazón a los hombres, una parte de ellos se disuelve en la unidad con el Divino. La esencia despierta y comienza a recordar; el alma se expande y, de su interior, los registros de amor más antiguos emergen y transmutan aquello que estaba oscuro en su consciencia. 

Cuando Dios muestra Su Corazón a los hombres, el mundo interior se estremece, la individualidad busca su sentido, y todo lo que la humanidad siempre defendió, como la expresión de cada ser separado del Todo, comienza a derribarse. Las estructuras del engaño comienzan a derrumbarse, los velos de la ilusión comienzan a rasgarse. El Reino de Dios se expande, de afuera hacia adentro y, con el mismo poder, se revela de adentro hacia afuera a todas Sus criaturas. 

Nada queda como está. 

Las almas se regocijan, las mentes no encuentran explicación, los sentimientos pierden sus bases humanas porque no reconocen las emociones que les causa la Presencia entera y perfecta de Dios, a través de Su Hijo.

Es el momento de revelación y desconstrucción interior. 

Es el momento de ser barro nuevo en las Manos del Alfarero. 

Es el momento de ser agua transformada en vino.

Es el momento de ser nada en las Manos Su Señor.

Hoy, hijos, Dios muestra Su Corazón a los hombres. Permitan que esa revelación acontezca, que la transformación se realice y que la unidad se manifieste.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Busca la Fuente de la Pureza de Dios a través de la oración y vence los asedios más internos a través del silencio y de la oferta constante de tus batallas a Dios.

La mente siempre caerá en el pecado y los sentimientos humanos siempre serán frágiles, pero tu alma, hijo, debe ganar espacio en tu consciencia para calmar las fragilidades humanas de tus cuerpos más materiales.

No entristezcas tu corazón por los asedios que vives. No permitas que el enemigo te venza al fortalecer tu sentimiento de flaqueza. Encuentra refugio en el Corazón de Dios, deja que Él lave tu vergüenza y tus miedos con Su propia Sangre, para que te sientas puro y limpio en el Corazón de tu Señor.

No temas contemplar Su Cuerpo en la Eucaristía. No temas colocar tu corazón en Su Cruz, porque es allí en donde tus miserias más humanas se rinden, es allí en donde tu alma se apodera de la flaqueza de tus cuerpos, para recordarles que la entrega del Señor por ti es perpetua, y que en ella siempre habrá Misericordia y pureza para limpiar tu corazón.

No te dejes vencer, sino por Aquel que ya conquistó tu vida en una Cruz.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando estábamos orando para recibir a San José, un poco antes de Su llegada, Él comenzó a mostrarnos lugares muy pobres del planeta y personas en situaciones muy precarias, de mucha pobreza, de mucho sufrimiento, de mucho dolor.

Cuando llegó hasta aquí, Él continuó mostrándonos esos espacios y, al mismo tiempo que estaba con nosotros en la sala de oración, Él estaba con cada una de esas personas que eran de todo tipo: mujeres, niños, hombres, ancianos. Él iba hablando con cada una de ellas, iba peregrinando por esos lugares. Ellas no lo veían, pero Él iba hablando internamente con ellas, y Él entregó este mensaje para aquellas almas que más sufren.

 

A las almas que sufren

Calma tu corazón, alma pequeña, en lo profundo del Corazón de Dios.

Busca en tu Salvador aliento y esperanza, Gracia y paz.

Calma tu corazón en la fortaleza que se forja en tus dolores más profundos. Encuentra alivio y paz en la Cruz de tu Señor. Que tu sufrimiento equilibre muchos males de este mundo.

Busca tu seguridad en el Corazón de Dios. Busca tu paz en Su Presencia.

Perdona las raíces más profundas de los males humanos, que generan el dolor y el desequilibrio en este mundo.

Haz de tu sufrimiento una bienaventuranza, porque estás aprendiendo a encontrar la recompensa verdadera en Dios y no en el mundo.

Siente que el Corazón del Señor se angustia con el tuyo, que no estás solo en tu dolor.

Que el Amor del Creador calme tu desesperación, tu tristeza y tu desesperanza. Sabe que tienes un lugar perfecto en el Corazón del Padre y que tu sufrimiento abre las puertas del Cielo para los que no merecerían entrar.

Ya llegará el tiempo en el que la paz reinará en el mundo y no habrá distancia o diferencia entre este mundo y el Corazón de Dios, Su Reino Celestial.

Mientras ese tiempo no llega, comprende que los dolores de la Tierra emergerán, haciendo que este mundo se estremezca, pero este es el prenuncio de una realidad superior que se aproxima a la Tierra.

Sé que tu dolor es profundo y tu sufrimiento verdadero, así como lo fue el sufrimiento y el padecimiento de tu Señor en la Cruz. Ofrece tu vida entera a Dios, abre tus brazos en la cruz que está sobre ti y permite que un amor nuevo surja de toda esa experiencia que vives hoy.

Perdona los desequilibrios, perdona a los que tienen todo y se pierden en su egoísmo, a los que no saben mirar hacia al prójimo y alimentan las raíces profundas de la indiferencia que penetran en la Tierra.

Que tu perdón sea la puerta hacia la Misericordia. Que tu vida sea fuente de amor, y así tu sufrimiento será convertido en Gracia que transformará a la Tierra.

Sé que Mis palabras parecen tan distantes de la realidad de tu corazón, pero escúchalas con amor, así como tu Señor escuchaba a Su Padre en cada nuevo paso del Calvario y, desde la primer Llaga hasta la Cruz, de Sus heridas brotó Amor.

Que de tus heridas internas y humanas broten la fe y el amor que renovará la Creación de Dios.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE SAN PABLO, HACIA EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Así como los pueblos del desierto, enviados por Dios para ser probados en la fe, en el contacto interior y en la confianza en la Voluntad Divina, pudieron construir las bases para la llegada del propio Creador a este mundo; que ustedes, hijos, llevados por el Padre al desierto interior, conducidos por las pruebas de este tiempo, puedan fortalecer la propia fe, puedan construir las bases para una nueva vida y, más que eso, puedan construir las bases para el Retorno de Cristo a este mundo.

En niveles diferentes, la historia de la humanidad se repite, porque los ciclos traen nuevas oportunidades para cumplir, con plenitud, la Voluntad del Creador.

Se están aproximando al Retorno de su Señor al mundo y, para que vivan ese momento, deben preparar Su camino. Y el camino para Cristo, hijos, será preparado no de afuera hacia adentro, sino de adentro hacia afuera. 

Ese camino tiene su origen en su universo interior, en lo más profundo de la verdad humana, llamada esencia. Y ese camino, que comienza en ustedes, conduce al Universo Celestial, a la Fuente de la Vida, que está en la llamada Esencia Divina.

El camino para el Retorno de Cristo es el puente entre sus corazones y el Corazón de Dios, y ese puente está siendo construido ahora, a través de la fe, de la persistencia, de la obediencia y del amor absoluto a su Creador.

Por eso, dejen que las pruebas se transformen en ladrillos de esa construcción interna, en partes de ese puente hacia el Corazón de Dios.

No teman nada, solo aprendan con todo lo que vivan y háganse fuertes en Cristo, en cada nuevo desafío.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contemplo con amor el Corazón de Dios y, delante de Él, ruego por el mundo.

Ruego por cada una de Sus criaturas, para que no solo encuentre la paz, sino, sobre todo, para que despierte de la ilusión y de la inmadurez de estos tiempos.

Ruego para que sepan quiénes son, dónde están y lo que son llamados a vivir en este y en todos los ciclos.

Ruego para que el sufrimiento de tantas almas conmueva el espíritu de otras, para que, en el amor y en la oración, aquellos que conocen a Dios clamen por la paz y la vivan, equilibrando así los males de este mundo.

Ruego por la pronta manifestación del Reino de Dios en la Tierra, por el cumplimiento de las escrituras y, sobre todo, por el cumplimiento del nuevo y eterno Evangelio universal, el que ustedes no conocen, a pesar de que la historia de sus almas está escrita en él.

Ruego por el triunfo del Corazón de Dios en cada ser. Pido a Mi Señor que Su Luz ilumine los ojos de los hombres y les muestre la verdad, el camino y la vida eterna, el camino de retorno Su Corazón.

Ruego a Mi Señor y Dios, Creador de la vida, que tenga compasión por las almas perdidas, y que ellas se puedan encontrar.

Mi Corazón, pequeño y simple, se abre para compartir el dolor que siente Dios por la indiferencia y la ignorancia de los hombres ante tantas dádivas entregadas a la humanidad a lo largo de los siglos y desde su origen.

Siento, en lo más profundo de Mi ser, el Amor de Dios por la vida y, movido por este Amor, ruego al Padre por todos los seres, de todos los Reinos; y clamo constantemente por Su Misericordia y piedad, por Su compasión y amor, por Su paz y por Su Presencia viva en cada ser.

Hoy ruego, hijos, para que este mismo sentimiento de amor viva en ustedes y, así, puedan unirse a Mí, en este clamor perpetuo por la Creación, porque el mundo, el Universo y todos los seres lo necesitan.

Que el Amor de Dios los inunde y que Su Verbo se manifieste en sus corazones, en sus pensamientos y por fin, en sus bocas, como un perpetuo clamor de retorno al Corazón del Padre.

Tienen Mi bendición para eso.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCIÍA DE JESÚS

El alma que se esfuerza en la oración abre las Puertas del Cielo y le da a Dios el permiso para que Leyes superiores actúen en la Tierra.

Esas Leyes descienden al planeta a través de su verbo orante, traspasan los niveles más profundos de su mundo interior y, entonces, llegan a aquellos lugares del mundo que más lo necesitan, conducidas por la pureza de intención del alma orante. 

Orar de corazón es ingresar en el Corazón de Dios, es estar delante de Sus Libros Sagrados, en los cuales se escribe Su Plan para este mundo y para toda la vida, y así, delante de Su Verdad, el alma recibe de Dios el don de manifestar sus designios y la Gracia para hacer esto.

Orar de corazón, aún en el vacío y en el desierto, es caminar en la senda de la fe que, en lo invisible de los ojos humanos, atrae hacia la Tierra el verdadero potencial de las criaturas de Dios.

Orar es unirse a la Verdad. Por eso, hijo, aunque te sea difícil, aunque estés en el vacío o en la ausencia de toda sensación interior, sabe que es solo el despertar de la fe lo que necesitas vivir. La fe que te lleva a seguir orando, aun en el vacío; la fe que te coloca delante de Dios, aunque no lo sepas; la fe que te aproxima a quien verdaderamente eres.

Vive esa fe todos los días, busca ser conocedor de ella a través de la experiencia viva de la oración hecha con amor. 

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo 

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN TAHLEQUAH, OKLAHOMA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Bases ardientes de una vida comunitaria y grupal - Parte VI

En la vida grupal no solo debe gobernar el espíritu de la comunidad, que es lo que la fortalece, sino que también es necesario cuidar de la unidad entre los miembros.

Esa unidad neutraliza las diferencias e incluso los sentimientos diversos. La unidad de la comunidad debe ser construida por amor a Dios, para que en ese movimiento de unidad las consciencias aprendan a reconocer lo mejor de sí.

Sin la unidad de Dios presente no es posible llevar adelante la tarea principal de la comunidad, y sin la unidad no es posible atraer hacia sus miembros el espíritu que los unifica y que los concibe como seres en igualdad y en armonía. 

Por eso, la comunidad, a través de la compasión, debe conseguir trascender las diferencias o los posibles errores que puedan surgir. No significa ser omisos, sino que significa ser justos, equitativos y neutros. 

Esta es la gran llave para construir en la comunidad el espíritu de la paz, así como lo vivieron los pueblos originarios desde la naturaleza de sus orígenes y desde sus culturas.

El proyecto de las comunidades debe estar colmado de principios que eleven a todas las consciencias y que, esos principios, construyan lo nuevo, todo lo que, de ciclo en ciclo, se pueda renovar y ampliar.

La comunidad debe practicar la solidaridad continua para que sus miembros nunca se olviden de la necesidad del otro, para que la humildad prevalezca por encima del poder o del gobierno que creen tener. 

En síntesis, la comunidad solo puede existir estando todo el tiempo en el Corazón de Dios, y en Sus manos constituir su principio y meta para los cuales fue creada.

El vacío espiritual de una comunidad evitará alimentar las expectativas y solidificará el poder del servicio altruista entre sus miembros.

En ese ejercicio permanente, la comunidad estará absuelta de pruebas innecesarias y podrá tener prontitud y ánimo para vivir en donación por los demás, cualquiera sea su servicio.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE SAN PABLO HACIA CARMO DA CACHOEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

A los puros de corazón, les son abiertas las puertas del Cielo.

A los puros de corazón, les son abiertos los caminos para el perdón y para la redención, y sus almas pueden tocar el Corazón de Dios por su simple pureza. 

Al pensar la evolución humana, hijos, Su Creador manifestó el nacimiento y la infancia de los seres, porque, en ese período de sus vidas, reciben nuevas oportunidades de curar lo incurable y de redimir lo que parecía imposible.

Cuando un alma encarna, en un cuerpo frágil de niño, manifiesta la pureza de su esencia y de su espíritu. De esa forma, recuerda lo que es necesario para conmover el Corazón del Padre y retornar a Él.

Vida tras vida, en la infancia, las almas reciben una oportunidad de recomenzar antes de que sus deudas más antiguas comiencen a actuar en Su consciencia espiritual y diseñen su destino en una vida más. 

Ser niño es tener las puertas abiertas para curarse, redimirse, perdonarse y retornar a Dios. Por eso, es muy importante que, aun en esa etapa de la vida, las almas conozcan y reconozcan la Presencia Divina, Su Misericordia y Su Gracia, porque es de esta forma que espíritus tan antiguos, y otrora tan perdidos, puedan volver a reencontrar a Dios.

Oren por los niños y, más que eso, oren por las almas que, en pequeños cuerpos y grandes esencias, reciben una oportunidad más de retornar a Dios y de renovar Su Amor.

Que la pureza de la infancia no se pierda, sino que sea fecunda, para que el destino de las almas sea trazado con bases de amor y de perdón.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN HOUSTON, TEXAS, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ora, hijo, por las almas más perdidas que, aun en la ilusión de sus cuerpos materiales, internamente reconocen la luz y buscan auxilio.

Ora por los que vinieron al mundo para vivir una oportunidad de perdón y de redención, y que, sin embargo, se confundieron con todos los estímulos del mundo y se perdieron.

Ora, porque las almas que hoy están confundidas ya no tendrán otras oportunidades de evolucionar y de crecer y retrocederán a los abismos del mundo y del propio interior, solo por escoger estar en la ilusión y en el engaño.

Ora para que el Corazón de Dios toque los corazones de Sus hijos, y sé tú una luz en el camino de los que están ciegos y no reconocen la senda por la cual deben caminar.

Que tu corazón esté siempre pleno de piedad y de compasión por los que están perdidos, porque este no solo es el tiempo final para el viejo hombre, esta es también la última oportunidad para muchas almas.

Colma tu corazón de Dios y siente con Su sentimiento y con Su Amor, piensa con Su Sabiduría y vive con Sus acciones, inspirado por Su Espíritu, para que seas instrumento para el encuentro de las almas consigo mismas, con su verdad interior y con Dios.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN TUSAYAN, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando tu Señor te llama a Su encuentro, ve, hijo, y no temas caminar sin mirar hacia atrás.

Coloca en Sus manos y en Su corazón todo aquello que a veces pareces abandonar, y sabe, en la certeza de tu corazón, que todo encontrará su camino, su propósito y su espacio en el Corazón de un Dios tan inmenso, que para cada criatura tiene un lugar único y perfecto.

Camina hacia tu lugar en el Corazón de Dios, sabiendo que el propósito de tu vida es seguirlo y estar en Él a cada instante, como Su instrumento, Su amigo, Su compañero, en esta y en tantas trayectorias.

Fortalece tu corazón a través de cada prueba, de cada "sí" para Cristo y de cada "no" para lo que es oscuro. Sabe que tu corazón pertenece a un único Señor y en Él siempre debes estar.

Consolida la fortaleza en tu interior, sabiendo que ella está siendo construida sobre las Manos de Dios. Y ten fe, hijo Mío.

Vientos, lluvias y desalientos pasarán, pero las bases de tu morada permanecerán firmes. Por eso, la única cosa necesaria ahora es colocarte en las Manos de tu Padre y Señor y, obedeciendo Sus designios, encontrar Su más puro Amor por ti.

A través de Él amarás a todas las cosas. Y todas las renuncias encontrarán sentido, y todas las ofertas serán multiplicadas en la mesa abundante de la redención de la vida, donde muchos hambrientos comerán de los frutos de tu servicio.

A veces no percibes esos frutos, porque ellos permanecen en las Manos de Aquel que los recoge para, un día, ofrecerlos al mundo.

Ten fe y busca a Dios. Estas son las llaves de hoy para el aliento de tu alma.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN TUSAYAN, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Con espíritu de sacrificio y de entrega, lanza tu corazón para develar los misterios, tanto del Universo como de lo profundo de la Tierra.

Abraza con amor lo que te es desconocido y agradece a Dios la Misericordia, concedida en tu vida, de estar tan próximo a Su Gracia y a Su Verdad.

En un mundo de tanta ignorancia, hijo, tu espíritu debe estar en júbilo por ser parte del ciclo de revelaciones que se inicia para toda la humanidad.

Abre tu corazón para lo que nunca aprendiste.

Abre tu consciencia para descubrir lo que estuvo oculto en tu alma.

Deja que los recuerdos emerjan, y que aquello que tú no sabías que habías vivido pueda surgir como una forma de impulsarte a lo nuevo, a lo sagrado, a lo sublime.

Deja tu alma delante de nuevos horizontes, porque nuevas serán las pruebas de este tiempo, y para eso debes estar pronto.

Que la gratitud sea la llave siempre puesta en tus manos para abrir las puertas de los Cielos.

Que la humildad sea tu escudo protector en esta batalla de ignorancias y vanidades, de la cual los hombres intentan salir y muchas veces no lo consiguen.

Que la oración sea tu puerto, y el Corazón de Dios tu aliento.

Respira Su Presencia e irradia Su Paz. Así, percibirás que aun lo que parecía más oculto siempre estuvo aquí, delante de ti, en el Corazón de Dios.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN WEED, SISKIYOU, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En donde estés, une tu corazón a Dios para cumplir con Su Voluntad y manifestar Su Plan.

La Voluntad y el Plan de Dios son mucho mayores y más amplios de lo que tu pequeña mente puede concebir. Aun así, es a través de las cosas simples que tu corazón encuentra el camino para vivir esa Voluntad y concretar ese Plan.

La Creación de Dios es vasta y amplia entre las dimensiones, tanto en el Cielo como en la Tierra. Sin embargo, para recordarla y reconocerla hoy, pudiendo acceder a estas realidades sublimes, basta que seas simple de corazón, puro de intención y dispuesto a amar y a servir cada día más y mejor.

Aunque tus ojos físicos no vean las extraordinarias existencias y manifestaciones de la vida, tu corazón puede participar de lo que es invisible y tu alma puede transitar por las realidades eternas cuando estás unido a Dios.

La humanidad fue creada para mucho más que ver y sentir las realidades de la vida. Los seres humanos fueron creados para unir esas realidades, vivirlas y estar en ellas al mismo tiempo.

Porque, así como el Corazón del Padre Celestial, los corazones de Sus hijos tienen esa posibilidad de unir en sí toda la Vida, de estar unidos a todo y de participar en todas las dimensiones de la existencia.

Por eso, antes de ver, sentir o experimentar sensiblemente la Verdad Divina, busca, hijo, entregar tu corazón a Dios y, a través de la rendición de tu espíritu y de cada parte de tu consciencia, hacerte uno con toda la Creación.

Las dimensiones habitan en ti, y tu corazón puede habitar en todas ellas y vivirlas cuando eres simple y verdadero.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando Me llaman vengo a su encuentro, amparando con Mi Casto Corazón a cada pequeño y gran esfuerzo que hacen para cumplir el Propósito de Dios.

Contemplo, con amor, aquello que pudieron alcanzar y, con piedad, sus debilidades más profundas, sus miserias más arraigadas.

Contemplo a cada uno de ustedes con una mirada de Gracia y de Misericordia, porque siempre que están delante de Dios y abren el camino para Sus Mensajeros, el mismo Creador vierte sobre sus espíritus los designios celestiales que Él tiene para sus vidas, desde el principio.

Su Padre Celestial descansa en los corazones que se esfuerzan y, por más que aún sean ignorantes de la verdad y que tantas veces se pierdan en las ilusiones de este mundo, es el esfuerzo, hijos, el esfuerzo constante que los aproxima a Dios, que los hace reparar Su Santo y Eterno Corazón.

Su Padre Celestial tiene un tiempo para todo y, con amor, aguarda por cada uno de sus pasos. Lo que más importa es que siempre estén caminando, que siempre estén con sus pies y su corazón en la dirección correcta, que es la rendición a Dios y el esfuerzo por amar y servir cada día mejor.

Con ese pequeño, sin embargo, tan profundo movimiento de ir todos los días en dirección a Dios y al prójimo, el mismo Dios, hijos, también vendrá en su dirección. Y aunque sea silencioso e invisible, el encuentro acontecerá.

Mi Casto Corazón hoy se alegra, no solo por todas las tareas materiales y los esfuerzos físicos que hicieron en esta mañana. Me alegro de ver espíritus esforzados, corazones postrados, intentando superarse, a pesar de sus límites.

No digo estas cosas para engrandecerlos, sino para animarlos. Este es el camino, el camino del amor y de la entrega, de la donación de sí y de compartir la vida y el pan con sus hermanos.

Que sus aspiraciones no estén dirigidas a nada más que a la manifestación de la Voluntad Divina, aunque para eso, hijos, ustedes disminuyan y otros crezcan.

Sean bases cuando fuera necesario alzar un corazón que necesita apoyo.

Sean manos que elevan, que inspiran, que donan y que se arriesgan a apoyar a todos aquellos que están intentando caminar.

Que cada uno haga su esfuerzo sin olvidarse del prójimo. Caminen mirando adelante, pero sabiendo que siempre están abriendo el camino para otros y no para sí mismos.

Hoy, hijos, les dejo Mi bendición, Mi gracia y Mi paz.

Sé que muchos de ustedes están cruzando desiertos y desafíos. Por eso, que Mi amor y Mi presencia sean agua y renovación en sus vidas.

Oren Conmigo, porque soy su intercesor ante Dios.

No vengo al mundo más que para servir. Podría estar perfectamente unido al Creador, pero estoy aquí para llevarlos de la mano, porque esta es la Voluntad Divina. Por eso, cuenten Conmigo, con Mi amor y con Mi intercesión.

Yo los bendigo y les agradezco por no detener sus pasos.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Permanece en el desierto como Madre Teresa de Calcuta que, a pesar de estar en el vacío y en la soledad, supo encontrar al Señor en sus semejantes.

Todo cuanto buscaba, como compensación interna, se desvaneció. Su fe se fortaleció y se consolidó con tan solo cumplir la Voluntad de Dios y consolar a los pobres en el cuerpo y en el espíritu.

Fue de esta forma que Madre Teresa encontró a Dios y se fundió en Él, aunque no lo percibiera enteramente.

Permanece en el desierto como la Madre Teresa de Calcuta, fortaleciendo el propio interior, no en el mundo sensible y en la unión mística con Dios, sino en la fe palpable y en la superación constante, comprobando y experimentando la Presencia de Dios en los que más necesitan, siendo nada para el mundo y para sí mismo, y todo para Dios, todo para el Corazón del Redentor, que palpitaba cansado dentro de los pobres y de los oprimidos, dentro de los solitarios y de los perdidos. 

Busca, hijo, vivir tu desierto consolidando tu fe. Sabe que cada desierto trae consigo un salto al infinito, y esto sucede de muchas formas.

Si tienes sed de sensaciones y de experiencias internas, sed de realizarte y de ver a Dios y, aun así, Él te mantiene en el vacío, descubre que tal vez la Voluntad del Señor sea revelarse para ti en donde menos lo esperas, en aquel espacio en donde a tu amor le cuesta llegar, en donde tus resistencias bloquean tus pasos y no te permiten entrar, en donde tus flaquezas te impiden descubrir la necesidad de amor. Allí está Dios, esperando por ti.

Deja en el desierto tus deseos y aspiraciones, tus necesidades, tus ansías más profundas. Y cuando no tengas nada, el Creador te mostrará en dónde Él está escondido, llamando por ti, buscando tu mirada, tu fe, tu corazón.

Quién sabe, hijo, si tu desierto será el desierto de la Madre Teresa de Calcuta, en donde Dios se revela de afuera hacia adentro y de adentro del prójimo hacia dentro de ti.

San José Castísimo

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