MENSAJE DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA COMUNA DE CASTEL VOLTURNO, CAMPANIA, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El Misterio de la Divina Misericordia

La Misericordia es una Gracia aún desconocida por los hombres. La ciencia espiritual que la humanidad conoce aún no adentró en la comprensión plena de este misterio, porque intenta incluir a la Misericordia en su conocida teología y no la ve como algo que trasciende todo lo que es conocido por el hombre. 

En la Cruz, el Creador transformó todas las Leyes, y el Dios de la Justicia abrió un nuevo ciclo para toda la vida, un ciclo de piedad, de perdón y de redención, a pesar de la gravedad de los pecados de los hombres.

No hubo mayor pecado que aquel vivido por los que flagelaron y crucificaron al propio Dios. Pero aun así, hijos, cuando ellos fueron tocados por la Sangre misericordiosa de Cristo fueron perdonados, curados y redimidos por la potencia de Su Amor.

La Misericordia es un misterio que está unido al misterio de la creación humana. Es una Gracia que proviene del vínculo entre los hombres y Dios, su Creador. Fue a partir del momento en el que el Padre se tornó pleno en Sus criaturas, a través de Su hijo, y demostró a los seres la verdadera esencia de lo que es la humanidad, que la Misericordia pasó a fluir hacia el planeta y hacia toda la Creación. 

La Misericordia nace del Corazón de Dios como una nueva oportunidad para que los seres alcancen la Gracia del Amor. Pero, para llegar a los universos materiales de la manifestación de la vida, el vehículo de la Misericordia es la oración de los hombres y la puerta para la Misericordia es su corazón.

La esencia humana está íntimamente ligada a la existencia de la Misericordia Divina, hasta el punto de que su genética  puede guardar, físicamente, la potencia y la presencia de este Don que proviene de Dios, así como lo fue en la Sangre de Cristo.

El Redentor vivió en plenitud la Divina Misericordia para que todos los seres reconocieran su propio potencial y caminaran en dirección a él.

Les digo todas estas cosas para que comprendan la importancia de clamar, verdaderamente, por la Misericordia en este tiempo, no solo para este mundo, sino para toda la Creación.

Reconózcanse a sí mismos como potenciales portadores de esta Gracia que proviene del Padre y clamen para que ella descienda sobre el mundo y sobre toda la vida. Cuanto más clamen y oren, más se aproximarán a Dios y más despertarán en su interior lo que verdaderamente son.

Infinitos son los potenciales de los seres humanos, pero en este tiempo, hijos, solo la pureza del corazón y la oración sincera podrán despertarlos. Es sirviendo a este planeta, que podrán adentrar en los misterios sobre sí mismos y se aproximarán al Corazón de Dios.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Aprende a escuchar, en tus oraciones, la voz del planeta y de sus Reinos. Escucha su clamor, que solo al ser escuchado ya se calma y se aquieta. 

La Tierra clama por la unidad entre los seres, por la comunión de la vida que en ella habita y que evoluciona. Deja que tu oración sea también por la consciencia del planeta y por sus Reinos. Deja que tu silencio sea una plegaria para escuchar el clamor del mundo y así repararlo. 

Escucha, porque la propia naturaleza también ora en el sonido del viento, de los árboles, de los pájaros, de los animales, en el silencio de la vida.

La expresión de la naturaleza es una oración que, cuando los seres se silencian, pueden comprender y en ella participar. Coloca tu frase en esta plegaria por la unidad y tórnate parte de la oración por la vida.

Dios te habla hijo, también a través del silencio de la naturaleza. Aprende a escucharlo. 

Cuando los seres aprendan a vivir en oración y en comunión con la vida, entonces ahí, conocerán la paz. 

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Dios siempre aceptará el grado de su entrega y todo cuanto le quieran ofrecer. 

Sus ofertas siempre serán preciosas para el Corazón del Creador. Pero, en estos tiempos, hijos, son llamados a dar todo de sí por amor, por amor a este planeta, por amor al Proyecto Divino y por amor a la evolución que, antes del principio de la Tierra, ya aguardaba que este proyecto, que sus almas están viviendo, se pudiera concretar y triunfar en el Cosmos.

Por eso, en esta hora, en la que los ciclos se aceleran y se aproxima la transición de los tiempos y la definición absoluta de los seres, que cada uno de ustedes sepa lo que ofertará al Creador, lo que ofertará al Universo, a la evolución, a la vida.

Hoy, hijos, ya no se trata de clamar por las propias miserias y de pedir por los propios pecados. Sus miserias serán curadas en el servicio y esa debe ser su oración por sí mismos. Y sus pecados serán redimidos cuando fueran capaces de olvidarse de ellos para clamar por este mundo.

Los abismos están repletos de almas que claman por paz y, en este día de Misericordia y de Gracia, sus oraciones son como un bálsamo que hace tanto tiempo ellas esperaban. Sus oraciones son como la brisa suave que ingresa en donde ya no había aire, no había respiro.

Sientan a las almas cuyo pecado es considerado eterno e imperdonable, sientan su dolor y desesperación. Hoy, hijos, ese dolor es aliviado y la desesperanza es transformada, porque la Misericordia cruza los espacios oscuros y concede una nueva oportunidad a los que se condenaron al castigo y a la oscuridad. 

Que su oración misericordiosa se extienda más allá de este día, porque muchas almas seguirán en los abismos, clamando. Todos los días deben ser, para ustedes, días en los que rueguen a Dios por los que más necesitan.

Que su prioridad en este tiempo sea el rescate y la salvación de las almas, porque ya llegará el tiempo en el que ya no podrán clamar más, porque ya todo estará definido.

Hoy los bendigo y les dejo Mi Gracia para que profundicen en la Divina Misericordia y que ella esté cada día más viva, en ustedes, no solo como una oración, sino como una forma de ser.

Sean misericordiosos, en este y en todos los tiempos.

Yo les agradezco.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando un alma busca auxilio, ora de corazón para que las consecuencias de sus actos, que la conducirán al sufrimiento, se transformen en una experiencia que la haga crecer y abrirse más al amor.

Cuando un alma busca auxilio, escucha su llamado y conduce ese pedido a los Pies de Dios. Habrá cosas que te serán incontrolables, las que no podrás modificar o ayudar, porque la vida humana tiene sus límites. Pero hay algo que no tiene límites, que te une al Infinito, al Origen de donde partió y hacia donde debes retornar. Eso, hijo, es la oración.

Ora y deja que tu alma pueda interceder ante Dios por los que más necesitan.

Ora y clama al Padre por Su Misericordia, no para que las cosas sucedan de acuerdo a tu voluntad, sino para que la Misericordia Divina sea la Ley que conduzca los aprendizajes y las experiencias que viven en este mundo como seres humanos.

Cuando alguna situación escape de tus posibilidades de actuar, de servir, de donarte, recurre a algo más profundo y a veces imperceptible, pero que es capaz de transformar todas las cosas: ora a tu Padre y clama a Dios, porque Él es el Creador de todas las cosas y a todas ellas puede transformar. 

Más importante que cualquier cosa en este tiempo es estar con el corazón unido a Dios. Y si, además de eso, pudieran servir y orar, estarán prestando el mayor servicio de la vida sobre la Tierra.

Ama a cada ser y, con amor, ora por tus hermanos. Dios, que es perfecto, escuchará siempre tus súplicas.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE SANTA MARÍA, RIO GRANDE DO SUL, BRASIL, HACIA EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mientras, por un lado, la mayor parte de la humanidad está sumergida en el sufrimiento y en el dolor, por otro lado, existen almas que claman a los Cielos y ese pedido, que proviene del corazón, es el que permite mantener el equilibrio espiritual y mental de la humanidad.

Aunque existan acontecimientos dolorosos, el pedido de las almas orantes permite atraer hacia la Tierra la intervención divina, angélica y cósmica y, de esa forma, las almas son beneficiadas.

Vengo en este día para agradecer el trabajo maravilloso que cada alma orante, que cada grupo de oración y que cada país le está ofreciendo a Mi Corazón a través de la Oración por la Paz en las Naciones.

En estos últimos tiempos los corazones que sostienen este trabajo de oración consiguieron establecer en sí mismos esa filiación espiritual Conmigo; eso también permite derrotar muchos planes malignos y, a su vez, fortalece a las almas en el cumplimiento del Propósito de Dios.

Por esa razón, hijos Míos, envío y derramo Mis bendiciones sobre cada hijo Mío que cada día se esfuerza por aliviar Mi Corazón de todo lo que ve del mundo, como también por abrir la puerta para que Yo pueda interceder por todos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El Corazón de Dios se torna pleno en las almas orantes que, con su simplicidad, se esfuerzan por cumplir con Su Plan.

El Corazón de Dios se renueva en esperanza, a través de los corazones que claman por el mundo y que, a pesar de sus imperfecciones y dificultades, aspiran a vivir el amor y la hermandad.

El Corazón de Dios abre la Fuente de Misericordia para la Tierra, en tiempos de Justicia, cuando encuentra sinceridad en los mundos internos y verdad en el clamor de los seres.

El poder de la oración y el esfuerzo por vivir una vida fraterna evolutiva aún es desconocido por los hombres. Pero hoy Yo les digo, hijos, que es por esas cosas simples que este mundo continúa existiendo y que el Proyecto de la vida sobre la Tierra continúa siendo una esperanza para la evolución y el crecimiento de toda la vida universal.

Por eso, cuando ya no tuvieran fuerzas para orar o cuando ya no tuvieran ánimo para hacer el bien y amar a sus hermanos como son, acuérdense del Padre que está en el centro del Universo, como también en el centro de sus corazones, aguardando una respuesta de sus seres, por pequeña que sea.

Recuerden que todo esfuerzo, por más pequeño e imperfecto que sea, agrada al Corazón de Dios y lo renueva. Por más que no consigan ser y hacer lo que querían o pensaban, al menos inténtenlo todos los días, porque es el esfuerzo el que los  hace dignos de una nueva oportunidad.

Es el esfuerzo el que permite que la Misericordia siga derramándose en el mundo. Es el esfuerzo el que transforma la vida sobre la Tierra. Su esfuerzo aquí ayuda a rescatar a las almas que están en los lugares más perdidos y olvidados de este mundo.

Sé que es difícil confiar en lo invisible, pero ese es el misterio de la fe que son llamados a vivir en este tiempo. Experimenten en su interior la certeza de que Dios los observa y los acompaña, y que todo lo que hacen en nombre de una nueva vida y de una nueva Tierra renueva la esperanza de toda la Creación.

En el Cosmos, mucho más allá de la Tierra, existen civilizaciones enteras, tantas como las infinitas estrellas que ven en el Cielo a la noche, esperando que el Amor se renueve en los corazones.

El amor, hijos, no nace solo; él emerge del esfuerzo, él brota del sacrificio, él vive a través del corazón que se dispone a tener fe y a vivir bajo el principio de la fe todos los días.

Con esto los renuevo y les agradezco por perseverar, respondiendo al llamado de Dios.

Ya llegará el día en el cual verán en el Árbol de la Vida los frutos del Amor Crístico que hoy germina en sus corazones.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Clama al Padre para que el caudal de cura que proviene de la Fuente de Su Corazón descienda sobre la Tierra y permee los seres.

Clama para que el corazón del Arcángel Rafael se encienda como espejo sublime de luz, despertando y activando los espejos esmeralda que pulsan en el centro del universo.

Clama para que esta red cósmica de cura concentre sus emanaciones en la Tierra y llegue a los que más la necesitan. 

Que se prepare el corazón de la Aurora interior para que, nuevamente, el planeta sienta su amor y su poder. Que se prepare el corazón de la Aurora interior, para que su seno sea la eterna morada de su Madre Celestial. 

Clama, hijo, con amor, para que se abran las puertas y los portales, tanto en el Cielo como en la Tierra, y las almas finalmente crucen el umbral de su redención.

Que los enfermos de cuerpo y de espíritu no pierdan la oportunidad de reencontrar la paz. Que los Reinos de la Naturaleza también sean dignos de restaurarse y de restablecer en su interior la unión con el propósito de la vida. 

Que esta aspiración divina sea parte de tu más íntima aspiración interior. Así, hijo, clama para que la aurora del amanecer ilumine siempre este mundo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MACHADO, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En todo lo que hagas, coloca el poder y la acción de la Divina Misericordia.

Por donde vayas, lleva en tu interior las gracias que recibiste para que todos los seres, a través de ti, conozcan la paz.

En tus palabras, manifiesta el poder y el Don de la Divina Misericordia y di a tus hermanos solo aquellas cosas que el Creador, pleno de Misericordia, diría a sus hijos.

Mira a tu prójimo con una mirada de Misericordia y siente por cada ser el amor que nace del Corazón de Dios al estar delante de Sus criaturas.

Aspira, hijo, todos los días, a ser un instrumento y un vehículo de la Misericordia. Así, harás valer tu existencia y el sacrificio que Dios vivió por ti, en la Cruz y en el Calvario de este mundo.

Deja que la Sangre vertida en la Cruz convierta tu más profunda condición humana y te transforme en un ser pleno de Misericordia.

En esta hora te bendigo y, vertiendo sobre ti las gracias que provienen de Dios, te pido que clames por Misericordia, pero, sobre todo, permite que tu corazón sea la propia Misericordia de Cristo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos cantores e instrumentistas:

En este día de un nuevo encuentro, que sus voces e instrumentos se eleven a Dios para seguir implorando y clamando por la redención del planeta.

Que los Cielos desciendan a la Tierra a través del portal interior que hoy abrirán sus corazones.

Que el Padre Celestial nuevamente escuche todo su ofertorio musical para que, por medio de ese impulso de amor de Sus hijos de la Tierra, Él derrame toda Su Misericordia Infinita sobre esta necesitada humanidad.

Hijos, que hoy se establezca de manera simple, pero profunda, esa unión esencial entre sus almas y el Creador, a fin de que a través de este encuentro de música los atributos de la paz, la armonía, el amor y la fraternidad estén presentes en las consciencias de todos los seres humanos.

En esta noche de gala, en la que sus espíritus podrán brillar más que cientos de estrellas, que sus almas se unan en una sola hermandad, en un mismo amor y en una misma fraternidad para que todo lo que hoy será humildemente ofrecido se irradie al planeta y las necesidades espirituales e internas de los pueblos, de las razas y de las naciones, sean suplidas.

Queridos hijos, hoy nuevamente los estaré acompañando en la unidad y el bien para que, con la ayuda de los ángeles, los frutos de este especial encuentro de música puedan ser colocados a los Pies del Padre Celestial y el mundo entero reciba Misericordia y expiación.

Hijos amados, que sus voces vibren y se eleven en el amor, ante la posibilidad de poder cantarle a Dios, a la vida y a todas las almas que necesitan despertar del sueño profundo de este tiempo.

Hijos amados, que en todo esté su corazón, como lo ha estado en los últimos tiempos.

Que cada nueva gala sea una oportunidad de renovación y de confirmación de su fe para con la Obra de la Jerarquía.

Hoy les dejo Mi Paz, sabiendo, desde ahora, que todo lo ofrecerán de corazón por la cura y la redención de esta raza.

Los bendigo y les deseo una bellísima gala de música para esta noche especial.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA SAGRADA CASA DE MARÍA, MADRE PAULISTA, SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando Dios le hablaba a los profetas, era porque sus ojos se elevaban a lo Alto con clamor, pues a su alrededor no había más que caos y guerras. Dios le hablaba a los profetas porque ellos elevaban con clamor su verbo al Padre y esperaban de Él la respuesta para encontrar la paz en sus corazones.

Dios jamás dejó de hablar con los hombres; son los hombres, hijo, los que ya no elevan los ojos y el corazón para escuchar al Padre.

Los profetas clamaban por su pueblo y esperaban una respuesta de Dios. Ahora, los seres casi no le claman al Padre con fervor y ya no esperan Su respuesta, solo piden según su propia voluntad y ruegan para que ella se cumpla.

Los profetas sabían recibir la Gracia y la Justicia de Dios. Sabían que esa Justicia era verdadera. Los hombres de hoy esperan la Gracia y repudian la Justicia, porque quieren amar a un Dios que cumple sus voluntades propias.

Aprende, hijo, con los profetas de otrora que perpetuaron sus palabras y diálogos con Dios en los Libros Sagrados; no por su santidad, sino por su fe, porque su respeto y amor para con el Padre no tenían condiciones y eso era lo que hacía verdadero su contacto.

Aprende con los profetas de otrora a comprender, en los tiempos de hoy, las correcciones de Dios. Él nunca deja de ser Dios y nunca deja de ser pleno en el amor. Escoge, entonces, estar en Dios y en el amor y acoge Sus correcciones cuando ellas lleguen a tu vida para que seas purificado y te tornes digno de retornar al Padre.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Deja que tu alma y tu corazón sientan el dolor del Corazón de Dios por Sus hijos que se pierden en este mundo.

Deja que tus oraciones sean un bálsamo que repare el Corazón del Padre y que las lágrimas que caen de tus ojos, por la perdición y por la ignorancia de las almas, laven y curen las heridas de tu Creador.

Cada alma perdida es una llaga en el Corazón de Dios. Cada hijo Suyo que niega o que rechaza la posibilidad de aprender sobre el amor y superarse en el amor, es una herida que se abre en el Corazón del Padre, porque una parte de ese Santo Corazón es arrancado y colocado, por libre y espontánea voluntad, en los abismos oscuros de este mundo.

Ora, clama y deja que tu clamor sea como un aliento para Dios, porque tu oración se transforma en una luz que ilumina la mirada de los que están en la oscuridad para que puedan comprender sus errores y arrepentirse de ellos.

Ora por las almas que se arrepienten para que ellas reciban una oportunidad de salvación, y ora por los que están ciegos y que permanecen en el engaño, sin querer ver la luz.

Haz de tu oración un manantial de Misericordia y de reparación, porque cuando oras tú te unes al Padre y Él vierte Su Misericordia sobre el mundo.

Cuando la Misericordia toca a las almas perdidas, ellas retornan al Corazón de Dios y aquella parte que le faltaba comienza a repararse.

Por eso, ora hijo, ora, clama, ten sed y ansia de curar el Corazón de Dios, abriendo el camino para que las almas retornen a Él.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Padre, en el desierto de los corazones de los hombres, construye Tu Templo. Encuentra, entre las arenas frágiles y susceptibles al viento, la roca de la consolidación de la unión entre Tu Amor y la consciencia humana.

En medio de las distracciones del mundo y del ruido sin fin que causan los hombres para no escuchar Tus advertencias, recibe, ¡Oh, Señor!, el grito que se emite en el silencio de un corazón sincero.

Tus hijos muchas veces no tienen fuerzas para elevar su verbo y alzar su voz, pero en lo profundo de su interior, en donde Tu Cosmos encuentra al microcosmos del corazón humano, allí se eleva, en el silencio, el clamor de las almas que Te buscan.

Tú, que escuchas al que grita en el silencio, recibe las plegarias de los que están débiles y hazlos fuertes en Ti, para que puedan erguirse en Tu Nombre.

A los que reconozcan su nada y se encuentren postrados en su pequeñez, Tú, Señor, los erguirás, porque Te dieron espacio y permiso para que en ellos no habite ningún poder humano, solo el Poder que viene de Ti.

Arranca, de las entrañas de los que Te claman, su condición humana más retrógrada y convierte el pecado que vive en sus células en Pureza Original.

Demuestra Tu Gracia a través de los humildes y que, en ellos, los soberbios encuentren inspiración y se rindan a Ti.

Que aprendan a quebrarse los que están llenos de sí. Que aprendan a entregarse al Señor y verán surgir del polvo el Espíritu, y del Espíritu, la Nueva Vida.

Que así sea.

San José Castísimo

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE COLONIA, ALEMANIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Tiempos de Perdón y de Misericordia

Con la Gracia de Dios en Mi Inmaculado Corazón, vengo a revelarles el misterio del Perdón y de la Misericordia Divina, para la cual ningún error es eterno, ninguna condenación es definitiva ni inalterable, si las almas, arrepentidas, se abren de corazón para conocer el poder y la Gracia del Perdón y de la Misericordia.

Hoy, hijos Míos, vengo a invitarlos a curar en sus corazones las heridas que se abrieron por las marcas que dejó el pasado, por los errores cometidos contra la humanidad y contra el propio Dios.

En Su infinita Gracia, el Dios del Amor y del Perdón siempre está dispuesto a perdonar y a derramar Misericordia sobre Sus hijos.

Con la misma simplicidad con la que oran de corazón y claman por la paz, así, hijos Míos, el Creador abre Sus brazos para irradiarlos y borrar de sus espíritus y de sus corazones todas las manchas.

Conocer a Dios es saber el poder de Su Perdón y la grandeza de Su Misericordia, y temer alejarse de ella, no por un castigo eterno, sino por la necesidad infinita que el corazón siente del Amor de Dios, cuando verdaderamente lo conoce.

Ningún error es imperdonable cuando el corazón se dispone al perdón, cuando en humildad se rinde a los Pies de Dios para decirle: "Señor, aquí estoy, colocando a Tus Pies mis errores y mi existencia. Redime mi espíritu, lava mi corazón y conságrame a Ti, para que sea testimonio de Tu Gracia, en este y en todos los tiempos que vendrán".

Clamen por la Misericordia que brota incesantemente del Corazón de Dios y no dejen que este río de eterno Amor pase por sus vidas sin que beban de sus Gracias.

La única condenación eterna, hijos Míos, es aquella que es impuesta por el propio corazón humano que, por su ignorancia, orgullo e indiferencia, prefiere estar preso de sus enfermedades y sufrimientos que lanzarse, rendido, a los Pies de Dios y reconocer que estuvo perdido y que necesita encontrarse nuevamente.

El Creador de todas las cosas, que lanzó semillas de vida en el vasto Universo de Su Creación, aspira a recoger los frutos del crecimiento de Sus hijos, frutos que crecieron superando desafíos y que se harán fuertes, no por su belleza, sino por lo que guardan en su interior.

Los errores los hacen crecer en humildad y en entendimiento; los hacen reconocer que por sí mismos no conseguirán llegar a un propósito verdadero y que estarán prisioneros de sus propias ilusiones hasta que no se rindan al Amor de Dios y a Su eterna e insondable Verdad.

Pierdan, hijos Míos, el miedo a ser amados por un Amor desconocido e inmenso.

El Amor de Dios en nada se compara al amor vivido por los hombres, no porque los seres humanos no puedan amar como Dios, sino simplemente porque aún no se abrieron para amar como Dios.

Ese amor comienza cuando se permiten ser amados, transformados y curados por Su Presencia. Y después de haber sido bendecidos es que podrán multiplicar lo que recibieron.

Escuchen con amor lo que les digo y abran sus corazones a un nuevo tiempo y a un nuevo ciclo, pues ha llegado el momento de recibir Perdón y Misericordia, mientras esas Fuentes aún se vierten sobre la Tierra.

¡Yo los amo, los bendigo y les agradezco por escuchar Mi llamado!

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LIMA, PERÚ, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Entonces, contempla en tus oraciones a este mundo y ven en dirección a los Altares Celestiales para clamar por un mundo herido y sin amor.

Jamás te olvides, hijo, que más que clamar por ti mismo, por tu evolución, estás llamado a clamar por el mundo. Aún más, te diré: deja tus necesidades a los Pies de Dios y sigue elevándote hacia el Corazón del Padre, para colocar allí a aquellos de tus hermanos que más lo necesitan.

Percibe que el tiempo pasa y las pruebas de la humanidad no cesan, sino que crecen cada día, porque así lo dictan las Leyes del Apocalipsis y de la definición humana.

Eres llamado a estar en paz y a ser, con paz en tu corazón, un puente entre el mundo perdido y el Corazón de Dios, para que la humanidad no pierda jamás su conexión con la Fuente.

Más que de tus tareas, incluso cuando obras para el Plan de Dios, más que de tu transformación, incluso cuando ella transforma la consciencia humana, recuerda, hijo, clamar por el mundo y cantar y orar dos veces, por ti y por los que no oran y no conocen a Dios.

Así como el Padre envió a Su Hijo para cargar la Cruz por ti cuando estabas adormecido, así te despertó el Amor de Dios para que hoy seas intercesor por las almas que están perdidas y para que no solo cargues tu cruz, sino la de toda la humanidad. Esa cruz se carga en el silencio del espíritu que vive el sacrificio con gratitud y que, ante el cansancio, le ofrece a Dios un poco más, clamando por misericordia para este mundo.

Tu mayor misión está en lo desconocido, así como la mayor Obra del Hijo de Dios estuvo oculta, porque lo que Él le trajo al mundo hasta hoy es incomprensible para la humanidad.

Si Cristo, parte del Dios Vivo en la Tierra, no fue comprendido por los hombres, no busques tú este camino sin antes imitarlo, y haz triunfar el amor por la intercesión de Su Verbo, que se eleva en el secreto y, en el poder de una oración oculta, trae la misericordia para este mundo.

Yo oraré contigo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BELO HORIZONTE, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Consigo escuchar desde el Cielo el clamor de Mis hijos de Belo Horizonte y del mundo, y el Padre Universal se alegra porque Sus amados hijos reconocen internamente la Misericordia del Redentor.

Así, las puertas a la Gracia espiritual se abren con cada oración que se pronuncia en la profunda sinceridad del corazón.

Todo el Universo Espiritual contempla en esta hora el precioso acontecimiento de ver almas sedientas del Amor de Cristo e invocando Su poderoso nombre salvador.

El alma de cada uno de los orantes se regocija, y curas profundas se establecen en ellos y en la consciencia planetaria.

Después del último ocho de agosto los tiempos cambiaron definitivamente y, lo que antes parecía estar en peligro en toda esta raza, por la definición, por la entrega, por la oración y por la unión con el Plan Evolutivo todo es posible que se cumpla en la consciencia de muchos.

La perseverancia de las almas valientes anima a Mi Hijo para que Él, en Su bendita Gloria, pueda retornar a este mundo.

Los soles que antes se estaban apagando por la inercia planetaria o por el caos, se volvieron a encender y finalmente encontraron el camino hacia Mi Hijo.

Todo esto moviliza el Corazón del Padre que antes, estando en silencio, enseñaba al Universo Su misteriosa Voluntad.

La invocación de los corazones a la poderosa llama de la Misericordia de Mi Hijo ha hecho que los ángeles del Universo volvieran a descender para recoger las súplicas de los corazones sinceros.

Un fuego ardiente y misterioso está encendiendo el espíritu evolutivo de las naciones y cambiando los destinos catastróficos que pueblos enteros vivirían por acción propia; esto convierte a América entera en un nuevo Edén.

Así, los Sagrados Corazones de Jesús, de María y San José envían a las almas los últimos impulsos preparatorios para los nuevos tiempos, que serán diferentes a los tiempos de ayer.

Un camino nuevo se establece en la consciencia humana, los velos de la ceguera y de la ignorancia son retirados de la mayoría, y una esperanza que antes estaba muerta renace como el ave de fuego.

Mis Gracias iluminan todas estas oportunidades y hoy Mi Corazón que sufre es aliviado por los soldados de Cristo.

Por esto y por todo lo que aún vendrá,

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Unida a cada corazón orante,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL DISTRITO DE MIRAFLORES, LIMA, PERÚ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Donde Me llaman, allí Yo estoy presente, porque quien invoca Mi Nombre Santo recibe el auxilio que su consciencia reclama.

Yo soy la Madre de todas las causas imposibles, soy ese Pilar de Luz en donde Mis amados hijos se pueden apoyar y, así, encontrar reposo y resguardo.

Queridos hijos, soy esa Santa Madre que responde de inmediato por la confianza y la fe de los corazones que creen en Mí. Yo estoy presente cuando los corazones Me llaman, no dejo de ayudar espiritualmente a quien Me lo pide de todo corazón, porque sé que es importante para cada ser que Yo, como su Madre, Me pueda hacer presente en su vida.

Es por esa causa, que Mi Consciencia responde a todas las necesidades sin condición alguna, porque sé que los corazones deben mantener viva su confianza en Dios Padre.

En esta hora crucial del planeta, Mi Corazón se hace presente, más que nunca, porque llegó la hora de que Mis hijos sientan que pueden contar Conmigo a pesar de lo que suceda.

Soy esa Madre guardiana que protege a Sus hijos y los lleva por el camino del bien para que en humildad puedan conquistarlo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los protege y los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Oración para pedir perdón a Dios


Señor, perdónanos, porque,
desde el momento en el que pisamos la Tierra,
somos ignorantes de nuestras acciones.

Señor, perdónanos, porque el tiempo pasó
y nuestros ojos permanecen cerrados,
como también nuestro corazón y nuestro pequeño espíritu.

Señor, perdónanos, porque nuestras manos
trabajan poco para Ti y mucho para nosotros mismos;
poco se extienden hacia el prójimo
y mucho permanecen cerradas.

Señor, perdónanos, porque vinimos a la Tierra
como espíritus en redención
y nada conocíamos del Amor, tampoco sabíamos
que aquí aprenderíamos a amar.

Señor, perdónanos, porque el mundo está agonizando
y aún no pudimos encontrarte
en los Reinos de la Naturaleza ni en nuestros hermanos.

Señor, perdónanos, porque ignoramos la unidad
y nos separamos como consciencias y como Tus criaturas.

Señor, perdónanos, porque aspiramos a no volver a pecar.

Perdónanos así como perdonaba Tu Hijo.

Perdónanos así como perdonaste a nuestros espíritus,
al entregarnos lo mejor que tienes en Tu Creación:
una experiencia de amor y de unidad Contigo.

Señor, perdónanos y limpia nuestras manchas,
cura nuestras heridas y reintégranos a Tu Reino.

Señor, perdónanos y ábrenos las puertas del Cielo.

Reconcilíanos con Tu Corazón
y con todo aquello que Te pertenece.

Enséñanos a amar y a perdonar así como Tú lo haces.

Enséñanos a unir lo que está separado.

Enséñanos a servir a todos en Ti,
sin salir de Ti y encontrándote en todo.

Señor, haz de nuestros corazones, Tu Corazón;
de nuestros brazos, Tus Brazos;
de nuestras piernas, Tus Piernas; de nuestros cuerpos, Tu Cuerpo;
de nuestras mentes, Tu Mente; de nuestras vidas, Tu Vida;
de nuestra evolución, Tu Evolución.

Señor, perdónanos y haznos semejantes a Ti.

Amén.


Hoy solo oraré con cada uno de ustedes y, como corazón humano, pediré a Dios Su Perdón y Su Intercesión por la Tierra.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SANT ESTEVE, MONTSERRAT, BARCELONA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El triunfo de Mi Corazón está próximo

Queridos hijos:

No teman ni se desesperen, porque el triunfo de Mi Inmaculado Corazón está próximo y el infierno de la Tierra se cerrará.

El triunfo de Mi Corazón está próximo y las grandes potestades temerán; el suelo que está bajo sus pies será removido y no quedará piedra sobre piedra.

Queridos hijos, el triunfo de Mi Corazón está próximo y nadie se opondrá, el Reino de Dios se aproxima y todas las almas lo verán en la segunda Venida del Redentor.

El triunfo de Mi Corazón está próximo y los falsos reinos del mundo perecerán porque una vez más triunfará el Amor de Mi Hijo, que es el Amor del Dios Vivo.

Queridos hijos, el triunfo de Mi Corazón está próximo y Yo reencenderé a las estrellas caídas, las volveré tan semejantes a Mi Amor que nadie lo podrá creer.

El triunfo de Mi Corazón está próximo y la Corona de Luz de Mi cabeza brillará en los abismos para retirar de la ilusión a los que duermen y están engañados por la humanidad.

El triunfo de Mi Amor está próximo y las bestias le temen a ese momento, porque estará cerca su gran y esperada derrota, y los ángeles caídos se rehabilitarán.

Tengan fe y confianza, porque el triunfo de Mi Plan está próximo y evitaré, por encima de todo, que una nación se oponga a otra nación.

El triunfo de Mi Corazón Divino está próximo, primero en los que se autoconvocaron para esta misión de paz en el mundo.

Hijos Míos, vean ya concretado el gran triunfo de Mi Corazón, por la conversión de sus vidas y almas, en el momento en que cada uno debe pedir perdón a Dios.

El triunfo de Mi Corazón está próximo y las fuerzas del mal perderán la batalla después de que Yo haya protegido, en Mi desierto, a cada uno de Mis hijos. Allí, los ejércitos y las potestades celestiales descenderán al planeta para hacer triunfar el poder del Amor de Mi Inmaculado Corazón en el gran abismo de la Tierra.

Mi Gracia hasta ahora los sustenta y los calma; el triunfo de Mi Corazón está próximo y nadie quedará sin ser tenido en cuenta, porque todos serán avisados antes del tiempo final que llegará.

Queridos hijos, a pesar de todo, sepan que el triunfo de Mi Corazón está próximo y que nadie quedará desprotegido si en simple humildad Me lo pide. Allí, Yo estaré para abrazarlo y guardarlo de toda adversidad bajo Mi Manto.

Ahora, hijos amados, mientras está todo por suceder, les pido amorosamente que hagan triunfar Mi Plan de Amor maternal en cada Centro Mariano, así como en cada Comunidad-Luz, que Yo con tanto amor protejo.

Hagan triunfar, en cada Comunidad-Luz, el servicio, la caridad y el bien. Hagan triunfar las Islas de Salvación, que serán refugios para gran parte de la humanidad. Abran sus corazones a lo que Yo les digo hoy.

Triunfen y únanse todos los días a través del amor. Mi tiempo entre ustedes ya está terminando y, desde el Cielo, querré ver los frutos de esta Obra planetaria. Las Comunidades son sus refugios internos y externos, son el espacio en donde sus cuerpos podrán descansar protegidos cuando el caos se instale en la humanidad.

Valoren la herencia divina que el universo les ha dejado, porque en poco tiempo comprenderán lo que hoy les digo.

Queridos hijos, el triunfo de Mi Inmaculado Corazón también se dará por su entrega y donación a todas las Comunidades, que son las bases de los Centros Marianos.

Queridos hijos, con sus corazones bien abiertos después de haber recibido tantas dádivas e instrucciones, al menos díganle a su Madre Celeste: ¡Sí, Madre Divina, yo responderé por esta Obra y haré hasta el final lo que sea necesario para que triunfe el Plan Celestial de Tu Inmaculado Corazón!

Queridos hijos, agradeceré que todos los santos días del Señor, ustedes vivan y trabajen esta afirmación para que más almas reciban, a través de su servicio, lo que tanto esperan.

El triunfo de Mi Corazón se dará en toda la humanidad por su respuesta interior a Mi Plan.

Que no deje de brillar Medjugorje en sus corazones, así como cada Centro Mariano que Yo he consagrado para la salvación de la humanidad.

¡Les agradezco por comprenderme y por vivir Mi llamado!

Los ama y los eleva al Reino de Dios,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el Sol despunte en el horizonte de este mundo anunciando un nuevo día, en una Nueva Raza, él iluminará los abismos y elevará hacia lo Alto a las almas que estén con las manos levantadas.

Ese Sol iluminará los ojos de los que estén ciegos de alma y de espíritu. Encenderá los corazones que estaban fríos y a punfto de desvanecerse.

Ese Sol dará aliento a los que perseveraron en su espera durante días de mucha oscuridad y que nunca perdieron la esperanza de volver a encontrar la Luz.

Ese Sol no vendrá solo, pues traerá consigo galaxias enteras, estrellas que, de muchas proveniencias, iluminarán el mundo. Por ese motivo, ese no será un día como todos los otros. 

El Sol vendrá cuando ese día sea anhelado por todas las criaturas de la Tierra; cuAando todos clamen por un poco de luz en sus vidas. En ese día, la Tierra se tornará un clamor vivo y ninguna criatura dudará de que el Sol que llega es la respuesta de Dios a su clamor.

Los que mantuvieron su fe se exaltarán, los incrédulos se arrepentirán y los que escogieron seguir los caminos de la oscuridad desearán no existir, porque no habrá un camino oscuro en el retorno
del Sol, en el retorno de la Luz.

Guarden Mis palabras que son simples y, pronunciadas en pocas líneas, serán el prenuncio de los días de paz y las bases para que ustedes mantengan la fe, cuando la noche les parezca muy oscura y sin fin.

Por la Luz que vendrá al mundo,

San José Castísimo, anunciando el retorno del Sol.

Mensaje extraordinario
MENSAJE PARA LA VIGÍLIA DE ORACIÓN, RECIBIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA MADRE DE DIOS, LA VIRGEN MARÍA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Hijos Míos:

Es tiempo de pedir con el corazón el auxilio del Señor en sus vidas. Es tiempo de clamar por el perdón y por la reconversión del mundo. Es tiempo de unirse al Divino y a lo Sagrado para mantener el hilo que une el Cielo a la Tierra.

Mi Hijo Jesús una vez les dijo: "Pidan y les será dado". Y así es, hasta los tiempos actuales. El Señor espera que el corazón de Sus hijos clame con fervor por la salvación del mundo.

Si sus corazones, por ellos mismos, no se aproximan a Dios; tampoco Dios, solo por Él, se puede aproximar a ustedes. En las Leyes del Cielo, hijos queridos, es necesario que se pida para que se dé; es necesario que clamen para que venga; es necesario que abran las puertas para que entre.

Por eso, hoy les pido que abran los ojos y el corazón para percibir si realmente están clamando por la Presencia de Dios en sus vidas. 

Perciban con el corazón si, día a día, llaman el Nombre del Señor y piden que Él se aproxime y guíe sus pequeños corazones. Si se abren para sumergirse más profundamente en ese entendimiento de sí mismos; sientan si sus corazones, a través de las acciones, de los sentimientos, de los pensamientos, de las aspiraciones e intenciones del corazón, están abriendo las puertas para que el Señor ingrese, en Consciencia, en sus vidas.

Mi Corazón Inmaculado, por muchos siglos, dictó al mundo palabras santas de reconciliación con Dios, para que las almas pudieran encontrar el camino hacia el Reino de los Cielos. Ahora, hijos queridos, es momento de que sus ojos se vuelvan hacia lo Alto, de que sus corazones se permitan descubrir lo nuevo a través del amor por este Universo desconocido de Dios.

Mi último llamado viene a renovar el conocimiento del mundo, viene a despertar la vida divina en todos aquellos que se cansaron de caminar en círculos en el camino de la evolución.

Mi Corazón viene a abrazar al viejo mundo para que, bajo Mi Manto, él se transforme en el nuevo y renacido mundo. Sin embargo, Mis amados, para muchos no es posible abdicar del propio conocimiento para abrirse al infinito Misterio de Dios. Para muchos no es simple abrir el corazón para renovar la vida en una vida de amor y fraternidad.

Por eso, los que hoy se animan a responder a este llamado celestial, deben hacerlo sin miedo y sin demora, para impulsar a toda la consciencia humana en este nuevo paso en dirección al Corazón infinito de Dios.

Caminen con fe, Mis pequeños, sin temor a errar o a sufrir, porque los errores son formas de descubrir la humildad y de vivir nuevos aprendizajes en el corazón; y el sufrimiento vendrá, de acuerdo con la Voluntad de Dios, para los que deben prestar un servicio viviéndolo.

En este día, solo se abran para que un nuevo impulso de transformación ingrese en el mundo. Mientras oran, pidan el auxilio de Dios y Su Presencia en la vida de todos los seres. Pero no se olviden de que, cuando la Voz de Dios resuene en los corazones, será necesario responder con prontitud y fe, por ustedes y por el mundo.

Les agradezco, pequeños, por estar en oración Conmigo en este día y en todos los días de sus vidas.

María, Madre y Reina de la Paz

 

Paz para todos los corazones.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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