MENSAJE PARA LA APARICIÓN MENSUAL DE MARÍA, MADRE DE DIOS DE LA MISERICORDIA, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Que el Poder de Dios descienda a la Tierra para que las almas sean liberadas de las presiones de la vida material.

Que el supremo Don del Amor de Dios encarne, como verbo y energía, en todas las esencias que se rehabilitan mediante el perdón y la oración.

Que los reinos de oscuridad se disipen de la faz del planeta para que las corrientes del Amor Divino, que vienen en auxilio de la humanidad, hagan restablecer la misión espiritual de cada criatura.

Que hoy los Portales del Cielo se abran para que descienda el poder de la cura y la nueva Aurora encienda nuevamente los corazones heridos a través de la reconciliación mayor.

Que la inocencia original de las almas pueda volver a despertar, para que el espíritu de la hermandad guíe el propósito de los autoconvocados.

Hoy se escucha la Voz de la Mensajera de Dios en el universo, porque el Plan y el Infinito aspiran a vivir en lo profundo de los corazones que fueron llamados.

Se elevan al Cielo todas las torres espirituales que han caído y el sol del universo alumbra los caminos de los que dieron el gran sí a Dios.

Los reyes del Cielo se congregan y celebran la eterna comunión redentora con Jesucristo, el Señor y Maestro del Amor.

Nadie en este mundo dejará de escuchar el llamado, porque la fuerza del Amor de Dios promueve la unión inquebrantable de las almas con el Reino Superior.

Alégrense los que reencontraron el camino que una vez perdieron, porque la Portavoz del Cielo los convoca a la rehabilitación. Así, suelten de sus seres las riendas y las amarras del pasado para que surja, entre los corazones, el espíritu de la paz.

Recojo en Mi Corazón todas su necesidades. Dios contempla la pureza de los justos y la misericordia de los buenos. Ya es hora de abrazar la oportunidad y de no retroceder.

El Corazón del Gran Maestro los llama a la unidad mayor, porque la vida suprema debe gestarse en los seres redimidos.

Sostengan en sus manos la llama divina que los alumbra y no dejen de mirar el firmamento que los acompaña.

Sean portadores del mensaje reparador y liberador. Sean estrellas que forman parte del nuevo Universo de Dios. Alaben al Padre como lo hacen los ángeles en el Cielo y serán dignos de recibir las Gracias universales.

Reconstruyan con la oración a la humanidad y ya no se separen por las apariencias. Reconozcan la Voz que viene del Universo, la mano que acaricia vuestros rostros, el Manto que los protege de todo mal, los ojos que los contemplan con bondad y amor, la sonrisa divina que los alienta a seguir adelante y el abrazo maternal que los acoge.

Sientan en sus vidas el Reino de Mi Paz, la calma que los penetra, la serenidad que los tranquiliza, el destello luminoso de Mi Corazón. Sean Mis soldados y ayuden a redimir este amado planeta que sufre. Acepten Mi convocatoria y profesen, por medio de la oración, el amor a Dios.

No dejen de mirarme ni de escucharme. Yo soy la misma madre y mujer que gestó a Jesús, el Salvador y ahora soy su Madre de la esperanza.

Es hora de cerrar el infierno de este mundo para que Cristo pueda retornar pronto. En sus manos está el poder para su transformación, en sus manos y corazones puede nacer el manantial de la oración del corazón.

Reciban Mi llamado con alegría y regocijo. Canten a Dios todos los días, así aliviarán Su flagelado Corazón de Amor.

Estoy con ustedes en el silencio como en la alegría, estoy con ustedes en la cura como en la enfermedad. Purifíquense a tiempo y reciban Mi Amor maternal.

Deseo que de Buenos Aires, Mar del Plata, Bahía Blanca y Viedma surjan renovados grupos carismáticos de oración, que representen la Ley de la Cura para la humanidad. Eso lo conseguirán a través de su unión interna.

¡Les agradezco a todos Mis hijos de Argentina y del mundo por haber respondido a Mi maternal llamado!

Los bendice y los cura vuestra Madre María, Madre de Dios de la Misericordia

Paz en la Tierra

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA, TRANSMITIDO POR MARÍA, MADRE UNIVERSAL Y MADRE SOLAR, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Se abren las puertas del Séptimo Cielo para que se aproximen a la humanidad todas las dádivas que le permitirán cruzar el umbral que la separa del Gran Reino.

Hijos Míos, con alegría vengo al mundo a traer a vuestras vidas una oportunidad de redención y de renovación permanente. Sepan que para alcanzar el cumplimiento de los Planes de Dios es necesario que se renueven en la adhesión a este Plan todos los días.

En este último tiempo, todos los vientos soplan para que se fortalezcan los soldados de Dios, autoconvocados para estos tiempos. Muchos pueden pensar que los vientos soplan para hacerlos perderse y que desistan de llevar la bandera que hace tanto tiempo portan en sus manos. Mas yo les digo, hijos Míos, que todos los vientos y tormentas que deben vivir en este tiempo, dentro y fuera de ustedes, forjarán el soldado de Cristo, para que la victoria del Señor en vuestras almas pueda perdurar en los siglos y fortalecerse para cuando llegue la hora verdadera de establecer el Bien y el reinado del Amor Universal, en todos los espacios de este infinito.

Por eso, ¡no se desanimen ante las dificultades! Sepan que cuanto mayor es la prueba, mayor serán el fortalecimiento y la maduración interior, y también estará más plasmado el amor al Plan de Dios en vuestras esencias y en todas las partículas de vuestros seres.

Deben vivir en este tiempo una batalla en todos los niveles de consciencia, porque hasta la menor célula de vuestros cuerpos será purificada para que toda la vida que habita dentro de la Vida Superior esté adherida a lo que debe construirse en este mundo. Para eso estoy aquí consagrándolos y consolándolos todos los días.

Vengo al mundo incansablemente, porque sé de la grandeza que surgirá del alma que se abra a vivir en sí, verdaderamente, el Propósito Divino.

Yo conozco, Mis amados, el Plan del Altísimo, porque Él se gestó en Mi vientre Universal. Yo sé cuál es el pensamiento de Dios para cada una de Sus criaturas, por eso puedo decirles al corazón los pasos que cada uno debe dar en este tiempo para alcanzar la redención y la paz. Principios sin los cuales el Plan Mayor no podrá cumplirse.

Mis amados, entre Mis palabras plasmo la Ley del Espíritu de Dios, para que puedan comprenderla, y más allá de esto, para que puedan ingresar en el universo superior de la comprensión mayor para lo cual estas palabras los conducen.

Déjense impregnar por Mi Verbo divino e universal y abran el corazón y la consciencia para que Yo pueda hacerlos comprender Mis palabras y pueda conducirlos al propósito por el cual ellas fueron pronunciadas en el día de hoy.

Yo los llamé al Centro Mariano del Espíritu Santo con el propósito de consagrarlo definitivamente a Mi Corazón, y así, entregar para la humanidad una puerta más de Salvación. Porque a partir de hoy, no serán las leyes de la Tierra que regirán este lugar, serán Leyes Divinas y el Poder de Mi Corazón de Luz los que plasmarán la Voluntad del Señor en cada cosa y, para cada alma que se acerque aquí, quiero que le abran las puertas, sabiendo que le están abriendo las puertas para la redención.

Cada palabra que pronuncien entre ustedes, en este lugar, debe ser Mi palabra de Vida, que desciende hasta las cosas más simples y fortalece la unión y la fraternidad entre los seres, a cada instante. Cada acción que viven debe ser un acto de unión con el prójimo y con Dios, para que el alma reciba la oportunidad de plasmar los impulsos que recibe desde lo Alto, y en toda la vida de la materia.

Mis amados, quiero hacer de este Centro Mariano una puerta para el Séptimo Cielo y, de cada uno de ustedes, los porteros que conducen a las almas a una realidad superior. Que este sea el refugio para las almas que tanto buscan y nunca consiguen encontrar la vida divina.

Yo los amo y los bendigo bajo la Luz de Mi manto universal.

Alégrense y regocíjense, pues un nuevo tiempo deberá llegar para todos. Renuévense siempre delante de Mi presencia, así no perderán la oportunidad de seguir el rumbo de vuestra evolución y no se detendrán en este mundo material.

Yo Soy más de lo que pueden ver, sentir o comprender, pero si no se abren para descubrir el Poder de Mi presencia y se detienen solo en lo que el mundo les enseña sobre María, jamás encontrarán el camino hacia la vida superior.

Dejen resonar Mis palabras en vuestros corazones y escúchenlas, cada vez, como quien nada sabe, pues si piensan que ya lo saben todo sobre los que les digo, perderán la oportunidad de descubrir los impulsos guardados en las entrelíneas de Mis palabras.

Bajo la Luz del Espíritu de Dios, los bendigo y los consagro por todo la eternidad.

María, Madre y Reina Universal

MENSAJE SEMANAL DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO EN CIUDAD DEL ESTE, PARAGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN


       Invocación al Plan Original de Dios

Los Poderes Celestiales
se unen en el Universo
y los rayos de la Liberación
y de la Transmutación
expulsan las energías corrosivas del mal.

Los soldados de la Luz
se unen al principio del Amor Universal
y todas las puertas inciertas
son cerradas por el Gran Despertar de la Humanidad.

La Paz se establece
en todos los que escuchan el llamado divino
y el planeta como un todo
recibe la oportunidad de la Liberación.

Los Maestros Celestiales
irradian el poder de las estrellas
y todos los autoconvocados
responden a la Voluntad Mayor.

Surge la Nueva Humanidad redimida,
porque Cristo, el Maestro entre los maestros,
retornó a la Tierra.

Todas las almas son consecuentes
con el cumplimiento del Plan Divino
y los nuevos Soles participan
de la Gran Corriente de Fraternidad.

El Universo Celestial
desciende al planeta
y todo lo que fue creado y pensado
por la Mente y el Corazón de Dios
recibe los códigos de la cristificación.

Los soldados se tornan llamas resplandecientes
e iluminan las tinieblas de este mundo.

El Gran Maestro del Amor,
Jesucristo,
guía y acompaña
la evolución y la redención
de todos los hijos de Dios.

Se cumple en esta era el Plan de Dios.

El Proyecto Original
se vuelve posible y real,
 porque los convocados responden
 a la Voz Universal de Adonai.

Emmanuel se hace visible
entre las criaturas
y todos los seres humanos
reconocen su Paternidad Espiritual.

El Plan Divino se vivifica
en la existencia de todos los seres
y el planeta Tierra ingresa en los mil años de Paz.

El Universo manifiesta su verdadera identidad espiritual
y toda la humanidad viviente
en los cuatro puntos de la Tierra,
recibe en Gloria la llegada del Rey Universal.

Todo vive un nuevo ciclo,
todo se transforma,
se transmuta y se redime.

La humanidad es bendecida
por los rayos del Amor Universal
y todos los que despertaron
comulgan nuevamente
en la Sagrada Cena de la Reconciliación.

Los que están oprimidos,
se liberan.
Los que están enfermos,
se curan.
Los que están presos de sí,
se tornan libres.

Los que invocaron el nombre bendito de Dios,
son consagrados.

Todo se reconstruye.
Todo se restaura.

Todo se eleva hasta los pies
del Altar Mayor Celestial.

Las fuerzas del mal son redimidas
y retiradas de toda la esfera de la Tierra.

La Nueva Humanidad respira la Paz,
la Armonía y el Amor.

Ahora se cumple la promesa original
bajo la Luz Suprema del Creador.

Amén

 

Esta oración es una invocación espiritual e interna, para todos los que fueron y serán autoconvocados para el final de los tiempos. Es una oración afirmadora, de ayuda interior y espiritual para los que siguen los pasos del Redentor.

Bajo la Gloria de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por decretar a través de Mi Sagrado Corazón!

Cristo Jesús Glorificado

Mensaje extraordinario
MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, CON MOTIVO DE LA REUNIÓN ANUAL DE LA ORDEN GRACIA MISERICORDIA

En este tiempo, Yo vengo al mundo como el Sacerdote Mayor a preparar los caminos de los que retornarán, por sí mismos, a comulgar Conmigo en Mi próximo advenimiento al mundo. Así, Yo cumplo con los Designios de Mi Padre y abrazo a todas las almas para que sientan Mi Sagrado Corazón. 

En la Luz que Yo irradio se encuentra la Verdad, motivo principal de Mi Venida a este mundo, como Espíritu de Verdad y de Vida. De esta forma, Yo reúno a Mis nuevos discípulos para que, a través de Mí, vivan la Verdad que Yo viví en tiempos pasados. Me reúno con todos los autoconvocados y con los olvidados que han quedado atrás, perdiendo la oportunidad de la cristificación. 

Mi Corazón prevalece a lo largo de los tiempos, mientras Yo envío impulsos permanentes a todos los espíritus que viven sobre la faz de la Tierra, pero no todos Me responden como Yo lo desearía. Muchas veces debo forjar la madurez del trigo, pues Mi Padre lo necesita para servirse de él y así poder cumplir el Propósito Divino de derramar Su Misericordia en este mundo herido.

Mientras aún todo está por suceder, Yo los reúno de manera inmediata alrededor de Mi Sagrada Mesa Eucarística, para que el mayor número de esencias reciba los Dones que Yo alcancé durante la Muerte, Resurrección y Gloria por amor infinito a todos Mis rebaños. 

Yo les pido, en este tiempo, la fidelidad a Mi Corazón Sacratísimo. Así, Yo podré saber y ver con cuántos talentos podré realizar Mis Obras de Paz en el mundo en este tiempo. Por eso, la formación de los nuevos apóstoles es urgente. 

Yo vengo directamente del Universo Celestial y Espiritual a dar los últimos avisos a todos. Ayuden a despertar a los que duermen en la ilusión de este sueño humano, ustedes cuentan desde siempre con Mi Sagrada Intercesión Divina. Los necesito dispuestos a poder dar lo mejor en cualquier momento. 

¡Crean!, sus células son redimibles y, a través de Mí, ellas se santificarán por la Ley de Mi Misericordia. Sean pacientes y no descansen en ustedes mismos, sino ábranme la puerta de sus corazones, para que sus almas Me puedan escuchar como la Única Voz Mayor. 

Sientan el poder de Mi Confianza, la Paz que nunca acaba y el Amor verdadero de Mi Corazón que los abraza fuerte y los sostiene hasta que vuelvan a caer a Mi lado. Mis Manos, juntas a las suyas, son la seguridad predilecta y la fortaleza que Yo les puedo legar. 

Por eso, sean cristalinos como el agua, en todos los sentidos de la vida; así, Yo les aseguro, Mis amados, que alcanzarán la pureza y serán en poco tiempo Mis santos de los últimos días.

Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados y pacíficos.

¡Gracias por permanecer en Mi Corazón!

Cristo Jesús Glorificado, el Sacerdote de la Paz

 

MENSAJE PARA LA APARICIÓN MENSUAL EN VENEZUELA, RECIBIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA, SEÑORA DE LA LUZ AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Yo Soy la Fuente de la Luz para el mundo, después de Mi Bendito Hijo.

Yo Soy la Estrella incandescente de Belén, que enciende de paz el corazón y de luz y amor a cada alma.

Yo Soy el Escudo Celestial que protege de todos los acechos, a los benditos hijos de Dios.

Yo Soy el Sol del Universo que derrama rayos de conversión y redención.

Yo Soy el Espíritu de la Paz que recorre los continentes para reencender en los corazones el Amor de Dios.

Yo Soy la Sagrada Madre de la Confianza, porque en Mi Corazón Inmaculado tu vida puede reposar y en Mi plenitud santísima hallarás el consuelo que tanto buscas; encontrarás en Mi silencio la cura para tu corazón y la luz que necesitas para disolver tus problemas en paz.

Hoy Me aproximo a tu corazón y a tu vida, para que Me abras la puerta de tu interior y nuevamente, ante el Padre Celestial, confíes tu vida y tu existencia al Sagrado Universo.

Vengo amorosamente a tu encuentro para esta especial Aparición Mensual, porque dos veces Mi Consciencia Maternal descenderá desde los Portales del Cielo, para resolver dificultades mundiales, para elevar al Reino de Cristo a muchas almas que están presas y principalmente, Yo descenderé para transmitir Mi Amor Materno a todos los que Me dijeron sí.

Por eso, Yo Soy la Señora de la Luz, Soy la Mujer revestida por la Luz del Sol Universal, Soy la que anuncia, a través de Sus doce estrellas de oro, un tiempo venidero de paz y de conversión.

Pero antes, como Yo lo he prometido ante Mi Salvador, el Dios Todopoderoso, la Madre y Reina de la Paz recorrerá la mayor cantidad de naciones posibles para despertar a tiempo, a los que duermen en la ilusión y a los que han quedado ciegos de espíritu por las modernidades.

La Luz de Mi Sagrada Espada del Amor cortará las raíces del mal y de la impunidad, el divino poder de Mi Fe iluminará en Luz Suprema el camino de todos los que Me llamen.

Yo Soy la Señora de la Luz Eterna, Soy la Madre de Jesucristo, el Salvador y Redentor. Soy la Estrella que vigilia día y noche los pasos de los autoconvocados. Mi Corazón Poderoso siempre será el alivio para los pecadores. La Gracia de Mi Espíritu será el agua de la Fuente que lavará vuestras manchas.

Les pido, Mis queridos y amados: ¡Ríndanse!, ¡ríndanse!, ¡ríndanse al Amor de Mi Corazón!, no quiero hacerles mal, solo espero que Me acepten como Vuestra Madre; ahora y siempre cumplo con el compromiso eterno de llevarlos al Cielo.

Y a pesar de que la confusión y el caos abracen la vida de muchos, afirmen vuestra fe y no crean en lo que viven; deben creer en la vida del Espíritu Mayor que los acompaña y los protege.

Mis pies pisarán la cabeza de la astuta serpiente y Mi mirada celestial guiará los pasos de los servidores. Un nuevo tiempo brillará en el interior de Mis hijos y el Perdón Supremo será la cura para todos los males.

Cuando llegue el tiempo de Paz, los soldados alzarán las banderas de la Misericordia y en el amor el Todopoderoso escuchará vuestro llamado y rendición.

Estoy entre los más simples y mansos, Mi Santa Luz Universal viene al auxilio de todos.

Confíen en lo que les digo, Yo los amo y los contemplo en sagrada devoción.

¡Gracias Venezuela por abrirme la puerta para la liberación!

¡Paz y Misericordia para todos!

María, Señora de la Luz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Bienaventurados serán llamados, en el Reino de los Cielos, aquellos que en la Tierra hacen florecer las semillas de la vida que recibieron.

Bienaventurados serán proclamados, en el Reino de los Cielos, aquellos que en vida sufrieron las dificultades del mundo y, con alegría, supieron superar los obstáculos para cruzar el umbral de una nueva raza.

Bienaventurados serán conocidos, en el Reino de los Cielos, los que se esforzaron hasta el fin de los días, para superar los códigos materiales e instaurar los códigos divinos en su ser.

Bienaventurados serán los que hoy se autoconvocaron para servir en un ejército de paz e, incansablemente, confiar en la Mujer Vestida de Sol, que los tiene en Sus brazos y bajo Su Manto de Luz.

Bienaventurados serán, en Mi Reino, los que ya son bienaventurados en la Tierra, porque conocieron la Palabra de Vida, la amaron, la expandieron y la pronunciaron para que hiciera eco en todos los corazones del mundo.

Bienaventurados serán los que hoy están delante de Mis ojos, los que reconocen Mi Presencia y la Divina Presencia de Mi Hijo, sin temer los juicios de esta Tierra.

Bienaventurados se tornarán ante Dios Padre los que hoy maduran en el silencio los frutos de la salvación y, con valentía, crecen en la fe y en el amor al Plan de Dios.

Hijos Míos, los imperfectos de hoy, si persisten en el Propósito Divino, serán Mis bienaventurados de mañana. Porque cumplirán, sin percibir, con el Plan de Dios y, aunque muchas veces sea en el secreto del propio mundo interior, harán florecer una nueva raza a imagen y semejanza de Dios, de Su Divino Amor y de Su Unidad.

Todos los esfuerzos de hoy culminarán con la gloriosa victoria del mañana. Por eso, no miren hacia el pasado ni detengan la atención en lo que son hoy, sino coloquen toda la fe y la confianza en las promesas de Aquel que es perfecto y que prometió que, en los que se entregan de corazón, operará milagros de transformación y de conversión eterna.

Permítanse ver a través de Mis ojos y sentir a través de Mi Corazón; así, encontrarán la perfección que duerme en el interior de cada ser y podrán ver Conmigo el nacimiento de nuevos soles que brillarán más allá de esta Tierra.

Mis pequeños, vengo al mundo para hacerlos despertar y para darles a todos la oportunidad de convertir y redimir el pasado, transformándolo en un presente de Gloria de servicio al Altísimo. Por eso, solo abran sus corazones y sus consciencias y, así, los Mensajeros que descienden de los Cielos, a pedido del Gran Señor, obrarán en todos los espacios de la materia y de la vida sobre la Tierra. 

Pueden no confiar en lo que conocen de sí mismos y serles costoso creer en la transformación de una materia tan corrupta, pero su confianza no debe estar en sí mismos, sino en Dios y en Aquellos que están delante de ustedes y que descienden del Trono del Creador con un Propósito enviado por Él para Sus criaturas.

Dios los conoce con perfección a cada uno de ustedes y sabe del potencial oculto que deben desarrollar. Por eso, solo digan sí diariamente y, como buenos niños, déjense conducir por su amada Madre Celestial.

Que el Niño Rey, nacido en sus esencias, ahora crezca sin detenerse y madure la vida divina que nace sobre la Tierra. 

Yo los amo y los conduzco, haciendo crecer en sus corazones el Poder del Espíritu de Dios. 

¡Les agradezco!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Mensaje extraordinario
MENSAJE ESPECIAL PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN, DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, MADRE DE BELÉN, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Mi voz maternal es inconfundible entre los universos. Por eso, Yo siempre vengo del Cielo para anunciarles el estado eterno de Mi Paz.

Con alegría y bendiciones, hoy quiero que suenen las campanas y los cuencos durante tres minutos de su tiempo y antes del comienzo de la vigilia de oración, porque este gesto de celebración anunciará la venida del Cristo interior a sus  pequeños corazones.

Hoy Mi Inmaculado Corazón regresa a Su segunda casa de oración en el mundo, pues la primera casa de oración en el mundo es el Reino de Medjugorje.

En verdad, Mis amados, en Mi Corazón no existen diferencias, solo existe una gran misión por cumplir, misión que Yo amorosamente comparto con algunos de los autoconvocados al servicio planetario, porque por esta sagrada respuesta el mundo aún se está pudiendo sostener.

Queridos hijos, hoy llego a su encuentro como la Señora de Belén, quiero que todos Mis queridos hijos, durante esta noche, regresen internamente de corazón y de alma al gran momento del nacimiento de Cristo.

Si ustedes consiguieran vivir este misterio como verdadero e importante, sus almas abrirán las puertas del corazón para que los códigos crísticos se cultiven preciosamente en sus corazones.

Dios quiere rescatar el día del Nacimiento de Su Hijo predilecto en el corazón espiritual de la humanidad, pues el enemigo no ha podido destruir el amor verdadero que ella creó a través de las buenas acciones, porque algunos atributos, que una parte de la humanidad expresa hoy sobre la Tierra, permitieron salvaguardar al mundo de su autodestrucción.

Hijos queridos, deseo que Mi mensaje llegue al corazón de todos los que escuchan. Mi Hijo espera que hoy lo puedan vivir como algo sagrado y devoto.

Cada vez que en el mundo se celebra fraternalmente una fecha sobre algún hecho de la Sagrada Familia, oportunidades de Gracias especiales se abren en el Cielo para ser derramadas sobre el mundo como un manantial.

Que esta noche sea de Paz para todos y que ofrezcan a Dios esta inusitada paz de fin de tiempo por los que no viven en paz y por los que viven grandes sufrimientos en sus vidas.

Les agradezco el gesto de amor y de reverencia ante el Pesebre de Belén.

Agradezco la buena respuesta interior de los peregrinos para poder concretar la misión del ómnibus peregrino de Divina Madre, porque detrás de todo pedido celestial, se encuentra la santa Voluntad del Padre.

Alégrense y canten amorosamente a Cristo, porque Él hoy los escuchará en todo el mundo. Revirtamos así el mal sobre la Tierra a través del amor del corazón.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice en este día especial,

Vuestra Santa Madre María, Reina de la Estrella de Belén

 

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Y la Señora Vestida de Sol ofrecerá la corona de estrellas para que surja desde las entrañas de la Tierra un camino por el que transiten los nuevos rebaños redimidos. Cada una de las estrellas será el signo visible de un nuevo ciclo y cada alma, según su elección, entrará por un sendero que la podrá llevar hasta el Reino del Señor.

En la puerta mayor del Cielo esperará el amado Señor a sus amadas almas para que juntos, victoriosos, consagren el espíritu al Eterno Amor de Dios. La Señora Vestida de Sol manifestará Su signo universal, y esa será la señal que anunciará la próxima venida del Rey del Universo.

Dichosos los que esperarán en alegría la venida del Rey de los Patriarcas, porque ellos serán partícipes de la Buena Nueva para el mundo.

Dichosos los que han dado el sí para transfigurar en Cristo sus vidas, porque ellos reconocerán los Rayos que provienen desde el Corazón del Hijo de Dios.

Y la Nueva Barca de la vida y de la oración navegará en alta mar, y muchos la verán surgir gracias a los esfuerzos de los servidores, de los pequeños seres de Cristo. La Nueva Barca no será del pasado, ella nacerá como un nuevo niño desde el vientre de Su Inmaculada Madre.

Muchos no entenderán ese misterio, y pocos sentirán el resplandor y la fuerza de su luz, la que proviene de la Barca de los nuevos rebaños. Estos son los congregados para la misión redentora, los que silenciosamente levantarán en alto la antorcha de la luz para mostrar al mundo el camino de la verdadera conversión.

Nadie quedará sin saber por dónde ir porque la Barca ya está navegando con los impulsos que recibe del predilecto fuego de la oración. Los curiosos querrán saber la esencia de ese gran alimento para el espíritu, pero por desconocerse a sí mismos verán tarde que todo comienza y termina en la oración del corazón.

Los obreros apresuran la obra del gran puente hacia el Gran Espíritu de Dios; el tiempo corre y las almas lentifican sus pasos hacia Dios. El Ave del Espíritu Santo anuncia una nueva llamada y solo la seguirán en vuelo los oídos atentos a la voz del corazón.

Una Nueva Humanidad despierta al sur del mundo. En el horizonte la Aurora despunta radiante para abrir el ciclo de la purificación. Todo el Universo confluye para que el Propósito Divino alcance su realidad en las consciencias dormidas.

Compasión para los que llorarán por haber despreciado la Instrucción del Cielo. La Voz del Gran Maestro seguirá resonando por un tiempo más, mientras Su Luz ilumina de amor el deslizar de la Nueva Barca.

Lo viejo será derrumbado porque los pilares no se basaron en vivir la Ley del Señor. Es hora de reconocer estos tiempos y de vivir en la Sabiduría del Señor.

Las puertas del Cielo se abren para acoger a todos aquellos que se han separado de Dios.

Penitencia para los soberbios.

Redención para los tímidos.

Misericordia para los que no se cansan de servir al Gran Señor.

La Estrella del Universo anunciará el gran momento para el mundo, mientras la Nueva Barca navega al sur; su pasar derriba con amor las estructuras que ya están vencidas. Nadie podrá oponerse a ella, porque está colmada por la Luz del Gran Rey Universal.

Reconozcan con fe todo lo que reciben en sus manos, porque para el esperado tiempo deberá existir un corazón arrepentido para que él sea curado por Dios.

Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por meditar sobre Mis Señales con el corazón.

Cristo Jesús, Maestro del Amor

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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