Dame tu cansancio y tus aflicciones más profundas.
Dame lo que angustia a tu espíritu y lo que quita la esperanza de tu corazón.
Dame a las almas que llevas en oración en tu pecho.
Dame las situaciones más ocultas que aún no pudiste liberar.
Dame los pecados más arraigados, en los que tu corazón aún insiste en caer.
Dame lo que eres y lo que traes contigo.
Dame tu ser y tus aspiraciones, tus ideas e intenciones, lo que llamas sueños y metas de vida.
Dame todo y Yo te daré todo.
Yo te ofrezco la fortaleza de la Cruz, alcanzada por Mi Corazón, esa fortaleza que sustentó la agonía, la soledad, la mentira, el abandono, la traición; esa fortaleza que superó la condición humana, superó el amor humano y el Amor Divino, trascendió las miserias y los abismos, los dolores materiales y espirituales, las heridas en el cuerpo y en el alma.
Dame lo que eres y te daré lo que Yo Soy; para que, encontrando morada en tu corazón, Yo pueda multiplicar Mi Presencia en la Creación, pueda multiplicar la vida en la vida y dar sentido a toda la existencia a través de Mi triunfo en ti.
Mis Brazos están abiertos, Mi Corazón se convirtió en una puerta, y para entrar basta que dejes a Mis Pies todo lo que eres y vengas a ser en Mí.
Medita en este misterio de entrega porque, en este fin de los tiempos, la única cosa que te pediré es que estés entregado, así como el Hijo del Hombre estuvo entregado desde la agonía hasta la Cruz.
Ven Conmigo, ven en Mí. Yo haré por ti.
Tu Maestro y Señor,
Cristo Jesús
Regocija tu corazón en Mi Fuente de Paz y bebe de Mi Presencia, hija Mía.
Una vez más, vengo a fortalecer tu corazón y a disipar todos los miedos y engaños, con la Fuente Sublime de Mi Luz Inmaculada.
Aleja de tu corazón toda duda que el enemigo siembra día a día en el interior de las almas que aspiran a servir a Dios.
Concentra tu consciencia en el Propósito que el Creador ya le reveló a tu espíritu: serás la última en ingresar a Mi Reino, hija Mía, porque debes acompañar a las almas hasta el fin de tus días, y Yo estaré contigo en esta misión de amor por la consciencia humana.
Atraviesa con firmeza estos tiempos, con la misma firmeza con la que cruzaste el desierto, que a través de este retiro llegó a su fin. Tu espíritu seguirá siendo forjado en el fuego del compromiso con el Divino, pero ahora es el momento de que el crecimiento espiritual vuelva a encenderse en el servicio a las almas y en la oración.
La alianza que el Padre te ofreció siempre fue mayor que tu pequeño dedo; pero ahora, hija, coloca tus manos en donación y entrega, y el Creador suplirá los espacios que faltan para que este compromiso quepa perfectamente en tus posibilidades.
Cada día te mostraré el camino. Tu Señor está a tu lado. Mi Amado Esposo, con Sus servidores incansables de los mundos sutiles, también te espera. El Consejo Crístico del planeta clama por el despertar de los servidores y, más que eso, por la entrega incondicional.
Yo te bendigo.
Tu Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más