MENSAJE SEMANAL DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO EN EL NÚCLEO-LUZ SAGRADA CASA DE MARÍA, MADRE PAULISTA, SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que vengan a Mí los que aspiran a seguir Mis pasos, pero que están presos en las incertidumbres y confusiones de este tiempo.

Que vengan a Mí en oración, como un amigo se aproxima a su amigo, como la oveja se aproxima a su pastor, como el niño se aproxima a su padre.

Que vengan a Mí así como están, así como son, con su corazón imperfecto, sin embargo con su espíritu dispuesto a corregir lo que ya no le sirve a un discípulo de Mi Espíritu.

Que vengan a Mí, aun en medio de dudas.

Que vengan a Mí, aunque tengan miedo.

Al llegar a Mis Pies, comprenderán que Yo Soy el Señor del Amor y de la Misericordia, Yo Soy Aquel que da la vida por los Suyos, Aquel que concede vida a los que están perdiendo el aliento espiritual. Soy Aquel que transforma y renueva todas las cosas. Por eso, simplemente vengan a Mí.

En omnipresencia, escucho sus oraciones y sus confesiones más profundas. En el silencio, escuchen también Mi respuesta, que no siempre será la que buscan escuchar, porque Mi Corazón no sigue las leyes del mundo y sus dictámenes; Mi Corazón sigue las Leyes del universo, del cosmos infinito, las que provienen de los Rayos Inmateriales y que dirigen la vida, aunque muchas veces los seres no lo comprendan y crean tener control y poder sobre sus vidas.

Encuentren en Mi Corazón la Ley que rige los universos y, dentro de esa Ley, caminen Conmigo.

Para estar dentro de Mi Ley, el primer paso es el amor y el perdón; porque, sin amor y sin perdón, no serán capaces de ingresar en universos superiores y no podrán crear las condiciones para que Leyes Superiores ingresen en sus vidas.

Cuando experimentan amor y perdón, disolviendo rencores y manchas de su interior, es entonces que abren camino para que lo inusitado y lo desconocido actúe, restaure lo que estaba quebrado, una lo que estaba separado y cree unidad no solo entre los seres, sino dentro de la consciencia, uniendo el propio ser con la Vida Superior y con la Vida Divina.

Por eso, que dentro de ustedes no haya obstáculos al amor y al perdón, sino que tengan un espíritu siempre dispuesto a vencerse a sí mismos, para defender lo que es verdadero y que los une al Creador y a Su Ley.

Si así caminan y así buscan vivir, aunque sea de forma imperfecta, siempre darán testimonio de Mi Presencia, porque esta es la forma de demostrar que son Mis compañeros.

Por sus frutos de amor y su capacidad de perdón serán conocidos no solo como discípulos, sino como prolongaciones del Cristo.

Yo los bendigo y los guío por este camino.

Su Maestro y Señor,

Cristo Jesús