MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que tu corazón sienta el dolor del mundo y se conmueva, encontrando en cada instante de la vida la forma de reparar el sufrimiento de la humanidad.

Desde las cosas más simples hasta las mayores renuncias, ofrece a Dios tus acciones, sentimientos y pensamientos, para que Él te transforme en un instrumento de reparación de la consciencia humana.

Que nazca de tu interior un amor mayor, cada día, que se exprese en la fraternidad y en la unidad con el prójimo, que se exprese en el servicio y en la cooperación entre hermanos, que se exprese en la superación de los límites y en el vencimiento de las barreras.

Que en todo, tu corazón reconozca la oportunidad de curar al mundo, sea con la oración o con la vida, con el verbo o el silencio, con la quietud o el servicio, sabiendo encontrar la necesidad, sabiendo abrazar las oportunidades y encontrando a Dios vivo en cada instante.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que tus oraciones más sinceras no sean por ti, sino por el mundo.

Que el clamor que surge de tus entrañas no sea por ti, sino por las almas que padecen, por los que viven en guerras, por los que mueren en sufrimiento e injusticia, por los niños ultrajados, por los Reinos mutilados, por los enfermos solitarios, por los ancianos abandonados, por los que viven sin amor. 

Que tus oraciones más sinceras no sean por ti, sino por el mundo, por la consciencia profunda del planeta en constante sufrimiento, por los que viven abusos y violencias, por los que no conocen la paz, por los perdidos en su propia ignorancia, por los que están ciegos en su propia ilusión, por los que callan sus almas para que hablen más alto los placeres del mundo, por los que se pierden en vicios y no encuentran la salida, por los que viven sin propósito y sin sentido, por los que se quitan la propia vida. 

Que tu oración más sincera no sea por ti, sino por el mundo, para que se cure y se restaure, para que retorne a Dios.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La Resurrección de Cristo, hijos, significa el inicio de un nuevo tiempo, en el que la humanidad podrá comprender para qué vino al mundo y cuál es el camino que debe seguir para tornar plena la propia existencia.

La Resurrección los eleva más allá de los mayores miedos humanos, que son el sufrimiento y la muerte, y los coloca en la verdad del Tiempo Eterno de Dios, para que sepan que aquel que da todo de sí a Dios, recibe de Él todo lo que Él es, participa de Su Gloria en unidad con Su Reino.

Resurrección es júbilo infinito, divino y universal, porque es la revelación, no solo de la Faz de Dios, sino también es la revelación de la faz de los hombres como hijos de Dios y criaturas semejantes a su Creador.

El camino hacia la Gloria de Dios es la entrega absoluta, el amor incondicional, extremo y total, que nace de las entrañas más profundas de la rendición humana.

Ustedes ya saben todas estas cosas, pero deben recordarlas porque la propia condición del planeta los colocará ante situaciones que los llevarán a vivir esto, a escoger la cruz, la entrega, la vida eterna en Cristo.

Año tras año, ustedes son llevados a recordar la Vida, la Muerte y la Resurrección de Cristo para que, cuando llegue el tiempo de la Pascua de este mundo, puedan imitar Sus pasos.

Por eso, amen cada día más a su Señor, a Su vida, a Su ejemplo, a Su entrega, a Su Consciencia eterna, a Su Camino, a Su Verdad, porque ese mismo Amor los llevará a imitarlo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando estábamos orando para recibir a San José, un poco antes de Su llegada, Él comenzó a mostrarnos lugares muy pobres del planeta y personas en situaciones muy precarias, de mucha pobreza, de mucho sufrimiento, de mucho dolor.

Cuando llegó hasta aquí, Él continuó mostrándonos esos espacios y, al mismo tiempo que estaba con nosotros en la sala de oración, Él estaba con cada una de esas personas que eran de todo tipo: mujeres, niños, hombres, ancianos. Él iba hablando con cada una de ellas, iba peregrinando por esos lugares. Ellas no lo veían, pero Él iba hablando internamente con ellas, y Él entregó este mensaje para aquellas almas que más sufren.

 

A las almas que sufren

Calma tu corazón, alma pequeña, en lo profundo del Corazón de Dios.

Busca en tu Salvador aliento y esperanza, Gracia y paz.

Calma tu corazón en la fortaleza que se forja en tus dolores más profundos. Encuentra alivio y paz en la Cruz de tu Señor. Que tu sufrimiento equilibre muchos males de este mundo.

Busca tu seguridad en el Corazón de Dios. Busca tu paz en Su Presencia.

Perdona las raíces más profundas de los males humanos, que generan el dolor y el desequilibrio en este mundo.

Haz de tu sufrimiento una bienaventuranza, porque estás aprendiendo a encontrar la recompensa verdadera en Dios y no en el mundo.

Siente que el Corazón del Señor se angustia con el tuyo, que no estás solo en tu dolor.

Que el Amor del Creador calme tu desesperación, tu tristeza y tu desesperanza. Sabe que tienes un lugar perfecto en el Corazón del Padre y que tu sufrimiento abre las puertas del Cielo para los que no merecerían entrar.

Ya llegará el tiempo en el que la paz reinará en el mundo y no habrá distancia o diferencia entre este mundo y el Corazón de Dios, Su Reino Celestial.

Mientras ese tiempo no llega, comprende que los dolores de la Tierra emergerán, haciendo que este mundo se estremezca, pero este es el prenuncio de una realidad superior que se aproxima a la Tierra.

Sé que tu dolor es profundo y tu sufrimiento verdadero, así como lo fue el sufrimiento y el padecimiento de tu Señor en la Cruz. Ofrece tu vida entera a Dios, abre tus brazos en la cruz que está sobre ti y permite que un amor nuevo surja de toda esa experiencia que vives hoy.

Perdona los desequilibrios, perdona a los que tienen todo y se pierden en su egoísmo, a los que no saben mirar hacia al prójimo y alimentan las raíces profundas de la indiferencia que penetran en la Tierra.

Que tu perdón sea la puerta hacia la Misericordia. Que tu vida sea fuente de amor, y así tu sufrimiento será convertido en Gracia que transformará a la Tierra.

Sé que Mis palabras parecen tan distantes de la realidad de tu corazón, pero escúchalas con amor, así como tu Señor escuchaba a Su Padre en cada nuevo paso del Calvario y, desde la primer Llaga hasta la Cruz, de Sus heridas brotó Amor.

Que de tus heridas internas y humanas broten la fe y el amor que renovará la Creación de Dios.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contemplo con amor el Corazón de Dios y, delante de Él, ruego por el mundo.

Ruego por cada una de Sus criaturas, para que no solo encuentre la paz, sino, sobre todo, para que despierte de la ilusión y de la inmadurez de estos tiempos.

Ruego para que sepan quiénes son, dónde están y lo que son llamados a vivir en este y en todos los ciclos.

Ruego para que el sufrimiento de tantas almas conmueva el espíritu de otras, para que, en el amor y en la oración, aquellos que conocen a Dios clamen por la paz y la vivan, equilibrando así los males de este mundo.

Ruego por la pronta manifestación del Reino de Dios en la Tierra, por el cumplimiento de las escrituras y, sobre todo, por el cumplimiento del nuevo y eterno Evangelio universal, el que ustedes no conocen, a pesar de que la historia de sus almas está escrita en él.

Ruego por el triunfo del Corazón de Dios en cada ser. Pido a Mi Señor que Su Luz ilumine los ojos de los hombres y les muestre la verdad, el camino y la vida eterna, el camino de retorno Su Corazón.

Ruego a Mi Señor y Dios, Creador de la vida, que tenga compasión por las almas perdidas, y que ellas se puedan encontrar.

Mi Corazón, pequeño y simple, se abre para compartir el dolor que siente Dios por la indiferencia y la ignorancia de los hombres ante tantas dádivas entregadas a la humanidad a lo largo de los siglos y desde su origen.

Siento, en lo más profundo de Mi ser, el Amor de Dios por la vida y, movido por este Amor, ruego al Padre por todos los seres, de todos los Reinos; y clamo constantemente por Su Misericordia y piedad, por Su compasión y amor, por Su paz y por Su Presencia viva en cada ser.

Hoy ruego, hijos, para que este mismo sentimiento de amor viva en ustedes y, así, puedan unirse a Mí, en este clamor perpetuo por la Creación, porque el mundo, el Universo y todos los seres lo necesitan.

Que el Amor de Dios los inunde y que Su Verbo se manifieste en sus corazones, en sus pensamientos y por fin, en sus bocas, como un perpetuo clamor de retorno al Corazón del Padre.

Tienen Mi bendición para eso.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Sé, hijo, que no es fácil olvidarse de sí mismo para cumplir el Plan de Dios, servir y trascender la propia condición humana; pero esa es la esencia del amor.

 Aún el mismo Dios renunció a Sí mismo al multiplicarse y crear la vida, renunció a Sí mismo para nacer como Hombre, entre los hombres, renunció a Su vida y al amor que vivió por ella y por Sus criaturas al morir en la Cruz.

La esencia de la vida no es vencer el sufrimiento, es vivir el amor. Esto es lo que debes comprender ahora. No es sufriendo que cumples la Voluntad de Dios para ti, es amando.

La verdadera llave del triunfo de Dios, en Cristo, no fue el sufrimiento que Él vivió en el mundo, fue el creciente Amor vivido desde el pesebre hasta la Cruz. Es este Amor sin límites lo que debes buscar.

Es solo ese Amor, revelado en ti, el que podrá suplir a tu interior y conducir a tu ser a lo que es verdadero. Pero ese mismo Amor, que es el sentido de la existencia de todos los hijos de Dios, está oculto bajo tus aspectos y tus registros, experiencias guardadas en tus células y en tu consciencia, acumuladas a lo largo de toda la evolución humana.

Romper estas paredes de la condición humana fue lo que Cristo hizo en la Cruz y no solo en el Calvario, sino en cada instante de Su vida. Esta era Su misión: buscar la revelación de ese Amor y vivirlo, trascendiendo para eso toda condición humana, no solo de Sus cuerpos materiales, sino de todos los seres de la Tierra.

Cuando Yo te digo que contemples la Cruz, es porque allí se encuentra Aquel que te reveló el Amor de Dios. Allí, Él venció tu condición humana y te abrió las puertas a Dios.

Contempla y ama a la Pasión de Cristo. Encuentra en Sus Llagas el camino abierto para llegar a Su Corazón y descubre allí un Amor perfecto. Deja que las llagas espirituales que se abren en ti en estos tiempos, también te revelen ese Amor mayor, ese Amor que va a renovar y a superar el Amor de Dios.

No concentres tu atención en aceptar dolores y sufrimientos, sino en ir más allá y buscar incansablemente el Amor. Este es tu camino, tu redención, tu salvación, tu plenitud, tu retorno al Origen Divino.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu Padre y Amigo,

Sao José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ZAGREB, CROACIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

No hay sufrimiento que la oración constante no pueda reparar. No hay herida que la oración sincera no pueda curar. No hay corazón endurecido que la oración verdadera no pueda despertar. No hay espíritu distante de Dios que la oración hecha con el corazón no lo haga aproximarse, nuevamente, a su Padre Creador. 

Por eso, les repetimos que oren.

Para curar este mundo, oren.

Para restaurar la espiritualidad humana, oren.

Para reabrir las puertas que los unen a Dios, oren.

Para que reciban la Gracia del perdón y de la redención, oren.

Para rescatar el propósito de su existencia, oren.

Para rescatar el sentido de la vida sobre la Tierra, oren.

Para que sus almas, este planeta y todo el universo reencuentren la paz, oren, hijos, oren con el corazón.

Su Padre y Amigo, 

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ofrece a Dios todo padecimiento, dolor y sufrimiento, para que todo en tu vida sirva de reparación para toda la humanidad.

Transforma los obstáculos en un salto para la evolución y agradece al Padre todas las oportunidades que recibes de reparar Su Corazón.

Tú, hijo, eres llamado a ser un instrumento en las Manos de Dios, y por la perpetua gratitud de tu corazón puedes tornar eso una realidad.  

La gratitud es la llave para que el Padre tome tu vida en Sus Manos.

Busca, cada día, amar más a Dios, Su Voluntad y Su Camino, y no te digo que no padecerás cosa alguna, pero si que todo lo que padecerás será para el Padre como méritos para que Su Amor y Su Gracia desciendan sobre este mundo, sobre todo para aquellos que son ingratos e indiferentes ante Dios.

La sincera gratitud es la llave para la unidad con el Padre, es la puerta para lo que en este mundo llaman santidad.

Tu Padre y Amigo, 

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Después de tantos impulsos recibidos y de todo lo que tuvieron que sustentar para que este mundo conozca un poco de paz, y aunque sean pocas, que las almas estén despiertas en este tiempo. Ahora, hijos, deben recogerse en el interior del propio corazón y pacificarse.

El mundo no dejó de sufrir; la humanidad aún tiene mucho que caminar, curar y liberar. Por eso, dejen que sus cuerpos se recuperen, que su consciencia asimile los impulsos recibidos y mediten en los próximos pasos a ser dados.

Después de vivir con Cristo los pasos de Su Pasión, ahora deben revivir el momento en el que los apóstoles se vieron delante de la Ascensión de Jesús a los Cielos y de la soledad y el silencio que experimentaron, para sintetizar en el propio interior todo lo que vivieron con Cristo.

Los impulsos que ustedes recibieron en los últimos días se asemejan a los impulsos recibidos por los apóstoles en los últimos tres años de vida de Jesús. Muchas fueron las Gracias, las bendiciones, los Rayos y las Leyes que actuaron en sus vidas en poco tiempo. Por eso, ahora es el momento del silencio, de la soledad y de la quietud. Momento de mirar hacia el Cielo y emitir al Padre su respuesta, haciendo que Dios escuche su "sí" y, así, sigan caminando con la fe que se renueva a cada paso, en el eco de las Gracias que recibieron.

Que los frutos sean fecundos en sus corazones, porque todas las puertas les fueron abiertas. Ahora basta cruzarlas.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Vengo con el Sol, con el Niño Jesús en Mis brazos, para bendecir al mundo y pedirles que oren.

Oren por las almas que agonizan por no comprender las pruebas de estos tiempos, y oren por aquellos que se comprometieron con el rescate planetario y no cumplieron con su misión.

Oren por los que están enfermos de espíritu, sometiendo a otros al sufrimiento, y oren por los que sufren por vivir las injusticias impuestas por los hombres en este tiempo.

Oren por los Reinos de la Naturaleza, cada día más ultrajados y olvidados, como si no fueran parte de la Consciencia Divina. Los hombres que los maltratan no saben que es al propio Dios al que ofenden y matan todos los días.

Oren por la consciencia del planeta que, a pesar de sustentar la Tierra, vive la constante indiferencia de los hombres que, ciegos por su ignorancia, no conocen su espíritu y ni siquiera agradecen por la vida que les es conocida.

Oren, hijos, porque el mundo necesita de reparación, las almas necesitan de salvación y llegó el momento de que la Tierra ingrese en otras leyes, en otro tiempo, en otro ciclo de su evolución en el que ya no cabrán el sufrimiento y la ignorancia que conducen a los hombres al desamor. 

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo   

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando un alma busca auxilio, ora de corazón para que las consecuencias de sus actos, que la conducirán al sufrimiento, se transformen en una experiencia que la haga crecer y abrirse más al amor.

Cuando un alma busca auxilio, escucha su llamado y conduce ese pedido a los Pies de Dios. Habrá cosas que te serán incontrolables, las que no podrás modificar o ayudar, porque la vida humana tiene sus límites. Pero hay algo que no tiene límites, que te une al Infinito, al Origen de donde partió y hacia donde debes retornar. Eso, hijo, es la oración.

Ora y deja que tu alma pueda interceder ante Dios por los que más necesitan.

Ora y clama al Padre por Su Misericordia, no para que las cosas sucedan de acuerdo a tu voluntad, sino para que la Misericordia Divina sea la Ley que conduzca los aprendizajes y las experiencias que viven en este mundo como seres humanos.

Cuando alguna situación escape de tus posibilidades de actuar, de servir, de donarte, recurre a algo más profundo y a veces imperceptible, pero que es capaz de transformar todas las cosas: ora a tu Padre y clama a Dios, porque Él es el Creador de todas las cosas y a todas ellas puede transformar. 

Más importante que cualquier cosa en este tiempo es estar con el corazón unido a Dios. Y si, además de eso, pudieran servir y orar, estarán prestando el mayor servicio de la vida sobre la Tierra.

Ama a cada ser y, con amor, ora por tus hermanos. Dios, que es perfecto, escuchará siempre tus súplicas.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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