Miércoles, 4 de enero de 2012

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Yo también estoy con ustedes en la adoración al Sagrado Corazón de Mi Hijo. Les aseguro, queridos hijos, que en Él encontrarán la fortaleza que sus corazones están necesitando en estos momentos.

Pequeños, es importante para sus vidas la contemplación al Corazón Divino de Cristo; cada unión de ustedes con Su Espíritu abre una puerta para la reconciliación de todas las causas que por error se hayan cometido.

Nunca se olviden, queridos hijos, de esa perfecta unión con Cristo, para que en las horas de prueba ustedes puedan tener voluntad para continuar en el camino que los llevará hacia Él.

Hoy los llamo para que sus corazones coloquen su atención sobre este ministerio. La adoración a Mi Hijo Glorificado los ayudará a comprender mejor las situaciones de la vida, lo que les permitirá, Mis pequeños, que ustedes puedan entregar todo a Su Santísimo Corazón.

La adoración es un acto de constante restauración de la vida, de la mente y del espíritu para todos los corazones.

En la contemplación se inicia en ustedes un camino de comunión con Cristo para que después se puedan fundir con Él en la adoración.

Sepan, queridos Míos, que este ejercicio es importante para todos los corazones. Debo decirles que la meta de sus corazones será no tornar este sagrado ejercicio como un episodio más en la vida. Cada encuentro de adoración al Sagrado Corazón de Mi Hijo debe ser un acto de reparación para sus corazones y para sus pequeñas almas. Eso ayudará a que el mundo, que adora muchas otras formas, se pueda convertir poco a poco desde el corazón y desde el alma.

Cada uno de sus corazones deberá amar la adoración realizada frente al Corazón de Mi Hijo. Deberán establecer la alianza con Su Sagrado Corazón, lo que dará inicio a la esperanza y a la buena voluntad.

Por eso, Mis pequeños, Yo los invito a entrar en el océano de la adoración. Allí permanecerán recorriendo un nuevo camino hacia Él. De esa forma se unirán a Su amado Corazón y ayudarán a aliviar a todos los corazones que no lo contemplan.

La primera parte de la salvación se dará a través de la adoración al Corazón de Cristo; adoración que nos preparará para lo que llegará después.

¡Gracias por responder a Mi llamado!

Oremos por los que no adoran a Dios.

Oremos por los que no aman a Dios.

Oremos por los que no se entregan a la Luz.

En reverencia al Corazón de Cristo,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad