Viernes, 27 de enero de 2023

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

¿Dónde el corazón humano se perdió?

¿Dónde hubo el desencuentro entre la criatura y el Creador?

¿Cuál es la puerta que hay que cruzar y el camino que hay que recorrer para reencontrar a Dios?
 
¿Qué batalla debe ser vencida para que la victoria anuncie el triunfo del Creador sobre todas las ilusiones de la vida?

La primera batalla espiritual del final de los tiempos comenzó a trabarse entre el amor y la indiferencia.

Ahora, hijos, una batalla aún más sutil e invisible se traba en los niveles espirituales del planeta y en lo profundo de la consciencia humana: la batalla entre la plenitud espiritual y el placer mundano.

Esta es una gran batalla que ya no debe estar velada en sus consciencias, sino que debe salir a la luz, para que la potencia de la Luz, su transparencia y su verdad hagan perecer las fuerzas oscuras que estimulan los corazones, las mentes, las emociones y hasta aun las almas de los seres humanos.

El adversario estimula en los seres la vergüenza y la mentira, que son los grandes alimentos de las fuerzas detrás de cada vicio humano; y esos vicios son las grandes corrientes que hacen que los seres busquen constantemente el placer mundano y se alejen gradualmente de la plenitud espiritual y de la verdad que deben expresar en estos tiempos.

El placer mundano se manifiesta en diferentes expresiones de satisfacción mental, emocional, física y hasta aun en el campo de la imaginación, cerrándole el camino a la intuición interna y dejando hasta aun los núcleos más sutiles de la consciencia viciados por alimentar ilusiones mundanas.

El placer puede ser un pensamiento, un estímulo tecnológico, el vicio de la manipulación, de la mentira, de la conquista. No solo está encerrado en los procesos carnales, en los vicios, en las drogas o en las sustancias materiales, sino, sobre todo, hijos, en sustancias mentales e internas que aprisionan silenciosamente a las consciencias en espacios donde nadie las ve; y aquí está el gran peligro de esta batalla, porque se traba en lo invisible y allí debe ser vencida.

Para que los seres no busquen ayuda, el enemigo alimenta la vergüenza, la mentira y la mediocridad, llevando a los seres a pensar que traer sus dificultades a la luz no les traerá ningún beneficio, sino solo los humillará y expondrá sus debilidades más ocultas.

Por eso, hijos, hoy vengo a hablarles sobre esto para que, a través de la simple llave de la plenitud espiritual, puedan vencer de a poco esta sutil batalla con los placeres mundanos.

La vivencia de los Sacramentos, la oración, la Comunión, la Confesión y la Adoración Eucarística son grandes llaves que hacen despertar al corazón humano.

Las alabanzas cantadas en honra a Dios, el contacto con los Reinos de la Naturaleza y con su Linaje Espiritual también son llaves que los retirarán de la ilusión humana y les traerán fuerzas para vencer esta batalla.

Ser sinceros y verdaderos, vencer los estímulos de la mentira y de la disimulación, harán que el poder del adversario sobre sus almas sea vencido y extirpado. Donde haya mentira, sean verdaderos.

Donde el enemigo los estimule a la omisión y a la oscuridad, abran las cortinas de la consciencia y dejen entrar la Luz.

Donde el adversario estimule sus mentes a buscar el mundo, busquen adorar, alabar, encontrar el Universo Espiritual.

Y, sobre todo, hijos, sean conscientes de que este no es un proceso personal, sino una batalla espiritual que está siendo trabada en toda la consciencia humana.

Que Mis Palabras sean como una espada que corta los velos de la ilusión humana y los conduce a la Luz. Caminen, entonces, hacia ella y no permanezcan en la oscuridad, detrás de una cortina que ya no debe cubrir la consciencia humana.

Hagan las elecciones correctas y, en cada pequeño paso suyo, el Espíritu Santo estará en el siguiente, conduciendo su caminar.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo