Sábado, 19 de enero de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A MADRE SHIMANI

En Mi Piadosa Bondad hoy los recibo. En Mi Piadosa Bondad hoy los guardo. Junto al Espíritu Santo hoy los recibo. Tomen Mi Amor Maternal, hoy es para vosotros, que en unidad y reverencia comenzáis a servir a Dios en este nuevo ciclo.

Mis amados hijos:

Hoy quiero presentar a ustedes al Espíritu de Dios, aquel que colmó a los seres de María y de los apóstoles y que hoy llega hasta ustedes, como a otros miembros de esta humanidad, para cumplir lo que está escrito por la mano de Dios en el gran libro del Cielo.

Hoy los llamo a la profunda reflexión del corazón, aquella que busca en lo profundo de la consciencia la sabiduría infinita, aquella que el Espíritu Santo deposita en las almas de los siervos del Padre.

Queridos Míos, aceptad dentro vuestro esta Gloria, que el Sumo Padre Creador os quiere entregar.  Abrid vuestros seres a este Espíritu Divino y Él los colmará de Gracia Divina.  Así comenzaréis este nuevo ciclo en la humanidad, el que prepara el advenimiento del Cristo Redentor, el que anuncia el cambio definitivo en la consciencia planetaria.

Queridos hijos: una vez más nuestro Creador ofrece a esta humanidad la posibilidad de vivir junto a Su Predilecto Hijo, aquel que vivió y entregó Su Vida por todos ustedes. Junto a Su Venida, el Espíritu Santo guiará la consciencia de aquellos que se oferten a entregar sus vidas al servicio del Único Dios Todopoderoso.

En este día, hijos Míos, Mi presencia entre vosotros marca el comienzo de esta etapa, en la que seré guardiana de todos los hijos de Mi Padre que ingresen en Su Amor y sirvan a Su definitivo Plan sobre la Tierra.

El Amor y la Sabiduría del Espíritu de Dios los contempla y espera a aquellos que no temen quedar vacíos de sí, a aquellos que no temen al dolor, al frío, al hambre y a la sed, porque saben que serán aliviados y saciados por el perfecto Amor del Redentor.

Queridos Míos: alabad, alabad siempre a Dios Supremo, sed como los ángeles del cielo que sirven en permanente alabanza y en ella, conocen la Gloria de los Cielos.  Ella para vosotros también es.

Vengo a decirles que deberán abrir sin miedo vuestras puertas, porque Yo seré siempre la guardiana.  Confíen, confíen en el amor que les traigo.

Los amo eternamente,

María, Reina de la Paz