Miércoles, 23 de enero de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Hijos Míos:

Hoy, más que nunca, espero que encuentren Mi Corazón, para que comprendan el momento en que viven.

No busquen en los eventos del mundo las señales para el retorno de Mi Hijo, pues no será en los fenómenos que encontrarán la Fe. Si confían en Mi Corazón, sabrán que en la simplicidad de Mi Verbo, día a día, vengo a mostrarles el verdadero camino.

El Señor Me envió para guiarlos, porque a través de Mi Amor podrán llegar a Cristo. Mi Verbo es simple y es poco lo que les indico, para que puedan cumplir con Mis pedidos. Lo único que les pido hoy es que huyan de las distracciones y entren en el corazón, pues el camino para el corazón se volverá cada vez más difícil. Busquen el Amor que existe en lo profundo de vuestros seres y amen, aunque consideren que no saben hacerlo.

Amar, hijos Míos, es servir a Dios en todas las cosas. Si vuestros pequeños seres se permitiesen vivir la simplicidad descubrirían cuán accesible está el Amor.

Comprendan, Mis queridos, que para recibir a Mi Hijo, antes es necesario que puedan vivirlo en vuestros corazones. Porque será el propio Amor Crístico dentro de algunos de ustedes el que construirá este camino de retorno al Redentor. Cuanto más demoren en abrir los corazones, más demorará el Señor en venir en Cuerpo, Alma y Divinidad.

Ya no les pido que estudien Mis mensajes, mas sí que los vivan.

Aunque sea una sola palabra de Mi Verbo, manifiéstenla.

Sean simples, ayunen y oren con el corazón.

Sean fuertes, humildes y sirvan con Amor.

Lleven Mi Paz al mundo, por medio de actos silenciosos.

Pidan a Dios por las almas, por los reinos, por las naciones, por el mundo.

Traigan la Misericordia a la Tierra.

Confíen en Mi Corazón.

Vivan solo un atributo de Mi consciencia y este atributo construirá en vuestros seres la fortaleza necesaria.

No les pido perfección, les pido coraje.

He ahí el camino construido delante de vuestros ojos, es sólo seguirlo.

He ahí a Mi Hijo, que llegó en Espíritu, escúchenlo. Reciban Su guía y vivan Su Misericordia. Tómense fuerte de las manos de Cristo y manténgase allí, para que puedan encontrarlo cara a cara y recibir directamente de Sus ojos el Perdón y la Redención, que los llevarán de vuelta a los brazos del Creador.

Aunque me duela el Corazón al ver que el mundo no Me escucha, Yo los amo a todos.

Y les agradezco.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad y Señora de vuestras vidas