Martes, 21 de mayo de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA, REINA DEL AMOR AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Yo sé que en este mundo existen verdaderas almas que aman Mi Corazón Inmaculado, pero también existen almas que apartan Mi presencia de sus vidas y de sus corazones.

Por eso, Yo erguiré una a una a las esencias que han caído y elevaré hacia lo Alto el escudo de la redención. Se verá en el horizonte la Estrella de la Paz y todos los seres vivirán en esta Paz por los siglos que vendrán.

Nadie quedará en este mundo sin conocer Mi Inmaculada Faz y así verteré Mis Gracias en los corazones que claman por una intercesión espiritual. Con Mis rebaños, con los rebaños de Mi Hijo, velaré en oración por aquellas consciencias que aún no me han escogido.

Yo les haré sentir la grandeza de Mi Amor Maternal y así derribaré la ilusión de los corazones que se han endurecido, porque entre Mis brazos recogeré a aquellos que tanto han sufrido injustamente. A todos ellos los elevaré hacia la presencia del Padre Celestial y Él, en Su Gloria y Amor, será quien los librará del mal del pasado.

Ya no vivirá más el mal entre los corazones de Mis hijos, porque Mi espada de Amor y de Justicia Divina cortará los lazos que han atado el corazón de los hombres al pecado; así Mi Luz será vista de Oriente a Occidente antes de la gran Luz de Sabiduría y Misericordia que traerá el Amor de Cristo.

La Estrella de la Mañana alumbrará los nuevos caminos de los que se han retrasado para encontrarme en la oración, y la devoción de los silenciosos será la gran llave que abrirá el Portal Celestial para los que han permanecido en el dolor y en la soledad.

Nunca más será ultrajada un alma, porque la Gracia penetrará en los corazones para que la acojan con amor. Los soldados de la oración sostendrán los nuevos tiempos, los que rápidamente pasan por la vida de todos los seres.

El Nuevo Rey Sol brillará en el corazón de todos los que hayan creído en Su Poderosa Palabra de redención y de conversión. El Maestro Jesús volverá en Gloria para reunir en Su Mesa a todos los que no han comulgado con Su Espíritu Sacerdotal y, así, la alianza con el Amor Eterno se expresará en todos aquellos que por error o dolor, no han conocido el Amor del Hijo de Dios.

La Paz para el próximo tiempo será tan profunda que la oración será el nuevo verbo manifestado para las consciencias. Nadie temerá ver al Maestro Jesús porque, a través de Sus Prodigios y de Su Palabra, todos lo reconocerán.

Mi Amor Maternal abrirá las puertas para aquellos que, por sus acciones, les fueron cerradas. El camino de la Nueva Humanidad finalmente brillará en el firmamento del universo y el original proyecto de Dios se habrá cumplido en el corazón de todas las almas del mundo.

Por aquellos que oran en la fe, el mundo se salvará de la perdición y, al final de todo, la humanidad despertará del sueño en el que hace tiempo vive. Así todos podrán reconocer que el único y verdadero amor que nutre a vida y la consciencia viene de Dios Padre Creador.

Las estrellas de la humilde corona de la Mujer Vestida de Sol se lanzarán hacia la Tierra y los Hijos del Sol verán la señal que indicará el gran momento. El mundo encontrará la paz que ha perdido, fortalecerá su fe en el Plan del Padre y volverá a encender el fuego de la devoción por el Universo de Dios.

Los que por injusticia se han quedado descalzos, serán los que por mérito recibirán la Gracia Mayor y la humanidad armonizará la vida diaria por la presencia de la Misericordia del Redentor.

Unidos al Inmaculado Corazón, las Gracias serán verdaderas en los corazones que, por redención, hayan trabajado por la pureza del corazón; así el Espíritu Santo se derramará y la nueva consciencia formará la Nueva Tierra redimida y perdonada, porque las leyes y los mandamientos reconciliarán a los hombres con Dios.

Que el Amor los alegre siempre, para que la Gracia despierte la devoción en sus corazones.

¡Gracias por responder a Mi llamado por la Paz!

Los bendice en la redención y en la paz,

María, Madre del Amor y Reina de la Paz