Mensajes de la Virgen María

Queridos hijos:

Hoy, Mi Corazón Inmaculado les trae la Presencia del Espíritu Santo para purificar y renovar  sus vidas, pues la Misericordia del Señor es grande.

Hoy, sus pequeños corazones recibieron la visita redentora de Mi Hijo, que recibió la Gracia de posar Sus Pies en la Tierra y alejar definitivamente el mal que asedia a sus corazones.

Mis queridos, Mi Mensaje será breve, pues recibieron una inmensa Gracia en el silencio. Ahora, necesito que sus corazones se permitan impregnar por esta Gracia, para que sus seres se conviertan en fuentes de Misericordia.

Sean Mi Paz hecha carne, hecha vida, demostrando la Gloria del Señor.

Aguardo que Mis pequeños soldados caminen en dirección a Mi Corazón. Que jamás bajen los brazos ante el enemigo; pues, por detrás de toda aparente oscuridad, está la posibilidad de vivir la Misericordia que Mi Corazón les trae.

Es así, queridos hijos, que Mi Corazón está secretamente por detrás de cada prueba. Jamás los abandono, por más que muchas veces solo pueda observarlos con Mis Ojos de Amor.

Mi Corazón Inmaculado desea estar al lado de Mis hijos todo el tiempo, y hoy coloco Mi propio Corazón a los Pies del Señor, haciendo esta oferta a fin de que ningún hijo Mío se pierda.

Busquen sentir, Mis queridos, cómo este Amor que les traigo es infinito, pues esta es la gran llave para estar permanentemente en Mi Corazón.

Este Amor, que hoy deposito en cada uno de ustedes, es el único mensaje que deseo transmitirles y que se esconde por detrás de cada palabra, con la única finalidad de que Me sientan dentro de cada uno de ustedes.

Los amo y les agradezco eternamente.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad