Viernes, 20 de marzo de 2015

El Sagrado Llamado
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE EL SAGRADO LLAMADO

Así como escucho sus voces, escucho sus corazones y a pesar de que muchas almas circulan en el tiempo de las tinieblas, Mi Luz misericordiosa viene a vuestro encuentro para salvarlos, pues en el silencio del Corazón siempre los espero.

En cada nueva oración que Me profesan, siempre que Me busquen en vuestro interior, podrán encontrarme, porque allí reside Mi Amor misericordioso, Mi Amor por toda la humanidad y por el planeta. Recuerden que Yo Soy parte de esta humanidad y que, a pesar de que provengo de la Fuente Mayor de Dios, Yo estuve entre ustedes durante mucho tiempo y a lo largo de los siglos retorno, preparando a Mis rebaños para Mi Retorno, el gran encuentro esperado por todos, cuando Dios pronuncie Mi segunda venida.

Por eso, para ese tiempo deberán estar preparados y así, como fue dicho aquí, vuestros corazones serán renovados en la esperanza del Creador, porque es algo que siempre los sustentará y los llevará directamente al manantial de Mi Misericordia.

Sé que en esta noche muchos esperaron este encuentro, y agradezco este reflejo de amor que Me han entregado, pues Mi Corazón bondadoso y misericordioso lo recibió.

Y así, queridos compañeros, los vengo acompañando durante todos estos últimos días, observando vuestras necesidades internas y espirituales, para que al fin se pueda concretar el Plan de Dios en ustedes.

Salgan de este mundo, distánciense de los problemas y de las dudas. Mi Luz siempre prevalecerá por encima de todo. Recuerden siempre Mi sacrificio en la Cruz, eso les dará fuerza para seguir adelante y ningún alma podrá perecer.

Por eso, queridos compañeros, en esta noche de Misericordia y de Piedad Yo los necesito más unidos que nunca, porque a través de esa unidad el enemigo no entrará y las almas alcanzarán la meta que han venido a cumplir en este mundo.

Renuévense a través de Mi Corazón de Luz, sientan Mi mansedumbre y Mi paz que los colma.

Vengo a renovarlos una vez más, vengo a renovar sus votos y su compromiso con el Creador, pues es necesario, queridos compañeros, que a Mis Pies, a Mi derecha y a Mi izquierda existan almas postradas delante del Creador que oferten todo lo que nadie oferta por aquellos que necesitan de luz y padecen el sufrimiento y el martirio.

En esta noche de piedad, de buena nueva para todos, vengo a traerles la esperanza que existe en el Reino de los Cielos.

Por eso, los invito a recordar el Sermón de la Montaña, el momento en el que muchos de ustedes estuvieron Conmigo e hicieron voto interior de acompañarme en el fin de los tiempos.

Vuestras almas caminan a Mi lado hace mucho tiempo, por eso los necesito bien cerca de Mí en esta hora. De esa forma Mis Rayos se derramarán sobre sus seres y no perderán ningún momento. Me encontrarán cerca en esta humanidad, bien cerca de vuestros corazones porque es donde Yo siempre quiero estar.

Queridos compañeros, así como Me han cantado glorificando Mi Corazón de Paz, quiero que extiendan esta Paz hacia el mundo entero, pues Mi Corazón está lleno de Gracia y de Misericordia, Él espera derramar Su Luz y Su Paz sobre todos ustedes y, principalmente, sobre aquellos que más lo necesitan.

En el amor y en la fe los invito a acercarse a Mí para recibir Mi Presencia en vuestro interior, los aguardo.

Los que están arriba no necesitarán descender, recuerden que Yo Soy omnipresente.

Canción: "Cristo, Tú el Amor".

Vuestra oferta fue escuchada. Ahora esperen recibir aquello que han pedido, pues Yo se los enviaré a través de Mis Rayos de Luz y de Paz.

Sigan adelante, caminando a Mi lado, pues Mi Corazón siempre los colmará.

En unión al Padre Celestial, elevemos la oferta de los Sacramentos para que, en esta noche nuevamente, el pan y el vino que han dejado en esta mesa se conviertan en Mi Cuerpo y en Mi Sangre, símbolos de Luz y de Paz para todos.

En Mi Presencia, los Cielos están abiertos. Guarden esta Presencia Divina en vuestros seres, pues los ángeles esperan ayudarlos a concretar la misión que Dios les encomendó. En unión al Padre Celestial, cantemos para la consagración.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

El Señor nos ha pedido que escojamos algunos hermanos presentes para que eleven esta oferta que se convertirá en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Él nos pide que, en este momento, recordemos Su agonía en el Getsemaní.

Canción: "Los Nombres de Dios".

 

Hermanos e hijos de Mi Padre, ahora Mi Corazón recibe vuestras promesas, aquellas que una vez Me pronunciaron cuando estuvieron a Mi lado. Oferten estas promesas por las almas que no le cumplen nada a Mi Corazón, pues el mundo lo necesita y la humanidad entera también lo necesita. Para poder recibir las Gracias de Dios que las almas cumplan con lo que Me piden, con lo que Me prometen, con aquello que profesan de corazón y de alma a Mi Espíritu Sacerdotal.

Ahora eleven en silencio vuestra petición, porque aún estoy presente escuchándolos.

Recemos como Yo se los enseñé.

Padre Nuestro (en arameo).

Yo los bendigo a ustedes y a estos elementos sagrados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Gracias por responder a Mi Sagrado Llamado. Serán bienvenidos todos aquellos que quieran compartir Conmigo la Sagrada Semana, pues derramaré nuevos códigos sobre el mundo, en esta última hora de oportunidad.

Vayan en paz y alegren vuestras vidas.

 

Para finalizar el Encuentro del Sagrado Llamado, Fray Elías del Sagrado Corazón comparte las Palabras que Cristo Jesús Glorificado le transmitió como mensaje mensual.