Viernes, 19 de junio de 2015

APARICIÓN DE SAN JOSÉ EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que Mi Santa Esposa, la Virgen María, sea siempre el camino que los conduzca a Dios. Encuentren en Su santidad y perfección la guía eterna para sus vidas.

Aún en los últimos tiempos de la humanidad, Ella nunca los abandonará. Sus brazos siempre estarán extendidos hacia aquellos que puedan abrir sus ojos. Y, aunque sea en el último instante de sus vidas, le puedan dar las manos a esta Señora, la Madre de toda la humanidad y de todos los seres.

Nunca se olviden; en todos los tiempos de la humanidad, el Corazón Santísimo de la Virgen María siempre los recibirá. Solo arrepiéntanse de corazón y pidan Su auxilio. Su perdón y Su maternidad los acogerá siempre. 

Les agradezco.

 

Hermana Lucía de Jesús:

Hoy San José vino con nuestra Madre Santísima. Parecían dos novios vestidos de blanco, como si se fueran a casar en este día.

Él nos hablaba de una forma muy simple. Generalmente Sus Palabras son simples, pero hoy de una forma especial, parecía que Él quería llegar bien a nuestro corazón humano y hacernos comprender que Él tuvo un corazón semejante al nuestro.

 

En seguida, la Hermana Lucía de Jesús inició la lectura del Mensaje mensual de San José del día 19 de junio de 2015.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Así como dijo la Hermana Lucía de Jesús, cuando San José y María llegaron hoy aquí, vimos que entre los dos había un espacio de luz, como si fuera un vacío que venía del Cielo.
Nosotros no entendimos por qué Ellos estaban tan separados uno del otro y entonces, en seguida apareció el Niño Jesús con los Brazos abiertos, de dos o tres años de edad, dándonos una bendición. En ese momento, María comenzó a transmitir el Mensaje, hablando sobre el principio de la Sagrada Familia Universal.

 

En seguida, Fray Elías realiza la lectura del Mensaje diario de María, Rosa de la Paz, del 19 de junio de 2015.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Hoy, durante la oración, comencé a percibir la Presencia de los Mensajeros muy intensamente y en el corazón, que es como Ellos hablan conmigo. Anunciaron que me mostrarían algunas cosas.

Cuando Ellos aparecieron, comenzaron a proyectar una serie de imágenes de cómo era Su vida cuando Jesús era pequeño.

Ellos me transmitían que lo más difícil de vivir en esta humanidad era la humildad, porque las personas creían que ser humilde era ser menos que los demás y que ese era un concepto equivocado que tiene la consciencia de la humanidad. Entonces, Ellos comenzaron a mostrarme cómo habían aprendido sobre la humildad desde que Jesús era pequeño. 

Ellos mostraban una casa de piedra muy humilde, los tres sentados en el piso, alrededor de una mesa pequeña; y cómo Jesús, desde los tres años de edad, los instruía a los dos; cómo Jesús transmitía la Palabra de Dios para Ellos y cómo Ellos tenían, casi todos los días, un momento en el que realizaban esa reunión de amor, y que Ellos, como adultos, se dejaban instruir por el pequeño Jesús que, desde aquel momento, transmitía las Palabras de Su Padre. 

Ellos preguntaban si nosotros escuchábamos con la misma humildad que Ellos, esos dos seres adultos, escuchaban a esa pequeño Niño; la Voz de los Mensajeros Divinos.

 

En seguida, Madre María Shimani realiza la lectura del Mensaje extraordinario de la Virgen María y de San José, del 19 de junio del 2015.