Jueves, 13 de diciembre de 2012

Apariciones
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, abriendo Mis Brazos de Misericordia, hoy los llamo a permanecer dentro de Mi Corazón Maternal. Ese ejercicio de sus corazones será muy importante, porque podrán estar resguardados de todo el mal. 

Hoy, vengo desde el Cielo a agradecerles la oportunidad que Me han dado. Como Reina de la Paz, nuevamente les entrego Mi Paz, y el Señor también les agradece por sus esfuerzos durante todo este último tiempo. Eso significa, queridos hijos, que muchas almas han sido ayudadas por Mi intervención. 

Hoy tal vez no lo podrán comprender, pero les prometo que lo entenderán cuando estén en Mi Reino. 

La salvación de todos los corazones es Mi tarea universal; por eso, es importante que estén a cada momento entre Mis Brazos, porque así Mi Hijo los podrá ver cerca de Mí y, en consecuencia, queridos hijos, estarán cerca de Mi Hijo.

Derramo Mis Rayos Misericordiosos sobre este lugar, para que den frutos en sus familias y la Luz que proviene de Mi Inmaculado Corazón pueda difundirse por el mundo y en la humanidad.

Misioneros de Mi Corazón, ahora su tarea es orar y difundir la Luz que Yo les entregué. Esto permitirá que Mi Corazón pueda intervenir por muchas más almas. 

No permitan que sus corazones se confundan con las novedades del mundo. Como Yo ya lo pedí en Fátima, los invito a la oración en este momento del planeta. Todos los seres celestiales estarán reunidos, en este momento cumbre de la humanidad. Por eso, deben persistir en la oración y en la fe.

Recuerden vivir los Sacramentos que una vez Yo les pronuncié, que cada hijo pueda vivir esa comunión de alguna forma. Lo importante, queridos hijos, es la intención del corazón; porque si están en Mi Hijo estarán resguardados de todo. 

Él debe encontrar en Su Retorno a todos los rebaños, rebaños que han salido de la oscuridad y rebaños que están en la Luz. Mi Hijo quiere encontrar, a través de Mí, a todos los rebaños redimidos. Por eso, necesito de ustedes, queridos hijos, la persistencia desde el corazón, porque así Mi Corazón Celestial podrá estar presente en ustedes.
 
Dios necesita su confianza, su fe y su devoción en estos tiempos. Esto permitirá, queridos hijos, que sus corazones estén unidos, no solo a través de la oración del Rosario y de la oración del corazón, sino a través de sus almas, mediante la fraternidad que Yo les he indicado vivir. Por eso, es importante, queridos hijos, que sigan en este camino.

Hoy, Yo solo les digo que Dios quiere lo mejor para cada uno de ustedes. Por eso, es momento de liberar las amarras del pasado y de entrar en el océano de la Misericordia de Mi Hijo, porque así encontrarán la paz que ustedes necesitan, sobre todo la sabiduría para poder discernir.

Hoy, queridos hijos, encuentro en ustedes una inmensa alegría. Sé que muchos corazones tienen ansias de poder verme, pero Me podrán ver a través de la oración. Deben sentir Mi Amor Maternal a través de la oración, esa será la confirmación de Mi Presencia en sus vidas.

Saben, queridos hijos, que los amo profundamente y que quiero amar a muchos más hijos a través de sus corazones. Quiero amar a los hijos que no Me escuchan, a los hijos que se pierden día a día, principalmente quiero amar a todos aquellos que son engañados. Por eso, queridos hijos, la síntesis de sus corazones se debe dar en este momento por todo lo que Yo les entregué a lo largo de este último tiempo.

Hoy, vengo aquí porque Soy su Madre Universal, la Madre del Mundo, la Madre de la humanidad. Por eso, Yo los invito a conocer Mi Faz; primero a entrar en Mi Inmaculado Corazón para conocer los poderes de Mis manifestaciones, que son preciosos Poderes de Dios que el Padre Me entregó cuando fui asunta a los Cielos.

Quiero que guarden en sus corazones una estrella de Mi Corona, porque así recibirán un atributo del Espíritu Santo, don precioso que deben descubrir y meditar desde el corazón.

Llamen por la Presencia del Espíritu Santo, en estos tiempos; el mismo Espíritu que permeó Mi Corazón y el Corazón de Mi Hijo. Ese Sagrado Espíritu estará disponible para todos; pero para que eso suceda, queridos hijos, para que ese Espíritu llegue a sus vidas, deben creer en Él, porque así creerán en el Señor.

Mis pasos de Peregrina siguen caminando por este mundo, intentando alcanzar la salvación de todos los corazones. Por eso, queridos hijos, a través de sus esencias muchas almas también pueden ser tocadas por Mi Luz.

Hoy, los invito a la reconciliación y al perdón, porque de esa manera sus corazones estarán preparados en Mi Hijo y podrán, en la hora definitiva, reconocer la llegada del Gran Pastor.

Todo lo que Mi Corazón ha intentado hacer, a lo largo de los siglos, es conducir a la humanidad a vivir los principios de la Ley del Señor, los que fueron difundidos por los profetas y de los que Nuestros Corazones fueron partícipes. 

Hoy, quiero que tengan esto presente en sus vidas. La Nueva Humanidad debe estar en la nueva Ley, la Ley de la Armonía y de la Unidad, donde se acaben los conflictos y las guerras entre los corazones y, sobre todo, queridos hijos, para que por el poder de la Luz de Dios, de la Misericordia de Mi Hijo y de Mi Amor Maternal, puedan ser extirpadas de la humanidad las energías capitales que condicionan su evolución y que detienen los pasos de todos Mis hijos, hijos que deben encontrar la Luz del Señor y vivir en esa Tierra Prometida, tan prometida desde hace tanto tiempo.

Queridos hijos, quiero que encuentren, en Mi camino, la confianza de estar en Dios.

Durante todo este fin de tiempo, Mi Corazón los acompañará desde los Cielos. Por eso, es importante mantener la oración del corazón; reafirmar, todos los días de sus vidas, la unión con Dios, la alianza con Mi Hijo y participar de esa manera, queridos hijos, de la Venida de Mi Hijo, de la Redención y de la Misericordia. 

Guarden en sus corazones la presencia del Portal de la Paz, para que siempre en sus vidas puedan ver venir Mi Luz.


Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mi Corazón se alegra por encontrar a Mis hijos reverenciándome. 

Y hoy, les digo que muchos pequeños hijos Míos se consagran eternamente a Mi Corazón, porque convirtieron definitivamente sus corazones en amor al Creador. 

Esta conversión, Mis queridos, unirá perpetuamente sus corazones a Mi Corazón, los fortalecerá y les traerá paz en todos los días de sus vidas, siempre que busquen Mi Inmaculado Corazón.

Queridos hijos, no sientan que Me distancio de sus corazones. Busquen a Mi Corazón y encuéntrenme a través de la oración diaria. Yo estaré aguardando a cada uno de Mis hijos a través del Santo Rosario, para prepararlos así, día a día, para la llegada de Mi Reino.

Queridos hijos, como oí sus corazones, les digo que Mi Reino descenderá a la Tierra y muchos lo encontrarán mientras pisen este suelo. Algunos hijos Míos Me encontrarán en el Cielo y otros verán Mi Reino descender e impregnar a cada criatura.
 
Queridos hijos, la oración construye esa unión con Mi Reino. Y vengo, cada día, a preparar sus corazones, sus células y sus átomos para que sus cuerpos se transformen y sean como son los cuerpos de Mis ángeles, para que sus seres conozcan el mundo que existe más allá de las estrellas y que Mi Corazón les trae día a día.

Queridos hijos, contemplen cada Misterio del Rosario, descubriendo el secreto que existe detrás de cada uno de ellos, la vida oculta que Mi Hijo y Mi Corazón vivieron sobre la Tierra; para que, de esa forma, hijos Míos, encuentren el camino seguro por donde caminar. 

Mi Corazón los aguarda día y noche para instruirlos y guiarlos a través de la oración, del perdón y de la reconciliación con Dios. Elevo hacia el Corazón de Dios al corazón de cada uno de Mis pequeños, que hoy se dispone a esta reconciliación, para que reencuentre al Creador y no pierda jamás la fe en esta Consciencia que está en todo.

Les agradezco, queridos, por reverenciar Mi llamado. Los aguardo en oración.

E invito a todos los peregrinos, que acepten encontrarme en Aurora,  a buscarme en los meses de enero y febrero en ese Centro Mariano.

¡Les agradezco!


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mantengan en sus vidas el Centro Mariano de Figueira. Ahora, su tarea es mantener la llama que Yo he encendido aquí, la llama del amor y de la conversión.

Queridos hijos, quiero agradecerles estas flores, las he visto como la expresión de su amor por Mí. Las bendeciré. 

Quiero que sean en este tiempo como las flores, resplandecientes y bellas para el Creador; y esas flores se nutran a través de la oración, principalmente a través de la fraternidad que le traerá luz al mundo. 

Los invito a considerar, queridos hijos, ese ejercicio y, antes de Mi despedida, también voy a consagrar a Mis hijos. No solo bendeciré las flores, que representan una unión espiritual con Mi Corazón, también bendeciré a Mis hijos de “Divina Madre” que, silenciosamente, permiten que Mi Obra se cumpla aquí, en América. 

Queridos hijos, sin la oferta de estos corazones, sus corazones no hubieran podido alcanzar la redención. Aprendan de los ejemplos de humildad y de simplicidad. En los grandes obreros de Dios se encuentra el Corazón de Mi Hijo, se encuentra el Cristo Obrero, que siempre persiste y camina en la fe. 

Los invito, queridos hijos, a apoyar a estos hijos Míos para que puedan seguir difundiendo Mi llamado; porque en la Nueva Humanidad, verán escrito en el universo todos estos eventos y esa será una nueva señal de paz y amor para el mundo, de la misma manera que lo vengo haciendo en Medjugorje. 

Mi camino mariano es un único camino, un camino que los quiere llevar hacia Mi Hijo. Por eso, guarden en sus oraciones toda esta Obra Maternal aquí en América, porque los frutos de esta Obra son la colaboración de Mis obreros marianos que permiten, en simplicidad, abrir las puertas de los Cielos.


Canción: “Revelaciones de Aurora”.


Quiero bendecir a sus pequeños corazones y a estas flores, como llamas ardientes de Mi Inmaculado Corazón. Por eso, Mis queridos hijos, reciban las chispas de Luz del Espíritu Santo, para que este Santo Espíritu ilumine sus caminos hasta la eternidad, en donde nos encontraremos en una próxima etapa.

Queridos hijos, les agradezco por responder a Mi llamado.

Que la Luz del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo se guarde en sus corazones para siempre.

¡Gracias, queridos hijos, por cuánto Me dan!


Canción: “Regina della Pace”.