Domingo, 5 de octubre de 2025

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS EN LA COMUNIDAD-LUZ FLOR DEL SAGRADO TEPUI DE RORAIMA, BOA VISTA, RORAIMA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS, PARA LA 141.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¿Qué sentido tendría que Yo permaneciera en el mundo, realizando milagros y prodigios, curando enfermos, expulsando demonios, resucitando muertos, despertando almas; no obstante, sin superarme en el amor?

¿Qué sentido tendría que Yo permanezca en el mundo, colmando los corazones de alegría, de éxtasis; no obstante, sin repartir el pan, el Cuerpo y la Sangre de Dios a través de Su Hijo?

¿Qué sentido tendría que Yo permanezca con Mis apóstoles y discípulos, caminando por pequeñas tierras, hablando de cosas bellas, revelando misterios internos; no obstante, sin llevar los corazones a la superación de sí mismos, a la vivencia de esas Leyes Superiores, del potencial humano que estaba latente en sus consciencias?

El Creador jamás quiso las guerras, jamás aspiró al sufrimiento, al dolor, a la mutilación, a la muerte de Sus hijos. Sin embargo, en la Creación existen Leyes Universales que se deben cumplir desde el principio. Y, en el misterio divino, esas Leyes no son lo que parecen.

El Creador no hizo que la humanidad sufriera sin que antes Él mismo superara el mayor de los sufrimientos a través de Su Hijo y transformara cada llaga, cada herida, cada dolor extremo y profundo en un amor extremo y profundo. Eso es lo que Yo les ofrezco.

Así como Mi Padre Me ofreció la Cruz para transformar y renovar Su Creación, Yo les ofrezco la cruz del fin de los tiempos, pero no para que permanezcan en el sufrimiento, en el odio, en el rencor, sino para que se superen a sí mismos en un amor extremo, así como Yo los amé al extremo.

¿Qué sentido tendría permitir que vivieran de apariencias, de medias verdades, de potenciales ocultos, de Gracias internas latentes, desbordantes en la consciencia, sin embargo poco vividas?

Es necesaria una cruz para que la Gracia se torne vida. Así como fue para Mí y para cada uno de Mis compañeros, así lo es para ustedes, como para toda la humanidad. La cruz revela el potencial de los seres, revela al ser humano el verdadero propósito de su creación, que no es sufrir, sino superar el sufrimiento extremo con un amor extremo.

Sé que hoy aún no comprenden Mis Palabras, porque no viven el sufrimiento extremo del cual les hablo, pero llegará un día, y ese día está próximo, en el que la agonía se apoderará de la Tierra como se apoderó del Corazón de su Señor. Y esa es la señal de que su sí debe ser tan fuerte y profundo como la agonía del planeta.

Su conexión interna debe ser tan verdadera y palpable como el dolor que experimentarán en la carne y en la consciencia. El perdón debe dejar de ser una teoría para tornarse una verdad, y el Amor Crístico verdaderamente emergerá desde adentro de todos los que comprendan para qué están en el planeta.

Sé que Mis Palabras no parecen tener mucha esperanza, pero están llenas de una esperanza superior, porque así como Yo vencí la Cruz, la muerte y el dolor; esa cruz, esa muerte y ese dolor serán vencidos por cada uno de ustedes.

Mientras Mis Pies, heridos y cansados, seguían caminando en el Calvario, mientras Mis Hombros sentían el peso de la Cruz, ya insostenible, Mi Corazón se sustentaba en el Propósito Superior de que ese dolor tenía un fin y de que la muerte que Me aguardaba sería vencida por la fuerza del Amor del Creador, que emergía poco a poco de Mi Corazón.

Esa misma fuerza Yo les traigo, Yo les doy; pero necesito que la cultiven en las pequeñas situaciones de la vida, para que crezca como los dones y talentos, para que se multiplique, como Yo ya les enseñé.

No se distraigan de su meta, que es el Amor Superior. No caigan en el odio, en el rencor, en la angustia del mundo. Su batalla no está en la Tierra, sino dentro de ustedes: batalla por la paz, por el triunfo del amor en sus corazones, por la superación de toda tendencia humana de sumergirse en el odio, en la ira, en el ansia de venganza. Cambiarán esa venganza por la reparación. No esperen vengarse de nada ni de nadie, sino solo reparar en cada instante lo que es vivido en esta humanidad.

Así era como vivía su Señor. Así es como Yo vivo hasta hoy.

La reparación es una Ley Divina y Universal que nace en el corazón humano y se expande al universo, restaurando las matrices originales, los arquetipos de Amor que el Creador depositó en cada ser de esta Tierra. La reparación no nace en el cosmos, nace en los seres. Esta es una posibilidad única que la humanidad tiene no solo para con la propia vida, sino para con la vida en sí, la vida en el planeta y la vida en los universos.

Este es el mayor don de la humanidad, la posibilidad de recrear, reconstruir, reparar, de adentro hacia afuera, su esencia y la esencia de la vida. Que en esto esté guardado su propósito, su meta.

Cada vez que vean alguna situación que despierte en ustedes temor, indignación, ira, rencor, recuerden que es necesario reparar y que esta llave para la reparación se encuentra dentro de ustedes.

Piensen en los códigos de Mi Sangre, la Preciosa Sangre de su Señor. En ella se guarda el perfecto Amor, la perfecta Misericordia y la perfecta reparación.

Por eso, cada vez que comulgan Conmigo, cada vez que Me adoran, cada vez que oran, claman, alaban, por el poder de Mi Sangre, están despertando dentro de ustedes, en su propia genética humana y espiritual, los códigos de Mi Sangre.

El propósito de Mi existencia es ser Vida dentro de la vida, ser Sangre en la sangre de cada criatura, ser Cuerpo en el cuerpo de cada criatura, ser Alma, Divinidad y Esencia Crística en cada esencia. Por eso, estoy aquí; por eso, estoy en todos los Sagrarios del mundo.

Recuerden Mis Palabras, procuren estar en Mi Corazón. Visualicen Mi Sangre en su sangre, Mi Cuerpo en su cuerpo, Mi Consciencia en toda la consciencia humana. Busquen reparación por medio de la oración, de la adoración, de las acciones verdaderas de sacrificio y de entrega, porque es en las cosas simples en las que la vida superior se manifiesta.

Y, cuanto más se expanda y crezca la agonía del mundo, que más resuene y crezca la alabanza en sus corazones, que más oraciones pronuncien sus bocas, que más adoración emerja de su interior. Que, en la potencia del caos y del mal que batallan en este mundo, esté la potencia del amor y de la reparación emergiendo de sus internos.

Equilibren el mundo. Para eso, fueron formados; para eso, están hoy aquí a Mis Pies, así como cada uno de Mis compañeros en los cuatro puntos del mundo que, a pesar de no escuchar Mis Palabras como hoy ustedes las escuchan, las escuchan en el silencio de su corazón, de sus más sinceras oraciones. En su soledad Conmigo, Yo les hablo y los guío para que despierten ese potencial de amor en su interior.

A cada ser le corresponderá cumplir una parte de este Plan de recreación de la vida. Busquen, dentro de ustedes, cuál es el Propósito de Dios para su existencia.Mi Gracia los impregna, Mi Sangre los lava.

En esta celebración de Misericordia, muchas almas son restauradas, muchas consciencias son aliviadas. La reparación se realiza a través de las almas que oran; por eso, no dejen de orar.

Yo los bendigo, los protejo y los guío para que estén en Mí. A pesar de todo lo que suceda dentro y fuera de ustedes, estén en Mí.

Su Maestro y Señor,

Cristo Jesús

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.