MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE AUGSBURGO, ALEMANIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contempla la Misericordia de Dios que desciende sobre el mundo a través de las oraciones de Sus hijos. Son tiempos de milagros y de Gracias espirituales inexplicables.

Anuncia con tu corazón la Presencia de Dios. Une tu corazón a los coros de ángeles y arcángeles que proclaman la victoria de tu Señor en la batalla de este mundo.

Une tu voz a las súplicas más profundas de los que claman por la paz. Entrega tu vida, conscientemente, por un propósito mayor.

La oración, hijo, es la llave perfecta que abre las puertas del Cielo y de los corazones de los hombres, que hace descender sobre el mundo los principios originales del Pensamiento de Dios en la vida y en los seres. Como una lluvia de códigos nuevos, lava a los seres de sus viejos patrones de conducta y los restaura, revelando la verdad que estaba oculta en su esencia.

La oración es esa melodía celestial que, cuando es sincera, recorre los Universos y se esparce por los aires, llevando la Buena Nueva de la renovación a todos los seres de todos los Reinos. Ingresa en lo profundo de los mares y restaura el espíritu de los océanos, ingresa en lo profundo de la Tierra y cura sus registros internos, ingresa en el profundo de los seres y los torna dignos hijos de Dios.

Por eso, ora con todo tu ser. Ora de corazón y verás cumplirse lo que te digo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo