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Je vous salue, Marie,
pleine de Grâce,
le Seigneur est avec vous.
Vous êtes bénie entre toutes les femmes
et Jésus, le fruit de vos entrailles,
est béni.
Sainte Marie, Mère de Dieu,
priez pour nous, pauvres pécheurs,
maintenant, et à l’heure de notre mort.
Amen.
(seis veces)
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Purifícate en el Agua de Vida que hoy Yo te ofrezco. Contempla delante de ti la grandeza de la donación, la manifestación de la caridad, de la providencia y de la abundancia de Dios a través de los Reinos de la Naturaleza.
Entonces, recibe este impulso de Luz. Deja que las aguas purifiquen tu ser, no retengas nada para ti en este momento, ábrete a la cura espiritual que tanto buscas, pero no lo hagas a través de un pensamiento intelectual.
Permite que tu espíritu, conocedor de la vida esencial, interna y espiritual, sea quien gobierne este momento para que alcances la liberación de ti mismo.
Hijo Mío e hija Mía, este es el tiempo de la liberación interior. El Universo desciende con Sus Gracias a través de la Madre Celeste, porque Sus Gracias son abundantes y también infinitas. Las Manos de la Madre de Dios y Su Corazón Inmaculado están llenos de Gracias para las almas.
¿Quién será depositario de estos tesoros?
Por eso, les traigo la fuerza de los elementos de la naturaleza, porque sé que sus almas la necesitan para poder purificarse y liberarse para siempre. Esta Ley de la Purificación, que hoy rige al planeta y a la humanidad, ya no debe ser interpretada ni tampoco comprendida como una condenación o un castigo, sino como una poderosa corriente de vida que ayuda a las consciencias a su trascendencia y elevación.
Entiendan así, hijos Míos, que todo está en su lugar en este momento. Aunque Nuestras Divinas Consciencias sepan que la humanidad está fuera de la Ley, aun así, el universo de Nuestras Gracias, Prodigios y Misericordias es infinito, es más grande que todo error o pesar.
Yo vengo aquí, en este día, de una forma simple y donada para que Mis hijos del mundo imiten a la Madre de Dios en Su despojamiento total, en Su espíritu abnegado e incondicional, en Su confianza absoluta en Dios y en el cumplimiento de Su Sagrada Voluntad.
Vengo a mostrarles el camino, amorosamente. Por eso hoy, les señalo esta fuente de Gracias a través de estas aguas que descienden de las entrañas más profundas de la Tierra y emergen a la superficie en inagotable donación.
Sírvanse del espíritu de las aguas, de su castidad y pureza, de su servicio planetario y universal para lavar las heridas de la consciencia humana. Así, podrán comprender, hijos Míos, la inmensidad de la donación del Reino Mineral.
Cuántos misterios aún se guardan en la naturaleza, que están esperando ser revelados si el alma y el espíritu de las consciencias se colocan ante la naturaleza solo con reverencia y amor a lo sagrado, a todo lo que la Creación les manifestó por amor a través de los Reinos de la Naturaleza que se ofrecen por la evolución de la civilización humana y del despertar de todo el consciente humano.
Así, tienen el ejemplo y también el camino para aprender a donarse y a entregarse en confianza como lo hace toda la Creación.
Como la Madre de la Vida, como la Madre de la Creación, hoy estoy aquí para invitarlos en nombre de Mi Hijo a que ingresen en el Agua de Vida para que sus almas y espíritus se purifiquen en paz, en gratitud y con la esperanza de que llegará el día prometido de la propia liberación del cautiverio, de toda creencia, de toda idea personal, de cualquier entendimiento que no esté correctamente unido a Dios y que no sea parte del Propósito Divino.
Todas estas expresiones del ser humano de superficie son las causas que han generado el distanciamiento de esta civilización de la verdad y de la realidad que Dios plantea a través de Su Gobierno Espiritual, porque es importante que todos recuerden que todo ya está escrito en el Corazón de Dios.
Que, a través de la purificación de las aguas, y también a través de la bendición de las aguas, cada uno viva en este ciclo el tiempo de su propio desprendimiento y de su despojamiento interior para que, renovados por el Agua de Vida que brota como Gracia del Corazón del Padre Celestial, ustedes puedan ver la realidad de estos tiempos con la misma mirada de la Jerarquía, una mirada de compasión, de sabiduría y de discernimiento.
Yo estoy aquí como su Madre, una vez más, para animarlos a vivir este ciclo que el universo espera pacientemente por el bien y la paz de ustedes y del mundo entero; para que las Leyes Divinas que actúan y trabajan desde el origen, desde el principio de todo, puedan seguir trabajando y obrando, así como Dios lo decreta.
Que las aguas les traigan la cura y la renovación para que el mundo sea sanado, renovado y reintegrado a los Principios del Creador, a través de Su Voluntad.
Oremos, hijos Míos, para que muchos más puedan alcanzar este ciclo con confianza, humildad y resignación, amando al Absoluto y Eterno Dios.
He aquí la Esclava del Señor; así como en Mí se hizo Su Palabra, que la Palabra se haga en Mis hijos, que la Palabra Viva de Dios se cumpla en todas las consciencias posibles antes de que se cumpla el último tiempo, el tiempo final.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Que las aguas del planeta sanen las heridas de todos los que claman por cura y paz.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
He aquí la Señora del Silencio que, a través del Silencio de Dios, contempla la situación planetaria y especialmente la situación de las almas.
Es este silencio bendito y sagrado que Me permite proteger a las almas más necesitadas de Misericordia, porque el Amor de Dios es muy grande y desconocido.
Es Su Amor Infinito y Sabio que, a través del sagrado silencio, detiene a las fuerzas del mal y las destruye; porque no hay nada ni nadie en este universo, en el Cielo o en la Tierra, dentro o fuera de los seres, que se pueda oponer al Amor de Dios.
Cuando la vida o las situaciones no están en el Amor del Padre, es cuando el mal entra y divide, distrae y perturba a la mente y a las consciencias.
Cuando muchas veces la Jerarquía Espiritual llamó a las almas tan claramente al silencio, no era solo para poder establecer la paz en esta superficie, sino para que cada uno pudiera hacer su revisión interior y su reflexión.
Como verán, Mis amados y queridos hijos, ¿dónde quedarán estas sagradas semillas que ayer Yo les traje? ¿Dónde se depositarán? ¿Dónde está la tierra fértil que la Divina Madre está buscando?
Por eso, estoy aquí y sigo buscando esa tierra fértil en los corazones, pero busco la vida de los corazones que esté despojada de sí misma y en entrega, lejos de las adversidades de estos tiempos, pero no ausentes de todo lo que apremia a la humanidad, lejos de la indiferencia, próximos al amor para estar cerca de la caridad.
Pero no solo en el servicio a los que más sufren y padecen, que es el espíritu de la Jerarquía: servir a los que sufren y a los que padecen; sino también la tarea de las almas en este mundo, la misión espiritual, debería ser la escucha.
Por esta razón y en este día, en el que culmina una etapa importante de la Obra de la Jerarquía Espiritual en los Estados Unidos, en el que ya se puede ver en el horizonte el despuntar de la futura Comunidad-Luz de Monte Shasta; la Divina Madre les trae este silencio para vivir una síntesis, pero no como la síntesis que vivieron en otros tiempos, sino una nueva síntesis, es decir una nueva reflexión y meditación sobre los aspectos que han podido corroer sus vidas, incluso a sus espíritus.
Porque, ante esta difícil realidad de la superficie de la Tierra, la Jerarquía ya no puede desperdiciar sus perlas preciosas, es decir todos sus tesoros del Cielo. Muchos más necesitan ser consecuentes, no es suficiente con muy pocos. Y esto, queridos hijos, comienza primero dentro de cada uno, en la decisión que es tomada para sus propias vidas, en las acciones que son realizadas y que repercuten en muchas situaciones.
Será necesario en este último ciclo, hijos Míos, para poder seguir los pasos de la Obra de la Jerarquía así como está determinado, que se puedan replantear muchas situaciones internas y externas. Aquí y ahora no puede existir la culpa o el engaño, la justificación o la permisividad propia; aquí debe reinar el Espíritu Santo del entendimiento, de la ciencia, de la sabiduría y de la aceptación.
Porque cuando cada uno de ustedes, de tiempo en tiempo, es invitado a dar un nuevo paso y a subir un nuevo escalón, hay algo que necesita ser purificado. La Ley de la Purificación seguirá actuando en estos tiempos, queridos hijos, pero no como la mayoría lo entiende o lo comprende, la Ley de la Purificación viene a liberarlos de ustedes mismos para siempre.
Como ayer les dije, hoy les vuelvo a repetir para que no lo olviden: la Divina Madre también se purificó en el Templo cuando ofreció a Su pequeño Hijo en las Manos de Dios. ¿Acaso, eso está equivocado?
El universo es dinámico y constante. Y así, como el universo es dinámico y constante, su transformación debe ser constante. Nada, en este universo, puede permanecer estático o inmóvil. La evolución del universo se mide no solo a través de los grados de amor, sino también de los grados de consciencia. Esto es lo que los acerca a los grados de perdón, es la puerta que se abre a la redención.
Por eso, estén atentos, Mis hijos. La Jerarquía no podrá detenerse ante la emergencia del planeta, ante la necesidad de paz en las naciones y en los pueblos, ante la urgente necesidad de unidad entre las consciencias. Pero, cada uno de ustedes, colocándose la mano en el corazón, pregúntense ante el Sagrado Corazón del Señor:
¿Estoy dispuesto a renunciar? ¿Estoy dispuesto a ir más allá de mí mismo por un Propósito Mayor que desconozco completamente, por una Voluntad Mayor que a veces no consigo alcanzar?
Para eso, tienen la llave maestra de la fe, una fe que no puede ser sepultada por las acciones incorrectas dentro de la Obra Espiritual de la Jerarquía, por la condenación o el castigo a los que no lo merecen.
Hoy, Mi Hijo Me envió a través de Su sagrado y bendito silencio, porque ustedes saben que el silencio habla más que las palabras, que el silencio emite más mensajes que el verbo, porque el silencio es curador, el silencio es redentor, el silencio es renovador y es sublime.
Cada uno hará, en este tiempo, su examen de consciencia. Aún los estamos esperando, porque la aspiración de Cristo es que existan apóstoles maduros y decididos que no retrocedan por el desarrollo de los tiempos o aun por los acontecimientos de la vida; pero sí que, entre todos como hermanos y hermanas en Cristo, vivan bajo la Ley del Amor y de la Verdad, Verdad de la que algunos aún se esconden. La Jerarquía lo sabe, pero no lo juzga, porque la condición humana es capaz de ir muy lejos, es capaz de intentar paralizar Nuestro Plan.
La Jerarquía lo sabe profundamente; pero la Jerarquía no se detendrá por eso. La ayuda misericordiosa a través de una intervención en este mundo es urgente.
Caminaremos al lado de quien siga Nuestras orientaciones y no las modifique. Esta es Nuestra última decisión ante la realidad planetaria.
Los niños y niñas ya crecieron, es hora de asumir con adultez espiritual esta Obra, es hora de reparar a los corazones que fueron heridos y lastimados.
El mundo interno de aquel a quién le estoy hablando ya lo sabe, porque Mi Hijo Me lo pidió suplicando. Aún hay mucho por hacer, pero todo se podrá hacer si lo permiten.
El Cielo no viola las elecciones humanas; el Cielo solo eleva, abraza y ama la vida de cada ser, aun imperfecta. Pero la imperfección será transformada por el Amor y si ustedes aprenden todos los días a vivir en la Santa Justicia, que no es la justicia que se practica en este mundo, ni siquiera entre ustedes. Por eso, no se alejen de la Verdad.
En nombre de Mi Hijo, vengo a quitarles las vendas de algunos ojos, para que ya puedan ver la realidad y así comprenderla.
Seguiré orando para que todo se redima y se cure. Ya no es tiempo de esconderse, es tiempo de enfrentar el final de los tiempos, así como lo hace la valiente Jerarquía y así como Nuestros Sagrados Corazones los impulsan también a hacerlo.
Está todo dicho. Ahora solo bastará orar por las consecuencias y orar de corazón, como nunca antes lo hicieron. Porque Dios es Amor, pero también es Justicia y Él nunca permitirá que desaprendan Sus Principios y Sus Atributos, y hará cualquier cosa como un buen Padre Celestial para que los que están ciegos se salven.
Me retiro de aquí, agradeciéndoles desde lo más profundo de Mi Corazón Inmaculado, por todo lo que fue vivido y construido espiritualmente en los Estados Unidos, incluso en todo lo que podrá despuntar en Canadá y en Alaska.
Pero Nuestra mirada, y quiero que no lo olviden, está en todas las necesidades. La Jerarquía Espiritual no es selectiva, la Jerarquía Espiritual abraza con Su Luz a todos los que la necesiten, a todas las causas urgentes, sean internas o externas.
Es así que, a lo largo de los tiempos, de los siglos y hasta que retorne Mi Hijo al mundo, las Divinas Jerarquías trabajamos por la paz y esperamos que ustedes trabajen de verdad por la paz. Pregúntense si lo están haciendo.
Les agradezco y los bendigo a todos los que Me escuchan, en especial a los pioneros del Núcleo-Luz de Monte Shasta.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mantengan la serenidad y la calma en estos tiempos. No habrá otro camino, no habrá otra respuesta ante todo lo que vivirán en esos tiempos finales, sino encontrar dentro de ustedes mismos el camino de la pacificación.
Porque así se sentirán más seguros, se sentirán más confiados y conseguirán atravesar los desafíos de estos tiempos; aunque en la mayoría de las situaciones y de las experiencias no sepan cómo hacerlo, porque estos son tiempos desconocidos.
Este es el tiempo del Armagedón planetario, algo que la civilización de esta superficie está atravesando y con el cual nunca tuvo contacto ni conocimiento, aunque este tiempo ya estaba escrito. El Corazón de Dios ya lo sabía, así como también lo sabía el Corazón de Su Amadísimo Hijo.
Por eso, hoy, estoy aquí en este nuevo día de la Sagrada Semana, para seguir ayudándolos espiritualmente a aprender a atravesar el fin de estos tiempos, todo lo desconocido que hay dentro de ustedes y fuera de ustedes.
Por eso, Yo les pido que no se queden en el victimismo, que no vivan en la soberbia ni en la arrogancia; que aspiren a encontrar, en cada momento de la vida, los sagrados atributos de la resignación y de la fe para que aprendan a atravesar cada aprendizaje, cada aprendizaje que se presentará en la vida de ustedes y en la vida de sus hermanos.
Para poder aceptar todo esto, es necesario vivir en recogimiento. No significa aislarse de los demás, sino significa vivir con discernimiento cada paso, apelar a la Sabiduría Divina para que se presente y guíe a los corazones.
Estos tiempos finales serán los más fuertes para todos, pero no deben tenerles miedo, deben tener fe y confianza en Cristo.
Por esa razón, Yo estoy aquí, con ustedes y el mundo, para guiar a Mis ovejas; así como intenté una y otra vez guiar al sagrado pueblo de Israel para que nunca perdiera de vista el camino de la consagración, que los llevará a vivir la trascendencia y la ascensión para entrar en comunión con el Padre Eterno, Adonai.
Por eso, vivan cada experiencia como algo único, de la que deberán retirar una síntesis, pero también una respuesta de lo que vivieron y de lo que aprendieron. Así, no estarán confundidos y tampoco se engañarán a ustedes mismos, podrán tener luz en sus caminos para tomar decisiones sabias y correctas, para salir de esa energía que vive la humanidad en este tiempo, de lo que es impulsivo y superficial.
Por eso, deben estar siempre en comunión con el Espíritu Santo, invocar Su Presencia, invocar Sus dones y así todo se solucionará.
Pero no se olviden de que están en un tiempo de purificación y que la Ley de la Purificación, desde 1988, está activa y que aún esa Ley sigue trabajando en todo el planeta y en este universo solar.
Eso significa, compañeros, que no solo ustedes están viviendo este momento de Armagedón, concepto que las almas muchas veces comprenden incorrectamente, porque les genera perturbación o hasta desconfianza.
Así como existieron diferentes ciclos y etapas en otras humanidades del planeta, así existe el ciclo del Armagedón que es una etapa de purificación y de trascendencia. No hay nada que esté fuera de lugar, pero el Armagedón podría ser más pasajero y liviano si las almas, es decir la humanidad, no se hubiera comprometido con las fuerzas del mal tan fuertemente.
Ahora, en el tiempo actual, a través del grito de la consciencia del planeta y del conflicto en las naciones del mundo, están viendo el resultado de lo que sembraron. Y sé que, muchas, pero muchas almas no tienen nada que ver con esto, pero no se olviden de que son parte de una única raza y de un único Proyecto, y lo que una consciencia no hace bien repercute en todas las demás. Esto también es parte de una de las Leyes Universales, la Ley de Causa y Efecto.
Por eso, Yo los invito a Mis compañeros más despiertos y disponibles, a todos los peregrinos del mundo que escuchan Mis Mensajes desde hace tiempo, a que puedan replantear sus vidas todos los días, a que puedan estar alineados con las Leyes Universales y Cósmicas; porque la Ley de la Purificación seguirá actuando ampliamente, aunque no es un castigo.
La raza humana actual precisa purificarse. No podría ingresar al Reino de los Cielos sin purificación. No podría contactar los niveles superiores sin purificación. Recuerden que su propio Maestro y Señor vivió la Ley de la Purificación en el Templo, y que es algo pensado por Adonai, desde el antiguo pueblo de Israel hasta el presente.
El Mensaje del Padre Eterno siempre fue interpretado y, a través de las diferentes generaciones de la humanidad, esa interpretación del Mensaje ha producido confusiones y desvíos; porque la vivencia de las Leyes no es algo rígido ni severo, aun las Leyes que rigen a este planeta.
No hablo de las leyes humanas que fueron creadas por los hombres, que colocan a muchas almas del mundo en un proceso de perdición y de cautiverio; leyes humanas que han generado la desigualdad y el espíritu malvado de la indiferencia.
Por eso, Yo tuve que encarnar aquí, en Tierra Santa. Tuve que encarnar en el centro del pueblo de Israel para que la Ley del Amor renovara todas las leyes que ya se vivían aquí. Y el único camino para que esto fuera renovado, era el sacrificio y la entrega del Señor en la Cruz. Y aun habiendo sucedido este hecho tan importante para el mundo, antes y después de la Muerte de Cristo, la humanidad todavía sigue caminando hacia la perdición por su compromiso con las fuerzas retrógradas del mundo.
Pero, aun esas energías disociativas que hacen que el mundo sucumba, es decir los infiernos terrestres del planeta, ya saben que se les terminará el tiempo y que Mi hora de retornar al mundo está llegando, en la que volveré a reconstituir todas las Leyes Universales, a través de la implantación de Mi Gobierno Espiritual en la humanidad. Aquel Gobierno Espiritual que sutilmente el pueblo de Israel sintió en los momentos de predicación y también en los momentos de milagros inexplicables, que el propio Padre San Miguel Arcángel concedía a las almas a través de Cristo.
Pero ahora, cuando Yo retorne, vendré con la revelación del Hijo de Dios. Vendré a mostrar Mi verdadera Faz, aquella Faz que algunos de Mis apóstoles pudieron conocer en la Transfiguración en el Monte Tabor, oportunidad que ustedes tendrán aquí, en Israel, de poder conocer el Monte Tabor y de tomar contacto interno con la Ley de la Transfiguración Divina.
Pero, antes de que eso suceda, de que este impulso también lo reciba la humanidad por medio de la obra que su Señor está realizando en Israel y en Medio Oriente, Yo les pediría que se pregunten a ustedes mismos si están prontos para tomar contacto con la Ley de la Transfiguración y no resistirse ni tener miedo de que sus aspectos no evolutivos sean liberados.
Porque el contacto con los grados de amor, para quien se anima a vivirlo y quien lo tiene como regla y como determinación, representa para las almas encarnadas en la superficie actual de este mundo también desprender de sí mismas los códigos corruptos de mal, es decir, lo que el mundo llama pecados capitales.
Por eso, deben ser bien conscientes de lo que vivirán y, sobre todo, por donde pasarán, como lo es el Monte Tabor; para que cuando pasen por esa experiencia lo recuerden y se hagan responsables de lo que están haciendo.
Porque ahora, en este mismo momento, en estos primeros días que han vivido Conmigo en Israel, fuertes impulsos cósmicos se han presentado, cruces inexplicables de corrientes universales se dieron, y esto ha interceptado desde sus espíritus hasta sus cuerpos materiales, porque es algo único lo que están viviendo en nombre de todos sus hermanos.
Por eso, deben tener muy presentes la fe y la oración consciente para sostener este momento y todo lo que llegará.
De la misma forma, esto repercutirá, en esta Sagrada Semana, en los mundos internos del resto de sus hermanos y hermanas, porque la Presencia del Señor de Israel en Tierra Santa es algo único.
Piensen, por un momento, que después de Mi Ascensión, Yo nunca más retorné aquí. Y esta Sagrada Semana, en Israel, es el puente entre el pasado y el futuro de la Vida Crística que su Señor vivió aquí. Este puente es un impulso para lo nuevo que llegará y forjará, en las almas, una definición.
Mientras tanto, sigan confiando en Mí, siguiendo las Huellas del Maestro, las huellas internas de la Luz, y así todo estará bien.
Y aunque sé que una parte de sus consciencias y de la consciencia de sus hermanos no comprende absolutamente lo que significa estar aquí, en Israel, manténganse unidos a Mi Corazón Misericordioso para que siempre sean bendecidos y protegidos, y cada impulso que reciban en Tierra Santa no solo sea para ustedes, sino también para el mundo entero que tanto lo necesita.
Sigamos caminando a través de esta Sagrada Semana, preparando sus corazones y el Corazón del Maestro para el Jueves Santo, momento en el cual, una vez más, las almas del mundo podrán imitar al Señor en Su entrega, pero también en Su verdadero y sincero ofrecimiento por los demás; reviviendo la institución de la Eucaristía, el legado crístico del Amor y de la Redención, como preámbulo antes de ingresar en el Huerto Getsemaní, donde una vez más los cálices del sacrificio serán ofrecidos a los corazones.
¿Quién beberá sin temor?
Mis Gracias son para todos. Mi llamado es para todos.
La respuesta consecuente depende de Mis apóstoles para que Mi Plan se pueda concretar en este tiempo de transición planetaria.
Una vez más, bendigo estos elementos que se ofrecerán como Comunión Espiritual, así como bendigo a cada una de sus vidas.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Así como brilló la Luz en la humilde Gruta de Belén, una profunda Luz eterna brilla en la esencia de cada hijo Mío.
Aunque en este momento planetario, el Sagrado Proyecto de Dios, aquel Proyecto que fue pensado por el Padre Eterno, esté siendo colocado en juego por el hombre de superficie; a pesar de todas las circunstancias, a pesar de todas las situaciones que desvían a la humanidad de la Voluntad Suprema, a pesar de todo, hijos Míos, existe una Luz profunda en la esencia de cada hijo Mío, una Luz eterna, semejante a la que surgió en la humilde Gruta de Belén, en la Encarnación del Hijo de Dios.
Pero hoy, vengo como su Madre Celeste a recordarle al mundo, a recordarle a las almas que, más allá de todo error u oscuridad, esa Luz eterna nunca podrá apagarse; porque de allí proviene no solo lo que Dios espera de cada criatura, sino que en la Luz eterna y profunda de cada hijo Mío está escrito el camino y la trayectoria que deberá recorrer después de esta encarnación, con todo lo que haya aprendido y vivido en este planeta.
Por eso, que la humanidad no se olvide de esta Luz eterna y profunda que está latente en la esencia de cada hijo Mío, esencia que es iluminada y alimentada por la Esencia de Cristo; cumpliendo así, en este universo, el Principio Creador con el que Mi propio Hijo hará de Sus apóstoles los Cristos del Nuevo Tiempo, que recibirán el Legado espiritual y universal para que, después de esta transición de la Tierra, la humanidad sea repoblada de nuevos principios, atributos y códigos.
Pero no piensen, hijos Míos, que esto está muy lejos, porque si el Retorno de Mi Hijo está muy cerca en este tiempo, también está muy cerca este momento de que la humanidad sea liberada del cautiverio espiritual, de las cadenas, de las amarras y de todas las opresiones que colocan a las consciencias en el camino que está lejos de Dios.
Por eso, Yo vengo a reconstruir espiritualmente, en este momento, todo lo que Mis hijos necesitan para que en este tiempo vivan no solo su camino de despertar y de elevación, sino que estén colocados dentro de los Comandos de Cristo, siguiendo Su Voluntad, escuchando Sus orientaciones y concretando lo que Él Ha pensado en este tiempo final para preparar esta Tierra, para preparar los mundos internos para lo que ha de venir, lo maravilloso que ha de venir desde el universo cuando finalmente termine este cautiverio espiritual en el planeta.
Por eso, hijos Míos, hoy no vengo a contemplar lo que no hicieron bien, vengo a pedido de Mi Hijo a contemplar la Luz eterna que Dios les ha entregado desde el origen de sus consciencias, en los sagrados espacios de este universo, en donde el Proyecto de Dios una vez comenzó y que, aún ese Proyecto, por más que sea antiguo, está latente porque aún deberá cumplirse en aquellos que se animan a vivir su despertar.
Cuantas más almas despierten en este tiempo, mayores serán las intervenciones de la Jerarquía Espiritual para disolver y aplacar los acontecimientos del Armagedón.
¿Acaso están entendiendo lo que les digo?
Formar parte de este momento con la Jerarquía es único, no solo por lo que pueden vivir o experimentar, sino por lo que pueden conocer o descubrir de lo que está guardado como misterio en este cosmos.
Muchos llegaron a la Tierra como estrellas caídas. Después de tanto tiempo, de tantos aprendizajes y pruebas, muchas de esas estrellas se convirtieron y se transformaron en parte de este firmamento espiritual y eterno, dando un testimonio vivo y concreto de la conversión que Ha hecho Cristo en los corazones, llevándolos al camino del Amor y de la Verdad.
Por eso, hijos Míos, no se pueden desanimar en este momento; aunque los acontecimientos del planeta se agraven o se precipiten no pueden desanimarse, no pueden detenerse, hay una Vida Mayor que los espera no solo a ustedes, sino también a sus hermanos del planeta.
Quiero decirles en claras Palabras, Mis amados hijos, que hay algo más allá de esta vida material y concreta que los espera. Y eso que hay más allá no es solo espiritual o inmaterial, también forma parte de este universo material.
Por eso, la Jerarquía a través de los tiempos, los prepara para ese momento. No podrían estar ante la revelación de un misterio si sus mundos internos no estuvieran en la vibración correcta. Por eso, es necesario la purificación, porque si el Pequeño Niño, el Hijo del Padre, fue purificado en el Templo para vivir Su Gran Tarea, ¿acaso la Ley de la Purificación es innecesaria en este universo?
Se ha tergiversado la Ley de la Purificación, por lo que han comprendido en este momento. La purificación es un proceso de liberación; es el primer paso de la escuela de la trascendencia; es la gran oportunidad espiritual de que los corazones, delante de Dios, se liberen de las amarras, de las opresiones y del sufrimiento en el cual está inmersa la humanidad.
En la Ley de la Purificación está la Luz de la Esencia Divina, y las almas y los mundos internos la pueden encontrar cuando se animan a enfrentarla y no se resisten. Imaginen lo que hubiera sucedido si el Hijo de Dios no se hubiera purificado.
¿Acaso el Proyecto del Padre podría haber estado equivocado?
No, hijos Míos, no solo el Hijo de Dios se purificó en el Templo; también el Casto Corazón de San José, así como Su Santísima Madre, se purificaron en ese acontecimiento.
Sé que hoy de nuevo les hablo de un misterio, pero no hay mejor forma de comprender Mis Palabras que colocarlas en el corazón.
Oren, mediten, reflexionen e interésense para que lo que está guardado en el Misterio de Dios se revele, porque la vida, hijos Míos, no termina aquí.
Nuestra Obra en este planeta tiene un fin especial, que las consciencias encarnadas alcancen los pasos de la ascensión en la transformación del día a día, en el esfuerzo del día a día, en la determinación de poder convertir la consciencia en aquella aspiración ardiente, profunda y eterna, que el Padre Celestial pensó antes de sus orígenes.
Por eso, deben tener claro que esta es la causa de su encarnación. Así pueden, por un momento, sentir e imaginar lo que siente y ve la Jerarquía de las almas de este mundo que están alejadas del camino de la Verdad, que le han cerrado la puerta a su propio Propósito Espiritual.
Pero ahora, su Madre Celeste tiene la última chance, por medio de Su Palabra y en especial por medio de Su Presencia, de entregar la Gracia del despertar espiritual para que las almas no solo corrijan sus caminos, sino que puedan postularse a ser Nuevos Cristos, para que puedan estar en el lugar y en el momento en que Mi Hijo los necesite.
Su única morada está en el Reino de los Cielos. Cada momento vivido en este mundo, cada momento que experimentan o cada lugar donde pueden estar, es tan solo un pasaje, es un aprendizaje y una lección de humildad.
Hijos amados, es allá arriba en la Creación del Padre Eterno, es allá arriba en este Universo Sideral, donde se encuentra su verdadero ser, donde se muestra su verdadera faz, que muchas humanidades conocen hace tiempo. Trabajaremos hasta que todas las almas posibles lo alcancen, hasta que los que están más dormidos despierten de este letargo universal.
Por eso, traemos la Luz de Nuestros Impulsos Divinos para que no solo sean Palabras, sino sean Decretos eternos e inextinguibles para que las almas que los escuchen una y otra vez se transformen, sabiendo que en la Instrucción Sagrada de la Jerarquía siempre tendrán, ante ustedes, la oportunidad del cambio; el cambio que los llevará, sí o sí, a la transformación y a la redención.
Si Mi Hijo consiguió de los apóstoles convertirlos en buenas personas, convertirlos en Sus apóstoles para que hicieran perpetuar Su Obra en el mundo, ¿qué es lo que Mi Hijo podría hacer con cada uno de ustedes?
Hay solo una razón para todo esto, es que deben aprender a confiar para que aprendan a amar; y que este Amor que no es mundano, sino que es el Amor que surge de la Fuente a través de las almas que sirven y se entregan, pueda ayudarlos en el día a día a reflejar el Amor de Dios en sus obras de servicio y de caridad, con un solo fin: el alivio del sufrimiento, del sufrimiento que vemos en este mundo, en esta Tierra, del sufrimiento que paraliza y esclaviza a los corazones.
Nuestra Voz, Nuestra Palabra y, sobre todo, Nuestro Amor Divino y Consolador vienen a romper esta cadena de sufrimiento para que las almas se liberen y alcancen la paz, la alegría de sentirse amadas por el Padre Eterno; porque Él, siendo su Padre que está en los Cielos y que está en sus corazones, siempre tiene Sus Brazos abiertos a todos, porque Él es Misericordioso, Bondadoso y Prodigioso. Cuando sufren, cuando caen, cuando se alejan de Él, es porque no solo se olvidan de Su Amor, se olvidan también de que Él es pura Misericordia, Fuente Incansable de Compasión.
Por eso, hoy vengo no solo a celebrar la Natividad del Rey del Universo, a celebrar la Natividad de todos los Cristos Internos, de aquellos que se confirman día a día a través de su sí; sino también vengo a imponer Mis Serviciales Manos, como la Madre de la Cura Universal, para irradiar Mi Luz y Mis Gracias sobre Mis hijos, pidiéndole al Padre Celestial que las heridas más profundas y desconocidas en los corazones del mundo sean sanadas, a fin de que todos Mis hijos alcancen la felicidad de estar en Dios.
Únanse a Mí y trabajemos para cumplir con esta Aspiración de Dios de que las almas sonrían y alcancen la felicidad de estar en Dios, para así formar parte de Su Sagrado Reino.
Que la Luz de los Cristos Internos, en este momento del planeta, se perpetúe.
Que esta Luz de los Cristos Internos, nutrida por la Esencia de Cristo, les conceda la Gracia de la liberación y de la paz a las almas que más la necesitan, a fin de que se sigan rompiendo las cadenas que atan a las almas al sufrimiento y al dolor, y para que brote de cada esencia interior la Flor perfecta que Dios creó, a través del origen de cada Hijo Suyo.
Contemplen, en su mundo interior, la Flor de Dios y, así, alcancen su libertad.
Los veré el próximo día 31 de diciembre, cuando a través del Reino de Aurora, la Jerarquía Espiritual cerrará este año con un profundo acto de meditación y de reflexión ante todo lo que sucede y, sobre todo, con un profundo acto de ofrecimiento a Dios.
Acto que será ofrecido a través de los frutos que han vivido las almas en este tiempo, los frutos espirituales y los tesoros sagrados del corazón que aún mantienen vivo el Proyecto del Padre en este planeta, el fruto del sacrificio y la entrega del amor del corazón, pilares que sostienen Su Proyecto en este planeta.
Y así, a través de Aurora, en unidad y en omnipresencia, la Madre de Dios volverá a impartir Su bendición maternal, preparando junto a Sus hijos los próximos pasos que Cristo dará en Norteamérica y en otros lugares del mundo.
Oremos:
Señor,
que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la palabra sea viva y construya Tu Templo.
Que se expanda en nosotros Tu Misterio y
que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta Unidad.
Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a entonar una canción a pedido de nuestra Madre Santísima. Una canción que imita el sí de María, que Ella nos invita a vivir en este tiempo. La canción que se llama “Yo digo sí”.
Y a través de esta canción vamos a afirmarle nuestro sí a María, a Su Corazón, por todo lo que Cristo necesita de cada uno de nosotros; afirmando que a través de nuestro sí, el Señor concretará Su Victoria.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Que la Luz de la Natividad del Señor ilumine con Amor y Paz al mundo y, en especial, a Ucrania.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Compañeros:
Desde ahora Mi Consciencia Universal se prepara para llevar adelante la próxima etapa del Plan de Redención y también la próxima asistencia a la humanidad a través del auxilio que la Divina Jerarquía prestará en Argentina.
Por eso este momento de pausa y de quietud también es importante para la Jerarquía, ya que teniendo un panorama más claro y preciso de la situación espiritual de cada nación, la Jerarquía sabe qué situación enfrentará en el próximo ciclo.
En este sentido, Sudamérica está destinada a ser la cuna de algo nuevo, pero para que eso suceda a través de las naciones que la conforman, la situación demandará que la propia Ley, como principio y energía, limpie y purifique varios aspectos del pueblo y de la sociedad, para que la misma humanidad perciba que el camino que escogió seguir no es el correcto.
Es así que la Jerarquía recalcula el Plan con base en las decisiones que toma equivocadamente la humanidad, porque la finalidad de la Jerarquía es proteger y amparar, en la consciencia, el surgimiento de una nueva humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Primer Mensaje
Por Voluntad expresa de Mi Padre, hoy Yo estoy aquí para anunciarles que Soy el Señor del Eclipse, el que por medio de los fenómenos del fin de los tiempos anuncia los tiempos definitivos para la humanidad.
He venido a traerles este anuncio especialmente.
He descendido de la Casa de Mi Padre hasta aquí para compartir con ustedes Mi Palabra y Mi Mensaje del fin de los tiempos.
Por medio de Mi Corazón, Yo les anuncio la Verdad y abro los oídos de la consciencia para los que quieren escuchar.
El último fenómeno sucedido no solo fue físico, sino también espiritual y universal; y aunque no todos participaron de él, el planeta está dentro de ese contexto y de esa realidad.
Lo que el eclipse anuncia es el cambio de un ciclo, el pasaje hacia un nuevo estado de consciencia y hacia un nuevo tiempo de purificación.
El último eclipse anuncia el fin del fin de los tiempos. Ya no habrá que esperar más, todo se desencadenará rápidamente.
Por eso vengo en esta noche para anunciárselos, porque en la noche los Gobiernos Celestiales actúan más profundamente y el Universo Espiritual se aproxima para darles esa revelación.
No quiero que sientan inquietud con lo que les estoy revelando.
Cada anuncio que Yo les hago es para fortalecer su compromiso Conmigo y para testimoniar el retorno del Señor al mundo por segunda vez.
Los fenómenos del Universo se reflejan en fenómenos internos.
Todo lo que sucede en el Universo también sucede dentro de los seres. No hay nada que esté desconectado.
Es hora de atravesar el umbral hacia el nuevo ciclo. Porque los compromisos se transformarán en responsabilidades y, si su responsabilidad fuera firme, el Maestro y Señor del Eclipse podrá contar con ustedes de manera incondicional.
Después del eclipse llega un nuevo tiempo, una nueva realidad, y el Universo espera que la humanidad se dé cuenta de lo que eso significa.
Los acontecimientos ya no serán abstractos ni tampoco serán para pocas consciencias.
El último eclipse anuncia acontecimientos globales que repercutirán en toda la Tierra y principalmente en su humanidad.
Por eso, para esta Maratón especial en Aurora ha llegado el momento de que cada servidor haga su síntesis, medite, contemple y reflexione todo lo que ha recibido durante los últimos sesenta encuentros.
He dado en cada momento una llave especial para cada ser, para cada servidor, para que cada uno aprenda a abrir la puerta correcta y a encontrar el sentido de la evolución en el fin de estos tiempos.
Ahora llegó el momento de darlo todo por el planeta; por eso el primer impulso de este ciclo de purificación será la definición y la adhesión absoluta a Mi Consciencia Divina.
Por medio de Mi Corazón Sagrado Yo les ofrezco el refugio perfecto para los momentos difíciles y agudos de la humanidad; en ese lugar que Yo les ofrezco solo los encontrarán Dios y Mi Madre.
En Mi Corazón no existe el temor, sino la confianza en que Dios cumple Su Voluntad de tiempo en tiempo.
Únanse a ese Principio y háganlo parte de sus vidas, así podrán acompañar Mis pasos, así podrán seguir Mis comandos, así podrán ayudar a realizar el Plan desde el lugar que a cada uno le corresponde y dentro del deber que cada uno debe vivir, porque lo que necesito es algo muy simple. Todo eso ayudará a preparar Mi Retorno.
Yo necesito que escriban Conmigo una nueva historia que es el principio de una Nueva Humanidad.
Por eso los acontecimientos del fin de los tiempos serán muy movidos, dentro y fuera de los seres, y llevarán a las almas a dar grandes pasos en su despertar.
Pero quien no consiga dar esos pasos retrocederá y Yo necesito que todos caminen a Mi lado.
El Señor del Oriente se aproxima por medio del anuncio del eclipse, en el que coyunturas universales se congregaron y movimientos astronómicos se unieron, para anunciar que ha llegado la hora y el momento de redimir a la humanidad y de restaurar al planeta, un tiempo después de su purificación y de su transición.
Que nadie se sorprenda por lo que verá.
Que nadie se quede en los acontecimientos, sino en la necesidad de amar más y más, llevando en su corazón la confianza en Dios y el trabajo diario de la comunión Conmigo, las que serán columnas importantes para aprender a sobrevivir en estos tiempos.
Hoy Mi Mano se extiende hacia ustedes y al mundo.
Hoy Mis Brazos se abren para acoger a la humanidad y al planeta.
Los fenómenos del fin de los tiempos son cambios bruscos para las consciencias, porque vendrán de a poco, pero serán rápidos y exigirán el cambio total de la humanidad.
Quien esté dentro de los movimientos cósmicos estará dentro de la Ley.
Es solo seguir los movimientos para poder unirse y comprenderlos, aunque no se tenga todo el conocimiento de lo que eso significa en este tiempo final.
El Señor del Eclipse anuncia un cambio muy brusco en la humanidad, que todos sentirán, y que a partir del próximo 8 de agosto se terminará de concretar.
Les vuelvo a repetir, no se queden en los acontecimientos, perciban en sus mundos internos lo que eso significará y la ampliación de consciencia que eso traerá.
Porque estos son los últimos Rayos del Universo que descienden a la Tierra por medio de Leyes inmateriales y cósmicas, a fin de preparar a la humanidad para el próximo tiempo final que está muy cerca.
Todo quedará visible, todo, dentro y fuera de los seres.
Ya no habrá más engaño, porque el engaño se verá.
Ya no habrá más mentiras, porque las mentiras se revelarán.
Ya no existirán secretos, porque los secretos se develarán.
Es hora de absorber, interiormente, la fuerza que viene del Universo por medio de las corrientes lumínicas que llegan al planeta a través de los fenómenos astronómicos y cósmicos.
El planeta ha cambiado de estado después del último eclipse y el planeta Marte ha sido el regente de todo esto. Humanidades de otrora han participado de esto y el Universo ha contemplado dicho fenómeno más allá de lo físico, dentro del plano espiritual.
Y después de ese acontecimiento que ha sido visto en el mundo, hoy viene a ustedes el Señor del Eclipse, el Señor del Oriente.
Porque Su Fuego Mayor está llegando en grandes ondas eléctricas de luz, para remover el polvo de la humanidad perdida y para traer el último impulso de la Luz del Universo, el que abrirá el portal hacia el nuevo tiempo.
No podré contarles todo lo que ese acontecimiento significó, pero crean que fue muy importante.
Hoy tienen consciencia de una parte de lo que ha sucedido, pero cuando todo se desencadene en la humanidad lo comprenderán mejor y recordarán este día, porque lo que Yo digo no se desperdicia.
La Palabra de Dios es viva y eterna.
El Verbo de Dios, por medio de Su Hijo, es inalterable e inextinguible, reverbera de tiempo en tiempo por medio de la vibración y del sonido.
Comulguen de este momento y reciban en su interior al macrocosmos, para que él repercuta en lo profundo de la consciencia y haga su trabajo en todas las almas.
Que esta Maratón represente la fusión definitiva con la Hermandad y que al fin sus bases de amor se manifiesten en la superficie, después de que todos hayan comprendido el sentido de la Jerarquía.
Reciban Mi impulso solar para este encuentro y que los primeros destellos de la Luz de Aurora emerjan desde sus espíritus, para que se vuelvan como Espejos que reflejen el Amor del Universo a la humanidad.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Segunda Serie de Poemas
Primer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
¡Oh, Jesús!,
a veces es difícil permanecer
aquí, en este mundo,
entre tantas pruebas y tentaciones.
A veces, Señor,
siento que no conseguiré alcanzarte
porque mis propias miserias
me hacen hundir repentinamente.
De todo eso, sálvame Señor.
No quiero ofender a Tu Corazón
con todo aquello que a veces
parece tener vida propia dentro de mí.
Sumérgeme, Señor,
en el océano de Tu Misericordia,
porque sé que así Tú me purificarás
de todos mis martirios y condenaciones,
cuantas veces sea necesario.
Haz desaparecer, querido Jesús,
ese verdugo que habita en mí,
que me juzga, que me amedrenta
y que me coloca en un lugar sin salida.
Ayúdame, Jesús,
a ser lo que Tú tanto esperas.
Que siempre pueda sentir
sed de Ti y de Tu Presencia
para que, algún día, todo mi ser
aprenda a desposarse Contigo.
Querido Jesús,
vacíame de mi condición humana,
limpia mi consciencia inferior de tantos defectos
y finalmente, Señor, coloca Tu Paz
en donde todavía no consigo tenerla.
Porque después de toda esta lucha interior
sé que Tú triunfarás y me harás digno
de poder estar cerca de Ti para siempre,
sirviéndote por toda la eternidad.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Reglamento Espiritual y Cívico para los Hijos de María
Queridos hijos:
Por razones del fin de los tiempos y por el comienzo de la purificación interior de las almas emito para ustedes este básico reglamento de consagración de los Hijos de María, quienes, al firmarlo, estarán aceptando las bases de esta consagración y de este reglamento que les ayudará a todos a mantenerse dentro del Propósito y dentro de la Ley de la Jerarquía, la Ley del Amor.
Este reglamento nace para responder a la necesidad de cuidar de todos los Hijos de María; no solo de su consagración como Hijos, que tiene un valor espiritual, sino también para proteger la Obra dentro de valores éticos, morales y cívicos.
Recuerden que los afiliados a Asociación María, Madre de la Divina Concepción, se registran dentro del espíritu absoluto de aceptar la propuesta que los Mensajeros Divinos presentan en este ciclo.
Asociación María es la madre legal y espiritual que protege la consagración de todos los Hijos de María dentro de la vivencia de valores crísticos de espiritualidad, como también dentro del equilibrio moral, ético y mental.
Dada la necesidad espiritual de que la consagración quede más clara, que Su Madre Celeste les está presentando en este día el básico reglamento espiritual y cívico que los Hijos de María, consagrados y por consagrarse en el futuro, deberán aceptar y enviar firmado, concordando con la propuesta y asumiendo total adhesión y confianza a la guía de la Jerarquía Espiritual. Es por esa razón fundamental que cada Hijo de María, consagrado hace tiempo o recientemente, tendrá que hacer votos ante la Jerarquía comprometiéndose a lo siguiente:
Primero
Mantener una vida de oración por la redención de sí mismo y del mundo. Mantener un ritmo de oración diario por la paz y por el cumplimiento de los Planes del Creador.
Segundo
Un Hijo de María consagrado asume total adhesión y obediencia a las indicaciones e instrucciones que recibe de Asociación María, ente ecuménico y espiritual que lo ampara y lo acompaña en su camino interior.
Tercero
Todo Hijo de María, una vez consagrado, asume desvincularse de cualquier movimiento, doctrina, grupo, asociación social humana o espiritual de cualquier índole que se oponga a los valores asumidos de una vida de oración, de servicio, de misericordia y de caridad inspirados por los Mensajeros Divinos. Eso significa, hijos, que cada Hijo de María, una vez consagrado, asume la propuesta planteada por la Santísima Virgen y también firma en este documento su desvinculación espiritual, moral o humana de cualquier movimiento espiritual que no sea de la cristiandad enseñada por el Reverendísimo Señor Jesucristo según Su Evangelio e Instrucción.
Cuarto
Asociación María, como guardiana y portavoz de todos los consagrados Hijos de María, tiene la autoridad, el permiso y la responsabilidad ante cada uno de ellos, de indicar, notificar, orientar, acompañar y determinar su desafiliación del ente por las siguientes razones:
A) Cuando se presenten problemas mentales que determinen que la persona por sí misma no pueda asumir su propia consagración ni tampoco pueda ser asumida por algún responsable.
B) Por razones evidentes de que mantenga, en forma paralela, cualquier vínculo espiritual y humano con otros movimientos que contradigan el ecumenismo cristiano y que estén fuera de la propuesta de ser Hijo de María.
C) Ante cualquier situación, sea espiritual, mental o humana que le impida asumir su propia consagración o que ponga en riesgo y comprometa a Asociación María o a otros hijos consagrados.
D) Por difamación, maltrato verbal, social o público de la Obra de la Santísima Virgen María o por estar generando confusión, comentarios o cualquier tipo de movimiento individual o grupal que comprometa los valores del respeto, de la fraternidad y de la transparencia ejercidos entre los miembros registrados en Asociación María.
E) Por fallecimiento. En este caso, al Hijo consagrado se le dará de baja de la Asociación, guardando entre todos los Hijos consagrados la presencia de esa alma en el Reino de los Cielos. Asociación María emitirá un documento para los familiares correspondientes, avisándoles la decisión tomada.
F) Ante cualquier otra situación espiritual, mental, emocional o humana que comprometa su propia consagración por razones de la purificación de estos tiempos.
Todo Hijo de María asume, a través de este documento firmado, que podría quedar desafiliado oficialmente de su consagración y que acepta abiertamente mantener su consagración interior con la Madre Divina. En caso de ser desafiliado no podrá portar los materiales que recibió al momento de su consagración. Por lo tanto, deberá entregar todos esos elementos para preservar de sí mismo, o de su propia imposibilidad, la Obra de la Jerarquía Celeste.
Quinto
Todos los Hijos de María, a través de este documento que deberá ser firmado por cada uno, asumen y aceptan en confianza cualquier determinación, acción o procedimiento de parte de la Junta de la Asociación María, sobre su posible desafiliación del ente, aquella que lo integra como miembro consagrado de Asociación María. Todo afiliado acepta integralmente cualquier observación o decisión que por razones lógicas pueda llevar a que la propia Asociación tome una rápida determinación.
Este reglamento intenta reforzar el verdadero compromiso de cada consagrado ante la Jerarquía, como una respuesta sana y armoniosa para proteger de uno mismo lo que la Divinidad intenta construir, asumiendo que en el tiempo de la purificación todo es impredecible.
Agradeceré que todos Mis Hijos consagrados reciban de la Junta de la Asociación María una copia de este documento, para que lo antes posible lo retornen firmado para ser registrado y archivado.
Si algún Hijo no acepta este reglamento, pido amorosamente que entregue todos los elementos de consagración y que se aproxime a algún Centro Mariano para orar y pedir luz, porque la consagración es un compromiso asumido conscientemente por amor al Plan.
¡Les agradezco por comprenderme!
Por un fin mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Cuando estábamos orando las 150 cuentas de la Coronilla de la Divina Misericordia, en el Centro Mariano sucedía la procesión con el Santísimo. Entonces vi entre las personas, mientras los hermanos caminaban siguiendo al Santísimo Sacramento, un ser que era el Maestro, pero con un aspecto diferente a como Él es. Se veía más delgado, con barba y cabello cortos, y estaba caminando y cantando entre las personas. Más tarde, vi a los hermanos ingresando en el Hogar de la Adoración y, cuando pasaban por la puerta, Él tocaba con Su Mano la cabeza de cada uno, realizando una especie de sanación que iba curándolos internamente. A continuación, vi al grupo durante la adoración y a Cristo, en la misma persona que había visto durante la procesión, sentado en el fondo del salón.
Luego Él mostró la imagen de un campo, donde había un grupo de ovejas que caminaban hacia un determinado lugar. Aunque Él no estaba presente en la imagen, nos hacía comprender que Él guiaba a ese rebaño. En cierto momento, el rebaño se deparaba con un gran y oscuro abismo en cuyo fondo se veía bruma.
Cuando el Maestro apareció, tenía una gran estrella dorada de seis puntas en el pecho y en el centro estaba Su Corazón. Él estaba rodeado de muchas ovejas, con una pequeña oveja bebé en Sus Brazos y Él la acariciaba.
En base a esa imagen Cristo nos transmitió Su mensaje:
A la más espiritualmente enferma de Mis ovejas, la tengo entre Mis Brazos para que nunca pierda la confianza de que, a pesar del tiempo y del momento de su purificación, no la abandonaré. Aunque a través de los errores se haya alejado de Mí, Yo la hago regresar a Mis rebaños, porque por encima de toda justa o injusta causa vuestro Pastor sabe cuál es el Propósito divino de ese ser.
Ustedes, como ovejas, están ante el gran abismo de los tiempos y, seguras en Mi Corazón deberán aprender a caminar entre las tinieblas.
Primero, les digo que no teman porque el Señor, vuestro Dios, les mostrará a cada uno de ustedes lo más triste e injusto que guardan. Así serán conscientemente invitados a vivir la Ley de la purificación, aquella que está amparada totalmente por el amor misericordioso de Mi Corazón. Dios no los abandonará porque hayan fallado o se hayan equivocado. Pero vuestro Padre que está en los Cielos, ejercerá la Justicia Divina para que pronto estén libres de toda adversidad.
Segundo, verán en ese gran abismo, en el que se encuentra el mundo, la oportunidad de purificarse conscientemente de toda mancha y que, así como Yo les enseño a Mis discípulos, como hermanos se amen y se unan los unos a los otros. En esta hora en la que cientos de almas se pierden en las tinieblas, deberán estar muy unidos porque será esa unión interna que hará brotar de la nada, la fuente del amor, y será ese amor extraordinario que curará cosas imposibles en la consciencia.
Tercero, verán en ese abismo del mundo que las almas y los corazones se enfrentarán a su verdad, algo que nunca pensaron ni vieron. Las vendas les serán quitadas de los ojos y entonces todo temblará, pero nuevamente les digo que no teman. El Hijo de Dios los socorrerá así como el leñador socorre en un gran incendio. Mi Agua de Vida disolverá, en su perfecto complemento de amor, todas las desgracias.
Cuarto, verán en ese abismo la revelación de la humanidad y el momento que todos están atravesando. Tal como fue escrito, nada quedará oculto. Lo que está dentro del alma y del cuerpo será visible, así como las artimañas de los falsos, las que antes eran invisibles para muchos quedarán tan visibles como el amanecer.
No habrá gobernante, nación ni humanidad que no quede expuesta tal cual es ante el Universo de Dios. Toda mentira, engaño o poder humano quedará revelado, y todos lo sabrán. Será el momento en el que dentro de ustedes florezcan las semillas que Yo les entregué, principalmente la semilla de la compasión y del amor. En verdad les digo que si no ejercitaran desde ahora estos dos atributos, la transición de la Tierra será difícil y dura para muchos.
Ya no habrá resistencia que pueda permanecer, todas desaparecerán. Pero si frente a todo lo que se revele, buscasen la esencia de la transformación y de la honestidad, cosas inimaginables e inesperadas sucederán, algo que irá más allá de lo que ustedes llaman milagros.
En esa hora definitiva, Yo estaré contando con los dedos de Mis Manos todos los actos de Piedad y de Misericordia que sucederán y que animados por Mí deberán realizar superando la vergüenza, la evidencia ante otros o incluso la tristeza.
Dichosos serán aquellos que conscientemente coloquen a Mis Pies sus aberraciones espirituales porque prometo ayudarlos a salir de ese abismo.
Finalmente, Mi Corazón glorioso querrá ver en estos días a los que dicen ser Mis apóstoles preparándose, bajo el poder luminoso de la oración, para atravesar los tiempos con coraje y sin miedo.
Que esta Maratón de omnipresencia, que así hoy llamo porque estaré en varios lugares a la vez, represente para Mis seguidores la oportunidad única de superarse a sí mismos para que todas las crueldades humanas que hoy suceden en este planeta, en todos los Reinos de la Naturaleza y en la propia humanidad, reciban la Gracia y la amnistía de la Divina Misericordia.
Estaré a su lado, junto a sus voces, implorando al Padre Celestial que pronto Yo pueda retornar para volver a guiarlos hacia la Nueva Humanidad.
Agradezco la unión de todos en este momento. El Señor les derrama Su Piedad y Su Paz.
No pierdan fuerzas internas, vivan a través de la fe. Si están en este tiempo de Armagedón y de pruebas es porque están preparados para vivirlo, al menos por Mi glorioso Retorno. Transfórmense en paz, así todo el universo lo espera.
Bajo el Amor infinito de Adonai sean bienaventurados y mansos.
Unido a todos los orantes de la Misericordia,
Cristo Jesús Glorificado
La Antigua Ley de la Purificación
Desde el primer día en que Mi Madre, María, Me presentó en el Templo del Señor, el sumo sacerdote reconoció ante sus ojos y ante los ojos de los más sabios, que se encontraba en presencia de la Pureza Virginal de Dios.
En un acto de humildad, San José Castísimo llevó como ofrenda al Templo dos palomas, las que misteriosamente representaron al Espíritu Santo durante la circuncisión de Jesús. A partir de ese día, la Ley de la Purificación se convirtió en la Ley de la Consagración para todos los seres.
Cristo, como Niño Rey, trajo el cambio profundo para la vida de todas las consciencias. Él fue el Mesías que anunció la liberación del pecado del pueblo y, en consecuencia, de la humanidad, por medio del poder del Amor de Dios.
Por eso hoy no temas por estar ante la actual Ley de la Purificación, porque quien aspira a la Vida del Infinito podrá alcanzar la consagración de su corazón a Dios.
Nadie llega al Padre sin antes haber pasado por la purificación de su cuerpo, de su mente y de su espíritu.
El Niño Rey desde su consagración en el Templo de Jerusalén, trajo la oportunidad de revertir los pecados y los aspectos de la vida mediante la compasión.
No se vean tan impuros, vean sus seres en el ciclo de la ardiente purificación de la vida terrenal.
Jesús Misericordioso es ese Manantial que los lavará y al mismo tiempo les mostrará todo lo que deberá ser purificado por el alma valiente que se anime a vivirlo.
Están en un tiempo de profunda redención de los pecados capitales, por eso afirmen su fe en el Señor Dios Todopoderoso para que Cristo reciba el permiso de liberarlos y de auxiliarlos durante la gran purificación.
Ofrezcan sus miserias al Universo.
Hoy, los invito a ingresar en el templo de la purificación para que más almas se consagren pronto al precioso Plan del Creador.
Bajo el Bien del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por purificarse a través de Mi Amor Redentor.
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más