MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando un alma tiene un compromiso con Dios, Él pacientemente la conduce por el camino de la entrega.

Primero la inspira a transformar la vida, a direccionar su camino hacia la senda que conduce a Su Corazón, y no al mundo. De a poco, coloca en su trayecto oportunidades, señales, encuentros que la inspiran a dar por sí sola nuevos pasos rumbo al Corazón de Dios.

A medida que esa alma conoce el Amor de Dios y confía, el Creador comienza a pedirle nuevas cosas, nuevas entregas, nuevas renuncias, hasta que llega un punto definitivo para esa alma, en el que el Señor le pide una renuncia mayor, una transformación completa de la vida.

Cuando el alma se lanza en el abismo desconocido de la entrega, descubre que estaba cayendo en las Manos de Dios, en una Fuente de Amor inagotable, que se escondía en lo profundo del alma que aprende a renunciar y a arriesgarse a vivir la entrega.

Aún en ese camino, el alma inspirada por el Amor de Dios le hace muchas ofertas, coloca todo en Sus Manos, pero ofrece aquello que le es conocido, aquello que en verdad ella ya entregó al saltar al abismo. Entonces, el Señor abre una puerta en lo profundo de su consciencia y le apunta dónde está aquello que debe ser transformado.

Un nuevo abismo desconocido se presenta. El alma se ve ante aspectos de su consciencia que eran como tesoros escondidos: sus destrezas, su magnetismo, su autoconfianza, sus vanidades más ocultas.

Y, por más que le siga ofreciendo su vida a Dios, su Creador siempre busca, más profundo en su ser, el foco de la entrega, lo que debe ser vaciado de su corazón. Y a veces duele, y el alma sufre, pero ella sabe que cada espacio que se vacía de su corazón, de su consciencia, espacio oculto de su ser, es aquel que se dona al Corazón de Dios, a Su Amor, a Su Espíritu, para que allí Él tenga una dulce morada, limpia y pronta para habitar. 

El camino de la entrega, hijos, es eterno, profundo, una senda hacia el vacío y al mismo tiempo hacia una unidad con el Todo.

Por eso, nunca piensen que ya entregaron todo, sino siempre dejen que Dios llegue más profundo. Y, por más que a veces cause dolor, sepan que el dolor es humano y que será reparado por la Presencia Divina en el propio interior.

Hasta hoy y en cada instante, le ofrezco al Padre todo lo que soy, todo lo que hay en Mí y todo lo que hago, vivo, experimento, pienso y le hablo al mundo, porque la entrega es eterna.

Yo los invito a seguir estos pasos y a profundizar cada día en su unión con Dios.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En cada nuevo día, amanece con el corazón pleno de gratitud.

Que tu primer pensamiento esté impregnado de gratitud por el don de la vida, de gratitud por cada aprendizaje que ese día traerá consigo, de gratitud por todas las Gracias recibidas, de gratitud por aún poder levantarte y servir, amar y transformarte según la Voluntad de Dios.

La gratitud, hijo, te hará crecer humana y espiritualmente, porque aquel que es agradecido no se envuelve con las debilidades humanas, sino que se afianza en la Gracia Divina y en la Misericordia que cada día recibe de Dios.

El corazón agradecido se torna consciente de que todo cuanto pueda hacer en este mundo es poco para retribuir y multiplicar el Amor que recibe de Dios.

La gratitud eleva las consciencias más allá de las dimensiones del caos y las coloca en un estado de Gracia para que sepan lidiar con cada situación de la vida con sabiduría y discernimiento, imprimiendo la Voluntad de Dios, y no la propia, en todas las cosas.

Por eso, elévate a través de la gratitud y, en cada momento del día, recuerda agradecer a Dios por todo. Así estarás en el mundo perteneciendo a los Cielos y el Reino de Dios se podrá expresar a través de ti.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando un ser ama con el Amor de Dios, crece humana y espiritualmente, porque ese Amor lo lleva a donarse, a entregarse cada vez más profundamente, a alcanzar espacios desconocidos de la propia consciencia, adonde el amor no había llegado, y allí abrir las puertas hacia Dios.

Un ser que ama con el Amor de su Padre Creador no teme rendirse ante Él, no teme morir para sí mismo y para sus infantilidades, no teme dejar la falsa libertad y la autoafirmación de la adolescencia para crecer y ser un siervo de su Creador. 

El Amor de Dios aproxima las criaturas a la Verdad y, ante ese Amor, nada que provenga del mundo tiene fuerza, todo pierde su sentido, su valor, su peso dentro de los corazones, porque ellos descubren el Infinito.

El ser que ama con el Amor de Dios solo aspira a construir Su Reino y a dar a conocer el Amor del Creador. Aprende a vivir de Sus milagros, despierta en su interior la fe, abre la consciencia a la Sabiduría Divina, es impregnado por los Dones del Espíritu Santo, porque cada día aspira menos para sí y más para Dios, se vacía de sí y da lugar al Padre, por eso crece humana y espiritualmente. 

Aspiren a eso, hijos, a vivir ese Amor, a encontrar esa Verdad y a crecer humana y espiritualmente.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hijo:

Yo sé lo que significa dejar de ver a Jesús, porque después de Su Ascensión Yo aún permanecí en la Tierra por muchos años más, a la espera de que se cumpliera la eterna Voluntad del Padre.

Dejar de ver y de sentir a Jesús, aun siendo Mi Hijo, fue una experiencia y un sentimiento de vacío imborrable para la Madre Celeste. Pero, a pesar de ese momento, Cristo siempre nos recordó que Su Amor por la humanidad era eterno, que nunca cambiaría, porque Mi Hijo venía del Padre, y del Padre viene la Fuente de Su Amor.

Ahora, con Mi Hijo termina un ciclo después de tantos años de Instrucciones y de Gracias. Comprendo, como Madre, que el momento del fin de una etapa coloca a las almas ante la posibilidad de reconocer todo lo que fue recibido, palabra por palabra, y a partir de allí, cada alma tiene la Gracia de vivir, en el próximo ciclo, todo lo que le fue enseñado.

A lo largo de los tiempos, todos los que fueron videntes de Apariciones de la Virgen o de Jesús, vivieron y atravesaron ese momento de conclusión, para que pudiera comenzar otra etapa.

Sé que no es fácil para los videntes dejar de ver al Hijo de Dios o a Su Madre Celeste, pero todo tiene un porqué, ya que Nuestros Sagrados Corazones esperan ardientemente que las almas apliquen en sus vidas el mensaje mismo. Eso permitirá ir cumpliendo el Plan y la Voluntad de Dios.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice, 

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Recoge tu corazón, con Cristo, en lo profundo del Corazón de Dios.

Recoge tu consciencia, tu vida, tu mente, tu alma y tus emociones más profundas en el Corazón de Dios.

Recoge tus planes, tus aspiraciones, tus metas, tus comprensiones más internas, tus victorias más altas, tus caídas más bajas, todo lo que eres, recógelo en el Corazón de Dios.

Recoge en el Corazón de Dios tu humanidad, los registros internos de vidas y vidas llevadas adelante en busca del Amor de Dios y del cumplimiento de Su Plan y de Su Voluntad.

Recoge también tu espíritu, misterioso y silencioso, tu parte más próxima a la Verdad y al Tiempo de Dios. Deja que todo esté en el Corazón del Padre, que retorne a Él y allí tome su tiempo para recrearse, transformarse, curarse, restaurarse y ser nuevo.

Permite, hijo, que todo se haga nuevo en el Corazón de Dios. Suelta las riendas del aparente control de tu vida. Deja que tu alma traspase las piedras del sepulcro profundo y oscuro de la condición humana, de sus certezas e ilusiones, de sus medias e imperfectas verdades y que, elevada en alto vuelo, tu alma llegue al Corazón de Dios y aprenda dentro de Él lo que es resurgir.

Experimenta, en tu interior, esa ciencia espiritual y divina del vacío, de la muerte para la vida eterna, de la resurrección.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hijos Míos:

Lleven estampado espiritualmente, sobre su pecho, el símbolo de la Sagrada Cruz del Redentor, para que en este día, en el que el mundo necesita mucha ayuda espiritual, los méritos de Mi Hijo puedan llegar a los que más lo necesitan.

Lleven consigo el símbolo de la Sagrada Cruz del Redentor, para que la humanidad sea transformada a través de todo lo que Mi Hijo les dejó.

Hoy estaremos a los pies del Monte Calvario para acompañar la tarea espiritual que Cristo llevará adelante.

Llevando consigo el  símbolo de la Sagrada Cruz del Redentor permitirán que los ángeles reconozcan a los discípulos de Cristo para que, unidos mediante el misterio de la Cruz, todo pueda ser reparado.

Que el  símbolo de la Sagrada Cruz del Redentor los haga recordar el Amor absoluto que Dios les entregó, un Amor misericordioso que perdura a lo largo de los tiempos hasta que se cumpla la redención total de la humanidad.

¡Les agradezco por  responder a Mi llamado!

Los bendice, 

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL TERCER DÍA DE INSTRUCCIÓN, DURANTE LA SEMANA SANTA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

No Me falta mucho tiempo para regresar al mundo, por esa razón estoy llegando en estos días, porque Mi Padre Me envía al mundo para estar entre los Míos y prepararlos para ese momento que no está tan lejos.

En el Evangelio de hoy pudieron ver representado lo que dije hace más de dos mil años, que es una realidad para los tiempos de hoy.

Por esa razón, en el día de ayer, los hice ingresar conscientemente en el Reino de Mi Padre, para que sus almas vivieran una experiencia y para que de esa experiencia pudieran recoger un tesoro, que es un fruto de los Dones de Dios que ustedes necesitarán en este tiempo para poder vivir lo que llegará.

Es así que el Universo teje pacientemente el Plan de Dios en la Tierra, integrado por cada una de sus almas que se autoconvocaron para estar aquí, como muchas almas lo estuvieron a lo largo de los tiempos, en diferentes momentos de la historia de la humanidad, por medio de las Apariciones de la Santísima Madre de Dios y del Sagrado Corazón de Jesús.

Pero en este tiempo y en esta hora, Yo vengo por todos y aquí no prevalece ninguna religión ni creencia, porque hoy les vuelvo a recordar que ustedes son parte de la Fuente y todos vienen de esa Fuente inmaterial que originó la vida en el Universo, luego que los planetas, las estrellas y los soles fueron creados.

Así podrán comprender, compañeros, qué extensa es la historia de cada uno de ustedes dentro de esta Creación Universal y que, como en el día de ayer, cada uno pudo reconocer que es algo más que un ser humano o que una consciencia que piensa y reflexiona.

Es a través del valor que le puedan dar las esencias que Yo me serviré para llevar adelante Mi Retorno al mundo.

Por esa razón, vengo por todos, cristianos y no cristianos, creyentes y no creyentes, vengo por todos. Todos los que estuvieron atentos a Mis Palabras en el día de ayer, recibieron muchas Gracias que comenzarán a descender en sus vidas conforme el Padre lo ha pensado.

Esas Gracias que recibirán también beneficiarán a sus seres queridos y, en consecuencia, al resto de la humanidad. Cuando la humanidad reconozca que es una sola familia, estará preparada para recibirme nuevamente.

Cuando ya no existan diferencias, prestigios o protagonismos en ninguno de ustedes, porque todos son iguales ante los Ojos de Dios y Dios espera que cada uno de Sus hijos pueda también reconocer lo que Él ve y lo que Él siente.

En esta preparación, que hoy he realizado por medio de estas palabras, eleven sus consciencias hacia Mi Pensamiento; y de Mi Pensamiento divino y universal, reciban los nuevos impulsos y decretos que formarán sus vidas según el modelo que Dios espera para estos tiempos. Que cada uno cumpla con su parte, así como el Universo cumple con su parte mayor.

Reconociendo estas instrucciones, rendidos al Amor de Dios, abramos aún más las puertas del Universo para que, por un momento, tengan la visión y la consciencia de la razón por la cual están aquí, y son llamados por su nombre para recibir en este tiempo los impulsos espirituales del Redentor.

En este momento Nuestro Señor Jesucristo, con Sus Manos elevadas al Cielo, abre las puertas hacia otros Universos, a donde la humanidad nunca llegó, pero que hoy por primera vez llega a esos Universos a través del Redentor.

Acompañemos este movimiento espiritual de Nuestro Señor por medio de nuestra conexión y contacto con Él, colocando toda nuestra atención en lo que Él está haciendo, para que podamos seguir siendo colmados de todo lo que Él nos quiere revelar y mostrar.

Nuestro Señor dijo en este momento:

Por medio de Mis Palabras, Yo los santifico para que sus consciencias estén en la vibración necesaria e ingresen en la sabiduría universal que guarda la respuesta para cada una de sus vidas, así como el conocimiento de cada una de sus vidas.

Vean, por encima de ustedes, al Universo y a la gran bóveda de la Vía Láctea. Reconozcan las diferentes nebulosas y sistemas solares, y siéntanse dentro del vasto Universo de Dios. Y así, despierten en sus corazones el recuerdo de sus orígenes, así como lo recordaron en el día de ayer.

Perciban, entonces, que no es imposible poder hacerlo si de verdad están unidos a Mí y de corazón confían en lo que les estoy revelando.

Dentro de todo el Universo que los rige y los acompaña, concentren su atención en la nebulosa azul que les estoy mostrando, y vean cómo dentro de ella existe vida; y cómo diferentes estrellas brillan dentro de esa nebulosa, emanando sabiduría para el Universo.

Siguiendo al sonido de esta melodía, eleven sus consciencias un poco más, vaciándose por completo, para que puedan ser llenados de lo que verdaderamente existe en el Universo.

Siguiendo a Mis pasos, ingresemos en ese espacio de luz dentro de esa nebulosa azul. Vean a sus seres iluminados por esa luz azul y cómo, desde el centro de sus pechos, se iluminan pequeñas luces que brotan de sus corazones, que son el corazón de su origen.

Frente a ustedes, dentro de esa nebulosa azul, identifiquen catorce estrellas que, en perfecto alineamiento, contemplan a cada uno de ustedes.

Están ante sus Padres de los Orígenes, los Padres que el Universo concibió para que ustedes pudieran tener vida, y en ese vacío que deben ejercitar en este momento, siéntanse colmados y llenados por la presencia de esas estrellas de luz y pregúntense internamente ustedes: ¿quiénes son?, ¿por qué estamos aquí ante nuestro origen?

Y Cristo nos dice que recordemos no con dolor, sino con alegría, porque los errores del Universo material están siendo corregidos por la consagración de sus vidas y su filiación con Dios.

Cristo dice:

Detrás de esas catorce estrellas de luz, vean una poderosa Luz dorada. Es la emanación de Adonai, sin forma alguna, pero en un sublime estado de consciencia y repitan internamente: Adonai, Adonai, Adonai.

Y el Padre Celestial, abriendo Sus Brazos con Su emanación dorada de Luz, abraza con Su omnipotencia a todos los presentes y en ese vacío, donde no hay voluntad personal, parecer o querer, somos colmados por Su Presencia.

Cristo dice:

Ahí están los Padres de sus Orígenes ante la Presencia de Adonai, éstos son los Padres de Orión. Recuerden y sientan su Amor, silencioso y profundo. Y vean como de sus pechos aún emerge esa luz que los une a cada uno de sus Padres, quienes conocen su origen y su surgimiento desde la Fuente.

Y ahora nos vemos rodeados por esas catorce Estrellas de Luz, Cristo en el centro, por encima de nosotros la Consciencia de Adonai y alrededor de nosotros sentimos cómo vibra el Universo, como una melodía elevada que nos trae corrientes de Luz e impulsos de Luz a nuestras consciencias.

Estamos ante lo que una vez fuimos, estamos ante la verdad que hoy nos revela el Corazón del Redentor.

Por encima de esas catorce Estrellas que nos rodean, que son las esencias de nuestros Padres, vemos lenguas de fuego. Y se revelan ante nosotros los catorce Dones inmateriales del Espíritu Santo:

  • la ciencia del Entendimiento, 
  • el espíritu de la Verdad,
  • la fortaleza de la Luz,
  • el Amor inconmensurable,
  • la Abnegación eterna,
  • la Sabiduría divina,
  • la Cura espiritual,
  • la Vida interior,
  • el Conocimiento cósmico,
  • la Transmutación,
  • la solidez del Alma,
  • la Gracia incondicional,
  • la Inteligencia divina y
  • la Reconciliación interior.

Y Cristo nos dice: 

Ahora que saben que nunca estuvieron solos y que Dios siempre los colmó con Sus Gracias, regresen a lo que verdaderamente son, para que este Universo material e inclusive este planeta cumplan con el propósito que tienen ante la Creación, y así las consciencias sean elevadas hacia su verdadera condición espiritual, tomando consciencia de su misión y propósito.

Orión ha sido el lugar de muchas historias. Por eso viene hacia ustedes en la presencia de los catorce Padres de los Orígenes, los mismos Padres que conoció Abraham y muchos otros patriarcas.

Que todo esto los ayude a interiorizar sus vidas, para que estén alineadas al Propósito. Y después de este momento que está viviendo todo el planeta, muchos más corazones aspiren a llegar a la verdad, más allá de la religiosidad de la vida, ingresando en el abundante Conocimiento de Dios que se expresa en todas Sus moradas.

Hoy están ante una de esas moradas, que ha sido testigo de muchos acontecimientos, pero que hoy, Orión expresa una de las más importantes sabidurías para este Universo material. Ese impulso llega a ustedes directamente, por medio de Mi Presencia, para que puedan seguir afirmando lo que verdaderamente son y la razón por la cual están aquí, en este momento planetario, no para vivir las cosas del mundo, sino para vivir lo que está en el Cielo, en el Universo, y que desde hace mucho tiempo sigue vibrando y palpitando en su bóveda.

Reconozcan la llegada de los que vienen en su auxilio y estarán en el camino de la paz.

Trayendo nuestra consciencia hacia este lugar, ahora estamos con Cristo frente a este altar, para que podamos percibir la diferencia de cómo alcanzar un contacto más profundo con todo lo que está en las Esferas Sublimes.

Mi Padre Me pide hacer todo esto por una razón principal: para que despierten los talentos en cada uno de ustedes. En la Fuente, eso es llamado “linajes”. Ahora, después de este momento, cada uno está preparado para conocer su linaje que, en Mi Nombre, deberá aportar y servir a la humanidad en la construcción de la Nueva Humanidad, para que la cura se establezca, el perdón los redima y el Amor los eleve a la Verdad.

En honor a los Padres de los Orígenes hoy celebraremos, porque Dios les concedió la Gracia de tomar consciencia de la Verdad, para que cada día estén más conscientes, abiertos y disponibles para encontrar el sentido y la respuesta de estar hoy aquí.

Por eso, Yo rezo todo el tiempo para que Mis amigos alcancen esa Verdad, porque la Verdad los hará libres.

Nuestro Señor está pidiendo un velo de auxiliadora y una alianza de auxiliadora.

Para que comprendan, compañeros, cuán importante es su misión en la Tierra, antes de volver a entregarme en Cuerpo y Sangre para ustedes, les entrego Mi Amor a través de la consagración.

Traedme aquí también, aceite para ungir y agua para bendecir.

Los apóstoles y las santas mujeres conocían esta verdad que hoy ustedes saben, y durante los tres años de Mi Vida pública, los apóstoles y las santas mujeres fueron celadores, en los planos internos, de ese conocimiento del Universo. Es por esa razón que Mis apóstoles y Mis santas mujeres alcanzaron la libertad a través de la Verdad.

Hoy bendigo estos elementos, que he pedido que llegaran a Mi altar, para demostrar Mi gratitud y confianza en los que perseveran y se rinden ante Mi Cuerpo Eucarístico, como también en los Sacramentos y en la oración diaria.

Estos elementos son medios de conversión, así como cada uno de los elementos sagrados que ustedes llevan consigo, para que Yo los bendiga en este momento.

En humildad, coloquen sus elementos entre sus manos, sean rosarios, medallas, cruces o lo que lleven consigo. Pero, especialmente, coloquen sus corazones para que Yo los pueda aceptar.

Esperé diez años por este momento, para consagrar esta alma para un servicio más profundo a Mi Corazón, a fin de que se cumpla en el mundo la Obra de Mi Misericordia. También esperé hasta este momento para que cada uno de ustedes, según sus aprendizajes y escuelas, conocieran la revelación de esta verdad que hoy les traje, la cual al final de este encuentro Mi amada Madre María Shimani les explicará, por el don que Yo le daré a ella para poder pronunciarlo.

Mediante esta consagración del Cuerpo y la Sangre de Cristo, el Señor bendecirá los elementos que están ofreciendo, para que sean medios de Gracias para todos, de conversión y de luz para todos.

En este momento, en el que la Divina Misericordia desciende a la Tierra, por medio del Amor y de la Compasión de su Señor, ofrézcanme por lo menos un alma, una persona que les venga a sus consciencias y que necesite en este momento de Mi ayuda, sea una persona sana o enferma.

“Ante este conocimiento sagrado que los colma, y que beneficia a la humanidad en el acto del perdón y de la reconciliación, Adonai, como hace más de dos mil años, pero hoy reunido con muchísimos seguidores Míos, Te pido en el nombre de Tus hijos y del Amor infinito y cósmico que Tú tienes por cada uno de ellos, que bendigas estos elementos que son ofrecidos, para que Tú, Padre, estés más presente en la vida de cada uno de Tus hijos, para que ellos puedan sentir Tu bendición y Amor más allá de lo que suceda”.

“Por esa razón, hoy Te ofrezco este pan para que sea bendecido por Ti y se convierta en el Cuerpo Glorioso de Cristo”.

Por esa razón les vuelvo a decir: "Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo que hasta los días de hoy es entregado para el perdón de los pecados".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

“Elevo este Cáliz, Señor, para que también sea bendecido por Ti y para que se convierta en la Sangre de Cristo, y así el soplo de Tu Espíritu esté en los corazones de la Tierra”.

Es así que hoy les vuelvo a decir: "Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que es derramada por su Redentor para la remisión de las faltas. Hagan esto en memoria Mía".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Unidos a Nuestro Redentor, rezamos la oración que Él amorosamente nos enseñó.

Padre Nuestro (en español).

Padre Nuestro (en inglés).

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra.

Gracias Señor por cuanto nos das. En este encuentro te honramos, Señor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Comentarios de Madre María Shimani de Montserrat:

Vamos a intentar acercar a todos una historia muy antigua del Universo, y vamos a contar esa historia, simplemente, como si estuviéramos en una reunión con muchos niños que necesitan comprender una realidad muy amplia y, por eso, la simplicidad será la llave para su comprensión.

Hace mucho, mucho tiempo, cuando Dios pensó qué es lo que quería para Su Creación, Él se multiplicó en todos Sus Atributos, y sintió la necesidad de que criaturas materiales, que pudieran vivir la experiencia del Amor y de la Unidad, guardaran en el corazón de sus razas cada uno de Sus Atributos.

Entonces, les encargó a Sus arcángeles que construyeran hermosas razas, bellas criaturas que pudieran representar Sus Atributos en el Universo material.

Una de esas razas fue Orión, una raza de Corazón Azul, donde se guardaba el profundo Amor del Universo. 

Pero, por esas cosas que sucedieron entre los ángeles, hace mucho tiempo; uno de ellos, que no supo atesorar el Amor de Dios y comprender lo que Dios quería realizar, cayó preso de su propia ignorancia y quiso destruir la Creación de Nuestro Señor, el Padre Eterno. Y fue a buscar, en el Universo, una de las mayores Creaciones de Dios, la raza Orión. Y él quiso conquistar, a través de sus engaños al Corazón Azul de esa raza que guardaba el más profundo Amor de Dios.

Pero el Corazón Azul de Orión, después de vivir muchas pruebas a través de ese amor que guardaba en su corazón, pudo sobrevivir y aprender lo que nunca más, en el Universo, debe suceder.

Orión tenía 14 Padres, los sabios más sabios de la raza Orión, que "guardianaron" la Creación durante mucho tiempo, y en esa historia se cuenta que esos 14 Padres perecieron en manos del engañador, ofrecieron sus vidas por salvar a la raza Orión, y hoy brillan como 14 estrellas azules, como el Corazón de Orión, para que en el Universo siempre se recuerde que el Amor del Corazón de Dios triunfará siempre, porque esa es Su Voluntad.

Todos nosotros, en este planeta Tierra, tuvimos, algún día, algo que ver con ese Corazón Azul de Dios. Es una historia que cada uno va a tener que descubrir, porque a medida que ingrese más en el Corazón de Dios, va a encontrar ese color azul que guía su camino de retorno a Casa.

¡Gracias, Señor, por cuanto nos das! 

Y unidos a Ti, Rey del Universo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Queden todos con Dios. 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

De ciclos en ciclos, revive el llamado de Cristo en tu interior.

Dentro de tu corazón, hijo, contempla el mar de tu vida, de tu historia y de tu entrega y, en las orillas de ese mar, encuentra la Mirada de tu Señor que busca tus ojos. 

Sin miedo, vuelve a caminar en dirección a tu Salvador y permite que Él te pida algo nuevo, una entrega más profunda, una rendición más perfecta. 

Deja a Sus Pies la red de todos tus deseos y aspiraciones, todo aquello que perseguías en el mar de la vida, intentando conquistar, aunque fuera algo espiritual o aunque fuera algo para Cristo.

Escucha la Voz de tu Señor, llamándote para profundizar en Su Corazón. Y, vacío de todo, ve con Él a cumplir Sus designios, a transitar desiertos, a curar tu propio corazón y, así, conceder cura, ser amado profundamente y, de ese modo, conceder el Amor de Dios a las almas.

Nunca pienses que basta entregar la vida a Cristo solo un día, pero sí, hijo, entrégate todos los días. Escucha Su Voz en cada instante. Abre camino, en tu interior, para que Cristo llegue a los espacios más ocultos de tu ser. 

Hablo de entrega y de rendición, todos los días. Percibe que esas son las llaves de este tiempo, son las bases en las cuales tu espíritu estará seguro en Dios y en Su Voluntad. Eso es lo que Él te llama a vivir en este momento, porque de esa forma crecerás, de esa forma cumplirás los designios del Creador para tu vida. 

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Vive con la fe de los primeros cristianos, aquellos que no temían a la muerte, sino que deseaban con locura la vida en Cristo y ofrecían constantemente su existencia a Dios, para que Él hiciera de sus almas receptáculos para que gracias y misericordias llegaran al mundo.

Vive con la fe de los primeros cristianos, aquellos que anunciaban el Reino de Dios, no solo con el verbo, sino, sobre todo, con la vida; aquellos que se dejaron encender por el Amor de Dios y descubrieron lo que es la verdadera fe en el Corazón del Padre Celestial.

Vive con la fe de los primeros cristianos, aquellos que no estaban luchando para alcanzar y acumular cosas en el mundo, sino que estaban rindiéndose para conquistar su espacio en el Cielo, fundidos en el Corazón de Dios, tornándose Uno con el Padre.

Vive con la fe de los primeros cristianos, aquellos que entregaban sus vidas por misterios que desconocían, por una experiencia y una Vida mayor, que solo se guardaba en la certeza de sus corazones y en lo oscuro de su fe absoluta.

Vive, hijo, con esa fe, dejándote encender por ella, en oración. Que esa fe, escondida en tu interior, gane espacio en todo tu ser, para que sea Cristo quien se expanda en ti.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

A veces pareces caminar y caminar, y que tu espíritu se aleja de Dios.

A veces sientes que te esfuerzas y te quiebras, y tu corazón retrocede en el amor. 

Hoy, hijo, vengo para decirte que la condición humana es profunda y con muchas capas a ser transcendidas, cada vez más hondo dentro de tu ser. Es un camino largo, hecho de muchas etapas, en las cuales tu corazón debe madurar, pero también dejarse inflamar por el Amor de Dios.

Cada oferta que haces, cada entrega que realizas, abre dentro de ti un nuevo espacio para ser curado, liberado, transcendido. Son las antesalas de tu castillo interior, estas que resguardan tu esencia y sus misterios.

Vive cada etapa de tu entrega, profundizando en tu unión con Dios. Deja que tu alma sea amiga, hermana, compañera, esposa de Cristo, hasta que un día se funda en el Señor y ya no haya límites para Su Amor dentro de ti.

Camina, aun pareciendo que nunca llegarás.

Sabe que esta es una caminata profunda, tanto hacia adentro como hacia el infinito, y no detengas tus pasos.

Fija tu mirada en Aquel que te llama. Y que todos los obstáculos, resistencias, todos los dolores de las capas arrancadas, todos los pesares de los muros derrumbados, se sustenten en el Corazón que tienes delante de ti, en el horizonte de tu entrega, tu inicio y tu fin. Así crecerás en espíritu, pero también en amor.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Conocer el Universo y sus misterios es ingresar en la profundidad del Amor de Dios por la vida; es comprender que, con la misma perfección de detalles con la cual creó los cuerpos de los hombres y de cada criatura de la Tierra, así el Señor creó Su Cuerpo Místico, formado por toda la vida que habita en el Infinito.

La Sabiduría Divina, hijos, los aproxima al Amor de Dios y despierta en sus corazones la semejanza con Él, para que sean cocreadores en la vastedad de la vida, que puedan recrear la Creación infinita del Padre Celestial, renovando con Él y a través de Él todas las cosas.

La Sabiduría Divina les muestra su lugar en el Universo como en el Corazón de Dios; los torna conocedores de la unidad, no solo como virtud, sino como Ley universal y cósmica que les permite retornar al Padre.

Dejen que el conocimiento los transforme y los conduzca más próximos a Dios, en el despertar de Su Amor, en la experiencia de Su Unidad, en la vivencia de Su Gracia, en la manifestación de Su Propósito.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La cuaresma es un momento, hijos, para volver a conocer a Cristo, para reconocerlo con una nueva mirada, una mirada sin velos y sin temores, para que sepan quién es Él y quiénes son ustedes delante de Él, lo que son llamados a vivir al estar delante del Hijo de Dios. 

Muchos son los que caminan al lado de Cristo, comen de Su Cuerpo, beben de Su Sangre, participan de Sus prodigios y escuchan Sus Palabras; pero pocos son los que miran al Señor sin velos delante de sus ojos, sin muros delante de sus corazones, y saben quién es Él, y se descubren también a sí mismos, delante de Él.

La cuaresma es ese momento, porque en ella el Señor les dice: "Yo Soy el que Soy, Yo Soy Aquel que Es; Uno con Dios, el propio Dios hecho Hombre y Espíritu". 

Y, al escuchar esa revelación del Hijo de Dios, sus ojos se abren para que no solo puedan reconocerlo, sino también reconocerse a sí mismos. 

La cuaresma es un momento de definirse para buscar a Cristo y vivir la revelación de Su Presencia, para dejarse inundar por Sus misterios y transformarse por Su Amor; o entonces, hijos, lo verán pasar y hacer prodigios, verán como se transforman los corazones al escucharlo, pero aun así, permanecerán ciegos y sordos delante de Él. 

Elijan la vida, la vida en Cristo, la vida en la Verdad, la vida en la libertad de sí mismos. Elijan el desvanecimiento del polvo. 

No se aferren a sí mismos, a sus virtudes y destrezas, a sus convicciones y conocimientos, a sus mentes y creencias. Aférrense a Cristo, a Su Verdad Celestial, a Su Presencia, a Su Vida.

Este es el sentido de la cuaresma: prepararse y definirse en Cristo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE PARA  LA  APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN TAHLEQUAH, OKLAHOMA, ESTADOS UNIDOS, AL  VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cuando la Madre de Dios está en silencio es porque algo importante está por suceder y, en este momento, deben comprender ese significado.

Este silencio lleva a la introspección, a la reflexión y al discernimiento.

Es momento de que la humanidad comprenda los ciclos que está atravesando y viviendo en estos tiempos.

Por esa razón, los Mensajeros de Dios llegan a la Tierra para prepararla y guiarla hacia el próximo paso, hacia el próximo ciclo y hacia el nuevo tiempo.

Hoy he venido aquí a traerles Mi mensaje de paz, pero también Mi mensaje de consciencia, queridos hijos.

Hoy, en el mensaje dado por su Madre Celeste para las apariciones un ciclo se cierra y un nuevo ciclo comenzará, a partir del mes de marzo de este año, momento en el cual, ustedes, Me podrán acompañar en este último ciclo que se acerca y que finalizará una etapa importante para todos los mundos internos, y también para toda la humanidad.

Es momento de que comiencen a recoger los frutos de la instrucción y del conocimiento de la Jerarquía; de que puedan aprender a beber de esa Fuente, para que solo dependan de Dios, de Su Gracia y de Su Misericordia.

Y, así, sus almas se fortalecerán en este camino y en esta trayectoria al servicio eterno de Dios, por las almas, por los Reinos de la Naturaleza y por el planeta.

Hoy vengo aquí para anunciarles el fin de este ciclo, el fin de estos mensajes que vengo entregando y que los prepara para cada nuevo encuentro Conmigo, sea en sus corazones o ante Mi Presencia.

Es así, queridos hijos, que podrán comprender, en este momento, la omnipresencia de la Madre de Dios. Esa omnipresencia y poder que le ha dado Su Hijo para llevar adelante esta tarea planetaria en el fin de los tiempos, que es la última y gran tarea para estos tiempos.

Por eso, los invito a tener presente todo lo que les he dicho desde los primeros años en que Me he encontrado con ustedes, para guiarlos, conducirlos y hacerlos vivir el Plan de Dios en sus diferentes manifestaciones y tareas.

Este es el tiempo de hacer la gran y última síntesis. Es el tiempo de vivir el conocimiento de Dios para que puedan aprender a enfrentar lo que llegará, no solo a sus consciencias, sino también a todo el planeta, a la humanidad entera.

A través de cada mensaje, a través de cada palabra e instrucción, su Madre Celeste les ha entregado un impulso, una llave, un don, una virtud y una luz para que se pueda encender en sus corazones y en sus vidas, y para que puedan representar la Obra de Cristo en la Tierra.

Es así, queridos hijos, que Yo los llamo a vivir el apostolado incansable, el apostolado del esfuerzo, el apostolado por amor a todo lo que Dios concibió desde el principio de esta Creación, y para que esta Creación se pueda regenerar, curar y redimir.

Este es el tiempo en el que la humanidad atravesará los últimos momentos, dentro de su transición planetaria. Por eso, Yo los invito a ser conscientes, y también les agradezco por haber respondido a cada llamado.

Habiendo respondido a Mi llamado, han correspondido al llamado de Dios. Ese llamado de Dios es cumplir, en cada etapa, Su Divina Voluntad, Sus aspiraciones, Sus deseos ardientes y Sus metas. Es de esa forma, que Él se muestra, se revela y guía a Sus hijos, para que todos sigan el camino de la fe y de la confianza en Dios, en el cumplimiento de Su Divino Propósito.

Necesito, queridos hijos, que Me ayuden a acompañar el próximo ciclo, porque a partir de que Mi Hijo los visite durante la Sagrada Semana de este año, una etapa más definitiva se cerrará.

Comprendan, queridos hijos, que ahora los ciclos son mensuales y también hay ciclos que son semanales. La Jerarquía ya no podrá esperar veinticinco años, o muchos años más, para que la consciencia humana esté madura y esté en el punto que el Plan necesita para poderse cumplir y realizar.

Por eso, les hago entender la importancia del conocimiento y de la instrucción, que son fortalezas y principios para sus vidas; son direcciones, caminos y sendas para encontrar el Divino Propósito en su diversidad, dentro de la Ley de la Jerarquía, de la Ley del Amor-Sabiduría.

Yo les dejo este mensaje, queridos hijos, este último mensaje que prepara a sus mundos internos para esta Aparición de hoy, momento en el cual cada alma y cada corazón, más allá de lo que esté atravesando y viviendo, tendrá la oportunidad de hacer esa síntesis y de reunir, en su mundo interior, todos los tesoros que ha entregado la Jerarquía, a través de los años y de los tiempos.

Hoy es un momento culminante para todos desde los planos internos, pero también desde los planos espirituales el Padre Eterno estará contemplando esta instancia, en la que nuevamente Sus hijos responderán al llamado de la Madre de Dios, por medio de este encuentro de oración, que intenta fortalecer a todas las almas, a todos los corazones y consciencias para que no tengan miedo, para que aprendan a atravesar el fin de estos tiempos con valentía y con ímpetu, bajo el impulso y la compañía de la Gran Consciencia Crística. 

Por encima de todo, queridos hijos, que siempre esté el amor en ustedes, en sus hermanos y en cada lugar. Es ese amor, el Amor de Dios, que los ha traído aquí para vivir este tiempo, para vivir esta escuela, para vivir este aprendizaje, para servir a Dios. No hay nada que pueda impedir eso. No hay nada que lo pueda obstaculizar ni tampoco intervenir.

Los desiertos son grandes, pero las victorias son más amplias e infinitas.

Retomen la fuerza interior que les da el Sacramento de la Comunión. Afirmen su Bautismo. Afirmen su Unción en Cristo y todo se renovará.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado y, bajo la Luz de Mi Corazón, los guío hacia el Propósito Mayor, hasta que ese Propósito se cumpla en ustedes y en el mundo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Llegó el momento de preparar los corazones para la vivencia de una síntesis espiritual, interna y humana.

En este ciclo, muchos son los recuerdos inexplicables que emergerán de la consciencia, como forma de ser curados. 

Es el ciclo en el cual el amor ya comenzó a ganar espacio en el interior de los seres, y estos ya son capaces de estar delante de aquello que ha de ser curado y perdonado y escoger hacer esto a través del amor.

Es a través de esa cura interna que sus miedos son vencidos y ceden espacio al Amor de Dios en sus corazones; Amor que debe crecer y expandirse para, entonces, ser renovado y multiplicado.

Dejen entonces, hijos, que en este ciclo de revelaciones se realice una síntesis en su interior. Dejen lo que pasó y que forjó el crecimiento de sus consciencias, que no es como una piedra que cierra sus caminos, pero sí como una base que yergue sus espíritus, tomar el lugar correcto en sus corazones.

El último ciclo definitivo de la humanidad buscará en los seres humanos nada más que corazones permeados de un amor tan grande que no haya lugar para la oscuridad, miedo o dudas. 

Permitan que la síntesis se realice en su interior. Agradezcan por lo que pasó, déjense transformar por el presente, y que el futuro solo permanezca en la Mente Divina.

Que su tesoro espiritual sea el cumplimiento de la Voluntad de Dios. Y si no pueden encontrarla, sirvan, amen, cada día más, y descubrirán que es de forma simple como se construye el Plan de Dios.

Obedezcan y sabrán que sus espíritus se expresan cuando sus personalidades son moldeadas. No habrá mayor libertad interior que aquella conquistada a través de la obediencia, del servicio, de la humildad y del amor. 

Por eso, sean libres, para que este nuevo ciclo los encuentre prontos para ser moradas, no de sí mismos, sino de Dios.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN PHOENIX, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras recorren los lugares sagrados, tengan en sus corazones a toda la humanidad, a toda la vida.

Sientan que todo lo que reciben, como impulso interior, llega a cada ser de la Tierra y más allá de ella.

Sientan la unidad espiritual que se establece en los corazones de los que saben que todo lo que reciben no es para sí mismos, sino para que el Plan de Dios se cumpla en todos Sus hijos y en este mundo.

Más allá de unir las dimensiones y llegar al Corazón del Padre Celestial, los seres humanos, hijos, tienen la posibilidad de compartir interiormente todos los aprendizajes evolutivos que viven, así como todos los códigos de luz que reciben para dar sus pasos en dirección al Amor de Dios.

Fue de esa forma que el Amor alcanzado por su Señor en la Cruz desbordó de Su Corazón, y todo lo que Él alcanzó llegó a cada ser de este planeta y mucho más allá de él. 

Este es uno de los dones que Él les enseñó con Su entrega: el don de donarse no solo a sí mismo, sino de donar todas las Gracias recibidas y alcanzadas. El don de sentirse unido a todas las criaturas y saber que todo lo que viven es por todo y por cada ser de este planeta.

Miren al prójimo, aunque sea un desconocido, y sepan que él es también parte de Dios y que está aquí para aportar algo, aprender algo, redimir algo y alcanzar el mismo amor que, por Gracia y Misericordia, ustedes reciben todos los días.

Cuanto más dejen influir a las dádivas recibidas y, conscientemente, vivan las Gracias como un servicio por la humanidad, más, hijos, esas dádivas fluirán al mundo.

Recuerden que los seres humanos son un gran misterio. Misterio que se devela experimentando y viviendo, arriesgándose a amar y a servir cada vez más profundamente.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN REDWOOD, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Conoce el ilimitado Amor de Dios a través de la unión con tu Creador y comprenderás la amplitud de Su Creación y la perfección con la que tu Señor colmó de misterios, de detalles, de caminos, las dimensiones que unen Su Consciencia con las consciencias de Sus hijos.

Conoce el ilimitado Amor de Dios por la vida y, al descubrir la grandeza de Su Creación, no te sorprenderás. Infinitas son las formas que las esencias recibieron de Dios para cumplir Su Propósito y recrear la vida.

Pero recréala, hijo, no solo comenzando de cero una nueva Creación. Recrear significa que la espiral evolutiva llegó a un punto más elevado y de allí, más próximo a Dios, comienza un nuevo ciclo. 

Contempla y conoce el ilimitado Amor de Dios y no te asombrarás al descubrir que, más que enviar a Su Hijo a este mundo, el Creador envió a muchos otros de Sus compañeros y también creó otros mundos, otras razas, otras vidas, para que, en la perfecta expresión de cada una de ellas se complementen, se auxilien, crezcan y retornen a Su Corazón con un amor renovado, multiplicado y madurado por las experiencias y superaciones vividas.

Contempla, entonces, y conoce el ilimitado Amor de Dios y sé tú también ilimitado en tu comprensión, en tu apertura, en tu donación y en tu entrega, para que algún día, hijo, más que contemplar y conocer, puedas vivir y ser el ilimitado Amor de Dios.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Caminar por el desierto y ser vencido por el Poder de Dios no es ser indiferente con la vida o con el prójimo. El desierto los lleva a conocer a Dios para que sean capaces de encontrar a toda criatura y a toda vida dentro del Creador.

El desierto es un encuentro.

Después de cruzar el vacío, la aridez y la soledad; trascendidas las primeras etapas del desierto, purificado el corazón y rendido a Dios, que es su única y última Fuente de agua pura, los corazones viven un Encuentro. En Dios descubren la verdad, la pureza y la Vida misma que contiene en sí a todas las criaturas.

El desierto es un camino para encontrar, de verdad, al prójimo. Al conocerse a sí mismos, despojándose de las apariencias, de las muletas, de las cadenas, van a comenzar también a ver con ojos transparentes. Cruzando el desierto y encontrando a Dios, podrán percibirlo en todo y en todos, descubrir Su Amor revelado en las esencias de los hombres

Cuando un corazón vive en la aridez, no es porque está cruzando simplemente el desierto, es porque pisó el desierto. Pero necesita caminar en él, dejarse transformar por él, vivir el vacío y también el Encuentro.

El desierto es hecho por etapas, descubrimientos, experiencias profundas e internas que hoy deben ser comprendidos. Si sus corazones sienten aridez, vacío, tentación, soledad, profundicen en lo que viven y lleguen a la rendición, a la revelación de la fe.

Dejen quebrar sus muletas, sus cadenas. Dejen por el camino los apoyos humanos e, inclusive, los espirituales que se manifiestan como virtudes y destrezas, y permítanse ser nada.

Sigan desierto adentro por un largo camino que es vaciarse.

Siéntanse suspendidos en la nada y, al mismo tiempo, muy próximos a tocar a Dios.

Es el Encuentro con el desierto lo que los fortalece para renovar el Amor de Dios. Si no hay desierto, no hay Amor Crístico. Pero no les hablo solo de tocar con los pies las arenas calientes y sentir su aridez; les hablo de saberse en el desierto, aceptarlo, adentrarlo, vivirlo plenamente.

Por eso les hablo sobre el desierto, no para traerles aliento, sino para traerles valentía. Valentía de ser nada.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Retírate al desierto con Dios, confiando en Su silencio y en Su Presencia.

Deja que todas las sensaciones espirituales y humanas, que antes eran confirmaciones e impulsos internos para ti, sean ahora substituidos por la fortaleza de la fe que te une pura y simplemente a Dios. 

Acepta con amor el milagro del desierto, porque Dios llama al desierto a aquellos en los cuales espera colocar Su confianza, Su Cruz, Su Gracia y, por encima de todo, hijo, a aquellos que se dispusieron, desde el principio, a redimir la propia vida, superando al Amor de Dios.

Mi voz es aliento para las almas que caminan en el vacío, porque simplemente les digo: "Ve por este vacío y por este desierto; camina lejos y adentra en él profundamente, porque allí, en donde no puedes reconocerte a ti mismo, es en donde Dios se revelará y te mostrará finalmente quién eres".

Tu Señor se recogía para orar en el desierto, porque allí era en donde dejaba atrás Su condición humana y abrazaba Su Condición Divina. Por eso, el desierto debe ser para ti una esperanza.

Deja que los dolores de la renuncia se transformen en la libertad de aquello que te prende al mundo.

En el desierto puedes sufrir por el peso de los pasos, debido a las cadenas de la esclavitud del mundo que aprisionan a tus pies, o puedes rebajarte delante de Dios, tocar con tu rostro el suelo y saber que, con el clamor elevado al vacío, esas cadenas se romperán y tú podrás caminar libre.

El desierto no dejará de ser árido y solitario, pero tus pasos serán libres y tu corazón leve para llegar al propio destino.

Tienes Mi bendición para eso.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Vengo del Cielo, trayendo en Mi Corazón un profundo júbilo interior. Júbilo que proviene no solo del sentir de Mi Casto Corazón, sino que proviene del Corazón de Dios, fruto de Su Misericordia, de Su Piedad y, sobretodo, hijos, fruto de Su gran Amor por la humanidad.

Vengo a ofrecer Mi Casto Corazón al mundo, así como lo ofrecí a Dios para que, de esa forma, los corazones de los hombres se renueven, despierten y tengan fuerzas y fe para seguir adelante en el calvario de estos tiempos.

Así como una vez el Creador envió a María Santísima para ayudar a Su Hijo a levantarse en el Calvario y, a través del profundo Amor de Su Inmaculado Corazón el Señor renovó Sus fuerzas; así, hijos, el Creador Nos envía en el Calvario de estos tiempos para mirar en los ojos de los cansados, de los humillados, de los que están sin esperanza, de los que perdieron la fe, para que comprendan la esencia de la Cruz de estos tiempos; para que superen el peso de sus faltas, flaquezas, miserias y que superen el peso de la condición humana, que se transmuta tanto en sus consciencias como en sus células. Y, así, sepan que de todo eso nace un amor mayor, nace una misericordia mayor, nace el verdadero hombre.

Vengo para tocar sus rostros, secar sus lágrimas y ayudarlos a descubrir el poder del sacrificio.

Y no es que Mis palabras a lo largo de los últimos años no hayan sido suficientes, sino que vengo, hijos, para revelarles así, el Amor de Dios.

Que ustedes puedan saber y experimentar que renovar el Amor de Dios no es solo cargar la cruz y caminar hacia el calvario, es también sentir Su Amor y ser amados por Aquellos que Él envía en su auxilio y, así,  ver nacer ese amor nuevo en su interior.

Caminemos entonces hacia la renovación, hacia el Amor de Dios y, sobretodo, agradezcamos al Padre la revelación de Su infinita e insondable Misericordia.

Yo los bendigo, hoy y siempre.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN MENDOZA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Compañeros:

No solo hablo para ustedes sino también para el mundo. 

Esperé que pasara un tiempo y unos días para que llegara este momento de poder encontrarlos verdaderamente en unión a la gratitud, porque la gratitud es una expresión del Amor misericordioso de Dios. Y cuando hoy vi esa gratitud en ustedes, Me pude aproximar con confianza para hablarles.

Ustedes son parte del Plan de su Maestro y Señor, de un Plan que no puede fallar ni fracasar, porque detrás de ustedes hay muchas, muchas almas y consciencias que aún llegarán para beber de Mi Fuente, para nutrirse de Mi Mensaje.

El tiempo se está acabando, por eso las emergencias son muy grandes y los compromisos también son muy grandes.

En la llave de la gratitud y del amor podrán comprender todo lo que les pido y así se unirán a Mi Consciencia. 

Veo a un mundo que sufre por la indiferencia y por el error.

Necesito que sean enmendadores de Mi Misericordia, que puedan compensar y equilibrar lo que la humanidad no hace bien en este tiempo, por los riesgos que corre día a día.

Por eso vengo con la Luz de Mis Llagas, para encomendarles la profundización de esta misión, y de esta tarea que es de la Jerarquía y de ustedes, de sus seres internos con la participación de sus almas.

Por eso es necesario corregir para mejorar y crecer. Todo lo que es dicho por la voz de la Jerarquía es por amor y no por otra causa.

Las almas a veces se resisten a escuchar y comprender porque tienen su corazón cerrado, pero ustedes aprendieron a abrir su corazón hacia Mí. Por eso les hablo tan directamente, porque ya no podemos perder el tiempo en lo que no es necesario, sino debemos invertir el tiempo en lo que es urgente, y ustedes saben, por la gracia que reciben, que las emergencias crecerán y aumentarán.

Yo estoy aquí por la responsabilidad que tengo con ustedes y ustedes Conmigo. Pero no es un compromiso que viene solamente desde la época en que estuve presente en la Tierra. Son compromisos muy remotos y desconocidos para ustedes.

Solo vendré a pedirles lo que necesito que Me den, pero no los obligaré, nunca les exigiré nada.

Mis apóstoles del pasado transitaron por la misma escuela, pero era una escuela más exigida e inmediata. Era una responsabilidad muy grande porque su Maestro y Señor, entre tan pocos, tenía que alcanzar una victoria muy grande y, por la Gracia y la Misericordia Divina, eso sucedió.

Sé que el ser humano es frágil y a veces tibio, pero el Amor que Yo les entrego y les he entregado hace tanto tiempo los debe encender interiormente en el fuego de Mi Amor y de Mi Verdad.

Yo vengo para pedirles que sean conscientes de lo que llegará en el futuro cercano, en el que ya no solo vivirán situaciones personales o realidades de las naciones. Ahora Mi Obra se ampliará para situaciones continentales, como lo es África.

En África están los que más sufren y son los que más Me dan, porque Me ofrecen sus corazones que es lo que Yo necesito de ustedes para que reconozcan la Gracia que han recibido, y aún reciben, y los cuidados que les ha dado la Jerarquía a lo largo de los tiempos sin hacerles faltar nada.

África será para ustedes una escuela de amor al sacrificio y de la posibilidad de reconocer que en la gran y extensa miseria existen almas que aman a Dios sin condiciones. Y es ese amor que las alimenta espiritualmente más que físicamente, que les quita la sed espiritual y así sacian su sed física.

No pido que sean iguales a ellos, porque cada uno tiene su escuela y sus aprendizajes. Necesito que los imiten internamente, que tengan consciencia de la posibilidad y de la oportunidad que reciben en este tiempo. 

Dentro de un proceso de emergencia planetaria, a veces los corazones precisan ser enderezados para no perder el camino hacia Dios, porque uno nunca debe olvidar la humildad, que es la gran llave maestra de su liberación.

Hoy he visto que se aproximaron aún más a la gratitud, a una gratitud espontánea y sincera que tocó Mi Corazón. Por eso he decidido hablarles para traerles consciencia y sabiduría, para que cada uno reconozca en sí mismo el esfuerzo que aún tiene que hacer no solo por Mí, sino por su Padre Celestial que es Quien los colocó en este camino y en esta misión para que Me acompañen.

Por eso, hoy Me entrego nuevamente para acoger sus miserias y saber que la Luz de Mi Misericordia todo lo puede transformar y redimir cuando un corazón se abre sinceramente y suplica sin dejar que sus resistencias lo controlen y lo dominen.

Cuando un corazón se abre espontáneamente, los milagros pueden suceder. La fe es la gran Luz que baña la consciencia y la redime; tiene la Gracia, como consciencia grupal, de poder implorar a Dios para que ayude al mundo y a la humanidad, para que ayude en situaciones muy graves y dolorosas que vive esta raza de hoy.

Nunca pueden olvidar que Nuestra tarea es planetaria y no personal; que es una tarea con la Jerarquía y por la Jerarquía para el advenimiento de la energía de la Gracia y de la compasión en el mundo.

Hoy están ante la oportunidad de reflexionar sobre muchas cosas por amor y con confianza en Mi Corazón, porque vendrán tiempos de mayores desafíos y de proyectos que parecerán imposibles, pero quien esté unido a Mí lo realizará como ha realizado muchas cosas a lo largo de los tiempos por medio de esta misión de llevar el Amor y la Paz a las almas que más lo necesitan y a las naciones que más lo necesitan.

Mientras estoy aquí, atiendo a la humanidad en este momento y los llevo a todos a Mi Corazón, a los más miserables y pecadores que necesitan del alivio y de la cura espiritual.

Todo lo que se hace en este momento y a través de esta Obra es para la cura de la humanidad y para que el amor se establezca en el corazón humano, y que ese amor les permita liberarse y vivir su misión espiritual Conmigo.

Mi Corazón está lleno de gracias y de piedad para todos. Y el sostén que la Adoración les proporciona será la gran arma de defensa para los próximos tiempos y para las próximas misiones.

Agradezco el esfuerzo sincero y amoroso de todos, porque no todo es error ni fracaso. Deben alzar sus ojos hacia el horizonte para contemplar las victorias que Yo le he dado a cada uno, victorias espirituales.

En el fortalecimiento de esa unión y de esa alianza Conmigo, por encima de toda adversidad u oscuridad, nadie podrá quitarles lo que Yo le he entregado a cada uno, y deben defenderlo y protegerlo de ustedes mismos y del mundo.

Es esa misma convicción, certeza y fe que vivieron los apóstoles como, por ejemplo, San Pablo, que hasta el último segundo no dudó de lo que sentía y en lo que confiaba. El amor lo hizo creer en Mí hasta el final y así él se entregó.

Hoy vengo a hacer lectura de los logros y de las Gracias que le he entregado a cada uno y que ustedes siempre deberán contemplar para que de allí saquen fuerzas internas para seguir adelante, porque llegará un momento en que esta misión finalizará, y cuando eso suceda todo se desencadenará. Y en ese momento deberán estar fuertes y firmes en todo lo que Yo les he dado a lo largo de los tiempos, no solo para sostenerse a sí mismos sino a sus hermanos, los que no habrán podido construir, en sí mismos, la misma fortaleza que Yo les di por amor.

Este es Mi Mensaje para ustedes, porque también es un mensaje para el mundo, para los que se adentran en el servicio a Mi Corazón Misericordioso, para los que buscan día a día el camino de la transformación y de la elevación de la consciencia, porque en verdad no Me importa que no lo consigan, sino que lo intenten y que lo intenten todos los días. Y sin percibirlo, algún día llegarán a Mi Gloria y ese día se darán cuenta de que Yo les dije la verdad.

Por eso hoy estoy aquí y por esa causa rezo a los Pies de Mi Padre Celestial, porque sé que muchos más podrán superarme en el Amor. Confío en eso y sé que es posible. 

Les agradezco por escucharme y por recoger hacia su corazón Mis Palabras, que ya son las últimas para el mundo.

Que la Luz que proviene del Amor, los guíe y los bendiga.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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