Mis amados hijos del mundo:
¡Glorificado y alabado sea Cristo Jesús entre ustedes!
Hoy los vengo a visitar como su amorosa Reina del Cielo y de la Tierra, para traerles la buena nueva de que Mis hijos del mundo han comenzado a colmar sus almas a través del Portal* que con tanto amor, ustedes, Mis hijos, colaboran diariamente.
Por ese medio, muchas almas solitarias y en sufrimiento Me han encontrado y, así, esa Voz y Eco de Mi Corazón ha llegado a lugares en donde Mi Amor maternal ha podido ingresar en corazones que estaban distantes de Dios.
Por eso quiero, hijos amados, que con el mismo amor que hasta hoy han colocado en este instrumento de paz y redención, comiencen a cultivar la idea de ampliar esta tarea; porque en ese instrumento iré volcando más instrucciones para el próximo tiempo que vendrá.
Será necesario, como ya habían intuido, que las amorosas instrucciones de Mi Hijo, Cristo Jesús, tengan un espacio especial, como también las de José Castísimo, que instruirá a esta humanidad sobre cómo recuperar el proyecto original que Dios Padre diseñó para la raza humana.
A través de este instrumento, renovado en luz y amor, los Mensajeros Divinos que hoy están llegando al mundo para traer paz y esperanza, podremos estar más próximos a esta humanidad que necesita, en este tiempo, que la acompañen muy de cerca en los pasos definitivos hacia la salvación.
Este instrumento que tanto daño puede hacer a las consciencias cuando es utilizado con intenciones banales y destructivas, ha podido aportar una luz a todo el mundo, en medio de tanta oscuridad, a través de la tarea que realiza para la Madre Universal y el Redentor.
Hijos Míos, pronto iremos trabajando juntos para concretar los pasos, para que la nueva Faz de Mi Hijo que retorna al mundo sea conocida por todos y para que Su Misericordia ingrese a los corazones más duros, hasta que no quede ninguna esencia sin conocer el Amor infinito que Dios, Nuestro Señor, tiene por Sus criaturas.
Descansen hoy en Mi Paz, porque, a partir de mañana, mucho habrá por hacer.
Los guardo dentro de Mi Corazón Inmaculado. Los amo y bendigo sus voluntades, que se han entregado por amor y en amor a la tarea redentora de Mi Hijo, Cristo Jesús.
Gracias por estar hoy Conmigo.
María, Madre de Dios y de ustedes, Mis pequeños hijos
(*) La Madre Divina se refiere a la página web Voz y Eco de los Mensajeros Divinos.
Queridos hijos Míos:
Hoy Mi Corazón materno retorna a sus vidas para animarlos a caminar en la consagración de sus corazones a Mi Inmaculado Corazón. Hoy el Sagrado Corazón de Jesús los reúne en torno a Su Sierva fiel, la Virgen María, para que muchos hijos se confirmen como soldados de la Luz.
Hijos Míos, hoy el Cielo congrega almas y corazones que deberán estar dispuestos a caminar en Dios por las almas que no caminan en Dios, a sacrificarse por las almas que no se donan al Padre y a amar por las almas que no aman a Dios.
Como lo hizo una vez el Ángel de la Paz, antes de Mi llegada a Fátima durante el siglo pasado, los Ángeles del Señor hoy preparan, junto con los Ángeles de la Guarda, el esperado regreso de la Señora del Cielo, mes a mes.
Mi Voz maternal se anunció por primera vez en Fátima el 13 de mayo del año 1917. Ahora, Mi Mensaje, en este tiempo, retorna más fuerte y preciso, porque Mis hijos deberán despertar al llamado de la conversión.
En este día, descenderán Conmigo los ángeles del Reino de Fátima, las mismas resplandecientes consciencias de Luz, que junto con el Inmaculado Corazón, redimieron a toda la humanidad a través de la pureza y de la oración.
Hoy los invito a ingresar al Reino de Fátima, al Reino Angelical que fue manifestado cuando Mi Corazón se anunció en Fátima al mundo, con el fin de alcanzar la paz en toda la Tierra.
Queridos hijos, por esto les pido que en sus oraciones protejan con el amor a todos los Centros Marianos que fueron fundados por la Virgen María, la Reina del Cielo. Como en cada Centro Mariano, en el Centro Mariano de Fátima, el Reino Angelical de Fátima cumplirá con una tarea importante en la salvación de las esencias de la humanidad.
El Centro Mariano de Fátima socorrerá espiritualmente a las almas para que, en los momentos culminantes, sean conducidas hacia la Luz. Los Centros Marianos no solo son Santuarios de devoción, también son puntos celestiales en donde Dios, a través de la Madre del Cielo, sembró la Luz para el mundo.
Vean que, a través del Reino de Fátima, podrán despertar a la pureza del alma y del corazón. Vean que, en el Reino de Fátima, sus caminos se podrán enderezar y la sabiduría de los ángeles podrá guiar sus pasos.
En el Reino de Fátima, Mi Inmaculado Corazón alcanzó a reunir, por medio de la oración, a todas las almas del mundo y así, una vez más, la paz se expandió por todos los confines de la Tierra.
Queridos hijos, recordando este día 13 de abril, Mi llegada a Fátima el 13 de mayo de 1917, Yo los invito a gestar en sus corazones un amor profundo por el Reino de Fátima, permitiendo así que los Ángeles de la Guarda los conduzcan por los senderos seguros del camino espiritual.
Vean la grandeza de Mi Obra Mariana a través de los Centros Marianos y sean partícipes, junto a Mí, del Reino de la Paz.
Quiero que más hijos Míos puedan reencontrar el camino hacia Dios, a través de cada Centro Mariano y ustedes, los peregrinos, deberán ser los guardianes de los Portales de Luz que Mi Corazón abrió en cada Centro de devoción, a través de la oración.
Que el Reino de Fátima pueda despertar Mi Pureza Virginal en sus esencias y que descubran a su lado la presencia angelical.
¡Les agradezco a todos Mis hijos por responder a Mi llamado!
Los ama y los bendice,
Vuestra Madre María, Reina de la Paz y Señora del Santo Rosario
Queridos hijos:
Hoy Mi llamado es respecto a su fidelidad a Dios, el Altísimo.
Mi Corazón, en este día extraordinario, se proclama para confirmar que Mi Presencia inmaculada y espiritual es verdadera a los ojos de todas las criaturas.
Por este motivo especial, hoy estoy con ustedes compartiendo Mi camino de Peregrina y de Sierva fiel, para que puedan comprender que Mi Corazón materno escoge a aquellos hijos que necesitan de Mí en estos tiempos.
Hoy vengan todos a Mi Reino, porque Dios los recibirá.
En Mi inmenso gozo y alegría, los llamo nuevamente a la conversión. Su camino hacia el Padre ya está siendo realizado, pero cuando ustedes caminan también caminan muchas almas que necesitan de paz y de conversión.
Queridos hijos, hoy Mi llamado es respecto a su fidelidad a Dios. El Padre espera que, a través de su santa consagración diaria, puedan, en las obras y en los buenos ejemplos como en la oración, salvar a esta humanidad.
Mi Corazón de Madre acompaña las grandes decisiones del final de este tiempo.
El nuevo Papa necesitará de su fervorosa oración para que así él pueda ayudar al mundo y a su conversión definitiva. Su sincero apoyo a la Iglesia de Mi Hijo permitirá que muchos fieles se renueven en la fe y en la oración del corazón.
Continúen orando todos los días el Santo Rosario, Dios está atento a la voz de las súplicas de todos Sus hijos.
Queridos hijos, una vez más y por este estudio clínico de fe y devoción, les agradezco por contestar a Mi llamado.
¡Gracias por responder a Mis planes fieles de paz y de redención!
María, Reina de la Paz
Al final del Mensaje, la Virgen transmite un pequeño Mensaje para los médicos presentes:
Bendigo en el amor de Mi Inmaculado Corazón a los científicos, porque así ellos fortalecerán su fe en el Único Dios que los ama y que los quiere sobre todas las cosas.
¡Les agradezco, hijos Míos!
¡Alabado sea Jesús!
Queridos hijos:
Adoren las misiones de San José en el mundo a través de sus corazones.
Lleven en ustedes el amor al servicio pleno por Dios y por Sus planes predilectos para las almas.
Quiero que hoy puedan servir para reparar las causas que oprimen a muchos corazones que están olvidados hace mucho tiempo.
Elevo, con Mi Corazón, las ofertas sinceras de todos los peregrinos que se animen a obrar por amor a la Misericordia de Mi Hijo.
Queridos hijos, hoy estoy aquí para agradecerles por su respuesta de estar aquí en Salta.
Ahora, a partir del nuevo ciclo anunciado por San José Castísimo, preparen el instrumento que representa al corazón de cada uno de ustedes, porque el Señor los está llamando a obrar a través de los medios de servicio, de fraternidad y de humildad, atributos que deberán nacer primero en ustedes para después vivirlos como luz en otros hijos Míos.
Detengo hoy Mi mirada para observar la sinceridad de sus corazones. Es hora de seguir caminando en la fe del corazón.
¡Les agradezco, hijos, por responder a Mi llamado en Salta!
María, Reina de la Paz
Oración de San José transmitida durante la vigilia de oración del 26 de febrero de 2013 en la ciudad de Salta, Argentina. Oración que deberá ser repetida siete veces al comienzo y al final del Devocionario al Castísimo Corazón de San José.
Oración de San José Castísimo
¡Oh, amado mediador e intercesor San José!,
pide por nosotros ante Cristo
por toda la eternidad.
Amén.
Queridos hijos Míos:
Mientras el mundo encuentra reposo y satisfacción en las modernidades, muchas almas inocentes son llevadas hacia faltas graves y lo más fuerte es que cada una de ellas es sumergida en las modernidades por la falta de consciencia de que todas las almas deben, de manera rápida, encaminar sus vidas hacia Dios.
Por eso, el ejercicio del buen ayuno socorre rápidamente a cada una de las almas y el universo le brinda oportunidades a la vida de todos los seres humanos para que, en el camino de la vida, encuentren en algún momento a Mi Hijo y lo puedan reconocer como una verdadera y sana salida hacia el Paraíso.
Queridos hijos, hoy los estoy llamando a tener consciencia y amor ante los cambios tan acelerados que la humanidad genera mediante las modernidades y el confort personal.
Como Madre y Reina del Cielo, vengo a socorrer a cada uno de Mis pequeños para que despierten a tiempo, se confiesen totalmente con Mi Hijo y depositen el corazón en las Manos bondadosas del Creador.
Dios observa los avances que la humanidad cree estar realizando a través del pensamiento; pero Mis hijos, los que se distancian de Dios, se olvidan del gran y vasto Universo Mayor que los rodea, que les permite reconocer a Dios en todo lo que Él ha creado.
Por la fuerza del Amor de Dios, Él Me envía a retirarlos del sueño que muchos hijos viven en esta vida, para que así todos Mis pequeños reconozcan que, a través de la oración, de la confesión, del ayuno y de la caridad, se encuentra el equilibrio que cada corazón necesita en mayor o menor proporción.
Queridos hijos de Florianópolis, hoy los estoy llamando a meditar sobre los acontecimientos que suceden en el mundo y sobre la necesidad de más oración todos los días.
Yo los estoy llamando a convivir día y noche con la oración, hasta que se vuelva su fraterna y protectora hermana de camino; porque, mediante la oración recitada con amor, ustedes podrán fortalecer su templo interior y también traer luz y paz a sus familias.
Lo anunciado por Mí a Lucía, en Fátima, está a punto de concretarse. Por eso, sus oraciones deben ser generadoras de amor y deben propagar paz en todos los rincones de la Tierra. Para eso, queridos hijos, cuentan con el apoyo sincero y constante de los ángeles del Señor, que tienen sed de orar con cada uno de Mis hijos y de que sus corazones les abran las puertas para que ellos los conduzcan hacia el camino de la redención y de la salvación.
Una vez más, Mi Corazón Inmaculado llega a esta parte del mundo, a Florianópolis, para anunciarles que no deben temer por lo que sucederá; mas ustedes, como buenos hijos Míos, deben ayudar conscientemente a que el Espíritu Santo participe en cada una de sus vidas.
Como Madre, Me ocupo de cada uno de sus corazones, porque quiero preservar la Luz victoriosa que Mi Hijo una vez derramó como Misericordia para cada uno de Sus rebaños.
Queridos hijos, en ustedes está el camino directo hacia el Paraíso a través de su perpetua donación y oración.
Estoy con ustedes, no teman, Mi Corazón los protege siempre, por toda la eternidad, cuando solo Me digan:
“Ven Madre, quiero ser parte de Ti”.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridísimos hijos:
Hoy los reúno a todos ustedes porque, en el nombre de Mi Hijo, sus pequeños corazones están en Mis brazos, para que puedan así sentir la maternidad y el amor transformador de Mi Inmaculado Corazón.
Por este motivo, queridos hijos, que todas sus intenciones se eleven por amor hacia los Cielos, para que Mis manos puedan recoger las necesidades de sus seres, necesidades espirituales que son escuchadas por el gran oído de Mi Corazón.
Hijos Míos, hoy derramo muchas bendiciones sobre sus corazones, para que ellos así puedan reconocer el poder de la Misericordia de Dios.
Queridos hijos, que sus almas encuentren reposo y refugio en el Corazón de Mi Hijo, porque en él, Mi Corazón los guiará a través de los pasos que sus consciencias deben dar hacia el Señor.
Que sus ojos vislumbren el gozo de Mi espíritu, que sus manos estén en constante oración y devoción para que puedan ser distanciados de las normalidades del mundo, porque son planes del enemigo sobre Mis hijos que despiertan a la conversión.
Para que se cumpla el plan de Mi Paz, sus oraciones fortalecerán la venida de la Misericordia de Mi Hijo sobre la humanidad.
Por eso, durante esta noche, vayan en absoluta y agradecida paz, porque Mi Corazón los contempla y mañana, en un nuevo día de bendiciones, Yo los aguardaré desde el Cielo para después descender e irradiarles Mi Amor materno.
Que sus corazones abiertos sean partícipes del Amor de Dios. Nunca se cansen de amar lo que Dios les envía para aprender. Todo es contemplado por el Corazón Universal de Dios.
¡Les agradezco por contestar a Mi llamado!
Los ama siempre,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más