Mensaje extraordinario
MENSAJE DEL PADRE ETERNO TRANSMITIDO EN ALGARVE, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 97.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Refúgiate en Mí.

Soy parte de tu respiración y de todos tus sentidos, más aún, de todos tus sentidos internos. 

No temas, anímate a cruzar los océanos de Mi Consciencia.

Surgiste de un espacio, tan bendito y sagrado para Mí, que debes aspirar a recordarlo. 

¿Lo sabes?

Ten fe, porque Yo siempre te sostendré.

Estás como una pequeña e inofensiva ave sobre Mis Manos. Te acaricio y te consuelo con la Luz de Mi Eterno Corazón.

Despierta, hijo. Es hora de que te abras internamente para poder conocer Mis más profundos misterios. No dudes de lo que te digo, sé valiente y lo conseguirás.

Todo lo que te di fue para que Me hicieras feliz. Cada parte de Mi Creación fue perfectamente pensada para agradarte y hacerte sentir muy cerca de Mí.

En el silencio, allí estoy. En cada Reino Menor de la Naturaleza, allí estoy. En los elementos, allí estoy. Te pido, búscame y Me encontrarás.

Estoy más allá de lo que es concreto. Estoy muy cerca de ti, más cerca de lo que te puedas imaginar. 

Aproxímate a Mi Creación. Todo lo que ves, en este planeta y en todo el universo, está con los brazos abiertos para recibirte.

Sé fuerte, pero también sé paciente. Como nadie más, tu Padre Celestial sabe sobre el momento que tú y Sus demás hijos están atravesando. Mas, donde está Mi Amor, está Mi Creación.

Abre tu mente e imagíname. Soy más que lo que se ha escrito sobre Mí. 

Mi Ciencia es Sabiduría y les doy a Mis criaturas esa Sabiduría para que Me puedan representar.

Mi Amor es Compasión. Les doy a Mis criaturas Mi Misericordia para que se puedan perdonar a sí mismas y a los demás.

Debes saber que no estoy lejos de todo lo que esta humanidad y este planeta viven. Yo también sufro el pesar de Mis criaturas, pero muchos de Mis hijos se apartaron de Mi Amor y, al apartarse de Mi Amor, se alejaron de Mi Verdad.

Aún estoy con los Brazos abiertos y, en silencio, espero a cada uno de Mis hijos para que esté a Mi lado, junto a un Padre que lo ama desde siempre, con un Amor que no cambia, con un Amor que lo lleva hacia la Verdad.

Hoy, estoy emitiendo este Mensaje al universo interior de todos Mis hijos, porque todos son Mis hijos, sin distinción. 

Este es el tiempo de preparar la llegada de Mi Amado Sucesor, el Cristo. En Él, Yo les di la Vida, Yo les enseñé el Camino y Yo les entregué la Suprema Verdad del Corazón.

Hijos, no se dejen confundir por el mundo, miren hacia su interior. Yo estoy allí, porque allí está Mi Iglesia. En ese espacio sagrado, estoy para escucharlos, estoy para atenderlos; puedo verlos, puedo sentirlos, puedo saber sobre cada pensamiento.

No tengan miedo. Vacíense un poco más para que Mi Amor y Mi Luz los puedan gobernar.

Bienaventurados los que padecen injusticia, porque serán consolados.

Bienaventurados los que son esclavizados, explotados y exiliados, porque en el último día serán reconocidos y serán llamados benditos santos del Padre.

Alégrense los que reciben Mi Misericordia, porque las cadenas y las prisiones se romperán y la Luz de Emmanuel vencerá.

Que tus manos siempre estén en oración Conmigo para que, más allá de todo, estemos comunicados en espíritu.

Vengan a Mí los desahuciados, vengan a Mí los oprimidos y los que están cansados; porque Yo los consolaré y los bendeciré con Mi Espíritu, así como Mi Bendito Hijo Jesús fue bendecido en el río Jordán.

Que tu vida aspire a ser un nuevo sacramento. Te ofrezco Mi Reconciliación para que sepas que Yo Soy la Paz.

Con tus pies, camina seguro de que sigues la senda de retorno hacia la Casa de tu Padre, que está en los Cielos y que está dentro de ti. 

Sacia la sed en Mi Fuente Divina.

Aquí está Mi Nombre, alabado y exaltado, para poder erguir de las ruinas a la consciencia de Mis hijos. 

Quédate en Mí, porque escucho tus palabras.

Tu Padre Celestial,

Adonai

Mensaje extraordinario
MENSAJE DEL PADRE ETERNO PARA LA HUMANIDAD, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hijo:

No tengo límites para estar cerca de ti ni tampoco encuentro impedimentos para encontrarte. 

Soy capaz de estar cerca tuyo en cualquier lugar. Nada Me separa de ti y tú nunca te separas de Mí. Solo cuando te alejas de Mi Amor, te sientes en un gran vacío o en una constante soledad.

Vengo de la Fuente Inmaterial para comunicarme contigo y con cada ser interno que cree y confía en Mí. 

Siempre estoy a tu lado. Conozco tus misterios. Veo tus realidades que son desconocidas para la mayoría, aunque para Mis Ojos eres igual y semejante a tus hermanos.

Sí, todos los seres humanos, Mis hijos, son hermanos. Todos son parte del mismo Padre y de la misma Madre. Nunca pensé en crearlos diferentes unos de otros, todos son iguales dentro de sí y eso no cambiará.

He creado el universo y todo lo que existe en él para que Mis hijos Me hicieran feliz y fueran felices Conmigo, porque los amo, los amo tanto, más que a todo lo que existe. 

No hay mayor amor que el que Me pueden dar Mis hijos. Por eso, cada vez que Me reconocen como su Padre Celestial, Mi Amor por ustedes crece más y más. No tiene finitud ni dimensión alguna. Es con ese Amor y por ese Amor que Yo los creé a imagen y semejanza de Mi Espíritu, para que Mi Espíritu pudiera estar en cada uno de ustedes y ustedes pudieran estar en Mí.

Pero, a lo largo de los tiempos, Mis hijos, ustedes se distanciaron de Mi Amor, del Amor verdadero que les da la vida, del Amor que los nutre y les da el sentido y la razón espiritual, mental y física de estar aquí, en este amado y dolorido planeta que Yo les entregué para que aprendieran a crecer y a ser como la consciencia de este planeta es. 

Les di absolutamente todo lo que tengo, todo lo que Soy y todo lo que fui. Nunca les dije “no”, siempre les di el sí para que pudieran crecer en amor y en sabiduría.

Pero, desde el principio Me desobedecieron y a lo largo de los tiempos perdieron el camino hacia Mí, hasta que se alejaron tanto de Mí que ya no Me podían oír ni sentir dentro de ustedes. Mas, siempre Yo los perdoné y les envié Mi amorosa ayuda porque sabía que no tenían consciencia de lo que estaban haciendo.

Por eso, como un Buen Padre que nunca abandona a Sus hijos, decidí darles más ayuda. Entonces, envié a Mis Mensajeros a la Tierra para que Me volvieran a escuchar, a sentir y a reconocer dentro de ustedes.

Hijos, no hubo ni un segundo en el que dejara de pensar en ustedes, porque al ser parte de Mí es como si una parte de Mí muriera por falta de la luz del Sol.

Por eso, decidí encarnar en este mundo como el Niño más pobre de entre los pobres, en el tiempo más agudo del planeta y en el lugar más humilde de todos; para que ustedes, Mis Hijos, pudieran reencontrar Mi Luz y cada uno, a lo largo de los tiempos, volviera a ser Mi Luz en el mundo.

A pesar de la dualidad, que deberá ser vencida y del mal que deberá ser expulsado y disuelto por la fuerza del Amor, les di la mejor y la más humilde Madre entre todas las madres para que, a través de Ella, recordaran su filiación Conmigo.

Hoy, el mundo no escucha a Dios porque la atención de los hombres en las modernidades y en las comunicaciones las tornaron su dios. Las almas ya no hablan Conmigo, no Me buscan. Tengo tantos hijos, pero solo la minoría Me recuerda. Llamo a la humanidad dormida, porque hoy es el tiempo del despertar.

Soy Aquel que los ama. Soy Aquel que no tiene religión y que es nombrado por más de setenta y dos Nombres Sagrados.

Ya no sufran más. Ya no castiguen al planeta. Ya no extingan a Mis hijos de los Reinos Menores, que con tanto Amor les di. 

Reconcíliense, unos con otros. Vivan el amor y la paz se alcanzará. Ya no sientan odio. Ya no siembren maldad. Sean una única familia. Sean la Nueva Jerusalén. Abandonen los vicios. Escuchen la voz de sus corazones. Escuchen el llamado de sus almas. Tengan fe.

Todo lo que viven fue creado y generado por ustedes, hijos Míos. Pero, tengo tanto Amor para darles, tanta alegría para entregarles, que Mi Corazón está tan lleno y es tan vasto como los océanos.

Aprendan a servir. Aprendan a respetarse y a reconocerse. Vivan los valores y los atributos que les enseñé y sentirán la paz universal. 

Regresen a Mí, hijos amados. Recapaciten, emprendan sus sueños con base en Mi Presencia infinita en sus vidas. 

Sean generosos y compasivos. Sean más amorosos, más bondadosos y serviciales, y el mundo no sufrirá más. 

Escuchen Mis Palabras. Sean el ejemplo de vida que tanto espero. 

No los abandonaré y nadie les quitará la unión que pueden tener Conmigo. Les pido que se perdonen, que ya no vivan en el egoísmo.

Ayuden a la humanidad a despertar con la transformación y la santidad de sus vidas.

Oren, y recibirán todo lo que necesiten. 

Yo Soy el que Soy.

Les agradezco por dejarme ser parte de ustedes para siempre.

No le teman al fin de los tiempos, porque este es el tiempo final de todo el desvío del mundo. 

Mi Hijo Amado retornará y partirá el Pan, Su Divino Cuerpo, frente a ustedes. Y ustedes, Mis hijos, podrán comulgar de Mí y Yo Me sentiré feliz como su Padre, un Padre que espera que Sus hijos crezcan en el amor y en la generosidad.

Siempre los escucho y los tengo a todos en Mi Corazón.

Soy su única Verdad y Motivo.

Soy su Divino Creador, su Padre Supremo,

Adonai

Amén.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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