APARICIÓN ANUAL DE LA VIRGEN MARÍA, EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, he venido del Cielo para estar con ustedes y, a través de ustedes, poder estar con todos Mis hijos del mundo, por aquellos que claman por justicia, por aquellos que lloran a través de sus oraciones, por todos los que están enfermos y padecen en lo más profundo de su corazón.

Pero, hijos Míos, este es el gran tiempo de la purificación. No lo vean como un castigo, no lo vean como una condena, porque el propio Hijo de Dios fue purificado en el Templo; y la Madre de Dios y San José también fueron purificados.

La materia humana debe sublimarse, la condición humana debe trascenderse, y cada uno de Mis hijos, en este planeta, tiene su escuela, el mejor aprendizaje que necesita para que, en el fin de sus días, entregue su alma a Dios y se funda en la Fuente Cósmica de la Vida.

Es así, hijos Míos, que nada está fuera de lugar en este momento. Lo que está fuera de la Ley, en este tiempo, son los horrores que comete el mundo y la humanidad, el desequilibrio de las Leyes Universales en este planeta, la impunidad que aflora como algo común y que somete a millones de almas en el mundo.

Pero hoy, Mis hijos, Yo vengo a dar testimonio ante Dios de lo maravilloso que Mi Hijo Ha hecho en sus vidas, las pequeñas transformaciones que Ha alcanzado a través de la entrega de cada uno de ustedes a Dios.

Por eso, no vean la vida como una pena o como un lamento. Aférrense al Corazón de Mi Hijo y renuévense en Él.

Y cuando las caídas en sus caminos sean tan continuas y permanentes, Mis amados hijos, no se desesperen. En lo más íntimo de su corazón la decisión ya está tomada y Mi enemigo no los puede hacer temblar ni aterrorizar.

Por más que en este mundo las dificultades son muy grandes y las almas necesitan de muchísima orientación espiritual; Yo los invito, hijos Míos, a lo mismo que Mi Hijo los llamó, los invito a afirmar su fe en la esperanza, en la Sagrada Llama del Divino Propósito que ya flamea delante de sus almas y consciencias; Propósito que sus espíritus ya conocen y que no se puede borrar de la noche a la mañana, a pesar de lo más doloroso que hayan vivido en estos tiempos.

En este día especial para la Madre de Dios y para cada uno de ustedes, he traído algo muy especial de Galileum: el Santo Sudario del Señor, que hoy está en Mis Brazos para envolver sus almas y corazones, para envolver sus cuerpos y consciencias, y así transfigurarlos.

¿Creen en el poder del Santo Sudario del Señor, el Sudario que fue testigo de cada gota de Sangre de Cristo?

Hoy, he retirado esta Sagrada Reliquia del Arca de la Santa Alianza; para que, a través de este Santo Sudario Espiritual de Jesús, Yo pueda purificar sus cuerpos, limpiar de sus rostros cada lágrima y cada llanto, y para que se sientan renovados y curados por las Manos de la Madre de Dios.

Sigan rezando y pidiendo por la Gracia de ser consecuentes.

En lo más pequeño e invisible es en donde se puede realizar la Obra de Dios, porque Dios no se muestra al mundo con Su Poder; Dios se refleja con Su Poder, con el Poder de Su Amor, a través de los corazones que se transforman y se redimen día a día.

Es así que hoy les ofrezco este Santo Sudario Espiritual, para que le sirva como un Manto de purificación y de cura a cada uno de Mis hijos; para que sus dolores físicos y espirituales se alivien, y así el alma del planeta también, en este día, sea aliviado de su sufrimiento, el sufrimiento que le ocasiona la humanidad.

Pero vean, a través de este ejemplo del Santo Sudario Espiritual de Jesús, cuán grande es la Misericordia del Padre, cuán inmenso es el Amor de Mi Hijo por este Proyecto de la superficie de la Tierra.

Mi Hijo Me ha pedido en este día especial, en el que reafirmamos, entre ustedes y Yo, el compromiso de cumplir la Voluntad Eterna de Dios por todos los tiempos que vendrán, que les ofrezca este Santo Sudario Espiritual para que en este 8 de agosto las Leyes Cósmicas desciendan a la Tierra, una vez más cierren todas las puertas inciertas, las almas sean liberadas de sus propios abismos e infiernos y todos sean curados por el poder del Amor de Jesús, al igual que ustedes, Mis amados hijos.

Por más que su Madre Celeste haya ascendido a los Cielos y hoy sea la Gobernanta Espiritual de todos los mundos, y lleve en Su Mano el Cetro de la Voluntad de Dios y del Sagrado Poder Femenino para el fin de los tiempos, Yo sigo siendo la Esclava Fiel del Señor, así como la Esclava de Dios se humilló y se resignó delante de la Cruz por la salvación del mundo, para que Mi Hijo, a pesar de Su agonía y de Su dolor en la Cruz, le concediera la Gracia de estar con ustedes en este tiempo final; permiso que fue otorgado por el Propio Padre Eterno.

Es así, queridos hijos, que quiero que hoy vislumbren y contemplen, más allá de la dificultad y de la condición humana, los tesoros que han recibido sus corazones en estos dieciséis años y cada momento de oración sincera que han compartido Conmigo en estos años, sin que muchos de ustedes sepan cómo seguir Mis pasos.

Pero alégrense y renazcan en Cristo, Él viene a liberarlos del pecado y del error, a través del Corazón de la Madre del Mundo, Él viene a concederles Su Infinita e Insondable Misericordia.

Yo estoy aquí a causa de los consecuentes y de los valientes, de aquellos que no le temen a la purificación, de aquellos que se arriesgan a vivir el Plan de Mi Hijo a pesar de las consecuencias.

Hoy, vengo vestida con el Manto de todo el universo, de todas las estrellas y de todos los soles.

Hoy, este es el Manto Universal de la Madre de Dios que se extiende en el mundo. Y la Luz de este Sagrado Manto de la Madre de Dios, así como la Luz de las palmas de Sus Manos llegan a los rincones más profundos de los infiernos del planeta, para erguir a las estrellas que aún están caídas.

Ya no piensen que este Armagedón es una nueva rebelión. Este es el tiempo de la síntesis y del gran paso, en el que la gran batalla espiritual con Mi enemigo se lleva adelante.

Pero no se olviden de que ustedes están debajo de Mi Manto, cuando no se atreven a salir de él, cuando sus caminos son caminos de oración de corazón, cuando sus actos son actos de caridad y de misericordia por el prójimo, cuando todos los días no se olvidan de que la vida es un eterno servir.

Hoy, el centro de Mi Corona es la Luz de la Nueva Aurora, como la aurora que se irradia en el norte de este planeta.

Soy la Luz de la Aurora que anuncia el nuevo tiempo y el advenimiento de Mi Hijo, el Redentor, la llegada de Su Presencia al mundo.

Sigan siendo parte de Mi Rosario de Luz, sigan siendo esa perla preciosa que se purifica y que se pule a través de las piadosas Manos de Mi Hijo, el Cristo.

Les pido una única cosa, Mis amados, que nunca más cierren su corazón. Que sus corazones sean una puerta abierta a la donación y a la alegría, al júbilo de vivir el encuentro con Cristo y la comunión eterna con el Padre.

Mientras estoy aquí, con ustedes y por ustedes, como la Madre Cósmica del universo, muchas situaciones se detienen en el mundo.

Y en este día 8 de agosto, en el que el Cielo desciende a la Tierra y la Tierra asciende a los Cielos a través de los corazones que están abiertos al llamado de la Madre de Dios, se Me ha concedido que ningún alma en este momento se pierda y que los desprotegidos, los inocentes y los huérfanos sean amparados por los ángeles de la Madre de Dios con la ayuda de todos sus ángeles de la guarda.

Mi fin con ustedes también se acerca, pero no se desanimen. Les diré lo mismo que le dije a la vidente Lucía de Fátima: “Mi Gracia será tu fortaleza, Mi Luz será tu camino y en el fin de tus días encontrarás Mi Gran Estrella, aquella Estrella incandescente y perpetua que brilla en el Eterno Cielo de Dios para acogerte y para recibirte”.

Esto es lo mismo que hoy le digo a cada uno de ustedes, porque también llegó el tiempo de que no solo escuchen Mi Mensaje, sino de que sean Mi Mensaje vivo en este mundo, así se cumplirá Mi Palabra.

Para que este Santo Sudario Espiritual de Jesús se expanda en el mundo, abrace las causas imposibles, proteja a todas las almas, especialmente a las almas de los niños y jóvenes más desprotegidos de estos tiempos, Mi Hijo Me ha pedido que, como preparación para esta nueva etapa, para este nuevo año de la Hermandad, cerremos este encuentro interno con la Santa Comunión.

Por eso, será un momento para que cada uno de Mis hijos haga su ofrecimiento al Universo, ya que el Universo Sideral está abierto en este momento y atento a la voz de todas las súplicas.

Este es un momento extraordinario concedido por el Padre Eterno para todos los corazones que en este momento escuchan a la Madre de Dios, que en este momento abrazan a la Madre de Dios, que en este momento aman a la Madre de Dios. Un momento concedido por el Padre Eterno en estos dieciséis años de incansable trabajo con los Mensajeros Divinos.

Preparémonos para el momento de la Comunión. Los espero.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oremos:

Por la Sagrada Sábana,
que envolvió y transfiguró a Jesús,
restáuranos, Señor.
Amén.
(ocho veces)

Quiero que recuerden, todos los días de su vida, lo que su Maestro y Señor vivió y padeció por ustedes.

No solo quiero que den honor a Mi Pasión, sino que den gloria y reconocimiento a los méritos alcanzados por el Sagrado Corazón de Jesús.

Porque les vuelvo a decir, como les he dicho muchas veces, que en Mi experiencia vivida en la Tierra existe todo el Legado que la humanidad necesita para poder redimirse y cristificarse.

Hoy, de manera especial y hasta diría de manera extraordinaria, les vuelvo a traer el poder del Santo Sudario, porque la humanidad necesita de ese Santo Sudario para poder curarse y sanarse.

Mi Corazón, rebasado de Misericordia, no puede soportar el sufrimiento de las almas, especialmente de las almas que sufren en su cuerpo físico.

Cuenten con Mi oración, ante el Padre Celestial, por todos aquellos que en estos tiempos sufren y padecen enfermedades. Pero les aseguro que la peor enfermedad, en este mundo, es la indiferencia al sufrimiento de los desprotegidos y desamparados.

Quiero curar, en este tiempo y por medio de Mi Misericordia, a todas las almas que viven la indiferencia, que pierden la sensibilidad y hasta pierden la memoria de lo que es amar. A todas esas almas apartadas de Dios, hoy les coloco Mi Santo Sudario, así como también lo coloco sobre cada uno de ustedes.

Fue esa humilde pero poderosa Sábana que Mi Santa Madre y las santas mujeres utilizaron para envolver Mi dolorido Cuerpo, Mi Cuerpo martirizado y ultrajado por los pecados del mundo.

Hoy, su Redentor viene a golpear, viene a abrir la puerta de sus sepulcros internos para que puedan resucitar en espíritu.

Por el poder de Mis Llagas, por la Luz de Mi Preciosa Sangre, hoy vengo a ofrecer lo más íntimo de Mi Ser y de Mi Consciencia, a fin de que las almas se curen internamente, para que la cura externa sea una realidad.

Si las personas no curan sus almas no podrán curar sus cuerpos. 

En el Universo de Mi Padre, está todo lo que necesitan y un poco más. Pero como Mi Madre les ha dicho en el último Mensaje, la Creación no fue reconocida por el hombre de la Tierra, la abundancia que Dios les entregó no fue reconocida.

Hemos decidido, queridos compañeros, que su Maestro y Señor hoy les traiga el poder del Santo Sudario para que, envueltos espiritualmente por él, no solo sus almas, sino también sus corazones se puedan sanar.

Para que esto sea posible, los invito a ingresar a Mi dimensión, a través de este sentimiento de amor que une sus corazones con el Mío.

Y nuevamente les vuelvo a traer el momento del Santo Sepulcro, donde el ultrajado Cuerpo de su Señor fue colocado para que al tercer día resucitara. Su humanidad y planeta está en ese momento, entre la muerte y la resurrección. Están entre los tres grandes momentos de oscuridad.

Mi Luz viene a su encuentro para traer sabiduría, discernimiento y paz, para que sepan atravesar estas tinieblas del fin de los tiempos y nunca se olviden de que más allá de todo y por encima de todo está Dios.

Por eso, vuelvan ingresar a través de Mi Corazón en el momento del Santo Sepulcro de su Señor, para que puedan contemplar que también, más allá del sufrimiento, el amor tiene el poder de curarlo todo y de sanarlo todo. 

Quiero que hoy se puedan sentir muy cerca del Sepulcro de su Maestro y Señor para que no solo recuerden lo que Él vivió por ustedes, sino también para que puedan sentir lo que sintieron las santas mujeres y Mi Madre Celestial.

Pero hoy, en ese Sepulcro, ya no está el Cuerpo de su Señor; está el cuerpo único de esta raza humana, que se comprende como la consciencia de este planeta. El alma de este planeta está en el Sepulcro, viviendo su momento más doloroso, pero desconocido. 

¿Qué harían ustedes ante esta situación? 

¿Harían lo mismo que hicieron las santas mujeres y Mi Madre? 

Es momento de curar las heridas de este planeta, y para curar las heridas de este planeta primero hay que curar a la humanidad. 

¿Por qué la situación de esta pandemia no parece tener solución? 

¿Dónde está la llave que ninguno está viendo?, llave poderosa y maestra que está delante de ustedes para que la puedan tomar y abrir las puertas del universo para el descenso de la Cura Cósmica.

Y Yo, su Maestro, su Amor, su Vida, su Camino, pero también su Verdad, está como intermediario, en el Gobierno de este universo, entre el Cielo y la Tierra, para poder interceder por la humanidad.

Entonces, compañeros, curen el alma de este planeta, primero curándose a ustedes mismos del odio, de la mentira, del falso poder, de la apropiación, de la vanidad, de la falta de humildad, de la falta de fraternidad, hasta de la falta de adhesión.

Curen sus seres de todas estas energías. No lo conseguirán de un día para el otro; pero si lo intentan, todos los días, sabrán cómo superarlo. 

Por eso, hoy traigo entre Mis Brazos este Santo Sudario, la Sábana que envolvió el Flagelado Cuerpo de Jesús; Sábana que tiene grabada la imagen del Cuerpo Herido de Cristo para que esta humanidad y las futuras generaciones recuerden, para siempre, lo que un ser humano, al igual que ustedes, vivió y padeció hace más de dos mil años, tan solo por Amor, para que eso nunca más se repitiera en ninguna otra persona.

Pero, aunque exista el Santo Sudario, aún la humanidad no ha accedido a la Ciencia Divina que él guarda.

¿Pensaron, en algún momento, qué significaría para cada uno de ustedes poder tocar la Preciosa Sangre de Jesús?

Recuerden, compañeros y compañeras, lo que vivieron Conmigo hace más de dos mil años. 

Todos ustedes estuvieron en aquel tiempo presentes, algunos con más consciencia y otros con menos consciencia. Pero vean cuán grande es la Misericordia de Dios que, aunque el Hijo de Dios se haya entregado en la Cruz, todos estuvieron presentes y, a través de los tiempos, supieron de la Presencia de Cristo, así como fue en las primeras comunidades cristianas.

Ustedes, hoy son una prolongación, una extensión, hasta aun una proyección y una continuación de ese espíritu de las comunidades cristianas. 

¿Quiénes se abrirán internamente para formar parte de ellas? 

Porque Mi Comunidad Espiritual es Universal y, a través de esas comunidades que están presentes a lo largo y ancho del planeta, fortalezco, en todos Mis hijos, la Consciencia de Mi Cuerpo Místico, porque también el Cuerpo Místico de Cristo será un gran espejo, una gran herramienta a ser utilizada para el Retorno de Cristo.

Hoy deseo que ante este sepulcro de la consciencia del planeta no solo contemplen sus propias miserias, que no se coloquen ustedes primeros ante la necesidad, sino que coloquen a sus hermanos en primer lugar, a los más indigentes, a los más sufridores, a los más descartados, a los más repudiados, a los más hambrientos, a los más desconsolados, a los más enfermos, a los asesinos.

Todos necesitan ser envueltos por el poder del Santo Sudario de Jesús para que al menos una mínima parte de esta humanidad se pueda curar, y la cadena interminable de sufrimiento sea quebrada para que surja la Luz del espíritu en todas las almas, impulsada por el Espíritu Consolador del Redentor.

Y así, curando el alma de este planeta, podrán curar a las almas de esta humanidad, las que necesitan de mucha oración para poder salvarse.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a hacer la siguiente oración, a pedido de Jesús, frase a frase. Haciendo nuestra oferta ante el Sagrado Corazón de Jesús, para que el poder de Su Santo Sudario envuelva, cure y redima a todas las almas posibles:

¡Oh, Santo Sudario de Jesús!,
Luz Insondable de Resurrección,
repara cada célula de nuestra consciencia. 
Amén. 
(tres veces)

 

Vayan en paz y recuerden que estoy muy atento a la voz de sus súplicas, porque aún la puerta de la amnistía espiritual de Mi Misericordia está abierta para el mundo, no lo olviden.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.  

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hijo:

Hoy, te coloco en Mis brazos para que, envuelto en la Sagrada Sábana de Cristo, tu ser se restaure a través de los poderosos Códigos del Redentor.

Deja que tu Amada y Servicial Madre Celeste te envuelva con la Sagrada Sábana de Cristo para que, al igual que Mi Hijo Jesús, cada célula y átomo de tu consciencia sean purificados, transformados y reparados por los preciosos Códigos de la Sangre Divina de Cristo.

Hoy, les traigo a ti y a cada hijo Mío, la Sagrada Sábana del Redentor, para que no solo las almas se curen de todas las agresiones de estos tiempos, sino para que también cada corazón humano crea en el poder espiritual y curador de Mi Hijo Jesús.

Hoy, te envuelvo con la Sagrada Sábana de Cristo, así como tu Humilde y Silenciosa Madre lo hizo con Su Hijo en el Sepulcro.

Quiero que cada parte de tu consciencia crea en el poder de la Resurrección, a fin de que la humanidad se redima.

Hijo, al igual que Jesús, contémplate envuelto en la Sagrada Sábana de Cristo, para que no solo tu ser se sane profundamente, sino para que toda la humanidad se cure, viviendo en sí misma los Códigos de la Sangre de Jesús.

Este es el tiempo de reparar todo el género humano; es la hora de curar, de sanar, para que el Amor de Mi Hijo se haga carne en todos, para que Su Amor Divino triunfe.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice, 

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN MANANTIALES, PUNTA DEL ESTE, MALDONADO, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como una Madre Piadosa, hoy vengo para envolverte en el manto sagrado de Cristo para que tus heridas más profundas e inconscientes se puedan curar.

Vengo para purificar y limpiar las secuelas de una vida equivocada y sometida por la existencia de un mundo material.

Vengo para envolverte en el manto sagrado de Cristo, para que tus heridas del pasado sean lavadas en la Fuente de Mi Hijo.

Para que eso sea posible y Yo te pueda envolver en el manto sagrado de Cristo, debes concederme un permiso interno, para que así Yo te haga conocer todo lo que te separa de la unión perfecta con Mi Amado Hijo.

Con la Piedad en que vivo, vengo para entregarte Mi Gracia, porque ella será la ciencia que modificará las cosas profundas e inconscientes, aquellas que dificultan tu libre caminar.

Pero recuerda hijo Mío, que has venido al mundo para que algún día alcances la trascendencia y así las puertas a la rehabilitación se abran para la humanidad. En cuanto te purificas, vive la aspiración ardiente de encontrar los universos celestiales; en ese camino no te perderás porque Yo te mantendré unido a Mi Corazón de Madre.

Sé valiente y anímate a descubrir lo que la mayoría de las almas no quiere ver: la condición humana, que es lo último en trascender antes de la santidad.

Te entrego Mi Paz y Mi Amor.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los cura en la Fuente Reparadora de Cristo,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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