Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 113.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Segundo Mensaje

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He aquí Mi Tierra Prometida, la Tierra de Galilea, el llamado interior de Cristo que resuena a través de los tiempos y es inextinguible.

Escuchen este Llamado, que resuena desde el corazón del universo, de la gran civilización de Andrómeda que prepara, en los mundos internos, la próxima llegada del Señor, Su esperado Retorno.

Hoy, Me alegra poder estar aquí. Ansiaba este momento de encontrarme con aquellos que siguen Mis Pasos, a pesar de sus dificultades y de sus pruebas.

Me alegra encontrarme con los Míos, con aquellos que no se cansan de decirme sí. Aunque no comprendan lo que esto significa, ese sí mueve a todo el universo y a la Creación.

Por eso, hoy, estoy aquí para volverles a presentar Mi Retiro Espiritual latente en el corazón de Tierra Santa, al cual hoy los invito a ingresar internamente en espíritu, en esencia y en alma, para que puedan recibir los códigos que Yo sembré y deposité en ese lugar a través de cada uno de Mis hechos y de Mis pasajes.

Lo más importante de todo esto, compañeros, es que hoy sus mundos internos vuelven a recordar lo que muchos vivieron en esas tierras lejanas, a través de la Palabra del Señor, a través de la Presencia del Señor, a través de la cercanía del Señor. Cada uno de esos momentos, hoy vuelve a despuntar en el horizonte del corazón de cada uno de los Míos.

No podía esperar mucho tiempo sin volver a Brasil, porque este lugar fue digno al recibirme y al aceptarme, al reconocer Mi Llamado y al seguirlo, desde la fundación de esta Comunidad-Luz Figueira.

He aquí el Señor del Árbol de la Vida que viene a renovar el Árbol de Figueira, que viene a traerles en este momento sus orígenes y sus principios, las bases que fueron fundadas a través de los autoconvocados, de los que escucharon el llamado y el mensaje a través de la Instrucción y que ha resonado permanentemente a través de los tiempos, y aunque no lo sepan esto ha hecho eco en las estrellas desde la ascensión de su instructor y maestro José.

Hoy, Él está aquí presente Conmigo, para que puedan vislumbrar y contemplar internamente que es posible vivir la transformación y la redención.

A través de José, Yo estuve presente aquí durante mucho tiempo, en cada momento de Instrucción como en cada momento de manifestación de esta Comunidad-Luz y de otras, en cada labor diaria y en cada momento compartido.

Hoy, compañeros Míos, Mi Retiro Espiritual en Galilea se une al Retiro Espiritual de este lugar, bendecido por las Gracias del Padre Eterno, para que sus almas y las almas de sus hermanos del mundo entero vivan una síntesis interior y un momento de renovación.

Por eso, Yo les digo que aún no todo terminó. En esta Obra de la Jerarquía, que se ha expandido en el mundo a través del servicio y de todas las misiones humanitarias, en este momento ustedes están vislumbrando los frutos del esfuerzo de muy pocos, pero esfuerzos verdaderos que solo Dios conoce en Su Corazón.

Por eso, Yo los invito a no temer más. Los tiempos, que ustedes y sus hermanos están atravesando, son tiempos complejos y tiempos dolorosos; pero no se olviden de que Yo estoy aquí y siempre estaré en sus vidas cuando Me llamen, cuando Me busquen, siempre que Me quieran encontrar.

Este lugar para Mí siempre será un Templo Sagrado en donde Dios, a través de Sus Jerarquías y de todas Sus herramientas, depositará la esperanza para el mundo, una esperanza que trae el Amor de Dios, el consuelo y la renovación para las almas.

Por eso, deben estar abiertos para recibir a todos los que llegan. Nunca le cierran la puerta a nadie, porque Yo podría estar detrás de cada uno de ellos.

Sean compasivos y la Sabiduría de Dios no les faltará.

Sean misericordiosos y la paz no acabará, porque el triunfo de Mi Amor aún está cerca.

Antes de Mi Retorno, esa victoria de Mi Amor se debe completar en ustedes y en sus hermanos. Recuerden que Yo les dije que se amaran los unos a los otros, así como Yo los amo sin condiciones.

Yo vengo aquí para traerles Mis más preciosas Reliquias Espirituales, las Reliquias que Yo deposité, por cada uno de los Míos, en Tierra Santa, y que hoy les presento a ustedes, espiritualmente, para darles la fuerza de la renovación, el poder de seguir adelante, superando estos tiempos, trascendiendo las formas, profundizando en los grados de amor.

En esta segunda visita, que hoy les hago, vengo por el Propósito Espiritual de este país y de las demás naciones, para que el Propósito de cada nación sea contenido, y los pueblos, de cada parte de esta región del planeta, encuentren el sentido de estar aquí, en este mundo, y la razón por la cual están aquí.

Lo que más quería en este día, compañeros, es poder estar aquí con aquellos que Me escuchan, con aquellos que reconocen Mi Voz, con aquellos que siguen Mis Pasos, superándose a sí mismos para dar testimonio de la cristificación, que comienza dentro de cada uno, en lo más pequeño, en lo que nadie puede ver. Es allí en donde Mi Obra comienza a realizarse, en la transformación de los corazones valientes, en el ánimo de los consecuentes, en la esperanza de los que viven Mi Llamado.

Recuerden que Conmigo ha venido el Arca de la Santa Alianza, reverentemente depositada en este lugar, en el corazón de esta Comunidad-Luz. Porque en esa Sagrada Arca está todo guardado, el pasado, el presente y el futuro, todos los códigos de la Creación vividos a través de los tiempos y de las civilizaciones en el universo y en la Tierra, en la entrega y en la vida interior de todos Mis compañeros.

Celebremos este momento con alegría y júbilo. Quiero ver en sus rostros la sonrisa de este momento sagrado, por todos aquellos que en el mundo no lo pueden vivir, por aquellos que en el mundo no Me pueden recibir.

Que esta comunión interna con el Maestro y Señor del Universo se pueda multiplicar en bendiciones y Gracias, no solo para ustedes, sino también para sus hermanos del mundo, especialmente para aquellos que viven la persecución, la guerra y los conflictos.

Quiero que esta Maratón sea una Maratón hacia dentro de ustedes, hacia la búsqueda incesante de su Cristo Interno.

Deseo que en esta Maratón puedan estar en su Cristo Interno, para que puedan estar en unidad Conmigo, por todo lo que su Redentor realizará durante este mes de mayo, junto con los demás Sagrados Corazones.

Les agradezco que presten atención a este pedido y que puedan seguir los impulsos del universo, impulsos espirituales que los colocarán en la sintonía correcta y en el momento correcto para poder comprender todo lo que hará la Jerarquía. Ya saben cómo hacerlo, es solo comenzar.

Hoy, quiero entregarles un mérito que no estaba previsto en Mis Planes, porque He visto la dedicación y también el esfuerzo verdadero que le han ofrecido a Mi Corazón durante la última Sagrada Semana, aun atravesando todas las tribulaciones.

¿Comprenden que estando en Mi Amor todo es posible?

Hoy, todos están aquí sanos y salvos, escuchándome, y tienen la Gracia de estar delante de Mí, así como Yo tengo la Gracia de estar delante de sus mundos internos.

El mérito que quiero concederles es una consagración especial para que, a partir del comienzo de esta próxima Maratón de la Divina Misericordia, puedan ingresar con mayor profundidad en todo lo que hará la Jerarquía, sabiendo que en estos tiempos están aprendiendo a sostener  lo que el mundo no puede sostener por sí mismo, que están aprendiendo a apoyar lo que el resto de la humanidad no consigue apoyar conscientemente y que, especialmente, están aprendiendo a amar lo que el resto del mundo no ama ni considera.

Por eso, en esta Maratón reconozcan que es la hora de que se decidan a vivir Mi Escuela Crística, porque ya no hay tiempo. Y en Mi Escuela de Cristificación y de Amor aprenderán rápidamente si la aceptan; crecerán en dones, virtudes y santidad, y sus miserias ya no serán un problema, sino que su objetivo y propósito será servir a los demás, a los que están cerca y a los que están lejos, en la vida incesante de la oración para que este mundo se vuelva a equilibrar y pueda reencontrar la paz.



Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Cristo dice que, con el permiso del Consejo de esta Obra, convoca aquí, a los pies de este altar, a las postulantes a auxiliadoras.

Vamos a traerle a Cristo los elementos de la consagración: las alianzas y los velos.

Nos mantenemos en sintonía y en unidad delante del Señor.

Y vamos a acompañar este momento, a pedido de Cristo, a través de la canción "Consagración".

Sirviéndonos de este momento, que nos ofrece Cristo para renovar nuestros votos, con la sagrada ley de la consagración y de la vida del espíritu. Sirviéndonos de este momento para que, delante del Corazón de Jesús, nos renovemos en nuestros votos, en nuestros principios y, sobre todo, en el servicio a Su Plan de Amor.

Nos preparamos
.

 

Padre Celestial,
que Has concebido la vida en este universo,
para que Tus Hijos y Criaturas
Te reconocieran en su interior
y Te alabaran.

Te pido,
Altísimo Señor del Universo y de la Infinita Misericordia,
que bendigas estos elementos que a partir de este día
 representarán la renovación para estos corazones,
que se postran delante del Rey Universal,
para servirlo incondicionalmente hasta sus últimos días,
a través de los votos que han sido concedidos
para todas las auxiliadoras.

Que estos elementos representen la unión Conmigo;
pero, sobre todo, que los mundos internos de estas almas
puedan restablecer su alianza Conmigo,
desposándose con el Cristo Redentor.



En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Canción: “Consagración”.

 

Hoy, Cristo está consagrando a esta hermana con el nombre de: Bethlehem.

Cristo está consagrando a esta hermana como: María de Judá.

Cristo está consagrando a esta hermana como: Sinaí.

Cristo está consagrando a esta hermana como: Betania.

Cristo está consagrando a la hermana como: María del Cenáculo.

Cristo está consagrando a la hermana como: Qumran.

Cristo está consagrando a la hermana como: María de Betsagé.

Cristo está consagrando a la hermana como: Eloheinuh.

Cristo está consagrando a la hermana como: Consuelo de Jesús.

Cristo está consagrando a la hermana como: Estrella de Israel.

 

Y tú que Me has sido fiel desde el principio y lo serás hasta el fin, que has agradado a Mi Corazón con tus obras, que has alegrado el Corazón de Mi Madre con tu generosidad, hoy quiero darte el nombre en esta consagración, un nombre muy sagrado para Mí y para Mi pueblo de Israel: Menorah.

Tu nombre para Mí, hoy será: Emmanuelle, en nombre al Creador.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Y para consumar esta Consagración de las hermanas, vamos hacer la oración del Advenimiento de la Nueva Raza:
 

Señor,
que se cumpla el advenimiento de la nueva raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la Palabra sea viva y construya Tu Templo.
Que se expanda en nosotros Tu misterio
y que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta unidad.

Amén.



¡Gracias, Señor, por cuanto nos das!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE CRISTO JESÚS, DE LA VIRGEN MARÍA Y DE SAN JOSÉ EN EL CENTRO MARIANO SANTUARIO DE LA CREACIÓN, BALNEÁRIO CAMBORIÚ, SANTA CATARINA, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oremos:

Quien está en Dios nada teme.
Quien está en Dios no retrocede.
Quien está en Dios vive del Amor de Dios.
Esta es la fuerza de hoy.
En Dios, en Dios, en Dios.
Amén.
(tres veces)

A través del Sagrado Corazón de Mi Hijo, hoy les traemos, a este Centro Mariano y su fundación, uno de los Aspectos de Dios, dentro de Sus 72 Nombres Sagrados. 

El Aspecto de Dios que protegerá a este Centro Mariano y su tarea espiritual será el Nombre El Gibbor; para que la fortaleza, la fe, la compasión y el amor impulse, a través de este Centro Mariano, la elevación de todas las almas hacia el Reino de Dios; para que no solo el ser humano, sino también los Reinos de la Naturaleza sean recibidos aquí en espíritu, para que sean curados y redimidos.

Sé que están delante de un Aspecto de Dios desconocido, pero si sus almas se unen a Nuestros Tres Sagrados Corazones, comprenderán ese Aspecto de Dios por medio de la Ciencia y de la Sabiduría que les proporciona.

Porque la aspiración del Padre Eterno es que este Centro Mariano, como un punto de Luz en el planeta, refleje los Atributos de la Fuente Suprema, aquellos Atributos internos que la humanidad necesitará para poder regenerarse y curarse para que, finalmente, se cumpla el surgimiento de la Nueva Humanidad.

Hoy, Nuestros Tres Sagrados Corazones, como receptáculos de los Atributos de Dios, están aquí con todos ustedes, están aquí por la nación de Brasil y por todas las Américas; para que los pueblos de este continente sean conducidos hacia el Propósito de Dios y, por medio de los Ángeles de las Naciones de América Latina, todas las poblaciones y culturas de esta región del planeta puedan aproximarse a cumplir el Proyecto de Dios; aquel Proyecto que infelizmente está siendo oprimido y silenciado.

Pero, en este momento, Yo los vuelvo a invitar a estar en la oración. Yo los invito a silenciarse. Yo los invito a tener sabiduría y discernimiento, porque lo que sucederá en esta parte del planeta, podría afectar al resto del mundo.

Por eso, a través de Nuestra Presencia, a través de la Presencia de los Tres Sagrados Corazones, no solo venimos aquí para dar comienzo al ciclo de este Centro Mariano en su tarea espiritual y en su tarea interna, sino que también estamos aquí, hijos amados, para detener lo que se pretende que suceda sobre la superficie de este continente.

Su fidelidad a Nosotros ha sido muy significativa y la respuesta en la consagración de nuevos Hijos de María. Esto representa para Dios, así como Él nos dijo en este momento, que es posible establecer, en la superficie del planeta, el Proyecto que Él siempre quiso realizar en esta humanidad.

Hijos Míos, no se preocupen si no alcanzan los Misterios del Padre, primero amen los Misterios de Dios para después poder comprenderlos; sigan en fidelidad y obediencia lo que les dicta la Jerarquía Espiritual.

Yo estoy aquí y Soy su Madre, su Madre Universal, su Madre Celestial, la Madre de todo el Brasil, la Madre de toda Sudamérica, y tengo Mis Brazos extendidos hacia ustedes. Una vez más, les ofrezco Mis Manos para que se puedan tomar fuerte y seguir adelante. Porque como humanidad, en la superficie de la Tierra, han demostrado después de estos dos años que es posible seguir adelante cuando tan solo las almas aman de verdad.

Ahora, hijos Míos, les quiere decir algo San José. Escúchenlo.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de San José:

Así como el Cielo se abre hoy delante de sus corazones, él también se puede abrir en el interior de cada uno de ustedes.

Hoy, delante de los Sagrados Corazones, permitan que sus almas aprendan del misterio de la fe para que, mucho más allá de lo que suceda delante de sus ojos, la verdad que pulsa en sus corazones, invisible para la mayoría de los seres humanos, pueda sustentar sus vidas y así, hijos Míos, la Promesa de Dios siempre sea una realidad para cada uno de ustedes.

A través de la fe, encontrarán este Reino que hoy se manifiesta delante de ustedes. Contemplen esta realidad en su interior, y así sabrán que cielo y tierra podrán pasar, pero el Amor Divino permanecerá vivo en la esencia de todo aquel que cree. Aunque sus ojos no vean, sus corazones son capaces de sentir y, a través de ellos, penetrar el misterio.

Muchas cosas sucederán en el mundo y les traerán desesperanza a los hombres, harán que sus corazones sientan el dolor y el sufrimiento que una vez Mi Hijo sintió tanto en Su Agonía como en la Cruz. Pero, así como lo hizo el Corazón de Cristo, hoy los llamo a transmutar este dolor a través de un Amor Mayor, a través de la fe en aquello que pulsa en su interior y les revela lo que verdaderamente son y a través de la madurez del corazón, la madurez espiritual, que ya llegó el tiempo de que puedan experimentar.

Sean responsables, hijos, de sus elecciones, de sus acciones, de cada paso que dan, desde el primer pensamiento que tienen, al iniciar el día, hasta los sentimientos que emiten, las miradas, las acciones.

Rueguen a Dios para que sus acciones sean puras, para que sus vidas sean puras, porque ya llegó el tiempo de que una nueva vida despunte en la humanidad, y ustedes se comprometieron desde el principio a que, a través de los pasos de su redención, pudieran vivir esta nueva vida.

Y esa vida, hijos, es como la vida de Cristo en el Calvario. Alrededor de ustedes habrá caos, confusión, dolor; pero en su interior el Amor de Dios se renueva, nace un amor desconocido, incluso para el Corazón del Padre. Y es a través de ese amor que una nueva genética y un nuevo hombre comienzan a nacer, un Amor que sus células pueden vivir, que se expande desde su esencia hacia toda la consciencia.

Y, a pesar de que hoy eso les parezca imposible, solo les pido que tengan fe y que este Don Divino que hoy desciende del Cielo sobre sus vidas, encuentre un lugar en sus corazones para transformar sus vidas en algo que jamás pensaron.

No tengan miedo, pero sean firmes. El mundo los arrastrará por caminos que no son correctos. La batalla se vivirá dentro y fuera de ustedes; pero, a través de la oración, encontrarán refugio y, en los lugares sagrados, donde la Consciencia Divina habita, allí reencontrarán la paz.        

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, hoy Mi Manto es el Manto de Brasil. El Manto que representa la vida de todo este pueblo y de toda la naturaleza, de una vida que infelizmente ha sido transgredida y violada.

No permitan, hijos Míos, que el Brasil sea un lugar más del enemigo. La fuerza de su oración y de su fe puede transformarlo todo. 

Si consiguieron atravesar el calvario de los dos últimos años, es señal, hijos Míos, que es posible seguir adelante, aunque duela.

Por eso, ahora, el Rey del Universo, el Hijo del Sol, en nombre de los Tres Sagrados Corazones, de Jesús, de María y de San José bendecirá y consagrará este Centro Mariano; y así, consagrará a todos los Hijos de María que hoy se postularon ante Mi Materno e Inmaculado Corazón para ser fieles y firmes en el servicio de la oración perpetua. 

Los invito a colocarse de pie.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:

Así como esa llama que tienen encendida delante de sus corazones, llama que representa la Luz, el Amor y la Sabiduría de Dios para todo este planeta, para toda la humanidad; que esta llama se replique y se multiplique no solo en los seres humanos, sino también en los Reinos de la Naturaleza, que en estos tiempos de emergencia necesitan ser comprendidos, acogidos y amados, protegidos y cuidados, como parte vital de la Creación.

Si esta comunión con los Reinos de la Naturaleza se diera a través de su servicio orante, por medio del Centro Mariano Santuario de la Creación, les aseguró que no solo Brasil, sino también otras regiones del mundo estarán más protegidas, aunque el planeta demuestre en este tiempo su caos en la superficie. 

En sus manos está la decisión, en sus manos está el poder de la oración, el poder de permitir que el Cielo descienda a la Tierra, como en este momento. 

Que no solo el Hijo del Padre, sino también la Santísima Madre y el Casto Corazón de San José, en esta Unidad Trina, concedan al Brasil y al mundo la expiación que necesitan para sobrellevar este actual Apocalipsis.

No permitan que los Sellos del Libro del Apocalipsis se abran. Acojan las profecías, pero no las provoquen. 

Sean consecuentes en todo lo que hacen y viven. No se olviden de los Mandamientos, de una vida de servicio, de una vida de amor en la familia, entre todos sus seres queridos. No permitan que la célula de la familia se siga dividiendo.

Recuerden que ustedes y sus familias son parte del Proyecto esperado de Dios, el Sagrado Proyecto del pueblo de Israel.

Recuerden que esta parte del planeta es la promesa de la cuna de la Nueva Humanidad, en donde todo el planeta y la humanidad, a través de este lugar como de los Reinos de la Naturaleza, podrán regenerarse y curarse.

En los Reinos de la Naturaleza está la cura que necesitan, en los Reinos de la Naturaleza está la paz que ustedes buscan en este tiempo.

No permitan que sus vidas se vuelvan superficiales e indiferentes, abracen con el corazón abierto a toda la Creación y les aseguro que no perderán la paz. 

Delante de la Fuente Suprema, delante de los Ángeles y de los Arcángeles, Padres Creadores, que concibieron esta belleza del planeta Tierra, delante de los servidores del Cosmos y de la Tierra, delante de todos los consecuentes en la oración y el servicio por el otro, delante de la Aspiración de Dios, de Su Proyecto; que la Fuente Suprema a través del Corazón de Cristo, del Corazón Inmaculado de María y del Castísimo Corazón de San José, a través del Poder Supremo de El Gibbor, bendiga y consagre a este Centro Mariano, para que sea un verdadero Santuario de la Creación, que conceda a las almas y a los Reinos la cura y la redención que necesitan, para que todos estén en comunión con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo, en nombre del Amor y de la Sabiduría.

Yo los bendigo y los consagro como Centro Mariano Santuario de la Creación y como Hijos de la Madre Divina, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y, para comprender la importancia de este encuentro, les ofreceré Mi Cuerpo y Mi Sangre, a través de la Celebración Eucarística.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, también consagraré, a través de la autoridad de Mi Hijo, a una pequeña e inocente alma, que llegó al mundo de un lugar especial del universo. A través del Sacramento del Bautismo, esa alma recibirá no solo la renovación, sino también el recuerdo de su compromiso con Dios para el próximo tiempo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de San José:

A través de Mi Casto Corazón y la autoridad que Me ha dado Cristo, como Siervo del Redentor, como Vigilante y Protector de las almas, a través del Castísimo Corazón de San José, la Gracia que les ofrecerá hoy Mi Corazón será la Unción para que la Señal Luminosa de la Cruz de Emmanuel siempre los guíe y los proteja.

Ya que, en este tiempo, será necesario discernir antes de actuar, meditar antes de obrar, para que sean consecuentes con la Ley.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:

De esta forma, Nuestros Tres Sagrados Corazones se alegran y bendicen este encuentro, dando inicio a este ciclo de la Peregrinación por la Paz, para que las almas recuperen la esperanza que perdieron, recuperen la alegría que les fue robada y sientan el júbilo de ser Hijos de Dios. Nunca lo olviden, a través de Mi Corazón Misericordioso llegarán a Dios.

Cantemos el Himno de la Consagración de los Hijos de María; pero, todos cantemos, los que están aquí y los que están en sus casas, renovando los votos internos de la consagración para este ciclo de servicio junto a la Jerarquía Divina. 

Los Tres Sagrados Corazones agradecen por haber respondido al llamado. 

Como Cristo Redentor, que la Paz sea en ustedes y en sus hermanos. 

Que así sea. 

Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, DE CRISTO JESÚS Y DE SAN JOSÉ EN EL CENTRO MARIANO SANTUARIO DE LA CREACIÓN, BALNEÁRIO CAMBORIÚ, SANTA CATARINA, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oremos:

Quien está en Dios nada teme.
Quien está en Dios no retrocede.
Quien está en Dios vive del Amor de Dios.
Esta es la fuerza de hoy.
En Dios, en Dios, en Dios.
Amén.
(tres veces)

A través del Sagrado Corazón de Mi Hijo, hoy les traemos, a este Centro Mariano y su fundación, uno de los Aspectos de Dios, dentro de Sus 72 Nombres Sagrados. 

El Aspecto de Dios que protegerá a este Centro Mariano y su tarea espiritual será el Nombre El Gibbor; para que la fortaleza, la fe, la compasión y el amor impulse, a través de este Centro Mariano, la elevación de todas las almas hacia el Reino de Dios; para que no solo el ser humano, sino también los Reinos de la Naturaleza sean recibidos aquí en espíritu, para que sean curados y redimidos.

Sé que están delante de un Aspecto de Dios desconocido, pero si sus almas se unen a Nuestros Tres Sagrados Corazones, comprenderán ese Aspecto de Dios por medio de la Ciencia y de la Sabiduría que les proporciona.

Porque la aspiración del Padre Eterno es que este Centro Mariano, como un punto de Luz en el planeta, refleje los Atributos de la Fuente Suprema, aquellos Atributos internos que la humanidad necesitará para poder regenerarse y curarse para que, finalmente, se cumpla el surgimiento de la Nueva Humanidad.

Hoy, Nuestros Tres Sagrados Corazones, como receptáculos de los Atributos de Dios, están aquí con todos ustedes, están aquí por la nación de Brasil y por todas las Américas; para que los pueblos de este continente sean conducidos hacia el Propósito de Dios y, por medio de los Ángeles de las Naciones de América Latina, todas las poblaciones y culturas de esta región del planeta puedan aproximarse a cumplir el Proyecto de Dios; aquel Proyecto que infelizmente está siendo oprimido y silenciado.

Pero, en este momento, Yo los vuelvo a invitar a estar en la oración. Yo los invito a silenciarse. Yo los invito a tener sabiduría y discernimiento, porque lo que sucederá en esta parte del planeta, podría afectar al resto del mundo.

Por eso, a través de Nuestra Presencia, a través de la Presencia de los Tres Sagrados Corazones, no solo venimos aquí para dar comienzo al ciclo de este Centro Mariano en su tarea espiritual y en su tarea interna, sino que también estamos aquí, hijos amados, para detener lo que se pretende que suceda sobre la superficie de este continente.

Su fidelidad a Nosotros ha sido muy significativa y la respuesta en la consagración de nuevos Hijos de María. Esto representa para Dios, así como Él nos dijo en este momento, que es posible establecer, en la superficie del planeta, el Proyecto que Él siempre quiso realizar en esta humanidad.

Hijos Míos, no se preocupen si no alcanzan los Misterios del Padre, primero amen los Misterios de Dios para después poder comprenderlos; sigan en fidelidad y obediencia lo que les dicta la Jerarquía Espiritual.

Yo estoy aquí y Soy su Madre, su Madre Universal, su Madre Celestial, la Madre de todo el Brasil, la Madre de toda Sudamérica, y tengo Mis Brazos extendidos hacia ustedes. Una vez más, les ofrezco Mis Manos para que se puedan tomar fuerte y seguir adelante. Porque como humanidad, en la superficie de la Tierra, han demostrado después de estos dos años que es posible seguir adelante cuando tan solo las almas aman de verdad.

Ahora, hijos Míos, les quiere decir algo San José. Escúchenlo.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de San José:

Así como el Cielo se abre hoy delante de sus corazones, él también se puede abrir en el interior de cada uno de ustedes.

Hoy, delante de los Sagrados Corazones, permitan que sus almas aprendan del misterio de la fe para que, mucho más allá de lo que suceda delante de sus ojos, la verdad que pulsa en sus corazones, invisible para la mayoría de los seres humanos, pueda sustentar sus vidas y así, hijos Míos, la Promesa de Dios siempre sea una realidad para cada uno de ustedes.

A través de la fe, encontrarán este Reino que hoy se manifiesta delante de ustedes. Contemplen esta realidad en su interior, y así sabrán que cielo y tierra podrán pasar, pero el Amor Divino permanecerá vivo en la esencia de todo aquel que cree. Aunque sus ojos no vean, sus corazones son capaces de sentir y, a través de ellos, penetrar el misterio.

Muchas cosas sucederán en el mundo y les traerán desesperanza a los hombres, harán que sus corazones sientan el dolor y el sufrimiento que una vez Mi Hijo sintió tanto en Su Agonía como en la Cruz. Pero, así como lo hizo el Corazón de Cristo, hoy los llamo a transmutar este dolor a través de un Amor Mayor, a través de la fe en aquello que pulsa en su interior y les revela lo que verdaderamente son y a través de la madurez del corazón, la madurez espiritual, que ya llegó el tiempo de que puedan experimentar.

Sean responsables, hijos, de sus elecciones, de sus acciones, de cada paso que dan, desde el primer pensamiento que tienen, al iniciar el día, hasta los sentimientos que emiten, las miradas, las acciones.

Rueguen a Dios para que sus acciones sean puras, para que sus vidas sean puras, porque ya llegó el tiempo de que una nueva vida despunte en la humanidad, y ustedes se comprometieron desde el principio a que, a través de los pasos de su redención, pudieran vivir esta nueva vida.

Y esa vida, hijos, es como la vida de Cristo en el Calvario. Alrededor de ustedes habrá caos, confusión, dolor; pero en su interior el Amor de Dios se renueva, nace un amor desconocido, incluso para el Corazón del Padre. Y es a través de ese amor que una nueva genética y un nuevo hombre comienzan a nacer, un Amor que sus células pueden vivir, que se expande desde su esencia hacia toda la consciencia.

Y, a pesar de que hoy eso les parezca imposible, solo les pido que tengan fe y que este Don Divino que hoy desciende del Cielo sobre sus vidas, encuentre un lugar en sus corazones para transformar sus vidas en algo que jamás pensaron.

No tengan miedo, pero sean firmes. El mundo los arrastrará por caminos que no son correctos. La batalla se vivirá dentro y fuera de ustedes; pero, a través de la oración, encontrarán refugio y, en los lugares sagrados, donde la Consciencia Divina habita, allí reencontrarán la paz.        

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, hoy Mi Manto es el Manto de Brasil. El Manto que representa la vida de todo este pueblo y de toda la naturaleza, de una vida que infelizmente ha sido transgredida y violada.

No permitan, hijos Míos, que el Brasil sea un lugar más del enemigo. La fuerza de su oración y de su fe puede transformarlo todo. 

Si consiguieron atravesar el calvario de los dos últimos años, es señal, hijos Míos, que es posible seguir adelante, aunque duela.

Por eso, ahora, el Rey del Universo, el Hijo del Sol, en nombre de los Tres Sagrados Corazones, de Jesús, de María y de San José bendecirá y consagrará este Centro Mariano; y así, consagrará a todos los Hijos de María que hoy se postularon ante Mi Materno e Inmaculado Corazón para ser fieles y firmes en el servicio de la oración perpetua. 

Los invito a colocarse de pie.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:

Así como esa llama que tienen encendida delante de sus corazones, llama que representa la Luz, el Amor y la Sabiduría de Dios para todo este planeta, para toda la humanidad; que esta llama se replique y se multiplique no solo en los seres humanos, sino también en los Reinos de la Naturaleza, que en estos tiempos de emergencia necesitan ser comprendidos, acogidos y amados, protegidos y cuidados, como parte vital de la Creación.

Si esta comunión con los Reinos de la Naturaleza se diera a través de su servicio orante, por medio del Centro Mariano Santuario de la Creación, les aseguró que no solo Brasil, sino también otras regiones del mundo estarán más protegidas, aunque el planeta demuestre en este tiempo su caos en la superficie. 

En sus manos está la decisión, en sus manos está el poder de la oración, el poder de permitir que el Cielo descienda a la Tierra, como en este momento. 

Que no solo el Hijo del Padre, sino también la Santísima Madre y el Casto Corazón de San José, en esta Unidad Trina, concedan al Brasil y al mundo la expiación que necesitan para sobrellevar este actual Apocalipsis.

No permitan que los Sellos del Libro del Apocalipsis se abran. Acojan las profecías, pero no las provoquen. 

Sean consecuentes en todo lo que hacen y viven. No se olviden de los Mandamientos, de una vida de servicio, de una vida de amor en la familia, entre todos sus seres queridos. No permitan que la célula de la familia se siga dividiendo.

Recuerden que ustedes y sus familias son parte del Proyecto esperado de Dios, el Sagrado Proyecto del pueblo de Israel.

Recuerden que esta parte del planeta es la promesa de la cuna de la Nueva Humanidad, en donde todo el planeta y la humanidad, a través de este lugar como de los Reinos de la Naturaleza, podrán regenerarse y curarse.

En los Reinos de la Naturaleza está la cura que necesitan, en los Reinos de la Naturaleza está la paz que ustedes buscan en este tiempo.

No permitan que sus vidas se vuelvan superficiales e indiferentes, abracen con el corazón abierto a toda la Creación y les aseguro que no perderán la paz. 

Delante de la Fuente Suprema, delante de los Ángeles y de los Arcángeles, Padres Creadores, que concibieron esta belleza del planeta Tierra, delante de los servidores del Cosmos y de la Tierra, delante de todos los consecuentes en la oración y el servicio por el otro, delante de la Aspiración de Dios, de Su Proyecto; que la Fuente Suprema a través del Corazón de Cristo, del Corazón Inmaculado de María y del Castísimo Corazón de San José, a través del Poder Supremo de El Gibbor, bendiga y consagre a este Centro Mariano, para que sea un verdadero Santuario de la Creación, que conceda a las almas y a los Reinos la cura y la redención que necesitan, para que todos estén en comunión con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo, en nombre del Amor y de la Sabiduría.

Yo los bendigo y los consagro como Centro Mariano Santuario de la Creación y como Hijos de la Madre Divina, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y, para comprender la importancia de este encuentro, les ofreceré Mi Cuerpo y Mi Sangre, a través de la Celebración Eucarística.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, también consagraré, a través de la autoridad de Mi Hijo, a una pequeña e inocente alma, que llegó al mundo de un lugar especial del universo. A través del Sacramento del Bautismo, esa alma recibirá no solo la renovación, sino también el recuerdo de su compromiso con Dios para el próximo tiempo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de San José:

A través de Mi Casto Corazón y la autoridad que Me ha dado Cristo, como Siervo del Redentor, como Vigilante y Protector de las almas, a través del Castísimo Corazón de San José, la Gracia que les ofrecerá hoy Mi Corazón será la Unción para que la Señal Luminosa de la Cruz de Emmanuel siempre los guíe y los proteja.

Ya que, en este tiempo, será necesario discernir antes de actuar, meditar antes de obrar, para que sean consecuentes con la Ley.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:

De esta forma, Nuestros Tres Sagrados Corazones se alegran y bendicen este encuentro, dando inicio a este ciclo de la Peregrinación por la Paz, para que las almas recuperen la esperanza que perdieron, recuperen la alegría que les fue robada y sientan el júbilo de ser Hijos de Dios. Nunca lo olviden, a través de Mi Corazón Misericordioso llegarán a Dios.

Cantemos el Himno de la Consagración de los Hijos de María; pero, todos cantemos, los que están aquí y los que están en sus casas, renovando los votos internos de la consagración para este ciclo de servicio junto a la Jerarquía Divina. 

Los Tres Sagrados Corazones agradecen por haber respondido al llamado. 

Como Cristo Redentor, que la Paz sea en ustedes y en sus hermanos. 

Que así sea. 

Amén.

APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE SAN JOSÉ, DE LA VIRGEN MARÍA Y DE CRISTO JESÚS, EN EL CENTRO MARIANO SANTUARIO DE LA CREACIÓN, BALNEÁRIO CAMBORIÚ, SANTA CATARINA, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oremos:

Quien está en Dios nada teme.
Quien está en Dios no retrocede.
Quien está en Dios vive del Amor de Dios.
Esta es la fuerza de hoy.
En Dios, en Dios, en Dios.
Amén.
(tres veces)

A través del Sagrado Corazón de Mi Hijo, hoy les traemos, a este Centro Mariano y su fundación, uno de los Aspectos de Dios, dentro de Sus 72 Nombres Sagrados. 

El Aspecto de Dios que protegerá a este Centro Mariano y su tarea espiritual será el Nombre El Gibbor; para que la fortaleza, la fe, la compasión y el amor impulse, a través de este Centro Mariano, la elevación de todas las almas hacia el Reino de Dios; para que no solo el ser humano, sino también los Reinos de la Naturaleza sean recibidos aquí en espíritu, para que sean curados y redimidos.

Sé que están delante de un Aspecto de Dios desconocido, pero si sus almas se unen a Nuestros Tres Sagrados Corazones, comprenderán ese Aspecto de Dios por medio de la Ciencia y de la Sabiduría que les proporciona.

Porque la aspiración del Padre Eterno es que este Centro Mariano, como un punto de Luz en el planeta, refleje los Atributos de la Fuente Suprema, aquellos Atributos internos que la humanidad necesitará para poder regenerarse y curarse para que, finalmente, se cumpla el surgimiento de la Nueva Humanidad.

Hoy, Nuestros Tres Sagrados Corazones, como receptáculos de los Atributos de Dios, están aquí con todos ustedes, están aquí por la nación de Brasil y por todas las Américas; para que los pueblos de este continente sean conducidos hacia el Propósito de Dios y, por medio de los Ángeles de las Naciones de América Latina, todas las poblaciones y culturas de esta región del planeta puedan aproximarse a cumplir el Proyecto de Dios; aquel Proyecto que infelizmente está siendo oprimido y silenciado.

Pero, en este momento, Yo los vuelvo a invitar a estar en la oración. Yo los invito a silenciarse. Yo los invito a tener sabiduría y discernimiento, porque lo que sucederá en esta parte del planeta, podría afectar al resto del mundo.

Por eso, a través de Nuestra Presencia, a través de la Presencia de los Tres Sagrados Corazones, no solo venimos aquí para dar comienzo al ciclo de este Centro Mariano en su tarea espiritual y en su tarea interna, sino que también estamos aquí, hijos amados, para detener lo que se pretende que suceda sobre la superficie de este continente.

Su fidelidad a Nosotros ha sido muy significativa y la respuesta en la consagración de nuevos Hijos de María. Esto representa para Dios, así como Él nos dijo en este momento, que es posible establecer, en la superficie del planeta, el Proyecto que Él siempre quiso realizar en esta humanidad.

Hijos Míos, no se preocupen si no alcanzan los Misterios del Padre, primero amen los Misterios de Dios para después poder comprenderlos; sigan en fidelidad y obediencia lo que les dicta la Jerarquía Espiritual.

Yo estoy aquí y Soy su Madre, su Madre Universal, su Madre Celestial, la Madre de todo el Brasil, la Madre de toda Sudamérica, y tengo Mis Brazos extendidos hacia ustedes. Una vez más, les ofrezco Mis Manos para que se puedan tomar fuerte y seguir adelante. Porque como humanidad, en la superficie de la Tierra, han demostrado después de estos dos años que es posible seguir adelante cuando tan solo las almas aman de verdad.

Ahora, hijos Míos, les quiere decir algo San José. Escúchenlo.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de San José:

Así como el Cielo se abre hoy delante de sus corazones, él también se puede abrir en el interior de cada uno de ustedes.

Hoy, delante de los Sagrados Corazones, permitan que sus almas aprendan del misterio de la fe para que, mucho más allá de lo que suceda delante de sus ojos, la verdad que pulsa en sus corazones, invisible para la mayoría de los seres humanos, pueda sustentar sus vidas y así, hijos Míos, la Promesa de Dios siempre sea una realidad para cada uno de ustedes.

A través de la fe, encontrarán este Reino que hoy se manifiesta delante de ustedes. Contemplen esta realidad en su interior, y así sabrán que cielo y tierra podrán pasar, pero el Amor Divino permanecerá vivo en la esencia de todo aquel que cree. Aunque sus ojos no vean, sus corazones son capaces de sentir y, a través de ellos, penetrar el misterio.

Muchas cosas sucederán en el mundo y les traerán desesperanza a los hombres, harán que sus corazones sientan el dolor y el sufrimiento que una vez Mi Hijo sintió tanto en Su Agonía como en la Cruz. Pero, así como lo hizo el Corazón de Cristo, hoy los llamo a transmutar este dolor a través de un Amor Mayor, a través de la fe en aquello que pulsa en su interior y les revela lo que verdaderamente son y a través de la madurez del corazón, la madurez espiritual, que ya llegó el tiempo de que puedan experimentar.

Sean responsables, hijos, de sus elecciones, de sus acciones, de cada paso que dan, desde el primer pensamiento que tienen, al iniciar el día, hasta los sentimientos que emiten, las miradas, las acciones.

Rueguen a Dios para que sus acciones sean puras, para que sus vidas sean puras, porque ya llegó el tiempo de que una nueva vida despunte en la humanidad, y ustedes se comprometieron desde el principio a que, a través de los pasos de su redención, pudieran vivir esta nueva vida.

Y esa vida, hijos, es como la vida de Cristo en el Calvario. Alrededor de ustedes habrá caos, confusión, dolor; pero en su interior el Amor de Dios se renueva, nace un amor desconocido, incluso para el Corazón del Padre. Y es a través de ese amor que una nueva genética y un nuevo hombre comienzan a nacer, un Amor que sus células pueden vivir, que se expande desde su esencia hacia toda la consciencia.

Y, a pesar de que hoy eso les parezca imposible, solo les pido que tengan fe y que este Don Divino que hoy desciende del Cielo sobre sus vidas, encuentre un lugar en sus corazones para transformar sus vidas en algo que jamás pensaron.

No tengan miedo, pero sean firmes. El mundo los arrastrará por caminos que no son correctos. La batalla se vivirá dentro y fuera de ustedes; pero, a través de la oración, encontrarán refugio y, en los lugares sagrados, donde la Consciencia Divina habita, allí reencontrarán la paz.        

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, hoy Mi Manto es el Manto de Brasil. El Manto que representa la vida de todo este pueblo y de toda la naturaleza, de una vida que infelizmente ha sido transgredida y violada.

No permitan, hijos Míos, que el Brasil sea un lugar más del enemigo. La fuerza de su oración y de su fe puede transformarlo todo. 

Si consiguieron atravesar el calvario de los dos últimos años, es señal, hijos Míos, que es posible seguir adelante, aunque duela.

Por eso, ahora, el Rey del Universo, el Hijo del Sol, en nombre de los Tres Sagrados Corazones, de Jesús, de María y de San José bendecirá y consagrará este Centro Mariano; y así, consagrará a todos los Hijos de María que hoy se postularon ante Mi Materno e Inmaculado Corazón para ser fieles y firmes en el servicio de la oración perpetua. 

Los invito a colocarse de pie.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:

Así como esa llama que tienen encendida delante de sus corazones, llama que representa la Luz, el Amor y la Sabiduría de Dios para todo este planeta, para toda la humanidad; que esta llama se replique y se multiplique no solo en los seres humanos, sino también en los Reinos de la Naturaleza, que en estos tiempos de emergencia necesitan ser comprendidos, acogidos y amados, protegidos y cuidados, como parte vital de la Creación.

Si esta comunión con los Reinos de la Naturaleza se diera a través de su servicio orante, por medio del Centro Mariano Santuario de la Creación, les aseguró que no solo Brasil, sino también otras regiones del mundo estarán más protegidas, aunque el planeta demuestre en este tiempo su caos en la superficie. 

En sus manos está la decisión, en sus manos está el poder de la oración, el poder de permitir que el Cielo descienda a la Tierra, como en este momento. 

Que no solo el Hijo del Padre, sino también la Santísima Madre y el Casto Corazón de San José, en esta Unidad Trina, concedan al Brasil y al mundo la expiación que necesitan para sobrellevar este actual Apocalipsis.

No permitan que los Sellos del Libro del Apocalipsis se abran. Acojan las profecías, pero no las provoquen. 

Sean consecuentes en todo lo que hacen y viven. No se olviden de los Mandamientos, de una vida de servicio, de una vida de amor en la familia, entre todos sus seres queridos. No permitan que la célula de la familia se siga dividiendo.

Recuerden que ustedes y sus familias son parte del Proyecto esperado de Dios, el Sagrado Proyecto del pueblo de Israel.

Recuerden que esta parte del planeta es la promesa de la cuna de la Nueva Humanidad, en donde todo el planeta y la humanidad, a través de este lugar como de los Reinos de la Naturaleza, podrán regenerarse y curarse.

En los Reinos de la Naturaleza está la cura que necesitan, en los Reinos de la Naturaleza está la paz que ustedes buscan en este tiempo.

No permitan que sus vidas se vuelvan superficiales e indiferentes, abracen con el corazón abierto a toda la Creación y les aseguro que no perderán la paz. 

Delante de la Fuente Suprema, delante de los Ángeles y de los Arcángeles, Padres Creadores, que concibieron esta belleza del planeta Tierra, delante de los servidores del Cosmos y de la Tierra, delante de todos los consecuentes en la oración y el servicio por el otro, delante de la Aspiración de Dios, de Su Proyecto; que la Fuente Suprema a través del Corazón de Cristo, del Corazón Inmaculado de María y del Castísimo Corazón de San José, a través del Poder Supremo de El Gibbor, bendiga y consagre a este Centro Mariano, para que sea un verdadero Santuario de la Creación, que conceda a las almas y a los Reinos la cura y la redención que necesitan, para que todos estén en comunión con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo, en nombre del Amor y de la Sabiduría.

Yo los bendigo y los consagro como Centro Mariano Santuario de la Creación y como Hijos de la Madre Divina, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y, para comprender la importancia de este encuentro, les ofreceré Mi Cuerpo y Mi Sangre, a través de la Celebración Eucarística.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, también consagraré, a través de la autoridad de Mi Hijo, a una pequeña e inocente alma, que llegó al mundo de un lugar especial del universo. A través del Sacramento del Bautismo, esa alma recibirá no solo la renovación, sino también el recuerdo de su compromiso con Dios para el próximo tiempo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de San José:

A través de Mi Casto Corazón y la autoridad que Me ha dado Cristo, como Siervo del Redentor, como Vigilante y Protector de las almas, a través del Castísimo Corazón de San José, la Gracia que les ofrecerá hoy Mi Corazón será la Unción para que la Señal Luminosa de la Cruz de Emmanuel siempre los guíe y los proteja.

Ya que, en este tiempo, será necesario discernir antes de actuar, meditar antes de obrar, para que sean consecuentes con la Ley.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:

De esta forma, Nuestros Tres Sagrados Corazones se alegran y bendicen este encuentro, dando inicio a este ciclo de la Peregrinación por la Paz, para que las almas recuperen la esperanza que perdieron, recuperen la alegría que les fue robada y sientan el júbilo de ser Hijos de Dios. Nunca lo olviden, a través de Mi Corazón Misericordioso llegarán a Dios.

Cantemos el Himno de la Consagración de los Hijos de María; pero, todos cantemos, los que están aquí y los que están en sus casas, renovando los votos internos de la consagración para este ciclo de servicio junto a la Jerarquía Divina. 

Los Tres Sagrados Corazones agradecen por haber respondido al llamado. 

Como Cristo Redentor, que la Paz sea en ustedes y en sus hermanos. 

Que así sea. 

Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN PRZEMYŚL, POLONIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SEGUNDO DÍA DE LA 103.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Los Secretos de Mi Vida aún deben ser revelados, porque nadie los conoce en profundidad. Que sean un secreto no es que sean un misterio, son una revelación que llegará a su debido momento y, ante esta situación planetaria, ese momento se aproxima.

Por esa razón, hoy también estoy aquí, no solo para continuar con Mi tarea espiritual por Ucrania, sino también para que todos ustedes se preparen en los planos internos para el momento de la revelación.

Mi Madre Celestial y Mi Padre Celestial conocen en profundidad esos Secretos, porque cuando Mi Madre estuvo en la Tierra, preparando la llegada del Mesías, el Cristo Redentor, el Arcángel Gabriel le reveló esos Secretos, que recién vendrían a presentarse al mundo en el fin de los tiempos.

Estos Secretos no solo repercutirán en la Iglesia y en todas las religiones, los Secretos también repercutirán en las consciencias despiertas y dormidas, especialmente en aquellas que no creen en Dios y que nunca se han unido al Padre Eterno.

Estos Secretos de Mi Vida vienen a elevar la consciencia del mundo entero, a retirarla de la indiferencia y de la impunidad, a retirarla del poder que cree tener y del control que cree tener. Porque los Secretos de Mi Vida son los secretos de Mi Vida Universal, desde el origen de Mi Consciencia, a través de los Aspectos de Dios, pasando por este planeta y esta humanidad, hasta ascender a los Cielos, al Universo, y formar parte del Gobierno Espiritual de toda la Fuente Única.

Los Ángeles y los Arcángeles son los grandes guardianes y celadores de los Secretos de Mi Vida. Por esa razón, el adversario no descansa ni un momento en desviar a las almas de la revelación de esos Secretos.

Porque cuando las almas tomen consciencia de esa revelación, dejarán de estar en la ilusión y despertarán, tomarán consciencia de cuánto tiempo perdieron en la vida del mundo; y muchos se arrepentirán y tendrán un tiempo de expiación, un tiempo de Gracia, para vivir completamente la misión que vinieron a cumplir. 

A partir de ese momento, las almas formarán parte de Mi Comando y los corazones no solo serán Mis apóstoles, sino serán parte de Mis ejércitos del universo, así como tengo tantos ejércitos en el universo. Estos ejércitos prepararán Mi Retorno al mundo, para poder restablecer Mi Gobierno Espiritual en las naciones y en los pueblos.

Después de tantos errores y sufrimientos en este mundo, que serán disueltos por la Presencia de la Luz de Dios, a través de la Presencia del Sacratísimo Corazón de Su Hijo, Yo con Mi propia Mano, volveré a escribir esta historia de la humanidad, desde el momento de la Muerte de su Señor en el Calvario, en la dolorosa Cruz de la humanidad. A partir de ese momento hasta el presente, se volverá a escribir la historia de la humanidad. 

Porque en Mi Retorno, en el momento de la revelación de Mis Secretos, conocerán no solo lo que conocieron algunos de los apóstoles en el Monte Tabor o algunos al participar durante la multiplicación de los panes y de los peces, o aun de los milagros en el Mar de Galilea, vivirán momentos semejantes a estos hechos y, poco a poco, se aproximarán a Mi Gobierno Espiritual para que aprendan a conocerlo y a vivirlo, así como Yo lo vivo.

El propósito principal de ese motivo es que todos vivan en la Ley, vivan en la Ley con alegría y con júbilo y no como una regla o una imposición como muchos creen. Porque en la Ley está la Paz, y en la Paz se encuentra la Felicidad de Dios. En la Ley siempre encontrarán el camino hacia el Propósito, y en el Propósito cumplirán con su misión.

Estos Secretos no solo renovarán la religiosidad del mundo y la espiritualidad de todas las consciencias, también modificarán los dogmas y las creencias de aquellos que tuvieron mayor resistencia a la Verdad, la verán delante de sus propios ojos, porque no será algo que se pueda ocultar, porque así cumpliré con Mi promesa de que verán venir al Hijo del Hombre y todos lo reconocerán y lo sentirán; y aquellos que hayan negado al Hijo de Dios también lo sentirán y lo reconocerán.

Pero recuerden que no vendré como un Juez; sino que, en el fin de los tiempos, vendré como el Gran Abogado del Padre para interceder por todas las almas y las consciencias que se perdieron del camino de la Luz y de la Misericordia, que fueron arrastradas hacia los abismos y hacia la vida de los infiernos del planeta. Pero cuando Yo retorne, esas puertas se cerrarán definitivamente.

Por eso, este es el tiempo más difícil de todos, y también es el tiempo más exigente de todos, ya que, inevitablemente, se genera una presión espiritual entre lo que es superior e inferior, y las fuerzas negativas que están presentes en la superficie de la Tierra se agitan cuando tan solo las almas alcanzan la Luz de la Verdad.

Por esa razón, Yo estoy aquí, gestando ese momento, preparando ese momento en todos los mundos internos, porque cuando llegue ese momento de la revelación de Mis Secretos, conocerán mucho más que Mi Transfiguración o la propia Transubstanciación de Mi Ser; conocerán a Cristo, su Maestro y Señor, en la Manifestación Creadora del Padre, aquella Verdad que surgió de la Fuente a través del Amor y de la Sabiduría, y que les ha traído, hace mucho tiempo atrás, la Ley de la Redención, cuando el Hijo del Hombre derramó Su propia Sangre por ustedes y padeció por ustedes.

Pero el momento de Mi Retorno será diferente a aquellos tiempos, porque ahora nadie podrá matar al Hijo del Hombre.

Cuando la Jerarquía se aproxima al planeta y, sobre todo, a la humanidad y a algunas regiones del planeta, tiene la condición de preparar estos espacios de los mundos internos para ese momento de revelación, porque no está escrito en la Biblia ni en ningún otro libro sagrado. 

Mis Secretos están vivos en el Arca de la Santa Alianza, y esa Santa Arca descenderá nuevamente al mundo, y se revelará y se mostrará en aquellos lugares sagrados que conocemos y reverenciamos como Recintos Sagrados. 

Porque ciertos puntos del planeta, en donde hay coyunturas especiales, cósmicas y divinas, son espacios que ya están preparados desde hace mucho tiempo para este momento. Es así que las sagradas reliquias de la Hermandad emergerán para que todos las puedan reconocer y ver.

Esas son las señales que dará el Cielo, las señales que ha anunciado a través de las Apariciones de la Madre de Dios, señales visibles e inextinguibles que despertarán a las consciencias y que llevarán a cada uno de ustedes y a cada uno de sus hermanos del mundo entero a colocarse en el lugar donde deben estar para preparar junto a su Maestro y Señor ese momento.

En verdad, les digo que todo lo que hoy les revelo no es una teoría ni tampoco es algo abstracto o inalcanzable, es algo concreto que llegará y se mostrará al mundo entero. 

Y aquellos, que no hayan cumplido la Ley o que hayan rechazado a Dios, el Creador, tendrán una última chance y oportunidad de enmendar sus vidas y actitudes para ser colmados por la Misericordia Divina, y así, podrán formar parte de la Nueva Humanidad.

Por esa razón, su Maestro y Señor está sobre Ucrania porque, a través de Ucrania, su Maestro y Señor está sobre Rusia, así como sobre otras naciones del mundo que necesitan urgentemente la intervención divina y cósmica, no solo de los ángeles, sino también de todas las Jerarquías. Al poder estar sobre Ucrania, puedo estar sobre Rusia, sobre un pueblo condicionado desde hace mucho tiempo por un espíritu de hostilidad y de rivalidad contra otros pueblos y naciones del mundo.

Pero no piensen cómo esto se resolverá, sino piensen qué es lo que ustedes harán para que se resuelva; cuál es la verdadera actitud de cada uno de ustedes, a nivel espiritual e interno, para que una solución llegue y sea una solución concreta y no pasajera. 

Para eso, sus corazones deben estar unidos al Corazón de la Jerarquía y unirse a Nuestras grandes operaciones, a Nuestras grandes intervenciones por el planeta y por la humanidad, especialmente por aquellos lugares del mundo que son espacios de inflexión y de hostilidad permanente, y que atraen a muchas fuerzas del mal que someten y condenan a muchas almas, y que no permiten en absoluto que el planeta ingrese en la cuarta dimensión.

Por eso, la presión de estos tiempos es muy grande, y la mayor presión es interna; una presión que repercute en todas las criaturas vivientes del Reino Mineral, Vegetal, Animal, Humano y Dévico.

Todos están bajo esa presión de estos tiempos finales, porque las corrientes que descienden a través del Sol Central son muy poderosas, pero son muy imperceptibles para aquellos que viven en la ilusión del mundo. Pero esas corrientes no dejarán de descender, no dejarán de cumplir el Propósito Divino que les fue encomendado.

El gran filtro de esas corrientes es la Consciencia de Cristo, en donde las almas pueden aprender a soportarlas, a vivirlas y a aceptarlas como parte del fin de los tiempos, para que este proyecto humano no se pierda, para que el planeta como consciencia no desaparezca de este universo y no pierda la calidad de Confederado. Por eso, debemos trabajar mucho como les he dicho en estos últimos días.

La colaboración y el aporte de cada uno son fundamentales, porque crearán la condición necesaria para que más soles en la Tierra puedan despertar y formar parte de este Firmamento Confederado que reúne a Jerarquías y Consciencias Evolutivas de este y de otros universos, de esta y de otras galaxias que están unidos en hermandad por la redención y la paz de la humanidad.

¿Ahora, comprenden su participación en este Universo Local y la importancia de que la humanidad pueda aprender a vivir en las Leyes para poder estar unida a toda la Hermandad de este universo?

Para eso, en este tiempo final, la tarea de los Recintos Sagrados será muy amplia, Recintos que prepararán también Mi Retorno al mundo y que físicamente mostrarán aquello que nunca nadie vio; porque el impacto del despertar deberá ser muy amplio para cambiar completamente la frecuencia involutiva de la humanidad, y así ingresar en la frecuencia de la paz y de la armonía universal.

Debemos rezar por todo esto, pero rezar verdaderamente, con el compromiso de hacerlo todos los días, para que su Maestro y Señor tenga las puertas abiertas de todos los corazones que deberán salir del estado de ilusión y de involución para ingresar en el estado de paz y de hermandad.

Por eso, hoy les traigo Mi Sacerdocio Espiritual, para que todos los sacerdotes correspondan a este momento y sean verdaderos espejos de la Vida Divina que ayudan a religar a las consciencias con el universo y con la Fuente Suprema.

Yo los necesito a todos en este nivel de despertar, para que comprendan todas las situaciones de este mundo, fuera de la superficialidad de las cosas y dentro de la universalidad de todos Mis Comandos. De esa forma, podrán captar la esencia del Propósito y se unirán a Mí en servicio para concretar el Plan.

Que Europa del Este, y en especial Ucrania, pueda seguir siendo ayudada por las oraciones de todos. Recuerden que aquí aún está pendiente una misión humanitaria y la expresión de un monasterio de esta Orden para dar continuidad a esta tarea. 

Lo mismo debe suceder en Garabandal y en otros puntos del hemisferio norte que ya les hemos indicado.

Por eso, es hora de que todas las estrellas que brillan a través de las almas en la superficie de la Tierra trabajen por esta manifestación, porque es responsabilidad de ustedes que el Cielo descienda a la Tierra y todas las herramientas del Padre estén disponibles en este tiempo final, no esperen que lo que hay que materializar acontezca solo. Su ayuda es importante. Por eso, es una responsabilidad concreta y permanente. 

Colóquense disponibles para esa manifestación, para que el hemisferio norte no se precipite; porque para Dios sería inaceptable, ya que en el hemisferio norte existen muchas sagradas herramientas en los Sagrados Recintos del Padre.

Encamínense en esa tarea y llévenla adelante, así como está previsto. Estaré con ustedes para impulsarlos. 

No se olviden de lo que les estoy diciendo, es hora de seguir trabajando por el Plan, dando un paso más firme y decidido, para que las deudas de sus consciencias y las de sus familias sean disueltas. Está todo esperando por ustedes, es hora de trabajar.

Bendigo a Polonia y le agradezco por su acogimiento; y así, bendigo al mundo entero, a todos los que tienen el coraje de escuchar y de asumir Mis Palabras y de no dejarlas perder como si fuera un Mensaje más. Porque en verdad les digo que Mi tarea no es estática, Mi misión es dinámica, es un propósito constante que solo los hará crecer para que Me superen.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL SÉPTIMO DÍA DE INSTRUCCIÓN, DURANTE LA SEMANA SANTA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y aunque fui colocado en el sepulcro, Mi servicio por la humanidad no había terminado.

Hoy doy continuidad para todos, a lo que verdaderamente sucedió en aquellos tiempos durante la dolorosa Pasión de su Maestro y Señor.

Pero para poder entenderlo espiritualmente, en esta tarde ingresarán Conmigo al Universo de Dios, a otro espacio de la manifestación creadora inmaterial y cósmica en donde también se guardó la memoria de todos los hechos sucedidos durante la dolorosa Pasión de su Señor. Preparémonos para este momento.

Coloquen sus almas al servicio del Plan, para que ellas sean las que participen de este momento y guarden en su memoria todo lo que vivirán y experimentarán, acompañando a los registros universales de su Maestro y Señor.

Para ingresar en ese Universo de Dios, bastará que abran la puerta de ese espacio con su palabra y su canción, esa será la llave que permitirá revelarles todo lo que sucederá después.

Ahora, mientras Yo les muestro el Universo de Dios detrás de Mí y a los ángeles que acompañan este momento, porque son los encargados de revelar los registros universales de su Maestro y Señor, deberán entonar la llave musical que les permitirá ingresar en ese espacio de consciencia.

Vamos a entonar "Adonai, Espíritu Santo" hasta que el Señor lo indique, y que Adonai resuene en nuestro interior y en nuestra consciencia para que nuestras almas ingresen en ese espacio. Podemos comenzar.

Canción: "Adonai, Espíritu Santo".

Una vez más.

Volvamos al instrumental anterior.

Estamos en un espacio que no es material, sino espiritual. Estamos dentro de una parte de la Consciencia de Dios que se expresa como una gran Esfera de Luz celeste, en donde los ángeles escriben en nuestras esencias este momento. El centro de ese lugar es una poderosa Esfera de luz dorada que alterna, en su manifestación, diferentes colores y formas, manifestando la belleza más perfecta de la Creación.

Nuestras almas están en el Universo del espíritu, lugar al que siempre aspiraron a llegar y a participar en él.

Nuestras almas participan de ese lugar con su consciencia más sutil y elevada y son invadidas por muchos impulsos que vienen del centro de esa Fuente, donde en pequeños Cristales de Luz, dentro de una Esfera dorada, se guarda la experiencia de nuestro Redentor en la Tierra, los pasajes más importantes y emblemáticos de Su tarea espiritual y cósmica.

Y en el Universo mental, el Universo ultraterrestre, otra parte del plano de la Consciencia de la Creación, también se guarda una copia fiel de ese espacio y lugar, que son otros aspectos de la tarea que Cristo realizó en la Tierra en aquel tiempo.

Sintamos, en este momento, cómo el centro de nuestra alma se conecta y se une a esa gran Esfera dorada que rige el centro de ese espacio de la Creación.

Y por fuera de esa Esfera azul, que nos envuelve y nos protege, veamos a las diferentes Jerarquías angélicas acompañando a Nuestro Señor en este momento.

Pero veamos a Cristo absolutamente transfigurado. Una transfiguración más profunda y completa que la que vivió en el Monte Tabor. Él nos muestra, en este momento, Su verdadera Faz, la consciencia del Cristo Cósmico, llamado Jesús Glorificado.

Vamos a contemplarlo al lado de esa Esfera dorada de Luz y, mientras tanto, dentro de esa Esfera dorada, no perdamos la atención y la sintonía con esos pequeños Cristales de Luz, de cómo giran de forma tan semejante a nuestro ADN, al movimiento de nuestras moléculas y átomos. Estamos ante el aspecto científico de Dios.

Contemplemos a Cristo. Cómo cada parte de Su Ser está iluminada y glorificada, y ha alcanzado una materia transubstanciada y sublimada por el poder del Amor que Él encarnó, por ese Amor que Él expresó a cada uno de nosotros, desde Su Nacimiento hasta Su Ascensión.

Allí se reúnen, a través de Cristo, todas las etapas de Su vida en la Tierra, no solo las etapas de Su vida material, sino también espiritual. Estamos ante la revelación del Cristo Vivo y Glorificado. Todo Su ser es la propia Eucaristía viva, es la gran Reliquia de Dios que se ilumina ante nuestras almas y consciencias, llevando a nuestros seres a una comunión espiritual y cósmica con las Leyes del Universo inmaterial.

En este momento, debemos creer en lo que estamos viviendo y sintiendo, más allá de la distancia o de la separación. La Consciencia Glorificada de Cristo nos une y nos reúne en este momento para vivir esta experiencia.

Veamos a Nuestro Señor levitando en el Universo, dentro de esa gran Esfera celeste de Luz, y nosotros allí dentro, participando conscientemente con todo nuestro ser y consciencia, abriendo nuestra alma para que todo nuestro ser reciba, a través de Cristo, los misterios de las Leyes inmateriales que allí se encuentran en este momento y que son la Leyes que impulsaron a las Leyes materiales, las llamadas Leyes universales. Estamos bajo otra vibración y condición espiritual, mantengamos nuestra conexión y nuestro corazón abierto para esto.

Dejemos que nuestra alma sea invadida por cada uno de esos impulsos lumínicos, que la Consciencia transubstanciada de Cristo nos ofrece en este momento.

Y así, en un acto de profunda gratitud y reverencia, dentro de ese espacio de la Consciencia de Dios, en donde Su aspecto científico está presente, sintámonos en el absoluto vacío, en el completo despojamiento y en la renuncia necesaria para que sea Él, Cristo, el que actúe a través de nuestras almas y no nosotros.

Dentro de esa Esfera dorada de Luz que Él nos presenta y que enciende a través de la palma de Su Mano derecha, Él nos ofrece vivir la Voluntad de Dios.

Él nos coloca ante la visión y el momento consciente de poder reconocer la Voluntad Divina, que surge de la Fuente como una emanación poderosa de Amor y de Unidad.

Por fuera de esa gran Esfera celeste de Luz, vemos aproximarse a San Miguel Arcángel, también con un aspecto transfigurado como un gran guerrero de luz que cuida a los diferentes Proyectos de la Creación. En Su mano derecha vemos una lanza y en Su mano izquierda vemos una balanza que mantiene su equilibrio, su igualdad y equidad.

Contemplemos todos estos símbolos, pero, sobre todo compenetrémonos con esta realidad que Nuestro Señor hoy nos ofrece con toda Su humildad y Amor.

Él coloca, en el centro de cada una de nuestras almas, esos Cristales de Luz que guardan Su energía crística. Nuestras almas se rinden a Sus Pies, no sintiéndose dignas de este merecimiento, pero sí reconociendo la Gracia suprema que las ha traído hasta allí.

Y ahora, esa gran Esfera celeste de Luz se disuelve en el espacio. Cientos de almas, de diferentes partes del mundo, están allí presentes, rindiéndose a los Pies del Redentor, dentro de esa Consciencia de Dios, en donde las Leyes inmateriales actúan y obran por medio de la Ley del Silencio.

Contemplemos la belleza que Dios nos muestra en ese lugar y en ese espacio que es parte de Su Consciencia Universal.

A través de nuestra cabeza, desde el centro de nuestro coronario, se eleva un sutil hilo de luz que nos conecta con ese Universo, en donde está presente nuestra alma.

El Cristo transfigurado no habla a través de las palabras, sino a través de las acciones que hoy lleva adelante con todos nosotros y con toda la humanidad.

Pero Él nos pide algo:

Sean conscientes de lo que están recibiendo y den valor a lo que se les entrega, porque esta será la única vez hasta que Yo retorne al mundo, cuando muchos reconocerán Mi Presencia, aunque muchos otros la negarán.

Los estoy preparando, a través de esto, para ese tiempo. Por esa razón los he traído aquí en consciencia y espíritu, en alma y en esencia, porque es aquí en donde Dios reside dentro de cada uno de Sus hijos.

Quien se vacía, se redime. Quien se rinde, se redime. Quien se entrega a Mí, se redime. Quien Me da su vida, se redime.

Mientras tanto el Universo, a través de las melodías, revela diferentes impulsos de la Creación, semejantes a grandes nebulosas, estrellas o galaxias, que se dibujan en ese firmamento de la Consciencia de Dios, en presencia de los ángeles y de San Miguel Arcángel. Cristo mantiene aún Su Mano derecha próxima a la Esfera dorada de Luz.

Por momentos, somos encandilados e invadidos por explosiones de Luz dorada que hacen invisibles a nuestras almas. Somos bañados por Su Amor-Sabiduría, ese Amor y esa Sabiduría que encarnaron en el mundo, a través de Jesús, para traer la redención al planeta por un solo propósito, el propósito del Amor.

Mientras Jesús se encontraba en el sepulcro, varios aspectos de Su Ser y de Su Consciencia realizaron esta tarea que Él realiza hoy con nosotros, ayudando a diferentes grupos de almas y redimiendo a los infiernos, dando oportunidad y Gracia a todas las estrellas caídas.

Hoy Él nos entrega, por el poder divino de Su Misericordia, estos impulsos de la Fuente espiritual que guarda los registros de toda Su experiencia en la Tierra y de todos los niveles de Su Ser, que se revelan ante nuestras consciencias para que sepamos y reconozcamos que Dios está en todo.

Con mucha suavidad y armonía, traigamos nuestras consciencias a este espacio material, al lugar en donde ahora nos encontramos, y sintamos como toda esa experiencia se guarda en el centro de nuestro ser, en lo más íntimo de nuestro ser interno.

Aún vemos aquí al Cristo glorificado, al Cristo transubstanciado, con todo Su Ser como una misma y única Eucaristía que se ofrece al mundo para su redención y perdón.

Aún vemos, detrás de Cristo, ese Universo y espacio de Dios palpitando.

El Plan universal está centrado en la redención de la humanidad. Por esa razón, el propio Dios se ofreció al mundo a través de Su Hijo, para que la humanidad de aquel tiempo y la humanidad de hoy comprendieran que están aquí por un Propósito divino y no solo por una vida material. Sus células, átomos y el centro de sus seres deben comprender esto, deben afirmarlo para que sus almas gobiernen y lleven adelante las Aspiraciones de Dios y la Voluntad que Él ha determinado para cada uno de Sus hijos.

En este séptimo día de encuentro, veo a la mayoría de las almas vacías de sí. Deben reconocer esto todo el tiempo. Deben resguardarlo de ustedes mismos. Deben preservarlo del mundo, del caos y de la infidelidad. Deben comprometerse con ustedes mismos por el Plan de Dios, porque Dios está esperando actuar a través de Sus hijos, como Él ha actuado a través de los tiempos y de las diferentes razas.

Pero, para que esa decisión que Dios tiene se pueda manifestar, después de todo lo que la humanidad ha recibido a través de los tiempos, le corresponde a la raza de hoy dar el gran y último paso para que esa Voluntad se pueda realizar y concretar. Mientras eso no suceda, la humanidad seguirá sufriendo.

El Reino de los Cielos estuvo en este planeta. El Reino de los Cielos se refleja a través de la naturaleza de este planeta. Cuanto más agresión reciba, mayor dolor sentirá el ser humano. No habrá lugar ni consciencia que pueda suplir ese dolor ni que pueda calmar ese sufrimiento.

Ustedes son seres que provienen de la Fuente. Por eso los he llevado hacia ese lugar predilecto de Dios. Él los ha colocado a todos dentro de Su Corazón, ¿lo han percibido? Es el Amor que surge y emana de la Fuente, el Amor renovador e incansable que hará de cada ser un nuevo ser, por eso su rendición es importante.

No tengan miedo a los cambios. Ábranse a los cambios que llegarán en el fin de estos tiempos. La alegría celestial es la promesa que Dios tiene para cada uno de Sus hijos, y Él hoy cumple Su promesa llevando a todas las almas que escuchan, al recinto de Su Sagrado Corazón, más allá de los errores, de las deudas o de los traumas que cada ser humano pueda estar viviendo y atravesando.

Dios es el eterno incondicional. Su Maestro es el eterno incondicional. El Espíritu Santo que hoy está entre ustedes, es el eterno incondicional.

Cuando la humanidad aprenda a vivir en el amor y no en la indiferencia, a practicar la igualdad, la tolerancia, el respeto y la fe, todo se transformará. Para que eso suceda, Yo retornaré al mundo en el momento más difícil y culminante de la raza. Los días se aproximan para ese acontecimiento.

Hoy le he pedido al Padre que Me diera la Gracia de llevar a cada uno de ustedes hacia dentro de Su Corazón.

Ahora Cristo, colocando Sus Manos en señal de imposición, transfigura Sus vestiduras y toda Su Consciencia en un sutil color rosa. Él nos muestra Su aspecto espiritual de Amor. Aquél que siendo sometido y ultrajado por los hombres durante Su dolorosa Pasión, Su Amor nunca se rindió.

Estamos ante el Amor invencible de Cristo, el Amor que Él, en este momento, irradia al mundo entero, colocando cerca de Su Pecho a nuestro planeta, a toda la humanidad y a los Reinos de la naturaleza.

Hoy Su Amor espiritual e invencible recoge a las almas grupo de diferentes especies animales  como las ballenas, que son aniquiladas; como el ganado, que es aniquilado; como las especies que pierden su hábitat; y del Reino vegetal, que es explotado, quemado y destruido en la superficie de la Tierra.

Y más aún, el Amor invencible de Cristo penetra en lo profundo de nuestro planeta y recoge el alma grupo del Reino mineral, cuyos minerales sufren y son destruidos y extraídos con violencia y venganza.

Su Amor también llega, hoy especialmente, para los que viven en esclavitud, en África y en el mundo.

Estamos en el momento y en la Gracia, ante el Amor invencible de Cristo, de pedir perdón por los errores cometidos por esta humanidad contra los Reinos de la Naturaleza; de pedir perdón por nosotros y por nuestros hermanos que están ciegos y que solo quieren el provecho y los beneficios de la Naturaleza.

Ante el Amor invencible de Cristo, pidamos perdón por destruir la Creación y por no valorarla.

Nos postramos ante Cristo para pedir perdón y para que Su Amor triunfe en el mundo por los méritos de Su dolorosa Pasión, por el descenso de Su insondable Misericordia.

Nos podemos levantar, respirar profundo y agradecer.

Hoy vamos, a pedido de Cristo, a ofrecer esta comunión por los Reinos de la Naturaleza, pero también por los que tienen sed en el mundo y no tienen agua para beber y para hidratar sus cuerpos. Pidamos la Gracia de que el Reino de las aguas, desde las entrañas más profundas de la Tierra y por medio de la Madre Naturaleza, conceda la Gracia de hacer brotar vertientes en aquellos lugares en donde abunda la sed. Amén.

Señor, Dios del Universo y de la Vida, Fuente inagotable de Amor y de Verdad, manifestación infinita de la providencia, de la abundancia y de la sabiduría universal, te ofrecemos este Sacramento en nombre de Tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, y pedimos la Gracia y la oportunidad de que todo lo que aquí recibimos, más allá de que no lo merecemos, pueda llegar a las almas que aspiran y esperan esta abundancia espiritual que Tú haces descender a la Tierra a través de Tu glorioso Hijo. Amén.

La novena de oración de esta Semana Santa, la Trilogía Espiritual que Yo les he enseñado hace muchos años, ha sido de vital importancia para Mí, porque ha permitido llevar adelante toda esta tarea, sin interrupciones ni obstáculos.

¡Gracias, por aquellos que se esfuerzan de corazón! Mi Paz esté en cada uno de los orantes que sostienen este Plan de Amor.

Por esa razón, en este sábado de Aleluya, para que en el día de mañana sus almas resuciten en espíritu, en gozo y en alegría por tener la Gracia de escuchar la Palabra de Dios, les ofrezco esta Comunión Eucarística cumpliendo Mi promesa de estar con ustedes todos los días, hasta el fin de los tiempos.

Padre, Amor infinito, Consolador y Curador, Te ofrezco este pan para que Tú, bajo el poder de Tu Gloria, lo conviertas en el Cuerpo de Cristo para que hoy, consumando esta tarea espiritual y divina, lo ofrezca a cada uno de Tus hijos y les vuelva a decir: "Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo que es entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

De la misma forma, te ofrezco el Cáliz de la Redención a Ti, Padre Amado, para que Tú lo transubstancies en la Sangre de Cristo. Por ese motivo, lo vuelvo a ofrecer a los Tuyos, diciéndoles: "Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que es derramada por su Señor hasta los tiempos de hoy, para el perdón de todas las faltas. Hagan esto en Mi memoria".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Y ahora, tomándonos todos de las manos, y quien está solo en su casa coloca sus manos en señal de recepción hacia el cielo para que, junto a Nuestro Señor, repitamos esta poderosa oración que Él nos enseñó:

Padre Nuestro (en español).

Padre Nuestro (en inglés).

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra y eleve al Cielo a todas las estrellas caídas.

Que así sea.

Pueden llevar las manos hacia el corazón, porque donde está la unidad no prevalece ninguna enfermedad.

Que la Paz del Reino de los Cielos esté en ustedes y en todo el mundo.

Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por haber compartido esta tarde Conmigo. Guarden en la memoria lo que hoy vivieron.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BUDAPEST, HUNGRÍA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Busca, hijo, profundizar todos los días en la Pasión y en la Vida de tu Señor.

Así sabrás cuál es la esencia de la entrega, del servicio y del sacrificio. Sabrás que la vida es limitada para imitar Sus pasos. Sabrás que las Gracias que te fueron concedidas aún se derraman en tu vida y tienes que agradecer todo a Dios, por cada minuto de tu existencia.

Contempla todos los días la Pasión de tu Señor para que comprendas a dónde Él aspira a llevarte y cuál es el propósito que Dios tiene para ti.

Todo lo que recibes es para que des siempre más de ti por el cumplimiento de un Plan Mayor. Y si sientes que lo que haces es poco, sabe, hijo, que no es tu sensación de estar sirviendo lo que mide tu servicio y tu sacrificio. Es el amor, con el que haces todo lo que eres llamado a hacer, lo que mide, ante Dios, los pasos de tu corazón y de tu consciencia.

Si eres llamado a orar, ora con todo tu ser y hazlo con amor.

Si eres llamado a servir, no importa en qué, hazlo con tu corazón.

Sé excelente en tus acciones, colma del Espíritu de Dios a cada uno de tus actos y, aunque nadie te vea o reconozca tus trabajos, sabe que los haces para Dios y no para ti o para los hombres.

Servir y hacer lo que es necesario, en donde sea necesario y como sea necesario; pero sobre todo, hacerlo por amor.

Contempla todos los días, hijo, la Pasión de tu Señor y siente vergüenza por estar cansado, desconsolado o afligido. Siente vergüenza por querer más del prójimo para ti y coloca tu corazón en el punto correcto de su donación.

A aquel que se entrega por completo al Padre siempre le llegará lo que necesita para ser suplido.

Si algo te falta es porque guardas en ti lo que buscas en los demás. Dona el amor que hay en tu corazón y verás como el Amor de Dios fluirá, eternamente, de tu pecho.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Desde Su nacimiento hasta Su vida adulta, Jesús tenía pleno conocimiento de la vida universal y de la vida profunda de cada ser. Sabiendo del Propósito de la humanidad en la Tierra, Su Corazón siempre se sustentó en la esperanza del advenimiento de la nueva vida, en la manifestación de la Nueva Humanidad.

La Verdad de Dios vivía en Su interior y, durante el Calvario, ella fue la base de la sabiduría que despertó el Amor Crístico en Su Corazón y renovó el Amor de Dios.

Hoy, hijo, deja que las revelaciones de este tiempo sean para ti la sabiduría que viene como base para el calvario del mundo y, sobre todo, para el despertar y la renovación del Amor.

Recibe con gratitud las ciencias que te son enseñadas, el conocimiento superior del que la humanidad siempre estuvo tan ignorante.

Deja que la sabiduría despierte en ti la certeza de la eternidad y de la redención de todas las almas para que, con esa Verdad viva en tu corazón, puedas tornar pequeñas las pruebas de este final de ciclo.

Ennoblece y fortalece tu corazón con la sabiduría y con el conocimiento. Permite que la Verdad Superior se aproxime y con ella, lo que verdaderamente eres. Así tendrás bases firmes por las cuales caminar para retornar a Dios.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Siente, todo el tiempo, cómo Dios contempla Su Creación y, entre toda la infinidad de galaxias, universos y estrellas, cómo Él ama especialmente a la Tierra.

Siente el valor desconocido que tiene el planeta Tierra y recuerda la experiencia de la cual Él fue partícipe durante la Vida de Jesús.

Recuerda cómo el mismo Dios se hizo pequeño, siendo tan grande y poderoso, para poder encarnar entre los hombres y enseñarles sobre los grados de amor y de perdón.

Ten consciencia de todo esto una y otra vez y afirma que, por encima de toda prueba o dificultad, siempre prevalece esa verdad del amor que es eterna y que se transmite de generación en generación.

Trae hacia tu consciencia el significado de todo lo que el Padre hizo por Sus hijos y cómo Su Amor, que es invencible, continúa obrando y actuando a través de los tiempos.

Aférrate a esa divina Verdad; vive a través de ella para que todos los días seas un servidor tan semejante a como lo fue Cristo, Nuestro Señor.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Camina en dirección al Corazón de Dios todos los días y busca colocar tus ojos, tu corazón y tus aspiraciones siempre en lo más Alto.

Busca tu referencia, hijo, en el Amor de Cristo, en Su Vida, en Su Palabra, en cómo Él construye espiritualmente Su Obra. Porque estás en un momento culminante de la evolución humana, en el cual muchos acontecimientos incomprensibles se darán. Incluso dentro de ti emergerán sentimientos, pensamientos y acciones que no comprenderás pero que deberás equilibrarlos con tu simple oración, con el servicio y con la unión con Dios.

El viejo hombre está siendo expurgado en tu interior y él no está formado solo por las experiencias humanas que conoces y vives. Hay mucho dentro de ti y en la consciencia humana que desconoces completamente.

Delante de esas situaciones desconocidas e incomprensibles solo un Amor mayor podrá equilibrarlas, que es el Amor de Dios.

Por eso, escucha lo que te digo y no dejes de orar sinceramente, fortaleciendo todos los días tu hilo de unidad con el Corazón del Padre, porque ese será tu sustento y el sustento del planeta en el ciclo que llegará.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Jesús se sumergía todo el tiempo en la gratitud del corazón.

Para Jesús la gratitud era la regla primera que le permitía reflejar los destellos de un Amor vivo y verdadero.

Sin la gratitud que Jesús sintió todo el tiempo por Su Padre, Él no hubiera podido llevar adelante Su Divina Voluntad.

Porque la gratitud, en Jesús, le permitía, como hombre y como Mesías, confiar plenamente en los Misterios del Padre, aunque el mismo Jesús supiera parte de esos Misterios.

La Gratitud de Jesús traía para la humanidad la revelación declarada de Su ardiente Fe, una Fe que imprimía determinación y soberana autoridad al momento de proclamar el Evangelio.

El sentimiento permanente e inmutable de la Gratitud de Jesús, lo llevaba a conocer ampliamente los sentimientos más profundos y ocultos de Sus hermanos, si estos eran puros o impuros.

Este don del conocimiento profundo del ser humano que vivió Jesús, no era con el fin de juzgar, sino con el propósito de corregir las costumbres humanas, las que en tiempos pasados llevaron a la condenación espiritual de toda la humanidad.

La vivencia de la gratitud en Jesús lo llevaba, todo el tiempo, al camino del servicio por los demás y a la donación constante de Su Divino Ser, incluso por aquellos que lo repudiaban y lo negaban.

Jesús quiso demostrar que una de las principales bases del amor es la gratitud, hermanada con la unidad. Y que estos dos atributos, en la práctica sincera de la vida de los seres humanos, llevarán, sí o sí, a encontrar un sentido más elevado y superior sobre la misión personal del individuo y de los grupos de almas.

Jesús dejó la enseñanza de la gratitud como un mensaje constante para la transformación de la condición humana.

Tener gratitud significa comprender, más allá de uno mismo, que el propósito que Dios deposita en nuestras manos tiene un sentido mayor que aquello que podemos comprender y experimentar.

La gratitud nos lleva por el camino de la donación abnegada y espontánea; nos ayuda, como seres humanos, a vivir y a entender la vida desde otra óptica y desde otra escala.

La gratitud nos revela la bondad y la misericordia en todo, nos hace menos mezquinos y nos vuelve más considerados, atentos y disponibles con el semejante.

La gratitud le cierra la puerta a la soberbia, al reconocimiento de los espacios o de las tareas que creemos tener bajo nuestro poder.

La gratitud desmiente nuestras apariencias y nos conduce, dulcemente, por la senda de la Verdad.

Por esa razón, la gratitud que vivía y emanaba de Jesús era muy grande, al punto de que eran pocas las consciencias que podían alcanzar la verdadera y divina Persona de Jesús.

La gratitud lleva al rompimiento de las cadenas y de los atavismos; ella es el portal hacia nuestra verdadera libertad.

La gratitud nos recuerda la humildad.

¡Les agradezco por imitar la Gratitud de Jesús!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Una Buena Madre - Parte II

Hijos:

Quisiera que pudieran recordar el momento en el que estaban en brazos de su madre terrenal, en un acto tan semejante como cuando el pequeño Jesús estuvo en Mis Brazos.

¡Qué tesoro nos entregó Dios a través de ustedes, cuando, una vez, siendo pequeños, pudieron estar en los brazos de su madre!

¡Qué momento tan especial e íntimo nos concedió Dios, de que ustedes pudieran sentir el calor maternal de su madre y su madre pudiera sentir la entrega incondicional de su pequeño hijo!

En esta relación de madre e hijo se construye el espíritu verdadero de la familia y es ese espíritu el que permite, en experiencias posteriores, construir el amor y la solidaridad entre los seres.

Hoy, como Madre de todas las madres, vengo con este ejemplo porque estamos ante una humanidad que perdió completamente los valores espirituales de la maternidad.

Pero si hoy y durante los días que vendrán, por medio de la oración, todas las madres del mundo se unen a Mí bajo el espíritu femenino de la Sagrada Maternidad, permitirán que la gran Madre entre todas las madres pueda interceder por las jóvenes madres que hoy gestan a sus hijos y son tentadas por el adversario para deshacerse de la vida.

Si juntas, como madres espirituales y madres de todos nuestros hijos, nos unimos en esa alianza perfecta de madres de Dios, algún día generaremos esa consciencia tan necesaria para respetar, amar y proteger la vida nueva que está llegando.

Hoy solo les recuerdo a las madres su primer parto y la preparación para ese momento.

¡Cuán importante es para la Creación traer la vida al mundo, así como Yo traje a Jesús como luz para la humanidad!

Que hoy pueda volver a nacer ese espíritu bendito de la Maternidad que Dios concibió en cada ser femenino y el que en estos tiempos cruciales será imprescindible, porque muchos corazones más buscarán el consuelo y el cariño de una madre en la Tierra.

Las invito, queridas madres, a la renovación de ese íntimo principio femenino de la Creación.

Una buena madre guarda en su interior el propósito de la vida que una vez gestó, y ella es celadora y guardiana de que ese propósito se cumpla en el alma que una vez trajo al mundo.

La misión espiritual de las madres, unidas a Dios, es una misión amplia, más de lo que parece. Una buena madre es esa consciencia intermediaria entre sus hijos y Dios, porque Dios le concedió esa autoridad a la Virgen María y, en consecuencia, a todas las madres que están sinceramente unidas a Su Corazón Maternal.

En estos tiempos, todos los hijos de Dios deberán recordar la misión que cada madre terrenal cumplió ante el Universo cuando ella trajo al mundo a su propio hijo.

Este es el motivo para reencender en las almas el espíritu de la Maternidad, el que protegerá a los hijos de los embates del adversario.

Quiero dejarles, para terminar, las palabras que una vez el pequeño Jesús Me expresó en Sus primeros años de vida, palabras que afirmaron en Mi interior que Yo debería, como Madre de todos, hacer lo posible y lo imposible para salvar a Mis hijos de la perdición.

Jesús, una vez, siendo Niño, Me declaró las siguientes palabras como una simple oración:

¡Oh dulce Madre!,
tierna Consoladora de los que están afligidos.
Sierva incansable que donaste y entregaste
Tu Purísimo Vientre Virginal a la Creación.

¡Oh bondadosa Madre!,
que acoges a los que sufren,
que perseveras en Tu pura Fe,
que no descansas hasta poder tener
en brazos hasta el último de Tus hijos.

¡Oh Madre de la caridad!,
que haces el bien por donde pasas,
que realizas milagros y concedes
gracias a todos Tus hijos.

Desde ahora, Purísima Madre,
serás la Reina y la Señora de todas las madres,
a fin de que en esta humanidad
todos aprendan, algún día,
por obra de Tu Gracia, a amar de verdad,
así como Tú nos amas incondicionalmente.

 

¡Con estas palabras les agradezco por responder a Mi llamado maternal!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Mensajes mensuales
MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO PARA LA 54.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Segundo Mensaje

Y verán venir al Hijo de Dios con la victoriosa Cruz de Emmanuel, iluminando los cuatro puntos de la Tierra, a todas las razas y a todos los pueblos, para que triunfe nuevamente el Amor Misericordioso de Mi Corazón y se abran las puertas a la reconciliación de las almas con el Universo y la vida.

Esta victoriosa Cruz de Emmanuel anunciará un nuevo tiempo para el planeta y su humanidad.

Dichosos serán aquellos que la veneren con la humildad del corazón, porque en el próximo tiempo serán reconocidos como Hijos de Dios.

Dichosos serán los que creen en Su poder, porque serán congregados a los pies de la Cruz de Emmanuel para ser bendecidos y colmados por el Espíritu Santo.

Y finalmente, compañeros, por la poderosa Cruz de Emmanuel, toda adversidad y mal serán vencidos y, en la unidad con el Padre, sus corazones florecerán en el amor y en la fe.

Cuando vean venir al Hijo de Dios con la victoriosa Cruz de Emmanuel, será la señal de que se aproxima el último tiempo, será el momento en el que sus corazones deberán estar preparados para recibir lo que tanto esperaban.

Esta Cruz viene a cerrar todo lo que es incierto y a abrir la Fuente del Amor para los corazones.

La Cruz de Emmanuel trae el espíritu de la redención para las almas y para todos los espíritus caídos. Ella tiene la potestad de traer la liberación para el mundo y la redención para las naciones, porque en ella se guardan los códigos de los sagrados méritos de la Pasión de su Señor.

En la Sagrada Cruz de Emmanuel se guarda la experiencia vivida por Cristo en la Tierra, el incalculable valor de Sus padecimientos, de todos Sus sufrimientos y de todas Sus agonías por la conversión y la redención de los espíritus caídos en este planeta; y también por Su preciosísima Sangre derramada durante Su Pasión y hasta Su Muerte en la Cruz.

La victoriosa Cruz de Emmanuel guarda, en esencia, hasta el último momento en que su Maestro y Señor expiró en la Cruz entregando Su Espíritu al Padre para que al tercer día lo resucitara.

Bienaventurado será quien contemple con humildad la victoriosa Cruz de Emmanuel y quien le pida algo al Padre por alguna consciencia que está perdida o caída, porque al tercer día el Padre lo escuchará y responderá a su súplica.

Esta poderosa Cruz de Emmanuel es el símbolo para los mundos visibles e invisibles, para el plano espiritual, mental y material.

En ella, el Padre ha dejado los méritos que Su amado Hijo alcanzó desde Su Nacimiento hasta Su Ascensión a los Cielos, hasta antes de salir de este planeta y elevarse al Universo.

La sagrada y poderosa Cruz de Emmanuel trae la alianza y la unión de las almas con Dios, con Su Divino Proyecto, con Su Divina Idea, con Su Divino Pensamiento y con el propósito que cada ser y criatura de esta humanidad debe manifestar en el fin de estos tiempos.

Ella es el símbolo azul que vence a las tinieblas.

No hay espíritu o consciencia que se pueda resistir a la victoriosa Cruz de Emmanuel y a los méritos que ella guarda, méritos alcanzados por Cristo durante Su pasaje en la Tierra.

La victoriosa Cruz de Emmanuel es el símbolo de unión del Universo Espiritual con el Universo Material, de la Fuente del Padre con la esencia de Sus criaturas en todo este Universo y en otros.

Su Hijo Amado y los santos ángeles del Cielo se postran ante la victoriosa Cruz de Emmanuel, porque ella vence al enemigo, derrota a los impíos, purifica a los injustos y redime a los que están perdidos.

Abran sus corazones a este gran momento del descenso de la Poderosa Luz de Emmanuel para que las almas abandonen sus desiertos internos y todas sus agonías, para que los espíritus de esta Tierra se reenciendan por la Poderosa Luz de Emmanuel que viene al encuentro del espíritu de sus hijos para colmarlos con sus Dones y con todas sus Gracias.

Cuando vivan algún obstáculo o alguna dificultad, póstrense ante la poderosa y victoriosa Cruz de Emmanuel y contémplenla, encendida y brillante, y vean cómo ella penetra en los espacios y los planos, llenándolos de Luz y de Misericordia, y así, sus penas se disolverán.

¡Poderoso Padre del Universo, Amado y Resplandeciente Emmanuel!

Tu Hijo, hoy ofrece el símbolo para la redención de las almas y de todo este planeta.

Tu Hijo coloca en Tu Altar celestial la poderosa Cruz de Emmanuel para que, por todos los sacrificios, padecimientos y sufrimientos vividos por Tu Amado Hijo, todas Tus Gracias y Misericordias retornen a las almas a fin de que se disuelva la esencia del mal y brille en los corazones Tu Divina y Gloriosa Esperanza.

¡Oh, gloriosa Cruz de Emmanuel que llegas al mundo para socorrer a las almas, que desciendes en Gloria para encender a los corazones, que vienes al auxilio de los no redimidos!

¡Oh, Santo Padre!

Que Tu poderosa Cruz Azul haga cumplir en las almas Tu Propósito para que el mal sea disuelto y la alegría regrese a los corazones limpios, y así vivamos en la comunión con Tu Espíritu y Tu Divinidad.

Hoy los ilumino con la poderosa Cruz de Emmanuel para que todo sea transformado y transmutado.

Verán brillar en los Centros Marianos el Espíritu del Padre que, siendo imperceptible y silencioso, llega al mundo para reunir a los rebaños de Dios y llevarlos al encuentro del Retorno de Cristo.

El Cielo les entrega un símbolo más de redención y de misericordia.

Que la Cruz sea el impulso para el retorno a sus orígenes y, en esencia, a su principio.

Así podrán vivir el Plan como lo ha diseñado Dios en Su Corazón Misericordioso.

No teman, el sufrimiento del mundo terminará, pero aún la humanidad deberá aprender lo que no aprendió.

Mi Corazón y Mi Vida les entregan la poderosa y victoriosa Cruz de Emmanuel para que ilumine los caminos de los discípulos de Cristo, de los pueblos de Dios, de los servidores del Plan durante el tiempo de la gran tribulación.

Cuando Yo ya no esté entre ustedes ni siquiera aquí, tendrán de qué servirse: de la poderosa Cruz de Emmanuel, y recordarán a cada momento el Sacrificio del Hijo de Dios y todos los méritos que Él alcanzó por Su dolorosa Pasión.

Que el Espíritu del Padre descienda a los Centros Sagrados y que las almas escuchen en su interior la Voz y el Eco de Dios, para que caminen al encuentro de la victoriosa Cruz de Emmanuel que será el portal de unión con el Universo y las estrellas.

¡Oh Santo Propósito de Emmanuel, hazte visible a las almas del mundo!

Que las cadenas de la perdición se rompan, que los corazones se liberen y que las almas encuentren la comunión con Tu Espíritu.

Después de dos mil dieciocho años, su Maestro y Señor desciende en Aurora, con la poderosa y victoriosa Cruz de Emmanuel para iluminar los espacios visibles e invisibles, para dar la Gracia de la redención y de la cura a todos los espíritus caídos.

Y junto a Sus Ángeles del Cielo, el Maestro canta Aleluya porque se cumple, en el fin del ciclo, Su esperado Retorno a la humanidad bajo la Gloria y el Poder de Emmanuel.

Que en esta Maratón las almas puedan revivir su compromiso con lo Alto y no con lo bajo.

Que las almas puedan volver a despertar a la esencia de su propósito para cumplir con la Voluntad del Padre y así responder a Su llamado en el fin de este tiempo.

Vengo aquí trayendo entre Mis Manos la poderosa y victoriosa Cruz de Emmanuel para que las puertas se cierren y el Reino de Dios descienda, a fin de transfigurar los corazones y las vidas de todas las personas.

¡Amado Padre Emmanuel, Soplo del Espíritu Poderoso de Dios, Esencia inextinguible e irrefutable, Poderoso código de redención y de liberación cósmica!

Reconstruye, en esta raza, Tus sagrados Principios, para que bajo la poderosa Luz Azul de Tu Consciencia Divina las almas alcen vuelo en dirección a Tu Fuente y así, se fundan en Tu Corazón Glorioso y Vivo.

Así como la Cruz poderosa y victoriosa de Emmanuel, les entrego el Sacramento de la Comunión con Mi Cuerpo y con Mi Sangre para que vuelvan a vivificar su compromiso con el Padre y Su sagrado Plan.

Como hace más de dos mil dieciocho años, vuelvo a decirles que coman porque este es Mi Cuerpo, que ha sido entregado por los injustos y los traidores para la redención de todas las almas y de todos los pecadores, a fin de que algún día despierten a la Verdad que es el Amor y la Unidad con el Padre.

De la misma forma les digo que beban porque esta es Mi Sangre de la Nueva Alianza, que viene para purificarlos y santificarlos en comunión con la humildad y con la verdad.

Reciban este Sacramento en nombre de Emmanuel, para que no solo el Universo cumpla el Divino Propósito, sino que todas las almas, todos los pueblos y todas las razas despierten en estos tiempos a la redención y a la cura.

Así, Yo los dejo con la Bendición de Emmanuel preparándolos para el día de la consagración de Su victoriosa y poderosa Cruz, en el que muchos más espíritus, dispersos por este planeta, se rendirán cuando la Cruz sea encendida y se una al Padre, y el Padre se una a Sus hijos.

Los bendigo, y ofrezcan este Encuentro de oración por los que ya no están aquí y por los que han cerrado su corazón a la Verdad por miedo, por temor o por disociación.

Que una pequeña partícula de la Sagrada Luz de Emmanuel llegue a esas almas para que el Plan se reconstruya, así como Dios lo ha pensado.

Llevando en Mi Mano la Poderosa Cruz de Emmanuel, encendida y resplandeciente, trayendo el Cielo a la Tierra, trayendo a Dios hacia Aurora, los preparo para estos días de reconfirmación y de vivencia del Amor Crístico.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MAR DEL PLATA, BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como Madre del Sol y Madre del Universo vengo al mundo para derramar sobre las almas los principios fundamentales de la redención, los mismos principios y atributos que una vez Mi Amado Hijo experimentó durante Su Vida pública, Su Muerte y también durante Su Resurrección.

Estos principios en forma de preciosos códigos de luz son los que traigo en Mi Corazón Materno, para que las almas que tomen contacto con Mi Inmaculado Corazón reciban esta potentísima Gracia de conversión y de piedad.

En este tiempo el camino de la oración ayudará a las almas decididas a reencontrarse con ese importante legado crístico, el que las formará para los tiempos venideros.

Por eso, hijos, es importante tener presente que cada nuevo momento de oración y de comunión en sus vidas puede ser culminante, ya que tendrán la Gracia de volver a contactar esos altísimos grados de Amor.

Hoy dejo para el mundo el recuerdo latente de que los méritos divinos alcanzados una vez por el Sagrado Corazón harán que esta humanidad sea rescatable.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice de alma y corazón,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hermana Lucía de Jesús:

Cuando San José se aproximaba para transmitir Su mensaje, comenzó a mostrarnos algunas imágenes de la vida de Jesús anteriores al cumplimiento de Su misión pública. San José mostraba a Jesús trabajando en una carpintería, conversando con personas, caminando solo… Y, mientras mostraba esas imágenes, decía: “Hijos, Jesús vivió tres años públicamente, pero treinta en el anonimato. Vivió tres años proclamándose el Hijo de Dios Vivo, pero treinta en humildad, como simple carpintero, nacido en una familia pobre. Con eso, aprendan que no hay quien viva mejor una tarea pública que aquel que aprendió a vivir en el anonimato”.

Y, entonces, me pidió que anotara el mensaje de hoy.

 

No hay guerrero más valiente que aquel que se vence a sí mismo.

No hay predicador más preparado para su misión que aquel que se prepara en el silencio.

No hay corazón más dispuesto a recibir a Cristo que aquel que se abandonó a sí mismo por medio de la esencia de la humildad.

Hijo, no hay alma más consagrada a Dios que aquella que reconoce que su consagración comienza en el espíritu y que su rendición absoluta es lo que más importa, porque si no hay rendición, no habrá ninguna consagración.

Vive, con la alegría que puedas sentir, la renuncia a ti mismo.

Alégrate al esperar en el Señor la hora en que Él te llamará a Su lado y deja que la humildad sea la que prepare tu espíritu para la misión que debes cumplir en estos tiempos.

No hay corazón más atento a Mis palabras que aquel que aspira a vivirlas y que intenta hacerlo, todos los días, en el silencio de su corazón.

Recuerda lo que hoy te dije con simples palabras, pues aquí se encuentra la diferencia entre vivir una experiencia crística y no encontrarla nunca.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN CIUDAD DE OPORTO, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El divino diálogo entre María Santísima y Jesucristo, Su Hijo Amado

María Santísima: Hijo, sabes que las almas en su naufragio necesitan de Tu ayuda. Te pido, Adorable Hijo de Dios, que Te aproximes a los más débiles, que por sus errores y faltas pierden la Gracia de conocerte.

Mira, Querido Hijo, cuántos siguen Tus caminos y se esfuerzan por vivirlos.

Jesucristo: Clementísima Madre, escucho con atención y gracia Tu dulce y amorosa voz, así como la escuchaba cuando aún era muy pequeño y estaba en Tus brazos.

¿Cuándo será el momento en que los hombres se abrirán para conocer el poder de Tu Amor?

Mi Corazón se avergüenza cuando las almas no son dignas de proclamarte y reconocerte como la Madre del Mesías y la Corredentora, porque en este misterio, Tú siempre fuiste la silenciosa mujer de Nazaret que soportó todos los martirios junto a Su Hijo, en profundo silencio.

María Santísima: Sí, Hijo Amado, en Tus palabras se trasluce la verdad y la importancia del mensaje. Mi Paz todo lo alcanza, y no Te aflijas, Santo Rey, porque aún existen corazones verdaderos y santos que Me viven y Me glorifican; en ellos están las bases de la obra que el Padre Me ha confiado, en ellos edifico la verdadera iglesia celestial, libre de bienes y de poderes humanos.

Jesucristo: Es esa iglesia interior que Yo espero proclamar en honor a Mi Padre y por cada criatura de la Tierra que día a día pierde su filiación con Dios.

Santísima Reina de los Cielos, es por esa divina causa que Te he confiado, en Tus manos y Corazón, a toda la humanidad para que Tú, Arca Sagrada del Espíritu Santo, seas el portal por donde todos Tus hijos puedan pasar.

María Santísima: Por eso te ruego, Divino Hijo, que ayudes a Tus rebaños dispersos por el mundo, para que se unifiquen y solo exista un único propósito en cada corazón humano.

Desearía, Amable Señor, que Tú pudieras erguir en cada espíritu Tu verdadera iglesia celestial para que, fundando miles de ellas en los corazones, las criaturas reconozcan que Tú eres el Rey del Universo.

Jesucristo: Amada Madre del Mundo, Tus súplicas son para Mí caricias y ternuras celestiales de una Madre bondadosa e incansable, que nunca descansará hasta ver a todas las almas en el Paraíso.

Tu divina intercesión, Querida Madre, es motivo de Gracia, de Misericordia y de Gloria. Responderé al llamado de Tu Corazón Purísimo, pues Tus santos ángeles Me han hecho saber que en la Tierra tienes ejércitos orantes que están despertando por Tu Amor.

María Santísima: Sí, Glorioso Hijo, en la Tierra están despertando nuevos ejércitos, rebaños Tuyos que estoy congregando para que finalmente sigan un único camino: el camino del amor.

Por eso, Precioso Rey, estoy pidiendo a todos los ángeles y, especialmente al Ángel de Portugal, que reúnan a todas las consciencias angélicas para que la divina obra de redención se realice en todos los corazones aún no redimidos.

Por eso, revisto con Mi manto celeste a cuantos aceptan Mi convocatoria, pues Mi más íntimo deseo es que Tu Corazón sea glorificado para que el Padre sea glorificado y los acontecimientos cambien.

Jesucristo: Comprendo, Santísima Madre, el propósito que llevas adelante, por eso reforzaré Tus ejércitos angélicos para que las almas sean retiradas de la ilusión y del engaño terrenal.

Enviaré a más consciencias ultraterrestres para que los corazones despierten y sean portadores del Proyecto de Dios, el que Nuestro Amado Padre ha pedido que sea realizado en este tiempo.

María Santísima: Por eso, Hijo Primogénito, sembraré flores en jardines internos para que las almas sientan la existencia de su pureza original.

Verteré gracias inexplicables en corazones que no las merecerían, para que ellos se reconozcan dignos hijos de Dios. No dejaré, Bendito Hijo, que nadie parta de este mundo sin tener consciencia de que el amor todo lo puede cuando el corazón se abre para experimentarlo.

Jesucristo: Es ese misericordioso amor, Divina Madre del Cielo y del Universo, que aún no es vivido ni aceptado. Es el amor de Mi Corazón manso, que derrama Su Sangre de luz sobre el planeta y que todavía espera ser apreciado por todos los hombres.

Es ese amor celestial que espera ser aceptado por cada consciencia, especialmente por aquellas almas que nunca conocieron el amor. Mi Corazón se glorifica cuando los corazones viven los sacramentos y, más aún, Mi Corazón se llena de gratitud cuando las criaturas responden al llamado del Cielo, sea cual sea.

María Santísima: En Tu divina plenitud, Amado Jesús, las almas encuentran su fortaleza y las puertas a la redención se abren tantas veces intentando que las consciencias terrestres las puedan cruzar.

Por eso te ruego, Queridísimo Hijo de Dios, que ayudes con Tu bondad y Misericordia a todos los que las necesitan, para que se animen a dar el paso y ya no pierdan tiempo ni espacio en la superficialidad de la vida.

Prometo, Santo Hijo, que Mi donación y amor abrirán los caminos para que Tus rebaños puedan pasar.

Jesucristo: Es una infinita gracia escuchar Tu casta y dulce voz, la que proclama sin cansancio el triunfo de la esperanza y del amor que tanto necesita el mundo.

Tu Corazón amoroso se entrega por entero en las manos de los imperfectos y Él no teme ser rechazado porque Tu confianza en el Padre no tiene límites ni barreras.

Haz, Santa Madre Mía, que cada hijo Tuyo se anime a cruzar el portal, para que finalmente Yo encuentre en Tu regazo a los que tienen sed de Mí. Calma cada corazón y resucita en espíritu a los que aún deben elevarse al resplandor del Reino de Dios.

María Santísima: Apreciado y honrado Hijo Mío, es una gracia cumplir con Tus designios, porque en Tu Corazón se guarda la máxima Voluntad de Dios, la que los corazones de la Tierra deben aprender a vivir para que el Propósito divino se cumpla.

Por último Te suplico, Amado Hijo, que cada criatura de este enfermo planeta pueda despertar al Propósito, que los velos caigan de la consciencia y que todos los que están ciegos espiritualmente puedan ver y así cumplir con Tus sagradas peticiones.

Jesucristo: Haz saber al mundo, Madre Querida, que ya estoy retornando y que Mi hora se aproxima. Haz saber que las almas deben arrepentirse y perdonarse las unas a las otras, para que abandonen la soberbia y la indiferencia humana.

Haz saber que Me complazco, Santa Madre, en los que se esfuerzan y cumplen en obediencia Mis pedidos, porque así Yo construyo Mi iglesia interior en los corazones.

Haz saber al mundo, que el gran y esperado Juicio de la humanidad está cerca y que todos deben rezar por las agresiones causadas en el transcurso de los tiempos a toda la raza y a los Reinos de la Naturaleza.

Haz saber, Madre Celestial, que pondré fin a muchas cosas.

Queridos hijos, este segundo diálogo fue vivido en el Reino Celestial con Mi Amado Hijo y hoy lo comparto con todos para que lo estudien.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los ama,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La fortaleza de los que mantendrán a los otros de pie en los tiempos que vendrán será la oración profunda, que lleva al corazón a estar en la Presencia de Dios y a permanecer en ella. Será como estar en el mundo sin dejarse envolver por todo lo que sucede alrededor, viendo solo la verdad y la finalidad real de todas las cosas.

Aquellos que construyen dentro de sí la unión con Dios Padre y permiten que sea Él quien piense y sienta dentro de sus seres, así como el apóstol Juan, serán capaces de acompañar la transición, como Juan acompañó la Pasión de Cristo.

Juan aprendió a contemplar la verdad y, por la confianza absoluta que alcanzó en Jesús, veía en cada uno de Sus Pasos con la Cruz la manifestación de Sus Palabras y de Sus Enseñanzas. Así como Juan veía cumplirse lo que Jesús les había dicho en la última cena, él también recordaba que Jesús resurgiría. Se acordaba incluso de las instrucciones ocultas que Jesús les había entregado a los Suyos y que revelaban el verdadero sentido del sacrificio realizado por amor. Juan sabía que vería abrirse delante de sus ojos los portales de la Divina Misericordia.

Hoy quiero llamarlos a construir con Dios y con Cristo la misma unión de Juan con Jesús y que, así, puedan ver en los acontecimientos venideros el cumplimiento de las instrucciones entregadas en estos últimos años.

Sepan contemplar no el sufrimiento ni el dolor, sino la finalidad de todo lo que vivirán. Participen de este parto planetario con atención, no en las contracciones ni en los dolores del planeta, sino en el Hombre Nuevo que surgirá dentro de cada ser que acepte la redención, para renovar el Proyecto de Dios en la Tierra.

Queridos compañeros, los pasajes de la vida de Jesús perduraron a lo largo de los siglos porque ellos se repiten en las vidas de todos aquellos que siguen a Dios. Estudien el Evangelio de Cristo y encuentren ahí las llaves para atravesar los tiempos que viven y llegar a la manifestación del resurgimiento del Hombre,el renacimiento de Cristo dentro de cada ser.

Yo los amo y les dejo Mi paz.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Hijos Míos:

Bendigan a Cristo en sus oraciones porque en el próximo mes estarán como humanidad preparando el advenimiento de la Pascua. Celebren con alegría el misterio de la Pasión que Mi Hijo ofreció por Amor al mundo. Que esta Pascua venidera, queridos hijos, sea un encuentro de oración entre sus corazones y sus vidas para que así acompañen al Pastor de las ovejas hacia la Faz Misericordiosa del Padre.

Que esta Pascua prepare sus corazones en la oración para que una vez más el mundo reciba la Gracia del Perdón. Queridos hijos, la Pascua durante este próximo mes los debe llevar a la reflexión y meditación sobre los misterios de entrega que Cristo hizo a la humanidad. Cada pasaje de la vida de Jesús los prepara para el tiempo que llegará fortaleciendo la unión con Mi Hijo en sus corazones.

Deben preparar sus moradas, hijos Míos, para que Cristo comparta Su Buena Nueva en la última cena, la que todos están invitados a presenciar.

Queridos hijos, este camino hacia la Pascua les permitirá recordar cuán importante es la confesión de cada uno de ustedes con Mi Hijo para que así puedan llegar hasta Su mesa con pureza y amor.

Amados hijos, el camino de la Pascua los prepara como almas para vivir en Cristo día a día. Por eso, pequeños Míos, la Pascua les permite crecer como corazones y como almas delante de la Misericordia del Redentor. Permitan, hijitos, ser conducidos hacia la vivencia de la Pascua, en este año de fin de tiempo, para que sus corazones puedan renovar los votos que muchas de sus almas han hecho delante de Cristo. Todos Mis hijos deben saber que el misterio de la Pascua de Cristo es un motivo verdadero para reconciliarse con el Padre Celestial.

Queridos hijos, como la humanidad necesita de una gran Fuente de Misericordia, Yo les pido que recen con el corazón y que vivan cada uno de los misterios que Mi Hijo vivenció por amor a ustedes.

Sean verdaderas vertientes de gratitud porque Mi Corazón quiere llevarlos, en esta Pascua, hasta el Divino Corazón de Mi Hijo.

Gracias por responder a Mi llamado.

Paz en sus vidas.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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