Queridos hijos,
En esta navidad que llega quisiera que en sus corazones se establezca el espíritu de la reconciliación con Dios, para que en el mundo no se pierda el acto de siempre reconciliarse los unos con los otros y así también atraer el espíritu de la Paz.
Esto ayudará a que en sus memorias se registre algún momento de reconciliación y de perdón, esto hará que nunca olviden la esencia del amor que todo lo puede. Sean pacientes con sus propias dificultades.
Que, en esta Navidad que se aproxima, las almas vivan el Nacimiento de Mi Hijo como algo verdadero y profundo. Así, queridos hijos, sus corazones serán receptáculos preparados para recibir los mismos códigos de luz que en aquel tiempo la Sagrada Familia recibió de todos los ángeles del universo, cuando ellos se congregaron en torno al Sagrado Nacimiento de Jesús.
Desearía, hijos Míos, como Vuestra Madre y Protectora de la vida espiritual, que cada una de sus esencias desde ahora se fuera preparando para poder ingresar espiritualmente en el pesebre de Vuestro Señor. Para eso, que sus actos diarios ya no sean de conflicto o de desacuerdos, que sus gestos y acciones sean impregnados por el Amor de Dios.
Recuerden, queridos hijos, que en este mes de diciembre, mes del Señor Jesús, las familias serán el motivo perfecto de trabajo espiritual y de unidad entre los seres.
Aún la guerra no ha terminado, y juntos debemos lograr que prevalezcan los valores que hacen de la familia de la Tierra ese esperado modelo de consagración y de vida espiritual.
Por todo eso, los Sagrados Corazones, trabajarán en este mes de diciembre por la realización del proyecto de la nueva familia, aquella que en esencia y en consciencia repoblará la Nueva Tierra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En oración y preparación para el día del nacimiento del Rey, los saluda,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Dios desea, a través de Su amado Hijo, instituir la devoción a Mi Inmaculado Corazón como un instrumento divino de salvación y de rescate de las almas que están perdidas.
Para que eso sea posible, Gracias especiales serán espiritualmente generadas por aquellos corazones que difundan la devoción a Mi Inmaculado Corazón; pues la victoria del Reino de Dios ocurrirá cuando las almas, en total arrepentimiento y humildad, pidan Mi intercesión maternal.
Su Madre Celeste promete no olvidar a nadie durante la hora más culminante.
Mi Hijo desea que esa devoción verdadera a Mi Inmaculado Corazón trascienda los tiempos de hoy y que, viviendo y practicando los buenos ejemplos de caridad, las almas generen los méritos necesarios para alcanzar ampliamente la redención.
La devoción a Mi Corazón Inmaculado tiene como fundamento mantener la filiación con el Padre Eterno, entregar a todos principios espirituales y sagrados que renueven las consciencias y despertar, por encima de todo, una vida de santidad y de consagración; bases importantes que permitirán una nueva forma de vida, impregnada por el Santo Espíritu de Dios.
Todos aquellos corazones que, en estos tiempos, adopten una postura de devoción interior a Mi Sacratísimo Corazón de Madre, estarán ayudando a fortalecer esa devoción en la consciencia planetaria y en todos aquellos corazones que deberán reencontrar una unión más profunda con el Reino de los Cielos.
Por eso, Hijos Míos, este es el tiempo en el que los Tres Sagrados Corazones se entregan para que las almas beban de las tres Fuentes de Misericordia que provienen del mismo origen y del mismo Padre del Universo. Esa devoción les traerá renovación y, sobre todo, paz en los tiempos de hoy.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice, con amor y compasión,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando María llegó hasta aquí para entregar el Mensaje para la Aparición, nos sorprendió con un aspecto diferente. Estaba con el cabello suelto, sin velo; tenía la piel morena y una apariencia indígena. Sus ojos eran castaños, vestía una túnica blanca y un manto azul con algunos bordados de flores muy pequeñas y de diferentes colores.
María hablaba como si estuviese en Colombia y veíamos cómo unía los tiempos y, mientras que hablaba delante de mí, hacía que Su energía maternal ingresase en los corazones de todos los que la escucharán en el día de hoy, en su Aparición Mensual.
Hijos Míos, que la Paz de Nuestro Señor Jesús Cristo permanezca siempre en sus pequeños corazones.
Yo Soy Su Madre Celeste, la que llega al mundo para despertar los corazones a la Soberana Verdad de Dios.
Vengo a Colombia, para transformar la devoción pura de Mis hijos más sencillos, en fuente de salvación para las almas de toda la Nación, como también del mundo entero.
Mis amados, hace mucho tiempo desciendo de los Cielos, en Espíritu de Amor, para mostrarle a los seres del mundo la verdad sobre el corazón humano. Con Mi pureza de Madre del Mundo y Sierva de Dios Padre, quiero hacer emerger en los corazones de los hombres la pureza original. Es por eso que hago que se sientan como pequeños niños, porque es de esa forma que podrán comprender las mayores verdades celestiales, cuando la pureza de sus corazones sea una realidad en sus vidas.
Llego a Colombia, Mis amados hijos, para renovar un antiguo compromiso que ella tiene con Mi Inmaculado Corazón, y en consecuencia, con el Corazón de Cristo y con Dios Altísimo. Vengo para renovar su fe y la fe de todos los que vendrán atrás de ustedes y que despertarán a la vida de oración, por medio de su ejemplo orante de amor y de fraternidad.
Mis queridos, pretendo, en este tiempo, que sus almas vuelvan hacia la simplicidad y el amor; que en sus corazones pueda nacer el perdón para redimir el pasado y traer para el futuro la perspectiva de un mundo pacífico y lleno de Dios.
Como Madre del Mundo, Madre de las Américas y Madre de Colombia, vengo para que cada nación y cada ser de esta Tierra, pueda cumplir con el plan que Dios tiene para Sus criaturas. Y eso, hijos Míos, se alcanza de una manera muy sencilla, aunque con persistencia y valentía.
Es por ese motivo que hoy los llamo a que se unan a Mi Corazón y conviertan a Colombia en una nación orante y que, así, el mundo entero sea permeado por sus oraciones y por el manantial de paz que generen a partir de aquí.
Les pido que se unan a Mí en oración todos los días, que escuchen las súplicas que los Sagrados Corazones entregan al mundo diariamente, para que una nueva humanidad, permeada por el Espíritu de Dios, pueda nacer en el planeta.
Hoy guardo, en sus pequeños corazones, la devoción a la Santa Niña María, para que, al igual que Mi Inmaculado Corazón, puedan ser como niños delante de Dios, y en la simplicidad y en la pureza, cumplan los designios del Creador.
Los amo y les dejo Mi Paz.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En estos momentos, la voz del Corazón de Dios se proclama a través de los Sagrados Corazones para pedir por la paz en toda la Tierra. Dios desea que no lastimen más a los corazones y que se restablezca el amor en este mundo.
Desde el Universo sabemos que es difícil, pero contamos con la ayuda de todos los orantes para que al menos la maldad se borre de los crueles corazones.
Hijos Míos, el Universo está presente en todos estos acontecimientos del planeta; muchas almas sufren el resultado de una conquista sin límites, la que abraza a muchas naciones. Ostentan ganar un reino que no les pertenece y principalmente olvidan que la vida es lo más precioso de todo.
La guerra sin fin debe terminar, por eso las fuentes de oración que broten de sus corazones permitirán a los ángeles del Cielo intervenir por esta humanidad. Los valores de la vida se perdieron y muchos inocentes viven las consecuencias de acciones que son generadas por otros. Así, todos hacen temblar el Corazón de Dios al perder la consciencia y el sentido verdadero de lo sagrado y de lo puro.
Por eso vengo todos los días para pedir oraciones a todos Mis hijos; será por medio de la ofrenda verdadera de ustedes, que el Padre Celestial derramará la misericordia en los corazones que más necesitan.
Queridos hijos, Vuestra Madre Celeste ya se encuentra trabajando en el planeta. He venido en Gloria y Divinidad para impedir que los errores se esparzan como veneno en el corazón de los hombres.
Como verán, Mis muy queridos hijos, estamos en tiempos de emergencia, donde el propósito y el camino de ustedes deben estar bien claros, así Me ayudarán, por amor, a que todo pase lo más pronto posible. La Justicia Universal no dejará de actuar y la humanidad no sabe de eso.
¡Les agradezco por acompañarme en los tiempos de emergencia!
Por la Paz en el mundo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A continuación del mensaje diario, Nuestra Señora transmitió el siguiente ejercicio espiritual de oración para todos. Ella nos dijo:
“Para impedir la Ira de Dios en el mundo y para interceder por las almas de los niños inocentes, para que la Paz Celestial se establezca en los pobres corazones del mundo, les entrego el Rosario por la Paz de los niños en la guerra”.
A pedido de Nuestra Señora el rosario deberá rezarse durante los próximos tres años.
Con amor implorarán a Dios:
Cuenta de unión
Sagrado Corazón de Jesús,
Fuente de todos los prodigios,
derrama Tu Misericordia sobre los conflictos del mundo.
Amén.
Primera decena
Por el Ángel de la Paz,
imploramos a Dios,
calma el sufrimiento de los más pequeños.
Segunda decena
Por el Ángel del Amor,
imploramos a Dios,
sacia el hambre de los huérfanos.
Tercera decena
Por el Ángel de la Cura,
imploramos a Dios,
restaura las heridas de los inocentes.
Cuarta decena
Por el Ángel de la Luz,
imploramos a Dios,
ilumina los caminos de los niños del mundo
para que encuentren el Amor de la Madre de Dios.
Quinta decena
Por el Ángel de la Misericordia,
imploramos a Dios,
guarda en Tu Corazón, Señor,
a los que emigran y a los desaparecidos.
En la décima cuenta de cada decena, repetirán: Amén.
Oración de Imploración a los Sagrados Corazones
Oración para ser recitada tres veces al final del Rosario
Purísimo Corazón de María,
Madre y Reina de la Paz.
Castísimo Corazón de San José,
Obrero y Vigilante de las almas.
Sagrado y Divino Corazón de Jesús,
les imploramos en nombre de la humanidad
que el Reino de Dios se establezca
hasta que se cumplan los mil años de paz.
Amén.
Este rosario permitirá que Vuestra Madre Celeste interceda junto a San José por los conflictos del mundo y especialmente por las almas de los inocentes y de los niños en la guerra.
Paz y Oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Los tiempos que se aproximan no serán iguales a los tiempos pasados, eso despertará en muchas consciencias el motivo primordial de buscar a Dios y a Su eterno Reino.
La humanidad no puede vivir sin el Padre Celestial, sería como un pequeño niño rebelde que no quiere escuchar, estando al borde de un gran peligro. Así está la humanidad, ciega en todo lo que hace y practica, sin fundamentos espirituales que la puedan nutrir y despertar a realidades superiores.
El dolor de los Sagrados Corazones es ver una humanidad con falta de gratitud y de amor por todo lo que ha recibido. Por eso, el Señor, Nuestro Dios, sorpresivamente quitará algunas cosas del camino para que algunas consciencias reaccionen y perciban que ya no son tiempos de normalidad ni de placer.
La raza humana decidió apartarse de Dios, y la Naturaleza, que es fiel a las Leyes superiores, estará mostrando esta separación durante el parto planetario.
La Tierra, como consciencia, sufre todos los días lo que sus hijos realizan sin consciencia ni sabiduría.
Todo será colocado en su lugar. Por eso, recuerden las palabras de Mi Hijo: “No quedará piedra sobre piedra”. Él les quería decir que dentro de cada alma y en todo el planeta nada quedará como antes. Por eso, la oración del corazón será la antorcha que iluminará los tiempos de oscuridad que la humanidad está atravesando.
Verán cosas que no podrán creer, pero que serán tan reales como verdaderas, serán el reflejo de la falta de amor que la humanidad tiene para con Dios.
Bienaventurados los que perseveren y no se detengan frente a los acontecimientos, porque el Reino de Dios será la aspiración ardiente para encontrar la paz. Sean portadores de Mi Paz y sigan Mis pasos, la hora se aproxima a todos y deberán estar fortalecidos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la Verdad de los tiempos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Desde el Cielo y desde todo el Universo Mayor, vengo para despertar vuestras almas y consciencias a la vida infinita del cosmos. En esos espacios y moradas divinas vuestros seres internos tienen un lugar predilecto ante el Reino de Dios. Es así, hijos, que en todo el cosmos, en donde gobiernan soles, estrellas y galaxias desconocidas por la humanidad, la vida evolutiva forma parte de una gran experiencia de amor, de perdón y de redención.
Otras humanidades se expresan en el Universo, así como los rayos tienen sus propios colores y formas. En los espacios del Universo, la vida evolutiva es la tónica de toda una experiencia milenaria y esto trasciende la historia de vuestra humanidad. Ustedes, hijos, proceden de diferentes partes del Cielo Universal y desde allí vinieron a la Tierra para aprender sobre la rehabilitación y el amor en esta escuela terrestre, en la cual los Sagrados Corazones se dignaron vivir por un tiempo.
En las esferas celestiales del Universo, los atributos son aplicados en la vida y cada atributo es una experiencia divina que permite despertar aún más a la consciencia que los pone en práctica, liberándola de cualquier error. Hijos, en el Universo, el que es vasto e infinito, las leyes se manifiestan como principio de educación y de consciencia para todo lo que es vida; es así que la armonía, el orden y la paz se expanden entre los soles, las estrellas y las grandes galaxias. Se vive una comunión con la Consciencia de Dios y siempre se busca aprender a través del amor.
Adonai es el principio y el motivo para todo lo que existe en los diferentes gobiernos estelares. La vida es impregnada por la Consciencia del Padre y la Presencia de Dios es la guía espiritual en todos los caminos. Es la Fuente Única de Adonai, la que brota y rebrota en las galaxias y en las estrellas, y toda la vida es partícipe de un manantial divino que es capaz de restaurar y de curar a toda criatura.
En el Universo, hijos Míos, vuestro planeta representa un Proyecto inicial de Dios, una experiencia de amor que una vez tuvo un propósito y que desde el génesis todo cambió. Por eso, después de haber vivido la humanidad muchos aprendizajes y errores, vuestro Padre Eterno buscó, contempló y meditó cómo haría para que la Tierra fuera nuevamente un planeta rescatable.
Así, las Jerarquías Arcangélicas comenzaron a trabajar para que el mejor proyecto de redención, de perdón y de liberación pudierase manifestar, y también para evitar el desvío y la decadencia de la humanidad. Fue así que en los espacios infinitos del Universo, en donde la Fuente Espiritual de Abba se expresa, los Padres Creadores, los Arcángeles, trabajaron para manifestar el principio del amor divino que daría la redención a este mundo material. Fue en ese momento universal que Dios quiso hacerse hombre y consciencia viva en este planeta, a través de la segunda persona de la Santísima Trinidad, a través del Hijo Primogénito.
Para eso, en el Universo Celestial y en los demás universos, los gobiernos pensaron en manifestar esa preciosa vida a través de una Santa Mujer. Allí, en esa instancia, Dios escogió a la Consciencia de María para ser la Madre del Redentor. El Espíritu de los Sagrados Corazones que es divino y puro, se donó para que ese proyecto se llevara adelante.
Y así como nació Jesús de un vientre tocado por el Espíritu Santo, también nació María de una generación que seguía la Voluntad de Dios. Y Mi Espíritu Materno proviene de la Fuente Creadora Universal, en donde la concepción de la vida es el mayor presente de la belleza de Dios. María y Jesús eran uno ante el proyecto, vivieron la experiencia de salvación, y la Misericordia venció a la Justicia antes de que el mundo se perdiera.
Hoy, queridos hijos, quisiera llevarlos a comprender con el corazón la verdadera historia de esta Creación, que sigue aprendiendo y madurando a través de la vida universal, de la cual el mundo forma parte, por más ignorante que sea de ello. Por eso vengo para despertar vuestro interés por la vida divina, para que al menos dejen la vida terrestre y crean en algo mayor que los espera.
En este día, hijos, por medio de la oración, reflejen vuestro verdadero espejo de amor para el mundo y ayúdenme a disipar los horrores que éste mundo ciego realiza ante el Padre Celestial.
Incansablemente vengo para guiar a la humanidad hacia el camino de la redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta hacia la verdadera vida universal,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El principio de la Sagrada Familia universal
Érase una vez, una familia humilde de Nazaret, que en su espíritu cultivó la sagrada obediencia a las Leyes Divinas.
De un vientre purísimo nació la Suprema Misericordia llamada Jesús y, en aquellos tiempos tan difíciles, los Tres Sagrados Corazones cumplieron una tarea en pro de la salvación espiritual de la humanidad.
De San José brotó la humildad de servir a Dios. En María, se expresó la obediencia y el amor por las almas, y en el pequeño Niño Jesús se manifestó la Gracia y la Misericordia del Universo Mayor.
Era este proyecto de Familia Sagrada el que debería cultivarse en todas las criaturas no redimidas. Era este proyecto, tan pensado, el que trascendería las barreras del mal y del dolor por medio del Amor profesado por el pequeño Jesús.
Este proyecto trino finalizó cuando el Maestro cumplió la Voluntad de Dios al dejarse clavar en la Cruz, y fue allí que la Sagrada Misericordia se derramó una vez más sobre el mundo.
Es este proyecto el que aún está latente en los Mensajeros Divinos y es por él que Ellos trabajan incansablemente, para que la obra máxima de la redención planetaria se pueda cumplir en la humanidad.
Que se abran los oídos internos de las criaturas y que puedan escuchar el llamado celestial, pues la Voluntad de los Mensajeros Celestes, que todo lo abarca, es que todas las criaturas de la Tierra sean una sagrada familia universal. Y será, hijos Míos, durante el tiempo de la purificación que este sagrado y divino deseo de Dios se podrá concretar.
No dejen de trabajar por su redención. No descansen hasta que estén completamente vacíos de ustedes mismos; será así que Mi Hijo encontrará barro nuevo para moldear el arquetipo de una familia divinizada por Dios y por la Santísima Trinidad.
Es este sagrado proyecto creador el que deberá cumplirse al menos en una parte de la humanidad. Cuando alguien consiga vivir los principios de la unidad y del amor, será la señal para los Mensajeros Divinos de que la Obra Sacra fue completada.
Será, en ese día, que los ángeles cantarán Aleluya porque habrán visto cumplirse la promesa de la sagrada familia universal, que deberá estar formada por cada uno de ustedes, así el mal será liberado del planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica en la Santísima Trinidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como el Soplo del Espíritu Santo sobre los apóstoles de Cristo, hoy este Soplo Divino inunda sus espíritus, para que viviendo el ciclo de la rehabilitación interior, confirmen ahora su unión con Cristo, Nuestro Señor.
Así, Mi Hijo encontrará apóstoles dispuestos a servirlo por encima de todo, porque verdaderamente su purificación es el preámbulo para ingresar al estado de la Consciencia Divina.
Entre sus seres terrestres y el alma de cada hijo Mío no puede existir ningún abismo que los separe del Propósito y del cumplimiento de la tarea que Mi Hijo les encomendó desde el principio.
Ahora, este Soplo Divino los llevará al descubrimiento de todo aquello a lo que le ha llegado la hora de vivir su muerte para que, cruzando el portal hacia los Cielos, sus células se divinicen en Cristo, el Señor.
Entre un ciclo y otro encontrarán los abismos de la consciencia, abismos que deben ser iluminados por el poder del amor y de la unidad entre las almas. Esta es la llave que les abrirá la puerta a la liberación de sí, y crean desde ahora que deben dejarse amar y deben abandonar el calvario que por incomprensión están viviendo en ustedes mismos.
Sus almas deben estar en constante unidad y fraternidad, los pareceres y las ideas concretas ya no pueden reinar en el pensamiento colectivo de las almas. Su fuente de renovación debe ser el Amor de Dios, Amor que todo lo soporta, todo lo perdona y todo lo entiende.
Así, estarán libres de mirar todo el tiempo la imperfección y despertarán a las virtudes de la unidad y del amor que Mi Hijo les enseñó. Por eso, hijos, están a tiempo de recapacitar y de no permitir que las ideas de Mi adversario invadan por completo sus consciencias.
Ya comenzó la batalla espiritual del fin de los tiempos que vendrá de la mano de la purificación acelerada e intensa que muchos enfrentarán, para después poder ingresar en el Reino de Dios.
Durante la batalla, será el momento en el que deberán estar más unidos que nunca, para que el Soplo Divino de la Sabiduría los coloque siempre en el camino correcto. De esa forma, podrán colaborar y ayudar a que todos los que se perderán, por ignorancia o por engaño, se coloquen en el camino correcto.
Sean testigos de todo el Legado Divino que les ha sido entregado. Nada es por acaso, ese Legado será su fortaleza y su conocimiento, así como también lo serán Nuestros Sagrados Corazones.
Les agradezco por responder en consciencia a Mi llamado por la paz, en este tiempo de batalla espiritual del fin de los tiempos.
Los reúne en el Corazón Luminoso de Cristo,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Todos los días 19, Mi Casto Esposo abre una puerta universal y celestial para que las almas perdidas reencuentren el camino hacia Dios, el Creador.
Para que esta Gracia sea concedida en el corazón del simple y del buen servidor, para que cada uno de ustedes sea los 19 de cada mes un puente al Universo de Dios, vuestro Amado San José necesita que amen buscar la esencia de la humildad del corazón para que de vuestras mentes sean desterrados los códigos de la autodestrucción y del poder ilegítimo, códigos contrarios a Mi Amado Hijo.
Los 19 de cada mes, los altares de San José reciben, a través de vuestras oraciones, lirios de luz que son almas redimidas y convertidas por la amorosa acción de vuestra sagrada oferta.
Cada lirio de luz que es colocado a los pies del altar del Patriarca San José, es después ofertado como símbolo de restauración y de paz entre la humanidad y Dios, así el Plan vuelve a manifestarse mes a mes en la vida de cada alma.
Queridos hijos, todas estas almas redimidas se funden en el gran Corazón de Dios y un nuevo Propósito desciende sobre un mundo que ya estaría al borde de un colapso universal.
Hijos, no pierdan tiempo con vuestras realidades internas, sean consecuentes con la Gracia de la Humildad que San José les derrama todos los meses, así beberán de la Fuente de la Humildad de San José y vuestras vidas alcanzarán, como resultado, una buena redención.
Todos los días 19, Mi Corazón Inmaculado es el portal purísimo y castísimo para que millones de esencias de este mundo alcancen la paternidad de Dios y la filiación con Dios a través del Casto Corazón.
Cada novena que se realiza al Santo de la Humildad y al pobre Obrero de Dios, es recibida en el Reino de los Cielos como una oportunidad de transformar vuestras vidas. No se engañen, hijos Míos, tomen la mano de la simplicidad y de la castidad que Mi Santo Esposo les extiende, con la esperanza de que algún día alcancen el camino de la renuncia y de la humildad.
Sean puros de corazón y no perderán la Gracia infinita de seguir siendo instruidos por San José. Él es vuestro Padre y Guardián, Él es quien después de Mi Ascensión, desde el universo asumió vuestra conversión a Dios.
Busquen lo más simple que hay en ustedes y entréguense al Casto Instructor del Amor, así podrán conocer todas las humildes cosas que permitieron la glorificación de los Sagrados Corazones. Hoy vuestra Madre Celeste está aquí para consolarlos y espera que ya puedan crecer en la madurez de una vida evolutiva, simple pero llena de la humildad que los hará semejantes a Mi Hijo Amado.
Saludos a todos los misioneros de la paz y espero que ese mismo grupo de almas tenga la Gracia de seguir respondiendo a los designios de los Mensajeros Celestiales. Pues Nuestra eterna aspiración es vuestra humilde santidad, santidad que despertará a la nueva humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva a los brazos de San José,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que Mi Paz sea su paz, para que pudiendo ver todas las cosas de sus vidas desde la visión del Universo de Dios, en este tiempo difícil, puedan transformar a tiempo todo aquello que se volverá batalla espiritual en la vida de muchos de Mis hijos.
Que, en este día de concientización, sus consciencias puedan ingresar dentro del espíritu del Amor Divino y desde allí restaurar todo lo dañado por sus mentes y sentimientos.
Delante de su purificación, sean buscadores del espíritu de la Sagrada Unidad, porque estos ya son Mis últimos Mensajes para el mundo, son los últimos Mensajes preparatorios que les podrán dar la madurez necesaria para poder obrar en Cristo.
Mi Padre Eterno les dio a conocer el poder de la oración y de la vida divina a través de la Presencia de Cristo en el planeta.
Vivan por siempre la aspiración de no ser nada en esta vida, así estarán llegando más rápido al espíritu de la humildad.
Abandonen su arrogancia y díganle no a la desunión, así podré decir que crecieron en espíritu y que en verdad están en el lugar correcto, haciendo las cosas correctas.
Redención es igual a purificación. No sometan sus aspectos internos a pruebas que no podrían superar. Dios tiene un lugar para cada uno de Sus hijos.
Les doy la libertad de escoger el camino de Mi Hijo, camino de la perfección, o el camino del mundo, camino del dolor y de la superación.
Nuestros Sagrados Corazones los esperan a todos en el Reino de la Paz. Unifíquense y no pierdan de vista el sagrado Propósito de Dios.
Les agradezco por aliviar Mi Corazón ultrajado por los pecados del mundo.
Los sostiene entre los brazos de la Misericordia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos,
En estos tiempos podrán ver cómo Mi presencia y Mi mensaje de Paz recorren el mundo a través de las sagradas peregrinaciones, las que son posibles por la ayuda amorosa de todos Mis hijos.
En este día, deseo colocarlos en consciencia delante de la magnitud de la tarea que vuestra Madre viene realizando en todo el mundo y principalmente en Medjugorje y en América del Sur. En estos momentos, hijos amados, esos dos lugares fueron escogidos por la Suprema Voluntad para que representen algunos de los últimos puntos de luz que Mi Inmaculado Corazón está encendiendo en el interior de las almas.
América entera necesita de la cordial visita de la Madre de Dios por medio de las peregrinaciones. Es por esta causa que vuelvo a anunciarles Mi tarea pendiente en los Andes y en los Estados Unidos. Como son misiones importantes, Mi Hijo ha permitido que Mi Luz Maternal se concentre en uno de los puntos más necesitados de cada una de esas dos regiones.
Por este fin mayor, hijos, hoy les anuncio que Mi Corazón Misericordioso y Materno desea llegar en los próximos meses a Bogotá, en Colombia, en donde Mi presencia luminosa realizará, como Ave del Sol, una tarea especial de bendición. Por eso, hoy también vengo para pedir a los grupos de oración de Colombia, de Ecuador, de Venezuela, de Nicaragua, de Cuba y de República Dominicana, que formen un solo grupo de oración semanal para orar y trabajar por esta divina causa. De esta manera vuestra Madre Celeste podrá ayudarles a concretar Su próxima presencia en Colombia.
En los Estados Unidos, vuestra Madre Santísima espera realizar junto a Su Hijo Amado, una misión espiritual de conversión, delante de la vida material y liberal. Para que esa conversión de los corazones sea posible y venidera, pediré a los grupos de oración de los Estados Unidos y de toda Europa, que se unan semanalmente en oración para concretar la aspiración de la Reina del Cielo de peregrinar amorosamente hasta la ciudad de Miami, en Florida y a las comunidades indígenas presentes en el Estado de Oklahoma en los Estados Unidos.
Hijos, grandes son las aspiraciones del Cielo y sepan que vuestros corazones tienen potencial y amor para llevarlas adelante. Por esta razón no les anuncio ninguna fecha, para que primeramente lo vayan trabajando en la consciencia interior. Cuando las bases para estas misiones de los Sagrados Corazones estén prontas y firmes, con ardiente amor iremos para anunciar el Llamado y derramar las Gracias necesarias para todos.
La misión en África tuvo el resultado esperado por el Plan de Dios y, por todas estas bendiciones, es que hoy vuestra Madre del Mundo les anuncia Su próximo Plan de rescate mundial.
¡Les agradezco a todos por responder Mis pedidos!
Los unifica en el Corazón del Padre Eterno,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Glorifiquemos en este momento a los Tres Sagrados Corazones, de Jesús, de María y de San José.
A pedido de Nuestro Señor realizaremos un minuto de silencio por la paz en el planeta.
Postrémonos ante el Sacratísimo Corazón de Jesús.
Que el campanario siga sonando, por favor.
El Cielo desciende a la Tierra y comulga con las almas buenas. ¡Vivifíquenlo!
Inspiremos el aire del Cielo.
Oren junto Conmigo, Mis compañeros, así como lo han hecho hasta el día de hoy. El Cielo los ha escuchado con atención y amor.
La gran hora se aproxima para todas las almas. Las puertas del Cielo se abren hacia la Tierra y los corazones comulgan del Espíritu de Dios.
Bienaventurados aquellos que prevalecen y siguen los caminos del Señor, porque serán sacados del desierto en el cual viven y el mal se extirpará de los corazones sufrientes.
Reinarán el Amor y la Verdad en todos los que hayan buscado Mi Camino y así alcanzarán la pureza que tanto buscan.
La semilla de la humildad de Dios brotará en los corazones que renacerán en Cristo y vivirán en unidad con el Padre Celestial y no será necesario que nadie más sufra porque la gran absolución del Infinito vendrá en auxilio de los corazones que claman.
Es hora de desterrar lo viejo y permitir que el espíritu de cada uno de ustedes pueda resurgir en el Universo del Señor. De esta forma, todo se cumplirá y nadie quedará afuera del camino que Yo estoy indicando para este tiempo, el camino hacia el Espíritu.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Repitamos las oraciones que el Señor está transmitiendo.
Por la liberación de las almas,
Señor Jesús ten piedad de nosotros.
Por la liberación del Reino Mineral,
Señor Jesús ten piedad de nosotros.
Por la liberación del Reino Vegetal,
Señor Jesús ten piedad de nosotros.
Por la liberación del Reino Animal,
Señor Jesús ten piedad de nosotros.
Por la liberación del Reino Humano,
Señor Jesús ten piedad de nosotros.
Por la liberación de los corazones que sufren,
Señor Jesús concédenos la cura profunda.
Por todos los que han caído en el espíritu y en la materia,
en la tentación y en el engaño,
Señor Jesús sálvalos a todos.
Por todos los que sufren y que han perdido la esperanza,
Señor Jesús ten compasión de todos nosotros.
Por aquellos que arden en el fuego del infierno
y que en vida se queman por los engaños del enemigo,
Señor Jesús ten Misericordia de todos nosotros.
Por la Nueva Humanidad que debe resurgir resplandeciente,
curada y liberada de todo, renovada por el Retorno de Cristo,
Señor Jesús escucha nuestras súplicas.
Por los Seres Divinos, los llamados Mensajeros Celestiales,
clamamos al Padre Celestial que estos Sagrados Corazones
retornen a este mundo para liberarlo del mal,
desatar las amarras, curar los corazones,
trasmutar las heridas y abrir las puertas a la redención.
Oh, Señor Jesús,
oh, Santa Virgen de las Vírgenes,
oh, Castísimo Corazón de San José,
que, en Vuestra sagrada triangulación,
la Santísima Trinidad guíe a la humanidad,
y que todas las almas que viven sobre la Tierra
puedan alcanzar la morada del Cielo.
En este tiempo que vendrá y por toda la eternidad,
que las almas celebren, en Cristo, el glorioso Retorno del Redentor
junto a los ángeles, arcángeles y a todas las consciencias del universo.
Que este mundo sea confederado
y cumpla el Proyecto del Señor,
en el tiempo que llegará.
Amén.
Hoy este es Mi Mensaje para ustedes a través de esta oración. Es una proclamación de todos los corazones del mundo, de todos los servidores de Cristo que han aspirado a alcanzar Mi Corazón y a vivir en Mi eterna Paz.
Si decretan esta oración con convicción, todo podrá cumplirse.
Si solo un alma lo hiciera con devoción, abrirá una pequeña puerta en el universo, dando una oportunidad para el rescate y la salvación de las almas. Imagínense si todas las almas, la voz de todos los corazones, dijeran al Cielo esta oración, ¿qué podrá suceder, Mis compañeros?
Yo les entrego en esta tarde Mi Legado universal, un Legado de simplicidad y de humildad que fue profesado desde Mi Nacimiento en este mundo.
Yo los aproximo a encontrar los Misterios de Dios, aquellos que están guardados dentro de ustedes, en el universo interior de cada ser. Así, todos pueden comulgar del Espíritu de Dios y alcanzar en estos tiempos la redención.
Los Tres Sagrados Corazones hoy se presentan ante vosotros para glorificarlos y alabarlos, elevar vuestros espíritus hacia el Reino Celestial.
Por eso, queridos compañeros, que en esta Comunión Trina todos los corazones se rediman. Que vuestras vidas sean savia de vida, alimento para los que tienen hambre, espíritu para los espíritus que están caídos.
Yo los invito a llevar a Dios en el corazón y a que puedan transmitir este impulso a todos los que encuentren, porque esta Gracia que hoy derramo sobre ustedes es única en un tiempo difícil, para una humanidad enferma espiritualmente.
Yo Soy vuestro alimento y vuestra cura. Sigan adelante. Liberen vuestras amarras a través del poder infinito de la oración.
Hoy vengo con Mi Madre Santísima y con San José. Ella viene anunciando Su gran momento. San José guía a las almas que deben servir, y Nuestros Tres Sagrados Corazones se donan a todos para anunciar la Buena Nueva a todos los corazones.
Dejen ya de sufrir. Acepten la cura que el Cielo les quiere entregar, porque a partir de allí vuestras vidas se transformarán rápidamente. Muchos ya no reconocerán vuestros rostros porque reflejarán las nubes del cielo, los rayos del sol universal, aquellos que irradiarán a la oscuridad y disiparán la tribulación. Pero deben tener un corazón confiado, una fe segura y una fortaleza inquebrantable. Si vivieran estos tres principios tan simples podrán ser Mis apóstoles del amor y de la redención.
Hoy todos están unidos en este encuentro y han orado para construir este puente hacia el universo. ¿Saben lo que esto ha repercutido en el mundo actual?, principalmente en los Reinos de la Naturaleza. ¿Cuántas deudas son equilibradas en este momento? ¿Cuántas almas y corazones son ayudados en este momento?
Sé que muchos quisieran ver todas estas cosas, los verdaderos resultados materiales. Pero Mi Padre Me envía para traerles el Espíritu, aquel que siempre se fortalecerá y nunca perecerá, aunque viva en este mundo.
Yo los traigo a todos hacia Mi Corazón para que vivan la Comunión perfecta con el universo.
Y para que esta tarde sea un cierre de ciclo, y un ciclo nuevo comience para todos a partir de mañana, alabemos al Señor de las Alturas.
Enviemos nuestras súplicas a los Sagrados Corazones para que los santos ángeles puedan descender en este momento, no solo para ayudar a este país, sino a toda la humanidad, principalmente a los corazones que claman por la cura suprema y la redención.
Abramos la puerta al Cielo. Ingresen más, dentro de este Cielo. Este Cielo se dispone para servirlos y viene a comulgar con todos los corazones a través de la Presencia de los Mensajeros de Dios.
Recibiremos vuestra oferta en este momento. Ahora, esto es único para todos.
Abramos las puertas a la esencia del Amor de Dios, adonde, después de todo esto, deberán retornar y fundirse con el Padre Celestial.
Canción: Elohim.
Al Sagrado Corazón de Jesús le agradan las almas que cantan con devoción.
Para terminar de realizar esta glorificación sagrada a los Santos Corazones de Jesús, de María y de San José, glorificaremos al Inmaculado Corazón de María y después al Sagrado Corazón de San José para que vuestras ofertas como humanidad puedan ser derramadas, en Misericordia, sobre los Reinos de la Naturaleza y la Ley deje de pesar tanto sobre la humanidad y sea transformada por el poder de Mi Corazón misericordioso.
Estamos presentes, acompañándolos en esta bendición. Sigan unidos al Espíritu que está fluyendo en esta hora de Misericordia.
Agradecemos también a todos los que le han cantado a Dios desde sus hogares. Imaginen cuántas puertas se abren en los hogares de todos los seres cuando buscan, de verdad, la unidad suprema entre las criaturas. Hoy estamos estableciendo, como Sagrados Corazones, un ejemplo de fraternidad celestial que es vivido en el Cielo y en el universo, en todos los planos y dimensiones divinas, desde los seres que sirven a Dios hasta los ángeles.
Estoy observando si están atentos. El Cielo aquí los reúne de forma especial.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Jesús nos está diciendo, en este momento, que hoy ha traído a este encuentro la Faz de la Asunción de la Virgen María, rodeada de ángeles que la elevan hacia el universo.
Glorifiquemos a María y a Su Inmaculado Corazón, a Su Corazón maternal.
Canción: Ave María.
Queridos hijos Míos, confíen en el Corazón Inmaculado de María. Siempre querrá llevarlos hacia el fruto bendito de Su Amor.
Para terminar esta unión entre el Cielo y la Tierra, esta comunión entre las almas y Dios, almas redimidas y renovadas, liberadas y perdonadas por el fuego poderoso de Cristo, glorificaremos a San José Castísimo, Padre de todas las esencias servidoras, Guardián de los corazones que padecen y sufren, de los pobres moribundos, enfermos y solitarios.
San José que, a través de este canto en el que invocamos Tu Corazón, África entera pueda consagrarse a la cura infinita del Creador. Que así sea.
Canción: San José, Padre del Amor.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Vamos a hacer la oración que Él nos está inspirando en este momento que es la oración por la salvación de las almas de África, repetiremos frase por frase.
Sagrado Corazón de San José,
Siervo y Vigilante universal,
te clamamos, en esta hora,
por la salvación de todas las almas
que viven en la amada África.
Que junto a Cristo, Nuestro Señor,
sirvamos al Padre Celestial
por la cura de la humanidad
y su redención.
Amén.
Les agradecemos por venir a Nuestro encuentro.
Los bendecimos en nombre de toda la humanidad: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Gracias Sagrados Corazones por cuánto nos dan!
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Estamos volviendo después de un momento muy fuerte con los Tres Sagrados Corazones. No esperábamos que Ellos Tres aparecieran al mismo tiempo. Los Tres Sagrados Corazones trajeron el Universo Celestial hasta aquí y cada uno de Ellos, en Sus auras, manifestaba una realidad infinita. Cada uno de Ellos nos fue acogiendo en diferentes momentos. Ellos fueron observando nuestras necesidades internas y espirituales no solo de nosotros, sino también de toda la humanidad.
Es la primera vez que comprendemos, con nuestra consciencia, que Cristo habla sobre los Reinos de la Naturaleza.
Cuando Él se refería a ellos en ese momento y principalmente con la invocación de la oración que nos enseñó, Él fue trayendo la consciencia de cada uno de los Reinos de la Naturaleza hasta aquí, principalmente las situaciones que ellos viven por acción de la humanidad.
Y cuando Él traía, por ejemplo, la imagen o la presencia del Reino Vegetal o del Reino Animal, Él mostraba cosas muy horrorosas que se generaban con situaciones que la humanidad hacía. Él decía que una parte de nuestra consciencia no es consciente de lo que significa esa situación y de los peligros espirituales que estamos corriendo por esa situación. Porque, por esa falta de consciencia, Cristo decía que la humanidad está generando que una ley muy fuerte pueda acontecer.
En un momento de la Aparición a los Pies de Cristo apareció cada uno de los Reinos representados. Él nos mostraba y nos hacía sentir el sufrimiento de cada uno de los Reinos, que era algo inexplicable de poder expresar en palabras o en relatos.
Pero, a través de la oración de esa invocación que Él nos transmitió, Él fue transmutando esa situación y vimos que varias partes del planeta, específicamente de Asia, fueron ayudadas.
En un momento de la Aparición de Cristo, cuando Él se refería al Reino Animal, Él nos mostraba, como Consciencia universal, por ejemplo, a los laboratorios en donde los animales son manipulados. Él nos mostraba que los Reinos también tienen una esencia crística que no sabría cómo explicarles a ustedes. Él decía que la guardan como esencia porque son parte de la creación del universo. Y a esa creación, nosotros la estamos modificando.
A medida que iba aconteciendo la Aparición, muchos estados diferentes fueron siendo tratados por la Jerarquía, referidos a la humanidad y a los Reinos de la Naturaleza.
Después de un momento, Ellos comenzaron a derramar la energía de la Gracia.
Hoy María se manifestó en un estado de profundo silencio, de una contemplación que es desconocida. Ella estaba envuelta con un gran paño, una gran tela y estaba en estado de oración, con Sus ojos en dirección al Cielo. Estaba con Su cabello descubierto, no tenía velo, estaba rodeada de muchos Ángeles Querubines, ángeles pequeños.
A la derecha de Cristo apareció, un momento después, la imagen de San José, Él venía guiando simbólicamente a un grupo de ovejas. Él las venía pastoreando desde un nivel celestial hacia este nivel físico y simbólicamente nos mostraba cómo quería intentar ayudarnos y guiarnos. Por un momento, nos mostró cómo nuestras almas estaban en Sus brazos. Él tenía nuestras almas en Sus brazos. En ese momento, imploraba al Padre a través de Su Casto Corazón por nosotros. Entonces, Ellos nos hicieron entender que no era solo por nosotros, sino por la humanidad como consciencia. En ese momento, San José canalizaba los santos grados de amor que había alcanzado en esta vida en la Tierra y de esa forma Él elevaba esa oferta al Creador.
Hoy estuvimos frente a una Aparición bien diferente y especial, porque los Tres Sagrados Corazones mostraban cómo invocaban al Padre Celestial por Misericordia.
Después de un momento, Cristo comenzó a pedirnos que llamáramos a Su Padre y Él nos dijo: “Quiero que canten Elohim”, y yo le pregunté: ¿Es eso mismo, Maestro?
“Elohim es el Padre, están llamando al Padre, a Mi Padre. Yo les estoy enseñando a traer la Consciencia del Padre hacia la Tierra, y solo a través de la invocación al Padre Celestial, ustedes conocerán la desconocida Conciencia Suprema”.
Y cuando comenzamos a cantar “Elohim”, María estaba divinizada, por así decirlo. Ella adoraba lo que estaba escuchando y los gestos de Su rostro iban cambiando, se transfiguraban en luz. Y San José estaba muy…, no sé cómo explicarlo…
Ellos nos hacen conocer todas esas cosas y esos sentimientos que no son humanos. Era como una gran celebración universal.
Cristo estaba sereno. Él observaba cómo nuestras almas se encendían en el momento de cantar “Elohim”. En ese momento Él observaba, con Su visión de serenidad, como nuestra esencia crística se iba activando y seguía ese ritmo del canto a través de un silencio profundo.
En un momento, Cristo elevó Sus Ojos hacia el Cielo y tan solo con hacer ese movimiento comenzaron a aparecer diferentes Jerarquías Angélicas. A medida que íbamos cantando “Elohim”, ellos se iban congregando en círculos de luz y un gran proceso de transmutación fue liberando al planeta.
Después que Cristo construyó ese canal de luz, Él mandó a los ángeles a que bajaran al infierno terrestre. Entonces Él mostraba por encima de nosotros el Cielo y por debajo de nosotros el infierno. Esas almas que estaban en el infierno querían como prenderse, agarrarse de los ángeles, de las alas de los ángeles. Pero Él mostraba como algunas de ellas todavía no le había llegado el momento de ser liberadas.
Los ángeles obedecieron la indicación del Maestro y fueron retirando, sacando de ese infierno, a algunos grupos de almas. Después se cerró esa situación y escuchamos el cántico de María y el cántico de San José.
San José en el momento en que cantábamos a Su Corazón, Él fue ayudando específicamente a África, a través de la oferta que cada uno de nosotros pudo generar en ese momento.
Y, para terminar, cuando Cristo explicó y nos dijo que Él sentía agrado por escuchar al alma que cantaba, Él nos intentaba explicar que para la humanidad el sentido del canto es muy importante en este tiempo, porque es necesario crear nuevas vibraciones de luz en la Tierra. Él explicaba que eso es más fuerte cuando muchas más almas cantan de forma verdadera. Él dice que otras condiciones positivas se crean en la esfera planetaria y la liberación es más viable y posible para aquellos que no la merecerían.
Ustedes percibieron que Él bendijo al principio las cruces. Son las cruces que llevarán las Hijas de la Caridad Crística, representando a la protección de Cristo en el trabajo de servicio que estas hermanas tienen que desarrollar y que desarrollan en este momento.
Por eso, ahora, nosotros vamos a participar de la colocación de la cruz en las hermanas que, a pedido de Cristo, Madre María Shimani realizará en ellas. Y después, los hermanitos que están aquí de pie van a recibir la unción de óleo como símbolo de la cura interior.
Luego, participaremos de la Comunión y de otras cosas más que el Cielo nos pidió. Entonces vamos a preparar nuestro corazón para ese momento.
Mis amados:
Mi Corazón se alegra por poder llegar a tantos lugares del mundo al mismo tiempo. Así podrán comprender cuán infinita es la Misericordia de Dios, que jamás dejará desamparadas a sus criaturas.
Mi Corazón llega al mundo para bendecir las vidas, convertir y transformar el destino de los seres. Solo les pido que Me den permiso para hacerlo.
Hijos Míos, ¿porque temen tanto Mi presencia si la única cosa que traigo para sus vidas es la Luz y la Paz de Mi Reino? Nada malo pasará con aquel que acepte seguir este camino trazado por Dios.
No estoy aquí para formar nuevas religiones. Estoy aquí, Mis amados, para que sus pequeños seres puedan comprender un poco más el Reino de Dios y los Misterios Celestiales. La mayoría de los seres camina por el mundo en completa oscuridad espiritual y Mi Luz llega para iluminar vuestros caminos.
Hijos Míos, no quiero crear una nueva Iglesia, sino traer hacia Mi Corazón a aquellos que no pudieron comprender las enseñanzas de Mi Hijo. Los Mensajeros Divinos están renovando la Fe de este mundo, para que puedan descubrir que la vida del espíritu es mucho más amplia de lo que todos conocen. Solo ábranse de corazón y permítanme llegar a vuestras vidas.
Si Me siguieran en confianza, aunque sus ojos no puedan contemplar el final de este camino y no sepan lo que encontrarán en la próxima curva, poco a poco, podrán descubrir la grandiosidad de esta obra que está construyendo Mi Corazón junto a los Sacratísimos Corazones de Cristo y de San José.
Mis amados, vuestras almas más adelante podrán ver cuán majestuosa construcción está creando el Señor en el interior de Sus criaturas. Pero hoy les digo que aún son pocos los que verdaderamente quieren seguir este camino y no desconfían por un solo instante, de lo que Yo estoy construyendo en este mundo.
Es necesario tener en este tiempo un corazón simple y humilde, porque aquel que reconoce que nada sabe y se deje guiar, ese llegará más rápido al Templo Eterno de Dios.
Hoy, les pido a aquellos que tengan miedo a seguir Mis pasos que humildemente sostengan esas manos Celestiales que se extienden hacia este mundo y, en vez de sufrir por algo que no murió, descubran cuán viva y amplia se volvió la enseñanza. Abracen la alegría de permanente renovación de vuestras vidas y la posibilidad de compartir la redención con muchas almas que, de otra forma, no podrían haber despertado.
Quiero agradecer desde lo profundo de Mi Corazón a todos aquellos que de norte a sur de este país están abriendo la puerta de sus hogares para recibir a Mis queridos hijos y decirles que, en verdad, la abrieron para Mí y que Yo soy quien está ingresando más profundamente, no solo en sus casas, sino también en sus vidas y en sus almas.
Reciban con amor Mis bendiciones.
Les agradezco siempre por venir a Mi encuentro y responder con amor a Mi Llamado.
Los ama siempre, María Madre y Reina de la Paz
Hijos Míos:
Vengo a esta ciudad para despertar los códigos de luz que un día Mi presencia maternal depositó aquí y que, a lo largo de los años, se fueron perdiendo, porque los hombres, poco a poco, se alejaron de Dios, cerrando así, las puertas al Reino de los Cielos.
Mis amados, preciosos tesoros duermen debajo de las montañas de esta ciudad, tesoros que deben revelarse, para que puedan servir de auxilio para esta humanidad tan necesitada de Redención. Me refiero a tesoros espirituales, regalos que Dios envía para sus criaturas, que tanto se pierden en el mundo.
Queridos, como Madre y Señora de Montserrat, traigo al mundo las melodías celestiales que curan y redimen los corazones, que despiertan a las pequeñas almas del sueño de profunda ilusión que están viviendo en este mundo.
Verdades misteriosas están ante los ojos de todos los seres y llegó el momento de que la humanidad en su totalidad pueda acceder a esas verdades.
Hijos Míos, para ello es necesario que unos pocos den el primer paso rumbo a ese despertar de la consciencia y, sin miedo, retiren de los ojos las vendas que los mantienen en una profunda oscuridad.
Mis queridos, un nuevo tiempo se acerca a este mundo. Tiempo que traerá dolor a los corazones que se resistan a la transformación, sin embargo traerá fortaleza y crecimiento espiritual para todo aquel que, con fe, prosiga su camino luminoso, guiado por los Sacratísimos Corazones de Jesús, José y María.
En este día, vengo para alertarlos una vez más de que es tiempo de crecer, pues el momento planetario necesita verlos preparados para enfrentar las pruebas que vendrán. De norte a sur y de este a oeste de este mundo, los corazones comenzarán a sentir tribulaciones que llegan a su mundo interior. Muchos necesitarán ayuda, pues no comprenderán lo que les ocurrirá, otros no podrán mantenerse en sano equilibrio, lo que generará muchos conflictos en el mundo.
Por eso, hijos Míos, vengo a pedirles, con todo Mi Inmaculado Corazón, que no esperen la transformación ajena para dar sus propios pasos. Ya no esperen encontrar un referencial en este mundo, porque no habrá criatura en esta Tierra que permanezca ajena a esta purificación que se vivirá y que ya se vive en muchos seres.
Caminen sin mirar atrás, olviden el pasado, que será equilibrado por las acciones presentes y futuras. Olviden los errores, los temores y los dolores que sintieron en un tiempo pasado. Es momento de tomar de las manos a aquellos que vienen del Cielo ofreciéndoles auxilio; y sin mirar atrás ni a los costados, fijar los ojos en la meta y proseguir con pasos firmes y decididos, sin prisa y sin pausa.
Vengan queridos, pues Mi Corazón los aguarda para confiarles una nueva misión, para prepararlos para cruzar este umbral planetario entre el viejo hombre y la nueva raza redimida.
Mis palabras resuenan así en este lugar, porque digo lo que necesitan oír en este momento. Quiero que aquellos que Me escuchan por primera vez reciban un impulso de Mi Corazón, para que despierten inmediatamente y con rapidez se coloquen en el lugar que les corresponde, en este ejército de Paz, que lucha con amor, unidad, fraternidad y oración, para que los Planes de Dios se cumplan en este mundo.
Hijos Míos, hoy les digo que los Planos del Creador se cumplirán bajo cualquier circunstancia, porque la Ley dice que la Luz prevalecerá. Mas es la Voluntad del Señor que Su Tierra redimida nazca con seres que puedan trascender la vieja raza y, a través del amor y del perdón fueran capaces de vencer el pasado y de manifestar el nuevo futuro.
Agradezco inmensamente a esta ciudad, porque espiritualmente, por segunda vez, me abrieron las puertas clamando así para que la Redención descienda sobre este mundo. Por eso, hoy les digo, hijos Míos, que con amor esperen Mi presencia.
Dichosos los que recibieron de Dios la Gracia de estar delante de Su Sierva y recibir la sublime redención para vuestras vidas.
Los amo y los amaré siempre, pues soy Su amada Madre y Señora de Montserrat, la Virgen María
Delante de la majestad de Mi Reino, honremos la Presencia de María Santísima y del Castísimo Corazón de San José.
Hoy, los Tres Sagrados Corazones vienen a consagrar a esta Comunidad como la Nueva Tierra; las nuevas semillas de luz para la humanidad, semillas de luz que rebrotarán en los corazones que están heridos, por medio del amor, de la unidad y de la caridad.
Los Tres Sagrados Corazones honran y glorifican a sus almas porque este espacio será para Dios un punto de luz para todo Río de Janeiro. Principalmente en los momentos más difíciles y duros, en los que las almas podrán encontrar aquí el consuelo que buscan y el amor que el mundo no les puede dar, porque Mi Corazón Sacratísimo, el Inmaculado Corazón de María y el Casto Corazón de San José, rebrotaron en estas esencias desde el principio de este proyecto, cuando inició esta tarea con los niños, con los jóvenes y con los adultos; una tarea donada al Corazón de Dios.
Por eso, hoy en el mundo, y a lo largo de la historia de esta humanidad también existieron muchos seres humildes, al igual que Mi sagrada Madre. Y existen en este tiempo, seres humildes que se donan a Dios, que a través de su caridad y entrega, confían en el pleno Amor de Cristo, y en el Propósito que Dios tiene para cada una de sus vidas.
Nuevamente, Río de Janeiro se ha vuelto una ciudad salva, porque muchos puntos de luz en el mundo se reencienden en esta hora en los Centros Marianos, en el corazón de las familias y en la esencia de todos Mis hijos que se preparan para recibirme en la próxima era, en el silencio del corazón, en la oración misericordiosa, en la fe continua en Dios.
Hoy, he venido con los Sagrados Corazones de José y de María para recordar la tarea que cada uno de ustedes tiene con estos corazones humildes que se ofertan en servicio a ustedes en estos tiempos finales, para guiarlos en la fe, en el amor y en el Propósito de Dios por encima de todas las cosas.
Ábranme sus corazones, porque hoy Cristo quiere entrar en sus moradas. Aliviaré sus sufrimientos, curaré sus tristezas y reencenderé sus corazones en Mi Misericordia.
Hoy, Mi mensaje se hace público para cada uno de ustedes y, especialmente, para todos los que escuchan desde sus hogares.
Quiero agradecer la constancia y la perseverancia del pueblo de Nicaragua por acompañar Mi Propósito Crístico en este tiempo. Prometo llegar a Nicaragua para difundir Mi Misericordia y estar bien cerca de Mis soldados.
La necesidad de Luz está en todo el mundo, queridos compañeros. Por eso, el esfuerzo será máximo por parte de ustedes. Oferten sus cansancios a Dios, sus sacrificios y servicios al Padre, así permitirán equilibrar la balanza que está desajustada y muchos corazones podrán reingresar a Mi Reino de Luz, a través de su sincera y permanente oferta.
Sus oraciones han sido escuchadas por Mi Corazón, también sus cánticos y voces; la alegría podrá curar al mundo en estos tiempos; la oración podrá reparar a muchos corazones.
Los Tres Sagrados Corazones de Jesús, José y María los invitan en esta tarde a ser mediadores ante el Padre. Confíen, queridos compañeros, en que cuando oran con sus corazones, el Padre los estará escuchando y respondiendo a sus necesidades urgentes.
Hoy, los quiero cerca de Mi Corazón y quiero que lleven la sagrada Cruz de Emmanuel en esta noche como un estandarte de redención y de paz para la Tierra. Porque no solo los corazones que viven sobre la Tierra serán liberados, sino los espíritus impuros serán elevados por Mi Corazón para que puedan reencontrar a Dios en sus vidas, vidas invisibles, vidas perdidas.
Necesito que todos puedan obrar a través de Mi Corazón, que puedan sentir a través de Mi Corazón, que se animen a amar y a perdonar a través de Mi Corazón.
Abandonen ahora sus viejos sentimientos, abran las puertas para lo nuevo que está llegando, a pesar de las dificultades y de los errores. El Universo Celestial nunca los abandonará, Dios ha escuchado sus oraciones y súplicas, y muchos corazones se han visto favorecidos con todo esto.
Hoy, los invitamos a ingresar en Nuestra Unidad Celestial. Y hoy vengo a esta Nueva Tierra para dar esperanza, alegría y amor para todos. Estas serán las llaves que les permitirán encontrar los caminos seguros hacia Mi Corazón. Abran sus ojos a través del corazón y sientan Mi Paz perpetua, en esta hora definitiva.
Hoy, recojo a cada uno de Mis rebaños y uno a todos los corazones orantes del mundo en la esperanza de que se puede proseguir y continuar adelante, caminando firmes entre las ruinas y mirando silenciosamente hacia el horizonte, para poder percibir Mi Regreso, que está próximo.
Hoy, estoy entre los pequeños niños, que son el fiel ejemplo para su santificación. Imiten sus pasos simples y sinceros, porque así estarán bien cerca de Mi Corazón misericordioso. Podrán ser seres en profunda y verdadera humildad y, de esta forma, estarán unidos al Padre.
Quiero que sientan Nuestros Tres Sagrados Corazones, silenciosos. Por primera vez derramaré Mi Misericordia bien cerca de ustedes, a través de su oración. Traigan sus consciencias a Mi Manantial.
Invito a todas las familias y compañeros que están en sus hogares y grupos de oración para que recen Conmigo por el mundo, por el equilibrio de esa gran balanza del universo, por la redención y la paz en la humanidad, por el amor en todos los corazones.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
El Señor nos pide que toquemos 33 veces el campanario.
Ante la Presencia de los Tres Sagrados Corazones, rezaremos la Coronilla de la Divina Misericordia, cincuenta cuentas, y a pedido de Nuestro Señor, cinco niños de Crer-Sendo rezarán ante Cristo, para pedir por Su Misericordia. Nosotros acompañaremos esa oración.
Virgen María:
Queridos hijos, busquen la Paz. Busquen la Paz por encima de todas las cosas. La Paz que viene del corazón, que nace de su unión con Dios. Estoy con ustedes para estos tiempos difíciles. Les agradezco, ahora y siempre.
San José Castísimo:
Queridos hijos, sigan al rebaño que representa al Gran Pastor. Él siempre guiará sus pasos, conducirá sus vidas. Yo me he ofertado en esta vida para guiar sus esencias hacia el Gran Corazón Redentor.
Agradezco a los misioneros por sus obras. San José está con ellos y con todos aquellos que quieran servir en la reparación de las ciudades y de los pueblos, de los corazones que sufren, de las familias que necesitan de ayuda humanitaria. Estoy entre los servidores.
Los niños oran la Coronilla.
Cristo Jesús:
Sagradas oraciones son hechas por las almas inocentes y esto enriquece el Corazón de Dios con alegría y, en Su profunda Piedad infinita, derrama Su Amor y Su Misericordia a través de los Sagrados Corazones, creyendo que es posible alzar hacia la Luz a toda la humanidad, para que ingrese en el Corazón de Su Reino y reciba la Paz que tanto necesita
Como hace más de 2000 años, instituyo la Eucaristía como el Sagrado Sacramento para sus corazones.
En esta tarde de Misericordia y de Piedad para el mundo, invito a Mis amigos a que Me acerquen el pan y el vino para hacer la consagración y para que comulguen en todos los niveles de consciencia con Mi Amor misericordioso, con Mi Corazón compasivo, con Mi Paz.
Queridos Míos, Yo bendigo estos Sagrados Sacramentos, como muchas veces bendije sus caminos, con la esperanza de que puedan renacer en Mi Corazón todos los días y encontrar la fe y la fortaleza en Mi Comunión eterna, para que a través de ella, reciban Mis Códigos Celestiales, aquellos que Yo alcancé en la Pasión por todos ustedes, por muchas almas en el mundo.
Oremos.
Los niños oran el Padre Nuestro.
Vayan en Paz. Yo los bendigo en la Luz del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Nuestros Sagrados Corazones honran su alegría; alegría en el Cielo, alegría en la Tierra. Los corazones sinceros y las almas que sufren resucitan a Dios por amor y gloria al Universo Celestial.
Amén. Amén. Amén.
Mi Corazón Pacificador también se hace presente y vive entre las familias que, unidas a Mí, rezan la Coronilla a Mi Divina e Insondable Misericordia.
Por eso, en estos tiempos Me permito decirles que Mi Amor Restaurador y Compasivo quiere llegar al corazón de cada familia, porque desde el origen de Mi Venida al mundo como Jesús, el Hijo de María, Mi Misión fue y será conservar la unidad perfecta y amorosa entre los seres queridos de cada familia en el mundo.
En estos tiempos la oración misericordiosa en familia permitirá restablecer la paz y el amor verdadero y sincero que se pierde en numerosas familias del mundo entero. Antes de Mi esperado Regreso, Yo pido a las buenas familias la oración diaria.
Este pedido tiene como motivo espiritual la consagración de todos los seres queridos al símbolo predilecto de la Sagrada Familia de Nazaret, aquella esencia de vida amorosa, austera y simple que quedó grabada en los tres Sacratísimos Corazones de Jesús, de María y de José.
Con este fin, si la oración misericordiosa se hiciera presente todos los días a las tres de la tarde como un modelo de unión y de fraternidad entre los corazones de las familias, el Sagrado Corazón de Jesús se servirá de la oración poderosa que cada familia genere por amor al Bien Mayor.
La oración a la Divina Misericordia, como epicentro familiar, evitará futuras divisiones, conflictos, desarmonías y barreras que el enemigo crea e impone entre los seres queridos. Como ha dicho Mi Madre Celestial, el Sagrado Corazón de Jesús triunfará en cada hogar que se abra para recibirlo como un emblema protector.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar con amor Mis humildes Palabras.
Cristo Jesús
Fray Elías del Sagrado Corazón: Al final del mensaje diario, Cristo nos entregó, con el Absoluto Amor de Su Corazón, la siguiente oración para ser recitada todos los viernes, día de la consagración de las familias al Corazón de Jesús.
Oración de Consagración Familiar
al Sagrado y Poderoso Corazón de Jesús
Eterno y Sublime Cielo
que nos impregna por entero,
precioso Corazón del Rey Universal,
sagrada Agua de Vida
que brota constantemente,
Divina Sangre que todo lava, cura y redime,
amadísimo Corazón de Jesús,
protege, consagra, ampara,
preserva, cuida, cura y redime
a cada una de nuestras familias
para que eternamente,
ante Tu Presencia Misericordiosa,
merezcamos vivir ahora y siempre
en Tu Glorioso Reino,
por la intercesión del Inmaculado
y Poderoso Corazón de María.
Amén.
Oración: Padre Nuestro (en arameo).
Fray Elías:
Por favor, que un hermano de Casa Redención, a pedido de Cristo, traiga un pan entero sin cortar.
A continuación, Fray Elías del Sagrado Corazón recibe el Mensaje diario de Cristo Jesús.
Cántico: “Vigilad y orad siempre”.
Sagrados corazones Míos, hoy Me alegra ver rostros lavados por la Fuente de Mi Misericordia y pies liberados de todo el polvo del pasado, renovados en alma y en espíritu les entrego en este día también Mi Gracia.
En reparación del Corazón de Nuestro Padre, les pido que oferten las cuentas que faltan por Dios, por vuestro amor a Dios, para que Él también envíe Su Misericordia al resto del mundo, a aquellos lugares que están en penumbras y en donde Mi Luz aún no ha ingresado.
Cuando Yo pedí todas estas oraciones, todo tenía un fin espiritual y universal que, a través de vuestra gracia y amor, se ha cumplido.
Así, Yo les pediré en los tiempos finales cosas imposibles, y podrán confirmar que lo pueden hacer cuando solo se unan a Mí en el propósito, en la misión, por el bien de todos y por la paz de todos.
Por eso, en esta tarde de Misericordia, Mi Corazón de Luz se aproximó a ustedes desde el Cielo, viajando desde el corazón del universo hasta aquí, para irradiarles Mi Amor y Mi Paz.
Cada uno de ustedes tiene un compromiso Conmigo. Por eso, a algunos les pediré todo y otros sabrán qué podrán darme. Estamos en un tiempo de definiciones, de consagraciones a la Voluntad de Dios para que todas las almas, que están detrás vuestro, puedan también recibir una oportunidad misericordiosa. Así, la red de almas, en el mundo entero, que recibe los impulsos de Mi Luz y de Mi Misericordia podrá liberarse y alcanzar la redención prometida.
Queridos, antes de Mi despedida y de Mi agradecimiento, sepan que Mi Presencia no está solo con ustedes, sino con todos los internos del mundo entero.
De esta forma, está retornando Mi Ser a Su casa, a la casa de Sus compañeros, para recordarles sus orígenes, la verdadera faz de cada ser, el espíritu de cada uno que aún desconocen por vuestros velos. Pero Mi Gracia viene a retirar vuestros velos y a liberarlos del pecado, restaurándolos en Dios, en Su Fuente Primordial, en Su Amor misericordioso.
Sepan que lo que Yo le pedí a Faustina, hoy se lo pido a ustedes; pero también se lo pido a toda la humanidad por aquellos que Me escuchan verdaderamente, aquí y en sus hogares.
Les agradezco porque son semillas de Luz que implantan Mi Corazón en sus corazones.
Ahora escucharé, en Gloria a Dios, en esta unidad celestial y terrenal que se ha establecido a través de Mi Sagrado Corazón, en esta hora definitiva. Escucharé el canto de Mis consagrados y también consagraré ante ustedes el pan, que es Mi Cuerpo, el vino, que es Mi Sangre, para sellar una profunda unidad para que no se olviden de este momento Conmigo.
Si hoy están aquí, Mis queridos compañeros, es porque vuestras almas Me han escuchado. Así podrán entender, en esta hora, que lo que responde a Dios es el espíritu en cada uno de ustedes, espíritu que al final de los días, se fundirá con Dios, Conmigo y con el universo.
Cántico: “Kyrie Eleison”
Fray Elías:
En nombre de Dios Todopoderoso y del Espíritu Santo, dice Jesús que, el que pueda, se arrodille.
Sembraré en el pan y en el vino una célula de Mi Cuerpo y de Mi Sangre.
Fray Elías:
Junto a Cristo, el monasterio va a entonar el Padre Nuestro (en arameo).
Siete campanadas.
“Expiraste Jesús, pero Tu Muerte hizo brotar un manantial de Vida para las almas y el océano de Tu Misericordia inundó al mundo entero. Oh, Fuente de Vida, insondable Misericordia Divina, inunda el mundo entero, derramando sobre nosotros hasta Tu última gota de Sangre. Amén”.
Vayan en paz y renuévense a través de Mi Corazón.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías:
Sería importante que todos los hermanos sepan algunas cosas que Él permitió revelar. Primero, Él hoy nos dijo que venía del corazón del universo, del Cielo. Y desde allí Él llegó hasta aquí fuertemente. No vino solo, sino acompañado por otras Jerarquías de la Luz que, con mucha reverencia, estaban ante Su Presencia.
En un momento, cerca del palco, se abrió el universo y, como Él dijo, por algunos segundos el universo y la Tierra eran uno solo. Y en nuestros seres internos Él nos hizo experimentar otro tiempo diferente a este, diferente a este tiempo físico. Cuando Él hizo ese movimiento, como si fuera un mudra, percibimos que no solo nosotros estábamos en otro tiempo con Él, sino todos aquellos que estaban coligados con Él en ese momento.
En cierto momento, de repente, sucedió algo extraño, Él ingresó con Su Consciencia en los medios de comunicación, por ejemplo en internet, y Su energía viajaba por internet. No solo Su Presencia se desdoblaba en los hogares, sino que también Él llegaba a esos espacios que necesitaban mucha luz.
De repente, detrás del Maestro apareció una escalera que era de color celeste y que iba hacia lo Alto, hacia el infinito. Él estaba rodeado de Jerarquías de Luz y por Su izquierda y por Su derecha comenzaban a descender dos energías, que tampoco en ese momento entendíamos de qué se trataba, pero Él pedía que observáramos para poder guardar esa información.
Lo que entendimos es que esas dos energías venían directamente del Padre-Madre Creador. Cuando las Jerarquías de Luz que estaban en torno a Cristo vieron ese movimiento, enseguida lo reverenciaron, tomaron una postura de reverencia, y percibimos que ellos estaban sintiendo algo que iba más allá de sus capacidades, era algo mayor, más poderoso.
Esas dos energías que venían del Padre-Madre Creador se unieron a través del Corazón de Cristo. En ese momento, Él nos dijo algunas cosas respecto de la tarea de oración que venimos haciendo desde ayer hasta hoy.
Y cuando Él hablaba, no hablaba solo para nosotros, sino que hablaba para todos aquellos que estaban coligados con Él. En ese momento, Él todavía seguía circulando, por medio de Su Consciencia, en internet.
Cuando Él habló de la red de almas, entendíamos que era un estado en el que todos estábamos inmersos. Él nos explicaba que tenía que ver con el punto o momento en el que nos encontramos en nuestra evolución espiritual, y a través de ese estado Él trabaja con todo el planeta.
Y cuando Él seguía con Su Consciencia dentro de esos medios de comunicación, hacía dos tareas en una sola: socorría, auxiliaba, salvaba a lo que era necesario en esta hora de Misericordia, mientras transmitía el mensaje. Entonces nos vimos delante de una situación totalmente sobrenatural y conocimos de Cristo una Faz diferente a la que conocíamos hasta este tiempo, la Faz del verdadero Redentor del Universo.
Supimos que hoy llegó a nuestro encuentro una parte de Él que era más cercana a Su Consciencia material, física. Por eso, Él decía que no nos preocupáramos por lo que sentíamos o veíamos, que dejáramos que Él hiciera la tarea, que confiáramos que todo estaba bien.
Nos dijo que, como resultado de la Maratón, el sesenta por ciento de la tarea que Él tenía prevista ya estaba cumplida. Él, en ese sesenta por ciento, pudo ayudar a gran parte del planeta y nos decía que, en esta hora, en el encuentro con Él, la Maratón estaba concluida, pero que nos pedía un esfuerzo mayor por Dios.
Queridos Míos:
Hoy los invito a recordar la unión perfecta que existió en el pasado entre los miembros de la Sagrada Familia, para que a través de ese ejemplo sus seres internos puedan alcanzar lo sagrado.
Para mejor entendimiento de ustedes, Yo les diré cuáles fueron los frutos que la Sagrada Familia alcanzó a través de la convivencia y de la vida diaria en Nazaret.
En cada uno de nosotros despertaron Dones del Espíritu de Dios, los que estuvieron al servicio constante de la humanidad, aun cuando vivíamos sobre la faz de la Tierra.
El Espíritu de Dios despertó en la Virgen María el don de la oración para realizar los Planes de Dios, el don de la maternidad para acoger a todos los hijos de Dios, el don de la humildad para reafirmar Su purísima entrega a Dios y el don de la virginidad para irradiar el Amor Puro de Dios.
En Mi Padre San José se despertó el don de la castidad para conservar los Designios de Dios, el don del buen obrero para manifestar la Voluntad del Padre, el don del silencio para construir lo nuevo en los planos internos y el don de la alegría para curar a los enfermos.
Esos y otros dones también se hicieron evidentes en el espíritu del pequeño Niño Jesús como el don de la palabra para transmitir el Amor de Dios, el don de la redención para convertir a los que estaban distantes de Dios, el don del retiro para interiorizar los Planes de Dios, el don del corazón para irradiar el Espíritu de Dios y el don de la meditación para llevar adelante las Ideas del Padre Universal.
Los dones en la Sagrada Familia siempre fueron un misterio para muchos y ellos generaron, por medio de los tres Sagrados Corazones de la Santa Familia, un cambio profundo en la consciencia de la humanidad, llevándola así a la conversión y a la redención.
Por eso, en este día oren y mediten sobre los poderes de los Dones que emanan desde el Corazón de Dios, así ayudarán a consagrar de nuevo a la necesitada humanidad.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en los Dones de Dios.
Cristo Jesús
Queridos hermanos:
¡Alabados sean María Santísima y San José, Padres de la Sagrada Familia!
Que en este día de Gloria reverbere en ustedes el humilde espíritu de amor del bienaventurado San José Castísimo. Que abriendo el manantial de vuestros corazones reciban el bálsamo divino de la Gracia del Obrero de Dios.
Seguidores Míos, que este día de encuentro celestial y universal con el Casto Corazón represente para ustedes un nuevo camino de confianza en los planes del Padre.
Después del siglo pasado los Sacratísimos Corazones de Santa María y de San José se han dirigido de manera especial al mundo y a las almas para que toda la humanidad reconozca la importantísima devoción a estos sabios Corazones Crísticos con el fin de:
• liberar las faltas graves del mundo,
• vivir los Sacratísimos Corazones en el espíritu, como fieles mediadores ante Dios,
• poder salvar al mundo de consecuencias irreversibles,
• establecer por más tiempo la paz en el mundo.
Estos Sacratísimos Corazones se han ofertado amorosamente para ser el puente seguro de Luz que lleve a las almas hasta el encuentro con el Maestro Jesús, como también se ofertaron para despertar una verdadera devoción por el Sagrado Corazón de Jesús.
Queridos Míos, ustedes así podrán comprender con vuestros corazones que la especial venida celestial del Castísimo Corazón de San José despertará en ustedes un amor más profundo por Dios, a través de la paternidad espiritual que el amado San José irradia hacia los hijos del Padre.
Y mediante la unión de los Sacratísimos Corazones, de Santa María y de San José con el venerable y bendito Corazón de Jesús, en este nuevo tiempo, la humanidad podrá recibir la Gracia de reparar todas las faltas que han sido generadas durante el último siglo XX.
El poder del amor de la Sagrada Familia es un precioso proyecto de vida que está en los planes de Dios y que se gestará en la próxima humanidad. Por eso, vuestra actitud de amor y entrega al Castísimo Corazón de San José determinará la posibilidad de que este santo padre espiritual de las almas pueda interceder, durante más tiempo, por el mundo ante los Tronos del Padre.
Que el ejemplo de humildad y devoción como también de virtud, con la confianza que San José tuvo en Dios, sean los motivos de despertar en ustedes esa confianza y el amor por los designios del Padre.
Que en esta era, el día 19 de marzo de 2013 pueda permanecer guardado como recuerdo y bendición para todos ustedes. Que el Santo Padre de las familias los acompañe a ustedes y una a todas las familias del mundo, para que en estos tiempos estén en el eterno Corazón de Dios.
Reciban esta Gracia Divina como si nacieran otra vez ante los ojos del Padre para que, unidos al Amor infinito de los Tres Sagrados Corazones, confirmen vuestra entrega en ayuda y servicio a la humanidad, sobre todo al Dios del Amor.
Bajo el espíritu del Amor de Dios, sean bienaventurados.
¡Gozo y Alegría!
¡Salve amado Corazón de San José!
En la Paz,
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más