APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy llego aquí como la Señora de Kibeho. Sientan el frescor de ese continente, el amor que Me entregan los corazones más sufridos de África.

Después de casi un año de trabajo en Mi amada África, la Señora de Kibeho cierra un ciclo para comenzar uno nuevo en los meses que vendrán, porque deseo ardientemente que Mis hijos hoy sepan que no Me he ido de África. Mi Corazón es África, el Corazón de la Madre de los Siete Dolores.

Pero hoy, hijos Míos, quiero que sepan que estoy allí presente y que, así como en Kibeho, cuento los días y los meses en la calma de este momento planetario, para poder llegar allí, así como una vez llegué a Ruanda.

Mis hijos de Angola ya son consagrados a Mi Corazón Inmaculado, así como todos los orantes y peregrinos que han colocado su fe en los Rosarios de Luz.

Cada cuenta colocada por sus manos sobre Mi imagen ha significado para su Madre Celeste, y sobre todo para Dios, una gran liberación en los planos internos del continente africano. Y aunque sé que muchas almas aún sufren en ese lugar y que solo esas almas saben lo que es el sufrimiento y el dolor, hoy a la Señora de los Siete Dolores, la Señora del Verbo, se le retiran las Siete Espadas de la agonía de la humanidad, para recibir en Su Corazón las esferas de luz convertidas en rosas brillantes y luminosas en los corazones orantes de África.

Quiero que sepan, hijos Míos, que Mi Plan para ir a África aún está en pie. Y de alguna forma llegaré y celebraremos ese importante encuentro, ese importante encuentro en el que Sudamérica y África se unirán, como un solo corazón y una sola consciencia, para poder sublimar el pecado de los hombres y el sufrimiento que aún existe en ese lugar.

La puerta de entrada que he escogido para retornar es Angola, porque es allí donde necesito que estén, no solo sirviendo y orando como lo hicieron en estos últimos tiempos, sino para que más consciencias del mundo comprendan lo que allí sucede y lo que significa la vida infrahumana.

Yo les traigo, hijos Míos, la posibilidad y la oportunidad de que, a través de los méritos que alcanzó Mi Hijo, África se vuelva a reconsagrar a Mi Corazón Inmaculado y que lo que no le escucharon a la Señora del Verbo en Ruanda, que fue una advertencia maternal en este ciclo final, lo puedan escuchar en las palabras de la Madre de Dios, para que se puedan cumplir los frutos de su conversión y redención.

Para que todo eso sea posible, hijos Míos, vengo a pedirle al mundo que coloque en su oración ese propósito y su amorosa colaboración, para que los Sagrados Corazones puedan tocar el suelo africano una vez más.

Hoy a Mi derecha y a Mi izquierda, hijos Míos, están las almas inocentes del genocidio de Ruanda. Y quiero, deseo y les pido que, en este momento, en nombre de la humanidad entera, por lo que eso significó y representó para Dios, ofrezcan silenciosamente una penitencia por la reparación de Nuestra Señora de Kibeho.

Los escucho internamente.

Mientras Me hacen esa oferta, hijos Míos, Yo puedo seguir penetrando en los lugares más oscuros del mundo, en donde el sufrimiento aún sigue sucediendo y los corazones no se pueden liberar.

En este momento y en esta hora, en los que su Madre Celeste llega del Cielo como la Señora del Verbo, Nuestra Señora de Kibeho, como la Madre de toda África, es en el que abro aún más Mi Corazón Inmaculado ante el mundo entero y ante todas las almas, para recibir la oferta de reparación y de perdón.

Porque por más que no hayan tenido responsabilidad directa sobre los acontecimientos, la humanidad es única y siempre será única ante los Ojos de Dios. Eso los hará crecer en consciencia y en madurez a fin de que los ultrajes e indiferencias no se repitan.

África aprendió sobre esa lección de vida, pero aún África espera por la llegada de los Mensajeros de Dios, por última vez, como preparación del Retorno de Cristo.

Hoy no estoy solamente con ustedes aquí, sino también en este momento estoy en África derramando sobre esos pueblos el Amor de Dios y la Gracia de la reconciliación y de la cura.

Mi silencio trabaja aún más profundamente en las almas necesitadas. No se olviden que también Soy la Madre del Silencio y que, ante los eventos del mundo en estos tiempos cruciales de la humanidad, Yo regreso aquí para que Mis hijos no se sientan solos ni desamparados, para que sepan que estoy aquí de la misma forma que estuve con Mi Hijo a los pies de la Cruz, hasta el último segundo de Su vida, hasta el último segundo en el que Él expiró, su la última y gran entrega por todo el género humano hasta los tiempos de hoy.

Eso es un gran misterio, el misterio del Amor del Hijo de Dios. Con ese Amor Él Me envía al mundo para anunciar Su petición y el deseo ardiente de la Madre de Dios de regresar a África una vez más, así como Yo fui a Kibeho para llevar consciencia y discernimiento a Mis hijos, para poder salvar a la mayor cantidad de almas posibles, cuya mayoría no fue posible salvar.

Y ese es uno de Mis principales dolores por África, porque no son los pueblos los que se agitan o se enfrentan, son los que están por encima de esos pueblos los que provocan la maldad en el mundo y la desesperanza en muchos corazones.

Pero aunque eso suceda, hijos Míos, la fe de los más inocentes, humildes y simples, nunca se perderá, porque esa fe no solo será una fortaleza para Mis hijos de África, sino también será el puente por el cual Yo descenderé del Cielo para encontrarme con cada una de sus almas.

La tarea realizada a través de esta Obra en Angola fue un primer paso, pero no será el último. Muchos más pasos deberán ser dados y muchos más serán llamados a asumir, en Mi continente amado de África, el alivio del sufrimiento, la cura de la inmoralidad, la esperanza de los que sufren, porque solo el amor puede curar el dolor.

Hoy celebro todo lo que sucedió en Angola a través de esta Obra, porque los verdaderos frutos internos son depositados a los Pies del Creador por la Señora de Kibeho. Y esa oferta, esa profunda ofrenda, fue aceptada por su Padre Celestial, los méritos del esfuerzo, del servicio, de la cura, del amor, de la renuncia, de la fraternidad, de la generosidad, del desapego y, principalmente, de la transmutación.

Por esa razón hoy regreso aquí, para que el mundo sepa y tenga consciencia de cómo, con tan poco, se puede hacer mucho en el mundo; porque las verdaderas herramientas que ustedes necesitan, hijos Míos, son internas, y cuando son bien utilizadas la Providencia Divina llega milagrosamente. Así lo vivió la Sagrada Familia y hoy ustedes lo viven Conmigo.

Por eso, siempre deben agradecer cada día que despiertan, cada día que reposan sobre un lecho limpio y cómodo, cada vez que el agua de las nacientes de la Tierra lava sus cuerpos, cada vez que frente a ustedes hay un alimento para poder nutrir sus células; y principalmente, hijos Míos, tienen que agradecer por el Amor de los Mensajeros Divinos, en este lugar y en todos los corazones que han sido agraciados, bendecidos y colmados por Nuestras Apariciones.

Deseo que lo mismo suceda en África y comience en Angola. Hay mucho por hacer en ese lugar, muchas puertas por abrir en otras partes de África que claman por Mi Presencia y por la Presencia de Mi Hijo. Eso será posible a través de ustedes, hijos Míos, sabiendo que en este tiempo son llamados a vivir el servicio por la humanidad, por el planeta, por el alivio del sufrimiento.

Es tan simple lo que les pido, que se los vuelvo a repetir.

Así como África espera Mi llegada algún día, también Asia espera Mi llegada, al igual que Oceanía. La peregrinación aún está pendiente, aún espera su realización cuando esta pandemia termine. Rezo todos los días por ese fin: por la cura de los que sufren la pandemia y para que esta termine.

En este momento y en esta hora, hijos Míos, dependerá de su respuesta consciente que algún cambio pueda, finalmente, suceder en toda la humanidad y que no vuelvan a la normalidad de los tiempos de la ilusión, sino que ingresen, como en otros tiempos, en el ciclo de la concientización y de la fraternidad.

Les agradezco ahora por su penitencia. También fue acogida por Mi Inmaculado Corazón, así como la de todos los corazones que, en este momento, en diversas partes del mundo, escuchan Mi llamado.

Hoy quiero llevar Mi Paz a África. En este momento no existen distancias en el tiempo ni en el espacio, porque Yo estoy allí con Mis queridos hijos, los que verdaderamente sufren la situación mundial.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En este momento, Nuestra Divina Señora está mostrando un rosario formado por rosas, y Ella nos dice:

 

Estos son los frutos, las oraciones, las súplicas y el amor de Mis hijos de África. Este es el Rosario que hoy llevaré a Dios para que Él lo reciba. Lo pondré en Sus Manos para que Nuestro Padre Celestial, con inmensa alegría, lo coloque sobre Su Cuerpo como símbolo espiritual de la cura del sufrimiento, del amor por sobre todo mal.

En esta noche, hijos Míos, también acojo la consagración de las familias del mundo a Mi Inmaculado Corazón, por medio de la respuesta que fue dada a Mis pedidos. Hoy estoy con cada uno de esos corazones que atendieron a Mi llamado.

Por último, quiero decirles que, así como es importante la peregrinación en África en los próximos tiempos, también es importante para Mí la peregrinación más osada de todas, en Asia y en Oceanía, en la cual hoy incluyo a Filipinas.

Si ustedes Me dan lo más simple y verdadero, Yo también les entregaré lo más simple y verdadero que tengo, que son Mi Presencia y Mi Corazón.

Hoy, la Señora de Kibeho irradia Su Luz y Su Gracia sobre África, consumando esta importante tarea realizada en los últimos meses en Angola y en toda África no solo en el plano material, sino también en el plano espiritual.

Y es así que ofrecemos al Padre los aprendizajes y experiencias vividas durante estos últimos tiempos en Angola.

Aspiramos y afirmamos en este momento, hijos Míos, la continuidad de esa sagrada tarea, para que, a través del amor, curen todo dolor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora se eleva con el rosario en Sus manos. Y en esa elevación y asunción de María, escucharemos, en este momento a Su pedido, la canción “Lady of Kibeho”, como última oferta de nuestros corazones por nuestros hermanos de África.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE GOIÂNIA, GOIÁS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En esta noche de Gracias, quiero darle Mi bendición al mundo, principalmente a los corazones que están vacíos, para que todos ellos reciban la Paz de Dios.

Desde el corazón de Fátima y con alegría, los reúno a todos en el Cenáculo Sagrado, bajo la Presencia de Mi amado Hijo Jesús y la Presencia fiel y castísima de San José, pues como Sagrada Familia del universo, irradiamos Nuestras Estrellas de Luz, aquellas que concibieron Nuestras Consciencias y les abrieron las puertas al mundo, directamente hacia el camino de la redención.

En esta noche, Mi Corazón Inmaculado celebra con alegría y regocijo las velas encendidas, las almas que despiertan al camino de la conversión y de la paz. Y aunque ustedes saben, hijos Míos, que el mundo entero sufre y padece; hoy, la Reina del Cielo trae una oportunidad única para todos, abriéndoles las puertas del corazón para que definitivamente sus vidas encuentren al alma, recinto sagrado de Dios, en donde su Rey desea reposar en el momento de Su gran Retorno al mundo.

Hoy, los ángeles de Lys se congregan y llevan la paz a los lugares más distantes del planeta, especialmente a todas aquellas almas que no siguen Mi religión y que no conocen Mi Faz divina. Pero la Madre del Mundo, la Señora de las Estrellas del universo, la Reina coronada por la Corona de Dios, en presencia de todos los Ángeles y Arcángeles, celebra, junto con Su Hijo, la misa de la redención, el reencuentro del espíritu de amor en todas las almas perdidas.

Por eso, en esta noche de Gracias, no solo el Santuario de Lys se enciende, sino todos los corazones que en devoción despiertan sus espejos internos para irradiar los códigos de amor y de paz al mundo.

Hoy, en verdad, queridos hijos, Me siento unida a cada uno de ustedes. Así, sus pecados son liberados y todas las manchas del sufrimiento son aliviadas.

Estoy presente aquí, entre ustedes, hijos Míos, como la Reina de la Paz, como la Reina del Amor y de la Misericordia. Aquella que estuvo entre ustedes en Nazaret, gestando en Su Vientre al Hijo de Dios y trayendo la oportunidad de conversión para el mundo entero.

Soy aquella Mujer Vestida de Sol, anunciada en el Apocalipsis de Juan, que trae la luna bajo Sus pies, anunciándole la esperanza a este mundo que sufre y abriéndole la puerta para el Retorno de Mi Hijo, el Hijo primogénito de Dios, su Jesús, Jesús Rey.

Por eso, abran sus corazones y que sus faltas sean perdonadas, a través de la Comunión que todos Mis hijos, a lo largo y ancho del mundo, al comulgar con Mi Hijo amado, recibieron Su Sacratísimo Cuerpo Redentor, en la unión perfecta y divina con Su Espíritu místico y divino. Las Gracias y las Misericordias de Dios descienden a este mundo a través de los corazones de los Ángeles de la Guarda.

Por eso, en esta noche, también los invito, hijos amados, a que disipen de sus mentes todos los problemas, la Gracia de su conversión está próxima.

El Arcángel Miguel, junto a San Gabriel Arcángel, se unen en este momento para irradiar el poder de Mi Inmaculado Corazón al mundo. Dichosos de aquellos que sientan Mi Presencia maternal, a pesar de que no Me vean; pues Dios desea todavía, hijos amados, que Yo utilice ciertos instrumentos a lo largo y ancho de esta humanidad para que anuncien Mi Palabra al mundo, que es el Mensaje de Cristo, su Salvador, que siempre les traerá la paz y la esperanza en estos momentos difíciles.

Pero hoy, en Mi reinado universal y maternal, Mis manos sagradas sustentan el cetro de la Paz para traer al mundo la verdadera Justicia de Dios y, así, todos los corazones se puedan armonizar con la Ley del Creador.

Sientan los Rayos de Mi Corazón Inmaculado, para que algún día, hijos amados, puedan entender las Leyes del Creador; aquellas que son altamente ultrajadas por los corazones ingratos que no quieren escuchar a Mi Hijo, ni en la Confesión ni en la Comunión.

Pero ustedes, hijos amados, más conscientes de la vida espiritual y superior, podrán elevar al Cielo, en un sagrado ofertorio, a todos los corazones del mundo que, antes de este tiempo final, deben despertar al llamado de la Madre de Dios.

Hoy, estoy entre ustedes, fortaleciendo el cenáculo del corazón; recordándoles que deben seguir orando todos los días, especialmente en este tiempo de tribulación, que comienza a suceder en el interno de las personas y que se expresa en el exterior de esta vida material.

Quiero que salgan de aquí atentos y preparados, y que todos los corazones que en este momento están unidos a Mí, en el Sagrado Santuario del Reino de Lys, puedan llevar una vida buena, de reconciliación y de paz, viviendo el arrepentimiento, fortaleciendo la fe en Cristo, renovando los Sacramentos y viviendo una vida de fraternidad para que al menos, hijos Míos, una parte de esta raza pueda concretar el advenimiento de una Nueva Humanidad.

Algunos corazones ya viven esta Nueva Humanidad en lo profundo de sus almas, aguardando por la gran promesa de la Tierra Prometida que vendrá en auxilio de todos desde el Universo Celestial, a través de la Nueva Jerusalén, que será formada por los discípulos de Mi Hijo, aquellos santos de los últimos días, que proclamarán la última palabra antes de que se abra la gran puerta en esta humanidad.

Por eso hoy, hijos Míos, no solo contemplo sus necesidades, la falta de amor en sus corazones y el fortalecimiento de la fe en sus vidas; Yo vengo a traerles un Mensaje de esperanza, pero también un Mensaje de advertencia: llegó la hora de orar con el corazón todos los días y de no perder tiempo en cosas superficiales. 

Alimenten sus espíritus y mentes con la sagrada Palabra de Mi Hijo amado. Estudien el Evangelio. Visiten la Biblia todos los días. Lean los Mensajes y practíquenlos para que sus vidas sean un ejemplo de caridad y servicio, a través de las tareas de amor y del espíritu de redención.

Hoy, ante ustedes se encuentra la Nueva Aurora, aquella que siempre brilla en el firmamento interior de los corazones que la invocan, en la Presencia Sagrada del Padre-Madre Creador Emmanuel, que los une a Mi Corazón Divino para que vivan la oportunidad de la redención.

Liberen sus faltas y deudas, y reencuentren el camino al Reino de Dios.

Por eso, hoy estoy aquí, en Goiânia, para que el estado de Goiás junto a Mato Grosso, funden nuevos grupos de oración para orar por los Reinos de la Naturaleza, principalmente por el Reino Animal que es muy castigado por todos. Esa deuda debe ser equilibrada.

Por eso, hoy les dejo a todos la responsabilidad de que respondan a este llamado de Mi Corazón Inmaculado y despierten a la consciencia del Génesis, en donde Dios desde el principio, desde Adán y Eva, proveía de todas las cosas necesarias para poder vivir sin necesidad de ultrajar al Reino Animal ni a ningún Reino creado por su Dios.

No solo vengo por ustedes, humanidad dormida, anunciándome desde el Reino Sagrado de Fátima, despertando sus esencias, aquellas que deben estar unidas a Dios todo el tiempo; también vengo por los Reinos Menores, aquellos que conviven con ustedes todo el tiempo, que son lastimados y ultrajados por las manos violentas de los hombres, sin un mínimo respeto por la Ley de la Creación.

Ustedes, que viven aquí y que saben sobre las masacres del Reino Animal, los invito, queridos hijos, a que busquen la vida natural, sírvanse de aquello que Dios les entregó desde el principio; alimenten sus barrigas de cosas sanas, divinas y sublimes; dejen a los Reinos en paz, déjenlos que ellos puedan evolucionar. Ellos necesitan de ustedes todo el tiempo y para que la Ley no caiga sobre toda esta humanidad, muy sorda y ciega.

Yo les vengo a advertir, queridos hijos, sobre una puerta, una oportunidad: abran sus ojos al llamado de su Madre del Cielo.

Ya no hay tiempo que perder. Ya no se involucren con las modernidades, no sean instrumentos de Mi adversario. Usen su inteligencia superior, despierten sus células dormidas para que Dios pueda trabajar a través de sus corazones y vidas.

La humanidad le debe mucho al universo; pero como Yo provengo de ustedes y ustedes provienen de Mi Corazón, Yo soy parte de esta humanidad desde el principio. Les traigo la Verdad y la Justicia para que las puedan reconocer y vivir con simplicidad.

Hijos amados, hoy todo el universo se congrega para que, desde el Reino de Lys, las almas salgan renovadas en la esperanza y en la fe. Y, cuando ustedes, hijos amados, dejen de hacer algunas cosas en sus vidas, actitudes que los llevan a la perdición, podrán comprender Mi Mensaje y creerán verdaderamente que todo lo que hoy les dije es parte de la Voluntad de Dios. Así, cambiarán sus vidas, unidos todos los días al Santo Rosario, elevando sus espíritus en la Comunión perfecta con Mi Hijo resucitado.

Por eso, abran sus ojos y ya dejen de dormir. Salgan de este sueño, de este torpor. Despiértense, de la misma forma que se despertaron los apóstoles en el Getsemaní, cuando tuvieron que acompañar la agonía de Mi Hijo.

Pero hoy, les traigo un poco de la Misericordia de Dios, porque Yo intercedí por todos ustedes para que poder decirles todas estas cosas.

Cuando la humanidad cambie y al menos una pequeña parte de esta humanidad viva el último Mensaje del Cielo, podré decir, hijos Míos, que ya estarán preparados para recibir a Cristo. Y, aunque eso esté por suceder, Mi Corazón Inmaculado, su Águila Solar, seguirá sobrevolando esta humanidad a través de las peregrinaciones sagradas, para que los corazones despierten al Llamado de Dios y dejen de ofenderlo todo el tiempo.

Queridos hijos, lo que sucedió en Fátima fue muy importante; pero lo que hoy sucede aquí, en este lugar, es irradiado al mundo entero, al mundo álmico, al mundo esencial de todos los corazones.

Este es Mi testimonio para todos. Este es Mi Mensaje de advertencia para el mundo entero: cambien, cambien pronto. No vivan una vida superflua. Arrepiéntanse a tiempo, confiésense, comulguen con Mi Hijo y serán salvados por Mi Corazón Sacratísimo. Así, Yo contaré con muchos guerreros de la paz que lucharán, con el rosario entre sus manos, en el tiempo culminante de la tribulación, en el que estarán unidos en oración y en espíritu, en unión a Mi Corazón Inmaculado, esperando el Retorno del Cristo al mundo, cuando la humanidad entera, de Oriente a Occidente, despertará y reconocerá al Rey Universal.

En este día, hijos Míos, en el que sus corazones se recogen en Mi Espíritu maternal, estoy presente aquí, colmándolos con Mi Paz y con Mi Amor, estoy presente en Fátima con todos Mis hijos, en todos los hogares que están unidos a Mí en este momento, en todas las órdenes consagradas a Dios y también estoy en Kibeho, trabajando en el corazón de Ruanda para toda África.

Por eso, hijos amados, como conocen Mis diferentes Faces de Luz, con las que he aparecido a diferentes corazones para traer un Mensaje de paz y de esperanza a lo largo de los siglos; hoy deseo, hijos amados, como su Señora del Santísimo Rosario, que guarden en sus memorias Mi Mensaje de Paz, Mi Mensaje de instrucción que proviene de la Voluntad de Dios y de Su Poder Supremo. Mi Mensaje es fuerte e intenso, con la esperanza que sus células despierten al llamado a la redención y a la conversión de los corazones y de las familias.

En esta noche, hijos amados, depositen sobre Mis manos sus aspiraciones. En el silencio del corazón y de la palabra, díganme internamente qué es lo que necesitan, Yo los escucho a través del silencio.

Y ahora, que he recibido sus súplicas, coloquen su mano izquierda sobre el corazón y proclamen, internamente, la consagración a Mi Corazón Inmaculado.

Yo soy la Señora del Verbo Divino y estoy con todos aquellos que son consecuentes con Dios, en humildad y simplicidad, en reverencia y amor.

Hoy, consagro todas estas imágenes sagradas para que sean el ícono de su esperanza, de la Misericordia de Dios, a través de su Señora, la Señora Celestial.

En esta noche, nuevos hijos se consagrarán y espero que caminen a Mi lado sustentando la bandera de la paz. A pesar de los temblores del suelo, Mi Corazón sustentará a aquel que sea fiel a Mi Espíritu maternal. No los dejaré solos, no caminarán solos, Mi Espíritu omnipresente y universal siempre los colmará.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Que vengan aquí los hijos que se consagrarán. En presencia de Nuestra Santísima Virgen María, vamos a escuchar "Nuestra Señora de Kibeho".

 

Como su Señora del Verbo Divino, del Santísimo Rosario de Fátima, como la Reina de la Paz y Madre de toda la humanidad, unidos de corazón, Yo los consagro, queridos hijos, bajo la omnipotencia de Mi Hijo Jesús, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Queridos hijos de Estados Unidos, Mi esperanza de llegar a su nación está latente en Mi Corazón. A través de sus pasos, Mi tarea se concretará y una vez más Mi Inmaculado Corazón triunfará.

¡Les agradezco!

 

Canción: “Nuestra Señora de Kibeho”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de Nuestra Señora del  Santísimo Rosario, nos vamos a poner todos de pie para cantar el Himno del Santuario de Fátima, hoy, 13 de mayo.

Nos mantenemos de pie, quietos y en silencio y, después de este cántico, vamos a prepararnos para un intervalo, aún permaneciendo en la Presencia de María, para poder celebrar juntos la Comunión. Podemos comenzar.

Canción: "Himno del Santuario de Fátima".

Hermanos presentes y los que están unidos en los Centros Marianos, vamos a dar inicio a esta ceremonia de Comunión después de este encuentro con Nuestra Señora, respondiendo a Su pedido de comulgar con el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

 

Enseguida se celebra el Sacramento de la Comunión con varios sacerdotes de la Orden.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Oración: Inmaculada Señora de la Paz.
 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Quiero que se arrepientan por todo lo que no han hecho bien hasta los días de hoy. Están dentro del Reino de Mi Paz y esta es la última oportunidad de derramar Mi Gracia sobre ustedes.

He venido a purificar y limpiar sus corazones de toda mancha; y así, como lo hago con ustedes, lo hago también con toda esta humanidad dormida.

Hoy, he venido para que puedan buscar la reflexión del corazón, la meditación profunda del alma y del espíritu ante las Gracias y las oportunidades recibidas.

Yo tengo el deber de que ustedes puedan madurar y que cada día amen más el Plan de Dios, como él se manifiesta.

Ustedes no tienen conocimiento de lo que sucede en el universo, solo les bastará unirse al Pensamiento de Dios para estar en la Ley. Por eso, día y noche, Yo los traigo a Mis brazos para que puedan sentir Mi Corazón pleno y profundo, Corazón que los acompaña todos los días de su vida, que acepta errores, incomprensiones y dificultades para poderlos liberar y curar.

Yo vengo a traerles la Luz que ustedes desconocen. Yo vengo a traerles el Presente de Dios, que es Su Amor profundo y verdadero por ustedes. Yo estoy pasando por aquí, en estos tiempos, como he pasado por otros lugares del mundo.

Están a tiempo de poder crecer y asumir las tareas que Yo les encomiendo; amándolas sin juzgarlas, viviéndolas en sacrificio y en entrega por todos aquellos que no lo hacen bien.

Yo vengo a su encuentro para pedirles algo especial: liberen de sus corazones todas las incomprensiones. El mal está sembrando veneno en muchos corazones, y muchos se adhieren a ese veneno creyendo que todo está muy bien. Por eso, Yo les traigo la Ley para que la conozcan, para que la puedan vivir y practicar.

Sé que sus corazones están inmaduros e impuros y tienen muchas faltas ante Dios. Pero a lo largo de los tiempos que Yo he estado con ustedes, Yo he venido a retirar sus faltas y a entregarles Mis Gracias, lo que muchos no han considerado muy bien, porque es algo inmaterial y espiritual que se proyectará en el cercano futuro para todos.

Por eso, ustedes deben entender a Mi Corazón, más allá de Mis pedidos y peticiones. Yo vengo a pedirles cosas simples pero verdaderas. Yo vengo como Corazón Inmaculado a liberar a esta humanidad porque, a través de sus ofertas, el mundo se calmará. Todos los que Me han escuchado, a lo largo de los siglos en diferentes lugares del mundo, nunca dejaron de recibir Mi Amor y Mi Voluntad. Recuerden que Yo soy la Portavoz del Mensaje Divino y solo debo pasarles lo que Dios planifica para estos tiempos, así comprenderán el Mensaje con el corazón y no con la mente.

Yo vengo a traerles la fuerza de la renovación y de la paz.

Miren un tiempo atrás, ¿cómo estaban sus vidas y sus corazones?, ¿qué era lo que ellos no podían alcanzar por sí mismos? 

Yo les traigo un reconocimiento mayor, que es Mi Amor predilecto por todos ustedes. Deben querer también Mi Amor predilecto para que las vidas puedan cambiar y transformarse.

Yo vengo a traerles, en este momento, algunas verdades que sus corazones y almas deben reconocer. Por eso, Yo los reúno en Mi Cenáculo Sagrado para que puedan percibir Mi perspectiva divina, Mi pensamiento divino y puro para la humanidad.

Hoy, necesito que ustedes se unan a todas esas cosas y se definan por vivir el Plan de Dios como él se presenta. Así, no le crearán problemas al universo, sino que le darán alivio a esta humanidad tan enferma.

Yo vengo como su Mediadora a transmitirles Mi Paz. ¿Ustedes han percibido que sus corazones han resucitado en espíritu y que encontraron aquello que habían perdido hace mucho tiempo?

Queridos hijos, hoy los invito a tener consciencia en el corazón. Mi Hijo estará agradecido profundamente por su oportunidad de poder reflexionar. Todos son imperfectos a los ojos del universo. Y Yo, a través de Mi Gracia y de Mi Amor puro, vengo a rescatar en ustedes las preciosas virtudes, aquellas que servirán para cumplir el Plan de Dios en estos tiempos.

Dejen de mirar las miserias ajenas. Fíjense en ustedes mismos y encuentren la pureza que habita dentro de ustedes. Necesito que sean transmisores verdaderos de Mi Paz, verbos del Verbo Divino, emanaciones de este Sagrado Espíritu Santo que muchas veces los ha colmado y los llenó de la Gracia de Dios.

Queridos hijos, el mundo está muy difícil. No se pierdan en las cosas simples, en las cosas insignificantes. Muchas situaciones graves suceden, día a día, en este mundo. Imaginen que, si ustedes no estuvieran dentro de Mi Gracia, formarían parte del gran ciclo de la purificación total de la Tierra.

Yo vengo a evitar muchas cosas en esta parte del mundo, como lo hubiera deseado en los Estados Unidos. Los tiempos son críticos para el mundo espiritual de todos. Aquel que no se redima a través de la oración no podrá dar los pasos hacia el Regreso de Cristo, y ustedes fueron avisados como en Ruanda. Por eso, Yo les traigo un Mensaje consciente, un llamado a la reflexión y a la reconciliación de todos.

La nueva Obra de Dios se construirá a través de los buenos espíritus. América debe ser el lucero para el ciclo final, debe ser la gran antena que capte la Misericordia de Dios. Por eso, Yo vengo a buscar canales simples pero verdaderos.

Entre todas estas impurezas del mundo, Mis brazos y Mis manos se han extendido hacia ustedes para rescatarlos, para que formen parte de Mi ejército mariano de la Paz. Por eso, queridos hijos, abran sus corazones todos los días, busquen abrir cada día más sus corazones. Así, Yo estaré agradecida y podré dedicar Mi tiempo universal a grandes situaciones en el mundo.

Dios Me ha permitido, en este último siglo, decir cosas a toda la humanidad; una por vez, para que las almas puedan crecer y escuchar seriamente. Yo necesito de ustedes una honesta sinceridad, una adhesión profunda a Mi Espíritu mariano que vaya más allá de las emociones y sensaciones.

Yo vengo a descubrir en ustedes espíritus guerreros que puedan ayudar a los que caen día a día. Lo que solo importa en este tiempo, queridos hijos, es la salvación de esta humanidad y de los Reinos antes de que llegue la gran causa de la Ley.

Yo los vengo a preparar de corazón y de alma, en devoción y oración, para que puedan estar firmes y seguros, y sean serviciales con los que necesitarán ayuda.

En esta noche de Gracias y de reconciliación, les pido nuevamente, queridos hijos, que mediten en aquello que no han hecho bien con su pensamiento, con lo que sienten sus corazones y con todo lo que ustedes permiten que ingrese a sus almas.

Yo les pido, en esta última oportunidad que el Cielo Me ha dado ante ustedes, que sean espejos de oración y de paz. Reflejen al mundo alegría y alivio. Así, muchos, que no pueden por sí solos, alcanzarán la cura que tanto esperan.

Desde el Cielo, Yo los guío; desde los Tronos Celestiales, Yo los reúno. Con Amor y Pureza, Yo les llamo la atención porque es hora de crecer verdaderamente y de unirse de corazón y alma al Propósito Mayor, que debe descender a este mundo material, donde las Leyes inmateriales deben ser energía y vida para todos. Leyes que los transformarán de la noche a la mañana en seres redimidos y rescatados, y no podrán reconocerse.

Antes del regreso de Mi Hijo Jesús, Yo vengo a anunciar el tiempo de su purificación. No podrán decir, queridos hijos, que Yo no se los dije, han escuchado de la Madre de Dios las Sagradas Palabras del Cielo que los irradia y los bendice con cada Palabra que es pronunciada por Mí.

Y este pedido final que hoy les hago de Corazón, ante todas las Gracias recibidas y las oportunidades de redención que les fueron dadas, vengo especialmente en esta noche a bendecir a todos los Hijos de María con la lluvia de Mis Gracias y de Mi Amor; fortaleciéndolos en la fe y en el amor para que sean buscadores de la Sabiduría Suprema del gran Pensamiento de Dios, que les permitirá que estén unidos a Su Voluntad. Por eso, descenderé un poco más sobre ustedes, en espíritu de Pureza y Redención, para bendecirlos y agradecerles.

Vengan Conmigo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Con todo nuestro corazón y alma vamos cantar “Ave, Ave, Ave María”, esperando la bendición de Nuestra Señora.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos Míos, sepan que Yo los amo profundamente y necesito que sus consciencias crezcan a través del amor predilecto a la Ley de Dios, que conocerán cuando sigan Mis simples pasos en la oración y en cada oferta que hagan día a día.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Quiero que hoy sepan que, a lo largo de los siglos, reuní bajo Mi Manto a aquellos que se comprometieron Conmigo en el principio. Y hoy, quiero dejar en sus corazones que resuene una pregunta, porque si no permiten transformarse, hijos Míos, si no puedo contar con los que se comprometieron en el principio, ¿con quién contaré en este mundo?

Hoy, quiero que sus corazones se alegren, pero también que se confirmen para que Mi Manto, que hoy está sobre cada uno de ustedes, pueda eliminar definitivamente la astucia del enemigo en sus vidas.

Hijos Míos, muchas veces ya les dije que aquellos que Me dijeran sí alcanzarán la paz y la unidad. Pero aquellos que le abre la puerta al enemigo y que no permiten que Mi Corazón se aproxime, no podrán darme el permiso para que Mi Amor actúe en sus vidas.

Hoy, los Hijos de María se multiplicaron en el mundo. Estos corazones se encienden para demostrarle a la humanidad que, a pesar de todo lo que acontece en el planeta, una Luz Mayor brillará. 

Quiero que se formen a través de la oración, a través de la adoración y de la perseverancia en la transformación de sus vidas. Estarán vistiendo una parte de Mi Manto para que sean testimonios de Mi Presencia en el mundo. Y aquellos que hoy no visten esta camiseta, que no aflijan a sus corazones, pronto llegará el tiempo en el que todos podrán hacerlo. Mi Corazón actúa, de a poco, por la respuesta de los espíritus y también por las causas materiales de este mundo.

Mis amados, dejo hoy sobre ustedes Mi Luz Maternal, Mi fuente de perseverancia. Renuévense ante Mi Presencia y no se cansen de estar ante Mí. Que Mi Corazón no sea algo normal para sus vidas, porque necesito sus corazones y sus conciencias, necesito que cada uno de ustedes descubra, en este momento, que esta Voz que les habla es más que la Voz de la Virgen María. Tienen ante ustedes a la Presencia de Dios y, aunque no comprendan lo que viven en este momento, esfuércense por corresponder ante el Universo por tantas Gracias y tantas bendiciones que recibieron. Luchen, día a día, para no perder el espíritu de la unidad. Que el enemigo no pueda entrar en esta casa, que hoy consagro definitivamente a través de cada uno de ustedes. 

Aquellos que Me digan sí jamás serán tocados por la oscuridad, porque pertenecen definitivamente al Corazón de la Sierva de Dios, a Su Espíritu Inmaculado que desciende al mundo para demostrarle a la humanidad que ya no son tiempos comunes y que deben despertar al Universo Mayor.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Por eso, queridos hijos, lleven en esta noche Mis Gracias y Mis reflexiones para que sus corazones puedan crecer en el Espíritu de Dios.

Les agradezco por responder a Mi llamado y que la santa bendición de Miguel Arcángel esté en ustedes, ahora y siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Canten ahora “Espíritu de Dios”, para que Él llene sus vidas y los colme con Su Amor y Su Paz.

Mañana, en la Colina, un rayo universal de Mi Corazón trazará un nuevo tiempo.

Les agradezco.

Cuento con la respuesta de cada uno de ustedes. Cuento con la respuesta de todos los que están presentes, todos los que escuchan Mi Voz y quienes en sus hogares Me dicen: ¡Sí, María, estoy Contigo!.

 

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

SEA VOLUNTARIO

Contacto