MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Paz para todas las almas y el Bien de Mi Padre para todos los seres de la Tierra.

Con misericordia y piedad infinita desciendo al mundo para irradiar con Mi Luz a los corazones que están vacíos y sin amor. Por eso Me sirvo de instrumentos dispuestos, que puedan vivir Mi Mensaje y llevar Mi Palabra de esperanza y conversión a los que más necesitan.

Cuando Mis instrumentos consigan unirse a Mi Corazón Misericordioso, Yo podré reunir a los nuevos rebaños en el nuevo cenáculo que prepararé desde el Universo para la Tierra. Para que eso suceda es necesario vivir los Mandamientos, para que la vida se pueda corregir y definitivamente unirse a la Voluntad Suprema de Mi Padre.

En estos tiempos Mi Presencia congrega a los discípulos para que, unidos como uno solo, representen la verdad y el ejemplo de Mi Mensaje para el mundo. Cuando cultiven un corazón manso, vivirán una vida pacífica y, viviendo en la Paz de Mi Padre, estarán irradiando humildad y misericordia.

Aún es necesario renunciar a las comodidades y vanidades del mundo de hoy; así sus almas, por medio de la oración misericordiosa, podrán redimirse y convertirse en bienaventuradas y santas cuando estén en el Cielo.

Cuando Mi Corazón llamó a los doce, reunió en esos tiempos a la humanidad más inmadura y difícil. Ahora Yo reúno a nuevos soldados para que, a través de Mi Insondable Misericordia, alcancen la conversión y el perdón del Universo que deben esperar de Mi Padre.

El alma que decida a estar para siempre Conmigo a pesar del embate de los vientos contrarios nada perderá. Quedará libre de sí para poder encontrar el verdadero camino y la segura misión que le espera.

Algunas almas se unen a Mí a través de la oración y del corazón; otras se consagran a través del servicio y de la donación constante; y otras almas se entregan en confianza a Mí para que Yo pueda obrar y hacer prodigios de amor y de paz. Pero todas tienen el mismo lugar en Mi Corazón, solo basta mirarme a los Ojos y decirme sí.

Bajo la Misericordia del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por imitar Mis Enseñanzas desde el corazón.

Cristo Jesús, el Rey del Amor

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Queridos Míos:

A todos aquellos que quieran consagrarse, que se consagren a Mi Sagrado Corazón porque ese acto de humildad que proviene del alma valdrá más que mil consagraciones formales.

El camino de la consagración es un camino de trascendencia y de renuncia, de encuentro con la Voluntad Suprema para abandonar la voluntad personal, es un camino de humildad para renunciar a la vanidad que el mundo despierta. 

Que nadie se desespere por no poder consagrarse formalmente, porque la mayor consagración es la vida de oración, de diálogo interno con Dios para encontrar el bálsamo para el espíritu. Quien ya camina en la consagración, que eleve todos los días sus aspiraciones para que Yo las convierta en Mis Voluntades y, en consecuencia, las convierta en preciosas decisiones para sus vidas.

Vigilen ese camino de consagración; y que se eleven sus ojos para reconocer que solo en lo más Alto, donde se encuentra Mi Eterno Padre, ustedes hallarán el camino infinito de unión con Dios a través de la consagración de sus corazones a Mí.El alma que se consagra a Mi Corazón encuentra en el vacío de sí la nueva morada, la morada del Espíritu Santo.

Bajo el Amor del Padre, sean misericordiosos y bondadosos.

Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.

Cristo Jesús
 

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos Míos:

Estoy presente en todos los caminos de la vida y, como conductor de almas, encamino a todos aquellos que anhelan el Reino Amado de Mi Padre. Comparto Mi Amor con todos los rebaños y preparo, en el corazón de Mis hijos, la morada interior que Me acogerá cuando pronto retorne Mi Espíritu.

Acepto a todos Mis hijos y amo especialmente a aquellos que son indiferentes a Mi Ley de Redención. En ellos intentaré redimir el pasado y, por la Fuente de Mi Misericordia, querré darles la vida y la salvación para retirarlos de los abismos y del pecado en que viven.

Necesito que Mis discípulos de la Misericordia, todos los días, entregados por entero a Mi Sagrado Corazón, amen las dificultades, porque eso los hará más humildes. Necesito que renuncien a sí mismos porque eso los hará más simples, y que acepten las pruebas y los desafíos que los harán más sabios y caritativos.

En Mi escuela existen muchos rebaños, aunque son pocas las ovejas que se animan a seguirme en la fe y en la entrega. En Mis Brazos Yo siempre los recogeré, les daré Mi bondadoso consuelo, porque espero de los Míos la prontitud y el alivio que sus corazones pueden generar a través del bien y de los sabios ejemplos de amor para con los semejantes.

Como todos saben, Mi Luz ingresa y se difunde en aquellos corazones que Me abren la puerta interior del templo del espíritu, para que Mi Consciencia Misericordiosa pueda entrar y remodelar los espacios de la consciencia.

Soy el carpintero, hijo y compañero de San José, Corazón Castísimo. Soy el que moldea con las manos a los nuevos odres, los que recibirán la luz y el agua de la conversión. A Mis nuevos odres los colocaré sobre la mesa de Mi nueva Cena, la que pronto compartiré con todos en Mi Retorno.

Los nuevos odres servirán como vertientes de agua pura y cristalina para Mis otros rebaños; estos recibirán, a través de Mis instrumentos, el Agua Redentora de Vida, Agua que espiritualmente daré de beber a aquellos que reconozcan en gloria la Venida del Hijo de Dios.

Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados de corazón.

Gracias por aguardar Mis Palabras desde el corazón.

Cristo Jesús
 

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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