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Oren para que el Reino de Dios descienda a la Tierra y Su Iglesia Celestial se plasme y se manifieste sobre todas las iglesias del mundo, revelando la espiritualidad divina y renovando a los espíritus que perseveran en busca de una fe verdadera.
Oren para elevar sus consciencias y sus corazones hacia el Corazón de Dios y encontrar allí las maravillas de Su Reino, para que no pierdan el amor en sus corazones.
Oren por los sacerdotes de este mundo, por aquellos que perdieron la Gracia de Dios y que ya no atraían Su Presencia, sino que se tornaron instrumentos de la oscuridad y de la perdición, destruyendo los tesoros celestiales que el Padre les concedió para su redención y salvación.
Oren por los sacerdotes que se esfuerzan para alcanzar la gracia de mantenerse firmes en su vocación y que día y noche son probados para no servirle a Dios, sino para caer en las tentaciones del mundo.
Oren por los religiosos y las religiosas de esta Tierra, consagrados al Plan del Creador en las diferentes congregaciones y líneas espirituales verdaderas, con la esperanza de ser una luz en la oscuridad del mundo, para que él no se pierda y un día pueda ser digno de la presencia del Reino Celestial.
Oren, hijos Míos, porque hoy ha llegado el tiempo de que salgan a la luz los pecados más arraigados en la consciencia humana, y muchos sucumbirán a la oscuridad dejando de lado las gracias que un día recibieron para manifestar el Reino de Dios.
Ha llegado el momento de lavarse en las aguas puras del final de los tiempos, las que los dejan transparentes delante de Dios y delante del mundo, para que reconociendo sus debilidades y pecados se arrepientan y retomen sus caminos.
Ha llegado el momento de la definición del planeta, porque pronto solo habrá dos leyes actuando en la Tierra: la Justicia y la Misericordia. Recibirán Justicia los que en ella se definan y Misericordia los que a ella se abran, rendidos en la verdad de su corazón.
Oren para que las almas no tengan miedo o vergüenza del arrepentimiento, para que no tengan miedo o vergüenza de pedir o de conceder el perdón.
Oren para que todos tengan el valor de verse transparentes y, aun así, rendirse ante Dios, para que Él los torne nuevos y los renueve en Su Gracia para que sean testimonios de Su Piedad para el mundo y portando en sus corazones la Misericordia Divina, la multipliquen en el servicio abnegado hacia otros.
Oren por las misiones humanitarias y por todos los que se abrirán de corazón al espíritu misionero, para que reciban la oportunidad de despertar y de redimir sus faltas a través del servicio. Y oren por todos los que serán servidos y recibirán el auxilio de Dios a través de sus semejantes, para que vean encenderse nuevamente en sus corazones las llamas del amor, de la esperanza y de la fe que el sufrimiento y la oscuridad hacían desaparecer de sus espíritus.
Oren, hijos Míos, por este planeta, para que a pesar de toda purificación y de toda prueba estos tiempos sean la preparación de un nuevo tiempo.
Así como los hombres se purificarán y se limpiarán para ser otros, rendidos a Dios en Su Gracia, que este planeta también se purifique y se limpie, y cuente siempre con espíritus firmes que en oración lo sustentarán, para que un día se torne digno de ser la cuna de una nueva vida, vida que expresará la verdad y la semejanza con el Reino de Dios.
Después de que todo se cumpla la Tierra será digna de recibir un nuevo nombre, renacida en Cristo y bajo la Gracia del Espíritu de Dios. Todo el planeta ingresará en el tiempo de la eternidad, en el que las horas no serán contadas.
Cuando todo haya pasado, hijos Míos, y el amor triunfe en el corazón de los que perseveraron siendo portadores de la paz, esta paz se expandirá más allá de sus corazones y alcanzará el horizonte de las estrellas, el firmamento en el Universo, restableciéndose en donde ustedes ni siquiera sabían que estaba perdida.
Oren, entonces, para que las almas tengan en sus corazones esta meta y delante de todas las pruebas no la olviden y no la pierdan de vista.
Verán en el mundo hechos y acontecimientos increíbles, pero hoy les digo, hijos Míos, que mayor que todo eso será el triunfo del Plan de Dios que sucederá a estos acontecimientos. Por eso tengan fe, oren y perseveren.
Mientras Mi Voz se pronuncie en el mundo Yo los ayudaré y los acompañaré siempre y, revelándoles los misterios celestiales, les enseñaré a atraer la Verdad hacia la Tierra y a vivirla.
Yo los bendigo y les agradezco por llevar adelante este Plan de Amor y de Paz.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El enemigo del amor: la Apostasía
Queridos hijos Míos:
Mientras Mi Consciencia Divina hoy se aproxima de manera especial al planeta y a la humanidad, Mi Voz se dirige a cada uno de ustedes para que continúen asumiendo las oraciones por las naciones con la seriedad y la responsabilidad que ellas tienen, porque para estos últimos tiempos el gran enemigo del amor será la apostasía.
Este estado de consciencia, contrario al despertar y a la evolución, está comenzando a tomar lugar y espacio en el corazón de las personas a través de Mi adversario.
Volverse apóstata significa, para el espíritu, desvincularse conscientemente del Amor de Dios y dar permiso para que la consciencia comience a ser regida por el sufrimiento, algo que la llevará, gravemente, a no tener una oportunidad espiritual para poder recibir alguna gracia.
Esa es la razón urgente por la cual los Mensajeros Divinos irán al encuentro de esta y de otras situaciones espirituales que, en este caso, están comprometiendo a la Argentina.
Si el Cono Sur asume de manera consciente modos de vida que están en contra de la Ley de la Creación, experiencias increíbles se desarrollarán de la noche a la mañana en esta región del planeta y Sudamérica dejará de ser la Nueva Tierra prometida para convertirse en la tierra condenada por sí misma, por la humanidad.
Esto llevará a que la minoría de la humanidad, menos del cinco por ciento, sea partícipe de una nueva raza.
¿Comprenden, hijos, lo que esto significa?
Por eso, en este día vengo para pedirles a Mis hijos de Argentina y del mundo entero que unan esfuerzos y corazones para que, a partir del próximo mes de septiembre hasta los días de los primeros encuentros, la difusión de los próximos encuentros de oración en Argentina sea masiva, a fin de llegar a la mayor cantidad de esencias posible.
Deseo y aspiro poder entregar Mis Gracias a muchos corazones más, eso fortalecerá a la consciencia de Argentina, a fin de evitar que se convierta en un escenario de horrores en el fin de estos tiempos.
Para esa importante misión de difusión cuenten con la gran ayuda de los ángeles del Cielo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Percibe, hijo Mío, el tiempo de la purificación y contempla, junto Conmigo, el desarrollo de los últimos acontecimientos.
Percibe, junto Conmigo, cómo dentro y fuera de los seres todo se purifica y cuán inmediata es la oración, la que ayuda a equilibrar todas las situaciones de la vida.
Percibe, junto Conmigo, cómo todo sucede y cuán importante es la unión de las almas con Dios para que las criaturas tengan en donde poder aferrarse cuando todo suceda.
Percibe, junto Conmigo, el Silencio de Dios ante Sus hijos y la ayuda invisible de los niveles superiores a la actual humanidad.
Percibe, hijo Mío, junto Conmigo, cómo todo está por suceder y cuán importante es el cambio y la madurez de la consciencia.
Percibe, junto Conmigo, el momento de darlo todo por el Plan y por la redención de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A Dios no le importa que sus vidas sean imperfectas, sino que sus corazones siempre sean verdaderos; así permitirán que Él pueda obrar y actuar y, algún día, sin que ustedes perciban, hijos Míos, sus vidas se transformarán.
En este tiempo en el que todo se está purificando, refúgiense en el Corazón del Padre, en el Sagrado Templo de la oración interior, para que nada ni nadie los aparte del camino de Mi Hijo.
Si algunas almas en este momento están en prueba, que no se amedrenten, que sepan que por encima de toda realidad y situación está presente el Padre Celestial, paciente y muy bondadoso, que siempre los espera para que por intermedio de Su Divina e Infinita Misericordia todo se pueda curar.
Cuando las almas, en este tiempo, no pueden vivir el Plan divino, o adherirse a él, es porque no están acercándose a la Fuente de la Misericordia, lugar en donde toda duda desaparecerá y cualquier conflicto terminará.
A veces se debe dar el paso correcto en dirección a Dios y no a sus propios conceptos o sentires.
La Misericordia siempre los llevará al entendimiento y al perdón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Los Reinos de la Naturaleza se ofrecen como medio de purificación y sublimación de sus consciencias.
A través de los Reinos menores, el ser humano encuentra el camino para liberarse de sí mismo por medio del amor que le puede expresar a los Reinos. Por eso, los animo a ver y a encontrar en los Reinos menores un sendero para su conversión y redención interior.
Los Reinos de la Naturaleza y sus grandes ángeles de luz esperan ser contemplados, amados y considerados en la vida diaria del ser humano, porque a través de los Reinos las almas también pueden expresar su devoción a Dios y a toda la Creación.
A través de los Reinos menores, el ser humano puede desprenderse del pasado y del sufrimiento.
En los Reinos de la Naturaleza se puede encontrar un momento de paz y de comunión con el Universo Mayor.
Busquen en los Reinos ese camino de unión con lo Divino. Promuevan la protección y el cuidado de los mismos, para que toda la humanidad siga contando con un servicio de amor de los Reinos que todavía es desconocido por la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ser testimonio vivo de la Presencia de Dios
Hijos Míos:
Hoy los llamo a ser testimonios vivos de la Presencia de Dios entre los hombres.
Que sus vidas le hablen al mundo y que sus ejemplos hagan que aquellos que los encuentren busquen la paz y se cuestionen sobre lo que están haciendo de sus propias vidas.
Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios en la Tierra, primero deben purificar sus corazones de toda mancha, de toda crítica, de toda falta de unidad con el prójimo y con Dios.
Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios entre los hombres, deben asumir un camino de oración y de servicio donde quiera que estén. Ya saben que pueden hacer de la propia vida un acto eterno de servicio en cada instante.
Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios entre los hombres, deben aprender a perdonar al prójimo y a sí mismos, y abrirse para comprender las debilidades ajenas; colocándose siempre en el lugar de sus hermanos, para entonces comprender su sentir y su pensar.
Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios en el mundo, deben perder la vergüenza y el temor de ser verdaderos y transparentes todos los días, deben vivir la propia fe y ser simples delante del juzgamiento de los hombres.
Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios en el mundo, deben estar dispuestos a purificar la propia voluntad, el propio dominio y el poder sobre el prójimo y sobre todo.
Para ser testimonios vivos de la Presencia de Dios en el mundo, deben hacer la diferencia entre los hombres, debe estar dispuestos a entregar aquello que la humanidad siempre aspira a engrandecer; dispuestos a la humildad y al silencio; dispuestos al anonimato y a la soledad; aunque, hijos Míos, Dios los coloque en medio de multitudes.
Nunca pueden perder la sed de estar solos con Dios, porque solo aquellos que saben silenciar con el Padre, sabrán hablar en público en Su Nombre.
Hoy, hijos amados, Yo los llamo a un paso más que el apostolado; los llamo a entregar sus vidas a Dios, como testimonios vivos de Su Presencia en el mundo.
Es tiempo de anunciar y eso se hace con el ejemplo que resuena más allá de las palabras y traspasa las capas de la mente para llegar al corazón y allí perpetuarse.
Hoy los llamo a ser testimonios de los últimos tiempos, los santos de los últimos días; porque para equilibrar lo que en este momento acontece en el mundo es necesario, hijos, renovar el apostolado, renovar el espíritu del Evangelio con la vida y tornarse verdaderos discípulos de Cristo, como Él los necesita.
En este día de bendición especial y de infinitas Gracias, que su Madre Celeste derrama desde el Séptimo Cielo y más allá de él, Yo los llamo a ser aquellos que ofrecerán el propio destino a Dios, que seguirán Sus pasos de forma incondicional y que vencerán el miedo, transcendiéndolo con la potencia del Amor de Cristo.
Hoy Yo los llamo a ser testimonios vivos de la Presencia de Dios en el mundo; y si no pudieran serlo, oren por aquellos que sí rendirán sus almas a los Pies del Creador y en todos los instantes de sus vidas le preguntarán: Señor y Dios, ¿qué necesitas de mí hoy?
Oren por los que entregarán su corazón a Dios y que con fervor testimoniarán Su Presencia en el mundo, y sean parte del apostolado de estos tiempos.
Hijos Míos, el mundo necesita de ejemplos palpables y de entregas verdaderas; por eso todos los días renueven su entrega al Padre y busquen la forma de que ella sea cada vez más transparente.
Hoy, hijos, les pediré que oren con fervor por aquellos que fueron llamados a entregar sus vidas a Dios y que, sin comprender y sin saber, se tornaron Sus testimonios vivos para estos tiempos.
Oren para que los instrumentos del Padre perseveren hasta el fin, porque de la entrega de unos pocos surgirán los méritos para la salvación de todos.
Oren para que las Gracias se multipliquen y para que la Misericordia encuentre espacio para derramarse en el mundo.
Y, al fin, oren para que existan nuevos y eternos testimonios de la Presencia de Dios entre Sus hijos.
Yo les agradezco por responder a Mi llamado y los bendigo.
En este día, de forma especial, bendigo a Mi amado hijo que rindiendo su corazón al Padre permitió que el Creador hiciese de su existencia un testimonio vivo de la Presencia de Dios en el mundo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que el don de la persistencia los invada completamente, a fin de que en estos tiempos, sus almas se fortalezcan para los aprendizajes de amor y de compasión que llegarán.
Ese don de persistir los ayudará a estar libres de los juicios de valor o de cualquier otra interferencia.
El don de persistir los impulsará a estar en unidad permanente con sus hermanos de camino, y también los fortalecerá espiritualmente para sostener a los que se purifiquen intensamente.
El don de la persistencia nunca dejará que pierdan de vista el Propósito y su concreción inmediata en estos tiempos.
Saber persistir es un aprendizaje nuevo, es una misión a alcanzar todos los días sin bajar los brazos.
Queridos hijos, la persistencia los llevará a amar cada día más las pruebas de la vida y así, permeados por el amor, sabrán superarlas sin dejar atrás el camino constante de la gran transformación.
Que el don de persistir los ayude a vivir en lo verdadero, para que esa verdad se refleje en todos los espacios algún día.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando se derrota al mal, todo a su alrededor se mueve, ya que sus ideas mayores son disueltas por el rayo del Amor del Creador.
Forma parte de toda batalla un movimiento posterior a lo sucedido porque, en este sentido, el obstáculo que antes mantenía a las almas presas es quebrado por el fuego imperativo de la Voluntad de Dios. Nada queda en el lugar que antes tenía. Comienza el ciclo de la purificación y las cosas más profundas son removidas del lugar en el que se encontraban.
Por eso, hijos, la derrota de una fracción del mal implica muchas consecuencias posteriores, las que permiten transformarlo todo.
Todo lo que sucede en este tiempo, como todo lo que la consciencia recibe, es parte de un misterioso destino que se abre ante sus ojos para poder reconocerlo.
Ha llegado la hora de responder a las necesidades de la luz, ya que el mundo, en su propio hipnotismo, no puede despertar al llamado de una evolución sin límites.
Será necesario cumplir con la parte que nos corresponde. Solo eso ya aliviará muchas cosas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando el viento del Espíritu de Dios sopla sobre el mundo, remueve las capas que ocultan los abismos, las miserias, las mentiras y los egoísmos de los hombres. Todo parece estar en caos y en desasosiego, pero la Presencia Divina viene para renovar y limpiar a la Tierra.
Cuando el Espíritu de Dios sopla dentro de los seres, expulsa de su interior lo que no corresponde a la Voluntad Divina. Todo se mueve, todo parece estar en inquietud y desasosiego, pero Yo les digo, hijos, que es el Espíritu de Dios removiendo de sus mundos internos las impurezas y las miserias que estaban ocultas, incluso para sus propios ojos.
Cuando el Espíritu de Dios sopla sobre el mundo y dentro de los seres, no vean solo al viento y no se lamenten por lo que él remueve de lugar. Permitan que sople, mueva y transforme; abran las puertas y las ventanas de la casa de este mundo y dejen que el Espíritu de Dios los limpie por dentro y por fuera.
Este es el tiempo de que el Espíritu de Dios llegue al mundo con fuego, con viento, con lluvias de gracias y de purificaciones. No miren el lodo, sino la perla que se revela cuando él es retirado de la consciencia humana.
Vean el Propósito, ténganlo siempre por encima de los acontecimientos de este mundo y no confundirán con un castigo lo que Dios les envía para transformarlos y retirarlos del estancamiento y de la inercia humana.
El Espíritu de Dios vendrá con el fuego, con el viento para limpiar y renovar, para incendiar y retirar de la oscuridad y de la ignorancia a los tibios que solo apuntan a los errores ajenos y a los errores del mundo, pero que no perciben el propio adormecimiento.
Hijos Míos, todos ustedes son partes vivas del Corazón de Dios, principios de perfección nacidos de la Fuente más sublime del Universo. Pero, como las perlas perdidas en los pantanos de la Tierra, la perfección se escondió dentro de ustedes, y en estos tiempos, la purificación del planeta no es más que la venida del Espíritu de Dios para rescatar esas perlas perdidas del Collar Celestial.
Por eso, no miren el lodo y no teman al viento, al fuego o a la lluvia que lava el mundo. Miren hacia la fortaleza que nace de la superación de las dificultades. Miren hacia la humildad que nace en el corazón que ve su orgullo derrotado y sus ilusiones puestas en el suelo por la Gracia del despertar.
Miren hacia la fe que nace en el corazón de los que confían sin comprender y caminan sin ver adónde van a llegar. Dirijan sus ojos hacia el Triunfo de Dios que se diseña en lo desconocido y en lo imprevisible de sus corazones.
El Espíritu de Dios viene para devolver lo sagrado de sus espíritus, para que en el Retorno de Mi Hijo, sus esencias sean la mayor oferta de amor que pueden hacer al Redentor de sus almas.
Y, derrotados, rendidos y humillados por la Presencia Divina, vean surgir en sus pechos lo que los eleva, lo que hace renacer y resucitar a sus pequeños espíritus, de la muerte a la vida.
Déjense soplar, quemar y lavar. Permitan que el Espíritu de Dios, que llega al mundo, transforme sus vidas y las renueve para una nueva y pura etapa de la evolución, de verdadero retorno al Corazón de Dios.
Cuando se desilusionen de las alegrías del mundo, conocerán el júbilo celestial de unirse al Padre.
Yo los bendigo y los renuevo bajo la Presencia del Espíritu de Dios, que viene para transformarlos.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Mientras Aurora, como Centro de Amor, abre las puertas a la cura interior, por otra parte, las almas más oprimidas reciben la oportunidad de la redención y del perdón.
Por eso Aurora, como Centro Sagrado, les ofrece a los corazones la Gracia de liberarlos de las prisiones y de las cadenas del mal.
Aurora se abre como un gran Espejo de Luz y le muestra a la humanidad su potente Principio de Cura planetaria.
En este sentido, un alma presente en Aurora es un alma que acelera los pasos de su purificación y Aurora, como Reino de Amor Superior, acompaña que esa cura profunda pueda concretarse y tornarse consciente para el ser.
Aurora es ese Espejo curador capaz de disolver las deudas que el alma haya adquirido.
Para eso, Aurora, como misión, lleva adelante la tarea de la redención de las almas por medio de su Rayo de Liberación y de su Rayo de Amor. Eso permite que los corazones que contactan Aurora se sientan renovados y, así, todo comienza a regenerarse desde el principio.
La consciencia humana que se une a Aurora vive un antes y un después, para alcanzar, al fin, su libertad interior de las cadenas contrarias a la vida.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como un Ave de Luz penetro en los espacios más profundos de la consciencia humana para poder transformarla. En ese lugar derramo la Gracia que emana de los Rayos de Mis Alas, para que Mis hijos se reencuentren con el Padre Celestial.
Allí todo es removido, para que las almas estén libres del cautiverio y de las prisiones de la vida.
El Ave de Luz ingresa en lo profundo de la consciencia para mostrarle al ser humano el tiempo y el momento de su purificación. En todo ese camino, el Ave de Luz disipa y disuelve los abismos de la consciencia, para que los seres de la superficie de la Tierra puedan reencontrar el camino espiritual que los lleva a ingresar en la paz.
Podría ser doloroso desterrar y romper con viejas estructuras, por eso el Ave de Luz ingresa en los espacios de la consciencia profunda, para no dejar ningún rincón oculto dentro del ser, sino que todo sea revelado para que pase por la transformación.
Mientras oran, el Ave de Luz puede llegar a lo más profundo y desconocido; mientras oran y tienen fe, la tarea de su Madre Celeste puede ampliarse.
De esa forma, llegará el día en el que ya no existirán, en Mis hijos, todos los atavismos y reinará la sagrada energía divina del Amor, la que nutrirá al espíritu con un eterno gozo, en una espléndida vida unida al Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Eleva tu corazón al Cielo mientras estés en esta Tierra, para que por la oración puedas estar cerca de Dios y, a pesar de lo que creas o no estar purificando, sepas que la hora de la rendición ha llegado.
Sostén tu vida con base en las expresiones de los grados de amor, así permitirás que en ti florezcan los verdaderos principios crísticos.
Hijo, esta vida es un camino lleno de desafíos y de trascendencias; cuando tan solo consigues dar un paso en dirección a la Verdad, tu alma se libera de las cadenas del orgullo y de la mentira.
Traspasa la dura cáscara de la indiferencia con la fuerza del amor y el ímpetu del servicio, así sabrás que dentro de ti existe un universo que aún desconoces.
Abre la puerta correcta con la llave correcta. Que tu espíritu hoy sea imantado de un coraje capaz de ayudarte a trascender barreras y a superar las pruebas de tu propia consciencia.
Comienza dando el primer paso hacia la rendición, y el viejo hombre que vive y actúa a través de tu mente y de tus acciones perderá fuerza, ya que dejarás que el Rayo de la Redención transforme tu ser.
Si quieres cambiar el mundo, comienza primero contigo mismo; sé generoso, eficiente y dónate todo el tiempo, para que delante de ti, el amor del corazón sincero vaya abriendo las puertas en los caminos de la cristificación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María Rosa de la Paz
Querido hijo, querida hija:
Vacía completamente todo tu ser de expectativas, resultados y miedos, porque en este tiempo la hora de la purificación consciente se aproxima.
Vacía todo tu ser de elucubraciones y de ideas maravillosas, para que, buscando el Vacío de Dios, encuentres el universo de la nada, de la entrega y de lo incondicional.
Vacía tu mente de proyectos, de ideales y de cualquier duda, para que cuando estés delante de la Voluntad del Padre, tu consciencia no pierda la oportunidad de lanzarse en plenitud y en confianza al Plan de Dios.
Vacía tu mundo interior de lo que es perfecto o imperfecto, de lo que es débil o tiene solidez o fortaleza espiritual, para que ante cada nueva prueba tu corazón pueda vivir todo en paz.
Vacíate sin miedo, vacíate, para que pueda surgir en ti la semilla poderosa de la humildad y de la renuncia, y así, en cada nuevo aprendizaje puedas estar libre de ti.
Tienes que vaciarte completamente de ti para que puedas escuchar las enseñanzas y las correcciones que llegarán a tu camino a fin de moldear tu espíritu y de transformar en tu consciencia todo lo que es arcaico.
Vacíate y solo di "sí" a la Creación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi amado Hijo también fue negado y Su semblante de paz y de entrega nunca cambió.
Él soportó todo sin reclamar nada porque sabía que la Victoria de Dios estaba cerca.
Sus más grandes padecimientos fueron vividos con una gran humildad. Sus más terribles dolores fueron vividos con una gran entrega.
Hasta ese momento, nadie había comprendido al Nazareno, solo hasta que de Su Costado brotó Sangre y Agua y la Misericordia redentora de Dios se hizo presente en aquel tiempo.
La Sangre de Cristo, vertida en la tierra, significó la reparación. El Agua de Cristo, vertida en la tierra, significó la purificación de todo el género humano.
Recién después de todo lo que Él vivió por el mundo, silenciosamente, fue reconocido, después de que el mal más terrible fue transformado por Él, y el corazón del hombre fue liberado de la mayor ira de todos los tiempos.
Si en este momento estás siendo negado, repudiado o rechazado; recuerda, todos los días, a Aquel Corazón de carne y sangre que murió por ti para liberarte del pecado y que Su Misericordia fue mayor que todos los pecados cometidos en el mundo.
Recuerda que, sin amor, sin compasión, sin Misericordia esta humanidad no podrá vivir. Redobla tus esfuerzos, redobla tus sacrificios y vive cada etapa como la Victoria de Dios y de Su Proyecto; porque al final los humildes serán coronados, los poderosos perderán su trono y este planeta sobrevivirá a toda su agonía porque el Retorno de Cristo está cerca, solo basta creerlo y confirmarlo dentro de sí.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Y ahora, que tus pies descalzos como los Míos caminen en dirección al Portal de la Renovación y que, antes de atravesarlo, todo lo viejo se disuelva en ti para que, una vez que lo hayas cruzado tu corazón espejo y tu alma capten y sientan los impulsos de unión con la vida universal.
A partir del nuevo tiempo y después de haber atravesado el Portal de la Renovación, que tu esencia, tu vida y tu consciencia participen de los impulsos divinos que emanarán Nuestros Sagrados y Eternos Corazones, a fin de que se establezca la nueva y renovada consciencia en ti, para que el pasado y toda experiencia se purifiquen, y tu alma, que es inmaterial e interna, pueda alzar vuelo bien alto para unirse al Creador de todo lo que existe y de todo lo que resuena dentro de este universo.
Que tu consciencia sea la nueva clave redimida, sea esa preciosa nota que compondrá la nueva melodía de la paz y de la redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Ciencia del Amor Superior
Queridos hijos:
Vengo de una dimensión que desconocen, de un Universo Divino, en el cual jamás estuvieron como criaturas materiales, sino solo como una parte única de la Consciencia del Padre, antes que sus vidas se manifestaran. Y fue allí, en el origen de su existencia, que experimentaron y sintieron la Ciencia del verdadero Amor Superior.
Hoy les hablo del Amor que proviene del Corazón de Dios, Amor que trasciende todo lo que ya fue experimentado por Sus criaturas en este Universo y en todos los otros.
Con Mi Verbo Divino y Celestial vengo para hacerles sentir eso que está oculto, escondido, dentro de sus corazones.
Hoy traigo en Mis Manos las siete llaves que abren las puertas de sus pechos y que, así, los colocan delante de una realidad desconocida, a pesar de tratarse de algo, hijos, que está dentro de cada uno de ustedes.
Hoy quiero enseñarles la Ciencia del Amor Superior, que, en verdad, es la ciencia del retorno al Corazón de Dios. El camino que deben comenzar a recorrer aún en esta vida, para que, cruzando los portales de la Eternidad, encuentren un espacio seguro, en donde podrán dar continuidad a su propia redención.
La Ciencia del Amor Superior comienza a ser vivida cuando el ser emite su “sí” al Universo, reconociendo su limitada condición humana y su gran necesidad de Dios.
Es allí, hijos, en donde surge en el interior el Principio de la humildad que, poco a poco, derriba la falsa fortaleza de la arrogancia, de la soberbia y del orgullo humano.
Antes de reconocerse pequeños y pobres, con la sinceridad del corazón, no hay cómo darle lugar para que este Amor Superior se desarrolle dentro de ustedes.
Cuando el ser se reconoce miserable, es capaz de buscar la cura de sus miserias en el servicio, en el perdón de sus fallas y de las fallas cometidas por sus hermanos. Porque al reconocer sus imperfecciones y al dejar nacer en el propio interior el Principio de la humildad, por menor que este sea, el ser puede comprender también la imperfección y la miseria ajenas.
Cuanto más sirvan y descubran dentro de ustedes el espíritu de la abnegación, más vivirán en la Ciencia del Amor Superior y dejarán que la química universal se realice en sus espíritus y, sobre todo, en sus personalidades, que tantas veces impiden su caminar hacia el retorno al Origen.
Descubran en este camino el poder de la oración, la oración desinteresada, que no busca otra cosa, sino la redención del mundo.
Dejen que sus ansias por conseguir esto o aquello se conviertan en una posibilidad de unión con el Verbo Divino, por la redención de la vida, por el perdón de los errores humanos, que no comenzaron en este mundo.
Poco a poco, descubrirán que las raíces de sus miserias no solo se encuentran en lo que conocen de ustedes mismos, sino que se adentran en misterios de la consciencia humana que les parecen inalcanzables.
Pero cuando lleguen a ese momento, cuando les parezca imposible curarse, porque escapa de sus posibilidades de comprensión, es allí, hijos Míos, que Dios les dará a conocer algo más sobre ustedes mismos, algo más allá de sus miserias e imperfecciones.
Ese es el Amor Superior, que también está más allá de lo que conocen de este mundo y, al mismo tiempo, tiene como morada lo profundo de sus corazones. Lugar que hoy les es oculto y que no conocen, aunque piensen que saben amar.
Cuando el ser va revelando sus miserias y derrumbando las barreras de su ignorancia, es que la Ciencia del Amor Superior se revela, porque se tornan mansos y humildes, delante de Aquel que es el único que les puede ayudar: Dios Altísimo.
El Creador, entonces, los fortalecerá y los animará a ir más allá, a unirse a Su Espíritu y a la Vida Universal.
Y a encontrar en el verdadero sentido de la existencia de la Tierra, su fortaleza, no solo para vivir la propia purificación y la purificación del planeta, sino para dar testimonio en el Universo de la redención de sus espíritus.
Todo lo que les digo hoy, hijos Míos, es para que se levanten del abismo de la ignorancia y de la resistencia, y se abran a la vivencia del Amor Superior.
De esta forma, los conduciré al despertar de verdades mayores y descubrirán que hoy, no solo hablé con sus almas y con sus corazones; hablé con sus espíritus, con sus antiguos Guerreros y Comandantes universales, con sus esencias, y con eso que desconocen y que proviene de Dios, para despertar hoy en sus vidas la Ciencia del Amor Superior.
Anímense a comprender lo que les digo con la propia experiencia. Den un paso en la confianza y en la fe, en el servicio y en la abnegación, en la redención y en la purificación de sus miserias, y vivan la Ciencia del Amor Superior.
Yo los bendigo y los guío por este camino, y les agradezco por venir a Mi encuentro y por confiar en que, a partir de hoy, sus vidas jamás serán las mismas.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La misión que ya cambió
Queridos hijos:
El día 13 de octubre, mientras su Madre Celeste estaba visitando a Sus hijos de Argentina en el Centro Mariano del Espíritu Santo, Mi Voz de Madre les recordó a todos la importancia de la concreción de esta misión; sobre todo de la segunda parte de la misión que corresponde a la nación de Chile.
Se vieron los esfuerzos que, por ejemplo, Mis hijos de Argentina hasta el día de hoy realizaron, eso es lo que ha permitido que esta sagrada misión, integrada por todos los orantes, pudiera llegar hasta la ciudad de Mendoza.
La importancia de la concreción de la tarea espiritual de los Mensajeros Divinos con las naciones y la colaboración consciente de los que participan directa o indirectamente de esta Obra de amor, permiten generar las bases necesarias para que el Plan previsto para cada nación, como para cada parte de la humanidad, se pueda cumplir y, especialmente, ciertos acontecimientos catastróficos sean impedidos.
Así, las almas, con un poco más de tiempo material, pueden meditar y revertir sus errores, recorriendo, a partir de este ciclo, la senda de la redención que Mi Hijo ofrece.
La concreción de una misión divina como la de Chile incluye muchos factores, algunos a favor y la mayoría en contra, ya que dicha nación, en los últimos tiempos, no ha sido receptiva a los cambios espirituales e internos que necesita vivir.
Ese es el motivo por el cual Chile, como país, ha enfrentado procesos de purificación a través de terremotos, tsunamis, sismos y recientemente por medio de gravísimos incendios.
En el año 1981, su Madre Celeste se presentó como la Dama Blanca de la Paz, en Peñablanca, Chile, con el fin de detener los graves errores de la dictadura y de los desaparecidos, lo que se volvió un proceso regional de todo el Cono Sur, promovido y planificado por dicha nación.
En ese sentido, la deuda espiritual adquirida por Chile es, en este momento, impagable.
Es así que el Dios Misericordioso y Compasivo decidió arriesgar esta misión peregrina por Chile para intentar por todos los medios que esa nación tenga una oportunidad.
Como en los últimos meses el apoyo y la colaboración para esta peregrinación ha llegado de parte de muy pocos corazones donadores, la misión por la Argentina, en esta última fase, comenzó a sentir la falta de medios y de recursos para poder continuar.
Cuando la Divinidad presenta el programa de una peregrinación significa, en una primera instancia, una aspiración que la humanidad más despierta es llamada para ayudar a concretar, como es el caso de Santiago, de Valdivia y de Punta Arenas.
Pero como esa aspiración hasta el momento no se ha manifestado totalmente, hoy, como Madre e Intercesora de las justas causas del Cielo, Me veo en el deber y en el compromiso de anunciarles que la peregrinación cumplirá la mitad del programa previsto.
De todas formas, con los pocos recursos recibidos deberemos llegar a Santiago de Chile, para que, sí o sí, Chile reciba al menos una parte de toda la Gracia, de la Redención y de la Misericordia previstas.
Para que eso sea posible hoy vengo a pedirle al mundo que por lo menos ayude a su Madre Celeste a llevar esa misión adelante en tres lugares que he escogido para tal fin. Estos son: Santiago, los días 24 y 25 de octubre, Viña del Mar, el día 28 de octubre y Valparaíso, los días 5 y 6 de noviembre con la Maratón de la Oración.
Estos lugares escogidos por Mi Corazón son relativamente cercanos y están dentro de la posibilidad de los recursos recibidos.
De todas formas, queridos hijos, la ayuda para que todo esto suceda será imprescindible.
Quedará en la aspiración de su Madre Celeste la próxima visita a Valdivia y a Punta Arenas en la esperanza de que, en otro ciclo, sus consciencias ya estén en otro punto del despertar.
Agradezco la compañía de todos Mis hijos y nuevamente agradezco los amorosos esfuerzos.
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy, los llevo a todos en Mis brazos, así como llevé a Jesús al Templo.
Hoy, los entrego a Dios para que sus vidas sean purificadas, redimidas y colmadas por el Sagrado Espíritu del Creador.
En aquel tiempo, en la Presentación de Jesús en el Templo, el sagrado y pequeño Hijo fue el mediador primordial para que a la humanidad le fuera reintegrada la filiación espiritual que había perdido por sus errores.
La Presentación de Jesús en el Templo significó el momento culminante en el que la humanidad, por intermedio de la Presencia del Divino Hijo, fue retirada de los grandes abismos en los cuales, por diferentes circunstancias, se había colocado.
Esa Presentación del Niño Jesús en el Templo también significó para su Madre Celeste el despojamiento de Su Hijo a fin de que, a partir de ese momento, Mi materno Corazón se preparara para asumir a la humanidad hasta el fin de los tiempos.
En ese acontecimiento de la Presentación del pequeño Niño Jesús, el Padre le concedió, tanto a Su Primogénito como a Su Sierva incansable, la autoridad divina de la intercesión absoluta por todos los que Ellos pudieran pedir.
La entrega de Jesús en los Brazos del Padre Eterno representó para la humanidad la renovación de los dones de la fe, de la confianza y de la unidad con la Fuente Divina.
La Presentación del Niño Jesús en el Templo fue el primer símbolo de la derrota y de la destitución del paganismo de la época por la concepción del único y verdadero Dios, Adonai.
Fue así, que la Presentación del Niño en el Templo le dio al mundo la oportunidad de reconocernos hijos de Dios y de que la filiación de cada ser pueda ser construida con dignidad.
Eso significa que el Niño Jesús fue presentado en el Templo para revelarle al mundo el Dios Misericordioso y Justo, y para revertir el concepto doctrinal de un Dios de intensa Justicia y de irreprochable Ley.
El Niño Jesús permitió restablecer, en aquel tiempo, la filiación entre las almas y Dios. A partir de entonces, Él renovó los tiempos por medio de Su sacrificio en los momentos siguientes, Su Pasión y Muerte.
Presentar al Divino Hijo en el Templo del Creador significó recordarle al mundo nuestro universo interior y la existencia que él guarda, a fin de aportar a esta humanidad las verdaderas virtudes divinas que Dios concibió en el origen de cada esencia, así como en el surgimiento espiritual de cada alma.
La Presentación de Jesús en el Templo permitió reconstruir, en el plano espiritual de la consciencia humana, ese templo interno que es transgredido por las propias acciones.
El pequeño Jesús recuperó, para el hombre de superficie, el principio de la filiación espiritual con el Creador y Su Fuente Purísima.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Gran Milagro del Sol
Hace cien años, en la Cova da Iria, en Fátima, Portugal, sucedió la última y definitiva Aparición de la Madre de Dios, la que trajo para el mundo el fin de una terrible guerra y un prolongado período de paz. En aquel tiempo, la humanidad estaba al borde de su propia perdición.
Aunque el mensaje de Fátima haya sido claro y contundente con la revelación de los tres secretos de Fátima, la Santísima Madre advirtió a Sus hijos que era urgente e inmediata una verdadera penitencia, ya que el arrepentimiento de los corazones concedería al mundo una significativa expiación.
El Milagro del Sol, o el llamado fenómeno estelar, fue el acontecimiento culminante cuando, el 13 de octubre de 1917, este Universo local, del cual este planeta forma parte, vivió un corte en el tiempo y en el espacio.
El Milagro del Sol, o fenómeno estelar, consistió en movilizar a grandes consciencias del Universo Material y a Regentes Cósmicos que permitieran, a nivel planetario, poner fin al ciclo interminable del asedio, de la destrucción y de la conquista en que la humanidad estaba inmersa por la Primera Guerra Mundial.
Este fenómeno, comprendido por la humanidad como el giro constante y aleatorio del Sol, significó la reunión de ciertas corrientes cósmicas del Universo Material, que tienen sus bases en el Sol Central de esta galaxia.
Quisiera, queridos hijos, que ustedes comprendieran que de no haber existido durante el 13 de octubre de 1917 esta intervención evolutiva del Universo Mayor, la humanidad ya se hubiera autodestruido.
Fue necesario, a nivel universal y divino, llevar adelante este movimiento de los elementos solares y estelares del Universo.
Eso permitió detener en el planeta y en su humanidad la idea de una conquista y de un poder desmedidos, que llevaría al desarrollo de otros acontecimientos.
El Milagro del Sol, o el fenómeno estelar, limpió y purificó el psíquico de todo el planeta en menos de quince minutos, tiempo en que los elementos solares y estelares, que fueron operados por los Regentes del Universo, desvanecieron del éter de la Tierra una gran cantidad de registros de sufrimiento y de muerte que habían sido generados.
El milagro global del Sol, con la reunión de Ángeles y Jerarquías, a pesar de haber tenido su epicentro en Fátima, abrazó a todo el planeta aliviándolo de su cadena de grandes errores humanos y terrestres.
El 13 de octubre de 1917 fue el cierre de la misión que su Madre Celeste vino a desempeñar durante seis meses seguidos, en los que la humanidad fue preparada para vivir el Milagro del Sol.
A pesar de que la Santísima Madre había anunciado que de no haber un verdadero arrepentimiento podría venir una segunda guerra peor a la sucedida, la humanidad pudo conocer, después de la bomba atómica, que era capaz de autodestruirse y hacerse daños irreversibles a sí misma, aun en estos tiempos actuales.
Por eso, este 13 de octubre de 2017, después de 100 años de Mis Apariciones en Fátima, su Madre Celeste viene para rogarle al mundo que no se olvide de vivir un profundo y verdadero arrepentimiento, porque esa falta de penitencia en los seres humanos de hoy está llevando a generar ideas y proyectos de guerras peores a las ya sucedidas; está llevando a querer destruir la vida y la evolución de los Reinos de la Naturaleza como ya viene sucediendo en los últimos 50 años, y está llevando a perder la lógica y el discernimiento de los seres humanos que dirigen y gobiernan este planeta.
Vengo para pedir el arrepentimiento de corazón, para que recuerden que existe un solo Dios presente en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; vengo para pedir que no olviden de ser considerados, misericordiosos y fraternos los unos para con los otros; vengo para pedir que proclamen su fe en la existencia infinita de la Iglesia Celestial de Cristo; vengo para pedir que den ejemplos entre ustedes de igualdad, de compasión, de amor y de respeto, ya que, después de todas las ayudas recibidas, la humanidad continúa lastimándose a sí misma de formas nunca antes vistas.
Como la Señora del Santísimo Rosario les recuerdo, queridos hijos, que recen todos los días un Misterio del Rosario y que ya no se engañen más a ustedes mismos cambiando esta importante oración por las tecnologías o por sus constantes problemas.
Háganlo de corazón y verán los poderosos resultados de esta herramienta espiritual que les proporcionará la paz y la cura espiritual de sus vidas.
Si al menos solo algunos cumplieran todos estos pedidos, Yo podré seguir intercediendo ante el Padre Celestial a pesar de que la balanza esté en una gran desigualdad. Iré incansablemente al encuentro de todos Mis hijos y los podré ayudar, uno a uno.
Si la humanidad no reza y no se detiene a pensar antes de actuar impulsivamente, una crisis peor abrazará al planeta y, como hasta los días de hoy, vidas inocentes pagarán injustamente por los otros.
Para evitar todo eso, vengo a pedir nuevamente la consagración de sus vidas y hogares del mundo a Mi Materno e Inmaculado Corazón, así triunfaré pudiendo vivir entre ustedes de forma verdadera y solemne.
¡Les agradezco por responder a este importante llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Mientras algunas almas se juegan la vida y la evolución por este planeta, Mi Corazón viene para protegerlas y ampararlas dentro de este ciclo de Armagedón.
Todo lo que vivan en este momento será parte de la batalla, y al mismo tiempo, de la preparación interior para lo que ha de venir después a este mundo.
Mientras tanto, no permitan que sus aspiraciones de servir plenamente a Cristo se desvanezcan, no permitan que la aspiración de alcanzar la redención también se desvanezca.
Sigan remando junto Conmigo hasta que podamos encontrar buen puerto dentro de este naufragio espiritual que está enfrentando el planeta.
Continúen viviendo la purificación del corazón, la trascendencia de los sentimientos que forman parte de la degeneración humana de estos tiempos.
Suceda lo que suceda, nunca pierdan la gran capacidad de amar y de servir, porque les aseguro que algún día serán libres de las amarras y de las cadenas que desde hace siglos han dejado presas a muchas almas.
Estoy con ustedes, en la alegría así como en las pruebas. Soy maternalmente inseparable de los nuevos apóstoles de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más