APARICIÓN RESERVADA DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Cuando te aquietas puedes mirar adentro de ti y saber, verdaderamente, qué es lo que sucede.

Este no es solo un trabajo de reflexión y de meditación, sino una búsqueda incesante del conocimiento y de la realidad.

En este momento, volverse hacia adentro de sí es sintonizarse con los mundos internos, es saber descubrir la verdad que está más allá de lo concreto, es encontrar la vida del espíritu y en el espíritu ingresar a través de las puertas hacia el cosmos.

Saber lo que sucede dentro de ti es muy importante, porque el universo te revelará lo que tanto espera. El esfuerzo de hacerlo es permanente, pero las respuestas llegarán de tiempo en tiempo. 

¿Por qué hoy te digo esto? 

Porque las almas hoy no miran hacia adentro de sí, sino hacia afuera de sí; y muchas de las experiencias que viven en esta Tierra podrían ser aliviadas y tal vez no sería necesario transitar por ciertas pruebas.

La apertura al mundo interior es fundamental en este tiempo, porque el mundo consciente tiene que llegar a descubrir la verdad para poder comprenderla y después aceptarla. 

El camino crístico está fundamentado en la búsqueda incesante de la realidad dentro de sí, no como algo personal ni tampoco como algo grupal; es una actividad inteligente, muy interna, que le permite al alma saber en qué momento se encuentra y cuál será su próximo paso.                      

Saber lo que sucede dentro de ti es tener consciencia de lo que hay que transformar y corregir, dónde debe estar tu atención y tu vigilancia para que nada te sorprenda.

La búsqueda incesante del conocimiento dentro de ti te traerá muchas respuestas, y también claridad para saber cuál será el próximo paso. 

En los mundos internos se encuentra la Jerarquía, allí está el epicentro principal de todas sus actividades y obras. 

Nada externo podría estar fundamentado o materializado si no existiera un conocimiento interno, una búsqueda permanente de la verdad y de la realidad para poder conocerlas.

Dios escribe en los mundos internos a través de intuiciones, de percepciones y de sentimientos.

En esta búsqueda incesante de la Verdad, la mente solo tiene que colaborar y no interferir; porque lo que hay en los mundos internos de las almas es muy valioso, pero también desconocido. 

Es allí, en esa búsqueda, en esa aspiración, en ese trabajo continuo que encontrarán la sabiduría interna para este momento crucial de la humanidad, en el que las respuestas externas no son claras y desvían a las almas del camino del Propósito. 

A medida que se aproxima el fin de los tiempos, también aumentan los impulsos humanos que llevan a las almas a tomar una decisión de vida definitiva, sin sabiduría ni discernimiento. Esto trae como consecuencia aprendizajes innecesarios, sufrimientos innecesarios, experiencias que no están previstas, solo porque desde punto de vista externo el alma quiere vivir su propia voluntad. 

Desprenderse de aquello de lo que uno cree tener poder, control, autoridad o soberanía, es un trabajo eterno que lleva a la consciencia, a la propia alma, a encontrar en sus niveles internos todo aquello de lo que se deberá despojar paulatinamente. Y en esa búsqueda incesante del conocimiento interno podrá tener las llaves que necesita para resolver sus experiencias inconclusas, pero también las marcas del sufrimiento. 

Cuando las almas se vuelvan hacia dentro de sí, no como algo personal e individualista, sino para encontrar la verdad que Dios guarda en cada corazón humano, el mundo comenzará a cambiar. Mientras eso no suceda, el mundo seguirá sufriendo, y eso aumentará. 

En esta escuela del planeta Tierra, a las almas les corresponde la mayor parte en el camino de la transmutación, de la purificación y de la redención; porque al no cumplirse las Leyes no existe equilibrio ni armonía. La purificación los coloca, poco a poco, dentro de la Ley, de la cual alguna vez se apartaron.

Las Leyes del universo existen no solo para guiar a la manifestación de la Creación, sino también para orientar a los mundos internos, en los que en verdad, se debe concretar la experiencia de la vida crística, sin teorías ni ilusiones, de una verdadera vida crística basada en el bien común, en la fraternidad, en el amor y en la Misericordia. 

Pensar en los atributos, en el día a día, permite ayudar a que los mundos internos de las almas se fortalezcan, y a pesar de lo que suceda en el mundo externo, en la adversidad o en la oscuridad, las almas no perecerán.

Pero la plataforma fundamental de sus vidas debe ser la confianza en Mi Presencia. En esa confianza Yo puedo depositar los principios, leyes y atributos que, de tiempo en tiempo, necesitan para que sus vidas se santifiquen, para que sus misiones se cumplan en este tiempo. 

El servicio para con el universo no es personal, sino universal. Esta pautado en la unión fraterna de muchas consciencias internas que, en los diferentes planos de consciencia, colaboran e impulsan Mi Plan. 

Es así, que una gran red de Amor, de Luz y de Misericordia se manifiesta en los diferentes planos de consciencia, desde la vida inmaterial hasta la vida material; y es con esa red de unión de consciencias en el Propósito que ustedes deben unirse en este tiempo.

Así podrán salir de lo superficial y de lo indiferente. No serán abrazados por el odio, por la intolerancia, por la rabia, por la indignación, sino que desde sus mundos internos al igual que muchos seres internos en el universo, serán constructores del Plan del Retorno de Cristo.

Porque la gran construcción interna de Mi Retorno es la más importante, es allí en donde todo se dará y se realizará, es en ese estado de consciencia en donde nacerá la Nueva Humanidad.

Una verdadera respuesta, interna, de sabiduría, llega a través de la quietud y no de la aprensión, tengan esto presente en el momento de tomar decisiones.

La Luz del Universo puede guiar a todas las formas y consciencias, la Luz del Universo les entregará lo que estrictamente necesitan sin desperdiciar su Principio Divino.

Si la búsqueda de los mundos internos se detiene, el planeta no lo soportará. Es en los mundos internos en donde todo se comprende y se acepta, en donde todos son iguales como consciencias y espíritus. Porque es allí, en donde todos pueden reconocer su origen en la Fuente y volver al punto inicial, al principio, a la Matriz que los creó en tiempos pasados, cuando aún eran esencias, cuando aún eran parte de la Luz de la Fuente y de la Sabiduría.

Sus experiencias en los mundos internos deben recrear a la Creación para que existan mayores oportunidades en el Plan de salvación de la humanidad y de redención de las almas, en donde la poderosa Fuente de la Misericordia pueda enmendar, reparar y curar a todas las vidas, a todas las consciencias, aunque no lo merezcan.

Mi Consciencia retornará primero a los mundos internos, en donde en lo invisible y en lo aparentemente imperceptible está la verdad de la realización de Mi Obra Redentora.

Desde allí Yo impulsaré el despertar de los Nuevos Cristos, los que, a pesar de sus diferencias y formas de vida, serán colocados a los pies del Sagrado Propósito para cumplir la última Aspiración de Dios: volver a ver a la humanidad en el principio de su origen. Así su historia pesada y traumática se disolverá al actuar la Ley Divina.

Sepan que en lo externo ya no encontrarán la respuesta o la guía que necesitan. Sepan que en lo externo ya no encontrarán aliados para sus ideales o creencias, para sus críticas o juicios de valor.

Quien no se vuelva hacia su mundo interno no soportará la última etapa del fin de los tiempos, porque a medida que pasa el tiempo, el fuego del universo seguirá descendiendo con un voltaje cada vez mayor y removerá las partículas corruptas y malignas de la humanidad para liberarla para siempre.

En los mundos internos ustedes encontrarán el equilibrio, la armonía y principalmente la paz; y podrán ser Mis grandes colaboradores para que otras almas aprendan, a través de ustedes, a soportar el tiempo final.

A medida que el Sol Central expande su corriente de Luz en el universo, también expandirá su presión atómico-molecular, física, eléctrica y magnética; y todo lo que forma parte de la vida, como ustedes, sentirá ese movimiento.

Quien no haya construido su mundo interno, lo haya buscado, reconocido y reverenciado, padecerá las consecuencias del movimiento del universo.

Para que un nuevo ciclo llegue, el actual ciclo debe ser purificado y extirpado en todos los planos de consciencia.

Las energías solares no son ofensivas ni transgresoras, son corrientes del propio universo que regeneran la vida y corrigen lo que ha quedado torcido y fuera de la Ley.

Aún queda muy poco tiempo para trabajar con los mundos internos. Este es el momento culminante, esta es la hora de despertar y no de reclamar, es la hora de la madurez interna, es la hora de corresponder y de seguir el Plan.

Si algún día se sienten cerrados internamente, trabajen para abrirse internamente. Tienen el instrumento de la oración y de la voz para abrir las puertas del universo y para que la ayuda descienda.

Solo les pido que no se sientan víctimas ni se hagan las víctimas; que cada uno, en Mi Nombre, asuma su responsabilidad y sus errores, y los corrija, porque aún la puerta de Mi Misericordia está abierta para auxiliarlos.

Un verdadero mundo interno es aquel que, más allá de sus imperfecciones, busca la transparencia. No es falso, busca la verdad y la intenta reflejar. No es mentiroso, busca el servicio para aprender a sacrificarse. No es traidor, busca la fidelidad para aprender a amar a Dios.

Que el Señor los proteja, que la Luz de la Fuente los impulse a encontrar en sus mundos internos la verdad y el conocimiento, porque los necesitarán. Tienen que aprender a reconocer la realidad más allá de lo que es aparente, su percepción se debe ampliar.

Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 82.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy necesito que coloquen en consideración todo lo que hice en este lugar y en otros lugares del mundo, porque todo lo que sucedió tuvo un propósito mayor y desconocido para gran parte del mundo.

Colocando su consciencia en el sentido de lo que Yo quise hacer, sus comprensiones, su conocimiento y hasta su sabiduría, no se limitarán a la mente, sino al alma que es la que recibe el impulso de Mi misericordioso Corazón.

No habría otra forma de que Yo llegue al mundo, en este ciclo, para anunciar a la humanidad Mi Retorno. Pero aún nadie sabe cómo eso sucederá y lo que acontecerá en la hora en la que Yo retorne.

A través de los años Yo les di algunos ejemplos, pero depende de cada uno de ustedes profundizar en el sentido espiritual de ese acontecimiento.

¿Acaso Mi Retorno no sería parte de este acontecimiento actual? ¿Quién lo podría censurar? ¿Por qué razón habría que hacer eso? ¿Quién tiene la autoridad, el Padre o los hombres?

Así como Yo les hablo, en este momento, es como Yo hablé en el templo y en muchos lugares de Tierra Santa, para que las almas aprendieran correctamente lo que estaba sucediendo con la Presencia de su Maestro y Señor en aquellos tiempos.

Pero este tiempo es diferente. La humanidad es muy influenciada, el mensaje es modificado, usurpado e interferido, y las almas caen en esos grandes agujeros de inconsciencia e ignorancia; pero la Palabra de Dios es irrefutable, sobre todo, cuando ella desciende con poder y autoridad.

Yo vengo aquí a anunciarles la Palabra de Dios y ninguna otra cosa.

No soy el Cristo de la nueva era, soy el Cristo del ayer y de hoy, el Señor del eterno presente. He dado testimonio de Mi Presencia a través de los tiempos no solo dentro de Mi Iglesia, sino también fuera de Mi Iglesia.

¿Acaso la Casa de Mi Padre no es para todos? ¿Quién tendría autoridad para decir lo contrario?

El Poder está en Dios, en el Hijo y en el Espíritu Santo, y es en eso que Yo los invito a creer y a vivir. Así todos serán bautizados por Mi Espíritu, porque cuando Yo regrese al mundo, físicamente, vendré por todos.

¿Qué sentido tendría venir solamente por los cristianos?

El universo se moverá, los elementos se sacudirán y el planeta lo sentirá cuando el Hijo del Hombre retorne al mundo.

Yo vine y vengo por la humanidad, porque les enseño a religarse con Dios, a seguir las enseñanzas del Evangelio, a ser parte de la vivencia de los Sacramentos y a profundizar, día a día, en el sentido de la oración.

¿Eso solamente es para los que Me conocen? ¿Cuál sería la razón de haber muerto por ustedes?

Mi sacrificio fue por la humanidad entera y por todas las generaciones que pasaron por la Tierra hasta el presente. Y ese sacrificio seguirá teniendo valor, poder y autoridad, porque es el Padre que está en los Cielos, el que le da autoridad y poder. Yo soy parte del Padre y el Padre es parte de Mí, y todas Sus criaturas pueden ser parte de Mi Corazón misericordioso.

Mi mensaje es para los que están despiertos y para los que no están despiertos, porque Mi Propósito no es para los entendidos ni los eruditos, es para las almas que son las que deberán seguir viviendo en la eternidad, a Mi lado, para siempre.

Pero si Yo no hablo así para el mundo, la humanidad sigue sumergiéndose en la ignorancia y en la influencia de otros hombres.

Es momento de que comprendan este gran acontecimiento que están viviendo en este lugar y a nivel mundial.

Cuántas almas están siendo llamadas a renovar su fe, su compromiso con Mi Iglesia Celestial y el valor de los Sacramentos, que Yo les enseñé hace mucho tiempo.

Así siempre podrán estar a Mi lado y nadie ni nada los confundirá, porque estarán en Cristo y vivirán por Cristo, siendo celadores de las Enseñanzas que Yo les dejé no solo en el Evangelio, sino a través de este llamado que he reiterado en estos últimos siete años.

Ese valor del Legado que les entregué en estos últimos tiempos, que es parte de la Palabra de Dios para los corazones abiertos, no puede ser despreciado, desmerecido o censurado, porque en verdad, compañeros, nadie conoce la esencia de la Palabra de Dios y el poder transformador que ella tiene cuando llega a los corazones y a la vida de las personas.

El Cielo viene al encuentro de los autoconvocados, no de los que se resisten ni de los que niegan lo que sucede aquí. Cada uno vivirá lo que necesita. Recuerden que su elección es lo que los salvará o los condenará, y eso no depende de ninguna religión ni de ningún movimiento espiritual.

Pero Yo estoy aquí para mostrarles la Verdad. Yo les dije que soy la Verdad, el Camino y la Vida, y ustedes deben reconocerlo en sus corazones y en su unión Conmigo a través del Plan redentor de Mi Padre.

Hay un camino que aún la humanidad no recuperó, que es el camino de la redención. Por esa razón sufrí por ustedes, no solo en la Pasión y en la Cruz, sino en cada momento que estuve aquí entre ustedes anunciando Mi Buena Nueva.

Aún Yo seguiré viniendo al mundo cuanto sea necesario y cuanto lo necesite Mi Padre Celestial. Y eso no será impedido, obstruido o interferido, porque nadie conoce, en ninguna parte de este planeta, lo que significa el Poder y el Deseo de Dios.

Los invito en humildad y reverencia, y en profunda gratitud, a unirse a la Voluntad de Mi Padre, porque Yo soy parte de Su Voluntad. Si eso no fuera así no habría razón y motivo de estar aquí hablándole al mundo, llevando Mi Palabra a los corazones.

Despierten y no se dejen engañar. Muchos lobos circundan Mis Iglesias, y eso ya lo saben. La Iglesia tiene mucho que enmendar por sus hechos y acciones a través de los siglos.

¿Quién lo enmendará?

Por ahora, un solo hombre que ha dado la vida por Mí, no por sus palabras, sino por sus hechos, el santo Padre Francisco. Yo lo coloqué allí para que Me ayude en el momento más difícil de la humanidad y él sabe, en su corazón, que lo que Yo estoy haciendo aquí es cierto, porque infunde verdad de transformación y de redención de las almas, de renovación de la fe y de la unión cada vez más profunda con los Sacramentos.

¿Eso está fuera de la Ley?

Que sus corazones no se llenen de malas palabras, más bien que sus labios se llenen de oraciones, porque lo que ha sucedido aquí a través de los años es justo a los Ojos de Dios. Nadie tiene la autoridad de reprocharlo ni de juzgarlo porque Yo soy el Cristo, Quien lo ha pedido y establecido.

Si quieren saber la verdad, vengan a ver con sus propios ojos y a sentir con sus propios corazones. Las almas que aquí se encuentran han dado la vida por Mí y eso no puede ser ofendido porque estarán fuera de la Ley, y la Ley actuará conforme a sus acciones.

Yo les pedí que se amaran los unos a los otros, pero ustedes aún aman sus propias voluntades, por eso el mundo sufre. Y amarse los unos a los otros no es amar su propia creencia o religión, es amar a la humanidad, a los Reinos de la Naturaleza, a la Creación. No sean más injustos porque Yo ya no podré interceder por ustedes.

Ustedes saben a quiénes les hablo.

No puedo dejar que se engañen a sí mismos. Mi Presencia y Mi Palabra es para el mundo entero, porque cuando llegue el momento más difícil, que día a día se aproxima, en esa hora será en la que los hombres y mujeres de la Tierra, más allá de sus religiones o acciones, recibirán un potentísimo golpe en la consciencia, y cada uno verá delante de sí lo que ha hecho de esta vida. Y en esa hora, tendrán la última Gracia de arrepentirse o de condenarse.

Quisiera ocupar Mi Palabra en lo que verdaderamente le sucede al mundo, cuántas almas en el mundo que son sinceras y verdaderas, cuántos corazones que sienten sin comprender y sin ver, esperan por este momento, cada nuevo mes, para escuchar a su Señor y sacar fuerzas, valentía y esperanza entre tanta maldad y sufrimiento.

Yo los invito a guardar los Mandamientos, a vivirlos y a ejercerlos, pero es tiempo de que sientan y comprendan todo lo que Yo estoy haciendo, porque es por un bien mayor, por el bien del mundo entero, de los que más necesitan, de los que más suplican, de los que se pierden.

Yo los invito a que colaboren con la Obra de su Maestro y Señor, y a que no la censuren. No quiero ver a nuevos fariseos, porque ya los tuve frente a Mis Ojos.

¿Acaso condenarán lo que les estoy diciendo en este tiempo?

Yo sufrí por ustedes, fui fuertemente golpeado, azotado y malherido. Mi Cuerpo y Mi Sangre se derramó en cada paso del Calvario. Y aunque muchas veces sentí que no llegaría al fin o que moriría en el camino, la fidelidad, la obediencia y la transparencia de las santas mujeres y de muchos seguidores Míos, fue lo que Me dio fuerza para continuar, bajo el abrazo maternal de Mi Madre.

Yo necesito esa actitud de ustedes y ninguna otra, porque nunca comprenderán las cosas del Cielo si antes no las aman profundamente.

Amen lo que no está a su alcance y control, amen la Obra de la Misericordia de su Redentor en este tiempo.

Yo vengo a hacer en las naciones, apóstoles y misioneros Míos en el amor, en el servicio y en la oración.

Les dije todo lo que Yo esperaba porque Me lo permitieron.

Ahora los invito a que, ante el Sacramento del Altar, renueven su oferta a Mi Corazón, para que el Espíritu Santo les dé la Gracia del entendimiento y de la ciencia, para que el discernimiento y la sabiduría despierte en ustedes y sus corazones sientan la paz de lo que escuchan y de lo que viven a través de Mi Presencia como el Sagrado y Glorificado Corazón de Jesús.

Traedme aquí el incienso, para elevar este momento y la oferta de este altar a los Pies de Nuestro Creador. Espero que así lo hagan, en este momento, junto a Mí.

Pueden traer el altar.

Invitamos, a los que puedan, a que nos arrodillemos para esta consagración.

Sepan que lo que hice, hace más de dos mil años, y lo que hago en este tiempo, es solo por una razón: el Amor.

“Padre, acepta nuevamente la oferta de Tu Hijo, para que este pan se convierta en el Cuerpo de Cristo. Lo elevo ante Tu Presencia para que lo santifiques y a través de Él, santifiques a Tus hijos, para que estén prontos para recibirme en el esperado Retorno.

Por eso lo ofrezco a Ti y lo ofrezco a ustedes para que lo coman, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres para la remisión de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.

Amén.

“Así, Padre Eterno, vuelvo a ofrecer el Cáliz, fruto de la redención de los corazones, para que sea aceptado por Ti y por los hombres, como medio de conversión y de redención de los corazones”.

Y les vuelvo a decir: “Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que es derramada por su Señor para el perdón de las faltas. Hagan esto en memoria Mía”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.

Amén.

Cuerpo y Sangre de Cristo.

Oremos la oración que el Señor nos enseñó.

Padre Nuestro (en portugués).

Padre Nuestro (en inglés).

Anunciamos la Paz y la Misericordia de Cristo en la Tierra.

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra Tuya bastará para sanarme. Amén”.

Hermano Moisés y hermano Camilo venid aquí, para servirse de este Sacramento.

Vamos a orar juntos, con el hermano Camilo y el hermano Moisés, ante Nuestro Señor Jesucristo, la oración del Ángel de Portugal, para que Cristo lleve esta oración en Su Corazón y la presente al Padre como ofrecimiento de las almas que se convierten a Cristo, en el Amor del Corazón del Redentor.

 Mi Dios, yo creo en Ti, yo Te adoro,
yo Te espero y yo Te amo,
y Te pido perdón por los que no creen en Ti,
no Te adoran, no Te esperan y no Te aman.
Amén.
(se repite tres veces en español y una vez en inglés)

Me despido de este lugar después de este encuentro de oración vivido con el esfuerzo y la dedicación de los corazones valientes, llevando en Mi Espíritu todas las súplicas, intenciones y oraciones de los que invocaron el poder de Mi Divina Misericordia. Todos esos esfuerzos, que muchos no pueden ver y que son silenciosos pero verdaderos para su Señor, en este día se convierten en Gracias y expiaciones para el mundo entero. Amén.

Me elevaré al Cielo y retornaré a la Casa del Padre, escuchando una última canción que cerrará y consumará este momento de instrucción y de conocimiento para las almas. La canción se llama “Descansaré”.

Les agradezco y los bendigo en Comunión espiritual e interna con el Sacramento del Altar. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 82.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy todo el Universo está atento a este momento. Por eso les pido que también estén atentos, compañeros, porque mientras estoy aquí estoy con el mundo, trayendo para él una Gracia especial que no será palpable, sino interna, la Gracia que los salvará y que, a pesar de este momento planetario, esa Gracia los renovará, a pesar de lo que suceda, más allá de lo que atraviesen o ante cualquier dificultad. Mi Gracia es inmutable, eterna y profunda en los corazones que se abren para recibirla.

Hace dos mil años atrás, cuando encarné en el mundo para traer la Palabra de Dios a la humanidad, vine con un Propósito, el cual la mayoría ya conoce.

Pero en aquel tiempo hubo algo que no fue dicho, de lo cual hoy ustedes están siendo parte, después de haber pasado por la experiencia de este mundo, después de haber aprendido sobre el amor y el perdón. Y aunque les falte todavía aprender mucho más, este es el momento exacto en el que sus consciencias, principalmente, están ante un momento especial, en el que no hay liberación que pueda vacilar, en el que hay un solo tiempo, una sola realidad, que es la misma que descendió cuando Yo nací en el humilde pesebre de Belén.

Es momento de que la cristiandad reconozca que el Nacimiento, la Muerte y la Resurrección de Jesús fue un acontecimiento más allá del plano material y también espiritual, porque así tenía que ser, dada la condición espiritual del planeta y la condición interna de la humanidad.

¿Qué fue lo que verdaderamente hizo que todo eso sucediera? Es claro que fue la Voluntad de Dios. Pero hubo algo más allá de eso, para que el Hijo del Hombre encarnara en la Tierra y trajera la Palabra de la Salvación.

Los Libros Sagrados guardan los sagrados hechos de Mi existencia en este mundo. Pero no solamente en los libros está la Verdad. ¿Eso es falta de fe?

El verdadero conocimiento surge de la Fuente Suprema. Los libros que tienen este mundo son los últimos que reciben ese conocimiento.

Pero Mi Palabra se cumplirá en las almas cuando Mis Palabras pasen por ustedes y no por los libros.

Podrán ser muy eruditos o inteligentes, o creer tener el mayor conocimiento sobre lo que Yo fui, pero así no será. Tienen que reconocerse humildes, pacificadores y abnegados para que sus corazones y vidas estén verdaderamente preparadas para recibir Mi Conocimiento. ¿Acaso eso es falsedad?

En verdad, lo que vive eternamente es el espíritu. ¿El espíritu es falsedad?

Cuando el espíritu de cada uno de ustedes se eleva para abrazar mayores conocimientos, ¿dónde está la razón de todo esto?, no está en la ciencia ni tampoco en el hombre de superficie ni en el mayor letrado de los letrados que existe en este mundo.

A través de Mi Evangelio que en este tiempo se renueva y se amplía con la experiencia de su redención y transformación, Yo ya les dije cómo es verdaderamente la ampliación de la consciencia y eso no significa dejar de vivir a Dios, porque Dios es Todo, es la Creación Suprema externa e interna, visible e invisible.

¿Acaso ustedes no creen en esto? ¿Ese no es el credo de sus vidas? ¿No es lo que dicen y repiten todos los días: ”Creo en Dios Padre Todopoderoso Creador del Cielo y de la Tierra”?

Dios no se condiciona a una sola consciencia, Dios vive a través de Sus criaturas, sino no sería Dios. ¿Y acaso Dios no puede estar aquí? ¿Qué lo impediría? ¿Cuál sería la razón para no hacerlo?

¿Comprenden lo que les digo?

El conocimiento nunca se detendrá ni tampoco se limitará a la mente humana porque no sería conocimiento, sino palabras que solo pasan por sus ojos y no tienen ningún sentido.

¿Cuál es la verdadera espiritualidad? ¿Cómo se alcanza esa espiritualidad? ¿Solo a través del cristianismo?

¿Quién estuvo antes de que Yo llegara al mundo? ¿Solo los patriarcas y los profetas? ¿Qué fue todo lo que sucedió en Oriente?

Hasta el mismo Hijo de Dios fue humilde, aun siendo pequeño, para reconocer a los Reyes que lo visitaron en la gruta de Belén. ¿Ellos no eran seres espirituales? ¿Cuál era su tipo de contacto para saber perfectamente que el Hijo de Dios iba a nacer allí?

Abran sus ojos y no sus mentes. Dios habla a Sus hijos, así como Él lo desea y así como Él lo necesita, y eso no significa otra religión, porque Yo no vengo a fundar otra religión en el mundo. Vengo a hacer del mundo una verdadera religión que no está en las Escrituras, está en la acción del amor y del perdón en los corazones. Allí está el Cristo. ¿Y eso no es verdad?

Pero aún el hombre desea sufrir para poder aprender algo. Lamento por aquellos que no creen sin haber visto, porque se arrepentirán, y hoy lo declaro ante el mundo entero.

Yo soy el mismo Señor de ayer y de hoy, pero nadie sabe verdaderamente lo que sucedió en Mi Transfiguración en el Monte Tabor.

Si ustedes no quieren abrir sus ojos, no los abran, hablo de los ojos de su consciencia.

Se perderán así una importante Gracia, pero Yo no Me detendré, nadie lo impedirá, porque quien lo impida, o lo intente hacer, irá en contra de Mi Padre y Yo les aconsejo que no estén allí.

Así como les hablé a los ciegos fariseos, hoy les hablo a los fariseos que dicen vivir Mi espiritualidad.

Yo salí del sepulcro para mostrarles la verdad de Mi Resurrección, pero Yo no podré romper sus blancos sepulcros que adentro están llenos de otras cosas.

¿Esperarán dos mil años más para poder cambiar? ¿Ya no es suficiente lo que vive el mundo? ¿Cuál es la razón de no creer en el amor que Yo les traigo desde hace tantos años?

Si Yo no viniera por fuera de la Iglesia, esto nunca hubiera sido posible. Pero Dios sabe escribir y Él lo hace como Él lo necesita, y eso ustedes nunca lo comprenderán, porque Dios no escribe a través de las palabras, Él escribe a través de los hechos, de los testimonios, de la conversión y del amor que pueden vivir las personas, más allá de cualquier religión o doctrina.

¿Seguirán demorándose en vivir el verdadero ecumenismo? 

No pierdan más tiempo, el mundo está sufriendo, ocupen su tiempo en el servicio, en la oración y en lo que verdaderamente es necesario para sus vidas.

No se contaminen más con todo lo que ven o escuchan.

Yo dejaré una prueba aquí de que he estado, es una promesa. Y cuando Yo deje de venir eso sucederá, porque el hombre no ha comprendido aún la Voluntad de Dios.

¿Aún la seguirán desafiando? ¡No lo hagan más!

El amor siempre triunfará.

Yo conozco a Mis amigos, porque Yo veo los frutos que dejé en cada uno de ellos. Esos son los verdaderos frutos que Yo busco; no los frutos de su perversión, de su juicio o aun de su maltrato.

Todo lo que he hecho, en este último tiempo, tiene una razón espiritual desconocida y Yo le doy valor a todo lo que aquí ha sucedido, por lo que Yo mismo puedo testimoniar de los que perseveran en Mí.

Pero todos serán probados cuando Yo deje de venir aquí. Esa será la hora que Yo tanto espero, en la que deberán dar testimonio de lo que dicen que creen y viven por Mí.

Y llegará el juicio de los dos testigos y las últimas Escrituras se cumplirán, así como Juan lo ha visto en el Apocalipsis.

Esto no es un mensaje de persecución ni de última era. Este es un mensaje que viene del Corazón del Universo, de la Esencia profunda de Dios, en donde se gesta y se vive Su Voluntad.

Por eso, hoy he traído a todos los ángeles del Cielo, más de ciento cuarenta y cuatro legiones para que, ante los Señores de la Ley, sean testigos de lo que aquí sucede y ha sucedido, como parte de los méritos de Mi dolorosa Pasión.

Y consumaré este testimonio por medio de la celebración de la Eucaristía, porque lo que Yo enseñé hace dos mil años atrás, no solo fue un legado para el mundo, es una obligación de todos los corazones vivir esa unión Conmigo, en el amor y en la verdad. Y ese legado es para aquel que lo quiera recibir en reverencia y humildad.

Traedme aquí el incienso y el agua, para bendecir este altar.

Nos colocamos de pie.

“Señor Dios del Universo, que das la Vida y la Gracia a Tus hijos, Tú que has gestado desde el principio, desde antes de la llegada de Tu Hijo a la Tierra, este momento para que los corazones sientan la verdad y no las apariencias, porque Tu Poder, que es Gloria y soberanía, ha descendido aquí, Poder inconfundible e irrefutable, Poder colmado de Tu Amor y de Tu Verdad, de Tu Luz y de Tu infinita Misericordia.

Deseo, Padre, que se cumpla Tu Voluntad en los que no son merecedores de Tu Gracia, porque aún el Poder y el valor de Mi Sangre es eterno, infinito, para toda la humanidad. Y por el Poder de Mi Sangre, hoy se cumplirá aquí Tu Voluntad. Amén.

Disipa, Señor, todo lo que está contra Tu Voluntad y omnipotencia. Que el Poder insondable de Tu Luz y de Tu Amor desciendan en este momento, para que Tu Amor esté en los corazones”.

Así como bendigo este lugar, bendigo a los corazones que escuchan abiertos a reconocer Mi Palabra, porque los lobos están entre las ovejas. Son los lobos que nunca ustedes imaginarían, los que necesitan de Mi redención.

Traemos el altar.

El agua para lavar las manos.

Yo les enseñé a amar a través de este testimonio, entregado al mundo para la redención de sus pecados y la liberación de las almas de su prisión espiritual e interna.

Después de haber lavado los pies y las manos de Mis apóstoles, en un momento tan solemne como este, Yo tomé el pan, lo elevé para consumar el sacrificio del Hijo del Hombre, enseguida lo partí y se lo di a Mis apóstoles, diciéndoles: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que es entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Enseguida tomé el Cáliz, elevándolo a Dios para confirmar la consumación del sacrificio del Hijo del Hombre y que fuera bendecido. Enseguida, se lo entregué a los apóstoles diciéndoles: “Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por su Señor para la remisión de las faltas. Hagan esto siempre en memoria Mía”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Consumamos este momento a través de la transubstanciación del pan y del vino. Y así como el pan y el vino, el Cuerpo y la Sangre de Cristo, se vuelven a elevar en sacrificio y ofrenda, en este momento elevemos nuestras almas, corazones y vidas, para también consumar la grandeza de este testimonio de amor, por medio de la Eucaristía.

Es así que unidos al Corazón de nuestro Rey, Maestro y Señor, oramos la oración que Él nos enseñó.

Padre Nuestro (en portugués).
Padre Nuestro (en inglés).

Declaramos en este momento la Paz y el Amor de Cristo en la humanidad.

En este momento, los ángeles son testigos de la aparición de Nuestro Señor Jesucristo, ante la Mirada compasiva de Dios y de los corazones abiertos.

En este momento, se cumple la Voluntad de Dios y las almas que escuchan viven su Comunión espiritual Conmigo.

Nos unimos a todas las almas del mundo en Comunión espiritual con Cristo y por Cristo.

“Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra Tuya bastará para sanarme”.

Repetimos.

Madre y Hermana Lucía, por favor.

Madre María del Salvador y Fray Luciano, por favor.

El Señor nos está pidiendo que, juntos y unidos, consumemos este momento en Su Presencia.

Su Señor, a través de los tiempos, en el silencio de Su Corazón, debe soportar la injusticia de los hombres, pero ese sentimiento tan profundo y desconocido por ustedes, es disuelto y colmado del amor y de la devoción de las almas verdaderas, así todo se cumple.

Yo los bendigo y les agradezco por haber orado Conmigo en este día.

Mi promesa de llegar a África está vigente y no desistiré.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

A pedido de Nuestro Señor Jesucristo, cerrando este encuentro en el Corazón de Nuestro Señor, resonará una última melodía, una última canción: “Por el poder de la Sangre de Jesús“.

Gracias, Señor, por cuanto nos das.
En este encuentro Te honramos, Señor.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 31.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

He visto a muchos de los presentes en el desierto de Shambala respondiendo una vez más a Mi Llamado, en el nombre de Mi Padre que está en los Cielos y que los reúne en este Propósito de Amor y de redención de la humanidad.

Hoy Mi Corazón Glorificado se ilumina al recibir las respuestas de las almas que se congregaron en torno a este oratorio para rezar al Padre Universal, al Infinito, al Único. Por eso hoy extiendo Mis Brazos hacia ustedes, y en donación les entrego Mis Manos para que reciban de lo profundo de Mi Espíritu los Rayos de Mi bendición paternal, de Mi Amor Misericordioso.

Hoy Mis Ojos lloran no solo por la tristeza del mundo, por el padecimiento, por el caos, por la aniquilación humana, sino que también Mis Ojos lloran porque Mi Espíritu se regocija de los rebaños que Me escuchan verdaderamente y que, más allá de sus intenciones y de sus pruebas, responden al Pastor que los ha congregado en este desierto de Shambhala para descubrir el propósito interior en cada ser, en cada uno de Mis hijos, de Mis compañeros.

Gracias al esfuerzo de todos y a la recepción que han dado a Mi Sagrado Corazón, es que esta obra se expandirá aún más. Y eso exigirá de todos ustedes, compañeros, una cordial confianza en los proyectos de Mi Padre y en los pedidos de los Mensajeros Divinos, los que interceden por ustedes y por millones de almas en el mundo a través de esta Obra Universal. Porque es el Universo que los congrega, que los une, que los reúne en el nombre del Señor, Dios Todopoderoso.

Y aun en sus flaquezas Mi Espíritu los colma, los vivifica, los renueva para que puedan seguir adelante.

Si hoy, en este Centro Sagrado de oración, dedicado a los Sagrados Corazones de Cristo, de María y de San José, hay más de quinientas almas congregadas, ¿cuántas almas ustedes creen que habrán, en este momento, unidas a Mi Corazón Misericordioso y a través de este encuentro?

Es por eso que les he pedido que vinieran aquí. Pero, no quiero que sientan aflicción los corazones que no pudieron llegar, porque si los corazones orantes del mundo están unidos a Mi Corazón, ellos también están aquí. Pero aquellos que tuvieron la Gracia de venir hacia Mi encuentro, también para recibir Mis Gracias, es porque el Universo les demuestra que es posible donarse más y cada uno salir de su propio lugar. Porque en verdad, compañeros, nunca pierden nada, sino ganan los tesoros del Cielo, que están disponibles para los corazones receptivos al llamado del Hijo de Dios.

Si Yo los uno a todos en Shambala es para renovar los votos originales que hicieron con Mi Espíritu Crístico en el Getsemaní, en la plaza de la flagelación, a las puertas del sepulcro o en la Ascensión.

¿Cuántos de ustedes retoman lo que han dejado atrás Conmigo?

Y, amorosamente, Yo les traigo este recuerdo, compañeros, porque sus espíritus deben participar, vivamente, de esta obra corredentora que prepara el retorno de Cristo, vuestro Señor, en esta hora crucial del planeta.

Por eso, Yo los he llamado a Shambala, para que pudieran retornar al corazón del Corazón, a la esencia de la Esencia verdadera, al principio original de ustedes, a la pureza.

Hoy, los rayos expandidos por Mí los unen a todos a Mi Sagrado Corazón y así les demuestro que Mi Obra se realiza de diferentes formas y por diferentes caminos, cuando estos obedecen a la Ley del Señor y no se involucran con otras cosas que no sea la vivencia del Sagrado Corazón de Jesús o del propio Padre Celestial, que los ama y los reúne nuevamente.

Y así, como Me han respondido en este día de Misericordia, en el que el Infinito se aproxima a la humanidad para recordarle que debe arrepentirse, soltar las riendas y caminar libre en el sendero de la redención, es que Yo los estoy llamando a concretar Mis Obras, a abrir sus brazos, a expandir sus corazones en el Amor de Mi Corazón vivo para que más almas se congreguen. Las almas que siguen a Dios por otros senderos, senderos que se encuentran en el espíritu de todos los seres donde mora Dios, donde los reúne a todos, sin separación ni diferencias, sin credos ni religiones, porque la verdadera religión es el Amor.

Es en el Amor donde ustedes deben religarse una y otra vez en estos tiempos finales, porque es el Amor de Dios que les permitirá ver las cosas y ayudar a aquellos que más necesitan en estos momentos tan difíciles. Es el Amor que también nace de Shambhala y que congrega a los autoconvocados para responder a la Jerarquía Celestial.

Ese es el camino que les ofrece la Jerarquía Universal para todos los que una vez fueron principiantes y que ahora ya son discípulos de Mi Misericordia. Es esa Misericordia que Yo quiero expandir sobre el mundo a través de sus corazones y de su vivencia viva sin fantasías ni formas, sin ilusiones ni engaños.

Quiero que sean rayos de Mi Corazón, definitivamente. Quiero que se decidan por un solo camino, el cual Mi Madre les ha ofrecido hace tantos años y de los que muchos no comprendieron lo que significaba y que después de todo lo que han vivido a través de los tiempos, de sus experiencias y pruebas han abierto sus ojos para reconocer que en esto no había nada oculto, no había ningún misterio, ninguna  interrogante, solo la esencia del Amor de los Sagrados Corazones que ingresaron a la consciencia devuestra obra a pedido de Dios Todopoderoso, para convertirlos en aquello que aún no han conseguido: ser verdaderos apóstoles de Mi Corazón.

Y ahora, compañeros, en este desierto de Shambala que les revela muchos tesoros, muchas señales de luz para el alma y el espíritu, ¿ustedes ya se creen Mis apóstoles?

Están siendo formados por Mí mismo para algo definitivo que desconocen. Pero por más que no comprendan, Dios siempre les mostrará Su Verdad en los pequeños detalles.

Si creen que Yo estoy aquí presente entre ustedes para amarlos una y otra vez, crean que están en el camino que fueron llamados a recorrer en este tiempo final.

A través de este retiro interior en Shambhala y por medio de la oración misericordiosa, los corazones se unen a Mi Espíritu y las obras se manifiestan para todos los que dicen “sí” a Mi sagrado llamado.

Mientras se purifiquen no desistan. Mis Pies no dejarán de caminar a su lado. Mi Corazón iluminará sus caminos y podrán ver en el horizonte la Estrella de Dios que los guía hacia el encuentro del verdadero refugio que brota de Mi Insondable Corazón.

Los preparo para realizar una obra planetaria a través de las misiones humanitarias, pues eso es solo una pequeña muestra de lo que el Plan puede realizar en estos tiempos. Pero aún es necesario más.

Sigan con valentía Mi Camino, porque en este día también Yo los preparo para que Me encuentren en la Sagrada Semana del mes de marzo, donde volveremos a reunirnos en este Centro Mariano de Aurora para dar un paso más hacia adelante, en la confianza absoluta de que con disposición de ustedes ,interior y espiritual, podrán unirse al Universo y traer hacia la Tierra lo que Él está donando para todos a través de Sus tesoros celestiales.

Quisiera compañeros, que todos los días levantaran los brazos hacia el Cielo, así como lo han hecho hoy, para confirmar Mi Misericordia entre ustedes y en cada parte del planeta. Porque a pesar de que las guerras continúen, y que las masacres se lleven adelante sin misericordia ni compasión en el corazón de los hombres injustos, Mi Espíritu Crístico en cada discípulo nunca morirá, porque quien cree en Mí, tiene vida eterna.


Señor del Universo, Padre Abba, que riges todos los mundos, dimensiones y planos, que vives intensamente como chispa de luz en todos los espacios, que Te expresas en las formas, elementos y vibraciones más sutiles, que Te unificas, Padre, a los espíritus que Te invocan, que Te haces presente para dar ayuda a Tus hijos, que Te reflejas y Te muestras en los elementos, en el viento, en el agua, en el fuego, en la tierra y en la vida, que Tu Espíritu colma todo lo que fue creado a través de Tu semejanza; es que hoy Te pido, Padre Abba, que ayudes piadosamente a los que se han autoconvocado, pues si desde el principio los llamaste para vivir Tu Obra, Te ofrezco nuevamente Mi Corazón Misericordioso y Glorificado para que los redimas.

Pues así como la lanza traspasó Mi Corazón para derramar Misericordia, hoy intercedo por ti, ante ti pequeño corazón, pequeño corazón humano, pequeña alma que debe vivir su divinidad y su ascensión. Intercedo ante el Padre Abba para que cumplas con tu parte en este Proyecto infinito del Universo.

Escucha, Padre, el clamor de los que pronuncian Tus Palabras en las oraciones diarias, escucha la voz de los corazones que sienten el amor de Tu Espíritu y de Tu Presencia invisible en todos los planos. Mas aléjalos, Padre, del gran adversario. Libera a las almas a través de las oraciones que ofrecen Tus hijos a Tu Corazón Puro y Grandioso.

No mires los errores del mundo. Que Tu Corazón no se lastime por los pecados de la humanidad, pero sí que Él se restaure a través del bálsamo orante de Tus hijos, que en fidelidad y fe aspiran a seguir Tu Camino.

Hoy intercedo entre el Universo y la Tierra, entre el Cosmos y las almas pidiéndote, Padre Amado, que les des fuerza y convicción para vivir Tu Plan, redención para purificar sus espíritus y un amor tan profundo, divino y verdadero que invada cada parte de sus cuerpos y de sus células, así, Padre, como Tú Me has colmado en la Resurrección.

Padre Eterno, si Tú te glorificas en Tu Hijo, glorifícate, Padre, en aquellos que Te escuchan.

Te ofrezco Mi Corazón para que sea el portal que conduzca a los corazones hacia el Propósito.

Cuando finalmente todos hayan despertado podré fundirme con Tu Espíritu, Padre Amado, y seremos uno con Tus hijos para siempre.

Amén.


Los espero en la Sagrada Semana para vivir un momento de renovación, pues este ya es el último tiempo que Yo vengo al encuentro de ustedes antes que todo suceda.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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